viernes, 4 de mayo de 2012

Sueño y visión – Enfocando el hombre interior en Dios.


Capítulo 5


Sueño y visión –

Enfocando el hombre interior en Dios





El lugar y valor del sueño y la visión


Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne... y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños (Hechos 2:17, énfasis añadido)

      Daniel miraba hacia Jerusalén cuando oraba (Daniel 6:10).
      Habacuc veló para ver lo que se le decía (Habacuc 2:1-3).
      Juan buscó internamente una visión y escuchó una voz que decía: “Sube acá y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas” e inmediatamente él vio una visión (Apocalipsis 4:1-2)
      Jesús habló las cosas que vio en la presencia de su Padre (Juan 8:38).
      Dios se revela al hombre por medio de los ojos del corazón dándole sueños y visiones. Y aún más, nuestros ojos interiores se usan para hablarnos sobre la condición de nuestros corazones cada noche por medio de sueños o visiones nocturnas. Por tanto, podemos ver que la visión interior es una facultad del corazón y se usa para expresar las cosas del corazón.
      Ya que el cristianismo es una relación de corazón a corazón o de Espíritu a espíritu, es de esperar que esta facultad se use mucho en nuestra relación con Dios. Desgraciadamente, esto a menudo no se usa tanto como se debería entre los cristianos occidentales, porque hemos sido entrenados para vivir usando nuestra cabeza en lugar del corazón. Tendemos a vivir más en el mundo de los conceptos lógicos y pensamiento racional que en el mundo de las impresiones, sueños y visiones del corazón. Si vamos a permitir que nuestros corazones sean liberados, debemos aprender a vivir en el mundo del sueño y la visión (Juan 5:19-20; 8:38).
      Dios quiere comunicarse por medio de los ojos de nuestro corazón, dándonos sueños, visiones y un fluir interno de imágenes, pero primero hemos de reconocer esta capacidad dentro de nosotros y la importancia que puede tener cuando se la presentamos a Él para que la use. Durante diez años de cristiano, nunca tuve que usar los ojos de mi corazón ni buscar visión, por tanto, nunca recibí visiones. Ahora que he aprendido a buscar, la visión enseguida me aparece.
      Obviamente, los “ojos de nuestros corazones” (Efesios 1:17-18) es un sentido localizado en nuestros corazones. Es una de las formas en que el corazón del hombre se comunica – posiblemente una de las formas principales. He descubierto que la clave que abre la puerta del mundo interior es el uso de visión. Muchos líderes espirituales están de acuerdo con esto. El Dr. Paul Yonggi Cho, pastor de la iglesia más grande del mundo con 600.000 miembros declara: “El lenguaje del Espíritu Santo es el sueño y la visión (Cuarta Dimensión 1). Watchman Nee, pastor y escritor, dice esto: “la imagen es la memoria del Espíritu Santo (La predicación ungida)”. Estas declaraciones son increíbles por el valor que ponen al hecho de ver en el espíritu.
      He llegado a la conclusión de que la capacidad de pensar en términos de imágenes es extremadamente importante en la vida de un cristiano. Yo creo que la madurez conlleva tanto la capacidad de pensar lógica y racionalmente, como la capacidad para ser intuitivos o visionarios. O para expresarlo de otra manera: la madurez conlleva la capacidad para usar tanto la cabeza como el corazón. En nuestra cultura occidental, hemos puesto a la lógica en un pedestal y hemos descuidado el valor de la visión pero esto no fue siempre así si miramos las Escrituras o la historia de la iglesia, pues vemos que los sueños y visiones han prevalecido durante todo el tiempo.

Referencias al sueño, visión y vidente en la Biblia
      A continuación damos el borrador de un estudio realizado usando CompuBible, un programa de ordenador diseñado para ayudar a los estudiantes de la Biblia a hacer estudios de concordancia completos en el tema que estos escojan. Se le ordena al programa que encuentre todas las citas en la Biblia que contengan las palabras sueño, visión, vidente, mirar y ojos. Obviamente, algunas de las referencias localizadas se refieren a visión natural, no espiritual. Todas estas han sido cuidadosamente desechadas para que las referencias que se dan abajo se refieran sólo a visión espiritual.
      Le animo a que tome una semana o dos de su tiempo devocional para estudiar estas citas, orando y pidiéndole a Dios que le muestre revelaciones y pensamientos sobre ellas que usted no haya tenido antes. Tenga un papel y un lápiz cerca y escriba lo que descubra. Esto hará que tenga un fundamento bíblico en su vida sobre el que podrá empezar a construir una teología de cómo usa Dios el sueño y la visión.

Titulo: El lugar del sueño y la visión en nuestra vida espiritual.

Rango: Génesis 1:1 a Apocalipsis 22:21
Tema:              1.sueño           2.visión
3.vidente         4.mirar            5.ojos

Gn. 3:5
Gn. 3:6
Gn. 3:7
Gn. 15:1
Gn. 18:2
Gn. 20:3
Gn. 20:6
Gn. 21:19
Gn. 28:12
Gn. 31:10
Gn. 31:11
Éx. 3:4
Éx. 3:5
Éx. 3:6
Éx. 16:9
Éx. 16:10
Éx. 16:11
Éx. 24:15
Éx. 24:16
Éx. 24:17
Éx. 24:18
Éx. 25:1
Nm. 12:6
Nm. 21:8
Nm. 22:31
Nm. 24:2
Nm. 24:3
Nm. 24:4
Nm. 24:15
Nm. 24:16
Dt. 6:8
Dt. 11:18
Dt. 13:1
Dt. 13:2
Dt. 13:3
Dt. 13:4
Dt. 13:5
Dt. 29:2
Dt. 29:3
Dt. 29:4
Jos. 5:13
Jos. 5:14
Jos. 5:15
Jue. 6:12
Jue. 6:13
Jue. 6:14
Jue. 7:13
Jue. 7:14
Jue. 7:15
Jue. 13:16
Jue. 13:17
Jue. 13:18
Jue. 13:19
Jue. 13:20
1 S. 3:1
1 S. 3:2
1 S. 3:3
Ez. 10:1
Ez. 10:9
Ez. 11:1
Ez. 11:24
Ez. 12:2
Ez. 12:22
Ez. 12:23
Ez. 12:24
Ez. 12:25
Ez. 12:26
Ez. 12:27
Ez. 13:7
Ez. 13:16
Ez. 40:2
Ez. 40:4
Ez. 40:6
Ez. 43:1
Ez. 43:2
Ez. 43:3
Ez. 43:4
Ez. 43:5
Ez. 43:6
Ez. 44:1
Ez. 44:4
Ez. 44:5
Ez. 46:19
Ez. 47:2
Dn. 1:17
Dn. 2:1
Dn. 2:2
Dn. 2:3
Dn. 2:4
Dn. 2:5
Dn. 2:6
Dn. 2:7
Dn. 2:8
Dn. 2:9
Dn. 2:19
Dn. 2:26
Gn. 31:12
Gn. 31:24
Gn. 37:5
Gn. 37:6
Gn. 37:8
Gn. 37:9
Gn. 37:10
Gn. 37:19
Gn. 37:20
Gn. 40:5
Gn. 40:6
1 S. 3:4
1 S. 3:5
1 S. 3:6
1 S. 3:7
1 S. 3:8
1 S. 3:9
1 S. 3:10
1 S. 3:15
1 S. 9:9
1 S. 9:10
1 S. 9:11
1 S. 9:15
1 S. 9:16
1 S. 9:17
1 S. 9:18
1 S. 9:19
1 S. 28:6
1 S. 28:15
2 S. 7:4
2 S. 7:5
2 S. 7:6
2 S. 7:7
2 S. 7:8
2 S. 7:9
2 S. 7:10
2 S. 7:17
2 S. 15:27
2 S. 24:11
2 S. 24:12
1 R. 3:5
1 R. 3:6
1 R. 3:7
1 R. 3:8
1 R. 3:9
1 R. 3:10
1 R. 3:11
1 R. 3:12
1 R. 3:13
1 R. 3:14
1 R. 3:15
1 R. 6:15
1 R. 6:16
1 R. 6:17
2 R. 17:13
1 Cr. 9:22
1 Cr. 17:15
Dn. 2:28
Dn. 2:36
Dn. 4:5
Dn. 4:6
Dn. 4:7
Dn. 4:8
Dn. 4:9
Dn. 4:10
Dn. 4:13
Dn. 4:18
Dn. 4:19
Dn. 5:12
Dn. 7:1
Dn. 7:2
Dn. 7:7
Dn. 7:13
Dn. 7:15
Dn. 8:1
Dn. 8:2
Dn. 8:3
Dn. 8:13
Dn. 8:15
Dn. 8:16
Dn. 8:17
Dn. 8:18
Dn. 8:26
Dn. 8:27
Dn. 9:21
Dn. 9:22
Dn. 9:23
Dn. 9:24
Dn. 10:1
Dn. 10:5
Dn. 10:6
Dn. 10:7
Dn. 10:8
Dn. 10:9
Dn. 10:10
Dn. 10:11
Gn. 40:7
Gn. 40:8
Gn. 40:9
Gn. 40:16
Gn. 41:1
Gn. 41:5
Gn. 41:7
Gn. 41:8
Gn. 41:11
Gn. 41:12
Gn. 41:15
1 Cr. 21:9
1 Cr. 21:10
1 Cr. 21:16
1 Cr. 25:5
1 Cr. 25:6
1 Cr. 25:7
1 Cr. 26:28
1 Cr. 29:29
2 Cr. 9:29
2 Cr. 12:15
2 Cr. 16:7
2 Cr. 16:8
2 Cr. 16:9
2 Cr. 16:10
2 Cr. 19:2
2 Cr. 26:5
2 Cr. 29:25
2 Cr. 29:26
2 Cr. 29:30
2 Cr. 32:32
2 Cr. 33:18
2 Cr. 33:19
2 Cr. 35:15
Job 4:13
Job 4:14
Job 4:15
Job 4:16
Job 7:13
Job  7:14
Job 20:8
Job 33:15
Job 33:16
Sal. 5:3
Sal. 13:3
Sal. 25:15
Sal. 89:19
Sal. 119:18
Sal. 123:1
Sal. 123:2
Sal. 141:8
Pr. 29:18
Ec. 5:3
Ec. 5:7
Is. 1:1
Is. 6:1
Is. 6:2
Dn. 10:12
Dn. 10:13
Dn. 10:14
Dn. 10:15
Dn. 10:16
Dn. 11:4
Dn. 12:5
Os. 12:10
Jl. 2:28
Am. 7:12
Abd. 1:1
Mi. 3:6
Mi. 3:7
Nah. 1:1
Hab. 2:2
Hab. 2:3
Zac. 1:18
Zac. 2:1
Zac. 4:2
Zac. 5:1
Zac. 5:5
Zac. 5:9
Zac. 6:1
Zac. 10:2
Zac. 13:4
Mt. 1:20
Mt. 2:12
Mt. 2:13
Mt. 2:19
Mt. 2:22
Mt. 13:15
Mt. 13:16
Mt. 24:23
Mt. 27:19
Mr. 8:18
Mr. 9:8
Lc. 1:22
Lc. 24:23
Lc. 24:31
Gn. 41:17
Gn. 41:22
Gn. 41:25
Gn. 41:26
Gn. 41:32
Gn. 42:9
Gn. 46:2
Gn. 46:4
Éx. 3:1
Éx. 3:2
Éx. 3:3
Is. 6:3
Is. 6:4
Is. 6:5
Is. 6:6
Is. 6:7
Is. 6:8
Is. 6:9
Is. 6:10
Is. 8:17
Is. 17:7
Is. 17:8
Is. 21:2
Is. 22:1
Is. 22:5
Is. 28:7
Is. 29:8
Is. 29:10
Is. 29:11
Is. 30:10
Is. 33:17
Is. 40:26
Is. 42:18
Is. 42:19
Is. 42:20
Is. 44:18
Jer. 5:21
Jer. 8:15
Jer. 14:14
Jer. 23:16
Jer. 23:18
Jer. 23:27
Jer. 23:28
Jer. 23:32
Jer. 27:9
Jer. 29:8
Jer. 29:21
Lm. 2:9
Ez. 1:1
Ez. 1:4
Ez. 2:9
Ez. 7:13
Ez. 7:26
Ez. 8:3
Ez. 8:4
Ez. 8:5
Ez. 8:7
Jn. 12:40
Hch. 1:10
Hch. 2:17
Hch. 7:55
Hch. 9:10
Hch. 9:11
Hch. 9:12
Hch. 10:3
Hch. 10:4
Hch. 10:17
Hch. 10:19
Hch. 11:5
Hch. 11:6
Hch. 12:9
Hch. 16:9
Hch. 16:10
Hch. 18:9
Hch. 26:18
Hch. 26:19
Hch. 28:27
Ro. 11:8
Ro. 11:10
2 Co. 4:18
2 Co. 12:1
Ef. 1:18
He. 11:10
Ap. 1:10
Ap. 1:14
Ap. 4:1
Ap. 4:2
Ap. 4:3
Ap. 5:6
Ap. 6:8
Ap. 9:17
Ap. 14:1
Ap. 14:14
Ap. 15:5

 

Historia

        No son solo los sueños y visiones lo que prevalece en cada dispensación de la Biblia, también han sido una parte consistente de la historia de la iglesia. Para poder darle una visión clara de la experiencia de la iglesia con sueños y visiones a lo largo de los últimos 2000 años, le ofrezco los siguientes ejemplos. (Esta sección está provista para todos aquellos que estén interesados en este tipo de estudios históricos. Si usted no es edificado o no le interesa, siéntase libre para pasarse a la siguiente sección).

      1.Agustín – En lugar de ignorar los sueños como la iglesia contemporánea había hecho, Agustín tomó los doce tomos en su De Genesi ad Litteram para explicar su entendimiento de los sueños y visiones.

      2.Policarpo – El libro El martirio de Policarpo habla de Policarpo orando no mucho antes de su martirio, y siendo informado de lo que pronto iba a suceder por medio de una visión simbólica. Él vio una almohada bajo su cabeza en llamas y entendió que esta imagen de destrucción significaba su propia e inminente captura y muerte.

      3.Justino Mártir – En sus escritos, Mártir dijo que los sueños los enviaban los espíritus. Él creía que los sueños los enviaban tanto los espíritus malignos como Dios.

      4.Ireneo – Con su refutación a la especulación gnóstica de sus escritos, Ireneo indicaba su claro punto de vista con relación a los sueños y la vida de los cristianos. En su obra práctica, En contra de las herejías, Ireneo comentó apreciativa e inteligentemente sobre el sueño de Pedro en el capítulo diez de Hechos; él creía que el sueño mismo fue una prueba de la autenticidad de la experiencia de Pedro. Una vez más, él hizo hincapié en la autenticidad del sueño de Pedro en Troas. También hizo alusión a los sueños de José en Mateo, diciendo que el sueño de José hizo ver lo cerca que estaba del Dios verdadero. Aún en otro sitio, él explicó que aunque Dios es invisible a la vista directamente, Él nos da visiones y sueños por los que expresa la semejanza de su naturaleza y su gloria.

      5.Clemente – Hablando de la naturaleza y significado del sueño, Clemente expresó: “No cerremos, pues, nosotros que somos hijos de la luz verdadera, la puerta contra esta luz, sino volvámonos a ella, iluminando los ojos del hombre escondido, y mirando a la verdad misma, y recibiendo su río, revelemos clara e inteligiblemente estos sueños como verdaderos... Así como son verdad estos sueños, a los ojos de aquel que refleja correctamente, lo son también los pensamientos de un alma soberbia, que no se distrae por el tiempo y las afecciones del cuerpo, y aconsejándose a sí mismo de la mejor manera... Porque contemplar a Dios siempre, y por conversación perpetua con Él inoculando el cuerpo con vigilia, levanta al hombre equiparándole con la gracia angelical, y practicando la vigilia se alcanza la eternidad de la vida (Stromata, o Miscellanies)”.

      6.Orígenes – En su gran respuesta a los paganos, Contra Celso, Orígenes defendió las visiones de la Biblia diciendo: “... Nosotros, no obstante, tan lejos como podamos, soportaremos nuestra posición, manteniendo eso, ya que es cuestión de creencia que en un sueño las impresiones han sido traídas ante las mentes de muchos, algunos relacionados con cosas divinas, y otros con eventos futuros de esta vida, y este ya sea con claridad o en una manera enigmática, un hecho que es manifiesto para todos los que aceptan la doctrina de la providencia: así que ¿cómo que es absurdo decir que la mente la cual podría recibir impresiones en un sueño debería ser impreso también en una visión durante una vigilia, para el beneficio o bien de aquél en quien las impresiones se hacen, o de aquellos que van a oírlos cuando este los cuente?” Habiendo satisfecho el paralelismo entre sueños y visiones, Orígenes siguió discutiendo la naturaleza de los sueños.

      En Contra Celso, Orígenes aún declaró que muchos cristianos se han convertido de sus formas paganas por este tipo de progreso en sus vidas al tener visiones y sueños en las vigilias de la noche. Él dejó claro que muchos casos de este tipo de conversiones fueron conocidos.

      7.Tertuliano – Tertuliano dedicó ocho capítulos de su obra Un tratado del alma, o De anima, a su estudio del sueño y el dormir. Él creía que todos soñamos, y lo evidenció por el movimiento de niños dormidos. Él creía que los sueños provienen de cuatro fuentes: demonios, Dios, sueños naturales que le alma crea y finalmente “el estado extático y su peculiar condición”, o, en otras palabras, la inconsciencia. Yendo aún más allá él citó: “Y así nosotros, que tanto reconocemos y reverenciamos, incluso cuando hacemos las profecías, visiones modernas que igualmente se nos prometieron, y consideramos los otros poderes del Espíritu Santo como una comisión de la iglesia por la que también Él fue enviado, administrando todos los dones en todos, según el Señor los repartía a cada uno...”

      8.Tascio Cipriano, Obispo de Cartago en el 250 D.C. – En una carta a Florentino Pupiano dijo: “Aunque sé que para algunos hombres los sueños son ridículos y las visiones tonterías, a la vez se sienten muy seguros creyendo que preferirían creer en contra de los sacerdotes que creer en los sacerdotes”. En otra carta él escribió que Dios guía los concilios de la iglesia por medio de “muchas y manifiestas visiones”. Él elogiaba al lector, Celerino, porque su conversión a la iglesia había venido por medio de una visión nocturna.

      9.Lactantio, escogido por Constantino el grande para ser tutor de su hijo. – En su Institutos divinos, incluyó un capítulo: “El uso de la razón en la religión; y del sueño, augurios, oráculos, y portentos similares”, en los que citaba ejemplos para demostrar que por medio de los sueños, ocasionalmente se da un conocimiento del futuro a los paganos así como a los cristianos. Su ejemplo de una falacia lógica es la de un hombre que ha soñado que no debe creer en sueños.

      10.Constantino – Lactancio escribe acerca de la visión celestial que le dio a Constantino su gran  victoria en el 300 D.C. La historia comienza con Constantino estando en una desesperada necesidad y clamando a Dios por ayuda. “Por consiguiente él clamó a Dios con ardiente oración y súplicas para que Él le revelara quién era Él, y que extendiera su mano derecha para ayudarle en sus presentes dificultades. Y mientras él estaba orando así con ferviente súplica, se le apareció la señal más maravillosa del cielo, el relato de la cual hubiera sido difícil de creer si hubiera estado relacionado por cualquier otra persona. Pero  como el victorioso emperador mismo se lo declaró mucho tiempo después al escritor de esta historia, cuando este fue honrado con su conocimiento y sociedad, y confirmó su declaración por medio de un juramento, ¿quién podría dudar de la acreditación de la relación especialmente desde que el testimonio posterior ha establecido la verdad? Él dijo que alrededor del mediodía, cuando el día estaba ya empezando a declinar, él vio con sus propios ojos el trofeo de una cruz de luz en los cielos, por encima del sol, y tenía la inscripción, CONQUISTA CON ESTO. Viendo esto, a él mismo le golpeó el asombro, y a todo su ejército también, el cual le acompañaba en esta expedición, y fueron testigo del milagro.
      Él dijo, además, que dudó para sí de cuál sería la importancia de esta aparición. Y mientras continuaba reflexionando sobre la razón de su significado, la noche se le vino encima; luego en su sueño el Cristo de Dios se le apareció con la misma señal que había visto en los cielos, y le mandó que hiciera una imagen de la señal que había visto en los cielos y que la usara como salvaguardia en todas sus citas con sus enemigos.
      Al amanecer del día él se levantó y comunicó a sus amigos la maravilla: y luego, juntando a los trabajadores de oro y piedras preciosas, se sentó en medio de ellos y les describió la figura de la señal que había visto, mandándoles que hicieran una representación de la imagen en oro y piedras preciosas.. Y esta representación yo mismo he tenido la oportunidad de verla (La vida de Constantino I,28-30)”

      11.Sócrates – Un sueño que Sócrates mencionó fue el de Ignacio de Antioquia. Ignacio tuvo una visión de ángeles que cantaban himnos en cantos alternativos, y esto introdujo el canto antifonal (Historia eclesiástica,Vol. 35 y 36, por Teodoro).

      12.Atanasio – Obispo de Alejandría del 328 al 373 – En su gran obra maestra de apología cristiana, Contra los inconversos, él escribió: “A menudo cuando el cuerpo está quieto, y descansando y dormido, el hombre se mueve interiormente, y contempla lo que está afuera de él mismo, viajando a otros países, caminando, reuniéndose con sus conocidos, y a menudo también adivinando y pronosticando lo que ocurrirá en el día. Pero, ¿a qué puede ser debido esto salvo al alma racional, en la que el hombre piensa y percibe las cosas que están más allá de él?...     
     
Porque incluso si cuando está unido y emparejado con el cuerpo, no está encerrado en él o delimitado por las pequeñas dimensiones del cuerpo, sino que a menudo cuando el cuerpo permanece en la cama sin moverse, en n sueño similar a la muerte, el alma permanece despierta en virtud de su propio poder, y trasciende el poder natural del cuerpo, y aún viajando fuera del cuerpo a la vez que permanece en él, imagina y ve cosas por encima de la tierra, y a menudo incluso conversa con los santos y los ángeles que están por encima de la tierra y de la existencia corporal, y se aproxima a ellos en la confianza de la pureza de su inteligencia; ¿no tendrá mucho más, cuando está separado del cuerpo en el momento designado por Dios que los unió, su conocimiento de la inmortalidad más claro? (II. 31.5 y 33.3).

      13. Gregorio de Nicea – En su principal obra filosófica, Sobre la creación del hombre, Gregorio aborda directamente el significado y lugar del dormir y de los sueños en la vida del hombre. Él creía que cuando el hombre duerme, los sentidos y la razón descansan, y las partes menos racionales del alma aparecen para tomar las riendas. La razón, sin embargo, no queda extinguida, sino disminuye como un fuego “tapado por la paja” y después resurge con perspectivas que la moderna investigación de los sueños llama “mención secundaria”. Él continuó diciendo que “mientras que todos los hombres son guiados por sus propias mentes, hay algunos que  son considerados dignos de la evidente comunicación divina; así que mientras que la imaginación del sueño ocurre de manera natural y de forma igual y equivalente para todos, algunos, no todos, comparten por medio de sus sueños una manifestación más divina...” Su razonamiento era que hay un conocimiento de antemano natural que viene de una forma desconocida a través de la parte no racional del alma: el “inconsciente”, según la psicología moderna, y es a través de esta parte del alma que Dios se comunica a sí mismo directamente.

      Después, Gregorio enumeró los otros significados que los sueños pueden tener, ofreciendo un bosquejo bastante completo del tema. Él sugería que los sueños pueden proporcionar simples reminiscencias de las ocupaciones y los acontecimientos diarios, o pueden reflejar la condición del cuerpo, su hambre o sed, o la condición emocional de la personalidad. Los sueños pueden también ser entendidos  en la práctica médica como pistas sobre las enfermedades del cuerpo. Además, lejos de declarar una creencia supersticiosa, Gregorio estableció bastante bien el principio sobre el cual está basado el estudio analítico de los sueños en la actualidad.

      Gregorio contó también, en un sermón titulado “Alabanza de los cuarenta mártires” un sueño que tuvo cuando estaba en una celebración  en honor de los soldados que habían sido martirizados. En el sueño, los mártires desafiaban a Gregorio por su letargia cristiana, y tuvo un profundo efecto sobre su vida.

      Está claro que filosóficamente, prácticamente y personalmente, Gregorio de Nicea creía que el sueño puede ser una revelación de profundidades que están más allá del ego humano.

      14. Basilio el Grande – En su comentario sobre Isaías, Basilio declara: “Los enigmas en los sueños tienen una cercana afinidad con aquellas cosas que están significadas en un sentido alegórico o escondido en las Escrituras. Así, José y Daniel, a través del don de profecía, solían interpretar sueños, ya que la fuerza de la razón por sí misma no es lo suficientemente poderosa para llegar a la verdad (S. Basilii Magni, Comentarium in Isaiam Prophetam, Prooemium 6f., J. –P. Migne, Patrologiae Graecae, Paris, 1880, Vol. 30, Col. 127-30).”

      Que Basilio creía en continuar considerando a los sueños, se indica por la carta que escribió a una mujer en la que él interpretaba el sueño que ella le había enviado. Él sugería a la mujer que su sueño significaba que ella debía pasar más tiempo en “la contemplación espiritual y cultivando la visión mental mediante la cual Dios desea ser visto.”

      15. Gregorio de Nazienzen – En su segundo libro de poemas, Gregorio escribe: “Y Dios me llamó desde mi juventud en mis sueños nocturnos, y yo llegué a las mismas metas de la sabiduría (S. Gregorii Theologi, Carminum, Liber II, 994-950).” En otro lugar él dijo que esta visión nocturna era la chispa escondida que encendió toda su vida para Dios. En uno de sus poemas, él hablaba de la capacidad de los demonios para hablar también a través de los sueños. “No pongas demasiado tu confianza en la burla de los sueños, ni dejes que todo te cause terror; no te inflames por las visiones alegres, porque con frecuencia, un demonio prepara estas trampas para ti (Carminum, Liber I, 608-9, líneas 209-12).”

      16. San Juan Crisóstomo  - En su comentario sobre Hechos, volúmen uno, él declara: “a algunos era impartida la gracia a través de los sueños, a otros era derramada abiertamente. Porque mediante los sueños, los profetas veían, y recibían revelaciones.” Según Crisóstomo, los sueños son enviados a aquellos cuyas voluntades son sumisas a Dios, porque ellos no necesitan visiones ni las manifestaciones divinas más perplejas, y mencionaba a José, el padre de Jesús, y a Pedro y Pablo como ejemplos de esta verdad (Homilías sobre Mateo, IV. 10f., 18; v.5).

      17. Sinesio de Cirene – Sinesio escribió un libro entero sobre los sueños. Él dijo: “Un hombre aprende... mientras está despierto, otro, mientras duerme, pero cuando está despierto, el hombre es el maestro, mientras que es Dios quien hace fructífero al que sueña con su propio coraje, para que aprender y obtener sean una y la misma cosa. Ahora, tener fruto es incluso más que aprender” (Augustine Fitzgerald, Ensayos e Himnos de Sinesio de Cirene, London, Oxford University Press, 1930, p. 332 (de Concerning Dreams).

      Sinesio estableció una buena razón para hablar sobre los sueños y enumeró las bendiciones que se ganan al estudiarlos. Para el alma pura que recibe impresiones claramente, un estudio adecuado de los sueños proporciona conocimiento del futuro con todo lo que eso implica, y también da información importante acerca de las disfunciones del cuerpo y cómo pueden corregirse. Mucho más importante, esto hace que el alma considere las cosas no materiales y así, aunque comenzó meramente para proporcionar conocimiento del futuro, hacer volver el alma a Dios y desarrolla el amor por Él. Sinesio también contó cómo los sueños le habían ayudado en sus escritos y en otras empresas, y cómo a menudo daban esperanza a los hombres que habían sido oprimidos por las dificultades de la vida.

      Él se reía de las personas que confiaban en los libros populares sobre los sueños, insistiendo en que sólo contrastando constantemente los sueños y la experiencia, podían ser comprendidos. Su naturaleza esencial es personal, y deben ser entendidos por el que sueña en términos de su propia vida. Algunos de ellos parecen ser revelaciones directas de Dios, pero hay también muchos sueños que  son oscuros y difíciles de interpretar. Él sugirió que cualquiera que sea serio en el estudio de los sueños debería escribirlos, para así conocer su vida tanto cuando duerme como cuando está despierto. Vió incluso la conexión entre la mitología y los sueños, y explicó su creencia en que el mito está basado en el sueño; un verdadero interés en la mitología ayuda al hombre a encontrar el significado más vital en sus propios sueños. Finalmente, Sinesio mostró la razón de su creencia en que los sueños proporcionan vislumbres de la vida eterna. Lo que el estado del sueño es al estado de estar despierto, así lo es la vida del alma después de la muerte a la vida de los sueños, y así esta declaración nos da alguna idea del tipo de vida que el alma lleva después de la muerte.

      18. Ambrosio – En la famosa carta de Ambrosio a Teodosio llemándole al arrepentimiento, declaró que Dios en un sueño le prohibió celebrar la comunión delante del Emperador a menos que éste se arrepintiera. Estas son palabras dramáticas: “Estoy escribiendo de mi propio puño y letra lo que solo usted puede leer... he sido advertido, no por el hombre ni a través del hombre, sino por Él mismo de que esto me está prohibido, ya que cuando estaba ansioso, en la miama noche en la que me preparaba para salir, te me apareciste en un sueño habiendo entrado en la iglesia, y no se me permitió ofrecer el sacrificio... Nuestro Dios da advertencias de muchas maneras, mediante señales celestiales, por los preceptos de los profetas, por las visiones aún de los pecadores Él desea que podamos comprender, que podamos dejarle a Él que se lleve todas las molestias... que la fe y la paz de la iglesia... pueda continuar (San Ambrosio, Carta LI 14).”

      Agustín cuenta cómo Dios reveló a San Ambrosio en un sueño la situación oculta de dos santos mártires, que se habían retirado y dado a la consagración (San Ambrosio, Carta XXII; San Agustín, Confesiones, XI (VII) 16; La ciudad de Dios, XXII 8).

      En los escritos más teológicos de San Ambrosio, él mostró que un ángel que habla mediante un sueño, funciona bajo la dirección del Espíritu Santo, ya que los poderes angélicos están sujetos y son movidos por el Espíritu.

      19. Agustín – Como ya ha sido meniconado en el número 1 de esta serie, Agustín escribió extensamente con referencia al lugar y comprensión de los sueños en la vida cristiana. Su estudio de la percepción era tan sofisticado como cualquier otro en el mundo antiguo; él veía la realidad estando formada de objetos exteriores a las que reaccionamos con nuestros cuerpos, y las impresiones de esta experiencia sensorial, impresiones que son “mentales” en naturaleza. Después tenemos la percepción interior de esta experiencia sensorial, y finalmente, la especie mental en su forma de recuerdo. Es la acción del ego la que une estas percepciones al objeto. En un lugar, él llama a la facultad de la imaginación la novia quemedia entre el objeto y la conciencia, presentando así casi la misma idea en la que trabajó Sinesio de Cirene. Agustín veía al hombre poseyendo un ojo exterior que recibe y media entre las impresiones de los sentidos, y un ojo interior que observa y trata con esas realidades “mentales” almacenadas que se llaman “memoria.”

      Además de las realidades que vienen de la percepción exterior y de la percepción interior de los “recuerdos”, las realidades espirituales autónomas (ángeles y demonios) pueden presentarse a sí mismos directamente ante el ojo interior. Son de la misma naturaleza que las realidades “mentales” o síquicas que se perciben interiormente. Agustín escribe que el hombre que duerme o está en trance puede experimentar contenidos que vienen de la memoria “o de alguna otra fuerza oculta a través de ciertas mezclas espirituales de una sustancia espiritual similar (San Agustín, Sobre la Trinidad, XI. 4.7).” Estas realidades autónomas no son físicas; sin embargo, pueden asumir tanto una apariencia corporal y ser experimentadas mediante el ojo exterior, o bien pueden presentarse directamente a la conciencia mediante el ojo interior en los sueños, visiones y trances. Así, a través de los sueños, se presenta al hombre un almacén completo de recuerdos inconscientes y contenidos espontáneos; se le da acceso a un mundo que los padres llamaron “el área del espíritu.”

      Igual que los ángeles tienen contacto directo con la psique del hombre y presentan sus mensajes ante el ojo interior, también ocurre lo mismo con los demonios. “Ellos persuaden (al hombre), sin embargo, de maneras ocultas y maravillosas, entrando mediante esa sutileza de sus propios cuerpos a los cuerpos de los hombres que no se dan cuenta, y mediante ciertas visiones de la imaginación, se mezclan ellos mismos con los pensamientos del hombre, cuando éste está dormido o despierto (La Adivinación de los demonios, V. 9, N.Y., Fathers of the Church, Inc., 1955, Vol. 27, p. 430).”
      Además de presentar una teoría de sueños y visiones, Agustín también habló de muchos ejemplos de sueños providenciales en el curso de sus escritos. Uno de los más importantes fue el famoso sueño de su madre Mónica, en el que ella se veía a sí misma delante de un artefacto de medir mientras que un hombre joven cuyo rostro resplandecía con una sonrisa , se acercaba a ella. Ella estaba llorando, y cuando él le preguntó por qué, ella le contó su tristeza porque su hijo se había apartado de Cristo. Él le dijo que mirase, y de repente vio a San Agustín que estaba en el mismo lugar con ella, y se sintió confortada. Dándose cuenta del significado del simbolismo, ella pudo seguir orando por él con paciencia y esperanza; sus sueños y visiones también se mencionan en varios otros lugares en Confesiones (Confesiones III. 19; V. 17; VI. 23; VIII. 30).

      20. Jerónimo – Al principio, Jerónimo estaba dividido entre leer a los clásicos o la Biblia hasta que tuvo este sueño. “De repente, fui tomado en el espíritu y arrastrado ante el trono de juicio del Juez; allí la luz era tan brillante, y los que estaban alrededor eran tan radiantes, que me eché al suelo y no me atrevía a mirar hacia arriba. Cuando me preguntaron quién y qué era, yo respondí: Soy cristiano. El que presidía dijo: “Mientes; tú eres seguidor de Cicerón y no de Cristo, porque allí donde está tu tesoro, estará también tu corazón.” Instantáneamente, me quede mudo, y en medio de los azotes, porque Él había ordenado que me azotaran, fui torturado más severamente todavía por el fuego de la conciencia, considerando este versículo: En la tumba, ¿quién  te dará gracias? Sin embargo y por todo eso, comencé a llorar y a decir: Ten misericordia de mí, oh Señor, ten misericordia de mí. En medio del sonido de los golpes, este gemido se hizo oír y finalmente, los que allí estaban, arrodillándose ante el que presidía, oraron para que Él se apiadara de mi juventud, y que me diese tiempo para arrepentirme de mi error. Él podría seguir torturándome, dijeron ellos, si yo alguna vez volvía a leer las obras de los gentiles...

De acuerdo a ello, yo hice un juramento y clamé su nombre, diciendo: Señor, si alguna vez poseo libros mundanos, o si alguna vez los leo, te habré negado. Dejándome ir entonces, al hacer ese juramento, regresé al mundo superior, y para sorpresa de todos les miré con ojos tan llenos de lágrimas que mi inquietud sirvió para convencer incluso a los incrédulos, y esto no fue un sueño como los que solemos tener y de los que se la gente se burla, y apelo como testigo al tribunal delante del que estaba, yel terrible juicio que temía... profeso que mis hombros tenían color negro y azul, que seguía sintiendo  los azotes mucho tiempo después de haberme despertado de mi sueño, y que de allí en adelante leí los libros de Dios con un celo mayor que el que había dedicado previamente a los libros de los hombres (San Jerónimo, Carta XXII, a Ekustoquium, 30).

      Los estudios de Jerónimo también le dieron buena razón para valorar los sueñor y visiones. En su comentario sobre Jeremías 23:25 en adelante, compartió la misma preocupación de Jeremías, indicando que soñar es un tipo de profecía que Dios puede usar como un vehículo de revelación de Dios si la vida del hombre se vuelve hacia Él, pero los sueños pueden convertirse en ídolos cuando se buscan y se interpretan por sí mismos por alguien que sirve a su propio interés en lugar de servir a Dios. El valor de los sueños depende de la persona que los busca y la persona que los interpreta. A veces Dios envía sueños a los impíos, como los que tuvieron Nabucodonosor y Faraón, para que los siervos de Dios puedan manifestar su sabiduría. Por ello, es tarea de los que tienen la palabra del Señor explicar los sueños (San Eusebio Jerónimo, Commentariorum in Jeremiam Prophetam, IV. 23).

      Sin embargo, esta palabra no podría buscarse mediante prácticas paganas. Al comentar sobre Isaías 65:4, Jerónimo se puso al lado del profeta y condenó a la gente que “se sienta en las tumbas y en los templos de los ídolos donde acostumbran a estirarse sobre las pieles de animales sacrificados para conocer el futuro mediante sueños, abominaciones que todavía hoy se practican en los templos de Escolapio (Commentariorum in Isaiam Prophetam). Sin embargo, más tarde, en la discusión de los gálatas, él habló específicamente del sueño en el capítulo dieciséis de Hechos, en el que a Pablo “se le dio la luz verdadera” (lucam vero) (Commentariorum in Epistolam ad Galatos, 11).

      Jerónimo no hacía distinción ninguna entre la visión y el sueño, y claramente valoraba los dos; sin embargo, al final él fijó firmemente el terreno que justificaría un temor creciente de estas experiencias. Al traducir Levítico 19:26 y Deuteronomio 18:10 con una palabra distinta a la de otros pasajes, un error directo de traducción, Jerónimo dio vuelta a la ley: “No practicarás augurio ni brujería (adivinación)” y dijo en su lugar: “No practicarás augurio ni observarás los sueños”. Así, por la autoridad de la Vulgata, los sueños fueron clasificados como adivinación, y la práctica de escucharlos como otras ideas supersticiosas. *

      De aquí entramos en el periodo de 1.000 años conocido como la Edad Oscura, y poco más se dice hasta los escritos de Tomás de Aquino.

      21. Tomás de Aquino – Aquino estaba muy influenciado por Aristóteles, y buscaba reducir el cristianismo a la visión del mundo de Aristóteles. Esta forma de pensar no dejaba lugar para el encuentro espiritual directo; por lo tanto, los sueños y visiones eran menospreciados, al igual que las experiencias de ángeles y demonios, las sanidades, el hablar en lenguas y los milagros. Al final, la vida de Aquino contradijo lo que él había escrito, pues sí que entró en una relación directa con Dios a través de la experiencia de un triple sueño, y dejó de escribir y dictar. Cuando se le instó a que continuase, dijo: “Ya no puedo hacer más; me han sido reveladas tales cosas, que todo lo que he escrito parece como paja, y ahora espero el fin de mi vida (Grandes libros del mundo occidental. Vol. 19 (Tomás de Aquino), Chicago, Enciclopedia Británica, Inc., 1952, p. Vi).”

      Este fue el punto crucial para la visión de la Iglesia acerca de los sueños y su capacidad para contener revelación del Dios Todopoderoso a la vida del creyente. Aunque la Iglesia estuvo cambiando de opinión hacia un lado y otro acerca de su visión del valor de los sueños, el punto de vista que se deja ver hoy está muy en línea con las enseñanzas de la Escritura y los primeros padres de la Iglesia. Uno parece ser extraño si cree que Dios en realidad comunicaría hoy a sus hijos a través de los sueños y las visiones.

      22. Abraham Lincoln – Abraham Lincoln soñó sobre su inminente muerte sólo días antes de su asesinato.

      Hay muchos ejemplos modernos que podrían citarse, pero ese no es nuestro propósito en este momento. Existen libros enteros actualmente en el mercado que dan una base filosófica y teológica cristiana para interpretar sueños; también hay libros de testimonio acerca de la variedad de sueños y visiones que se experimenan en la Iglesia hoy día.

      Como hemos visto una y otra vez, los sueños y las visiones se consideran intercambiables, y así, incluso aunque mucho de este estudio trata primordialmente de los sueños, debería considerarse bajo un punto de vista más amplio e incluir también las visiones.

      Es tiempo de que la Iglesia regrese a un entendimiento bíblico sobre los sueños, las visiones y la revelación.


Palabras griegas del Nuevo Testamento para describir sueño y visión
     En el Nuevo Testamento en griego, hay muchas palabras y frases que se usan para describir encuentros con Dios por medio de sueños y visiones teniendo una revelación. Estas son las siguientes:
      Onar – una palabra común para “sueño”. Precisamente es una visión vista estando dormido, como opuesto a velando. Se usa en Mateo 1:20; 2:12-13, 19, 22 y 27:19.
      Enupnion – una visión vista estando dormido. Enfatiza lo dado, casi la cualidad de sorpresa,  de lo que se recibe dormido. Se usa en Hechos 2:17 y Judas 8.
      Horama – traducida como “visión”. Se puede referir a visiones nocturnas o experiencias que uno tiene mientras duerme, así como visiones cuando se está despierto. Se usa en Mateo 17:9; Hechos 7:31; 9:10,12; 10:3,17,19; 11:5; 12:9; 16:9-10 y 18:9.
      Opasis – puede significar el ojo como órgano de la vista, una aparición de cualquier tipo, incluso un espectro; pero también hay dos veces en las que significa visión sobrenatural: Hechos 2:17 y Apocalipsis 9:17. La distinción entre la percepción de lo físico y lo no físico no existe en el griego. Las dos “visiones” son percepciones genuinas.
      Optasia – traducido como “visión”. Conlleva el sentido de propia revelación, de “dejar que uno mismo sea visto”. Es usado en los cuatro pasajes siguientes: Lucas 1:22; 24:23; Hechos 26:19 y 2 Corintios 12:1.
      Ekstasis – palabra de la que se deriva la palabra “éxtasis”. Literalmente significa “estando apartado de uno mismo, siendo desplazado o contra uno mismo”, y vulgarmente hay un sentido de asombro, confusión e incluso terror extremo. Puede referirse tanto a experiencias dormido o velando. Psicológicamente, tanto los sueños cuando dormimos como las imágenes que ocurren en el umbral del sueño, las imágenes hipnogógicas o hipnopómpicas, cumplen las condiciones que describe ekstasis. Aunque se ha traducido como “trance”, no es correcto usar la palabra “trance” como una traducción directa. Se usa en Marcos 5:42; 16:8; Lucas 5:26; Hechos 3:10; 10:10; y 22:17.
      Ginomai en pneumati – traducido como “convertirse, estar en el Espíritu” (Apocalipsis 1:10). Esto significa un estado en el que uno podría ver visiones y ser informado o hablado directamente por el Espíritu. Frases de este tipo se encuentran en Mateo 4:1; Marcos 1:12; Lucas 1:41 y 4:1.
      Ephistemi, paristemi – simplemente refiriéndose al hecho de que algunas realidades se mantienen aparte durante la noche o el día. Se usa en Lucas 1:11; Hechos 10:30; 16:9; 23:11 y 27:23.
      Angelos o ángel – literalmente significa un mensajero físico, o un ser divino enviado por Dios, y daimo, daimonion, diabolos o demonio, diablo y Satanás, literalmente se refiere a entidades no físicas o poderes de Satanás. Tanto ángeles como Satanás se pueden experimentar en sueños y experiencias visionarias como se muestra en las siguientes citas: Hechos 10:3; Judas 8; y muchas veces en el libro de Apocalipsis.
      Blepo y eido – significan “ver”, “percibir”. Estas palabras se usan para referirse a “ver” en el sentido normal externo, y a la vez se usan para referirse a ver en el sentido espiritual, como queda evidenciado en los siguientes pasajes: Apocalipsis 1:2,11; Marcos 9:9 y Lucas 9:36. Obviamente, debido al doble uso de estas palabras para describir tanto la visión interior como la exterior, la iglesia primitiva consideró las experiencias visionarias igual de fáciles de percibir y observar, y las tomó como tan frecuentes y válidas como las percepciones que se tienen en el mundo físico exterior.
      Apokalupsis – traducido como “revelación”, literalmente significa revelación, descubrimiento divino. Se usa en Romanos 16:25; 1 Corintios 14:6,26; 2 Corintios 12:1,7 y Gálatas 2:2.
      Considerando la gran variedad de palabras usadas por los cristianos del Nuevo Testamento para describir sus experiencias visionarias, vemos que tenían un vasto número donde poder seleccionar, permitiéndoles así delinear con mucha precisión el tipo exacto de encuentro visionario que estaban teniendo. Probablemente nuestra pobreza de vocabulario para encontrar una o dos palabras que encajen para definir claramente nuestras experiencias interiores visionarias demuestra la pobreza de encuentros visionarios directos que todos nosotros estamos experimentando en la cultura occidental. ¡A ver si añadimos a nuestro vocabulario una buena cantidad de palabras para definir con claridad la variedad de experiencias interiores espirituales que estamos teniendo!

Definiendo niveles de visión

1.Visión espontánea

      Podemos recibir una imagen interna espontánea de la misma forma en que recibimos un rema espontáneo. Dios puede darnos una visión de la cara de un amigo o familiar, y de alguna forma sabemos que tenemos que orar por esa persona. La imagen es ligera y amable, según la vemos dentro. Puede que esté clara o confusa, precisa o nublada. Cuando sondeo a grupos cristianos, casi todos dicen que han tenido este tipo de visión.

2.Visión espontánea mientras oramos

      Esta es idéntica al nivel previo salvo que las recibimos mientras buscamos a Dios en oración. No tenemos parte a la hora de recibirlas, tan sólo “aparecen” o saltan en nuestra mente. Incluso podemos ver que algunas veces estamos intentando cambiarlas un poquito (aunque realmente no queramos cambiarlas, porque queremos sus visiones y no las nuestras). Sin embargo, esto nos ayuda a darnos cuenta de que fue su visión en un principio la que vino a nuestra mente (Daniel 7:1,13,14). Alrededor del 70% de los cristianos que he sondeado dicen que han experimentado este tipo de visión.

3.Ver una visión fuera de uno mismo

      En este nivel, una persona tiene una visión fuera de él mismo, con sus ojos espirituales. Por ejemplo, Eliseo oró y dijo: “Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que le monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo (II Reyes 6:17)” Sólo alrededor del 15% de los cristianos encuestados han experimentado este tipo de visión.

4.Visión estando en trance

      Una visión puede ser vista mientras se está en un trance. Pedro recibió una visión mientras estaba en un trance en Hechos 10:10-23. Las visiones de tipo trance no son muy comunes en las Escrituras o en el siglo XX. Alrededor del 5% de los grupos cristianos que he encuestado, han tenido visiones de este tipo.

El encuentro visionario de los  sueños

      Pablo recibió una visión de noche mientras dormía (Hechos 16:9,10). Los sueños son comunes en las Escrituras (alrededor de 50), y también son comunes en el siglo XX. Cerca del 85% de los cristianos encuestados han tenido alguna vez un sueño procedente de Dios.

      Las visiones en cada uno de estos cinco niveles son igualmente válidas y espirituales, y todas se han de comprobar, sopesar y considerar.

¿Imágenes a todo color o en blanco y negro?
      Los grupos que he encuestado están igualmente divididos entre aquellos que ven visiones a todo color y lo que las ven en blanco y negro. Algunas personas parecen tener muchas más antenas internas y recepciones más claras que otras. Mis visiones son nebulosas y en blanco y negro. Las de algunas personas son claras y a todo color; estas se desenrollan casi como una cinta de teletipo. Yo soy mas de usar el cerebro izquierdo, y creo que la gente que usa este lado (analítico, lógico) probablemente no ve tan claro como aquellos a los que Dios ha dotado de inclinarse más a usar el lado derecho del cerebro (intuitivo y visionario). Y no pasa nada; cuando necesito ver con más claridad, tan sólo me junto con alguien que sea más visionario, alguien que pueda ver con más claridad que yo. Jesús enseñó sobre juntarnos; él envió a sus discípulos de dos en dos.

      No estamos compitiendo con los demás, sino que hemos de dar nuestros talentos unos a otros para servirnos mutuamente.

Desarrollando su capacidad de ver en el espíritu
      Primero hemos de creer en el valor de vivir en el mundo de los sueños y visiones, y hemos de verlo como el lenguaje del corazón, una forma principal que Dios quiere usar para comunicare con nosotros. En segundo lugar, hemos de estar dispuestos a apartar tiempo para estar con Dios, en momentos de quietud, ofreciéndole los ojos de nuestro corazón para que Él pueda llenarlos con sus sueños y visiones. Necesitamos un fluir de visión interna impulsado y dirigido por el Espíritu Santo; es su visión lo que estamos buscando y no la nuestra.
      Descubrirá que cuanto más presenta este canal al Señor, más será usado, crecerá y crecerá hasta que alcance el lugar donde Dios dirigió al Dr. Cho, que “él siempre tenía que estar “embarazado” de sueños y visiones”. Nuestro Señor Jesús puso el ejemplo, porque Él no hizo nada por sí mismo a menos que fuera algo que viera hacer al Padre (Juan 5:19-20).
      La Biblia dice que cuando nos acercamos a Dios hemos de hacerlo en fe. También hemos de acercarnos al mundo de los sueños y visiones en fe. “Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6)”. Si entramos en el mundo de los sueños y visiones con duda, veremos que no nos llevará a ninguna parte.
      Según vamos creciendo, en vez de rechazar el mundo interior como a muchos de nosotros se nos ha enseñado, hemos de aprender a distinguirlo del mundo exterior, pero a la vez vivir en él cómodamente.
      Según afrontamos la vida, vamos viendo que somos movidos y afectados en mayor y más honda medida por las imágenes y menos por la simple comunicación cognitiva. Por ejemplo, preferimos la televisión a la radio, alguien que nos cuenta historias vividas a una charla didáctica, un libro de testimonios a un libro de teología. El pensamiento analítico no tiene el mismo poder que el pensamiento en imágenes. Las imágenes nos dan una manera de pensar que nos acerca más a las experiencias actuales del mundo espiritual que cualquier concepto o mera idea verbal. El Dr. Cho descubrió que la capacidad de ser creativo vino a su vida sólo cuando aprendió a “incubar” las visiones y sueños que Dios le daba.
      Cuando miramos a la Biblia, encontramos que Dios no usó la teología sistemática como su principal forma de comunicarse con nosotros, sino que nos dio una serie de poderosas historias reales desde Génesis a Apocalipsis, las cuales, por supuesto, conllevan imágenes, escenas y parábolas. No fue un accidente el que Dios escogiera comunicarse con nosotros de esta manera, y yo estoy seguro que fue porque reconoció que esta era la forma más efectiva de presentar principios espirituales.
      Dios buscó revelarse a sí mismo en el Antiguo Testamento por medio de profetas (literalmente “videntes”), y por medio de una bonita imagen de un tabernáculo (que de muchas maneras todavía refleja nuestro acercamiento a Él cuando entendemos su simbolismo). Además en el Nuevo Testamento, en vez de tan sólo decirnos lo glorioso y espléndido y lleno de amor que está, Dios envió a su Hijo Jesucristo par que fuese “el resplandor de su gloria y la representación exacta de su naturaleza (Hebreos 1:3, énfasis añadido)”.Colosenses 1:5 nos dice que Jesús es la imagen del Dios invisible. Así que, vemos que cuando Dios se reveló a sí mismo de la forma más poderosa y clara, no lo hizo con palabras y conceptos racionales, sino con la vida de una persona, su Hijo Jesucristo, que fue la imagen viva de todo lo que es Dios. Cuando la teología va más allá de nuestro entendimiento, podemos mirar a la vida de Jesús y, si caminamos en Él, caminar en Dios.
      Dios usa imágenes poderosamente para comunicarse con nosotros – no para que tengamos que confiar siempre en la imagen o postrarnos y adorarla, sino para que nos guíe totalmente a Dios. Jesús mismo enseñó mucho usando historias y parábolas en vez de sólo conceptos analíticos, porque Él también entendió el poder  y el valor de la imagen para comunicar realidades espirituales.
      Mateo 13:34 dice: “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente (como veremos en un momento), y sin parábolas no les hablaba (énfasis añadido)”. Jesús convirtió todas las cosas de la vida en parábolas. Convirtió temas en símbolos de valores y principios celestiales. Todo en la vida fue una historia pintoresca para Él. Jesús vivió, pensó y habló en el mundo de la visión (o parábola), y eso es una clave importante para desatar el poder de Dios por medio de Él. Jesús convirtió el hecho de conseguir un vaso de agua en una discusión de agua viva (Juan 4). Él cambió un campo blanco listo para la cosecha en una realidad espiritual de que la gente de la tierra necesita cosecharse espiritualmente en los almacenes del cielo. Los cuadros e imágenes corrientes delante de Jesús se usaron como trampolines hacia las imágenes de realidades espirituales.
      Incluso aunque Dios se apoyó mucho en la visión para comunicar realidades espirituales e impartir poder espiritual, en los últimos 300 años el racionalismo ha ganado una aceptación gradual y ha llegado a dominar al cristianismo. Como resultado, el pueblo de Dios ha dejado grandemente de recibir de Dios por medio de una imaginación santificada, han “colgado su receptor”, creyendo que sólo es válido el pensamiento analítico. Están tan convencidos de su posición que cualquiera que actualmente crea en este mundo de experiencia espiritual dada por el Espíritu Santo (sueños, visiones e imágenes) les parece extraño.

Llegando a ser como Jesús

        Yo deseo de todo corazón vivir como Jesús lo hizo, basándose en la iniciativa del Padre, haciendo sólo lo que veo hacer a mi Padre (Juan 5:19-20; 8:38). Sin embargo, para poder vivir de esta manera, antes necesito aprender cómo ser un vidente. En una cultura racionalista donde “ver” es generalmente menospreciado, conlleva un esfuerzo monumental el familiarizarse con ver visiones como lo hizo Jesús.

Mirando y viendo

        Mi experiencia, al igual que la experiencia de otros muchos, me ha convencido de que una vez que hemos crecido acostumbrados a buscar con expectación una visión del Señor en el mundo espiritual, esta aparece rápidamente. El simple hecho de mirar en fe nos abre para empezar a ver lo que está ahí.
      Estoy convencido de que el mundo espiritual está ahí, ya sea que lo veamos o no. Convirtiéndome en un vidente, estoy simplemente aprendiendo a ver lo que hay. Cuando aprendo a ver, aprendo a hacer vivo un sentido que está atrofiado (ej. mi capacidad visionaria) y luego a presentárselo a Dios para que lo llene.
      Una vez que mi sentido visionario ha sido devuelto a la vida y es presentado delante del Dios Todopoderoso, tengo la oportunidad de vivir como lo hizo Jesús de Nazaret, basado en el fluir continuo de la visión divina.
      Los profetas de Israel sólo pudieron decir: “Yo miré”, y según se aquietaban delante de Dios “ellos veían” (Daniel 7:2,9,13). He descubierto que desde que he reclamado el uso de mi capacidad visionaria, yo también puedo aquietarme en la presencia del Señor, mirar y luego ver la visión del Dios Todopoderoso. Soy un “vidente” sólo porque me he convertido en un “mirador”.
      La Biblia dice que no tenemos porque no pedimos. Yo nunca vi durante años, porque nunca miré, porque nunca pedí ver. Cuando enseño a la gente a mirar, soy testigo de su experiencia de convertirse en videntes.
      Esto parece muy simple y lo es para muchos, particularmente para los que son intuitivos, espontáneos y visionarios por naturaleza, que no han cortado su apertura espontánea natural a la visión debido a la presión de una cultura que idolatra las funciones lógica, analítica y cognitiva.

Sanando una capacidad visionaria atrofiada
        Sin embargo, para los que son como yo, que nacimos con la tendencia natural de ser analíticos y cognitivos y que hemos tenido estas inclinaciones reforzadas por el racionalismo de nuestra cultura, convertirnos en un “vidente” puede que no sea tan fácil. A menudo, las funciones intuitivas y visionarias literalmente se han atrofiado y muerto por el desuso; por tanto, no es tan simple como “mirar” y “ver”.
      Cuando un músculo se ha atrofiado, primero debe ser ejercitado y fortalecido antes de que el cuerpo pueda volver a usarlo. Incluso así, nuestra capacidad atrofiada y dormida para visualizar debe ser ejercitada y fortalecida antes de que el Espíritu Santo pueda llenarla y volverla a usar.
      Primero, hemos de arrepentirnos del pecado de menospreciar algo que Dios ha creado, y en segundo lugar, hemos de pedir a Dios que sople nueva vida en él. Luego hemos de levantarnos y ver si podemos empezar a caminar. Según damos nuestros primeros pasos temblorosos, somos fortalecidos hasta que somos libres para caminar con facilidad, permitiendo que Dios dirija los senderos de nuestros pies. Esto es exactamente lo que ocurrió con la visión en mi vida y en las vidas de muchos otros.
      Debido al menosprecio amontonado sobre esto y su continuo desuso, mi capacidad visionaria se atrofió y se hizo inútil; por tanto, cuando empecí a “mirar para ver” la visión que Dios quería presentarme, no vi nada. Había menospreciado tanto mi capacidad visionaria que era incapaz de funcionar cuando se la llamaba para que lo hiciera.
      Como los pastores a veces hemos predicado, nuestros corazones son como la radio – debemos afinarlos para poder oír la voz de Dios, y debemos también sintonizarlos para ver la visión de Dios. Sin embargo en este caso, la radio de mi corazón no sólo estaba desafinada, sino rota y necesitada de una restauración total del Maestro. Sin embargo, yo empecé el proceso de restauración arrepintiéndome de haber menospreciado mi capacidad visionaria. Le pedí a Dios perdón por no haber usado y honrado lo que Él había creado y depositado en mí como su regalo, y luego me arrepentí de mi participación a la hora de hacer un ídolo del pensamiento lógico y analítico, una forma de pensar que estaba sobre mí al igual que sobre mi cultura. Yo me propuse buscar y honrar su capacidad para fluir por medio de visión tanto como busqué y honré su capacidad de fluir por medio de mi pensamiento analítico.
      Luego le pedí a Dios que soplara sobre mi capacidad de visión y la restaurara, para que le devolviera la vida y me enseñara a cómo permitirle fluir a través de ella.
      Después estaba listo para dar mis primeros temblorosos pasitos. Cuando me puse a estudiar buscando el rostro de Dios, fui llevado a una escena del capítulo cuarto de Juan en el que Jesús  se sentó junto al pozo y habló con la mujer samaritana. Sintiendo que Dios quería sentarse y hablar conmigo, dibujé la escena en mi mente con una ligera adaptación. En vez de la mujer hablando con Jesús, yo era el que hablaba con Jesús. Cuando penetré intencionadamente en la escena para ver lo que podía pasar, la escena se hizo viva por medio del Espíritu Santo. Jesús se movió y gesticuló, como cualquiera hace cuando habla, y con su movimiento, vinieron a mi corazón sus palabras y directivas para mi vida.
      Esta fue la primera vez en mi vida que yo busqué una visión de esta forma, y me emocioné de ver esa Escritura hecha viva y ser tomado por el poder del Espíritu Santo. Esencialmente me había posicionado para recibir el fluir divino escogiendo una historia bíblica, meditando sobre ella y pidiéndole a Dios que la llenara. Días más tarde, cuando repetí este experimento, descubrí que Dios continuaba moviéndose por medio de estas escenas del evangelio, haciéndolas vivas con su propia vida y convirtiéndolas en visiones sobrenaturales directamente desde el trono de gracia.

Preguntas válidas

        Ahora consideremos algunas preguntas comunes. Primero, “¿No limitamos a Dios cuando le forzamos a moverse en una historia bíblica que le presentamos para que la llene?” La respuesta es “¡Absolutamente sí!” Por supuesto, Dios tiene algunas variaciones cuando se hace vivo en la historia bíblica. Él se puede mover en una u otra dirección, sin embargo, si la historia no tiene nada que ver con lo que Dios quiere mostrarme, descubriré que no ocurre nada. La visión no se hace viva, permanece muerta y Dios no puede moverse en ella. A mí me ha pasado esto, y en respuesta simplemente me he relajado y he dicho: “Dios, ¿cómo quieres revelarte en esta situación?” Con esto, Dios implanta la visión por medio de la cual Él puede y de hecho se mueve.
      La segunda pregunta es: “Bien, entonces, ¿por qué simplemente no busco su visión desde el principio en vez de empezar con una historia bíblica?” Como ya dije antes, esto funciona bien con la persona naturalmente visionaria e intuitiva, sin embargo, la persona con la capacidad visionaria atrofiada a menudo necesitará una herramienta de aprendizaje para conseguir que empiece. Una vez que se acostumbre a la visión, será capaz de desechar la herramienta de aprendizaje y simplemente “mirar”y “ver”.
      La tercera pregunta es: “¿Estoy diciendo que la imagen que yo mismo he fabricado es una visión divina?” ¡Claro que no! Mi imagen es mi imagen, y la imagen sobrenatural de Dios es suya. Nunca se mezclan las dos, nunca decimos que lo de mi propia cosecha es la visión de Dios, es simplemente mi propia cosecha. Sin embargo, cuando se experimenta el fluir interno y la visión se mueve con vida propia, fluyendo del trono de la gracia, obviamente ya no es mío. En este momento ha pasado a ser de Dios, así que lo mío es mío y lo de Dios es de Dios.
      La cuarta pregunta es: “¿Dónde dice la Biblia que tengamos que crear nosotros la escena para que Dios empiece a fluir en la visión?” Parte de mi respuesta es: “¿Dónde dice la Biblia que no tenemos que crear una escena y pedirle a Dios que la llene?” Ya que no hay versículos claros para ninguna de las dos posturas, recurrimos a juntar varios versículos, los cuales luego interpretaremos a la luz de la postura elegida. Una alternativa para esta aproximación es permitir a nuestros hermanos y hermanas la libertad cristiana para resolver su propia salvación en esta área, ya que no hay una enseñanza absolutamente clara en este tema. Quizá los versículos que más se acercan en su interpretación como contrarios a poner escenas son los versículos que hablan de evitar vanas imaginaciones y no hacerse ídolos, Un ídolo es “un objeto de adoración, normalmente hecho de madera o piedra (Webster´s Ninth New Collegiate Dictionary). Obviamente, la escena que pongamos en nuestra mente no está hecha de madera ni es adorada, sino que simplemente sirve como trampolín para el vivo fluir de imágenes divinas. Webster define vano como “que no tiene un valor real: vacío, que no merece la pena”. Yo no veo una herramienta de aprendizaje como algo que no tiene un valor real, como sucede con un ídolo vacío. Las herramientas de aprendizaje son valiosas y tienen un lugar, y el hecho de que la Biblia hable de vanas imaginaciones nos dice que también hay  un uso de la imaginación “no vano”. Yo creo que el poner una escena para que Dios la llene es uno de esos usos “no vanos” de la imaginación.

El lado positivo

        Hablando del lado positivo de esta pregunta de la capacidad del hombre para pensar visualmente, me gustaría destacar dos puntos. 1) Todos los niños y dos tercios de los adultos a los que he encuestado normalmente imaginan escenas bíblicas mientras las leen. Cuando oramos por un espíritu de revelación (Ef. 1:17), Dios hace que la historia se haga viva y nos hable. Esto es esencialmente el mismo proceso que estamos describiendo. 2) Un cuarto de los adultos que he encuestado, normalmente se imagina las escenas de las canciones que cantan; cuando Dios habita en nuestras alabanzas, las visiones se hacen vivas y se mueven con una vida generada desde el trono de Dios. Estos dos puntos ilustran el proceso que estoy describiendo.

      La capacidad del hombre para pensar visualmente está siendo usada actualmente por muchos cristianos sin ni siquiera darse cuenta, particularmente por lo que son intuitivos y visionarios por naturaleza. En realidad, el pensamiento visual no es algo nuevo. Estamos empezando a definir y relatar claramente lo que ya ha estado sucediendo entre algunos de una forma bastante natural. Como resultado de esta clara definición, todo el género humano puede ahora aprender a ser sensible en mayor grado al fluir divino en nuestro interior.

Una herramienta de aprendizaje temporal

        Hemos de recordar que crear una escena es una herramienta de aprendizaje temporal que sólo algunos necesitan. La persona naturalmente intuitiva no necesitará esta herramienta de aprendizaje, simplemente mirará para ver, y la visión aparecerá. La persona naturalmente analítica dejará a un lado esta herramienta de aprendizaje muy pronto, a la vez que aprende como abrirse naturalmente y normalmente a la visión.
      Si viviéramos en una cultura más bíblica, quizá no tendríamos tantos obstáculos que vencer para poder vivir de una forma natural y normal en el fluir divino de la visión. Si nuestros sueños y su significado espiritual fueran una parte normal de nuestra conversación en el desayuno con nuestras familias, como lo era para José y otros hebreos, habríamos desarrollado un entrenamiento natural en nuestras vidas con relación a las cosas visionarias. Sin embargo, ¿qué persona en América se toma sus sueños en serio, y habla de ellos regularmente en una reunión de familia? Prácticamente nadie, y si lo hiciéramos, seríamos considerados como locos. ¿Es algo asombroso que la capacidad y la apertura a las visiones sea algo totalmente carente en nuestra cultura?
      Como iglesia, necesitamos arrepentirnos por permitir que el racionalismo de nuestro tiempo distorsione nuestra propia perspectiva de un estilo de vida equilibrado. Algunos temen que pueda haber alguna semilla de pensamiento oriental en alguna de las enseñanzas de la iglesia de hoy. ¿Nos hemos dado cuenta alguna vez de que Jesús no era occidental? Dios no nos dio la lógica para idolatrarla y ponerla en un pedestal, no nos dio la visión para que la chapoteáramos con nuestro desprecio. No, fueron otros los que nos animaron a tener esas actitudes.
      Iglesia, volvamos al equilibrio de Jesús de Nazaret, el cual no hizo nada por iniciativa propia, sino sólo lo que vio y escuchó hacer al Padre (Juan 5:19,20,30; 8:26,28,38). Yo he compartido las luchas y experiencias que me han acercado más a la capacidad de vivir de esta manera. Yo le reto a que encuentre la manera que funcione para usted. El velo fue rasgado, el acceso está libre, la relación con el Espíritu Santo es posible. ¿Entrará usted? ¿Buscará la forma? ¿Entrará detrás del velo y experimentará a Dios en un encuentro directo, o se quedará satisfecho con experimentarle de segunda mano por medio del Libro que Él escribió?

Poniendo a Jesús como el ejemplo perfecto

        Dios está llamando a todos aquellos que quieran poner a Jesús como el ejemplo perfecto a seguir, que aspiren a vivir y andar como Él lo hizo, que no hagan nada por iniciativa propia sino que vivan como Jesús lo hizo, por el fluir constante de rema y visión dentro de ellos.
      ¿Estará usted dispuesto a buscar la forma de llegar a ese estilo de vida  y experiencia? ¿Continuará hasta que la descubra?




¿Le encontrará?
      “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).
      Oración: Señor, venimos a ti arrepintiéndonos por haber permitido que nuestra cultura nos dicte, diciéndonos que tenemos que desechar una parte de nuestra capacidad interna que Tú creaste y pusiste dentro de nosotros. Buscamos tu perdón y te pedimos que restaures en nuestros corazones un uso apropiado del sueño y la visión. Restaura nuestra capacidad para oír y ver. Llévanos a cada uno a todo lo que tienes para nosotros.

Resumen de las reflexiones sobre el sueño y la visión


      1.Dios nos habla por medio del sueño y la visión, como está respaldado por cientos de versículos.
      2.No presumimos de entender totalmente ni incluso las pocas revelaciones de sus transacciones con el Padre que el Señor nos ha dado a través de los evangelistas, aunque a la vez parece que Jesús vivía en un fluir constante de imágenes divinas, como Él “sólo hizo lo que vio hacer al Padre (Juan 5:19-20, énfasis añadido)”.
      3.Ya que Jesús es nuestro ejemplo perfecto, hemos de aprender a vivir como Él vivió, esto es, constantemente abiertos al fluir divino de visión.
      4.La Biblia nos dice que Dios provee un pronto y libre fluir de sueños y visiones, al experimentar el derramamiento del Espíritu Santo. Por tanto, la vida cristiana normal es para experimentar la visión rápidamente (Hechos 2:17).
      5.Samuel estableció escuelas de profetas para entrenar a hombres para ser videntes (término original para profetas). No hay indicios de que este proceso no debiera continuar. Hoy día hay muchas escuelas de profetas, entrenando una vez más a hombres y mujeres para ser videntes.
      6.La mejor forma de entrenar a una persona para ser vidente es entrenarle para ser “mirón”. Descubrirá muchas referencias de profetas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento diciendo: “Yo miré”. Probablemente la razón principal por la que las personas no son videntes hoy es porque nadie les está instruyendo para que sean mirones. Debemos aprender una vez más a mirar para ver.
      7.Se nos ha dicho especialmente que fijemos nuestros ojos en Jesús (Hebreos 12:1-2). La palabra griega para fijar nuestros ojos es aphorao que significa literalmente “ver con toda la atención a base de no mirar a ningún otro objeto; atender fijamente y con empeño, para ver claramente (El diccionario griego analítico, Zondervan)”. De acuerdo a la definición de arriba, parte de fijar nuestros ojos en Jesús es “verle claramente”. Esto es precisamente a lo que estoy animando a la iglesia que haga cuando oran, adoran y caminan por la vida.
      8.Permítame sugerirle algo que descubrí por medio de una interpretación personal de Apocalipsis 4:1-2, que podemos estar viendo a Juan prepararse para recibir visualmente el fluir que borbotea de la visión del Espíritu Santo. En el capítulo cuatro, versículo uno, Juan dijo: “Miré”, y le vemos pasar por una puerta situada en los cielos. Inmediatamente después de su decisión de responder a la urgencia de pasar por esta puerta, el versículo dos dice: “Y al instante yo estaba en el Espíritu (Santo), y he aquí...” Es interesante que aquí el griego dice específicamente al comienzo del versículo dos, en lugar de al comienzo del versículo uno, que Juan estaba en el Espíritu. Déjeme sugerirle que cuando Juan sintió el llamado para encontrarse con Dios en el ámbito espiritual, él visualizó una puerta abierta en los cielos y, atravesándola, “estuvo en el Espíritu” encontrando un fluir activo de visión divina saliendo. La verdad es que esto es de alguna manera una interpretación personal y usted debería sentirse libre de no tenerlo en cuenta si no se siente cómodo con ella. El estudiante interesado quizá quiera buscar otros lugares en la Escritura donde se indica o se enseña este proceso. Por favor mándeme cualquier investigación para posteriores ediciones de este manual.
      También es interesante que una de las frases de los profetas constantemente era: “Yo miré”. La Biblia nos dice claramente que no tenemos porque no pedimos; por tanto, si queremos visión, casi con toda certeza que empezaremos a buscarla y a pedirla, algo que a muchos de nosotros nunca se nos ha enseñado a hacer.
      9.Dios usa las imágenes extensamente en su comunión con nosotros, como podemos ver a continuación:
·         Dios conoce nuestras necesidades. Él sabe que nosotros estamos muy conscientes de nuestra propia “historia” y constante fracaso, y ha provisto en la Biblia un tipo de “historia” escribiendo sus tratos con la raza humana. Según meditamos estas historias bíblicas en oración, vemos que empiezan a fusionarse con “nuestra historia” según Dios nos va hablando por medio de ellas. Aunque partes de la Biblia contienen teología sistemática, Dios ha hecho la Biblia en su mayor parte en un ámbito narrativo.
·         Jesús mismo es “la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15)”. Vemos que cuando Dios se ha comunicado de una forma clara con nosotros, ha sido por medio de las acciones de la vida e historia de un hombre (ej. Jesús), en vez de usar simplemente el razonamiento analítico y cognitivo. Jesús le dijo a Felipe: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre, como decís vosotros ´muéstranos al Padre´?” (Juan 14:9)”. Los principios del Dios invisible nos han sido revelados por medio de Jesús, la historia de la vida de su Hijo. En Jesús, ahora tenemos cientos de fotos (tomadas de los evangelios) de Dios en acción.
·         Cuando Dios diseñó el Lugar Santísimo, el sitio donde el hombre no podía estar directamente delante de la presencia de Dios, Dios usó una imagen para representarse a sí mismo ante Moisés y los sumos sacerdotes. Si Dios se opusiera al uso de las imágenes para representarse a sí mismo ante el hombre, hubiera  tenido a Moisés de pié sólo en una habitación vacía para hablarle cara a cara y boca a boca sin el uso de imágenes. Sin embargo, Dios quiso usar un símbolo – el arca del pacto y tabla de la propiciación con querubines encima.
·         El uso de tipos de Dios a lo largo del Antiguo Testamento.
·         El constante uso que Jesús hacía de las parábolas (historias dibujadas) cuando enseñaba (Mateo 13:34).
      10.Creo que es apropiado entrar en una imagen para tener con Dios un encuentro espiritual directo porque la estructura de toda la Biblia está hecha para llevarnos a esta experiencia. Como vimos anteriormente, la Biblia es primeramente un libro de historias poderosas en vez de un libro de teología analítica. Se nos ha ordenado ir a Dios como niños. Cuando un niño lee una historia, visualiza la escena y actúa según lee o escucha. La mayoría de los adultos también lo hacen.
      Según Efesios 1:18-19, Dios quiere abrir los ojos de nuestro corazón, darnos un espíritu de sabiduría y de revelación cuando estudiamos. Dios desea hablarnos a nuestros corazones cuando estudiamos su Palabra.
      Por tanto yo veo que todo el proceso de estudiar la Biblia, según Dios lo diseñó, conlleva entrar en la historia bíblica, permitiéndole a Dios hablarnos desde el centro de la visión (creada por la Palabra) la cual tenemos delante de nuestros ojos, y vivir por la respuesta que demos.
      11.Cuando la visión que hay en nuestro corazón se hace viva, es cuando encontramos a Dios en el divino fluir resultante.
·         En Daniel 4:13-14, el rey Nabucodonosor se encontró con un ángel en una visión que tuvo en su mente. “Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía... (énfasis añadido)”.
·         Daniel se encontró con el Anciano de Días y alguien como un hijo de hombre en una visión que tuvo en su mente: “En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño y relató lo principal del asunto... Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él... Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron (Daniel 7:1,13,15, énfasis añadido)”
·         Vemos, por tanto, que es muy bíblico tener un encuentro con Dios, Cristo y los ángeles en las visiones de nuestra cabeza a medida que estas visiones cobran vida con el fluir del Espíritu Santo que está dentro de nosotros.
12.Nuestra capacidad de ver en el Espíritu fue diseñada para que la presentáramos a Dios para que la llenara.
·         Sabemos que todo lo que Dios creó era bueno, y que “todo” obviamente incluye nuestra capacidad visionaria. Como todo lo que Dios ha creado se presenta ante Él para ser llenado, el reino de Dios se toma en cuenta y se establecen sus propósitos. Cuando le presentamos los ojos de nuestro corazón para que los llene, su visión llena nuestros corazones. Nuestra responsabilidad es presentar todas nuestras capacidades calmadamente delante de Dios, permitiéndole que se mueva en ellas y a través de ellas; esto incluye nuestra mente, nuestro corazón, nuestras manos, nuestras bocas y nuestra capacidad visionaria, juntamente con todo lo demás que somos.
·         Dios por la general no se impondrá a la fuerza sobre el que no esté abierto a Él. Nosotros seguramente no hablaremos en lenguas hasta que le ofrezcamos nuestras bocas. Por lo general, no recibiremos palabras de sabiduría y conocimiento hasta que le ofrezcamos nuestras mentes, así como no recibiremos visiones hasta que le ofrezcamos los ojos de nuestros corazones.
·         Por tanto, al cultivar nuestra capacidad visionaria, estamos presentando los ojos de nuestro corazón delante de Dios, pidiéndole que los llene.

 

Permitiendo que Dios restaure su capacidad visualizadora

      Algunos descubren que la visión es casi completamente, o incluso totalmente, imposible, y puede haber varias razones para esto. Lo mejor es buscar revelación del Señor para saber cual es el obstáculo, y luego pedirle revelación de los pasos que tiene que tomar para sanar el problema. A continuación damos los problemas más comunes que me he encontrado, así como algunas soluciones que han sido de ayuda.

Problema 1 – Despreciar lo visual e idolatrar lo racional
      Algunos casi incomprensiblemente han sido barridos por la idolatría occidental de la lógica y el desprecio (o la indiferencia) de lo visionario. Los occidentales generalmente no creen en el valor y poder de la capacidad visionaria que tienen. No la tienen en estima y honor, como uno de los dones que Dios ha puesto dentro del hombre.
      Para sanar este problema, uno debe: 1) arrepentirse por no honrar y usar totalmente un don y capacidad que Dios ha puesto en su interior; 2) arrepentirse por idolatrar la lógica y el conocimiento; 3) establecer un compromiso de honrar y usar su capacidad visual tanto como honramos y usamos la capacidad analítica; 4) pedirle a Dios que dé aliento y restaure su capacidad visual; y 5) empezar a practicarlo y ejercitarlo aprendiendo a vivir en imágenes con tantas ganas como vive en pensamientos. Después estaremos listos para empezar a presentar los ojos de nuestro corazón a Dios para que los llene, buscando su visión mientras camina por la vida.

Problema 2 – Temor de entrar en el ocultismo
      Algunos son incapaces de usar sus capacidades visuales de una manera efectiva porque se les ha enseñado que eso es ocultismo.
      Para sanar este problema, uno debe: 1) entender que la capacidad de pensar y ver usando imágenes le fue dada al hombre por Dios, no por Satanás; 2) entender que incluso aunque Satanás busque llenar las capacidades de visualizar del hombre, Dios también lo quiere hacer; 3) reconocer que Dios no quiere que dejemos de usar la capacidad visual, sino que se la presentemos continuamente a Él para que la llene; 4) renunciar al temor de recibir una falsificación satánica, mientras confesamos fe en la capacidad de Dios para llenar la capacidad visual; 5) confesar el temor como un pecado y recibir el regalo de Dios de la fe; 6) entender que Satanás puede atacar los procesos de pensamiento tanto como puede atacar los procesos de visualización; por tanto, ambos deben ser presentados continuamente delante del Señor para que los llene y fluya por ellos.

Problema 3 – Cortar la capacidad visual para evitar el pecado de codicia
      Algunas personas han escogido tratar con el problema de la codicia simplemente haciendo la decisión de cortar todo tipo de uso de la capacidad visual. Estas personas probablemente no pueden visualizar nada, incluyendo el sofá de su salón.
      Para sanar este problema, uno tiene que: 1) entender que hay maneras efectivas de tratar con la codicia, sin tener que cortar las capacidades que Dios ha puesto dentro: 2) aprender a apropiarse de algunas de estas otras alternativas  para tratar efectivamente con el pecado de la codicia; 3) arrepentirse por cortar la capacidad visual; 4) pedirle a Dios que la restaure y la recree; 5) empezar a usarla de nuevo; y 6) pedirle a Dios que la llene con su visión divina.

Problema 4 – Cortar la capacidad visual para evitar alguna escena visual desagradable
      Algunas personas han cortado su sensibilidad a la capacidad visual porque han estado intentando evitar ver una escena de dolor en sus vidas. Esta puede ser una escena de molestia o una pesadilla recurrente de serpientes o alguna otra escena aterradora. Han decidido que la manera más efectiva de manejar estas escenas aterradoras es cortar sus capacidades visuales.
      Para sanar este problema, uno tiene que: 1) reconocer y descubrir la razón que ha desencadenado el corte de  su sentido visual; 2) ofrecerle la escena a Dios, pidiéndole que camine en ella y la sane con su presencia amorosa y todopoderosa; 3) pedirle a Dios que restaure el uso de su capacidad visual; 4) empezar otra vez a usar imágenes y visiones mientras camina por la vida; y 5) presentar los ojos de su corazón a Dios para que las llene y fluya por ellas.
      En resumen, estos son unos de los impedimentos más comunes que privan a la gente de vivir de una forma efectiva con el don del sueño, visión e imaginación que Dios les ha dado. Que cada uno de nosotros aprenda a usar totalmente todas las capacidades que Dios ha provisto dentro del hombre.

Sugerencias para estar abierto a ver en el espíritu
      Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a empezar a estar abierto a Dios, permitiéndole llenar los ojos de su corazón con su sueño y visión.
      1.Uno debe “aquietarse” externa e internamente para que el Espíritu Santo pueda surgir con un fluir de imágenes vivas. Repase el capítulo de la quietud; sentirá que borbotea un fluir dentro de usted según la visión se va avivando con “vida propia” (ej. la vida del Espíritu Santo).

      2.Entre en una visión bíblica usando la visión. Esta sea probablemente la manera más común de todas. Simplemente permítase visualizar lo que está leyendo, y puede hacer algo más que tan sólo ver las escenas, ya que después de verlas, puede pedirle a Dios que le muestre lo que Él quiere enseñarle, y puede sobrevenirle un fluir de imágenes internas que estará dirigido por Dios.

      3.Abra los ojos de su corazón durante sus tiempos de quietud, permitiendo que Dios le muestre cosas. Yo he descubierto que enfocarse intencionadamente en Jesús hasta que Él empiece a moverse o a hablar impulsa el fluir de las imágenes del Espíritu.

      4.Cuando interceda por otros, vea la persona por la que está orando, y luego vea a Cristo encontrándose con esa persona. Relájese y permita que la visión se mueva bajo la dirección del Espíritu Santo. Mire lo que Él hace, y después ore para que esto se realice.

      5.Escuche a sus sueños, los cuales son una expresión natural del mundo interior. Pida a Dios que le hable durante la noche (Salmo 127:2). Cuando se despierte, escriba inmediatamente sus sueños y luego pida a Dios que le dé una interpretación. Él se la dará; léase un buen libro en interpretación cristiana de sueños. Yo creo que el mejor es Sueños – Sabiduría interior de Herman Riffel. Ministerios Comunión con Dios también comercializa una serie de casetes y videos y una guía de Herman Rifle. Estos son casi un requisito para todos los que quieran empezar a trabajar con sus sueños. Sin la debida instrucción y guía, podemos cometer muchos errores por interpretar mal los sueños.

      6.Orar en el Espíritu abre la comunicación con el Espíritu Santo, permitiéndole que se levante, especialmente si está presentando los ojos de su corazón a Dios para que los llene.

      7.La oración tranquila, simplemente afirmando su amor por Jesús y el de Él por usted, le abrirá a reflexiones y pensamientos que son una forma de visión en acción.

      8.Cuando venga delante del Señor en alabanza y adoración, abra los ojos de su corazón para ver lo que está cantando y permita al Espíritu Santo que lleve la visión donde Él quiera.


Viendo en el Espíritu, no adorando una imagen
      Dios mandó a los israelitas que no se hicieran ninguna “imagen (literalmente “imagen esculpida”) ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso (Éxodo 20:4-5)” Por lo tanto, hemos de distinguir cuidadosamente entre ver en el espíritu y la idolatría.
      Obviamente no hay problema con recibir una visión de Dios cuando uno ora y espera ante Él. Esto ha ocurrido a lo largo de la Biblia, y un ejemplo de ello está en Apocalipsis 4:2. Aquí Juan recibe una visión celestial de Cristo, dada por Dios, y según se desarrolla encontramos a Juan activamente involucrado, dialogando con seres celestiales y angélicos y participando en los sueños (Apocalipsis 10:8-11).
      Sin embargo, cuando creo la primera escena y busco una visión de Cristo, ¿acaso estoy violando Deuteronomio 20:4 por estar haciendo una semejanza de un dios al que luego me postraré y adoraré? No, definitivamente no.
      Dios se encarnó a sí mismo en Jesús de Nazaret, “la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15)”. Este Hombre/Dios luego vivió una vida plena en medio de nosotros, enseñándonos gráficamente, una y otra vez, la “gloria radiante de Dios (Hebreos 1:3)”, revelándonos, imagen tras imagen, la amabilidad, gentileza, misericordia y poder de Dios. Dios no sólo es invisible, también es visible en Jesús de Nazaret – la más grande de todas las imágenes dadas al hombre – por medio de los evangelios según estos nos relatan las poderosas historias de su vida.
      Ahora tenemos una imagen de la semejanza de Dios que no ha sido creada por el hombre, sino por Dios, retratándose perfectamente en las muchas historias que Él escribió para nosotros. Ahora, podemos acudir a los evangelios, abrir una historia que Él eligió, leer y ver al Dios invisible en acciones visibles. Frecuentemente, la historia misma nos dará la respuesta precisa a nuestra necesidad.
      Por ejemplo, pidiéndole al Señor un día sobre cómo debería yo dar consejería en una situación de embarazo ilegítimo, el Señor inmediatamente me hizo recordar la historia de Jesús diciéndole a la mujer sorprendida en adulterio: “Ve y no peques más”. Él no la condenó, rechazó u odió; Él la recibió, protegió y amó, enviándola con sus instrucciones. Esta historia vino a mi corazón, completa, con sonido y visión – la historia en la que yo podía entrar y sentir – la historia e imagen de la elección de Dios.
      Yo no me postré y adoré esta imagen de Jesús perdonando a la mujer adúltera. En lugar de ello, el cuadro instantáneamente me ayudó a enfocarme en el Dios eterno e invisible que me reveló su amor y misericordia.
      Llevando a cabo este último paso, he descubierto que cuando quiero tener comunión con Dios en general, compartir juntos nuestro amor, o compartir nuestras vidas juntos, puedo enfocar mi ser interior en el Dios invisible e intangible y sintonizar con Él enfocándome en su Hijo, Jesucristo, en una de las escenas más espontáneas y más relajadas de los evangelios. Él se hace vivo según su Espíritu Santo que mora en mí le activa dentro de mí, y tenemos comunión y experimentamos cualquier visión que Él quiera hacer viva. Puede que caminemos juntos por el Mar de Galilea, que nos sentemos en la ladera de una montaña, o que experimentemos cualquier otra escena que Él quiera poner en mi corazón. Está ordenado claramente en las Escrituras el que “fijemos (nuestros) ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2)”
      Juan “miró para ver (Apocalipsis 4:1)” lo que el Señor quería enseñarle. En el versículo dos, el Espíritu Santo le tomó y una visión celestial apareció ante él. Nosotros, también, podemos mirar para ver lo que Dios quiere hacer aparecer. Yo he mirado a Jesús sentado junto al pozo (Juan 4) y le he pedido que me hable las cosas que Él desee; y Él lo ha hecho, por medio de un gentil fluir de pensamientos espontáneos. Me he dado cuenta de que cuando miro, el hombre sentado junto a mí en el pozo no se le puede apreciar la cara, sino que solamente tiene la forma de un hombre. Claramente los objetos visibles son innecesarios, ni siquiera importantes. Por alguna razón, Dios no permite que la cara aparezca claramente, y yo nunca he querido forzarlo, porque después de todo, estamos buscando su visión y no la nuestra. Lo que está claro es su semblante de compasión, gentileza, paz, paciencia. (Incidentalmente, después de usar la visión por un tiempo en mi vida, el rostro de Jesús algunas veces es claro. Lo primero que noté fueron sus ojos, llenos de amor y compasión).
      Por eso, no creo que en ningún sentido me esté “tallando una imagen “ o una “semejanza”. En lugar de esto, estoy sintonizando con la imagen de Dios, Jesucristo. Tampoco estoy adorando una imagen, porque la imagen cobra vida rápidamente con el mover del Espíritu Santo según Él me dirige a tener un encuentro de adoración con el eterno e invisible Dios Todopoderoso.

Una pantalla interior – tres proyectores

      El diagrama y gráfico de la página siguiente le ayudará a ver y entender que los ojos de su corazón pueden ser llenados por uno mismo, por Satanás o por Dios. Que Dios le guíe mientras usted se abre a su sueño, su visión y su fluir interior de imágenes divinas.




Libros sugeridos para usar visiones cuando nos encontramos con Dios

      Para una descripción de la manera práctica en la que vive el Dr. Cho, embarazado de sueño y visión, lea su libro La cuarta dimensión.
      Para un buen libro que describa el uso de visión en el ministerio de sanidad interior lea Usted puede ser emocionalmente libre de Rita Bennett.
      Como ejemplo del uso de visión en sanidad interior en el Nuevo Testamento está el capítulo veintiuno de Juan donde Jesús busca sanar la profunda herida del corazón de Pedro causada por sus tres negaciones de su Señor. Para ministrar sanidad profunda y duradera, Jesús usó las imágenes para profundizar en la realidad del perdón y amor que Él le estaba ofreciendo a Pedro. Tanto el dolor como la sanidad ocurrieron: 1) al anochecer; 2) alrededor de una lumbre de carbón; y 3) conllevaba una triple confesión. El Señor provoca un encuentro que sirve para recordarle a Pedro su negación. Aquí el Señor muestra algo de lo que el “drama” puede hacer en sus manos por medio de sanar los recuerdos y equipar para servir. Simultáneamente, lo que había sido y lo que iba a ser estaba presente en la mente y en el corazón de Pedro – un momento de intensa y profunda imaginación y limpieza. Puede ser bien comparado con el uso del Señor del “drama” en las parábolas; para todos los que estén interesados, “he contado ahí mi historia“. El Señor está trabajando en esta actividad. Es esencial para su ministerio.




















UNA PANTALLA INTERIOR – TRES PROYECTORES








































Comprobando si una imagen es mía, de Satanás o de Dios


MÍA

SATANAS

DIOS


Descubra su origen (Pruebe el espíritu – I Juan 4:1)


Nacida en la mente.
La pintura de un cuadro.

Una imagen fugaz.
¿Estaba la mente vacía,
vana?
¿La imagen parece obstruccionista?

Un fluir vivo de imágenes procedente de lo mas interno del ser.
¿Estaba su ser interior quietamente enfocado en Jesús?


Examine su contenido (Compruebe la ideas – I Juan 4:5)


Un cuadro de cosas que he aprendido.

Negativa, destructiva, forzosa, temerosa, acusadora, viola la naturaleza y la Palabra de Dios. La imagen teme ser probada.
Llamado al ego.


Instructiva, constructiva, alentadora.
La visión acepta el ser probada.

Mire su fruto (Compruebe el fruto – Mt. 7:15)


Variable

Temor, compulsión, atadura, ansiedad, confusión.
Ego inflado.

Fe avivada, poder,
paz, buen fruto, iluminación, conocimiento, humildad.




Aplicación personal – Ejercicio de escritura

      Hágale al Señor las siguientes preguntas: “Señor, ¿cuán importante es usar los ojos de mi corazón? ¿Cómo los he estado yo usando? ¿Cómo querrías que los usara?”
      Imagínese a usted mismo y a Jesús en una historia de los evangelios tranquila. Vea la escena a su alrededor, y luego fije sus ojos en Jesús. Sonría, disfrute de su presencia. Hágale las preguntas de arriba; sintonice con la espontaneidad y comience a escribir en el espacio de abajo el fluir de pensamientos e imágenes que le vengan. No los compruebe mientras los está recibiendo, permanezca en fe, y piense que puede comprobarlos después. Gracias, Señor, por lo que nos dices.

Desarrollando el sueño y la visión – Hoja de trabajo* de clase

Pensamiento clave

      Ya que el sueño y la visión son usados por Dios como la principal avenida de contacto espiritual, intentemos sensibilizarnos con su fluir dentro de nosotros.


A.    ¿Por qué desarrollar nuestra capacidad de ver en el espíritu?
a.       ____________________________________________________________
                                                              i.      ______________________________________________________
                                                            ii.      ______________________________________________________
b.      ____________________________________________________________
                                                              i.      ______________________________________________________
                                                            ii.      ______________________________________________________
                                                          iii.      ______________________________________________________
                                                          iv.      ______________________________________________________
c.       ____________________________________________________________
d.      ____________________________________________________________
e.       ____________________________________________________________
f.       ____________________________________________________________


B.     ¿Cómo desarrollar el ver en el espíritu?
a.       ____________________________________________________________
b.      ____________________________________________________________
c.       ____________________________________________________________
d.      ____________________________________________________________


C.     El principio del uso negativo
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* La palabra annan aparece diez veces en el Antiguo Testamento. En la mayoría de los casos en las versiones corrientes, se traduce sencillamente “adivinación” o “adivinar”.
* El uso de este suplemento se explica en la guía del maestro.

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