Capítulo 5
Sueño y visión –
Enfocando el hombre interior en Dios
El lugar y valor del sueño y la visión
Derramaré de mi Espíritu
sobre toda carne... y vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán
sueños (Hechos 2:17, énfasis añadido)
Daniel miraba hacia Jerusalén cuando oraba (Daniel 6:10).
Habacuc veló para ver lo que se le decía (Habacuc 2:1-3).
Juan buscó internamente una
visión y escuchó una voz que decía:
“Sube acá y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas” e inmediatamente
él vio una visión (Apocalipsis
4:1-2)
Jesús habló las cosas que vio en la
presencia de su Padre (Juan 8:38).
Dios
se revela al hombre por medio de los ojos del corazón dándole sueños y
visiones. Y aún más, nuestros ojos interiores se usan para hablarnos sobre la
condición de nuestros corazones cada noche por medio de sueños o visiones
nocturnas. Por tanto, podemos ver que la visión interior es una facultad del
corazón y se usa para expresar las cosas del corazón.
Ya
que el cristianismo es una relación de corazón a corazón o de Espíritu a
espíritu, es de esperar que esta facultad se use mucho en nuestra relación con
Dios. Desgraciadamente, esto a menudo no se usa tanto como se debería entre los
cristianos occidentales, porque hemos sido entrenados para vivir usando nuestra
cabeza en lugar del corazón. Tendemos a vivir más en el mundo de los conceptos
lógicos y pensamiento racional que en el mundo de las impresiones, sueños y
visiones del corazón. Si vamos a permitir que nuestros corazones sean
liberados, debemos aprender a vivir en el mundo del sueño y la visión (Juan
5:19-20; 8:38).
Dios quiere comunicarse por
medio de los ojos de nuestro corazón, dándonos sueños, visiones y un fluir
interno de imágenes, pero primero hemos de reconocer esta capacidad dentro de
nosotros y la importancia que puede tener cuando se la presentamos a Él para
que la use. Durante diez años de cristiano, nunca tuve que usar los ojos de mi
corazón ni buscar visión, por tanto, nunca recibí visiones. Ahora que he aprendido
a buscar, la visión enseguida me aparece.
Obviamente, los “ojos de
nuestros corazones” (Efesios 1:17-18) es un sentido localizado en nuestros
corazones. Es una de las formas en que el corazón del hombre se comunica –
posiblemente una de las formas principales. He descubierto que la clave que
abre la puerta del mundo interior es el uso de visión. Muchos líderes
espirituales están de acuerdo con esto. El Dr. Paul Yonggi Cho, pastor de la
iglesia más grande del mundo con 600.000 miembros declara: “El lenguaje del
Espíritu Santo es el sueño y la visión (Cuarta
Dimensión 1). Watchman Nee, pastor y escritor, dice esto: “la imagen es la
memoria del Espíritu Santo (La
predicación ungida)”. Estas declaraciones son increíbles por el valor que ponen al hecho de ver en el espíritu.
He llegado a la conclusión
de que la capacidad de pensar en términos de imágenes es extremadamente importante en la vida de un cristiano. Yo creo que
la madurez conlleva tanto la capacidad de pensar lógica y racionalmente, como
la capacidad para ser intuitivos o visionarios. O para expresarlo de otra
manera: la madurez conlleva la capacidad para usar tanto la cabeza como el
corazón. En nuestra cultura occidental, hemos puesto a la lógica en un pedestal
y hemos descuidado el valor de la visión pero esto no fue siempre así si
miramos las Escrituras o la historia de la iglesia, pues vemos que los sueños y
visiones han prevalecido durante todo el tiempo.
Referencias al sueño,
visión y vidente en la Biblia
A continuación damos el
borrador de un estudio realizado usando CompuBible,
un programa de ordenador diseñado para ayudar a los estudiantes de la Biblia a
hacer estudios de concordancia completos en el tema que estos escojan. Se le
ordena al programa que encuentre todas las citas en la Biblia que contengan las
palabras sueño, visión, vidente, mirar y ojos. Obviamente, algunas de las
referencias localizadas se refieren a visión natural, no espiritual. Todas
estas han sido cuidadosamente desechadas para que las referencias que se dan
abajo se refieran sólo a visión espiritual.
Le animo a que tome una
semana o dos de su tiempo devocional para estudiar estas citas, orando y
pidiéndole a Dios que le muestre revelaciones y pensamientos sobre ellas que
usted no haya tenido antes. Tenga un papel y un lápiz cerca y escriba lo que
descubra. Esto hará que tenga un fundamento bíblico en su vida sobre el que
podrá empezar a construir una teología de cómo usa Dios el sueño y la visión.
Titulo: El lugar del sueño
y la visión en nuestra vida espiritual.
Rango: Génesis 1:1 a Apocalipsis 22:21
Tema: 1.sueño 2.visión
3.vidente 4.mirar 5.ojos
Gn. 3:5
Gn. 3:6
Gn. 3:7
Gn. 15:1
Gn. 18:2
Gn. 20:3
Gn. 20:6
Gn. 21:19
Gn. 28:12
Gn. 31:10
Gn.
31:11
Éx.
3:4
Éx.
3:5
Éx.
3:6
Éx.
16:9
Éx.
16:10
Éx.
16:11
Éx.
24:15
Éx.
24:16
Éx.
24:17
Éx. 24:18
Éx. 25:1
Nm. 12:6
Nm. 21:8
Nm. 22:31
Nm. 24:2
Nm. 24:3
Nm. 24:4
Nm. 24:15
Nm. 24:16
Dt. 6:8
Dt. 11:18
Dt. 13:1
Dt. 13:2
Dt. 13:3
Dt. 13:4
Dt. 13:5
Dt. 29:2
Dt. 29:3
Dt. 29:4
Jos.
5:13
Jos.
5:14
Jos.
5:15
Jue.
6:12
Jue.
6:13
Jue.
6:14
Jue.
7:13
Jue.
7:14
Jue.
7:15
Jue.
13:16
Jue.
13:17
Jue.
13:18
Jue.
13:19
Jue.
13:20
1
S. 3:1
1
S. 3:2
1
S. 3:3
Ez.
10:1
Ez.
10:9
Ez.
11:1
Ez.
11:24
Ez.
12:2
Ez.
12:22
Ez.
12:23
Ez.
12:24
Ez.
12:25
Ez.
12:26
Ez.
12:27
Ez.
13:7
Ez.
13:16
Ez.
40:2
Ez.
40:4
Ez.
40:6
Ez.
43:1
Ez.
43:2
Ez.
43:3
Ez.
43:4
Ez.
43:5
Ez.
43:6
Ez.
44:1
Ez.
44:4
Ez.
44:5
Ez.
46:19
Ez.
47:2
Dn.
1:17
Dn.
2:1
Dn. 2:2
Dn. 2:3
Dn. 2:4
Dn. 2:5
Dn. 2:6
Dn. 2:7
Dn. 2:8
Dn. 2:9
Dn. 2:19
Dn. 2:26
|
Gn. 31:12
Gn. 31:24
Gn. 37:5
Gn. 37:6
Gn. 37:8
Gn. 37:9
Gn. 37:10
Gn. 37:19
Gn. 37:20
Gn. 40:5
Gn. 40:6
1 S. 3:4
1 S. 3:5
1 S. 3:6
1 S. 3:7
1 S. 3:8
1 S. 3:9
1 S. 3:10
1 S. 3:15
1 S. 9:9
1 S. 9:10
1 S. 9:11
1 S. 9:15
1 S. 9:16
1 S. 9:17
1 S. 9:18
1 S. 9:19
1 S. 28:6
1 S. 28:15
2 S. 7:4
2 S. 7:5
2 S. 7:6
2 S. 7:7
2 S. 7:8
2 S. 7:9
2 S. 7:10
2 S. 7:17
2 S. 15:27
2 S. 24:11
2 S. 24:12
1 R. 3:5
1 R. 3:6
1 R. 3:7
1 R. 3:8
1 R. 3:9
1 R. 3:10
1 R. 3:11
1 R. 3:12
1 R. 3:13
1 R. 3:14
1 R. 3:15
1 R. 6:15
1 R. 6:16
1 R. 6:17
2 R. 17:13
1 Cr. 9:22
1 Cr. 17:15
Dn. 2:28
Dn. 2:36
Dn. 4:5
Dn. 4:6
Dn. 4:7
Dn. 4:8
Dn. 4:9
Dn. 4:10
Dn. 4:13
Dn. 4:18
Dn. 4:19
Dn. 5:12
Dn. 7:1
Dn. 7:2
Dn. 7:7
Dn. 7:13
Dn. 7:15
Dn. 8:1
Dn. 8:2
Dn. 8:3
Dn. 8:13
Dn. 8:15
Dn. 8:16
Dn. 8:17
Dn. 8:18
Dn. 8:26
Dn. 8:27
Dn. 9:21
Dn. 9:22
Dn. 9:23
Dn. 9:24
Dn. 10:1
Dn. 10:5
Dn. 10:6
Dn. 10:7
Dn. 10:8
Dn. 10:9
Dn. 10:10
Dn. 10:11
|
Gn. 40:7
Gn. 40:8
Gn. 40:9
Gn. 40:16
Gn. 41:1
Gn. 41:5
Gn. 41:7
Gn. 41:8
Gn. 41:11
Gn. 41:12
Gn. 41:15
1 Cr. 21:9
1 Cr. 21:10
1 Cr. 21:16
1 Cr. 25:5
1 Cr. 25:6
1 Cr. 25:7
1 Cr. 26:28
1 Cr. 29:29
2 Cr. 9:29
2 Cr. 12:15
2 Cr. 16:7
2 Cr. 16:8
2 Cr. 16:9
2 Cr. 16:10
2 Cr. 19:2
2 Cr. 26:5
2 Cr. 29:25
2 Cr. 29:26
2 Cr. 29:30
2 Cr. 32:32
2 Cr. 33:18
2 Cr. 33:19
2 Cr. 35:15
Job 4:13
Job 4:14
Job 4:15
Job 4:16
Job 7:13
Job 7:14
Job 20:8
Job 33:15
Job 33:16
Sal. 5:3
Sal. 13:3
Sal. 25:15
Sal. 89:19
Sal. 119:18
Sal. 123:1
Sal. 123:2
Sal. 141:8
Pr. 29:18
Ec. 5:3
Ec. 5:7
Is. 1:1
Is. 6:1
Is. 6:2
Dn. 10:12
Dn. 10:13
Dn. 10:14
Dn. 10:15
Dn. 10:16
Dn. 11:4
Dn. 12:5
Os.
12:10
Jl.
2:28
Am.
7:12
Abd.
1:1
Mi.
3:6
Mi.
3:7
Nah. 1:1
Hab.
2:2
Hab.
2:3
Zac.
1:18
Zac.
2:1
Zac.
4:2
Zac.
5:1
Zac.
5:5
Zac.
5:9
Zac.
6:1
Zac.
10:2
Zac.
13:4
Mt.
1:20
Mt.
2:12
Mt.
2:13
Mt.
2:19
Mt.
2:22
Mt.
13:15
Mt.
13:16
Mt.
24:23
Mt. 27:19
Mr. 8:18
Mr. 9:8
Lc. 1:22
Lc. 24:23
Lc.
24:31
|
Gn. 41:17
Gn. 41:22
Gn. 41:25
Gn. 41:26
Gn. 41:32
Gn. 42:9
Gn. 46:2
Gn. 46:4
Éx. 3:1
Éx. 3:2
Éx. 3:3
Is. 6:3
Is. 6:4
Is. 6:5
Is. 6:6
Is. 6:7
Is. 6:8
Is. 6:9
Is. 6:10
Is. 8:17
Is. 17:7
Is. 17:8
Is. 21:2
Is. 22:1
Is. 22:5
Is. 28:7
Is. 29:8
Is. 29:10
Is. 29:11
Is. 30:10
Is. 33:17
Is. 40:26
Is. 42:18
Is. 42:19
Is. 42:20
Is. 44:18
Jer. 5:21
Jer. 8:15
Jer. 14:14
Jer. 23:16
Jer. 23:18
Jer. 23:27
Jer. 23:28
Jer. 23:32
Jer. 27:9
Jer. 29:8
Jer. 29:21
Lm. 2:9
Ez. 1:1
Ez. 1:4
Ez. 2:9
Ez. 7:13
Ez. 7:26
Ez. 8:3
Ez. 8:4
Ez. 8:5
Ez. 8:7
Jn. 12:40
Hch. 1:10
Hch. 2:17
Hch. 7:55
Hch. 9:10
Hch. 9:11
Hch. 9:12
Hch. 10:3
Hch. 10:4
Hch. 10:17
Hch. 10:19
Hch. 11:5
Hch. 11:6
Hch. 12:9
Hch. 16:9
Hch. 16:10
Hch. 18:9
Hch. 26:18
Hch. 26:19
Hch. 28:27
Ro. 11:8
Ro. 11:10
2 Co. 4:18
2 Co. 12:1
Ef. 1:18
He. 11:10
Ap. 1:10
Ap. 1:14
Ap. 4:1
Ap. 4:2
Ap. 4:3
Ap. 5:6
Ap. 6:8
Ap. 9:17
Ap. 14:1
Ap. 14:14
Ap. 15:5
|
Historia
No son solo
los sueños y visiones lo que prevalece en cada dispensación de la Biblia,
también han sido una parte consistente de la historia de la iglesia. Para poder
darle una visión clara de la experiencia de la iglesia con sueños y visiones a
lo largo de los últimos 2000 años, le ofrezco los siguientes ejemplos. (Esta
sección está provista para todos aquellos que estén interesados en este tipo de
estudios históricos. Si usted no es edificado o no le interesa, siéntase libre
para pasarse a la siguiente sección).
1.Agustín – En lugar de ignorar los sueños como la iglesia
contemporánea había hecho, Agustín tomó los doce tomos en su De Genesi ad Litteram para explicar su
entendimiento de los sueños y visiones.
2.Policarpo – El libro El
martirio de Policarpo habla de Policarpo orando no mucho antes de su
martirio, y siendo informado de lo que pronto iba a suceder por medio de una
visión simbólica. Él vio una almohada bajo su cabeza en llamas y entendió que
esta imagen de destrucción significaba su propia e inminente captura y muerte.
3.Justino Mártir – En sus escritos, Mártir dijo que los sueños los
enviaban los espíritus. Él creía que los sueños los enviaban tanto los
espíritus malignos como Dios.
4.Ireneo – Con su refutación a la especulación gnóstica de sus
escritos, Ireneo indicaba su claro punto de vista con relación a los sueños y
la vida de los cristianos. En su obra práctica, En contra de las herejías, Ireneo comentó apreciativa e
inteligentemente sobre el sueño de Pedro en el capítulo diez de Hechos; él
creía que el sueño mismo fue una prueba de la autenticidad de la experiencia de
Pedro. Una vez más, él hizo hincapié en la autenticidad del sueño de Pedro en
Troas. También hizo alusión a los sueños de José en Mateo, diciendo que el
sueño de José hizo ver lo cerca que estaba del Dios verdadero. Aún en otro
sitio, él explicó que aunque Dios es invisible a la vista directamente, Él nos
da visiones y sueños por los que expresa la semejanza de su naturaleza y su
gloria.
5.Clemente – Hablando de la naturaleza y significado del sueño,
Clemente expresó: “No cerremos, pues, nosotros que somos hijos de la luz
verdadera, la puerta contra esta luz, sino volvámonos a ella, iluminando los
ojos del hombre escondido, y mirando a la verdad misma, y recibiendo su río,
revelemos clara e inteligiblemente estos sueños como verdaderos... Así como son
verdad estos sueños, a los ojos de aquel que refleja correctamente, lo son
también los pensamientos de un alma soberbia, que no se distrae por el tiempo y
las afecciones del cuerpo, y aconsejándose a sí mismo de la mejor manera...
Porque contemplar a Dios siempre, y por conversación perpetua con Él inoculando
el cuerpo con vigilia, levanta al hombre equiparándole con la gracia angelical,
y practicando la vigilia se alcanza la eternidad de la vida (Stromata, o Miscellanies)”.
6.Orígenes – En su gran respuesta a los paganos, Contra Celso, Orígenes defendió las
visiones de la Biblia diciendo: “... Nosotros, no obstante, tan lejos como
podamos, soportaremos nuestra posición, manteniendo eso, ya que es cuestión de
creencia que en un sueño las impresiones han sido traídas ante las mentes de muchos,
algunos relacionados con cosas divinas, y otros con eventos futuros de esta
vida, y este ya sea con claridad o en una manera enigmática, un hecho que es
manifiesto para todos los que aceptan la doctrina de la providencia: así que
¿cómo que es absurdo decir que la mente la cual podría recibir impresiones en
un sueño debería ser impreso también en una visión durante una vigilia, para el
beneficio o bien de aquél en quien las impresiones se hacen, o de aquellos que
van a oírlos cuando este los cuente?” Habiendo satisfecho el paralelismo entre
sueños y visiones, Orígenes siguió discutiendo la naturaleza de los sueños.
En Contra Celso, Orígenes aún declaró que muchos cristianos se han
convertido de sus formas paganas por este tipo de progreso en sus vidas al
tener visiones y sueños en las vigilias de la noche. Él dejó claro que muchos
casos de este tipo de conversiones fueron conocidos.
7.Tertuliano – Tertuliano dedicó ocho capítulos de su obra Un tratado del alma, o De anima, a su estudio del sueño y el
dormir. Él creía que todos soñamos, y lo evidenció por el movimiento de niños
dormidos. Él creía que los sueños provienen de cuatro fuentes: demonios, Dios,
sueños naturales que le alma crea y finalmente “el estado extático y su
peculiar condición”, o, en otras palabras, la inconsciencia. Yendo aún más allá
él citó: “Y así nosotros, que tanto reconocemos y reverenciamos, incluso cuando
hacemos las profecías, visiones modernas que igualmente se nos prometieron, y
consideramos los otros poderes del Espíritu Santo como una comisión de la
iglesia por la que también Él fue enviado, administrando todos los dones en
todos, según el Señor los repartía a cada uno...”
8.Tascio Cipriano, Obispo de Cartago en el 250 D.C. – En una carta
a Florentino Pupiano dijo: “Aunque sé que para algunos hombres los sueños son
ridículos y las visiones tonterías, a la vez se sienten muy seguros creyendo
que preferirían creer en contra de los sacerdotes que creer en los sacerdotes”.
En otra carta él escribió que Dios guía los concilios de la iglesia por medio
de “muchas y manifiestas visiones”. Él elogiaba al lector, Celerino, porque su
conversión a la iglesia había venido por medio de una visión nocturna.
9.Lactantio, escogido por Constantino el grande para ser tutor de
su hijo. – En su Institutos divinos,
incluyó un capítulo: “El uso de la razón en la religión; y del sueño, augurios,
oráculos, y portentos similares”, en los que citaba ejemplos para demostrar que
por medio de los sueños, ocasionalmente se da un conocimiento del futuro a los
paganos así como a los cristianos. Su ejemplo de una falacia lógica es la de un
hombre que ha soñado que no debe creer en sueños.
10.Constantino – Lactancio escribe acerca de la visión celestial
que le dio a Constantino su gran
victoria en el 300 D.C. La historia comienza con Constantino estando en
una desesperada necesidad y clamando a Dios por ayuda. “Por consiguiente él
clamó a Dios con ardiente oración y súplicas para que Él le revelara quién era
Él, y que extendiera su mano derecha para ayudarle en sus presentes
dificultades. Y mientras él estaba orando así con ferviente súplica, se le
apareció la señal más maravillosa del cielo, el relato de la cual hubiera sido
difícil de creer si hubiera estado relacionado por cualquier otra persona. Pero como el victorioso emperador mismo se lo
declaró mucho tiempo después al escritor de esta historia, cuando este fue
honrado con su conocimiento y sociedad, y confirmó su declaración por medio de
un juramento, ¿quién podría dudar de la acreditación de la relación
especialmente desde que el testimonio posterior ha establecido la verdad? Él
dijo que alrededor del mediodía, cuando el día estaba ya empezando a declinar,
él vio con sus propios ojos el trofeo de una cruz de luz en los cielos, por
encima del sol, y tenía la inscripción, CONQUISTA CON ESTO. Viendo esto, a él
mismo le golpeó el asombro, y a todo su ejército también, el cual le acompañaba
en esta expedición, y fueron testigo del milagro.
Él dijo, además, que dudó
para sí de cuál sería la importancia de esta aparición. Y mientras continuaba
reflexionando sobre la razón de su significado, la noche se le vino encima;
luego en su sueño el Cristo de Dios se le apareció con la misma señal que había
visto en los cielos, y le mandó que hiciera una imagen de la señal que había
visto en los cielos y que la usara como salvaguardia en todas sus citas con sus
enemigos.
Al amanecer del día él se
levantó y comunicó a sus amigos la maravilla: y luego, juntando a los
trabajadores de oro y piedras preciosas, se sentó en medio de ellos y les
describió la figura de la señal que había visto, mandándoles que hicieran una
representación de la imagen en oro y piedras preciosas.. Y esta representación
yo mismo he tenido la oportunidad de verla (La
vida de Constantino I,28-30)”
11.Sócrates – Un sueño que Sócrates mencionó fue el de Ignacio de
Antioquia. Ignacio tuvo una visión de ángeles que cantaban himnos en cantos
alternativos, y esto introdujo el canto antifonal (Historia eclesiástica,Vol. 35 y 36, por Teodoro).
12.Atanasio – Obispo de Alejandría del 328 al 373 – En su gran obra
maestra de apología cristiana, Contra los
inconversos, él escribió: “A menudo cuando el cuerpo está quieto, y
descansando y dormido, el hombre se mueve interiormente, y contempla lo que
está afuera de él mismo, viajando a otros países, caminando, reuniéndose con
sus conocidos, y a menudo también adivinando y pronosticando lo que ocurrirá en
el día.
Pero, ¿a qué puede ser debido esto salvo al alma racional, en la que el hombre
piensa y percibe las cosas que están más allá de él?...
Porque incluso si
cuando está unido y emparejado con el cuerpo, no está encerrado en él o
delimitado por las pequeñas dimensiones del cuerpo, sino que a menudo cuando el
cuerpo permanece en la cama sin moverse, en n sueño similar a la muerte, el
alma permanece despierta en virtud de su propio poder, y trasciende el poder
natural del cuerpo, y aún viajando fuera del cuerpo a la vez que permanece en
él, imagina y ve cosas por encima de la tierra, y a menudo incluso conversa con
los santos y los ángeles que están por encima de la tierra y de la existencia
corporal, y se aproxima a ellos en la confianza de la pureza de su
inteligencia; ¿no tendrá mucho más, cuando está separado del cuerpo en el
momento designado por Dios que los unió, su conocimiento de la inmortalidad más
claro? (II. 31.5 y 33.3).
13.
Gregorio de Nicea – En su principal obra filosófica, Sobre la creación del hombre, Gregorio aborda directamente el
significado y lugar del dormir y de los sueños en la vida del hombre. Él creía
que cuando el hombre duerme, los sentidos y la razón descansan, y las partes
menos racionales del alma aparecen para tomar las riendas. La razón, sin
embargo, no queda extinguida, sino disminuye como un fuego “tapado por la paja”
y después resurge con perspectivas que la moderna investigación de los sueños
llama “mención secundaria”. Él continuó diciendo que “mientras que todos los
hombres son guiados por sus propias mentes, hay algunos que son considerados dignos de la evidente comunicación
divina; así que mientras que la imaginación del sueño ocurre de manera natural
y de forma igual y equivalente para todos, algunos, no todos, comparten por
medio de sus sueños una manifestación más divina...” Su razonamiento era que
hay un conocimiento de antemano natural que viene de una forma desconocida a
través de la parte no racional del alma: el “inconsciente”, según la psicología
moderna, y es a través de esta parte del alma que Dios se comunica a sí mismo
directamente.
Después, Gregorio enumeró los otros
significados que los sueños pueden tener, ofreciendo un bosquejo bastante
completo del tema. Él sugería que los sueños pueden proporcionar simples
reminiscencias de las ocupaciones y los acontecimientos diarios, o pueden
reflejar la condición del cuerpo, su hambre o sed, o la condición emocional de
la personalidad. Los sueños pueden también ser entendidos en la práctica médica como pistas sobre las
enfermedades del cuerpo. Además, lejos de declarar una creencia supersticiosa,
Gregorio estableció bastante bien el principio sobre el cual está basado el
estudio analítico de los sueños en la actualidad.
Gregorio contó también, en un sermón
titulado “Alabanza de los cuarenta mártires” un sueño que tuvo cuando estaba en
una celebración en honor de los soldados
que habían sido martirizados. En el sueño, los mártires desafiaban a Gregorio
por su letargia cristiana, y tuvo un profundo efecto sobre su vida.
Está claro que filosóficamente,
prácticamente y personalmente, Gregorio de Nicea creía que el sueño puede ser
una revelación de profundidades que están más allá del ego humano.
14.
Basilio el Grande – En su comentario sobre Isaías, Basilio declara: “Los
enigmas en los sueños tienen una cercana afinidad con aquellas cosas que están
significadas en un sentido alegórico o escondido en las Escrituras. Así, José y
Daniel, a través del don de profecía, solían interpretar sueños, ya que la
fuerza de la razón por sí misma no es lo suficientemente poderosa para llegar a
la verdad (S. Basilii Magni, Comentarium
in Isaiam Prophetam, Prooemium 6f., J. –P. Migne, Patrologiae Graecae,
Paris, 1880, Vol. 30, Col. 127-30).”
Que Basilio creía en continuar
considerando a los sueños, se indica por la carta que escribió a una mujer en
la que él interpretaba el sueño que ella le había enviado. Él sugería a la
mujer que su sueño significaba que ella debía pasar más tiempo en “la
contemplación espiritual y cultivando la visión mental mediante la cual Dios
desea ser visto.”
15.
Gregorio de Nazienzen – En su segundo libro de poemas, Gregorio escribe: “Y
Dios me llamó desde mi juventud en mis sueños nocturnos, y yo llegué a las
mismas metas de la sabiduría (S. Gregorii Theologi, Carminum, Liber II, 994-950).” En otro lugar él dijo que esta
visión nocturna era la chispa escondida que encendió toda su vida para Dios. En
uno de sus poemas, él hablaba de la capacidad de los demonios para hablar
también a través de los sueños. “No pongas demasiado tu confianza en la burla
de los sueños, ni dejes que todo te cause terror; no te inflames por las
visiones alegres, porque con frecuencia, un demonio prepara estas trampas para
ti (Carminum, Liber I, 608-9, líneas
209-12).”
16.
San Juan Crisóstomo - En su
comentario sobre Hechos, volúmen uno, él declara: “a algunos era impartida la gracia
a través de los sueños, a otros era derramada abiertamente. Porque mediante los
sueños, los profetas veían, y recibían revelaciones.” Según Crisóstomo, los
sueños son enviados a aquellos cuyas voluntades son sumisas a Dios, porque
ellos no necesitan visiones ni las manifestaciones divinas más perplejas, y
mencionaba a José, el padre de Jesús, y a Pedro y Pablo como ejemplos de esta
verdad (Homilías sobre Mateo, IV.
10f., 18; v.5).
17.
Sinesio de Cirene – Sinesio escribió un libro entero sobre los sueños. Él
dijo: “Un hombre aprende... mientras está despierto, otro, mientras duerme,
pero cuando está despierto, el hombre es el maestro, mientras que es Dios quien
hace fructífero al que sueña con su propio coraje, para que aprender y obtener
sean una y la misma cosa. Ahora, tener fruto es incluso más que aprender”
(Augustine Fitzgerald, Ensayos e Himnos
de Sinesio de Cirene, London, Oxford University Press, 1930, p. 332 (de Concerning Dreams).
Sinesio estableció una buena razón para
hablar sobre los sueños y enumeró las bendiciones que se ganan al estudiarlos.
Para el alma pura que recibe impresiones claramente, un estudio adecuado de los
sueños proporciona conocimiento del futuro con todo lo que eso implica, y
también da información importante acerca de las disfunciones del cuerpo y cómo
pueden corregirse. Mucho más importante, esto hace que el alma considere las
cosas no materiales y así, aunque comenzó meramente para proporcionar
conocimiento del futuro, hacer volver el alma a Dios y desarrolla el amor por
Él. Sinesio también contó cómo los sueños le habían ayudado en sus escritos y
en otras empresas, y cómo a menudo daban esperanza a los hombres que habían
sido oprimidos por las dificultades de la vida.
Él se reía de las personas que confiaban
en los libros populares sobre los sueños, insistiendo en que sólo contrastando
constantemente los sueños y la experiencia, podían ser comprendidos. Su
naturaleza esencial es personal, y deben ser entendidos por el que sueña en
términos de su propia vida. Algunos de ellos parecen ser revelaciones directas
de Dios, pero hay también muchos sueños que
son oscuros y difíciles de interpretar. Él sugirió que cualquiera que
sea serio en el estudio de los sueños debería escribirlos, para así conocer su
vida tanto cuando duerme como cuando está despierto. Vió incluso la conexión
entre la mitología y los sueños, y explicó su creencia en que el mito está
basado en el sueño; un verdadero interés en la mitología ayuda al hombre a
encontrar el significado más vital en sus propios sueños. Finalmente, Sinesio
mostró la razón de su creencia en que los sueños proporcionan vislumbres de la
vida eterna. Lo que el estado del sueño es al estado de estar despierto, así lo
es la vida del alma después de la muerte a la vida de los sueños, y así esta
declaración nos da alguna idea del tipo de vida que el alma lleva después de la
muerte.
18.
Ambrosio – En la famosa carta de Ambrosio a Teodosio llemándole al
arrepentimiento, declaró que Dios en un sueño le prohibió celebrar la comunión
delante del Emperador a menos que éste se arrepintiera. Estas son palabras
dramáticas: “Estoy escribiendo de mi propio puño y letra lo que solo usted
puede leer... he sido advertido, no por el hombre ni a través del hombre, sino
por Él mismo de que esto me está prohibido, ya que cuando estaba ansioso, en la
miama noche en la que me preparaba para salir, te me apareciste en un sueño
habiendo entrado en la iglesia, y no se me permitió ofrecer el sacrificio...
Nuestro Dios da advertencias de muchas maneras, mediante señales celestiales,
por los preceptos de los profetas, por las visiones aún de los pecadores Él
desea que podamos comprender, que podamos dejarle a Él que se lleve todas las
molestias... que la fe y la paz de la iglesia... pueda continuar (San Ambrosio,
Carta LI 14).”
Agustín cuenta cómo Dios reveló a San
Ambrosio en un sueño la situación oculta de dos santos mártires, que se habían
retirado y dado a la consagración (San Ambrosio, Carta XXII; San Agustín, Confesiones, XI (VII) 16; La ciudad de Dios, XXII 8).
En los escritos más teológicos de San
Ambrosio, él mostró que un ángel que habla mediante un sueño, funciona bajo la
dirección del Espíritu Santo, ya que los poderes angélicos están sujetos y son
movidos por el Espíritu.
19.
Agustín – Como ya ha sido meniconado en el número 1 de esta serie, Agustín
escribió extensamente con referencia al lugar y comprensión de los sueños en la
vida cristiana. Su estudio de la percepción era tan sofisticado como cualquier
otro en el mundo antiguo; él veía la realidad estando formada de objetos
exteriores a las que reaccionamos con nuestros cuerpos, y las impresiones de
esta experiencia sensorial, impresiones que son “mentales” en naturaleza.
Después tenemos la percepción interior de esta experiencia sensorial, y finalmente,
la especie mental en su forma de recuerdo. Es la acción del ego la que une
estas percepciones al objeto. En un lugar, él llama a la facultad de la
imaginación la novia quemedia entre el objeto y la conciencia, presentando así
casi la misma idea en la que trabajó Sinesio de Cirene. Agustín veía al hombre
poseyendo un ojo exterior que recibe y media entre las impresiones de los
sentidos, y un ojo interior que observa y trata con esas realidades “mentales”
almacenadas que se llaman “memoria.”
Además de las realidades que vienen de la
percepción exterior y de la percepción interior de los “recuerdos”, las
realidades espirituales autónomas (ángeles y demonios) pueden presentarse a sí
mismos directamente ante el ojo interior. Son de la misma naturaleza que las
realidades “mentales” o síquicas que se perciben interiormente. Agustín escribe
que el hombre que duerme o está en trance puede experimentar contenidos que
vienen de la memoria “o de alguna otra fuerza oculta a través de ciertas
mezclas espirituales de una sustancia espiritual similar (San Agustín, Sobre la Trinidad, XI. 4.7).” Estas
realidades autónomas no son físicas; sin embargo, pueden asumir tanto una
apariencia corporal y ser experimentadas mediante el ojo exterior, o bien
pueden presentarse directamente a la conciencia mediante el ojo interior en los
sueños, visiones y trances. Así, a través de los sueños, se presenta al hombre
un almacén completo de recuerdos inconscientes y contenidos espontáneos; se le
da acceso a un mundo que los padres llamaron “el área del espíritu.”
Igual que los ángeles tienen contacto
directo con la psique del hombre y presentan sus mensajes ante el ojo interior,
también ocurre lo mismo con los demonios. “Ellos persuaden (al hombre), sin
embargo, de maneras ocultas y maravillosas, entrando mediante esa sutileza de
sus propios cuerpos a los cuerpos de los hombres que no se dan cuenta, y
mediante ciertas visiones de la imaginación, se mezclan ellos mismos con los
pensamientos del hombre, cuando éste está dormido o despierto (La Adivinación de los demonios, V. 9,
N.Y., Fathers of the Church, Inc., 1955, Vol. 27, p. 430).”
Además de presentar una teoría de sueños y
visiones, Agustín también habló de muchos ejemplos de sueños providenciales en
el curso de sus escritos. Uno de los más importantes fue el famoso sueño de su
madre Mónica, en el que ella se veía a sí misma delante de un artefacto de
medir mientras que un hombre joven cuyo rostro resplandecía con una sonrisa ,
se acercaba a ella. Ella estaba llorando, y cuando él le preguntó por qué, ella
le contó su tristeza porque su hijo se había apartado de Cristo. Él le dijo que
mirase, y de repente vio a San Agustín que estaba en el mismo lugar con ella, y
se sintió confortada. Dándose cuenta del significado del simbolismo, ella pudo
seguir orando por él con paciencia y esperanza; sus sueños y visiones también
se mencionan en varios otros lugares en Confesiones
(Confesiones III. 19; V. 17; VI. 23;
VIII. 30).
20.
Jerónimo – Al principio, Jerónimo estaba dividido entre leer a los clásicos
o la Biblia hasta que tuvo este sueño. “De repente, fui tomado en el espíritu y
arrastrado ante el trono de juicio del Juez; allí la luz era tan brillante, y
los que estaban alrededor eran tan radiantes, que me eché al suelo y no me
atrevía a mirar hacia arriba. Cuando me preguntaron quién y qué era, yo
respondí: Soy cristiano. El que presidía dijo: “Mientes; tú eres seguidor de
Cicerón y no de Cristo, porque allí donde está tu tesoro, estará también tu
corazón.” Instantáneamente, me quede mudo, y en medio de los azotes, porque Él
había ordenado que me azotaran, fui torturado más severamente todavía por el
fuego de la conciencia, considerando este versículo: En la tumba, ¿quién te dará gracias? Sin embargo y por todo eso,
comencé a llorar y a decir: Ten misericordia de mí, oh Señor, ten misericordia
de mí. En medio del sonido de los golpes, este gemido se hizo oír y finalmente,
los que allí estaban, arrodillándose ante el que presidía, oraron para que Él
se apiadara de mi juventud, y que me diese tiempo para arrepentirme de mi
error. Él podría seguir torturándome, dijeron ellos, si yo alguna vez volvía a
leer las obras de los gentiles...
De acuerdo a
ello, yo hice un juramento y clamé su nombre, diciendo: Señor, si alguna vez
poseo libros mundanos, o si alguna vez los leo, te habré negado. Dejándome ir
entonces, al hacer ese juramento, regresé al mundo superior, y para sorpresa de
todos les miré con ojos tan llenos de lágrimas que mi inquietud sirvió para
convencer incluso a los incrédulos, y esto no fue un sueño como los que solemos
tener y de los que se la gente se burla, y apelo como testigo al tribunal
delante del que estaba, yel terrible juicio que temía... profeso que mis
hombros tenían color negro y azul, que seguía sintiendo los azotes mucho tiempo después de haberme
despertado de mi sueño, y que de allí en adelante leí los libros de Dios con un
celo mayor que el que había dedicado previamente a los libros de los hombres
(San Jerónimo, Carta XXII, a Ekustoquium, 30).
Los estudios de Jerónimo también le dieron
buena razón para valorar los sueñor y visiones. En su comentario sobre Jeremías
23:25 en adelante, compartió la misma preocupación de Jeremías, indicando que
soñar es un tipo de profecía que Dios puede usar como un vehículo de revelación
de Dios si la vida del hombre se vuelve hacia Él, pero los sueños pueden
convertirse en ídolos cuando se buscan y se interpretan por sí mismos por
alguien que sirve a su propio interés en lugar de servir a Dios. El valor de
los sueños depende de la persona que los busca y la persona que los interpreta.
A veces Dios envía sueños a los impíos, como los que tuvieron Nabucodonosor y
Faraón, para que los siervos de Dios puedan manifestar su sabiduría. Por ello,
es tarea de los que tienen la palabra del Señor explicar los sueños (San
Eusebio Jerónimo, Commentariorum in
Jeremiam Prophetam, IV. 23).
Sin embargo, esta palabra no podría
buscarse mediante prácticas paganas. Al comentar sobre Isaías 65:4, Jerónimo se
puso al lado del profeta y condenó a la gente que “se sienta en las tumbas y en
los templos de los ídolos donde acostumbran a estirarse sobre las pieles de
animales sacrificados para conocer el futuro mediante sueños, abominaciones que
todavía hoy se practican en los templos de Escolapio (Commentariorum in Isaiam Prophetam). Sin embargo, más tarde, en la
discusión de los gálatas, él habló específicamente del sueño en el capítulo
dieciséis de Hechos, en el que a Pablo “se le dio la luz verdadera” (lucam
vero) (Commentariorum in Epistolam ad
Galatos, 11).
Jerónimo no hacía distinción ninguna entre
la visión y el sueño, y claramente valoraba los dos; sin embargo, al final él
fijó firmemente el terreno que justificaría un temor creciente de estas
experiencias. Al traducir Levítico 19:26 y Deuteronomio 18:10 con una palabra
distinta a la de otros pasajes, un error directo de traducción, Jerónimo dio
vuelta a la ley: “No practicarás augurio ni brujería (adivinación)” y dijo en
su lugar: “No practicarás augurio ni observarás los sueños”. Así, por la autoridad
de la Vulgata, los sueños fueron clasificados como adivinación, y la práctica
de escucharlos como otras ideas supersticiosas. *
De aquí entramos en el periodo de 1.000
años conocido como la Edad Oscura, y poco más se dice hasta los escritos de
Tomás de Aquino.
21.
Tomás de Aquino – Aquino estaba muy influenciado por Aristóteles, y buscaba
reducir el cristianismo a la visión del mundo de Aristóteles. Esta forma de
pensar no dejaba lugar para el encuentro espiritual directo; por lo tanto, los
sueños y visiones eran menospreciados, al igual que las experiencias de ángeles
y demonios, las sanidades, el hablar en lenguas y los milagros. Al final, la
vida de Aquino contradijo lo que él había escrito, pues sí que entró en una
relación directa con Dios a través de la experiencia de un triple sueño, y dejó
de escribir y dictar. Cuando se le instó a que continuase, dijo: “Ya no puedo
hacer más; me han sido reveladas tales cosas, que todo lo que he escrito parece
como paja, y ahora espero el fin de mi vida (Grandes libros del mundo occidental. Vol. 19 (Tomás de Aquino),
Chicago, Enciclopedia Británica, Inc., 1952, p. Vi).”
Este fue el punto crucial para la visión
de la Iglesia acerca de los sueños y su capacidad para contener revelación del
Dios Todopoderoso a la vida del creyente. Aunque la Iglesia estuvo cambiando de
opinión hacia un lado y otro acerca de su visión del valor de los sueños, el
punto de vista que se deja ver hoy está muy en línea con las enseñanzas de la
Escritura y los primeros padres de la Iglesia. Uno parece ser extraño si cree
que Dios en realidad comunicaría hoy a sus hijos a través de los sueños y las
visiones.
22.
Abraham Lincoln – Abraham Lincoln soñó sobre su inminente muerte sólo días
antes de su asesinato.
Hay muchos ejemplos modernos que podrían
citarse, pero ese no es nuestro propósito en este momento. Existen libros
enteros actualmente en el mercado que dan una base filosófica y teológica
cristiana para interpretar sueños; también hay libros de testimonio acerca de
la variedad de sueños y visiones que se experimenan en la Iglesia hoy día.
Como hemos visto una y otra vez, los
sueños y las visiones se consideran intercambiables, y así, incluso aunque
mucho de este estudio trata primordialmente de los sueños, debería considerarse
bajo un punto de vista más amplio e incluir también las visiones.
Es tiempo de que la Iglesia regrese a un
entendimiento bíblico sobre los sueños, las visiones y la revelación.
Palabras griegas del Nuevo Testamento
para describir sueño y visión
En el Nuevo Testamento en griego, hay muchas
palabras y frases que se usan para describir encuentros con Dios por medio de
sueños y visiones teniendo una revelación. Estas son las siguientes:
Onar – una palabra
común para “sueño”. Precisamente es una visión vista estando dormido, como
opuesto a velando. Se usa en Mateo 1:20; 2:12-13, 19, 22 y 27:19.
Enupnion – una visión
vista estando dormido. Enfatiza lo dado, casi la cualidad de
sorpresa, de lo que se recibe dormido. Se usa en Hechos 2:17 y Judas 8.
Horama – traducida
como “visión”. Se puede referir a visiones nocturnas o experiencias que uno
tiene mientras duerme, así como visiones cuando se está despierto. Se usa en
Mateo 17:9; Hechos 7:31; 9:10,12; 10:3,17,19; 11:5; 12:9; 16:9-10 y 18:9.
Opasis – puede significar
el ojo como órgano de la vista, una aparición de cualquier tipo, incluso un
espectro; pero también hay dos veces en las que significa visión sobrenatural:
Hechos 2:17 y Apocalipsis 9:17. La distinción entre la percepción de lo físico
y lo no físico no existe en el griego. Las dos “visiones” son percepciones
genuinas.
Optasia – traducido
como “visión”. Conlleva el sentido de propia revelación, de “dejar que uno
mismo sea visto”. Es usado en los cuatro pasajes siguientes: Lucas 1:22; 24:23;
Hechos 26:19 y 2 Corintios 12:1.
Ekstasis – palabra de
la que se deriva la palabra “éxtasis”. Literalmente significa “estando apartado
de uno mismo, siendo desplazado o contra uno mismo”, y vulgarmente hay un
sentido de asombro, confusión e incluso terror extremo. Puede referirse tanto a
experiencias dormido o velando. Psicológicamente, tanto los sueños cuando
dormimos como las imágenes que ocurren en el umbral del sueño, las imágenes
hipnogógicas o hipnopómpicas, cumplen las condiciones que describe ekstasis. Aunque se ha traducido como
“trance”, no es correcto usar la palabra “trance” como una traducción directa.
Se usa en Marcos 5:42; 16:8; Lucas 5:26; Hechos 3:10; 10:10; y 22:17.
Ginomai en pneumati –
traducido como “convertirse, estar en el Espíritu” (Apocalipsis 1:10). Esto
significa un estado en el que uno podría ver visiones y ser informado o hablado
directamente por el Espíritu. Frases de este tipo se encuentran en Mateo 4:1;
Marcos 1:12; Lucas 1:41 y 4:1.
Ephistemi, paristemi
– simplemente refiriéndose al hecho de que algunas realidades se mantienen
aparte durante la noche o el día. Se usa en Lucas 1:11; Hechos 10:30; 16:9;
23:11 y 27:23.
Angelos o ángel –
literalmente significa un mensajero físico, o un ser divino enviado por Dios, y
daimo, daimonion, diabolos o demonio,
diablo y Satanás, literalmente se refiere a entidades no físicas o poderes de
Satanás. Tanto ángeles como Satanás se pueden experimentar en sueños y
experiencias visionarias como se muestra en las siguientes citas: Hechos 10:3;
Judas 8; y muchas veces en el libro de Apocalipsis.
Blepo y eido – significan “ver”, “percibir”.
Estas palabras se usan para referirse a “ver” en el sentido normal externo, y a
la vez se usan para referirse a ver en el sentido espiritual, como queda
evidenciado en los siguientes pasajes: Apocalipsis 1:2,11; Marcos 9:9 y Lucas
9:36. Obviamente, debido al doble uso de estas palabras para describir tanto la
visión interior como la exterior, la iglesia primitiva consideró las
experiencias visionarias igual de fáciles de percibir y observar, y las tomó
como tan frecuentes y válidas como las percepciones que se tienen en el mundo
físico exterior.
Apokalupsis –
traducido como “revelación”, literalmente significa revelación, descubrimiento
divino. Se usa en Romanos 16:25; 1 Corintios 14:6,26; 2 Corintios 12:1,7 y
Gálatas 2:2.
Considerando la gran variedad de palabras usadas por los
cristianos del Nuevo Testamento para describir sus experiencias visionarias,
vemos que tenían un vasto número donde poder seleccionar, permitiéndoles así
delinear con mucha precisión el tipo exacto de encuentro visionario que estaban
teniendo. Probablemente nuestra pobreza de vocabulario para encontrar una o dos
palabras que encajen para definir claramente nuestras experiencias interiores
visionarias demuestra la pobreza de encuentros visionarios directos que todos
nosotros estamos experimentando en la cultura occidental. ¡A ver si añadimos a
nuestro vocabulario una buena cantidad de palabras para definir con claridad la
variedad de experiencias interiores espirituales que estamos teniendo!
Definiendo niveles de visión
1.Visión espontánea
Podemos recibir una imagen interna espontánea de la misma forma
en que recibimos un rema espontáneo.
Dios puede darnos una visión de la cara de un amigo o familiar, y de alguna
forma sabemos que tenemos que orar por esa persona. La imagen es ligera y
amable, según la vemos dentro. Puede que esté clara o confusa, precisa o
nublada. Cuando sondeo a grupos cristianos, casi todos dicen que han tenido
este tipo de visión.
2.Visión espontánea mientras oramos
Esta es idéntica al nivel previo salvo que las recibimos
mientras buscamos a Dios en oración. No tenemos parte a la hora de recibirlas,
tan sólo “aparecen” o saltan en nuestra mente. Incluso podemos ver que algunas
veces estamos intentando cambiarlas un poquito (aunque realmente no queramos
cambiarlas, porque queremos sus visiones y no las nuestras). Sin embargo, esto
nos ayuda a darnos cuenta de que fue su visión en un principio la que vino a
nuestra mente (Daniel 7:1,13,14). Alrededor del 70% de los cristianos que he
sondeado dicen que han experimentado este tipo de visión.
3.Ver una visión fuera de uno mismo
En este nivel, una persona tiene una visión fuera de él mismo,
con sus ojos espirituales. Por ejemplo, Eliseo oró y dijo: “Te ruego, oh
Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del
criado, y miró; y he aquí que le monte estaba lleno de gente de a caballo y de
carros de fuego alrededor de Eliseo (II Reyes 6:17)” Sólo alrededor del 15% de
los cristianos encuestados han experimentado este tipo de visión.
4.Visión estando en trance
Una visión puede ser vista mientras se está en un trance. Pedro
recibió una visión mientras estaba en un trance en Hechos 10:10-23. Las
visiones de tipo trance no son muy comunes en las Escrituras o en el siglo XX.
Alrededor del 5% de los grupos cristianos que he encuestado, han tenido
visiones de este tipo.
El encuentro visionario de los
sueños
Pablo recibió una visión de noche mientras dormía (Hechos
16:9,10). Los sueños son comunes en las Escrituras (alrededor de 50), y también
son comunes en el siglo XX. Cerca del 85% de los cristianos encuestados han
tenido alguna vez un sueño procedente de Dios.
Las visiones en cada uno de estos cinco niveles son igualmente
válidas y espirituales, y todas se han de comprobar, sopesar y considerar.
¿Imágenes a todo color o en blanco y
negro?
Los grupos que he encuestado están igualmente divididos entre
aquellos que ven visiones a todo color y lo que las ven en blanco y negro.
Algunas personas parecen tener muchas más antenas internas y recepciones más
claras que otras. Mis visiones son nebulosas y en blanco y negro. Las de
algunas personas son claras y a todo color; estas se desenrollan casi como una
cinta de teletipo. Yo soy mas de usar el cerebro izquierdo, y creo que la gente
que usa este lado (analítico, lógico) probablemente no ve tan claro como
aquellos a los que Dios ha dotado de inclinarse más a usar el lado derecho del
cerebro (intuitivo y visionario). Y no pasa nada; cuando necesito ver con más
claridad, tan sólo me junto con alguien que sea más visionario, alguien que
pueda ver con más claridad que yo. Jesús enseñó sobre juntarnos; él envió a sus
discípulos de dos en dos.
No estamos compitiendo con los demás, sino que hemos de dar
nuestros talentos unos a otros para servirnos mutuamente.
Desarrollando su capacidad de ver en
el espíritu
Primero hemos de creer en el valor de vivir en el mundo de los sueños y
visiones, y hemos de verlo como el lenguaje del corazón, una forma principal
que Dios quiere usar para comunicare con nosotros. En segundo lugar, hemos de
estar dispuestos a apartar tiempo para estar con Dios, en momentos de quietud,
ofreciéndole los ojos de nuestro corazón para que Él pueda llenarlos con sus
sueños y visiones. Necesitamos un fluir de visión interna impulsado y dirigido
por el Espíritu Santo; es su visión lo que estamos buscando y no la nuestra.
Descubrirá que cuanto más presenta este canal al Señor, más
será usado, crecerá y crecerá hasta que alcance el lugar donde Dios dirigió al
Dr. Cho, que “él siempre tenía que estar “embarazado” de sueños y visiones”.
Nuestro Señor Jesús puso el ejemplo, porque Él no hizo nada por sí mismo a
menos que fuera algo que viera hacer al Padre (Juan 5:19-20).
La Biblia dice que cuando nos acercamos a Dios hemos de hacerlo
en fe. También hemos de acercarnos al mundo de los sueños y visiones en fe.
“Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6)”. Si entramos en el mundo de
los sueños y visiones con duda, veremos que no nos llevará a ninguna parte.
Según vamos creciendo, en vez de rechazar el mundo interior
como a muchos de nosotros se nos ha enseñado, hemos de aprender a distinguirlo
del mundo exterior, pero a la vez vivir en él cómodamente.
Según afrontamos la vida,
vamos viendo que somos movidos y afectados en mayor y más honda medida por las
imágenes y menos por la simple comunicación cognitiva. Por ejemplo, preferimos
la televisión a la radio, alguien que nos cuenta historias vividas a una charla
didáctica, un libro de testimonios a un libro de teología. El pensamiento
analítico no tiene el mismo poder que el pensamiento en imágenes. Las imágenes
nos dan una manera de pensar que nos acerca más a las experiencias actuales del
mundo espiritual que cualquier concepto o mera idea verbal. El Dr. Cho
descubrió que la capacidad de ser creativo vino a su vida sólo cuando aprendió
a “incubar” las visiones y sueños que Dios le daba.
Cuando miramos a la Biblia,
encontramos que Dios no usó la teología sistemática como su principal forma de
comunicarse con nosotros, sino que nos dio una serie de poderosas historias
reales desde Génesis a Apocalipsis, las cuales, por supuesto, conllevan
imágenes, escenas y parábolas. No fue un accidente el que Dios escogiera
comunicarse con nosotros de esta manera, y yo estoy seguro que fue porque
reconoció que esta era la forma más efectiva de presentar principios
espirituales.
Dios buscó revelarse a sí
mismo en el Antiguo Testamento por medio de profetas (literalmente “videntes”),
y por medio de una bonita imagen de un tabernáculo (que de muchas maneras
todavía refleja nuestro acercamiento a Él cuando entendemos su simbolismo).
Además en el Nuevo Testamento, en vez de tan sólo decirnos lo glorioso y
espléndido y lleno de amor que está, Dios envió a su Hijo Jesucristo par que
fuese “el resplandor de su gloria y la representación
exacta de su naturaleza (Hebreos 1:3, énfasis añadido)”.Colosenses 1:5 nos
dice que Jesús es la imagen del Dios
invisible. Así que, vemos que cuando Dios se reveló a sí mismo de la forma más
poderosa y clara, no lo hizo con palabras y conceptos racionales, sino con la
vida de una persona, su Hijo Jesucristo, que fue la imagen viva de todo lo que
es Dios. Cuando la teología va más allá de nuestro entendimiento, podemos mirar
a la vida de Jesús y, si caminamos en Él, caminar en Dios.
Dios usa imágenes
poderosamente para comunicarse con nosotros – no para que tengamos que confiar
siempre en la imagen o postrarnos y adorarla, sino para que nos guíe totalmente
a Dios. Jesús mismo enseñó mucho usando historias y parábolas en vez de sólo
conceptos analíticos, porque Él también entendió el poder y el valor de la imagen para comunicar
realidades espirituales.
Mateo 13:34 dice: “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente (como veremos
en un momento), y sin parábolas no
les hablaba (énfasis añadido)”. Jesús convirtió todas las cosas de la vida en
parábolas. Convirtió temas en símbolos de valores y principios celestiales.
Todo en la vida fue una historia pintoresca para Él. Jesús vivió, pensó y habló
en el mundo de la visión (o parábola), y eso es una clave importante para
desatar el poder de Dios por medio de Él. Jesús convirtió el hecho de conseguir
un vaso de agua en una discusión de agua viva (Juan 4). Él cambió un campo
blanco listo para la cosecha en una realidad espiritual de que la gente de la
tierra necesita cosecharse espiritualmente en los almacenes del cielo. Los
cuadros e imágenes corrientes delante de Jesús se usaron como trampolines hacia
las imágenes de realidades espirituales.
Incluso aunque Dios se
apoyó mucho en la visión para comunicar realidades espirituales e impartir
poder espiritual, en los últimos 300 años el racionalismo ha ganado una
aceptación gradual y ha llegado a dominar al cristianismo. Como resultado, el
pueblo de Dios ha dejado grandemente de recibir de Dios por medio de una
imaginación santificada, han “colgado su receptor”, creyendo que sólo es válido
el pensamiento analítico. Están tan convencidos de su posición que cualquiera
que actualmente crea en este mundo de experiencia espiritual dada por el
Espíritu Santo (sueños, visiones e imágenes) les parece extraño.
Llegando a ser como Jesús
Yo deseo de todo corazón vivir como Jesús lo hizo, basándose en la
iniciativa del Padre, haciendo sólo lo que veo hacer a mi Padre (Juan 5:19-20;
8:38). Sin embargo, para poder vivir de esta manera, antes necesito aprender
cómo ser un vidente. En una cultura racionalista donde “ver” es generalmente
menospreciado, conlleva un esfuerzo monumental el familiarizarse con ver
visiones como lo hizo Jesús.
Mirando y viendo
Mi experiencia, al igual que la experiencia de otros muchos, me ha
convencido de que una vez que hemos crecido acostumbrados a buscar con
expectación una visión del Señor en el mundo espiritual, esta aparece
rápidamente. El simple hecho de mirar en
fe nos abre para empezar a ver lo que está ahí.
Estoy convencido de que el
mundo espiritual está ahí, ya sea que lo veamos o no. Convirtiéndome en un
vidente, estoy simplemente aprendiendo a ver lo que hay. Cuando aprendo a ver, aprendo a hacer vivo un
sentido que está atrofiado (ej. mi capacidad visionaria) y luego a
presentárselo a Dios para que lo llene.
Una vez que mi sentido
visionario ha sido devuelto a la vida y es presentado delante del Dios
Todopoderoso, tengo la oportunidad de vivir como lo hizo Jesús de Nazaret,
basado en el fluir continuo de la visión divina.
Los profetas de Israel sólo
pudieron decir: “Yo miré”, y según se aquietaban delante de Dios “ellos veían”
(Daniel 7:2,9,13). He descubierto que desde que he reclamado el uso de mi
capacidad visionaria, yo también puedo aquietarme en la presencia del Señor,
mirar y luego ver la visión del Dios Todopoderoso. Soy un “vidente” sólo porque
me he convertido en un “mirador”.
La Biblia dice que no
tenemos porque no pedimos. Yo nunca vi durante años, porque nunca miré, porque
nunca pedí ver. Cuando enseño a la gente a mirar, soy testigo de su experiencia
de convertirse en videntes.
Esto parece muy simple y lo
es para muchos, particularmente para los que son intuitivos, espontáneos y
visionarios por naturaleza, que no han cortado su apertura espontánea natural a
la visión debido a la presión de una cultura que idolatra las funciones lógica,
analítica y cognitiva.
Sanando una capacidad visionaria atrofiada
Sin embargo, para los que son como yo, que nacimos con la tendencia
natural de ser analíticos y cognitivos y que hemos tenido estas inclinaciones
reforzadas por el racionalismo de nuestra cultura, convertirnos en un “vidente”
puede que no sea tan fácil. A menudo, las funciones intuitivas y visionarias
literalmente se han atrofiado y muerto por el desuso; por tanto, no es tan
simple como “mirar” y “ver”.
Cuando un músculo se ha
atrofiado, primero debe ser ejercitado y fortalecido antes de que el cuerpo
pueda volver a usarlo. Incluso así, nuestra capacidad atrofiada y dormida para
visualizar debe ser ejercitada y fortalecida antes de que el Espíritu Santo
pueda llenarla y volverla a usar.
Primero, hemos de
arrepentirnos del pecado de menospreciar algo que Dios ha creado, y en segundo
lugar, hemos de pedir a Dios que sople nueva vida en él. Luego hemos de
levantarnos y ver si podemos empezar a caminar. Según damos nuestros primeros
pasos temblorosos, somos fortalecidos hasta que somos libres para caminar con
facilidad, permitiendo que Dios dirija los senderos de nuestros pies. Esto es
exactamente lo que ocurrió con la visión en mi vida y en las vidas de muchos
otros.
Debido al menosprecio
amontonado sobre esto y su continuo desuso, mi capacidad visionaria se atrofió
y se hizo inútil; por tanto, cuando empecí a “mirar para ver” la visión que
Dios quería presentarme, no vi nada. Había menospreciado tanto mi capacidad
visionaria que era incapaz de funcionar cuando se la llamaba para que lo
hiciera.
Como los pastores a veces
hemos predicado, nuestros corazones son como la radio – debemos afinarlos para
poder oír la voz de Dios, y debemos también sintonizarlos para ver la visión de
Dios. Sin embargo en este caso, la radio de mi corazón no sólo estaba
desafinada, sino rota y necesitada de una restauración total del Maestro. Sin
embargo, yo empecé el proceso de restauración arrepintiéndome de haber
menospreciado mi capacidad visionaria. Le pedí a Dios perdón por no haber usado
y honrado lo que Él había creado y depositado en mí como su regalo, y luego me
arrepentí de mi participación a la hora de hacer un ídolo del pensamiento
lógico y analítico, una forma de pensar que estaba sobre mí al igual que sobre
mi cultura. Yo me propuse buscar y honrar su capacidad para fluir por medio de
visión tanto como busqué y honré su capacidad de fluir por medio de mi
pensamiento analítico.
Luego le pedí a Dios que
soplara sobre mi capacidad de visión y la restaurara, para que le devolviera la
vida y me enseñara a cómo permitirle fluir a través de ella.
Después estaba listo para
dar mis primeros temblorosos pasitos. Cuando me puse a estudiar buscando el
rostro de Dios, fui llevado a una escena del capítulo cuarto de Juan en el que
Jesús se sentó junto al pozo y habló con
la mujer samaritana. Sintiendo que Dios quería sentarse y hablar conmigo,
dibujé la escena en mi mente con una ligera adaptación. En vez de la mujer
hablando con Jesús, yo era el que hablaba con Jesús. Cuando penetré
intencionadamente en la escena para ver lo que podía pasar, la escena se hizo
viva por medio del Espíritu Santo. Jesús se movió y gesticuló, como cualquiera
hace cuando habla, y con su movimiento, vinieron a mi corazón sus palabras y
directivas para mi vida.
Esta fue la primera vez en
mi vida que yo busqué una visión de esta forma, y me emocioné de ver esa
Escritura hecha viva y ser tomado por el poder del Espíritu Santo.
Esencialmente me había posicionado para recibir el fluir divino escogiendo una
historia bíblica, meditando sobre ella y pidiéndole a Dios que la llenara. Días
más tarde, cuando repetí este experimento, descubrí que Dios continuaba
moviéndose por medio de estas escenas del evangelio, haciéndolas vivas con su
propia vida y convirtiéndolas en visiones sobrenaturales directamente desde el
trono de gracia.
Preguntas válidas
Ahora consideremos algunas preguntas comunes. Primero, “¿No limitamos
a Dios cuando le forzamos a moverse en una historia bíblica que le presentamos
para que la llene?” La respuesta es “¡Absolutamente sí!” Por supuesto, Dios
tiene algunas variaciones cuando se hace vivo en la historia bíblica. Él se
puede mover en una u otra dirección, sin embargo, si la historia no tiene nada
que ver con lo que Dios quiere mostrarme, descubriré que no ocurre nada. La
visión no se hace viva, permanece muerta y Dios no puede moverse en ella. A mí
me ha pasado esto, y en respuesta simplemente me he relajado y he dicho: “Dios,
¿cómo quieres revelarte en esta situación?” Con esto, Dios implanta la visión
por medio de la cual Él puede y de hecho se mueve.
La segunda pregunta es:
“Bien, entonces, ¿por qué simplemente no busco su visión desde el principio en
vez de empezar con una historia bíblica?” Como ya dije antes, esto funciona
bien con la persona naturalmente visionaria e intuitiva, sin embargo, la
persona con la capacidad visionaria atrofiada a menudo necesitará una
herramienta de aprendizaje para conseguir que empiece. Una vez que se
acostumbre a la visión, será capaz de desechar la herramienta de aprendizaje y simplemente
“mirar”y “ver”.
La tercera pregunta es:
“¿Estoy diciendo que la imagen que yo mismo he fabricado es una visión divina?”
¡Claro que no! Mi imagen es mi imagen, y la imagen sobrenatural de Dios es
suya. Nunca se mezclan las dos, nunca decimos que lo de mi propia cosecha es la
visión de Dios, es simplemente mi propia cosecha. Sin embargo, cuando se
experimenta el fluir interno y la visión se mueve con vida propia, fluyendo del
trono de la gracia, obviamente ya no es mío. En este momento ha pasado a ser de
Dios, así que lo mío es mío y lo de Dios es de Dios.
La cuarta pregunta es:
“¿Dónde dice la Biblia que tengamos que crear nosotros la escena para que Dios
empiece a fluir en la visión?” Parte de mi respuesta es: “¿Dónde dice la Biblia
que no tenemos que crear una escena y pedirle a Dios que la llene?” Ya que no
hay versículos claros para ninguna de las dos posturas, recurrimos a juntar
varios versículos, los cuales luego interpretaremos a la luz de la postura
elegida. Una alternativa para esta aproximación es permitir a nuestros hermanos
y hermanas la libertad cristiana para resolver su propia salvación en esta
área, ya que no hay una enseñanza absolutamente clara en este tema. Quizá los
versículos que más se acercan en su interpretación como contrarios a poner
escenas son los versículos que hablan de evitar vanas imaginaciones y no
hacerse ídolos, Un ídolo es “un objeto de adoración, normalmente hecho de
madera o piedra (Webster´s Ninth New
Collegiate Dictionary). Obviamente, la escena que pongamos en nuestra mente
no está hecha de madera ni es adorada, sino que simplemente sirve como
trampolín para el vivo fluir de imágenes divinas. Webster define vano como “que
no tiene un valor real: vacío, que no merece la pena”. Yo no veo una
herramienta de aprendizaje como algo que no tiene un valor real, como sucede
con un ídolo vacío. Las herramientas de aprendizaje son valiosas y tienen un
lugar, y el hecho de que la Biblia hable de vanas imaginaciones nos dice que
también hay un uso de la imaginación “no
vano”. Yo creo que el poner una escena para que Dios la llene es uno de esos
usos “no vanos” de la imaginación.
El lado positivo
Hablando del lado positivo de esta pregunta de la capacidad del hombre
para pensar visualmente, me gustaría destacar dos puntos. 1) Todos los niños y
dos tercios de los adultos a los que he encuestado normalmente imaginan escenas bíblicas mientras las leen. Cuando
oramos por un espíritu de revelación (Ef. 1:17), Dios hace que la historia se
haga viva y nos hable. Esto es esencialmente el mismo proceso que estamos
describiendo. 2) Un cuarto de los adultos que he encuestado, normalmente se
imagina las escenas de las canciones que cantan; cuando Dios habita en nuestras
alabanzas, las visiones se hacen vivas y se mueven con una vida generada desde
el trono de Dios. Estos dos puntos ilustran el proceso que estoy describiendo.
La capacidad del hombre
para pensar visualmente está siendo usada actualmente por muchos cristianos sin
ni siquiera darse cuenta, particularmente por lo que son intuitivos y
visionarios por naturaleza. En realidad, el pensamiento visual no es algo
nuevo. Estamos empezando a definir y relatar claramente lo que ya ha estado
sucediendo entre algunos de una forma bastante natural. Como resultado de esta
clara definición, todo el género humano puede ahora aprender a ser sensible en
mayor grado al fluir divino en nuestro interior.
Una herramienta de aprendizaje temporal
Hemos de recordar que crear una escena es una herramienta de
aprendizaje temporal que sólo algunos necesitan. La persona naturalmente
intuitiva no necesitará esta herramienta de aprendizaje, simplemente mirará
para ver, y la visión aparecerá. La persona naturalmente analítica dejará a un
lado esta herramienta de aprendizaje muy pronto, a la vez que aprende como
abrirse naturalmente y normalmente a la visión.
Si viviéramos en una
cultura más bíblica, quizá no tendríamos tantos obstáculos que vencer para
poder vivir de una forma natural y normal en el fluir divino de la visión. Si
nuestros sueños y su significado espiritual fueran una parte normal de nuestra
conversación en el desayuno con nuestras familias, como lo era para José y
otros hebreos, habríamos desarrollado un entrenamiento natural en nuestras
vidas con relación a las cosas visionarias. Sin embargo, ¿qué persona en
América se toma sus sueños en serio, y habla de ellos regularmente en una
reunión de familia? Prácticamente nadie, y si lo hiciéramos, seríamos
considerados como locos. ¿Es algo asombroso que la capacidad y la apertura a
las visiones sea algo totalmente carente en nuestra cultura?
Como iglesia, necesitamos
arrepentirnos por permitir que el racionalismo de nuestro tiempo distorsione
nuestra propia perspectiva de un estilo de vida equilibrado. Algunos temen que
pueda haber alguna semilla de pensamiento oriental en alguna de las enseñanzas
de la iglesia de hoy. ¿Nos hemos dado cuenta alguna vez de que Jesús no era
occidental? Dios no nos dio la lógica para idolatrarla y ponerla en un
pedestal, no nos dio la visión para que la chapoteáramos con nuestro desprecio.
No, fueron otros los que nos animaron a tener esas actitudes.
Iglesia, volvamos al
equilibrio de Jesús de Nazaret, el cual no hizo nada por iniciativa propia,
sino sólo lo que vio y escuchó hacer
al Padre (Juan 5:19,20,30; 8:26,28,38). Yo he compartido las luchas y
experiencias que me han acercado más a la capacidad de vivir de esta manera. Yo
le reto a que encuentre la manera que funcione
para usted. El velo fue rasgado, el acceso está libre, la relación con el
Espíritu Santo es posible. ¿Entrará usted? ¿Buscará la forma? ¿Entrará detrás
del velo y experimentará a Dios en un encuentro directo, o se quedará
satisfecho con experimentarle de segunda mano por medio del Libro que Él
escribió?
Poniendo a Jesús como el ejemplo perfecto
Dios está llamando a todos aquellos que quieran poner a Jesús como el
ejemplo perfecto a seguir, que aspiren a vivir y andar como Él lo hizo, que no
hagan nada por iniciativa propia sino que vivan como Jesús lo hizo, por el
fluir constante de rema y visión dentro
de ellos.
¿Estará usted dispuesto a
buscar la forma de llegar a ese estilo de vida
y experiencia? ¿Continuará hasta que la descubra?
¿Le encontrará?
“Escudriñad las
Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas
son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).
Oración: Señor, venimos a
ti arrepintiéndonos por haber permitido que nuestra cultura nos dicte,
diciéndonos que tenemos que desechar una parte de nuestra capacidad interna que
Tú creaste y pusiste dentro de nosotros. Buscamos tu perdón y te pedimos que
restaures en nuestros corazones un uso apropiado del sueño y la visión.
Restaura nuestra capacidad para oír y ver. Llévanos a cada uno a todo lo que
tienes para nosotros.
Resumen de las reflexiones sobre el sueño y la visión
1.Dios nos habla por medio
del sueño y la visión, como está respaldado por cientos de versículos.
2.No presumimos de entender
totalmente ni incluso las pocas revelaciones de sus transacciones con el Padre
que el Señor nos ha dado a través de los evangelistas, aunque a la vez parece
que Jesús vivía en un fluir constante
de imágenes divinas, como Él “sólo hizo lo que vio hacer al Padre (Juan 5:19-20, énfasis añadido)”.
3.Ya que Jesús es nuestro
ejemplo perfecto, hemos de aprender a vivir como Él vivió, esto es,
constantemente abiertos al fluir divino de visión.
4.La Biblia nos dice que
Dios provee un pronto y libre fluir de sueños y visiones, al experimentar el
derramamiento del Espíritu Santo. Por tanto, la vida cristiana normal es para experimentar la visión rápidamente
(Hechos 2:17).
5.Samuel estableció
escuelas de profetas para entrenar a hombres para ser videntes (término
original para profetas). No hay indicios de que este proceso no debiera
continuar. Hoy día hay muchas escuelas de profetas, entrenando una vez más a
hombres y mujeres para ser videntes.
6.La mejor forma de
entrenar a una persona para ser vidente es entrenarle para ser “mirón”.
Descubrirá muchas referencias de profetas tanto del Antiguo como del Nuevo
Testamento diciendo: “Yo miré”. Probablemente la razón principal por la que las
personas no son videntes hoy es porque nadie les está instruyendo para que sean
mirones. Debemos aprender una vez más a mirar para ver.
7.Se nos ha dicho
especialmente que fijemos nuestros ojos en Jesús (Hebreos 12:1-2). La palabra
griega para fijar nuestros ojos es aphorao
que significa literalmente “ver con toda la atención a base de no mirar a
ningún otro objeto; atender fijamente y con empeño, para ver claramente (El diccionario griego analítico,
Zondervan)”. De acuerdo a la definición de arriba, parte de fijar nuestros ojos
en Jesús es “verle claramente”. Esto es precisamente a lo que estoy animando a
la iglesia que haga cuando oran, adoran y caminan por la vida.
8.Permítame sugerirle algo
que descubrí por medio de una interpretación personal de Apocalipsis 4:1-2, que
podemos estar viendo a Juan prepararse para recibir visualmente el fluir que
borbotea de la visión del Espíritu Santo. En el capítulo cuatro, versículo uno,
Juan dijo: “Miré”, y le vemos pasar por una puerta situada en los cielos. Inmediatamente después de su decisión de
responder a la urgencia de pasar por esta puerta, el versículo dos dice: “Y al
instante yo estaba en el Espíritu (Santo), y he aquí...” Es interesante que
aquí el griego dice específicamente al comienzo del versículo dos, en lugar de
al comienzo del versículo uno, que Juan estaba en el Espíritu. Déjeme sugerirle
que cuando Juan sintió el llamado para encontrarse con Dios en el ámbito
espiritual, él visualizó una puerta abierta en los cielos y, atravesándola,
“estuvo en el Espíritu” encontrando un fluir activo de visión divina saliendo.
La verdad es que esto es de alguna manera una interpretación personal y usted
debería sentirse libre de no tenerlo en cuenta si no se siente cómodo con ella.
El estudiante interesado quizá quiera buscar otros lugares en la Escritura
donde se indica o se enseña este proceso. Por favor mándeme cualquier
investigación para posteriores ediciones de este manual.
También es interesante que
una de las frases de los profetas constantemente era: “Yo miré”. La Biblia nos
dice claramente que no tenemos porque no pedimos; por tanto, si queremos
visión, casi con toda certeza que empezaremos a buscarla y a pedirla, algo que
a muchos de nosotros nunca se nos ha enseñado a hacer.
9.Dios usa las imágenes
extensamente en su comunión con nosotros, como podemos ver a continuación:
·
Dios conoce nuestras
necesidades. Él sabe que nosotros estamos muy conscientes de nuestra propia
“historia” y constante fracaso, y ha provisto en la Biblia un tipo de
“historia” escribiendo sus tratos con la raza humana. Según meditamos estas
historias bíblicas en oración, vemos que empiezan a fusionarse con “nuestra historia”
según Dios nos va hablando por medio de ellas. Aunque partes de la Biblia
contienen teología sistemática, Dios ha hecho la Biblia en su mayor parte en un
ámbito narrativo.
·
Jesús mismo es “la imagen
del Dios invisible (Colosenses 1:15)”. Vemos que cuando Dios se ha comunicado
de una forma clara con nosotros, ha sido por medio de las acciones de la vida e
historia de un hombre (ej. Jesús), en vez de usar simplemente el razonamiento
analítico y cognitivo. Jesús le dijo a Felipe: “El que me ha visto a mí ha
visto al Padre, como decís vosotros ´muéstranos al Padre´?” (Juan 14:9)”. Los
principios del Dios invisible nos han sido revelados por medio de Jesús, la
historia de la vida de su Hijo. En Jesús, ahora tenemos cientos de fotos
(tomadas de los evangelios) de Dios en acción.
·
Cuando Dios diseñó el
Lugar Santísimo, el sitio donde el hombre no podía estar directamente delante
de la presencia de Dios, Dios usó una imagen para representarse a sí mismo ante
Moisés y los sumos sacerdotes. Si Dios se opusiera al uso de las imágenes para
representarse a sí mismo ante el hombre, hubiera tenido a Moisés de pié sólo en una habitación
vacía para hablarle cara a cara y boca a boca sin el uso de imágenes. Sin
embargo, Dios quiso usar un símbolo – el arca del pacto y tabla de la
propiciación con querubines encima.
·
El uso de tipos de Dios a
lo largo del Antiguo Testamento.
·
El constante uso que Jesús
hacía de las parábolas (historias dibujadas) cuando enseñaba (Mateo 13:34).
10.Creo que es apropiado
entrar en una imagen para tener con Dios un encuentro espiritual directo porque la estructura de toda la Biblia está
hecha para llevarnos a esta experiencia. Como vimos anteriormente, la
Biblia es primeramente un libro de historias poderosas en vez de un libro de
teología analítica. Se nos ha ordenado ir a Dios como niños. Cuando un niño lee
una historia, visualiza la escena y actúa según lee o escucha. La mayoría de
los adultos también lo hacen.
Según Efesios 1:18-19, Dios
quiere abrir los ojos de nuestro corazón, darnos un espíritu de sabiduría y de
revelación cuando estudiamos. Dios desea hablarnos a nuestros corazones cuando
estudiamos su Palabra.
Por tanto yo veo que todo
el proceso de estudiar la Biblia, según Dios lo diseñó, conlleva entrar en la
historia bíblica, permitiéndole a Dios hablarnos desde el centro de la visión
(creada por la Palabra) la cual tenemos delante de nuestros ojos, y vivir por
la respuesta que demos.
11.Cuando la visión que hay
en nuestro corazón se hace viva, es cuando encontramos a Dios en el divino
fluir resultante.
·
En Daniel 4:13-14, el rey
Nabucodonosor se encontró con un ángel en una visión que tuvo en su mente. “Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba
en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba
fuertemente y decía... (énfasis añadido)”.
·
Daniel se encontró con el
Anciano de Días y alguien como un hijo de hombre en una visión que tuvo en su
mente: “En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño y visiones de su cabeza mientras estaba
en su lecho; luego escribió el sueño y relató lo principal del asunto... Miraba
yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como
un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse
delante de él... Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y
las visiones de mi cabeza me asombraron (Daniel 7:1,13,15, énfasis añadido)”
·
Vemos, por tanto, que es
muy bíblico tener un encuentro con Dios, Cristo y los ángeles en las visiones de nuestra cabeza a medida
que estas visiones cobran vida con el fluir del Espíritu Santo que está dentro
de nosotros.
12.Nuestra capacidad de ver en el Espíritu fue diseñada para que la
presentáramos a Dios para que la llenara.
·
Sabemos que todo lo que Dios creó era bueno, y que
“todo” obviamente incluye nuestra capacidad visionaria. Como todo lo que Dios
ha creado se presenta ante Él para ser llenado, el reino de Dios se toma en
cuenta y se establecen sus propósitos. Cuando le presentamos los ojos de
nuestro corazón para que los llene, su visión llena nuestros corazones. Nuestra
responsabilidad es presentar todas nuestras capacidades calmadamente delante de
Dios, permitiéndole que se mueva en ellas y a través de ellas; esto incluye
nuestra mente, nuestro corazón, nuestras manos, nuestras bocas y nuestra
capacidad visionaria, juntamente con todo lo demás que somos.
·
Dios por la general no se
impondrá a la fuerza sobre el que no esté abierto a Él. Nosotros seguramente no
hablaremos en lenguas hasta que le ofrezcamos nuestras bocas. Por lo general,
no recibiremos palabras de sabiduría y conocimiento hasta que le ofrezcamos
nuestras mentes, así como no recibiremos visiones hasta que le ofrezcamos los
ojos de nuestros corazones.
·
Por tanto, al cultivar
nuestra capacidad visionaria, estamos presentando los ojos de nuestro corazón
delante de Dios, pidiéndole que los llene.
Permitiendo que Dios restaure su capacidad visualizadora
Algunos descubren que la
visión es casi completamente, o incluso totalmente, imposible, y puede haber
varias razones para esto. Lo mejor es buscar revelación del Señor para saber
cual es el obstáculo, y luego pedirle revelación de los pasos que tiene que
tomar para sanar el problema. A continuación damos los problemas más comunes
que me he encontrado, así como algunas soluciones que han sido de ayuda.
Problema 1 – Despreciar lo visual e idolatrar lo racional
Algunos casi
incomprensiblemente han sido barridos por la idolatría occidental de la lógica
y el desprecio (o la indiferencia) de lo visionario. Los occidentales
generalmente no creen en el valor y poder de la capacidad visionaria que
tienen. No la tienen en estima y honor, como uno de los dones que Dios ha
puesto dentro del hombre.
Para sanar este problema,
uno debe: 1) arrepentirse por no honrar y usar totalmente un don y capacidad
que Dios ha puesto en su interior; 2) arrepentirse por idolatrar la lógica y el
conocimiento; 3) establecer un compromiso de honrar y usar su capacidad visual
tanto como honramos y usamos la capacidad analítica; 4) pedirle a Dios que dé
aliento y restaure su capacidad visual; y 5) empezar a practicarlo y
ejercitarlo aprendiendo a vivir en imágenes con tantas ganas como vive en
pensamientos. Después estaremos listos para empezar a presentar los ojos de
nuestro corazón a Dios para que los llene, buscando
su visión mientras camina por la vida.
Problema 2 – Temor de entrar en el ocultismo
Algunos
son incapaces de usar sus capacidades visuales de una manera efectiva porque se
les ha enseñado que eso es ocultismo.
Para
sanar este problema, uno debe: 1) entender que la capacidad de pensar y ver
usando imágenes le fue dada al hombre por Dios, no por Satanás; 2) entender que
incluso aunque Satanás busque llenar las capacidades de visualizar del hombre,
Dios también lo quiere hacer; 3) reconocer que Dios no quiere que dejemos de
usar la capacidad visual, sino que se la presentemos continuamente a Él para
que la llene; 4) renunciar al temor de recibir una falsificación satánica,
mientras confesamos fe en la capacidad de Dios para llenar la capacidad visual;
5) confesar el temor como un pecado y recibir el regalo de Dios de la fe; 6)
entender que Satanás puede atacar los procesos de pensamiento tanto como puede
atacar los procesos de visualización; por tanto, ambos deben ser presentados
continuamente delante del Señor para que los llene y fluya por ellos.
Problema 3 – Cortar la
capacidad visual para evitar el pecado de codicia
Algunas
personas han escogido tratar con el problema de la codicia simplemente haciendo
la decisión de cortar todo tipo de uso de la capacidad visual. Estas personas
probablemente no pueden visualizar nada, incluyendo el sofá de su salón.
Para
sanar este problema, uno tiene que: 1) entender que hay maneras efectivas de
tratar con la codicia, sin tener que cortar las capacidades que Dios ha puesto
dentro: 2) aprender a apropiarse de algunas de estas otras alternativas para tratar efectivamente con el pecado de la
codicia; 3) arrepentirse por cortar la capacidad visual; 4) pedirle a Dios que
la restaure y la recree; 5) empezar a usarla de nuevo; y 6) pedirle a Dios que
la llene con su visión divina.
Problema 4 – Cortar la
capacidad visual para evitar alguna escena visual desagradable
Algunas
personas han cortado su sensibilidad a la capacidad visual porque han estado intentando
evitar ver una escena de dolor en sus vidas. Esta puede ser una escena de
molestia o una pesadilla recurrente de serpientes o alguna otra escena
aterradora. Han decidido que la manera más efectiva de manejar estas escenas
aterradoras es cortar sus capacidades visuales.
Para
sanar este problema, uno tiene que: 1) reconocer y descubrir la razón que ha
desencadenado el corte de su sentido
visual; 2) ofrecerle la escena a Dios, pidiéndole que camine en ella y la sane
con su presencia amorosa y todopoderosa; 3) pedirle a Dios que restaure el uso
de su capacidad visual; 4) empezar otra vez a usar imágenes y visiones mientras
camina por la vida; y 5) presentar los ojos de su corazón a Dios para que las
llene y fluya por ellas.
En
resumen, estos son unos de los impedimentos más comunes que privan a la gente
de vivir de una forma efectiva con el don del sueño, visión e imaginación que
Dios les ha dado. Que cada uno de nosotros aprenda a usar totalmente todas las
capacidades que Dios ha provisto dentro del hombre.
Sugerencias para estar
abierto a ver en el espíritu
Las
siguientes sugerencias pueden ayudarle a empezar a estar abierto a Dios,
permitiéndole llenar los ojos de su corazón con su sueño y visión.
1.Uno
debe “aquietarse” externa e internamente para que el Espíritu Santo pueda
surgir con un fluir de imágenes vivas. Repase el capítulo de la quietud;
sentirá que borbotea un fluir dentro de usted según la visión se va avivando
con “vida propia” (ej. la vida del Espíritu Santo).
2.Entre
en una visión bíblica usando la visión. Esta sea probablemente la manera más
común de todas. Simplemente permítase visualizar lo que está leyendo, y puede
hacer algo más que tan sólo ver las escenas, ya que después de verlas, puede
pedirle a Dios que le muestre lo que Él quiere enseñarle, y puede sobrevenirle
un fluir de imágenes internas que estará dirigido por Dios.
3.Abra
los ojos de su corazón durante sus tiempos de quietud, permitiendo que Dios le
muestre cosas. Yo he descubierto que enfocarse
intencionadamente en Jesús hasta que Él empiece a moverse o a hablar
impulsa el fluir de las imágenes del Espíritu.
4.Cuando
interceda por otros, vea la persona por la que está orando, y luego vea a
Cristo encontrándose con esa persona. Relájese y permita que la visión se mueva
bajo la dirección del Espíritu Santo. Mire lo que Él hace, y después ore para
que esto se realice.
5.Escuche
a sus sueños, los cuales son una expresión natural del mundo interior. Pida a
Dios que le hable durante la noche (Salmo 127:2). Cuando se despierte, escriba inmediatamente sus sueños y luego pida
a Dios que le dé una interpretación. Él se la dará; léase un buen libro en
interpretación cristiana de sueños. Yo creo que el mejor es Sueños – Sabiduría interior de Herman
Riffel. Ministerios Comunión con Dios también comercializa una serie de casetes
y videos y una guía de Herman Rifle. Estos son casi un requisito para todos los
que quieran empezar a trabajar con sus sueños. Sin la debida instrucción y
guía, podemos cometer muchos errores por interpretar mal los sueños.
6.Orar
en el Espíritu abre la comunicación con el Espíritu Santo, permitiéndole que se
levante, especialmente si está presentando los ojos de su corazón a Dios para
que los llene.
7.La
oración tranquila, simplemente afirmando su amor por Jesús y el de Él por
usted, le abrirá a reflexiones y pensamientos que son una forma de visión en
acción.
8.Cuando
venga delante del Señor en alabanza y adoración, abra los ojos de su corazón
para ver lo que está cantando y permita al Espíritu Santo que lleve la visión
donde Él quiera.
Viendo en el Espíritu, no
adorando una imagen
Dios
mandó a los israelitas que no se hicieran ninguna “imagen (literalmente “imagen
esculpida”) ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en
la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso (Éxodo 20:4-5)” Por lo
tanto, hemos de distinguir cuidadosamente entre ver en el espíritu y la
idolatría.
Obviamente
no hay problema con recibir una visión de Dios cuando uno ora y espera ante Él.
Esto ha ocurrido a lo largo de la Biblia, y un ejemplo de ello está en
Apocalipsis 4:2. Aquí Juan recibe una visión celestial de Cristo, dada por
Dios, y según se desarrolla encontramos a Juan activamente involucrado,
dialogando con seres celestiales y angélicos y participando en los sueños
(Apocalipsis 10:8-11).
Sin
embargo, cuando creo la primera escena y busco una visión de Cristo, ¿acaso
estoy violando Deuteronomio 20:4 por estar haciendo una semejanza de un dios al
que luego me postraré y adoraré? No, definitivamente no.
Dios
se encarnó a sí mismo en Jesús de Nazaret, “la imagen del Dios invisible
(Colosenses 1:15)”. Este Hombre/Dios luego vivió una vida plena en medio de
nosotros, enseñándonos gráficamente, una y otra vez, la “gloria radiante de
Dios (Hebreos 1:3)”, revelándonos, imagen tras imagen, la amabilidad,
gentileza, misericordia y poder de Dios. Dios no sólo es invisible, también es
visible en Jesús de Nazaret – la más grande de todas las imágenes dadas al
hombre – por medio de los evangelios según estos nos relatan las poderosas
historias de su vida.
Ahora
tenemos una imagen de la semejanza de Dios que no ha sido creada por el hombre,
sino por Dios, retratándose perfectamente en las muchas historias que Él escribió para nosotros. Ahora,
podemos acudir a los evangelios, abrir una historia que Él eligió, leer y ver
al Dios invisible en acciones visibles. Frecuentemente, la historia misma nos
dará la respuesta precisa a nuestra necesidad.
Por
ejemplo, pidiéndole al Señor un día sobre cómo debería yo dar consejería en una
situación de embarazo ilegítimo, el Señor inmediatamente me hizo recordar la
historia de Jesús diciéndole a la mujer sorprendida en adulterio: “Ve y no peques
más”. Él no la condenó, rechazó u odió; Él la recibió, protegió y amó,
enviándola con sus instrucciones. Esta historia vino a mi corazón, completa,
con sonido y visión – la historia en la que yo podía entrar y sentir – la
historia e imagen de la elección de Dios.
Yo
no me postré y adoré esta imagen de Jesús perdonando a la mujer adúltera. En
lugar de ello, el cuadro instantáneamente me ayudó a enfocarme en el Dios
eterno e invisible que me reveló su amor y misericordia.
Llevando
a cabo este último paso, he descubierto que cuando quiero tener comunión con
Dios en general, compartir juntos nuestro amor, o compartir nuestras vidas
juntos, puedo enfocar mi ser interior en el Dios invisible e intangible y
sintonizar con Él enfocándome en su Hijo, Jesucristo, en una de las escenas más
espontáneas y más relajadas de los evangelios. Él se hace vivo según su
Espíritu Santo que mora en mí le activa dentro de mí, y tenemos comunión y
experimentamos cualquier visión que Él quiera hacer viva. Puede que caminemos juntos
por el Mar de Galilea, que nos sentemos en la ladera de una montaña, o que
experimentemos cualquier otra escena que Él quiera poner en mi corazón. Está
ordenado claramente en las Escrituras el que “fijemos (nuestros) ojos en Jesús,
el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2)”
Juan
“miró para ver (Apocalipsis 4:1)” lo que el Señor quería enseñarle. En el
versículo dos, el Espíritu Santo le tomó y una visión celestial apareció ante
él. Nosotros, también, podemos mirar para ver lo que Dios quiere hacer
aparecer. Yo he mirado a Jesús sentado junto al pozo (Juan 4) y le he pedido
que me hable las cosas que Él desee; y Él lo ha hecho, por medio de un gentil
fluir de pensamientos espontáneos. Me he dado cuenta de que cuando miro, el
hombre sentado junto a mí en el pozo no se le puede apreciar la cara, sino que
solamente tiene la forma de un hombre. Claramente los objetos visibles son
innecesarios, ni siquiera importantes. Por alguna razón, Dios no permite que la
cara aparezca claramente, y yo nunca he querido forzarlo, porque después de
todo, estamos buscando su visión y no la nuestra. Lo que está claro es su
semblante de compasión, gentileza, paz, paciencia. (Incidentalmente, después de
usar la visión por un tiempo en mi vida, el rostro de Jesús algunas veces es
claro. Lo primero que noté fueron sus ojos, llenos de amor y compasión).
Por
eso, no creo que en ningún sentido me esté “tallando una imagen “ o una
“semejanza”. En lugar de esto, estoy sintonizando con la imagen de Dios,
Jesucristo. Tampoco estoy adorando una imagen, porque la imagen cobra vida
rápidamente con el mover del Espíritu Santo según Él me dirige a tener un
encuentro de adoración con el eterno e invisible Dios Todopoderoso.
Una pantalla interior – tres
proyectores
El
diagrama y gráfico de la página siguiente le ayudará a ver y entender que los
ojos de su corazón pueden ser llenados por uno mismo, por Satanás o por Dios.
Que Dios le guíe mientras usted se abre a su sueño, su visión y su fluir
interior de imágenes divinas.
Libros sugeridos para usar
visiones cuando nos encontramos con Dios
Para
una descripción de la manera práctica en la que vive el Dr. Cho, embarazado de
sueño y visión, lea su libro La cuarta
dimensión.
Para
un buen libro que describa el uso de visión en el ministerio de sanidad
interior lea Usted puede ser
emocionalmente libre de Rita Bennett.
Como
ejemplo del uso de visión en sanidad interior en el Nuevo Testamento está el
capítulo veintiuno de Juan donde Jesús busca sanar la profunda herida del
corazón de Pedro causada por sus tres negaciones de su Señor. Para ministrar
sanidad profunda y duradera, Jesús usó las imágenes para profundizar en la
realidad del perdón y amor que Él le estaba ofreciendo a Pedro. Tanto el dolor
como la sanidad ocurrieron: 1) al anochecer; 2) alrededor de una lumbre de
carbón; y 3) conllevaba una triple confesión. El Señor provoca un encuentro que
sirve para recordarle a Pedro su negación. Aquí el Señor muestra algo de lo que
el “drama” puede hacer en sus manos por medio de sanar los recuerdos y equipar
para servir. Simultáneamente, lo que
había sido y lo que iba a ser
estaba presente en la mente y en el corazón de Pedro – un momento de intensa y
profunda imaginación y limpieza. Puede ser bien comparado con el uso del Señor
del “drama” en las parábolas; para todos los que estén interesados, “he contado
ahí mi historia“. El Señor está trabajando
en esta actividad. Es esencial para su ministerio.
UNA PANTALLA INTERIOR – TRES PROYECTORES
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Comprobando si una imagen es mía, de Satanás o de
Dios
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MÍA
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SATANAS
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DIOS
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Descubra su origen (Pruebe el espíritu – I Juan 4:1)
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Nacida en la mente.
La pintura de un cuadro.
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Una imagen fugaz.
¿Estaba la mente vacía,
vana?
¿La
imagen parece obstruccionista?
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Un
fluir vivo de imágenes procedente de lo mas interno del ser.
¿Estaba
su ser interior quietamente enfocado en Jesús?
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Examine su contenido (Compruebe la ideas – I Juan 4:5)
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||
Un
cuadro de cosas que he aprendido.
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Negativa,
destructiva, forzosa, temerosa, acusadora, viola la naturaleza y la Palabra
de Dios. La imagen teme ser probada.
Llamado
al ego.
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Instructiva,
constructiva, alentadora.
La
visión acepta el ser probada.
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Mire su fruto (Compruebe el fruto – Mt. 7:15)
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Variable
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Temor,
compulsión, atadura, ansiedad, confusión.
Ego
inflado.
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Fe
avivada, poder,
paz,
buen fruto, iluminación, conocimiento, humildad.
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Aplicación personal –
Ejercicio de escritura
Hágale
al Señor las siguientes preguntas: “Señor, ¿cuán importante es usar los ojos de
mi corazón? ¿Cómo los he estado yo usando? ¿Cómo querrías que los usara?”
Imagínese
a usted mismo y a Jesús en una historia de los evangelios tranquila. Vea la
escena a su alrededor, y luego fije sus ojos en Jesús. Sonría, disfrute de su
presencia. Hágale las preguntas de arriba; sintonice con la espontaneidad y
comience a escribir en el espacio de abajo el fluir de pensamientos e imágenes
que le vengan. No los compruebe mientras los está recibiendo, permanezca en fe,
y piense que puede comprobarlos después. Gracias, Señor, por lo que nos dices.
Desarrollando el sueño y la
visión – Hoja de trabajo* de clase
Pensamiento clave
Ya
que el sueño y la visión son usados por Dios como la principal avenida de
contacto espiritual, intentemos sensibilizarnos con su fluir dentro de
nosotros.
A.
¿Por qué desarrollar nuestra
capacidad de ver en el espíritu?
a.
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i.
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ii.
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b.
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i.
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ii.
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iii.
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iv.
______________________________________________________
c.
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d.
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e.
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f.
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B.
¿Cómo desarrollar el ver en
el espíritu?
a.
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b.
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c.
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d.
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C.
El principio del uso negativo
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