viernes, 4 de mayo de 2012

AMOR COMIENZA CON “A” DE ACEPTACIÓN.


AMOR COMIENZA CON “A” DE ACEPTACIÓN
INTRODUCCIÓN
Hacer un repaso de los conceptos básicos del mensaje del - anterior.
Hoy vamos analizar la primera letra de AMOR  "AMOR ES ACEPTAR" que tiene que ver con obediencia, con cumplir las reglas del juego.
I.            ¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS REGLAMENTOS?
a.        ¿Cómo sería jugar un juego sin reglamento?
¿Qué equipo deportivo de futbol o vóley soñaría incluirlo, si no conoce las leyes del deporte? Todo juego y todo deporte, (ajedrez, ping-pong, básquet, fulbito, etc.) tienen sus reglamentos y, Para disfrutar de un juego, todos tienen que conocer y respetar las leyes del deporte. Hemos visto en algunos deportes como el futbol terminar en una pelea de box o lucha libre.
La Felicidad es un arte y es más que un deporte. La vida hay que saber disfrutarla, pero para disfrutarla bien hay que saber vivir bien.
Esto se traducirá en felicidad y enorme satisfacción. Pero la vida, así como el deporte, está sujeta a reglas de juego. Dios lo estableció así.
b.        ¿Qué leyes existen?
Leyes que norman el cuerpo conocido como leyes fisiológicas.
Leyes que norman la mente humana, conocida como leyes psicológicas.
Leyes que norman el espíritu del hombre, conocidas como leyes morales o éticas.
La plena felicidad del hombre depende de su obediencia a las leyes. Quebrantar una de ellas afecta todo el ser.
c.         Además, las leyes morales o éticas tienen dos direcciones: Una vertical, otra horizontal.
Dirección vertical: Esta se refiere a su buena relación con Dios, su obediencia, lealtad, expresión en primer término.  Amor a Dios. Así su conciencia tendrá paz y gozo. (Luc. 10:27 p. p.) Dirección horizontal: Esta se refiere a su buena relación con su prójimo, empezando con su esposa, hijos, familia y el vecindario en general. (Luc, 10:27 u. p. En la medida que el hombre viva en armonía y relaciones lícitas con Dios (relación vertical) también vivirá en armonía lícita con su prójimo.
II.            ¿COMO HACER LO CORRECTO?
a.  Cuando le aceptamos por Salvador. Será quizá una confesión privada, en la soledad; pero entonces declaramos ante nuestra conciencia y ante Dios y sus ángeles nuestra convicción de pecado, esto es la necesidad que sentimos de Él y nuestra adhesión y asentimiento a todo lo que Él ha declarado acerca de nosotros. Confesamos que le tenemos por Salvador y que reconocemos sus promesas como verdaderas, puesto que confiamos a ellas nuestra propia vida.
b.                  Cuando lo declaramos públicamente. Tal reconocimiento íntimo deberá ser hecho público alguna vez. Es lo que nos exige, no el pastor o nuestros amigos cristianos, sino quien tiene todo derecho a pedirlo, el Autor de nuestra salvación. Dice: «El que me confesare ante los hombres». La declaración, pero, no tiene ningún valor en sí, si no es hecha con sinceridad o no va precedida o seguida de verdadera relación del alma con Dios.
Ilustración. San Agustín cuenta que un hombre rico y de gran influencia, llamado Victoriano, que vivía en Roma, visitó a otro cristiano para decirle que había aceptado a Cristo.
No lo creeré -le dijo su amigo- hasta que lo confieses en el templo.
¡Qué! -dijo Victoriano-. ¿Las paredes de un templo tienen poder para hacer que un hombre sea cristiano?
Antes de que su amigo le replicara, vinieron a su memoria las palabras del Señor: «EI que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzara». (Luc. 9:26), y exclamó: Te comprendo; no me avergonzare me bautizare.
c.         Cristo, dijo el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios, en otras palabras el que no nace de nuevo no puede vivir una vida de obediencia. (Jn. 3:1-16)
d.        Debemos recordar que Jesús antes de comenzar su Ministerio fue donde Juan el Bautista, quien estaba bautizando en el agua, y Cristo fue sumergido por Juan en el río.
e.        Sin duda fue un acto muy importante e indispensable en la vida de Cristo-hombre. Cuando Cristo le dice a Nicodemo "es necesario nacer de agua" se estaba refiriendo al bautismo por inmersión que cada persona al aceptar a Cristo como su Salvador personal debe realizar como muestra de su aceptación.
f.          Amigos debemos recordar que en el principio (en el Edén) el hombre era hijo de Dios, pero luego de la introducción del pecado el hombre dejo de ser "hijo de Dios" y pasó a ser "hijo del Diablo".
g.        El nacimiento del agua es el acto público mediante el cual el hombre expresa su deseo y aceptación de ser adoptado por Dios.
Si no nacemos de agua será imposible obedecer a Dios. La felicidad comienza cuando tu comienzas a obedecer a Dios como él desea. (Mar. 16:16)
Ilustración. En la época de la esclavitud se estaba rematando a un esclavo fornido, llamado José. Pero el hombre no quena saber nada con eso de obedecer a un amo. Entre el grupo de los presuntos compradores había uno con semblante de bueno que se subía sistemáticamente las ofertas. Y José lo noto. Cada vez que alguien ofrecía más, este caballero subía nuevamente la oferta. Entonces
José comenzó a decirle:
No malgaste su dinero, porque yo no voy a trabajar.
Pero el caballero no hacía caso de los comentarios del esclavo José.
Seguía subiendo la oferta y José insistía. :
No vale la pena que me compre, no voy a trabajar.
Finalmente nadie se animó a pagar más y ese caballero recibió la documentación que atestiguaba que era el legítimo dueño de José.
Mientras iban en el carruaje. José con los brazos despectivamente cruzados sobre su fornido pecho sin ropas, repetía:
Aunque me mate, ¡yo no voy a trabajar!
Al llegar a la residencia del nuevo amo de José, entraron a la oficina, y el esclavo rechazó el ofrecimiento bondadoso de tomar asiento.
José vio que el patrón escribía en papel oficio y finalmente firmaba algo que parecía ser una especie de documento. Mientras José seguía diciendo con acento despectivo:
-  ¡Yo no voy a trabajar!
-  José -preguntó el patrón - ¿sabes leer?
-  Sí, pero no trabajaré, aunque me mate!
-  Bien -dijo el patrón- este documento es tuyo, léelo.
De mala gana José estiró la mano y comenzó a leer.  De pronto, cambio de semblante. Comenzó a emocionarse y las lágrimas le corrían por el rostro. Finalmente conmovido, al ver que ese documento decía que a José se le concedía el derecho a ser un hombre libre exclamo:
Pero, señor. ¿Usted pagó esto por mí, para darme la libertad?
Efectivamente José. Y ahora eres un hombre libre. Mas conmovido, todavía, José exclamó:
Pues entonces, señor seré su esclavo voluntario. ¡Mande, que José obedece!
CONCLUSION
El hombre no convertido es un José que, aunque lo maten no va obedecer. Rom. 8:7.
La felicidad tiene leyes, que debemos Aceptar y cumplir
Pero, es imposible para toda persona obedecerlas.
La única alternativa es nacer otra vez, es decir, llegar a ser otra persona por el poder del Espíritu Santo. La única condición es que lo deseemos y se lo pidamos.
Voy a leer la oración del pecador arrepentido que pide un nuevo corazón. (Leer a media luz con solemnidad el Sal. 51:1-10).
¿Cuántos queremos pedirle al Señor un nuevo corazón una nueva vida?
Oremos. Repitan en voz muy baja esta oración...
Con el nuevo corazón que el Señor les ha dado podremos obedecerle y seremos felices.
Mañana descubriremos el segundo paso para encontrar el verdadero AMOR











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