AMOR COMIENZA
CON “A” DE ACEPTACIÓN
INTRODUCCIÓN
Hacer un repaso de los conceptos básicos del
mensaje del - anterior.
Hoy vamos analizar la primera letra de AMOR
"AMOR ES ACEPTAR" que tiene que ver con obediencia, con cumplir las reglas
del juego.
I.
¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS
REGLAMENTOS?
a.
¿Cómo sería
jugar un juego sin reglamento?
¿Qué equipo deportivo de futbol o vóley soñaría
incluirlo, si no conoce las leyes del deporte? Todo juego y todo deporte, (ajedrez, ping-pong,
básquet, fulbito, etc.) tienen sus reglamentos y, Para disfrutar de un juego, todos tienen que
conocer y respetar las leyes del deporte. Hemos visto en algunos deportes como el futbol terminar en una pelea de box o lucha
libre.
La Felicidad es un arte y es más que un deporte. La vida hay que saber disfrutarla, pero para
disfrutarla bien hay que saber vivir bien.
Esto se traducirá en felicidad y enorme
satisfacción. Pero
la vida, así como el deporte, está sujeta a reglas de juego. Dios lo estableció así.
b.
¿Qué leyes existen?
Leyes que norman el cuerpo conocido como leyes
fisiológicas.
Leyes que norman la mente humana, conocida como leyes psicológicas.
Leyes que norman el espíritu del hombre,
conocidas como leyes morales o éticas.
La plena felicidad del hombre depende de su
obediencia a las leyes.
Quebrantar una de ellas afecta todo el ser.
c.
Además, las leyes morales o éticas tienen dos direcciones: Una vertical, otra horizontal.
Dirección vertical: Esta se refiere a su buena
relación con Dios, su obediencia, lealtad, expresión en primer término. Amor a Dios. Así su conciencia tendrá paz y gozo. (Luc.
10:27 p. p.) Dirección
horizontal: Esta se refiere a su buena relación con su prójimo, empezando con su esposa, hijos, familia y el vecindario en
general. (Luc, 10:27 u. p. En la medida que
el hombre viva en armonía y relaciones lícitas con Dios (relación vertical) también vivirá en armonía lícita con su
prójimo.
II.
¿COMO
HACER LO CORRECTO?
a. Cuando le aceptamos por Salvador. Será quizá una
confesión privada, en la soledad; pero entonces declaramos ante nuestra conciencia y ante Dios y sus ángeles nuestra
convicción de pecado, esto es la necesidad que sentimos de Él y nuestra
adhesión y asentimiento a todo lo que Él ha declarado acerca de nosotros. Confesamos que le tenemos por Salvador y que
reconocemos sus promesas como verdaderas, puesto que confiamos a ellas nuestra propia
vida.
b.
Cuando lo declaramos
públicamente. Tal reconocimiento íntimo deberá ser hecho público alguna vez. Es
lo que nos exige, no el pastor o nuestros
amigos cristianos, sino quien tiene todo derecho a pedirlo, el Autor de nuestra salvación. Dice: «El que me confesare ante los hombres». La declaración, pero, no tiene
ningún valor en sí, si no es hecha
con sinceridad o no va precedida o seguida de verdadera relación del
alma con Dios.
Ilustración. San Agustín cuenta que un hombre rico y de gran influencia, llamado
Victoriano, que vivía en Roma, visitó a otro cristiano
para decirle que había aceptado a Cristo.
No lo creeré -le dijo su
amigo- hasta que lo confieses en el templo.
¡Qué! -dijo Victoriano-. ¿Las paredes de un
templo tienen poder para hacer que un hombre sea cristiano?
Antes de que su amigo le replicara, vinieron a su
memoria las palabras del Señor: «EI que se avergonzare de mí y de mis palabras,
de este tal el Hijo del hombre se avergonzara». (Luc. 9:26), y exclamó: Te comprendo; no me avergonzare me bautizare.
c.
Cristo, dijo el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios, en otras palabras el
que no nace de nuevo no puede vivir una vida de obediencia. (Jn. 3:1-16)
d.
Debemos recordar que Jesús antes de comenzar su Ministerio fue donde Juan el Bautista,
quien estaba bautizando en el agua, y Cristo fue sumergido por Juan en el río.
e.
Sin duda fue un acto muy importante e indispensable en la vida de Cristo-hombre. Cuando Cristo le dice a Nicodemo
"es necesario nacer de agua" se
estaba refiriendo al bautismo por inmersión que cada persona al aceptar a Cristo como su Salvador personal debe realizar
como muestra de su aceptación.
f.
Amigos debemos recordar que en el principio (en el Edén) el hombre era hijo de Dios, pero luego
de la introducción del pecado el hombre dejo de ser "hijo de Dios" y pasó a ser
"hijo del Diablo".
g.
El nacimiento del agua es el acto público mediante el cual el hombre expresa su deseo y
aceptación de ser adoptado por Dios.
Si no nacemos de agua será
imposible obedecer a Dios. La felicidad comienza cuando tu comienzas a obedecer a Dios
como él desea. (Mar. 16:16)
Ilustración. En la época de
la esclavitud se estaba rematando a un esclavo fornido, llamado José. Pero el hombre no
quena saber nada con eso de obedecer a un
amo. Entre el grupo de los presuntos compradores había uno con semblante de
bueno que se subía sistemáticamente las
ofertas. Y José lo noto. Cada vez que alguien ofrecía más, este caballero subía nuevamente la oferta. Entonces
José comenzó a decirle:
No malgaste su dinero, porque yo no voy a trabajar.
Pero el caballero no hacía caso de los
comentarios del esclavo José.
Seguía subiendo la oferta y José insistía. :
No vale la pena que me compre, no voy a trabajar.
Finalmente nadie se animó a pagar más y ese
caballero recibió la documentación que atestiguaba que era el legítimo dueño de José.
Mientras iban en el carruaje. José con los
brazos despectivamente cruzados sobre su fornido pecho sin ropas, repetía:
Aunque me mate, ¡yo no voy a trabajar!
Al llegar a la residencia del nuevo amo de José,
entraron a la oficina, y el esclavo rechazó el ofrecimiento bondadoso de tomar asiento.
José vio que el patrón escribía en papel oficio
y finalmente firmaba algo que
parecía ser una especie de documento. Mientras José seguía diciendo con acento despectivo:
- ¡Yo no voy a trabajar!
-
José -preguntó
el patrón - ¿sabes leer?
-
Sí, pero no trabajaré, aunque me mate!
- Bien -dijo el patrón- este
documento es tuyo, léelo.
De mala gana José estiró la mano y comenzó a leer. De pronto, cambio de semblante. Comenzó a
emocionarse y las lágrimas le corrían por el rostro. Finalmente conmovido, al
ver que ese documento decía que a José se le concedía el derecho a ser un hombre libre exclamo:
Pero, señor. ¿Usted pagó esto por mí, para darme la libertad?
Efectivamente José. Y ahora eres un hombre
libre. Mas conmovido, todavía, José exclamó:
CONCLUSION
El hombre no convertido es un José que, aunque lo maten no va obedecer. Rom. 8:7.
La felicidad tiene leyes, que debemos Aceptar y
cumplir
Pero, es imposible para toda persona obedecerlas.
La única
alternativa es nacer otra vez, es decir, llegar a ser otra persona por el poder
del Espíritu Santo. La única condición es que lo deseemos y se lo pidamos.
Voy a leer la oración del pecador arrepentido que pide un nuevo corazón. (Leer a media luz con
solemnidad el Sal. 51:1-10).
¿Cuántos queremos pedirle al Señor un nuevo
corazón una nueva vida?
Oremos.
Repitan en voz muy baja esta oración...
Con el nuevo
corazón que el Señor les ha dado podremos obedecerle y seremos felices.
Mañana descubriremos el segundo paso para encontrar el verdadero AMOR
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