La
libertad cristiana
Trasfondo Bíblico: (1 Corintios 9:19-23; 10:23-11:1, 17-22)
Verdad central: La libertad cristiana es privilegio y responsabilidad.
Texto áureo: "Porque
vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la
libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los
otros". Gálatas 5:13
Objetivos
1. Considerar hasta donde llega la libertad de la que
goza el cristiano en la ausencia de las detalladas restricciones de la Ley.
2. Aceptar la responsabilidad de renunciar a las
libertades personales para el progreso del evangelio y la edificación del
Cuerpo de Cristo.
Bosquejo General:
I. La libertad y la responsabilidad
A. Los limites de la libertad
B. El interés por los demás
II. El abuso de la libertad
A. Las divisiones siguen
B. La conducta vergonzosa
III. El debido uso de la libertad
A. El sacrificio de los derechos personales
B. Siervo de todos
Introducción
En un tiempo el apóstol Pablo fue un esclavo de la
ley. Fue librado de la ley cuando conoció a Cristo. Sin embargo, reconocía que
no debía abusar de la libertad que tenia en Cristo. La libertad cristiana
conlleva una gran responsabilidad y debe siempre ser motivada por el interés
por los demás. Pablo se negaría a sí mismo la libertad legítima cuando causara
problemas a los demás que carecían del entendimiento espiritual que él poseía.
El prefería la conciencia de ellos a sus derechos propios. La gran misión de
Pablo fue ganar almas perdidas para Cristo. Mientras que lo primordial para
Pablo era obedecer a Dios, lo segundo era no estorbar a los demás con algunas
acciones propias. Dejaría a un lado su propia libertad para ganar a alguien
para el evangelio.
Comentario Bíblico
I. La libertad y la responsabilidad (1 Corintios 10:23
a 11:1)
A. Los límites de la libertad
"Todo" (versículo 23)
incluye la enseñanza de Pablo tocante a lo que uno puede comer y beber. Pablo
repite la palabra, poniendo énfasis en que ningún alimento en sí es pecaminoso.
Parece que en realidad citaba a algunos de los miembros de la iglesia que
insistían en que les era permitido comer o beber lo que quisieran. Bajo la
gracia no estaban atados por las leyes dietéticas de Moisés, así que Pablo
estuvo de acuerdo en que de veras podían comer y beber lo que quisieran.
Pregunta. ¿Por qué se
deben reconocer los limites la libertad?
Sin embargo, Pablo respaldó su respuesta con dos
declaraciones. La primera es: "No todo conviene", ni
aprovecha. La segunda declaración es: "No todo edifica", o
sea, no eleva a los demás ni promueve su bienestar. Debemos interesamos no sólo
por nuestros propios intereses, sino por el "bien" de los demás
(versículo 24).
B. El interés por los demás
La carne que se vendía en el mercado ya no tenía
ningún significado religioso aunque hubiera sido ofrecida a un ídolo antes de
venderse. Cuando el cristiano compraba la carne, Pablo dijo que no debía
hacerse preguntas sobre dónde había estado antes de traerla al mercado. Después
de todo, el Señor puso a los animales sobre la tierra y le pertenecen junto con
todo lo demás (versículos 25 y 26). El ofrecer la carne a los ídolos sin vida
no podía cambiar el hecho de que Dios es el dueño del mundo y todo lo que en él
hay.
En el versículo 27 Pablo aplicó el mismo principio al
cristiano a quien se invita a una comida en la casa de un incrédulo. Si no se
menciona nada acerca de la carne sobre la mesa, el cristiano debe comerla, pero
luego viene otro principio: El incrédulo podría decir: "Esto fue sacrificado
a los ídolos" (versículo 28). En ese caso, el cristiano debería
abstenerse, no porque le afectara la conciencia, sino por la posible influencia
en el incrédulo. Si el creyente comiera la carne después que se le hubiera
dicho que había sido ofrecida a los ídolos, eso sería como aprobar la
idolatría.
En los versículos 29 y 30 Pablo se anticipó a la pregunta:
"¿Por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?"
El versículo 31 la contesta enfáticamente: "Porque debes glorificar
a Dios en todo lo que hagas, incluso el comer y beber." No le traería
ninguna gloria a Dios si los cristianos hicieran algo que estorbara a los
demás.
Pregunta: ¿Hasta qué
punto pueden las acciones de una persona hacer que otros tropiecen?
El versículo 33 no implica que Pablo comprometería los
principios cristianos para complacer a todos. Quiso decir que al ejercer su libertad
cristiana no pensaría sólo en sus propios intereses. Hiciera lo que hiciera,
incluso el comer y beber, haría todo lo posible para no poner obstáculos que
estorbaran la salvación de los demás.
"No procurando mi propio beneficio, sino el de
muchos" es el principio que guiaba a Pablo. Eso explicaba los
límites que se había fijado en el ejercicio de la libertad que le pertenecía
con justicia.
Los cristianos a menudo se enfrentan a costumbres que
no se mencionan en la enseñanza bíblica. En este pasaje, Pablo establece dos
pruebas para hacer la debida elección. En primer lugar, hay que considerar si
cierto acto haría tropezar a alguien, o sea, si crearía un estorbo al incrédulo
o al cristiano débil. Luego se debe decidir si esa actividad le daría gloria a Dios.
¿Podríamos contar con su bendición si la realizamos? Junto con la oración, esas
dos guías dan una manera razonable de decidir el comportamiento cristiano.
II. El abuso de la libertad (1 Corintios 11:17-22)
A. Las divisiones siguen
Este pasaje contiene algunos de los reproches más
duros de Pablo. Al comienzo del capítulo 11 dijo: "Os alabo,
hermanos" (versículo 2), y mencionó su agradecimiento por su atención
a sus enseñanzas. Sin embargo, tenía que tratar otra situación en la que no los
podía encomiar. Introdujo esta sección de critica con un breve elogio para
ablandar la dureza de su reproche, "no os alabo" (versículo
17).
Pregunta: ¿Cómo puede
la asistencia a la iglesia convertirse en una función vacía?
Pablo dijo que sus reuniones en la iglesia
hacían más mal que bien: "Porque no os congregáis para lo mejor,
sino para lo peor". El problema tenía sus raíces en las divisiones
que seguían destrozando a la congregación. Pablo trataba de ser amable diciéndoles
que "en parte" creía lo que había oído acerca de las razones por la
falta de unidad. Esperaba que no fuera todo cierto pero estaba seguro que era
más que un rumor.
Las disensiones de las que habla en el versículo 19
pueden ser el resultado de la difusión de la falsa doctrina, pero este no era
el caso de ellos. La iglesia se había fragmentado por otras razones. Pablo dijo
que si algo bueno podría resultar de tales divisiones, sería la revelación de
los que seguían al Señor de veras. La conducta de los verdaderos discípulos
pondría a luz los malos motivos de los que no seguían al Señor.
B. La conducta vergonzosa
Los corintios se burlaban de la cena del Señor. En la
iglesia primitiva, a la participación en la Cena del Señor a menudo precedía un
banquete de amor llamado el ágape.
Lo podríamos llamar una comida de confraternidad. Cada
familia traía comida y todos comían juntos antes de participar en la comunión.
Esa comida debía haberlos preparado para un precioso tiempo de adoración en la
mesa del Señor.
Pregunta: ¿En qué
sentido despreciaban algunos corintios a la Iglesia?
Sin embargo, lo que tenía la intención de ser un
sagrado recordatorio del sacrifico de Jesús se degeneró hasta el punto en que
no merecía el nombre de la Cena del Señor (versículo 20). No todos los miembros
de la iglesia estaban en el mismo nivel económico. El versículo 21 describe el
problema. Los ricos traían mucha comida y se daban a la glotonería, pero otros
eran tan pobres que no podían traer nada o traían muy poco. Los ricos deberían
compartir su comida con los pobres, pero no lo hacían. Lo peor de todo es que
se preocupaban tanto por su propio placer que se emborrachaban. La reunión se
había convertido en fiesta y no de adoración.
En el versículo 22, Pablo les informa que si quieren
celebrar así, sea en sus hogares, no en la iglesia. Tal comportamiento
demostraba desprecio a la iglesia. Pablo volvió a repetir su introducción al
tema, primero preguntando: "¿Os alabaré?" Terminó
diciendo enfáticamente: "En esto no os alabo." En el
resto del capítulo Pablo les recordó cómo se había originado la Cena del Señor.
Siguió advirtiéndoles sobre las serias consecuencias espirituales que les
esperaban si no se arrepentían y cambiaban su comportamiento.
Todos los creyentes están en el mismo nivel ante Dios,
no importa cuál sea su nivel social ni su posición económica. Los que tienen
abundancia deben compartirla con los necesitados. Las diferencias en los
niveles de bendición material no deben ser causa de división.
III. El debido uso de la libertad (1 Corintios
9:19-23)
A. El sacrificio de los derechos personales
Muy a menudo los enemigos de Pablo lo atacaban
respecto a su autoridad apostólica. Pablo sentía mucho tener que rendirles
cuentas a sus críticos, pero creía que era necesario. En el capítulo 9 expone
los distintos "derechos" que tenía por ser apóstol. Al que le dedicó
más espacio fue a su derecho de recibir sustento financiero de las personas a
quienes servía.
Pregunta: ¿Qué motivaba
a Pablo para no exigir que se le sostuviera con dinero?
Pablo había sacrificado ese derecho y se sostenía
mientras predicaba el evangelio para que no se le acusara de interesarse sólo
en el dinero de los hermanos.
En los versículos 19-23 Pablo amplió su explicación de
la manera en que limitaba el ejercicio de sus derechos por el bien de los
demás. Nadie proclamó la gloria de la libertad en Cristo con más ahínco que
Pablo.
B. Siervo de todos
En el versículo 19 Pablo dijo que era libre pero que
se había hecho siervo de todos con el propósito de ganarlos para Cristo. Al
llamarse "siervo [esclavo] de todos," da el ejemplo de
Jesucristo que dijo: "El Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir" (Mateo 20:28).
Aunque Pablo era apóstol de los gentiles, también
ministraba a los judíos. Trabajaba entre los creyentes que eran fuertes y
maduros y también entre los débiles. Dondequiera que iba. Pablo respetaba la
cultura y las convicciones de la gente cuando lo podía hacer sin comprometer
las normas de Dios. No ostentaba su libertad ni hacía lo que ofendiera a los
que le rodeaban por tener el "derecho".
Pablo estaba consciente de que el pueblo
obedecía la ley. A veces él la obedecía por el bien de los judíos a quienes predicaba.
Cuando llevó consigo a Timoteo a Derbe y a Listra, Pablo lo circuncidó porque
los judíos allí sabían que el padre de Timoteo era gentil (Hechos 16:1-3). En
Hechos 18:18 Pablo se rapó la cabeza después de haber hecho un voto, costumbre
común entre los judíos. Hechos 21:20-26 registra otra ocasión cuando participó
en ceremonias importantes para los judíos para no ofenderlos. Pablo no
transigía en la predicación del mensaje de la salvación en Cristo solo. Hizo
cosas que no estaba obligado a hacer para poder evitar las ofensas que hubieran
estorbado sus esfuerzos de ganar a la gente para Cristo.
Pregunta: ¿Cambió Pablo
el mensaje del evangelio haciéndose como judío a los judíos?
Pablo dijo claramente que nunca se había comportado
desordenadamente. Sin embargo, cuando ministraba a los gentiles que nunca
habían observado la ley de Moisés, respetaba su cultura mientras no entrara
conflicto con su lealtad a Cristo (versículo 21). Su referencia al débil
(versículo 22), sin duda alguna, era a los creyentes espiritualmente inmaduros
de los que escribió en el capítulo 8. Para su beneficio, Pablo no haría uso de
su libertad de comer carne ofrecida a los ídolos. "Por causa del
evangelio" subraya toda la perspectiva de Pablo en lo tocante a la
libertad cristiana. El refrenaría sus propios deseos y libertad si fuera
necesario para asegurarse de no estorbar la influencia del evangelio (versículo
23).
Pablo no sugirió que se puede hacer algo sobre lo que
se tiene dudas para poder "alcanzar" a los perdidos. Se
refería a lo que puede acomodar los sentimientos de ellos sin violar las
Escrituras. Si somos sensibles al Espíritu Santo nos dará la sabiduría para
conocer nuestras limitaciones. La motivación debe ser ganar al pecador, no
aprobar su pecado.
Aplicación
Aunque estamos libres de los ritos de la ley de
Moisés, todo lo que hacemos debe glorificar a Dios. Esto debe ser siempre lo
primordial. En muchas ocasiones la libertad también incluye a otras personas.
¿Acaso algo que hagamos con conciencia limpia impedirá que alguien encuentre a
Cristo o le causará problemas a un cristiano cuya estabilidad espiritual no sea
firme?
La libertad es una bendición aun cuando reconozcamos
sus limitaciones. Muchos "exigen sus derechos" y se
apresuran a quejarse si las leyes estorban esos derechos. Algunas veces estos
clamores provienen del espíritu rebelde y la determinación de estar libre de
toda restricción. Tal actitud es completamente contraria al Espíritu de Cristo.
"Hacer lo suyo" no concuerda con el estilo de vida de sus
seguidores.