sábado, 5 de mayo de 2012

Poderosa vigilia de unción hoy.

Amigos hoy el la Iglesia Misión Profética Nueva Sion, te estamos invitando a que juntos nos gocemos en el Señor Jesús en una poderosa vigilia de poder, en don habrá participación de diferentes músicos y habrá `predicador invitado te esperamos en la casa de oración.

viernes, 4 de mayo de 2012

(Contra la secta Sanmartiniana)







(Contra la secta Sanmartiniana)















Roberto Miguel Filippa











































Serás lo que debas ser de lo contrario serás un esclavo de una secta




“No prometas libertad si no tienes la llave de la jaula”









































Capítulo 1

Fría mañana de agosto en las sierras – Dialogo con el poeta Sanmartiniano – padre de la patria, vuelo de cóndor, San Martín – Refutando el antiguo culto al demonio-héroe  - La “devotio” de Decio – Nerón – Usos funerarios africanos en el siglo XIX – El “marabú”  y los poderes sobrenaturales  de un muerto en la batalla – Gardel, Perón, y don José de San Martín, máximos anticristos argentinos – No soy Josías, pero... – Ni santo de la espada ni gran libertador –

E
l viento frío de agosto, dormido después de urdir el brillo de los peñones erosionados del Cerro la Banderita, bajó con rabia por la Avenida “Edén”, recorrió toda la ciudad, huyó, elevándose hacia las nubes peladas, y quedó suspendido de ellas.
Doblaban las campanas de la catedral en su fálica torre, la mañana todavía sin sol municipal ahogaba vegetales trinos y un disloque melodioso, anticipo de cercana primavera.
La ciudad de La Falda empinaba bajo el cielo nublado como de nieve, como si un monte de granito se demoliera, y me quedé repartiendo Volantes-plaga en la vereda... a veces, alguien se detenía para hablar y me dejaba bellos y espontáneos argumentos que luego daban un hálito de frescura a los capítulos de mi libro.
Esa mañana se acercó un poeta, cabello a lo Giovanni, Papini, y cara de ruso, me regaló tres libros. Uno sobre caudillos argentinos.

-          ¿Sobre San Martín no tiene nada?
-          Algo hay.
-          Quiero escribir una crítica sobre el libertador que no libertó a nadie.
-          ¿Qué? – dijo extrañado el poeta.
-          ¿Vió ese libro titulado “Don José”, que han editado y que cuando lo presentan, surgen revuelos por parte de un grupo autodenominado ‘Sanmartinianos’?
-          Sí – dijo el poeta – pero a mí no me importa que San Martín haya tenido una concubina o haya sido hijo bastado, yo valoro su magnífico ejemplo de caudillo y libertador, ¿Vió? Como lo manifiesto en estas inspiradas estrofas...:

Y diciendo esto el poeta, me abrió uno de los libros que me había regalado, y de allí leyó:

General José de San Martín “Padre de la Patria”

Desde un ranchito de pirca de Yapeyú, cruzó el mar de ida para aprender el arte de la guerra y lo cruzó de vuelta para tomar el mando de su batallón de Granaderos a caballo, formado por él mismo y que cubrió la gloria a partir de la batalla de San Lorenzo: soñar y realizar el cruce de los Andes  y libertar a Chile y al Perú.
Su historia, su vida, la conocen todos los argentinos, pero junto a él se forjaron casi todos los caudillos por eso; la noche más importante, cuando la última luna de Cosquín, marca el cierre de Cosquín ’82 del Festival de los Caudillos Argentinos, lo evocamos a él, el grande de los grandes, porque ya no es un caudillo argentino el que evocamos en su figura, es un caudillo de América.
Es el Santo de la Espada, es el hombre que se aleja victorioso, cargado de glorias para no presenciar las luchas internas que desangraron por largos años esta, su tierra. Por eso, con el mayor de los respetos, agregamos una piedrita más a su monumento con este homenaje:

 Brigadier General de San Martín Padre de la Patria
Clarín publicó: ¡Presente!

Vuelo de cóndor
San Martín estás pensando
mañana habrá que pelear
hoy más que nunca estás solo
¡Qué cara es la libertad!

Soñás, una patria grande
Donde reine la igualdad
Apoyado en el trabajo
Que tiene un cuanto de pan.

Cruzaste la Cordillera
con tu genial estrategia.
¡Vuelo de cóndor el tuyo!
De genio para la guerra.

Pero qué grande el dolor
Por los hombres que perdiera.
la gloriosa infantería
que sembró valor ¡en mi tierra!

Suenan fuerte las guitarras
mi homenaje es para ella
¡Adelante infantería...
hay que defender mi tierra!

San Martín estás durmiendo
ya no tendrás que pelear
ya nunca estarás tan solo
vivimos en libertad

San Martín
nos diste una patria libre mi General
por ella diste la gloria sin vacilar
y muchos no te entendieron no sé por qué
hoy sos grande entre los grandes lo merecés

Lo merecés mi General porque tu bandera
siempre fue libertad

Desde un rancho de piedra de Yapeyú
remontaste cordilleras piedra y quietud
los cóndores te guiaron sin vacilar

América victoriosa te vió pasar
Gran Capitán
lo merecés mi General
porque tu bandera siempre fue libertad.*

-          Claro  dije cuando el peta dejó de leer  apasionadamente sus propios versos – pero, ¡oiga! Cuando yo pinto en un libro su parte negativa, oscura, hipócrita y/o pícara de un líder o caudillo, lo hago con el sólo propósito de destruir la idolatría, desenmascarar un anticristo, desmitificar a un ídolo y enaltecer a Cristo, en todo caso, el verdadero libertador es Cristo.
-          O.K. – dijo el poeta no muy convencido y se fue.
Las aguas escasa y turbias del Río Grande de punilla corrían ahora despaciosamente en su reducido cauce invernal, y, como perdonando, lamían los yuyales que crecían cerca del puente de piedra del Morecabo salpicado por el río y custodiado por viejos y rugosos sauces llorones. Cuando pasé por ahí esa mañana pensé cuán equivocado estaba el poeta en exaltar, carnal y apasionadamente a San Martín  - el don José que no libertó absolutamente a nadie - ¡Al contrario! Estaba reflotando el antiguo culto al demonio héroe:

Culto al héroe
El advenimiento del racionalismo, o sea de la cultura fue resaltado por un cambio de significado de la muerte de Dios.
El Dios antiguo no era bueno, inteligente, hermoso, no útil. Lo mismo podía ser un esclavo que un paralítico que un animal... el prestigio se lo concedía el hecho de darle muerte.
En otras áreas culturales, aunque se seguía matando al Dios, se quiso hacer del él un Dios impulsos, bienhechor, un Dios salvador, y explicar su muerte, un sacrificio, como un servicio a los hombres.
La búsqueda de una causa y un fin del sacrificio del dios intrigó a la humanidad con nuevas inquietudes, y cambió la faz del mundo. La antigua idea del dios que muere y la nueva idea del dios que rinde un servicio a la tribu se combinaron y trajeron el culto al héroe.

 Aparición del héroe
Los “héroes” sin las guías de los pueblos, sus jefes religioso o militares, desde antiguo, el pueblo estaba acostumbrado a ver morir a sus reyes, inmolados en ceremonias rituales o suicidio.
Pero lo héroes sucumbían en el campo de batalla para que triunfara una ideología religiosa (guerra santa) o nacional (patriotismo).
El que muere en el campo de batalla ¿No cumple acaso las mismas condiciones que la víctima sacrificada sobre un altar y en un ritual religioso y que, al morir, se convierte en un dios? El héroe, es decir, el caudillo muerto en batalla – y más tarde cualquier personaje que ha prestado algún servicio al grupo, o más a menudo todavía, que solo ha ocupado un puesto importante – sucede a la víctima del ritual en la veneración popular.
Se comprende así que el cadáver del héroe sea preservado en una cámara funeraria que forma parte de un lugar sagrado y que sus restos mortales se conviertan en el objeto y parte del culto.
Todavía hoy, el culto que se rinde  a los grandes hombres – bienhechores de la humanidad, al igual que los héroes y los dioses – puede considerarse como una herencia del antiguo culto a los héroes. Las exequias nacionales y los importantes catafalcos son la continuación de ceremonias análogas antiquísimas celebradas con formas más burda.
Durante una batalla entre romanos y latinos, en 340 a. C., el cónsul Decio, revestido con una gota de color púrpura puso sus pies sobre una lanza y declaró que consagraba “a las sombras”, no sólo a su adversario sino también a su persona.
Tras estas palabras, se puso los ornamentos sacerdotales, montó a caballo y se lanzó contra el enemigo.
Al día siguiente fue encontrado su cadáver.
Este suceso, sacado de la historia romana, nos hace comprender cómo el sacrificio del héroe sustituyó al antiguo suicidio ritual.
De esta forma, un acto beneficioso constituye una acción cuyo carácter religioso es su único fin, pero que no es útil a nadie ni sirve de nada.
Al morir en el campo de batalla, Decio pasa a representar el papel de los reyes que antaño se hacían quemar en una pira.
El sacrificio que propende asegurar la victoria es una adaptación. Con miras nacionalistas bastante nuevas, del antiguo suicidio ritual que colocaba ipso facto a la víctima entre los dioses.
Tradiciones como el harakiri, el comandante que se hunde con su barco, el jefe que sale a la busca de la muerte el frente de sus tropas, a la suma, todo lo que convencionalmente llamamos acto de honor tiene su origen en conceptos religiosos muy remotos.
Nerón, al morir, dijo: “Estas palabras no son la expresión de un orgullo desmedido, como algunos han supuesto, ya que en aquél tiempo la palabra dios no tenía el significado trascendente que luego le agregaron los teólogos. Nerón era un héroe que no quería decir un hombre valiente, sino simplemente que ocupaba un puesto de mando, y todo héroe se convertía en dios al morir. La divinidad de los emperadores romanos era un título que sólo podía ser otorgado a un héroe muerto, sucesor de los dioses sacrificados.
Más aún que los pueblos civilizados, los primitivos daban a sus muertos un trato en consonancia con su rango social y prestigio.
A los esclavos no se les tributa ninguna ceremonia funeraria; los niños no tienen derecho a honores especiales; a los enemigos y a las personas que han infringido algún tabú se les quema, se los arroja al agua o se abandona su cadáver como pasto para los animales u hormigas. A los cabezas de familia y a los jefes de una localidad o tribu se los honra, en cambio, más en sus funerales que en sus vidas.
Entre los masai, pueblo africano que se distingue por su elevada estatura, de costumbres pastoriles y guerras, que han permanecido largo tiempo inaccesibles a árabes y europeos, cuando muere un niño, un joven soltero, o una mujer, abandonan su cadáver lejos del poblado para pasto de hienas y otros animales.
Cuando fallece un brujo, un patriarca, un hombre rico, y sobre todo, un gran guerrero o un jefe, se degüella un  buey o un cordero, con la grasa del animal frotan el cadáver, después lo envuelven en una piel de buey a modo de sudario y lo entierran al pie de un árbol. Echan piedras sobre su tumba y todo el que pasa por allí se ve obligado a añadir una.
Se dice que el alma de estos grandes hombres pervive en algún animal, por ejemplo una serpiente, que pase de vez en cuando por el poblado. Esa serpiente pasa a ser sagrada y se le ofrece leche.
En el siglo pasado, cuando moría un jefe de un poblado, en algunas tribus del Congo se le dejaba en su casa hasta que se le cayera su techumbre. Luego, todos los habitantes abandonaban el lugar...

El marabú
Guerrero o líder religioso que ha muerto durante una guerra santa, tiene poderes sobrenaturales y es guía de hombres en el camino hacia dios: sus descendientes heredan su prestigio y su influencia.
Las tumbas de estos personajes, llamados también marabús, revisten a la vez un carácter militar y monacal, y como tienen gran influencia espiritual son también objeto de culto. Por eso son lugares de peregrinación y de festejos populares.
En nuestros días el marabú da una idea exacta del papel que antaño tenía la cámara funeraria.*

-          Oye, estoy recogiendo, aquí y allá, un poco de bibliografía para escribir un libro contra San Martín – le dije a mi hijo Maxi mientras regresábamos en el Jeep de repartir volantes bíblicos.
-          ¡Já! – rió él – estás destruyendo a todos los ídolos de la Argentina (y él se refería a los libros “Entre Cristo y Perón”, y “Juicio a Gardel”)
-          Todo lo que se antepone a Jehová y a Cristo debe ser destruido, en este país los máximos anticristos son: Perón, Gardel y don José de San Martín, y creo que como Josías, he hallado el libro de la ley y debo poner en alto la adoración pura por sobre los cultos satánicos a poetas, cantantes o supuestos héroes asesinos.

Y mi mente viajó unos 24 años atrás, cuando el misionero yanqui; Eldon Deanne, enfurecido porque yo no me doblegaba ante él, cuando fui a la sucursal de la Sociedad Watchtower a reclamar por cinco testimonios fasos firmados en mi contra, gritó:  “!Usted Filippa no ser Josías!” ¡Já! Josías halló el libro de Jehová y empezó a limpiar el templo de cultos idolátricos.
2° Reyes 23.1-5:

Entonces el rey envió, y vinieron a él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Después de aquello el rey subió a la casa de Jehová, y también todos los habitantes de Judá y todos los de Jerusalén con él, y también los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, desde el pequeño hasta el grande:  y él se puso a leer a los oídos de todos las palabras del libro del Pacto que se había hallado en la casa de Jehová. Y el rey se quedó junto a la columna y ahora celebró el Pacto ante Jehová, de andar detrás de Jehová y de guardar sus mandamientos y sus testimonios y sus estatutos con todo el corazón y con toda el alma, por medio de poner en obras las palabras de este pacto que estaban escritas en este libro. Por consiguiente, todo el pueblo se levantó en apoyo del Pacto.
Y el rey pasó a ordenar a Hiquías sumo sacerdote y a los sacerdotes del segundo ramo y a los guardias de la puerta que sacaran del templo de Jehová todos los utensilios hechos para Baal y para el ejército sagrado de los cielos. Entonces los quemó fuera de Jerusalén, en los terraplenes de Cederrón, y trajo el polvo de ellos a Betel. Y a la fuerza dejó sin negocio a los sacerdotes de dioses extranjeros, que los reyes de Judá hubiese establecido para que hicieran humo de sacrificio en los lugares altos de las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, y también a los que hacen humo de sacrificio a Baal, al sol a la luna y a las constelaciones del Zodíaco y a todo el ejército de los cielos.
Además sacó el poste sagrado desde la casa de Jehová hasta las afueras de Jerusalén, al valle torrencial de Cederrón, y los quemó en el valle torrencial de Cederrón y lo molió hasta que quedó hecho polvo, y hechó su polvo sobre la sepultura de los hijos del pueblo. Además, molió las casas de los prostitutos del templo que estaban en la casa de Jehová, donde las mujeres tejían tiendas – capillas para el poste sagrado.
Entonces trajo a todos los sacerdotes de Judá, a fin de hacer inservibles para la adoración los lugares santos donde los sacerdotes habían hecho humo de sacrificio desde Gueda hasta Beer-seba; y demolió los lugares altos de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de Josué, el jefe de la ciudad, que quedaba a la izquierda de una persona que entrara por la puerta de la ciudad, solo que los sacerdotes de los lugares altos no subían al altar de Jehová en Jerusalén, sino que comían tortas no fermentadas entre sus hermanos. E hizo invisible para adoración a Tofet, que está en el valle de los hijos de Hinon, para que nadie hiciera pasar a su hijo o a su hija por el fuego a Mólek.
Además hizo que los caballos que los reyes de Judá habían dado al sol cesaran de entrar en la casa de Jehová por el comedor de Natén-mólec el oficial de la corte, que estaba en las galerías; y los carros del sol los quemó en el fuego, y los altares que estaban sobre el techo de la cámara del techo  de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los pilares que Manasés había hecho en dos patios de la casa de Jehová los cuales trituró allí y hechó el polvo en el valle torrencial de Cederrón, y los lugares altos que estaban en frente de Jerusalén, que estaban a la derecha del monte de arruinamiento que Salomón el rey de Israel había edificado en Astoret, la cosa repugnante de los sidonios, y a Kemós, la cosa repugnante de Moab, y a Milcom, la cosa detestable de los hijos de Amón, el rey los hizo inservibles para adoración.
E hizo pedazos las columnas sagradas y pasó a cortar los postes sagrados y a llenar en sus lugares con huesos humanos. Y también el altar que estaba en Betel, el lugar alto que había hecho Jeroboán el hijo de Nebat, que hizo pecar a Israel, aún aquel altar y el lugar alto los demolió. Entonces quemó el lugar alto; lo molió hasta que quedó hacho polvo, y quemó el poste sagrado.

Y bueno, amigos, aquí estamos con este sencillo libro, destruyendo este Baal inmundo, al cual, los idólatras humanos se deleitan en llamar: “El santo de la espada” o “El gran libertador”.




































Capítulo 2
Un contrafuerte al pié de las escarpadas montañas – “Ayer fue san Rodrigo... ¡Y también San Martín! – Idolatría es adoración de demonios – Libre de cuatro temores – Crímenes en el nombre de la libertad – Las cosas que los hombres hacen por miedo – San Martín dijo... la Biblia dice... – Don José hijo de una india o ¿Hijo del Diablo? – No humanizar a Don José, sino, endiablarlo ¿Con qué objeto? -

D
esde nuestra humilde casa misional “Jha-Shammah”*, como un contrafuerte encalvado al pie de los cerros, nos es dado el poder pasear nuestra vista hacia arriba y hacia abajo, hacia el este y hacia el oeste; aunque, una línea de sierras nos oculta hacia los cuatro rumbos, la puesta y la salida del sol, e inmensos bosques de molles que crujen  y gimen como pinos cuando los castiga el fuerte viento norte, también nos ocultan las montañas que tenemos al este y al sur.
Hacia el sur – desde el camino de cornisa que sale junto a mi garage – más o menos a 15 Km. Se ve la ciudad de Cosquín, pegado al cerro azul denominado “Pan de Azúcar”, aunque, a unos 300 metros más abajo, (sobre el nivel del mar)...
Pero ¡Vean! Desde el escritorio-biblioteca donde escribo este libro, veo un bello paisaje hacia el este. Allí en la escarpada montaña, se asientan los, más bellos bosques de molles, (sólo comparables con los de Los Cocos, La Cumbre, Cruz Chica, y Cruz Grande)
Con este panorama a la vista, este mediodía escribí un nuevo Volante-plaga contra la idolatría  de ídolos, en este caso, sobre un cantante que alcoholizado se mató en un accidente automovilístico:

Ayer fue “San Rodrigo”

Familias enteras, grupos de amigos, jóvenes abuelos con sus nietos y madres con bebés en brazos. Todos cantan, bailan, rezan, lloran, piden trabajo y hasta la curación de familiares enfermos. Todos están movilizados por una pasión: el cuartetero cordobés Rodrigo. Ayer, al cumplirse un mes de la muerte del cantante en un accidente que investiga la justicia, más de cinco mil personas pasaron por la improvisada meca bailantera que se levanta en el kilómetro 25500, de la autopista Buenos Aires- La Plata. La muerte de un ídolo (Clarín 25/ 7/ 2000).
¿A qué se debe que un cantante que vivía en el adulterio y alcoholizado, que no sabía cantar y cuyas canciones carecían de poesía y de melodía y de cuyos músicos eran peor que aficionados sin sentido de la armonía, sea idolatrado de este modo? Lo peor, ¿Sea tenido por santo?

Emoción de multitudes
Para los psicólogos el fanatismo es una adicción, con la cual al igual que las drogas, se suplen carencias. La obsesión ciega por una estrella inalcanzable revela un proceso de identificación que esconde una potente crisis de identidad. De algún modo seguir al ídolo es tomar el camino fácil. “”Es buscar satisfacer necesidades personales con una solución mágica. Es intentar tener una personalidad en segundos, sin pasar por el trabajo de construirla. Y una identidad se construye buceando en la propia individualidad, entendiendo los límites de la propia forma de ser. Es un reto que implica esfuerzo”.

Chicos con ídolos
Si un adolescente “se identifica” (se viste, se peina, habla) como su ídolo, existe la carencia de identidad propia. Ante esto no hay soluciones mágicas: habrá que armarse de paciencia, dialogar mucho y ayudarlo a construir con esfuerzo su individualidad. Un ídolo no debería ser lo único que nutre de afecto y sentido a la vida. Los especialistas coinciden en que cuando alguien se fanatiza, existe en ese ser algún vacío. Por eso resulta positivo revisar la calidad afectiva de vínculos familiares. Lo mejor es evaluar las fuentes disponibles de afecto y apuntar a mejorarlas. Los que no conocen a Dios ni a Cristo tratan de llenar ese vacío con ídolos. ¡Vean! El sabio Salomón dijo: Donde no hay conocimiento de la ley de Dios, el pueblo anda desenfrenado, pero qué admirable es la nación que conoce a Dios”. (Proverbios 29:18).
La iglesia Católica ignora olímpicamente la orden divina de no usar imágenes en el culto a Dios (Exo. 20:4-5). Por eso, el clero indocto de las escrituras es culpable del desenfreno de los adolescentes; que en vano tratan de llenar el vacío de Dios idolatrando el cadáver corrupto de Rodrigo tal como cristianos solo de nombre que pretenden mágicamente ser santos adorando una imagen pintarrajeada de algún santo. Amable lector, ¿Leyó usted la Biblia católica? “Son unos desgraciados, ponen sus esperanzas en unos seres inertes a los que llaman dioses, a la obra de manos humanas, de oro y plata labrados con figuras de animales, o una piedra inservible, obra de mano antigua, ebanista: tala un árbol terciado, lo descorteza con maña y, hace un objeto útil para los menesteres de la vida; el deshecho del trabajo lo gasta preparando comida, y sacia; el deshecho de todo que para nada sirve, un palo retorcido y nudoso, lo coge y lo talla en sus ratos de ocio y se entretiene dándole forma hábilmente hasta sacar la imagen de un hombre. (santo o virgen): y le da una mano de minio, le pinta de rojo todo el cuerpo y repasa todas sus faltas.- le prepara un nicho digno y lo coloca en la pared, sujetándolo con una abrazadera. Sabiendo que no puede valerse por si mismo, toma las precauciones para que no se caiga: es una imagen y necesita ayuda. Luego le ruega por la hacienda, la boda y los hijos. Sin sonrojarse por pedir a una imagen sin vida; pide por un ser enfermo, ruega por la vida de un muerto, solicita ayuda al más torpe y un buen viaje a quién, ni de sus pies puede valerse, para sus negocios y su trabajo el éxito feliz, pide vigor al que menos vigor tiene en sus manos. Porque Dios odia igualmente al impío y a su impiedad; también la obra será castigada con su autor. También se le pedirá cuenta por eso. Porque entre las criaturas de Dios se han hecho abominables, tropiezo para las almas de los hombres y trampa para los pies de los necios. (Sabiduría 13:10-19; 14:11 Nueva Biblia Española)*

Bueno, pues, así como “ayer fue San Rodrigo”, también – después de leer este libro – será para usted “san” San Martín.
Y, ¡vean! Uno de los títulos que propuse para este libro fue: “Don José ¿A quién libertaste?” Oigan, Jesús – el verdadero libertador – dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad os libertará” (Juan 8:32) ¿O.K.? ahora bien, el conocimiento que el culto a San Martín (o a cualquier otro prócer patriótico, es tan idolatría y adoración a los demonios como la que practican los católicos romanos con sus imágenes, porque está escrito en 1° Corintios 10:20:

No; pero digo que las cosas que las naciones ofrendan, a demonios lo ofrendan, y no a Dios; y no quiero que ustedes se hagan partícipes con los demonios.
Y en los Salmos, Salmo 106:36-37 (N.M.):

Y siguieron sirviendo a sus ídolos, y estos llegaron a ser un lazo para ellos. Y sacrificaban sus hijos y a sus hijas a los demonios.

Veamos que clase de libertad queremos:

Libres de cuatro temores

Amós7:10-17; Jn. 8:31-36, Hech. 4:13-20; 5:25-32; Gál. 5:1, 13,14; 2:4; 4:31; Rom. 6:18, 8:2; 2° Cor. 3:17.
El 6 de enero de 1914 el presidente Franklin D. Rosevelt pronunció un discurso frente al congreso de los Estados Unidos de América del Norte, y entre otras cosas que los Estados Unidos esperaban: un mundo fundado sobre las cuatro libertades esenciales: I libertad de palabra; II libertad de cultos; III libertad de trabajo; IV Libertad de eludir el temor. (I libertad para expresar sus ideas; II libertad para adorar a Dios en la forma preferida, III libertad para elegir la forma de trabajo a fin de no padecer necesidad; IV libertad de quitar todo aquello que haga que la gente sufra algún temor).*

“Dadme la libertad, o dadme la muerte”, dijo Patrick Henry, pero Romanos 6:18 (N.M.) afirma:

Si, habiendo sido libertados del pecado, vinieron a ser esclavos de la justicia.

Pero ¿Qué no se ha hecho en el nombre de la libertad?

En el nombre de la libertad (Gál 5:13)
Madame Rowland, que fue guillotinada durante la revolución francesa, después de que hubo subido al patíbulo y estaba lista para poner su cabeza debajo de la cuchilla, por casualidad vió una estatua de la libertad que estaba cerca de allí, y exclamó: “¡Oh libertad! ¡Qué crímenes son cometidos en tu nombre!” Y es verdad que los crímenes más negros y repugnantes que manchan las páginas de la historia han sido cometidos en el nombre de lo más sagrado: en el nombre de la libertad, de la justicia o de la religión. Hasta el día de hoy la libertad es sólo para el más poderoso, para el que sabe apoderarse de todo. Pablo tenía libertad para visitar Jerusalén y para purificar el templo; pero le fue quitada dicha libertad por los poderosos, y por cosa de cuatro años se le privó de ese tesoro tan preciado, estando unos dos años en Cesarea y otros dos en Roma.*

Pero el apóstol Pablo dijo: Gálatas 5:13 (N:M.)

Ustedes fueron tomados por supuesto, para libertad, hermanos; solamente que no usen esta libertad como incentivo para la carne, antes bien mediante el amor, sírvanse como esclavos los unos a los otros.

Pero ¡Vean esto!

Ø  Por miedo a la enfermedad  y a la muerte, la gente endiosa e idolatra de los médicos. Solución: hacer dietas, conocer las elementales normas de la alimentación y huir de los remedios y las vacunas.
Ø  Por miedo al juicio divino, la gente endiosa e idolatra a un pastor carismático o a un líder de una secta. Solución: estudiar profundamente las Escrituras y desasociarse de cualquier secta o iglesia organizada.
Ø  Por miedo a las guerras o a las tiranías gubernamentales, la gente endiosa e idolatra a héroes patrioteros, cuya historia y biografía se tergiversa a fin de presentar a un asesino como si fuera un santo. Solución: sujetarse a Cristo y alejarse de los ritos patrioteros.
¿Ven? Este conocimiento de la verdad ya los libera de un montón de esclavitudes cotidianas.
Pero ¿Porqué escribo este libro? Bueno ¿No lo dije ya? Pues, para dejar por sentado que el único libertador es Jesucristo.

Ø  San Martín dijo: “Serás lo que debas ser, si no, no serás nada” – Pero yo digo: “Serás lo que debas ser, de lo contrario serás un esclavo de una secta”.
Ø  San Martín dijo: “Todo buen ciudadano tiene la obligación de sacrificarse por la libertad de su país” – Pero la Biblia dice: “El que dice que permanece en unión con él está obligado él mismo también a seguir andando así como anduvo aquél” (1° Juan 2:6).
Ø  San Martín dijo: “Al americano libre corresponde transmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a  la restauración de sus derechos” – Pero la Biblia dice: “Y estas palabras que te estoy mandando hoy tiene que resultar estar sobre tu corazón y debes inculcarla a tus hijos y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino cuando te acuestes y cuando te levantes. Y tienes que atarlas como una marca sobre tu mano, y estas tienen que servirles de venda frontal entre los ojos” (Deut. 6:6-8).
Ø  San Martín dijo: “Para los hombres de coraje se han hecho las empresas” – Pero la Biblia dice. “Sólo sé animoso y muy valiente... este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides el hacer todo conforme a lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente” (Josué 1:8).
Ø  San Martín dijo: “Para defender la libertad se necesitan ciudadanos, no de café, sino de instrucción y elevación moral” – Pero la Biblia dice: “Ustedes fueron llamados, por supuesto, para libertad, hermanos; solamente que no usen esta libertad como incentivo para la carne; entes bien mediante el amor, sírvanse los unos a los otros como esclavos” (Gálatas 5.13).
Ø  San Martín dijo: “No nos ensoberbezcamos con las glorias, y aprovechemos la oportunidad de fijar al suerte del país de un modo sólido y tranquilo” – Pero la Biblia dice: “El orgullo está entes un ruidoso estrellarse, y un espíritu altivo antes del tropiezo. Mejor es ser humilde de espíritu con los mansos que dividir el despojo con los que a si mismos se ensalzan” (Prov. 16:18-19).
Ø  San Martín dijo: “Si somos libres todo nos sobra” – Pero la Biblia dice: “Sin embargo, cuando Jesús vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han llegado a realizarse, durante la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación. Él entró no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre una vez para siempre en el lugar santo, y obtuvo liberación eterna para nosotros” (Heb. 9:11-12).
Ø  San Martín dijo: “La seguridad de los pueblos a mi mando es el más sagrado de mis deberes” – Pero la Biblia dice: “Pero él les dijo: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas. Y a los que tienen autoridad sobre ellas se les llama benefactores. Ustedes, pues, no han de ser así. Antes, el que es mayor entre ustedes hágase como el más joven, y el que actúe como principal, como el que ministra” (Lucas 22:25-26).

Este año (2000) se cumplió el 150° aniversario de la muerte de Don José de San Martín, y, un ignoto escritor, con el desesperado deseo de auto glorificarse (...y vender libros, por supuesto), editó un libro titulado, no sin cierto sarcasmo: “Don José”, en el cual afirma que, el prócer argentino era un........ como dicen los correntinos en el dulce nombre Guaraní, es decir, hijo de prostituta. Como comentó Juan José Cresto, en un suplemento del periódico La Nación:

Se ha presentado un debate sobre la filiación del General San Martín y una vez más resurge la hipótesis de su origen como hijo de Don Diego de Alvear – el padre del general Carlos de Alvear – y de una india guaraní, antigua comidilla de tertulia de viejas tías, que corrían en la familia de Alvear y otras, y que muchos historiadores mas o menos informados conocíamos desde hace décadas.
Que San Martín fuera Mestizo no le quita nada a su figura (y tal vez la agrande) y que su padre fuera el ilustre hombre de ciencia y marino – después de brigadier de  la real armada – de Don Diego de Alvear y Ponce de León tampoco es  un deshonor. Sin embargo de acuerdo a la documentación disponible, y lo que de ella se desprende, ello no es posible.
La noticia, que proviene de un diario íntimo de Joaquín de Alvear, debió ser conocida también en el siglo XIX por historiadores como Bartolomé Mitre, Manuel Ricardo Téllez, Vicente Fidel López, Ernesto Quesada, Estanislao S. Cevallos, Ángel Justiniano Carranza y muchos otros, que frecuentaban a los Alvear, y que sin dudad, la habrían transferido y justificado, o no, dentro de la investigación histórica.*

Pero ¡Peor! ¿Por qué? Pues, qué si Don José, el falso libertador, fuera solo un bastardo, un hijo de la fornicación, producto del adulterio, o, como dicen los mexicanos, “hijo de la chingada”, sería poco, ¿por qué?  Porque, según la Sagrada Escritura, un hombre que usa la espada, un guerrero, es un asesino, y todo asesino es un condenado a la destrucción eterna un perro indigno del reino de Dios, un hijo del diablo.

En cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnante en su propia suciedad, y asesinos y  fornicadores y los que practican espiritismo e idolatría y los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda. (Apoc. 21:8).

En esto conocemos que nos originamos de la verdad, y aseguramos nuestro corazón delante de El, respecto a cualquier cosa que nos condene nuestro corazón, porque Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas.
Amados si nuestro corazón nos condena, tenesmos franqueza de expresión para con Dios: y cualquier cosa que le pidamos la recibiremos de él, porque estamos observando sus mandamientos y estamos haciendo las cosas que son gratas a sus ojos. En verdad, este es su mandamiento: que tengamos fe en el nombre de su hijo Jesucristo y que nos estemos amando los unos a los otros, así como él les dió mandamiento. Además el que observa sus mandamientos permanece en unión con él y en unión con el tal; y de esto adquirimos conocimiento de que él permanece en unión con nosotros, debido al espíritu que nos dió. (1° Juan 3.19-24).

¡Oiga! ¿Este es el ídolo que tiene usted? ¿Tan hueca y vacía es su personalidad, que mágicamente, pretende ser alguien, idolatrando a un esclavo de Satanás muerto hace 150 años ya?
¡Vean! Juan José Cresto, también dice, (en el artículo citado):

resulta curiosa la idea de que traer al presente un documento a todas luces fantasioso tiene por objeto “humanizar los próceres”. Me pregunto ¿Es que no eran humanos acaso? Nadie puede negar la gran obra Sanmartiniana, su trayectoria, su pensamiento, su estrategia, su visión militar, su visión de estadista, sus ideales, sus renunciamientos, su humildad.
Tampoco se puede negar su carnadura humana; su precaria salud, su preocupación de esposo y padre, sus luchas contra la incomprensión, su ostracismo voluntario. Fue simplemente un hombre normal que hizo cosas fuera de lo común y de lo normal.
A él le debemos un nombre en el mundo, tengo para mí que es suficiente motivo de homenaje y gratitud. Por supuesto que no avalamos ningún hiperbólico elogio si este no está basado en la verdad histórica documentada y probada.
Buscar en los escondrijos de su vida alguna actitud para denigrarlo y motejarlo, sin documentación respaldatoria o de dudosa veracidad ni explicar su conducta pública no es humanizarlo, sino faltar a la verdad. Porque no hay peor mentira que la verdad a medias.*

Pero en este libro ¡Oigan! No se humaniza a San Martín, sino que se lo endiabla, que es una forma un tanto indirecta e hiperbólica de decir: “no idolatrar”, eso va en contra de lo que usted practica y es muy ofensivo al Dios verdadero.
(Exo. 20:4-5).

































Capítulo 3
Escribiendo en la tormenta montañosa – www.idolatría.tonto.ar - Argentinos bobos, tontos, y necios dan culto a un militar asesino muerto – Las maestras de las escuelas que enseñan el culto a San Martín producen chicos mentirosos que confunden la fantasía con la realidad – José Ingenieros y los hipócritas – Por no participar del culto a homicidas, mis niños no van a  las escuelas patrioteras – El celo cristiano que produce llamas -

N
oche de tormenta... especial par escribir. Rodeado de libros, en mi gran escritorio-biblioteca, en mi epidermis lo irreal y la quietud que precede al estruendo de los truenos, el vendaval y la lluvia, cuando, inopinadamente un rayo desgarró ese zorruno silencio de la montaña en suspenso. Rayo violento, que fue recto, a herir la encogida soledad de la sierra desprevenida y, de inmediato, pareció que, por contraste, el silencio hubiera crecido en amenazas, pero muy pronto, otro rayo equivalente contestó al primero; y, sin tiempo a apagarse la detonación,  otro más tornó pavoroso el cuadro ya inquietante. Dos minutos escasos y un toldo de nubes se rasgó en el  esfuerzo enceguecedor de un cuarto rayo que, ¡Hay! Pareció caer muy cerca de la casa misional “Jha- Shammah”.
Luego de el estruendo, la pulsación del silencio, percutiendo en mis venas como marcando el transcurso de cada segundo de mi vida.
Entes de comenzar a escribir este tercer capítulo, dí una ojeada al periódico que estaba allí sobre el escritorio:



HOMENAJES

Máximas para Merceditas de San Martín.  
El Ministerio de  Educación prepara un spot que se emitirá este mes por el canal 7 sobre los consejos del Libertador a su única hija, sobre cuya vigencia debatirán también alumnos de distintas escuelas del país.

San Martín en la Web.
Desde el Sitio del Ministerio de Educación (www.me.gov.ar) existen vínculos con diferentes páginas de la Red donde puede obtenerse información histórica sobre la figura y la gesta del Padre de la Patria.

Ensayo.
El libro de la investigadora del Conicet Patricia Pasquali rescata cartas inéditas entre San Martín y Guido que muestran el perfil humano de una figura señera de bronce.

¡Já! ¡Cuanta idolatría! En verdad este es un país de idólatras. Lo no pudrió la iglesia Católica con sus cultos a imágenes, lo terminó de podrir las escuelas patrioteras haciendo que los niños grabaran en los círculos de sus mentes inocentes con la idolatría de un militar asesino al cual glorifican hasta el límite.
¡Já! San Martín Web...
¿No debería ser?... www.idolatría.tontos.ar ¿Tontos? Si, los argentinos – en muchas cosas me avergüenzo de serlo – son tan, pero tan tontos que, ¡Vean! Este es el país con más accidentes automovilísticos fatales: el cerebro no les da ni siquiera para conducir un vehículo veloz sin chocarlo.

Bausan – Bobo – Necio – Tonto -. Llámanse bausanes aquellos ociosos que a cada paso se detienen en las calles, amontonándose unos contra otros, solo para ver una cosa porque otros las miran o porque les causa novedad o admiración. Es defecto de vulgar, y aún en las grandes poblaciones las personas que se desdeñan pertenecen a él.
El bobo es de un entendimiento tan corto y de un genio tan dócil y confiado, que no se atreve ni a obrar ni a pensar por si mismo, cediendo siempre al impulso que le dan los demás, pues todo lo cree, a todos sigue y a todos obedece.
El bausan se detiene o por curiosidad o por admiración delante cuanto ve como si nada así hubiera visto en el mundo, como si fuera para él todo nuevo. Mira fijamente abre la boca fija la vista en el objeto con estúpida curiosidad. Basta para detenerle admirarle y sorprenderle los juguetes de un charlatán, las quimeras de una mujer, una caballería, o un carro que cayó al suelo, un papagayo que charla en un balcón ó un mono que hace gestos.
Al bobo todo le parece bueno, excelente; cuando se le dice cree, y cuando se le manda, hace: es una bestia que no puede o no quiere juzgar por si mismo. Todos tratan de engañar al tonto, y los bausanes se ríen todos unos de otros, como si cada uno de ellos no lo fuese.
Siendo también el necio incapaz de pensar por si mismo, busca en el ejemplo de los demás como debe actuar o decir; careciendo de experiencia e instrucción vive en inquieta incertidumbre, que se manifiesta, en sus manos, en su rostro, en su tono y en sus palabras: es torpe e inoportunamente franco, y cree y dice a cada instante cosas diferentes y opuestas. El necio todo lo hace al revés y cuando menos viene al caso.
El tonto es enteramente negado: todo y nada le interesa; no se cuida de lo que debe decir o hacer, ni lo que dicen o hacen los demás, todo le es indiferente, como no sean las baratijas, las fruslerías, las paparruchas, las necedades, las cosas que únicamente llaman la atención de su limitada atención.*

Y, por ser tontos, no aman la verdad, y, por no amar la verdad, ¡Creen la mentira!
2° Tes. 2:9-12:

Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos y mentirosos, y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución  porque no aceptan el amor de la verdad para que fueran salvados. Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, a fin de que todos lleguen a ser juzgados por no haber aceptado la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.

Por eso, creen que, un militar guerrero hijo del mismo diablo (según la propia Biblia) es el libertador, cuando el caso es que, por culpa de don José, los niños son esclavos de
Ø  La mentira.
Ø  La idolatría.
Ø  La hipocresía.
Ø  El patriotismo mortal.
¡Un gran libertador! (sólo se trata de un militar homicida) mezclan la fantasía con la realidad.

LOS CHICOS MENTIROSOS
A veces de la manera más inocente, y a veces, con verdadera premeditación, la mentira en el niño es casi una forma común de comunicarse en el ambiente en el que se desenvuelve.
¿Cuántas veces se debe enfrentar a un niño que miente? Cuando se le dice: “eso es una mentira”, hay que tener mucho cuidado, mentir es decir falsedades, es engañar a través de las palabras.
“Un niño que miente no siempre lo hace con la intención”, afirma la licenciada Pilar Ramírez.
Normalmente, los niños de 7 años o menos de edad suelen confundir la fantasía con la realidad. De ahí, que sus juegos parezcan tan vividamente reales. En esta edad, cuando el pequeño se acerca y dice: “Por favor, límpiame la cara que me quedó sucia por el combate en el que estuve...” formula una invitación a participar de su juego y no está intencionalmente engañando. Este tipo de “mentira” es inofensiva, sin premeditación, y sobre todo sin querer obtener algún beneficio de ella.
A partir de los 7 años aproximadamente, el niño comienza a tener conciencia de su realidad y que a veces con una falsedad y, no la verdad, puede obtener ciertos beneficios personales: por ejemplo, el niño que asegura haber comprado una golosina con una moneda que encontró en la calle, cuando en realidad la sustrajo de la cartera de su mamá.
Padres, maestros y orientadores se preocupan ante este segundo tipo de mentira en el chico, ya que, aparejadamente trae problemas posteriores.

¿PORQUÉ MIENTE?
En los niños pequeños la mentira es como parte de una juego, como si viviera su fantasía en la realidad. Cuando el chico mayor miente, puede referirse a diferentes razones:
Ø  Como imitación del padre o la madre que miente. Los niños, suelen decir, son como esponjas que todo lo absorben. Si ellos observan y viven la mentira de forma diaria, aprenden a hacerlo como algo normal y cotidiano. Es el caso de su madre al negarse ha llamado telefónico.
Ø  Por miedo: suele ser la causa mas común en la mentira del niño, quienes por el temor a la desaprobación o el castigo por parte del padre o de la madre, se ven obligados a falsear la verdad. Si el niño sabe que llevar una mala nota a casa los padres se enojarán  y le darán castigos como prohibirle mirar la televisión, seguramente dirá que no le entregaron sus notas todavía.
Ø  Ante la exigencia: cuando se le exige demasiado al niño. Y se espera de él, a veces más de lo que los adultos esperan de si mismos, el niño suele hacer creer que están a la altura de las expectativas de los padres y no miente para no defraudar. “sea cual fuera causa final de la mentira, siempre es porque el niño se encuentra en apuros”, señala la licenciada Ramírez.
El que miente es porque lo necesita con la mentira, el niño dice “auxilio”.

MOMENTO DE ALERTA
No siempre la mentira es tan grave como para preocuparse, cuando la mentira surge de la fantasía, normalmente, con la madurez del niño, esta desaparece. Cuando se trata de mentira propiamente dicha, tendrán los adultos que preocuparse si es recurrente o si se presenta como:

Ø  Mentira patológica: la famosa “mitomanía” el niño que intenta persuadir y convencer a los demás de la veracidad de sus relatos, esta es la mentira que se vuelve frecuente, una forma normal de reaccionar en el niño.
Ø  Mentira neurótica: surge como producto de un nivel elevado de ansiedad en el niño o al temor en general. Por ejemplo, el caso del niño que, frecuentemente, miente tratando a sus profesores de mal trato para esconder su rechazo escolar.

¿QUÉ HACER?
Lo primero que se debe hacer como padres o maestros es determinar que tipo de mentira es la que se enfrenta y, sobre todo, qué la motiva. Si no se sabe cual es la razón de ese “auxilio” en el niño desesperado, se corre el riesgo de equivocarse en la intervención.
La actitud de los adultos es determinante. Será necesario:

Ø  Reaccionar con calma aunque con severidad.
Ø  Felicitar o premiar al niño que dice la verdad. Si se lo castiga a pesar de que confesó, se le obligará a mentir y la próxima vez lo hará con más cuidado para que no lo descubran. Sólo en la última instancia habrá que recurrir al castigo.
Ø  Favorecer el ambiente de confianza, en la que el niño se atreva a confesar sus travesuras y sus errores. Que no sienta que cada vez que habla, ocurren cambios drásticos.
Ø  Estar alertas, por mucho que se ame a los hijos, los padres tienen que aceptar que a veces fallan, que no son perfectos e ideales como se los imaginó.
Lo ideal es que estas condiciones se den a fin de prevenir la mentira en el niño. Si estas condiciones se dan en el hogar, seguramente, el hábito de la mentira no se dará, o que, si es que ya existe, desaparecerá poco a poco. Si no llega a desaparecer, lo más lógico es buscar ayuda psicológica.*

Y son las maestras de las escuelas (sacerdotisas del demonio de la guerra) las que, producen niños mentirosos al dar culto a un homicida al cual llaman blasfemamente:

Ø  El Santo de la espada.
Ø  El gran Libertador.
Ø  El Padre de la Patria.

Esto produce una sociedad hipócrita, mentirosa y falsa.

El hipócrita evita toda amistad con sus dobleces: nadie puede confiar en su ambigüedad recalcitrante. Día tras día afloja su anastomosis con las personas que le rodean; su sensibilidad escasa impídele caldearse en la ternura ajena y su afectividad va palideciendo como una planta que no recibe sol, agotado el corazón en invierno prematuro. Solo piensa en si mismo y esa es la pobreza suprema. Sus sentimientos se marchitan en los invernáculos de la mentira y de la verdad. Mientras los caracteres dignos crecen en el perpetuo olvido de su ayer y piensan en cosas nobles para su mañana, los hipócritas se repliegan sobre si mismos, sin darse, sin gustarse, retrayéndose, atrofiándose. Su falta de intimidades les impide toda expansión, obsesionados por el temor de que su conciencia moral aflore a las superficie. Saben que bastaría una suave brisa para descorrer su liviano velo de virtud.
No pudiendo confiar en nadie, viven cegando las fuentes de su propio corazón: no sienten la raza, la patria, la clase, la familia, ni la amistad, aunque saben mentirlas para explotarlas mejor. Ajenos a todo y a todos, pierden el sentimiento de la solidaridad social, hasta caer en sórdida caricaturas de egoísmo. El egoísta mide su generosidad por el beneficio que de ella obtiene; concibe la beneficencia como una obra lucrativa para su reputación. Antes de dar, investiga si tendrá notoriedad su donativo; figura en primera en primera línea en todas las suscripciones públicas, pero no abriría su mano en la sombra. Invierte su dinero en un bazar de caridad, como si comprara las acciones de una empresa; eso no le impide ejercer la usura en privado o sacar provecho del hambre ajeno.
Su indiferencia al mal del prójimo puede arrastrarle a complicadas indignas. Para satisfacer algunos de sus apetitos no vacilará ante grises intrigas, sin preocuparse de que ellas tengan consecuencias imprevistas. Una palabra del hipócrita basta para enemistar a dos amigos o para distanciar a dos amantes, sus armas son poderosas por lo invisibles; con una sospecha falsa puede envenenar una felicidad, destruir una armonía, quebrar una concordancia. Su apego a al mentira se hace acoger benévolamente cualquier infamia, desenvolviéndola hasta el infinito, subterráneamente, sin medir el rumbo ni saber cuan profundo, como esas alimañas  que cavan al azar sus madrigueras, cortando las raíces de las flores más delicadas.
Indigno de confianza ajena, el hipócrita vive desconfiado de todos, hasta caer en supremo infortunio de la susceptibilidad. Un terror ansioso le acoquina frente a los hombres sinceros, creyendo escuchar a cada palabra un reproche merecido; no hay en ellos dignidad, sino remordimiento. En vano pretenden engañarse a si mismos, confundiendo la susceptibilidad con la delicadeza; aquellas nace del miedo y esta es hija del orgullo.
Diferente como la cobardía y la prudencia, como el cinismo y la sinceridad. La desconfianza del orgullo. Este sentimiento puede tornar susceptible al hombre de méritos excelentes, toda vez que desdeña dignidades cuyo precio es el servilismo y cuyo camino es la adulación: el hombre digno exige entonces respeto para ese valor moral que no manifiesta por los modos vulgares de la protesta estéril, pero ello le aparta para siempre de los hipócritas. De domesticados. Es raro el caso. Frecuentismo, es un cambio, la susceptibilidad del hipócrita, que teme verse desenmascarado por los sinceros.
Sería extraño que conservara esa delicadeza,  única sobreviviente al naufragio de los demás. El hábito de fingir es incompatible con esos matices del orgullo; la mentira es opaca a cualquier resplandor de dignidad. La conducta de los tartufos no puede conservarse adamantina; los expedientes inequívocos se encadenan hasta ahogar los últimos escrúpulos. A fuerza de pedir a los demás sus prejuicios, endudándose moralmente con la sociedad, pierden el temor de pedir a otros favores y bienes materiales, olvidando que las deudas torpemente   acumuladas esclavizan al hombre. Cada préstamo no devuelto es un nuevo eslabón remachado  a su cadena; se les hace imposible vivir dignamente en una ciudad donde hay calles que no pueden cruzar y entre personas cuya mirada no podrían ser capaz de sostener. La mentira y la hipocresía convergen a estos renunciamientos, quitándole a los hombres la libertad.
Las deudas contraídas por vanidad o por vicio obligan a fingir o a engañar; el que las acumula renuncia a toda dignidad.
Hay otras consecuencias del tartufismo, el hombre dúctil a la intriga se priva del cariño ingenuo. Suele tener cómplices, pero no tiene amigos; la hipocresía no ata por el corazón, sino por el interés. Los hipócritas forzosamente, utilitarios y oportunistas, están siempre dispuestos a traicionar sus principios en homenaje a un beneficio inmediato; esa les venda de la amistad con los espíritus superiores. El gentilhombre tiene siempre un enemigo en ellos, pues la reciprocidad en sentimientos solo es posible entre iguales, no puede entregarse nunca a su amistad, pues acecharán la ocasión para enfrentarlo con alguna infamia, vengando su propia inferioridad.
La Bruyere escribió una máxima imperecedera: “En la amistad desinteresada hay placeres que no pueden alcanzar los que nacieron mediocres”, estos necesitan cómplices, buscándolos entre los que conocen esos secretos resortes descritos como una simple solidaridad en el mal. Si el hombre sincero se entrega, ellos esperan la ocasión para traicionarlo, por eso la amistad es difícil con los grandes espíritus y estos no prodigan su intimidad cuando se elevan demasiado por encima del  nivel común.
Los hombres eminentes necesitan disponer de infinitas sensibilidades y tolerancias para entregarse; cuando lo hacen, nada pone límites a su ternura y devoción. Entre nobles caracteres la amistad crece despacio y crece mejor cuando arraiga en el reconocimiento de los méritos recíprocos; entre hombres vulgares crece inmotivadamente,  pero permanece raquítica, fundándose a menudo en la complicidad o la intriga. Por eso la política puede crear cómplices, pero no amigos; muchas veces cambia aquellos por estos, olvidando que cambiarlos equivale a no tenerlos. Mientras que en los hipócritas las complicidades se extinguen con el interés que las determina, en los caracteres la amistad dura tanto como los méritos que la inspiran.*

¡Já! En un artículo publicado en el periódico La Nación, firmado por la periodista Susana Reinoso, y titulado “Evocan a San Martín en todo el país”, dice así:

El presidente de la entidad, Miguel Ángel de Marco, reflexionó sobre los festejos del Sesquicentenario con las palabras extraídas de nuestra historia: “En 1877, en oportunidad de lanzar su proclama para repatriar a los restos de San Martín, Nicolás de Avellaneda señaló que los que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos. Y los que se apoyan sobre las tumbas gloriosas son los que mejor preparan el porvenir”.

¡Já! Pero la realidad es que, los que se apoyan sobre las tumbas, de los homicidas son cómplices de sus asesinatos. ¿O.K.? por eso mis niños no fueron a esas escuelas que promueven la idolatría de homicidas, porque somos hijos de Dios y él no mandó:
2° Cor. 6:14-18

No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos, porque ¿Qué consorcio tiene la justicia con el desafuero?, ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿Qué armonía hay entre Jesús y Belial? ¿O qué porción tiene una persona cristiana con un incrédulo? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos templo de un Dios vivo; así como dijo Dios: “Yo residiré entre ellos y andaré entre ellos, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. “por lo tanto, sálganse de entre ellos, y sepárense . dice Jehová – y dejen de tocar la cosa inmunda, yo los recibiré”, y yo seré para ustedes padre, y ustedes me serán hijos e hijas, dice Jehová el Todopoderoso.

¿No capta usted esto? ¿Acaso tiene celo por el templo de Dios que es usted mismo y lo profana con la idolatría a un prócer anticristo? ¡Oye! Si eres mentiroso e hipócrita por tu culto a San Martín, este libro será un fuego devorador para ti.

Es perdonable que un discípulo no tenga gran capacidad mental y no puede exhibir facultades físicas. Pero ningún discípulo puede ser excusado por su falta de celo. Si su corazón no arde con viva pasión por el Salvador, la condenación cae sobre él.
Después de todos somos seguidores de aquél que dijo: “El celo de tu casa me consumió (Juan 2:17). Su Salvador fue consumido por una ardiente pasión por Dios y sus intereses. No hay lugar en sus senderos para discípulos tibios e indiferentes.
El Señor Jesús vivía en un estado de tensión espiritual. Así lo indican sus palabras: “De un bautismo tengo que ser bautizado, y ¡Como me angustio hasta que se cumpla! (Lucas 12:50). También está su memorable declaración: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entretanto que el día dura; viene la noche, cuando nadie puede trabajar” (Juan 9:4).
El celo de Juan el Bautista fue atestiguado por el Señor cuando dijo: “El era antorcha que ardía y resplandecía” (Juan 5:35).
El apóstol Pablo era un celote. Alguien trató de captar el fervor de su vida en el siguiente bosquejo:
“Era un hombre que no se preocupaba por pregonar amigos. Sin interés ni deseo por los bienes materiales, sin temor de pérdidas materiales, sin preocupación por la vida, sin temor por la muerte. Era un hombre sin rango, nación ni condición. Era un hombre de un pensamiento: El Evangelio de Cristo. Hombre de un propósito: la gloria de Dios. Un necio, y un contento de ser reconocido necio por Cristo. Llámesele entusiasta, charlatán,  fanático, estrambótico o cualquier otro nombre ridículo que el mundo quiera ponerle, pero que siga siendo raro. Si se llama comerciante, jefe de casa, ciudadano, rico, mundano, erudito, o aún hombre de sentido común, todo cuadra con su carácter.
“Si no hablaba tenía que morir, y aunque tuviera que morir aún hablaba. No descansaba sino que extendía sus actividades por tierra y por mar, roqueríos y desiertos arenosos. Clamaba en voz alta y no se medía en esto, y nadie se lo podía impedir. En las prisiones elevaba su voz y en medio de las tempestades del mar no guardaba silencio. Testificaba la verdad ante de temibles concilios y delante del templo de reyes. Nada podía apagar su voz, sino la muerte, y aún frente a la muerte, delante del cuchillo que habría de separar su cabeza de su cuerpo, él habló, oró, testificó, confesó, clamó a Dios, guerreó y por último bendijo a la gente cruel”.
Otros hombres de Dios han mostrado el mismo deseo ardiente por hacer la voluntad de Dios.
C. T. Studd escribió una vez:
“Algunos desean vivir al son de la campana de la iglesia. Yo deseo rescatar almas aún dentro del mismo Gehena”.
Y justamente fue un artículo escrito por un ateo que aguijoneó a Studd a consagrarse totalmente al Señor. Este era el artículo:
“Si yo creyera firmemente, como muchos dicen creer, que el conocimiento y la práctica de la religión en esta vida influye en el destino de la otra vida, entonces la religión sería para mi el todo. Desecharía los goces terrenales como locuras, los sentimientos y pensamientos terrenos como vanidad. La religión sería mi primer pensamiento al despertar y mi última visión antes de sumirme en la inconsciencia del sueño. Trabajaría solamente en su causa. Mis pensamientos serían para el mañana celestial solamente. Estimaría que una alma salvada para el cielo vale toda una vida de sufrimientos. Las consecuencias terrenales jamás detendrían mi mano, ni sellarían mis labios.
El mundo, sus goces, sus penas, no tendrían lugar en mis pensamientos. Haría todo lo posible para mirar a la eternidad solamente, y a las almas como próximas a entrar en la felicidad y la eternidad o a la miseria de la muerte eterna. Saldría la mundo y predicaría a tiempo y fuera de tiempo y mi texto sería: “¿Qué sirviera al hombre si granjeara al mundo y perdiera su alma?”(Mat. 16:26, Mar. 8:36).
Juan Wesley fue un hombre de celo vivo. Dijo: “Dadme a cien hombres que amen a Dios con todo el corazón, y no teman sino al pecado, y cambiaré al mundo”.
Muertos por la causa a manos de los indios Aucas del  Ecuador. Jim Elliot, era una antorcha de fuego por Jesús. Un día mientras meditaba en el texto: “El hace a sus ministro llamas de fuego”, escribió en su diario:
2¿Soy inflamable? Dios líbrame del asbesto de las “demás cosas”. Satúrame con el aceite del espíritu, para que yo sea una llama pasajera, a veces de corta vida. Alma mía, ¿Puedes soportar esto? En mi mora el espíritu de la Gloria del Ser que tuvo una vida corta, aquél cuya cuyo celo por la casa de Dios lo consumió. Hazme tu combustible, llama de Dios”.
Las últimas líneas de su diario anota la nota de un ferviente poema de Amy Carmichael. No es de maravillarse que Jim Elliot se inspirara en él.

De la oración que pido protección
de los vientos sobre ti golpearon,
de temer cuando debería aspirar,
de vacilar, cuando debo ascender,
De cómo yo librara ¡Oh capitán!
Al soldado que va de ti en pos.

Del deseo sutil de buscar lo suave,
de las elecciones fáciles, debilitadoras
no es así como el espíritu se fortalece
ni el camino que el Señor anduvo.
De todo lo que haga luminoso el calvario,
¡Oh cordero de Dios, líbrame!

Dame el amor que guía el camino
la fe que nada hace desmayar,
la esperanza que nunca se agota
la pasión que quema con el fuego
no me dejes abatir para ser un idiota,
hazme tu combustible, ¡Oh llama de Dios!*





















Capítulo 4
Estamos llegando a Yapeyú – El crímen de dar culto a San Martín – Fácilmente destruirá Dios a la secta Sanmartiniana – Como estafan con el culto al San Martín a los niños inocentes – Según las Escrituras, San Martín es reo de la pena capital – A usted le han vendido un buzón – Corrientes, el grito salvaje de la naturaleza – Discusión con Juna Rebolledo - ¿Es usted un  hipócrita dominado por la mujer? – Jezabeles patrioteras - ¿Beato, hipócrita o santurrón? –

I
maginemos ir al pueblo donde nació San Martín...
El Jeep 4X4, Ika, color blanco y descapotado corcovea en un camino rojizo de tierra y a su vera, una vegetación lujuriosa que oculta pájaros de muchas especies...
Estamos llegando a Yapeyú. Entramos por su única calle principal.

En Yapeyú hay una sola calle asfaltada, no es la principal, sino la que recorre desde la ruta 14 hasta el destacamento local del Regimiento de Granaderos a Caballo. El resto de las calles son de tierra en este pueblo de 3000 habitantes, que ostentan con tranquilo orgullo el patrimonio de habitar en el lugar en que nació el General José de San Martín, el 25 de febrero de 1778.
Situada a  la costa del río Uruguay, en la provincia de Corrientes, a casi 780 Km. De Buenos Aires, Yapeyú tiene origen jesuita y una historia de esplendor que se extiende varios años antes de que el libertador viera la luz en estas tierras.
Fundado en 1626 por la compañía de Jesús este pueblo llegó a ser una de las reducciones de indígenas guaraníes y charrúas más prosperas de la zona, con casi 12.000 habitantes en 1753 – más que Corrientes y Asunción -, un astillero y una famosa escuela de música. Era el centro de las 30 reducciones indígenas, que incluía San Ignacio, La Cruz, Santo Tomé, y San Carlos, entre otras.
Desde ese pasado queda el nombre – Yapeyú en guarany significa “fruto maduro” – los cimientos de buena parte de las casas, y no mucho más: la crisis económica y la inestabilidad política de la provincia, llevaba ya muchos años golpeando a los Yapeyuanos. En las calles silenciosas – antes, durante y después de la siesta obligatoria – juegan chicos que se dejan fotografiar con ganas, circulan casi tantos autos viejos como carros y caballos, y se alinean humildes casas con pequeños jardines, en las que contrasta la antena parabólica de la televisión satelital.
A pocas cuadras de la plaza central, se desdibuja el trazo de las calles. Se suceden allí los ranchos pobres, los huertos de supervivencia, las gallinas y los perros. Sobre el río ancho que separa la costa Argentina de Brasil, se levantan unas pocas casas más portentosas, con ladrillo a la vista son las “casas de fin de semana de las gentes de Paso de los Libres”, cuentan los Yapeyuanos.

CON ORGULLO Y DE FIESTA
Para muchos, el haber nacido debajo del mismo cielo que el General de San Martín es un orgullo que una vez al año al menos – el 17 de agosto – les regala alguna visita oficial y un desfile militar y escolar que viste de fiesta al pueblo.
También es la razón que trae a los turistas, en general llegados de distintos puntos del país, y alguno que otro europeo, que desvía un momento su camino a las cataratas del Iguazú para visitar gratuitamente la casa en la que nació el General, el museo Sanmartiniano y el jesuita, quedarse en el camping o pasar la noche en el complejo de bungalows que se levanta al la orilla del río.
En este pueblo en el que los diarios llegan un día después y las radios se sintonizan emisoras brasileñas, hay dos escuelas – una primaria una secundaria, - un hotel pequeño, un hospital y una iglesia repleta de advocaciones a la Virgen, pero dedicada a San Martín de Tours.
También hay un proyecto ambiciosos: lograr que los restos de San Martín, que hoy están en la Catedral de la ciudad de Buenos Aires, descansen finalmente aquí.
Frente a la plaza central se levanta el monumento más importante del pueblo: la casa natal del Libertador.
En rigor, se conservan los cimientos y alguna que otra pared de piedra, porque la caso original fue quemada por los Bandeirantes portugueses en 1817, mucho después que los San Martín hubieran vuelto a España. El resto del deterioro lo hizo el tiempo y algunos visitantes que se llevaron piedras como souvenir hasta que en 1935 se decidió protegerla. En 1938 se terminó de levantar una construcción del estilo colonial, llamada templete que rodea la casa.*

Bueno, aquí nació el objeto de culto más grande de los Argentinos.
¡Vean dos idólatras exaltados los glorifican así:

San Martín es por antonomasia, el Padre de la Patria, las encuestas revelan que para el común de los argentinos San Martín es nuestro héroe máximo; basta asistir a algún festejo escolar para advertir que lugar ocupa en nuestro imaginario.
No es objeto de discusión como suelen serlo Rosas, Rivadavia, o Sarmiento. La valoración del personaje es unánime en todos los sectores
En 1933 Ricardo Rojas Publicó: “El Santo de la Espada”, una hagiografía que pronto quedó incorporada a nuestro patrimonio cultural; el feliz título del libro se convirtió en un sinónimo de San Martín ¡Santo de la Espada!*

Decir esto cuando el caso es que Jesús dijo:

Más ustedes no sean llamados rabí, porque hay un solo maestro mientras que todos ustedes son hermanos. Además no llamen padre a nadie de ustedes sobre la tierra, porque uno solo es el Padre de todos y está en los cielos. Tampoco sean llamados “caudillos” porque su caudillo es uno en Cristo. Porque el mayor entre ustedes tiene que ser el ministro. El que se ensalce será humillado y el que se humilla será ensalzado.
(Mateo 23:8-12).

Es un delito, un crimen, un pecado. Por lo tanto cuando un ídolo patriótico paranoico,  - sea un escritor, un periodista o una simple maestra de escuela – promueve el culto a San Martín comete un crimen.

Crimen – falta – pecado – delito – maldad – ruindad – fechoría.
Estas palabras designan acciones contrarias a la buen moral y a las leyes. El nombre genérico de todas ellas, pues a todas abraza, es la falta, advirtiéndose que por si solo es el más débil de los significados: más también puede tenerla mayor según el epiteto que se le añada, pues hay faltas leves y graves, que admiten o no perdón, y las hay horrorosas.
Llamamos falta en sentido recto a toda privación o defecto de las cosas; así decimos medios, de dinero, de salud, de lluvias, de privación hablando de un mal que se ha causado o de un bien que se ha dejado de hacer, se dice: se ha cometido una falta, caer en una falta es no cumplir con la obligación con la buena correspondencia: sin falta, equivale a de seguro: hacer faltas o descubrir defectos ajenos sobre todo corporales y poner apodos sobre ellos, pues se llama falta al que es defectuosos o necesitado y al escaso apocado o mezquino, por lo que en lo antiguo se le decía faltoso.
El crimen es una falta, por grave; es un delito, una culpa, que merece castigo, que está sujeta a las leyes y a la opinión ya privada, ya pública. El crimen perturba siempre el orden social; por lo tanto no puede ser leve como la falta.
El delito de lo común nace de la desobediencia o de la  rebelión contra la autoridad legítima; es una violación de la ley civil, y se usa esta palabra más comúnmente en los negocios judiciales.
La maldad fija más la intensidad del crimen y del delito, pues proviene de una completa corrupción del corazón, y por lo tanto es contraria a sus buenos sentimientos, a la fe pública, a la que falta, y a la tranquilidad de la ciudad que conmueve.
Llamamos ruindad a cualquier acción indecorosa, infame, vil: es pues una maldad, pero baja y rastrera. Fechoría se deriva de las palabras, facer,fecho, (fazaña). Hizo una fechoría equivale a hacer una calaverada, una locura, sin reflexión, ni premeditación alguna.
El pecado puede ser leve, grave, muy grave, y a veces horrendo. Esta palabra tomada en sentido recto pertenece a la religión, pues que el pecado falta a las leyes de una buena conciencia. Más tiene muchas acepciones en sentido figurado, pues abraza a cuanto se aparta de lo recto y justo, ya sea por exceso, ya por defecto. Llamamos pecador a veces en sentido metafórico al ignorante o poco sabio: decimos pecar para indicar cualquier fuerte inclinación, aunque sea inocente y buena: pecar de puro bueno es decir, excederse en bondad; peca de franco el que por su franqueza sufre males y se daña a si propio: peca de pródigo el derrochador: peca en aficionado el que tiene manía en comprar libros, etc.
En la medicina se llama pecar de honores cuando uno de ellos predomina o excede sobre los demás: de cuyo equilibrio depende la salud, y a este humor le suelen llamar humor pecante.
Bajo el nombre de delito se comprenden todas las clases de crímenes, ya sean leves, ya sean graves; y aún el daño que uno causa a otros, ya sea voluntaria, ya involuntariamente o por casualidad, se suele llamar delito, bien que con impropiedad.
Un ligero arrebato de cólera es una falta: la calumnia y el asesinato son crímenes: las mentiras y los juicios temerarios, son pecados: el desafío y los contrabandos y los incendios, atroces maldades.
Se perdonan las faltas, se castiga el crimen, se escudriña la naturaleza del delito, y se mira con horror a la maldad.
Falta, crimen y maldad expresan una mala acción con respecto a la intención: la falta no es cosa tan grave como el crimen, ni el crimen como la maldad. Una falta grave es crimen: y el mayor de estos la maldad.
Para ciertas faltas no ha podido imponer castigos la ley; más sí la opinión pública cuando opina de ella o en cosas que entienda. Pero estas mismas leyes han impuesto castigo a todos los crímenes mayores y menores, y los hay tan horrorosos que parecería necesario inventar nuevas formas de castigo para ellos.
El pecado y el delito indican una mala acción relativamente a las diferentes leyes a que se ha faltado y a la persona ofendida. Ofende a Dios el pecador, porque falta a la ley divina: a la sociedad el delincuente, porque falta a las leyes civiles. Dios ha dado a la iglesia el poder de absolver los pecados, y a las autoridades civiles el derecho de juzgar y castigar los delitos.
Según el mayor o menor grado de maldad pueden llamarse el pecado y el delito, falta o crimen, y una misma acción ser pecado por un lado y falta por el otro.*

“¡Padre de la Patria!” Vean Job, que fue un íntegro adorador de Dios dijo:

Ni vaya yo, por favor, a mostrar parcialidad, a un hombre; y a un hombre terrestre otorgare título pues ciertamente no se como puedo yo otorgar título; fácilmente mi Hacedor me llevaría” (Job 32:21-22)N.M.).

¿Ven? A todos destruirá Jehová a todos los de la secta Sanmartiniana que cometen el vil delito de dar este título anticristo a un militar muerto.
¡Vean! Al glorificar así a San Martín, se estafa la buena voluntad y la inocencia de los niños escolares.

En el colegio de Todos los Santos, de Villa Adelina, lo llaman salón de usos múltiples (SUM), al igual que las salas de muchos otros edificios que se construyen en Buenos Aires. Pero a diferencia de estos, no son espacios para hacer ejercicios, sino para debatir ideas.
En esta aula cuadrada (SUM) del colegio se juntan cada mañana por lo menos 100 chicos de cuarto a sexto grado para debatir temas de actualidad.
Se las llama asambleas, se las organiza con anticipación mensual para cubrir cada día. Y este mes, con el motivo del sesquicentenario de la muerte del General San Martín, el tema principal es la vida del Libertador y su influencia en la actualidad.
Es una forma algo particular de enseñar historia. Primero, por que hay tres grados juntos que interactúan, además la clase – la primera de la mañana – no es tradicional. No hay una única maestra que enseña y niños que escuchan.
La directora coordina las reuniones, de las cuales participan todos los alumnos y sus respectivos docentes, como pudo observar La Nación. Se despliega un modelo participativo, en lo que los chicos expresan lo que saben y lo que estudiaron previamente.
Una alumna llegó hace poco de Yapeyú – donde nació el prócer – y comparte su impresión. Otra, con la ayuda de la maestra del aula, busca en la Internet información sobre esta ciudad correntina para saber la fisonomía actual y comentar en la clase. Un alumno ecuatoriano habla de Simón Bolívar como un gran libertador y destaca su relación con San Martín.
Cada tanto la directora de educación general básica. Cristina Caunedo, mete un bocadillo. “Existen varios enigmas en la vida de San Martín”, comenta, “Por ejemplo: ¿Cómo reaccionaba frente a los extranjeros? O como actuaría San Martín, como escribiría el parte del combate de San Lorenzo?”.
Y enseguida se alzan muchas manos a la vez, un alumno expresa: “Nuestro libro de historia dice que cuando San Martín vió a su regimiento de negros (que eran esclavos) expresó: “Mis negros queridos” con respecto a como se desenvolvería hoy el Libertador, los chicos se quedan mudos, entonces interviene la profesora: “Seguramente mandaría el parte de combate por Fax o por E-mail”.
Y así se sucede la hora de clase, que comienza cada mañana a las 8:10. para la directora del instituto, María Teresa Mayochi, esta dinámica forma de enseñar permite a los chicos aprender unos de otros, ejercitarse en exponer sus opiniones, escuchar las ajenas y manifestar sus acuerdos y sus desacuerdos.
Según ella, las reuniones sirven como disparador para resolver algún enigma. “Luego, en clase, cada grupo con sus maestras, los chicos profundizan el tema, con evidencias y documentos”.
Los chicos suman a esto la experiencia de viajar por los lugares donde pasó el Libertador. Los alumnos de cuarto grado fueron a San Lorenzo y visitaron el Campo de la Gloria, donde se libro el combate el 31 de febrero de 1813, y el convento San Carlos.
“Después del viaje, los chicos recrearon la historia la hicieron más viva”, señala la directora. Se sorprendió con el comentario de una alumno que visito el convento San Carlos, y al observar lo bajo que era la puerta, escribió al final de su informe: “Cuando San Martín iba a visitar a los enfermos, se tenía que agachar para pasar por la puerta”. La experiencia y la imaginación también hace el aprendizaje.*

Sí, al tener esta clase de programas donde la matanza en masa de soldados, con la excusa de haber libertado a la patria, es una flagrante estafa a los niños ignorantes e inocentes de la ley de Dios que prohíbe el homicidio. (según la Biblia San Martín es reo de la pena capital)

Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre, será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Dios hizo al hombre. (Génesis 9:6).
¿Dará usted culto a un condenado a pena de muerte? ¿Glorificará usted a un asesino de humanos? “!El Padre de la Patria!” ¡El gran Libertador! Amigo, a usted... ¡Le han vendido un buzón!
¡Miren! En un folleto editado por la policía de la provincia de Córdoba, titulado: “Por la seguridad de todos” se lee con respecto a los fraudes y estafas:

NO SE DEJE ENGAÑAR POR LA APARIENCIA DE LA REALIDAD.
Existen diversos tipos de delitos. Entre ellos encontramos la estafa en sus mas variadas formas, algunas de ellas conocidas popularmente como “el cuento del tío”, “me vendieron un buzón”, y otras...
Este delito nunca se realiza con armas. Se realiza de manera intencional y mediante engaño para obtener beneficio material.
La estafa no discrimina lugares, tiempos ni circunstancias. Usted puede ser sorprendido en su buena fe y en diversas oportunidades.

Ø  El estafador apela a la imaginación para crear relatos, basándose en la realidad, para que estos sean creíbles.
Ø  Cual será el nuevo método que utilizaran para el engaño.

Es difícil adivinarlo, pero siendo precavido podrá evitar que estos “amigos de lo ajeno” logren perjudicarlos.
No toda la gente pretende engañarlo... sólo analice profundamente las propuestas que le ofrecen.
Al adquirir muebles o inmuebles asesórese personalmente y recuerde que ante cualquier duda, puede consultar a distintos organismos que regulan las actividades de empresas y entidades de cada rubro.

¿DÓNDE ACUDIR?
El lugar que usted debe acudir si ha sido víctima de un delito es el siguiente:

¡Acuda a la sagrada Palabra de Dios! Allí lea:

“Hijitos, guárdense de los ídolos”(1° Juan 5:21).

Y ya que estamos en la bella provincia de Corrientes, seguimos con el Jeep, andando, deteniéndonos en caseríos y pueblos a la vera de la ruta, con el solo objeto de distribuir los fogosos Volantes-plaga entre esa amable gente que habla con una acento tan gracioso y particular, mezclando el castellano con el dialecto guaraní.

En Corrientes todo es violencia contenida, todo es furia quieta: Corrientes es el grito salvaje pero inaudible de la naturaleza.
Salvajes son sus ríos, que la desbordan, salvaje por sus cuatro lados inaudible, misteriosa, es la subyugante vida que transcurre en los casi siete mil kilómetros cuadrados que ocupan los esteros del Iberá, el ignorado y traicionero sistema de riachos, embalses, colchones de paja y barro que se extiende en la zona central de la provincia.
Esos dos importantes accidentes geográficos determinan, y determinaron durante muchos años, la vida de los correntinos, la economía de la región, su progreso y su porvenir. Porque, para su subsistencia, Corrientes siempre dependió de los ríos, cuyos cauces trazan un 97% de las fronteras del territorio.
Si bien la provincia forma una solo unidad geográfica con Misiones y Entre Ríos, se halla en una gran medida dividida por los ríos Paraná y Uruguay. Es así como el Alto Paraná lo separa hacia el norte de la república del Paraguay, el mismo río la margina hacia el oeste de las provincias argentinas del Chaco y del Santa Fe, las corrientes de Guayquiraró y Mocoretá y los arroyos Basualdo y Tunas la separan de Entre Ríos por el sur, y el río Uruguay en se límite natural, por el este con la república del Brasil.
Pero no basta, obviamente, para definir geográficamente y económicamente a Corrientes, la presencia de ese impresionante cinturón de agua que la abraza. En los 88.199 kilómetros cuadrados sobre los que se extiende la provincia, la lucha del hombre por dominar la naturaleza ha demostrado que la tierra correntina también ha sido pilar de su desarrollo. Tres cultivos básicos (tabaco, arroz, cítricos) fundamentan esta afirmación. A ellos debe sumarse el incremento paulatino pero constante de la riqueza ganadera provincial, proceso que se genera, por supuesto, en la fertilidad y capacidad de sus tierras.
Ese es tal vez, el reducido mundo de los correntinos: los esteros, los ríos milenarios, sus cultivos, el ganado, un universo que los habitantes de la provincia aman entrañablemente, como lo demuestran sus fiestas (sobre todo el carnaval), en las que se rinde estruendoso culto a la naturaleza.*

¡Já! Avanzando por esa bella porción de mi república Argentina, no puedo menos que recodar, los versos inspirados de su poeta Osvaldo Sosa Cordero, y, de su  romancero guaraní:
Si señor, doy fe de ello. Corrientes tiene payé.
por más que usted ría y piense: “!Qué sandez!
son simplezas agoreras de quién siempre
quiso bien a su cuna...”
Yo repito Corrientes tiene payé.
Tiene payé talismán de un increíble poder
que fraguó la hechicería de Ima Guaré.

Ese encanto de mi tierra que la hace lucir tan bien
es los que afirma mi acierto: Corrientes tiene payé.
Y sino que nos lo digan las flores de su vergel.
Mburukuyas y e irupés, sus estrellas federales
su jazmín blanco y también aquella magna sultana
que hace, febrero al nacer, exclamar a quién lo huela:
Corrientes tiene payé.

Que lo digan los milagros de nuestra flor de urundel
y los de aquella señora de Itatí, de oscura tez,
que lo diga su paisaje, su Paraná su Batel,
su Iberá, su hijo Corrientes, su Miriñay, su aguapié...
sus campiñas encendidas con sus cromos de un edén;
sus palmares dormitando bajo el asayé pité.

(Campos que un día jugando en la historia su papel
vieron luchar a su pueblo con espartana avidez).
Que lo digan sus fantasmas que el paisano llama infiel:
el mboy tata y el pombero y aquél yasí yateré
cuyo silbo legendario pareciéranos traer
un eco viejo que dice. ¡Corrientes tiene payé!

¡Sí, señor, si que lo tiene, como no lo va a tener!
Lo pregonan los sabores del tibio chipá sheité
los de sus dulces de almibar sus madiocas y su miel
lo repican sus cordionas con alma de chamamé,
nos lo dicen sus guitarras cuando al anochecer
remendan en su coraje, trinos del korochité
nos lo gritan sus varones con su viril yatú peté
en las jornadas fecundas del surco, el potro y la fes.

Lo rubrican sus mujeres (¡Lindas morenas de ley!)
en el milagro de un beso, de un hondo yatú peté.
Lo esta repitiendo todo, el campo el cielo...y
también vuelve a afirmarlo mi verso.
¡Corrientes tiene payé!

-          Eh chamigo* - me dijo un viejo ex policía, llamado Juan – usted critica mucho, pué en sus folletos. Cristo no predicó así pué.
-          Cómo que no – dije - ¿Y cuando trataba a los hipócritas  fariseos? ¿Y cuando sacó a latigazos del templo a los que mercaban? ¿Qué si usted me viera haciendo un látigo de cuero y sacando al hipócrita cura de la catedral.
-          Y pa qué, pué va a sacar a latigazos al pobrecito, ¡pobre!
-          Por cobrar por las misas, ¿No dijo Cristo “den gratis”?
Y la esposa del ex policía lo apremiaba y le decía:
-          Vamos, vamos no pierdas el tiempo con este...
-          Vea chamigo... – siguió diciendo don Juan, - si usted desea llevar la Palabra de Dios, está bien, llévela, pero eso que usted hace criticar, criticar, criticar como una vieja... ya, demasiados problemas tiene la gente para tener que soportar esas críticas agresivas..
-          ¿Es agresiva la Biblia cuando dice que los idólatras serán destruidos en el lago de fuego?
-          Criticar, criticar... eso es lo que usted hace, ¿Acaso no sabe que nosotros los humanos estamos llenos de imperfecciones?
-          Vamos, vamos, déjalo...- le apremiaba la esposa de don Juan y le tiraba del brazo.
-          Usted, - le dije – se siente torturado porque no tiene el coraje de dejar de idolatrar y, además su esposa lo tiene dominado: es usted tan hipócrita que en vez de reconocer estas verdades, toma por el camino que cree mas fácil. Tilda de criticón al predicador cuando ¡Já! ¡Vea! Es usted mismo que, sintiéndose culpable por no dejar sus pecados, critica mi modo de predicar.
-          Si desea llevar la Palabra de Dios, está bien, pero deje de criticar como una vieja – repitió don Juan.
-          ¿Sabe que le falta a usted, Juan, para ser un Católico Romano completo?
-          ¿Qué, chamigo?
-          Que me agarre a mi y me queme en el fuego.
-          ¿Por qué?
-          Porque eso es lo que siempre hicieron los santurrones de su religión: cada vez que se les aparecía alguien que les decía los que en verdad decía la Biblia, ¡Lo arrojaban a la hoguera!
-          ¡Usted es un criticón chamigo, eso no es predicar!
-          Y usted es un hipócrita y un dominado por su propia mujer ¿No le da vergüenza?

¡Oigan! Todos los que no aceptan que, que el dar culto a San Martín es idolatría patriótica no solo son hipócritas, sino que están dominados por las Jezabelinas maestras que, con el espíritu de Satanás, los instruyeron en la religión patriotera. ¡Porque oigan! Eso es lo que son los patrioteros: solo corruptos disfrazados de santurrones ¿O.K.?

“No obstante, sí tengo esto contra ti: que toleras aquella mujer Jezabel, que a si misma se hace llamar profetiza, y enseña y extravía a mis esclavos para que cometan fornicación y coman cosas sacrificadas a los ídolos. Y le dí tiempo para que se arrepintiera, pero ella no quiere volverse de su fornicación.
¡Mira! Estoy a punto de echarla en un lecho de enfermo, y a los que comenten con ella adulterio, en gran tribulación, a menos que se arrepientan de los hechos de ella. Y a los hijos de ellos los mataré con plaga mortífera, de modo que todas las naciones sepan que yo soy el que escudriñó los riñones y los corazones, y a ustedes les daré individualmente según sus acciones. (Apoc. 2.20-23).

Sí, las maestras son Jezabeles que conducen a los niños al culto a San Martín ((fornicación espiritual) haciéndoles cometer idolatría mortífera (1° Cor. 10:20).
Luego, estos niños de grande, se vuelven hipócritas, fingiendo patriotismo, cuando lo único que aman es al dinero, al sexo, y a si mismos.
¡Oiga! ¿Glorifica usted al falso libertador José de San Martín? Entonces, más que un patriota, usted es un hipócrita, santurrón dominado:

Hipócrita – Santurrón – Beato – Gazmoño – Mojigato:

El carácter del santurrón es observar con beatitud y escrupulosidad las íntimas prácticas exteriores de la religión, para hacer creer que está sujeto a los deberes más esenciales que aquella exige.
Viendo al santurrón dar a todas sus conversaciones y a todas sus acciones exteriores la afectación y la coloración de la devoción se dirá aún que su corazón está lleno de sentimientos que la religión le inspira. Examínese su conducta y se hallará que su pretendida devoción no es más que una quimera, que sus prácticas religiosas son la más completa farsa.
Le parece muy difícil llegar a ser un verdadero devoto. Y se conforma con parecerlo, lo que es para él mucho más cómodo.
El beato lleva mucha ventaja al santurrón no solamente quiere presentar sus sentimientos bajo una forma exteriormente opuesta por medio de las acciones exteriores, sino que exagera en sumo grado su papel para apartarse más de la virtud y encubrir con más maña su conducta criminal, a la que en secreto se entrega a banderas desplegadas.
El gazmoño es un maula, por decirlo así, cuyo designio no es solo el de disfrazar sus sentimientos u ocultar sus vicios, sino que pretende poniendo todos los medios posibles, para llevarlo a efecto, hacerle creer a los demás que está lleno de devoción, con el objeto de inspirar en los demás su mentida confianza y engañarlos con mayor seguridad.
El hipócrita es el conjunto de los vicios de los demás, y los oculta con más maestría, siguiendo con este objeto un sistema de conducta constante y profundo, cuya tendencia es siempre ocultarse bajo falsas apariencias, y engañar desde el momento en que la oportunidad se le presenta.
El mojigato es el hombre disimulado, que afecta humildad o cobardía, para lograr su intento en la ocasión.
El santurrón quiere parecer devoto; el beato quiere ocultar su vicios bajo la apariencia de la vocación; el gazmoño quiere captarse la confianza de los demás por la apariencia de la devoción, el hipócrita lleno de intenciones horribles aplica continuamente a los medios de lograr ponerlos en ejecución, o, sobrepujar a los obstáculos que se oponen a sus designios: por eso se sirve muchas veces de la máscara de la religión, que cuida con sumo esmero de no quitársela, sino hasta después de llevar a cabo sus pensamientos, el mojigato se vale de una humildad hipócrita, que degenera en cobardía, este medio, demasiado ratero, logra su cometido.
El santurrón es ridículo, el beato es despreciable, el gazmoño es perjudicial, el hipócrita es un monstruo, el mojigato es sutil, y engaña con facilidad.
Sírvase como referencia lo siguiente, tomado de la célebre comedia de Moratin, titulada”La mojigata”, en el acto 1, escena 1°:

Ø  Luis. ¡Cierto que la tuya es una niña muy bella! Siempre está metida en casa, ayuna cuando la ve su padre; cuando se va, se abalanza a la despensa y se desquita...
Ø  Mart. No hay tal.
Ø  Luis. Si la hay hace sus novenas: reza la corona: tiene oración mental: se encierra en su cuarto, abre el balcón y a oscuras porque no la puede ver su padre, se pasa la niña las noches frescas de verano, patrullando con el cabo de la bandera de ahí al lado.
Ø  Mart. No hay tal cosa.
Ø  Luis. Si la hay como emplea en el servicio de Dios las horas de esta manera, no cose jamás, no plancha, no hace un punto a una calceta, no mueve un trasto y no quiere ocuparse de la faena diaria de toda mujer, y deja el cargo de ellas a su prima; pues la vida contemplativa y austera no le permite atender las cosas de la tierra. Cuando su padre le ve, libro devotos ojea: cuando queda sola, entonces la lectura diversa es. Copias alegres, historias de amor, obrillas ligeras, novelas entretenidas, amenas, filosóficas donde aprende siempre virtud, corrupción se enseña. Estas obras de moral Don Benito se las presta: ese joven andaluz opositor a los problemas, que vive en el boardillón.
Ø  Mart. Pues, yo te doy por respuesta que no he visto tales libros, ni pienso que ella los lea, no conozco a tal Benito, ni he sospechado que tenga con nadie conversación.
Ø  Luis. Pues todo es verdad.
Ø  Mart. ¡Tienes envidia!
Ø  Luis. No hay tal envidia.
Ø  Mart. Bien está: di lo que quieras; no me vas a persuadir de que la muchacha no es buena. Y sobre todo, que su disimulo llega a tanto, que siendo alegre y revoltosa e inquieta, solo por disimular en un convento se encierra, es un delirio que solo tú deijeras.
Ø  Luis. No la he visto profesar.
Ø  Mart. Profesará.
Ø  Luis. Bien pudiera ser pero...
Ø  Mart. Profesará.

Y en el acto 2° pone en boca de Dora Clara (la mojigata) lo siguiente, que es bastante para caracterizarla.

Siempre retirada en casa sin dar que decir al pueblo, mis galas son este traje humilde, mis pasatiempos la lectura la devoción los libros santos y buenos: y aún somos muy malas... mas no todas hacen esto.
Y sobre todo don Claudio: la virtud, recogimiento y santo temor de Dios es lo principal. Yo veo muchas de mi edad (y acaso tengo bien cerca el ejemplo) que interpretando a su modo procederes deshonestos, llaman cultura y lo publico del exceso, escándalos del vicio...
¡Ay! ¡Mi don Claudio! ¡Qué tiempos alcanzamos!... ya se ve ¡El mundo, el mundo!*























Capítulo 5
Cruzando, con San Martín, la Cordillera de los Andes – Desde las cuevas hasta Yaguaraz, desde Tigre a Espinacito... ¿Para qué? – El Santo de la Espada ¿Era solo  un diablo? – Predicador discapacitado se equivoca respecto a la identidad de la Bestia – Quién se automarca voluntariamente con el 666 – ¿San Martín adúltero, bastardo, masón, vendepatria y traficante de armas? – Llamar Libertador a San Martín es declararse esclavo de la idolatría – San Martín y el militarismo anticristo asesino –

A
hora imaginemos un cruce por la Cordillera de los Andes, junto a José de San Martín...

Creemos que la ruta original seguida por las columnas de San Martín fue la proyectada por el conductor. Con excepción del tramo Yaguaraz-falda del cerro del Tigre-arroyo Uretilla, que se redujo directamente a uno: Yaguarez-arroyo Uretilla, por las siguientes razones.
La distancia conjunta es de 41 Km. (20 de Yaguaraz a la falda del cerro del Tigre, y 21 de allí al arroyo Uretilla), es decir, dos jornadas que podían reducirse a una etapa de 9 Km. Que es la distancia directa de Yaguaraz a arroyo de Urettilla (hoy Ureta). Expresando en leguas: 11 leguas (5 de Yaguaraz a la falda del cerro del Tigre, y 6 de allí al arroyo Uretilla) reducibles a dos y media, ganando un día de marcha.
El pasaje de Yaguaraz al arroyo Uretilla por la falda del cerro del Tigre implica cruzar la Cordillera homónima a una altura oscilante de 4.200 y los 4.000 m. Por el portezuelo del Tigre (promedio: 4.250 m. De cota), y exponiendo a la tropa y al ganado a los padecimientos del frío, el frío apunamiento, el desgaste de energía y las pérdidas consecuentes.
Por el contrario, el pasaje directo de Yaguaraz al arroyo Uretilla exige salvar alturas comprendidas entre el cerro Cucaracha (2.728 m.) y la curva de nivel de los 3.000 m. Promedio: 2864 m. Notablemente inferior a la cota del portezuelo del Tigre.
Las alturas comparadas del la Cordillera del Tigre y las de Espinacito demuestra mayor altura en aquella, a diferencia de los datos comúnmente aceptados por en el sentido de que el cruce por el Espinacito fue en de mayor cota del camino de los Patos.

a)                     Tanto Yaguaraz como el arroyo Uretilla son lugares de “mucha” y “abundante” agua, respectivamente según las observaciones anotadas por San Martín.
b)                     Las instalaciones de una estancia en Yaguaraz supone un medio ambiente fértil.
c)                     El día de descanso ordenado por el comandante de la primera división de vanguardia “a su cabalgadura” en el arroyo Uretilla, indica felicidad de comportamiento (agua, pasto, leña).
d)                     Existe una senda secundaria, visible en la carta topográfica, que une Yaguaraz y arroyo Uretilla. El paso, es pues, posible.
Ornstein, por su parte propone que el pasaje del río San Juan o de los Patos se produjo a la altura de sus afluentes La Orqueterías (5 Km. Al Norte de la desembocadura de las Leñas), y que el ejército bajó por la margen izquierda del río Los Patos hasta el de Las Leñas, y finalmente tomado por este último encaró directamente a escalar la Cordillera del Espinacito. Tal ruta exige una previa escalada por el cordón del Tigre a una altura aproximada de 5.000 m. De cota, y posteriormente dejar de lado el campamento de Los Manantiales, donde existían depósitos de víveres y forrajes, y es zona ideal de descanso.*

Pero ¡Oigan! ¿Para qué cruzó San Martín la Cordillera? ¿Acaso sufrió todas esas peripecias, para predicar, como Juan Wesley, el fundador de la secta metodista, 3.500 Km. la Palabra de Dios?
No.
Veamos:

“San Martín cruzó la pre-cordillera en una forma diagonal rumbo al noroeste ¿Cómo se puede demostrar? El primer lugar, forzoso es cruzarla para avanzar hacia el oeste. En segundo lugar, disponemos del dato cierto: Las Higueras – de donde partió – y Las Cuevas – donde acampó – designan respectivamente los lugares por donde se entra y se sale de la pre- cordillera es decir, los boquetes del paso. La designación del Carrizal, como punto de referencia para obtener agua indica que formó parte del itinerario: es precisamente el punto del cruce, a 2.600 m. De altura”.
Los bueyes arriban al término de la dura jornada, despellejados por los filos de la pierda áspera, y los mulares los reemplazan, tirando de las zorras donde va una precaria artillería. Los caballos de guerra – indispensables para la pelea en Chile – se mantienen sin montar llevados de la brida, a la zaga. El forraje de maíz, cebada y afrecho, y el pasto duro de la zona aún mantiene a los animales sin penurias aún. Por la noche el frío arrecia, por los que se debe cruzar la montaña al la luz del día, con los tubos de los cañones al veces al hombro, o bien en parihuelas colgadas a ganchos entre dos animales, y ayudando a brazo – milicianos artilleros – a los nobles mulares. Y desde la máxima altura, al encarar la última loma de tierra ascendente, aparece en el horizonte, en todo su esplendor, el mar petrificado de los Andes: un impresionante murallón que tapa casi parcialmente el cielo hacia Chile, grabado a buril contra la comba del firmamento, en el que reflejan las centellas del hielo eterno, los glaciares colgantes, los cintajos de palta del río. El ánimo de los guerreros se encoge de sorpresa y admiración: de otro lado están los españoles, la lucha, la gloria – acaso el destino - , la hora final de la epopeya. Es preciso cruzar aquellas moles ajenas y caer del otro lado peleando.
“Cordones orográficos estrechos, empinados, dan abruptas faldas, casi verticales. La huella es angosta, es preciso reemplazar las zorras y los carros por el sufrido mular criollo. Las cargas rozan las paredes y las bestias tantean con infinitas precauciones, el camino pedregoso. Los ríos son apenas surcos de guijarros y de cauces secos”.
Y luego, la vastedad, desde las Cuevas a Yaguaraz (Yalguraz o Yaguaraz, según las distintas cartas) van diez leguas, (47 Km. En el mapa) sobre el suelo duro de reiteradas lomadas donde se extiende una enorme planicie de piedra “Sin agua en toda la tirada” – son acotaciones del Libertador – moteado aquí y allá por ralos pasturajes y montes enchaparrados. Las armas pesadas se transportan dificultosamente y algunos mulares – primeramente rezagados, luego abandonados acaso muertos – atestigua el rigor de la marcha. El sol reverbera en el vidrio molido de los arenales, y en los descansos las bestias triscan inútilmente en los raquíticos tallos  empolvados. En ocasiones se arrastran los cañones con zorras o alternando los animales uniéndolos de a dos bastos y albardes, de donde penden los tubos retobados en cuero. Desmontar los silleros para ahorrar sus reservas físicas equivale a una severa caminata que aniquila prácticamente al personal, se atraviesan ciénagas y depresiones en la jornada – las más extensa del camino -, y las débiles sendas que antañosos jinetes barrieran sobre el papel movible de los guijarrales apuntan hacia las primeras estribaciones del segundo paredón, infernal ruta: la Cordillera del Tigre. Ya no integran la columna los bueyes que han quedado del otro lado del paramillo. Es necesario agregar algunos caballos al esfuerzo común.
Al cabo surge lentamente de la línea divisoria del desierto y la sierra el anfiteatro frontal de la sierra, hacia la que pugnan esforzadamente el tranco cadencioso de los cansados mulares y las corvadas siluetas de la tropa. Bajo pies y vasos a medio herrar pasa el roto pavimento del legendario Camino del Inca, ahora inútil para estrategias militares; entrada umbilical del cuzco al sur, desgastado por los siglos y la decadencia, y más allá el detalle de las vegas verdes que descienden de la cumbre entre las apretujamientos de las quebradas cortadas o mandobles por la erosión secular del agua, y un nombre mágico: Yaguaraz, sinónimo de campos amplios, aguadas, pasto, leña. Es el primer “oasis” de la travesía, donde jefes, tropas, mulares, se reponen luego de las duras jornadas. Se agrupan los efectivos, se reorganizan los cuadros, se evacuan los enfermos y heridos, se selecciona o se aparta al ganado, se reacondiciona el material, se toma razón de los problemas de la marcha, se ajustan detalles, y una labor especial: el cuidado de los animales, vale decir, los cargueros para la procesión del cruce a lomo y las cabalgaduras para los futuros combates.
No es el relajamiento total, es la vigilia en armas. Los Andes aguardan todavía con el triple obstáculo de las Cordilleras que aún alzan su temible desafío, Tigre, Espinacito, cordón limítrofe. La columna tuerce hacia arriba en pos del resbalamiento por el norte de la valla orográfica, quemando una etapa para arriba de los márgenes húmedos del arroyo Uretilla, cuyas cimas romas desgastadas, por el poder abrasivo de las nieves y los hielos eternos semejan a la distancia las cúpulas de una ciudad de campanarios. Las nervaduras iniciales de del alto Valle de Talingasta tendido hacia San Juan como una sábana detiene al ejército con sus espejismos interminables. ¿Intentar el pasaje de las colosales montañas en dos etapas; o encarar directamente por el guijarral? El reabastecimiento de las sierras próximas está resuelto en el itinerario del Libertador, pero al realidad del terreno y las “atribuciones que las indicaciones del conductor determinaban para los jefes de la columna” – enseña Orstein – señala  la licitud de modificar la ruta, acortándola. Al los 41 Km. De la montaña – frío, apunamiento, fatiga – o los 9 Km. Del guijarral, con la economía de una jornada de marcha. La decisión es lógica las tropas enfilan directamente hacia el norte sobre el dibujo de las huellas imprecisas andando kilómetro tras kilómetro trajinando por el áspero monte sin leñas ni agua, con una pronunciada pendiente curva que se eleva hasta los 2.800 m. De altitud y desciende hacia mitad del camino hacia el ansiado destino: el arroyo Uretilla.  Algún mular se niega en el roquedal hiriente de las colinas y se exige tirarlo del diestro de un sillero o azuzarlo a rigor de lonja. Las bestias resoplan, en los repechos, bufan, jadean, tocan cuidadosamente es suelo movible con sus gastadas herraduras, hinchado el poderoso de sus músculos tensos. Los caballeros, especialmente, menos aptos para el tránsito en la montaña avanzan penosamente, desmontados, y su número merma. Y cuando el primer escuadrón de la vanguardia alcanza la meta y la tropa llega a pie y el ganado se muestra rendido por el abrumador esfuerzo constante, por lo cual el jefe ordena lacónicamente su decisión de detener un día la columna con Uretilla para descanso y recuperación de hombres y animales.*

Para qué todo este viaje? ¿Vieron? Para matar, para asesinar brutalmente.
La liberación de un país de un yugo extranjero no justifica el asesinato en masa que es la guerra ¿O.K.?
De modo que el Santo de la Espada, solo era un diablo anticristo que resistió a foull, estas órdenes de Maestro:

“Oyeron ustedes que se dijo: “debes amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo” Sin embargo yo les digo, sigan amando a sus enemigo y orando por los que los persiguen, para que demuestren ser hijos de su Padre, que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e inicuos. Porque ¿Si aman a los que los aman ¿Qué galardón tienen? ¿No hacen también las mismas cosas los recaudadores de impuestos?
Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿Qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hacen las mismas cosas también las gentes de las naciones? Ustedes, en efecto, tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto. (Mateo 5:43-48).

Pero ¡Miren! Uno que estaba con Jesús extendió la mano, sacó su espada, e hiriendo al esclavo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen la espada por la espada morirán” ¿Creer que no puedo apelar a mi Padre para que me envíe en este momento doce legiones de ángeles? (Mateo 26.51-53).

¿Amor cristiano o asesinato bestial? ¿Por cual de los extremos se inclina usted?
Pero, bien dije: San Martín asesinó bestialmente a miles de soldados, solo porque eran del otro bando. Ahora bien, sabe usted lo que es la marca de la bestia salvaje (o el monstruo, según las traducciones), el 666, sobre la mano o la frente, que hace que los que la reciben, sean finalmente destruidos en el lago que arde con fuego y azufre, es decir, la muerte segunda?
¡Vean! Loris, el predicador discapacitado, me alcanzó hoy esta hoja:

Stewart Relfe supuso que si el versículo 17 del capítulo 13 del Apocalipsis insistía en que “nadie podrá comprar o vender” sin la marca de Satán, debería orientar sus pesquisas hacia el mundo de la economía. Y allí se encontró con la clasificación informática que ya está en la practica totalidad de los productos que adquirimos. Si nos detenemos un instante a observar uno de los códigos, veremos como al principio de la misma hay una barra doble, un poquito más larga, que no tiene número debajo como las demás; justo en el medio hay una igual y otra exactamente idéntica se encuentra al final de el código.
Pues bien, Mary Stewart, después de localizar a la empresa que había diseñado este sistema, averiguó que cada una de esas barras dobles significa 6, la clave exadecimal que descifra toda la información acumulada en el código. Es decir que, - según esta autora – en cada una de estas barras dobles del código se oculta un 6, o, dicho de otra manera, una clave 666 domina ya la economía.
“a este fin hará que todos los hombres, pequeños y grandes, ricos y pobres, amos y esclavos, tengan una marca en su mano derecha, o en su frente, y que ninguno pueda comprar o vender, sino aquél que tiene la marca, o nombre de la bestia, o número de su nombre. Aquí está el saber. Quien tenga inteligencia, calcule el número de la bestia, que su número es de un hombre, y el nombre de la bestia seiscientos sesenta y seis”.
En Bélgica ya se ha pensado en contramarcar a los bebés recién nacidos, para protegerlos de los robos de los niños, y dotarlos de un DNI epidérmico no extraviable) por medio del código de barras, impreso en infrarrojo y por eso invisible al ojo humano, en la piel. Se lo puede leer por medio de un lector láser, como aquel presente en las cajas de los grandes supermercados (¡como una latita de gaseosa!) también las empresas de tarjetas de créditos, encabezadas por VISA, son interesadas en reemplazar las tarjetitas de plástico por el nuevo sistema antirrobo; y que elimina el problema de la identificación del usuario. Parece en consecuencia, que la supercomputadora “La Bestia” de Bruselas calcula un exadecimal con grupos de seis dígitos, se adoptará como numeración tres “trenes”de seis cifras exadecimales, expresadas en códigos de barras infrarrojo.
Utilizando las primeras tres cifras para codificar el prefijo 666 que Master Card utiliza desde 1980. el número 666 aparece con frecuencia, sobre todo en transmisiones de datos o reconocimiento de códigos de barra por la siguiente razón: la secuencia exadecimal 666... expresado en binario se torna 011001100110011001100110...que, representada en gráfico, es una onda cuadrada periódica con frecuencia un cuarto de la transmisión de cifra. Sirve para sincronizar los aparatos de recepción cuando la velocidad de transmisión es asíncrona  ADSL -, o sea no es soportada por un “Clock” directo de referencia. A todos los códigos de barras de productos que tenga en casa los antecede un 3 o 4 o 5 o... 7 y a los de las revistas y los libros un 8 o 9. ignoro lo que identifiquen las series 0 o 1 o 2 pero creo que la serie 6 está reservada para el hombre (y las mujeres). ¡No se deje marcar!

No obstante, esta interpretación es un descomunal disparate ¿Por qué? Atención: según la mismísima Biblia, la Bestia Salvaje, siempre es una potencia o un caudillo político-militar.
Veamos por ejemplo:

En cuanto a esta enormes bestias, porque son cuatro, hay cuatro reyes que se pondrán de pie desde la tierra.(Daniel 7:17).

Ahora bien la gobernación de dichos líderes es bestial – como la de Don José de San Martín – y totalmente imperfecta (por eso se necesita de miles de mentiras para endiosarlo) y justamente, el número 666 significa: imperfección enfática.
Se automarca para destrucción quien apoya voluntariamente a estos líderes anticristos.

Ø  Si apoya el culto a San Martín físicamente, es marcado en la mano.
Ø  Si apoya a ese culto mental o espiritualmente (ideológicamente) es marcado en la frente ¿O.K.?

Ahora bien, si usted captó lo peligroso y mortífero que es glorificar a un prócer asesino como lo fue Don José de San Martín, - del cual un autor dijo que era -:

Ø  Adúltero.
Ø  Bastardo.
Ø  Masón.
Ø  Vendepatria.
Ø  Traficante de armas.

Ahora vea lo que comentó acerca del fenómeno idolátrico a su personalidad, Enrique Lacolla, (redactor del periódico cordobés La Voz del Interior):

La sociedad del espectáculo requiere incesantemente de alimentos. De ahí la multiplicación de escándalos y escandaletes en torno de las figuras públicas, sean estas políticas, artísticas o faranduleras o eventualmente las tres cosas juntas. La voracidad del mecanismo fagocita todo y a una velocidad insensata. Nada es secreto, todo se publica, las tonterías ocupan el mismo espacio que las cosas serias y el resultado que en el último caso se está buscando: reducir toda a una indistinta revuelta, y neutra mezcolanza donde los cachivaches se confunden y “la Biblia, un calefón y  un sable sin remache” se codean en la vidriera de un anticuario.
En la Argentina, la necesidad de aprovisionarse de material para suscitar una súbita aunque pasajera mejora en las ventas mediáticas es inexorable, y para mejor venta nada mejor que entrar a saco en la vida ajena de las figuras espectables, sean estas del presente o del pasado.
Como la consideración que merecen los actuales a nadie le interesa, como han agotado sus perspectivas y ofrecen un pobre negocio, nada mejor que meterse con las de los próceres; es decir, con la de los personajes que, con razón o sin ella, aparecen como inminentes y dignos de todos los respetos. Esta operación suele cubrirse con un ponderable propósito: desacralizar la historia.

¿DEL MÁRMOL AL CARTÓN?
Pero si vamos a desacralizar la historia, por favor hagámoslo en serio. El 150 aniversario de la muerte del General San Martín sirvió para un sin número de artículos y publicaciones, algunas buenas, otras no tanto, que tratan de sacar al héroe del mármol, bajarlo del pedestal y ponerlo al alcance de todos. Esta acción con ser positiva, corre el riesgo de que individuos pequeños traten de poner al General a su misma altura, lo que puede redundar en una desfiguración del personaje tan grave como la anterior.
La utilización de San Martín para asuntos descuyunturales no es tan nueva: arranca de Mitre con la decisión de ofrecerlo como arquetipo de gran soldado, de una gran hombre de honor y de lo que el autor califica de un flojo político. La operación tuvo éxito porque la biografía de Mitre es un gran libro y porque la figura del personaje, en si misma, tiene no solo la grandeza necesaria para resaltar tal imagen sino también la oscuridad y el recato que hacen falta para fomentar la intriga primero y después la leyenda.
Pero la consagración de San Martín como figura mítica no se debió solamente a la labor de Mitre y de otros exegetas posteriores, sino también y fundamentalmente a la forma que la inseguridad argentina lo absorbió como un referente en el cual encarnar una idealidad que no se poseía y que se sabía que no se podía y sobre todo no se deseaba alcanzar. Representarse a la historia como un cuento de hadas, es de alguna forma, renunciar a hacerla, y poner a San Martín en un bronce en la cúspide de una cordillera física y moral era un estupendo expediente para evitar emularlo. ¿Quién podía medirse con su estatura?
La devolución de San Martín y otros héroes del pasado de nuestro país a la tierra que pisamos es válido y significativo, pero solo cobrará sentido en el marco de un estudio integral y desprejuiciado de las fuerzas políticas, ideológicas y económicas a las que el prócer dedicó su atención y a las que intentó moldear a su manera. De lo contrario se transformaría en chismografía, en cotilleo que aburriría después de un tiempo. Cuando no en una disputa entre negadores y afirmadores de mitos paralelos que intentan llevar, cada uno, agua para su molino. Progresistas y católicos, militaristas y civilistas, reivindicarán la pertenencia del prócer a su club exclusivo y se cerrarán a cualquier consideración que aborde la complejidad de una realidad que, para incomodidad de los perezosos o los huérfanos de conocimiento histórico, no se divide en blanco y negro. Sino se combina en una infinita gama de matices que varía según las circunstancias.
Que haya sido hermanastro de Alvear, como se dice, que haya tenido amantes, que haya tomado alguna comisión de armas; que haya sido masón o que parte de su trayectoria se haya cumplido bajo la tutela británica, no son cosas que debieran escandalizar, que en partes eran conocidas o que se desprendan por su propio peso. Y que, en cualquier caso, deben ser comprendidas en el contexto en que pueden haberse dado, y no intercambiadas como proyectiles entre quienes sostienen una tesis o las contrarias.
Hoy, bajo la globalización el único escape es la regionalización, y cuando la explosión demográfica y los modernos medios de comunicación permiten una acercamiento antes imposible, esa imagen de un San Martín revolucionario, iberoamericano antes que argentino, real antes que mítico o místico, deberían emerger entre las canonizaciones del pasado y las banalizaciones del presente.
Ojalá así sea.*

Por eso, tanto más vacía está la vida de un argentino, tanto más idolatrará a este militar, al cual se encargaron sus literarios bobos de endiosarlo: glorificar idolátricamente a su San Martín suple su falta de personalidad patriotera o dignidad humana. Llamarle Libertador es declararse esclavo de Satanás y de la idolatría, rendirle culto es declararse idólatra ignorante de las Sagradas Escrituras. Porque ¡Oigan! Esto sí es sagrado: las palabras de Dios en la Biblia; las historias de los próceres no son sagradas, sino, mentiras profanas manipuladas para fortalecer el ego de los que aman la mentira y no conocen a Cristo, y, conste que esto no se escribe para humanizar a un prócer,  sino para demostrar lo satánico, mortífero y necio de glorificarlo en contra de Cristo.
¡Pero yo creo en Cristo! – dirá usted, - pues si cree en Cristo no se deje marcar por la bestia salvaje del militarismo asesino.






























Capítulo 6
Historia en Yapeyú – La ruta de los jesuitas – La secta de los Sanmartinianos adoran a Tupá, demonio de los infiernos – Los mataCristo de todos los tiempos glorifican a San Martín – La campaña libertadora de el Diablo – arquetipo de grandeza moral ¿Un adúltero? – Máximas para  la hija de una asesino - ¿Por qué se profana la integridad de los próceres - ¿Qué acuerdo tiene el templo de Dios con el culto a los próceres? – Avidez, codicia, y adulación a los caudillos anticristos – José de San Martín, símbolo de celos de los patrioteros argentinos –

Y
 seguimos un poco más en el pueblo natal de Don José, el Libertador que no libertó a nadie:

Recostado sobre la orilla del río Uruguay, a 396 Km. De Corrientes capital, Yapeyú es un lugar donde el visitante parece sumergirse en el pasado. En la profunda calma de los pueblos de la época colonial, con las calles de tierra que desemboca en el manso río, añosas arboledas y arquitecturas generosas en edificios centenarios, la historia despierta.
La antigua Yapeyú nació en 1626 de la mano de los jesuitas que establecieron una misión junto a la desembocadura del río Guaviraví, en el Uruguay y creció con el sello inconfundible de la orden religiosa. Allí nació en 1778 el general José de San Martín.

LA RUTA DE LOS JESUITAS
Además de las ruinas de lo que fue la casa del ilustre general de la independencia, se conservan otras construcciones de la general aldea Nuestra Señora de los Santos Reyes Magos de Yapeyú, capital de las misiones jesuitas guaraníes. Una centenaria iglesia encabeza estos restos y encauza el corredor de pueblos jesuitas de Corrientes, que, camino a San Ignacio – en Misiones, - completan La Cruz, Santo Tomé y San Carlos.
Un compacto conjunto de ruinas y museos comparte el paisaje con centenarios árboles y con un arco trunco, en la plaza del templete que cobija la casa de San Martín. La iglesia del pueblo, el higuerón que se alza imponente en medio de la plaza central, la casa de San Martín, el museo Sanmartiniano, las ruinas jesuíticas y los testimonios de aquel tiempo se muestran entre un conjunto de casas de corredores y techos de teja.
Pero ese pueblo no solo ofrece reliquias. El turismo de aventura y rural encuentran aquí un terreno casi virgen. Las caminatas o cabalgatas por las zonas más agrestes ponen al visitante en contacto directo con la naturaleza. El espectáculo del silenciosos atardecer a orillas del río Uruguay es un momento imperdible en este lugar.
Porque en Yapeyú el paso del tiempo no es importante, aunque el testimonio de su paso rodee con sus atmósfera a cada visitante.*

¡Vean! Los mismos patrioteros de la secta Sanmartiniana afirman y dan testimonio con su conducta que Tupá el demonio de los indios guaraníes y guardián del mítico infierno, es su dios:

Indómitos como la mayoría de los indígenas que habitaban el territorio del Río de la Plata, los guaraníes ocupaban, en gran parte, el territorio de la actual provincia correntina. Antes de la llegada de los españoles, sus vidas transcurrían pacíficamente, dueños como eran de esa inmensa presencia natural entretejidas por innumerables ríos, lagunas y praderas.
Como pocas tribus sudamericanas, los guaraníes estaban constituidos en nación, un conglomerado de decenas de diferentes tribus, aliadas por amistad o parentesco, que, a su vez, se organizaban en aldeas. Cada una de ellas la componía de cincuenta a cien familias, con independiente, gobierno propio y economía particular. Las tribus respetaban a un cacique cuya autoridad era patriarcal. Pero, por sobre todas las cosas, los nativos se rendían bajo el poder de Tupá, el todopoderoso, señor de las aguas y de la tierra, padre de los embalsados, hacedor de las cosas terrenas y del cielo, gobernante supremo del infierno, dios del bien y del mal, de la belleza y del amor.
A él, Tupá, estaban destinados sus sacrificios, por él morían en el combate los guerreros, y a él también,  se ofrendaban las cosechas.
No era, pese a todo, la única divinidad. El sol guaraní, y la luna, y así, también ejercían su benéfico poder, claro que como dioses menores. Incontables leyendas guaraníes les atribuyen dones relativos a la fertilidad de la tierra.
Sin embargo, los aborígenes de la tierra correntina tenían también confianza en su poder creador, y más aún, en el poder que genera una intensa vida social, lo que suponía, para ellos, la justa distribución de la riqueza. Prueba de ellos es que sus viviendas (“molokas”) eran una especie de gran casa colectiva, construida frente a un centro o plaza. Todos trabajan para todos y eran expulsados de la tribu aquellos que pretendían acumular riquezas. Pese a este acentuado concepto comunitario, no se preocuparon demasiado por la comodidad; sus mobiliarios eran reducidos: bancos y mesas muy rústicos, de madera apenas labrada, y hamacas; en grandes vasijas de barro, a su vez, preparaban y guardaban sus alimentos. Los restantes elementos que más le preocupaban al guaraní eran los bastones para marcar el ritmo de las danzas colectivas, y sus armas características: macana, boleadora, arco y flecha, infinitamente peligrosas en la guerra e increíblemente útiles para la caza y la pesca.
Ellos hasta que conocieron otras armas, las que empuñaron los conquistadores españoles cuando se atrevieron a husmear en la tierra de los esteros, al decidirse, finalmente, a juzgar a sus primitivos habitantes.*

Sí, como ignorantes aborígenes adoran a Tupá (que no es otro que Satanás el diablo) el dios asesino, del cual Cristo dijo con referencia a los matacristos de todos los tiempos:

Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer conforme a los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla mentira, habla según su disposición, porque es mentiroso y padre de la mentira. Porque yo, por otra parte, digo la verdad, ustedes no me creen. (Juan 8:44-45).

Y no contentos con glorificar a un asesino adúltero, inculcan a sus hijos la misma mentira satánica como ésta que tomé de la revista escolar Billiken:

CAMPAÑA LIBERTADORA DE CHILE
A principios de 1817 el Ejército de los Andes, integrado por 5.423 hombres, 18 piezas de artillería y 1.500 caballos, comenzó el cruce de la Cordillera. Para obligar a los realistas a dispersar las tropas San Martín dispuso que el grueso del ejército patriota, bajo su dirección y la de O’Higgins y Soler, marchasen por la ruta de Los Patos, y las Heras con la artillería por la ruta Uspallata. Envió además dos destacamentos por el Sur, mandada por José M. Lemos y Ramón Freyre. San Martín calculó los días que debía durar la travesía, y todo su cumplió según las predicciones. Los realistas fueron atacados en Chacabuco el 12 de febrero de 1817, siendo esta la primera gran victoria de San Martín en  su campaña libertadora de Chile.
La tropas realistas se retiraron al sur de Chile y prepararon la resistencia, fortificándose en Talcahuano. El Ejército Unido argentino-chileno las sitió, librándose combates de Curapaligüe y Gavilán. También se intentó tomar la fortaleza. Cuando San Martín tuvo noticias de que los realistas habían recibido refuerzos de Perú ordenó retirarse hacia el Norte. El 19 de marzo 1818, por la noche, los españoles atacaron por sorpresa, derrotando los patriotas de Cancha Rayada. Sin dejarse abatir, el general San Martín organizó las fuerzas y preparó un nuevo embate con los realistas. La acción se desarrolló el 5 de marzo de 1818 en los llanos de Maipú. Esta batalla, ganada por al pericia estratégica de San Martín, consolidó la independencia de Chile y quebró el poder realista en América. Aún en el campo de lucha, el general chileno Bernardo O’Higgins abrazó conmovido a San Martín y le dijo: “!Gloria al salvador de Chile!” O’Higgins no había tomado parte en la acción por haber sido herido en Cancha Rayada.

Pero como aquí – en este libro – se busca la glorificación, no de Satanás, sino de Cristo, no de la mentira, sino de la verdad, no de la muerte, sino dela vida, desenmascaramos a la secta Sanmartiniana.
¡Vean! El himno de San Martín dice:

San Martín, héroe magno del Ande, arquetipo de grandeza moral, tú que diste libertad a tres pueblos, renunciaste a todo por seguir tu ideal. Soportaste mil trabajos y angustias coronando tu sagrada labor, y en la hora del triunfo fuiste porque solo quisiste ser un libertador.
Letra y música de Pedro Berutti.

Los corruptos glorifican a los pecadores, los justos los denuncian.
¿Arquetipo de grandeza moral, un adúltero masón, traficante de armas? ¡Solo un corrupto elige a tal héroe! Pero lo más popular de don José de San Martín fueron sus máximas para su hija:


MÁXIMAS PARA SU HIJA
Estas son las máximas redactadas por el general San Martín para su hija Mercedes Tomasa.

Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: “Anda, pobre animal, el mundo es demasiado pequeño para los dos”.

Ø  Inspirarle amor a la verdad, y odio a la mentira.
Ø  Inspirarle a una gran confianza y amistad pero uniendo el respeto.
Ø  Estimular en Mercedes el amor por los pobres.
Ø  Respeto sobre la propiedad ajena.
Ø  Acostumbrarla a guardar un secreto.
Ø  Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia tados las religiones.
Ø  Dulzura con los criados, pobres y viejos.
Ø  Que hable poco y lo preciso.
Ø  Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
Ø  Amor al aseo y desprecio al lujo.
Ø  Inspirarle amor por la Paria y por la libertad.

¡Já! ¡Humanizar el carácter!
...Y estas máximas están encuadradas junto  a la foto de un cañón (instrumento de homicidio) con el marco de una cordillera nevada. ¡Já!. Quién no fue capaz de matar a una mosca asesinó a miles de hombres, su pretexto: amor a la Patria!
Pero. ¡Vean! La vocal de la cámara Matilde Gonzales, furiosa contra el escritor que tuvo el coraje de decir que San martín era masón, bastardo y traficante de armas, escribió un artículo titulado: “Las intimidades de los grandes hombres”. (A propósito de una biografía novelada sobre el Libertador) en el periódico La Voz del Interior, dijo:

LA INTIMIDAD DE LOS GRANDES HOMBRES
Nosotros, los argentinos, somos todavía poco dispuestos a penetrar en la intimidad de los grandes hombres, como si temiésemos, que al revelarla, pudieran perder algo de la grandeza que revelan desde a estatua.
Cuando el historiador o el biógrafo miran hacia la intimidad, generalmente lo hacen disculpándose de algo que parece una indiscreción, con una mirada como de reojo, para no ver más allá en la apreciación de algún rasgo o suceso del personaje; o bien para justificarlo o aún justificarlo de juicios y críticas, como si el reconocimiento de ellas sirviera para menoscabar la gloria que mereció por sus virtudes. Esta actitud puede tener una explicación razonable, atendiendo a la natural sicología de un pueblo joven y orgulloso, como el argentino, que cuenta en su corta vida con pocos próceres, de suerte que a los pocos que tiene ha de preservarlos de toda indignación que acaso los disminuyera.
Pero la revelación de imperfecciones y yerros en nada puede afectar a una hombre inminente por sus virtudes, a menos de imaginar que él fuera una sustancia diferente a los demás.
Al contrario un gran hombre es solo un hombre grande, aunque de mayor tamaño. Gohethe decía: “Los grandes hombres no poseen sino un mayor volumen. Tienen virtudes y vicios, lo mismo que todos, solo que en mayor cantidad. Pero la proporción puede ser la misma”. De ahí que sea falso y mutilador exhibir a nuestro próceres solo por sus virtudes, ocultando o negando enérgicamente sus fallas o sus debilidades: entonces los hombres se vuelven de madera o de cartón, y pierden su condición de entrañables, esa condición conmovedora, la que hace casi milagrosa la presencia de aquellas virtudes.
El grande hombre no es, en definitiva, sino aquél que posee en si una mayor humanidad.
Es claro, por lo demás, que cuando digo que es legítimo y necesario el conocimiento de la intimidad de nuestros grandes hombres, no estoy justificando, ni de propósito ni de hecho, aquella actitud innoble del que se pone a hurgar en las desdichas o  los extravíos ajenos para exhibir, triunfante, los secretos ajenos. Esta mirada inmisericorde y maliciosa en la intimidad cualquiera, es una cosa sucia y mezquina, semejante a la del que espía por el ojo de la cerradura, del que lee furtivamente las cartas y los diarios de otros, del que fisgonea en los ocultos recintos en el que el dueño guarda algo que sólo a Dios y a él pertenecen.
La nobleza de un hombre se define cabalmente por su actitud ante la intimidad de sus semejantes: quién se detiene respetuosamente ante ella, o cuando debe considerarla, por su función o por sus tareas, lo hace con la comprensión y la simpatía que suscitan siempre las desdichas de una alma digna, ése es verdaderamente un hombre; el otro, el que en la vida de los grandes hombres como en la de los comunes, se deleita con el conocimiento y la revelación de intimidades dolorosas, por esto sólo denuncia la bajeza de su alma, la depravación de su inteligencia.*

No obstante, mi motivo es diametralmente opuesto: como Josías, amo el libro de la ley y debo destruir toda idolatría existente.
¿O acaso no conoce el relato bíblico?:

Y también todas las cosas de los lugares altos que había en la ciudad de Samaria, que los reyes de Israel había construido para causar ofensa, les quitó Josías, y pasó a hacer con ellas conforme a todas las cosas que había hecho en Betel. Por consiguiente, sacrificó sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que había allí y quemó sobre ellos huesos humanos. Después de eso regresó a Jerusalén.
Y también a los mediums espiritistas y a los pronosticadores profesionales de sucesos y los terafín y los ídolos estercolizos y todas las cosas repugnantes que habían aparecido en la tierra de Judá y de Jerusalén, Josías los eliminó, a fin de poder realmente poner por obras las palabras de la ley que estaban escritas en el libro de Hilquías que el sacerdote había hallado en la casa de Jehová.
Y resultó que no hubo rey como él antes que él que se volviera a Jehová con todo su corazón con toda su alma y con toda su fuerza vital, conforme a toda la ley de Moisés: tampoco después de él se ha levantado un semejante a él. (2° Reyes 23.19-20, 24-25).

Ahora bien cierta publicación religiosa, dijo sobre la idolatría:

GUÁRDENSE DE TODA CLASE DE IDOLATRÍA
“¿Qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?” (2° Corintios 6:16).

Jehová tiene n templo que no alberga ídolos. Fue tipificado por el Tabernáculo de Israel que construyó Moisés y los templos que se construyeron después  en Jerusalén. Aquellos templos representaron “la tienda verdadera” el gran templo espiritual de Jehová. (Hebreos 8:1-5). Este templo es la provisión que nos hace posible que nos acerquemos a Dios en la adoración sobre la base del sacrificio del rescate de Cristo (Hebreos 9:2-10, 23).
Todo cristiano ungido llega a ser “columna del templo de Dios” al recibir un lugar en el cielo. Una gran muchedumbre” de otros adoradores de Jehová le “están rindiendo servicio sagrado” en lo que representó el patio de los gentiles del patio que reedificó Herodes. Por su fe en el sacrificio de Jesús, disfrutan de una condición justa que hace que se conserven con vida “a través de la gran tribulación” . (Revelación 3:12; 7:915).
A la congregación de cristianos ungidos que están en la tierra también se la compara en sentido figurado a otro templo  libre de idolatría. El apóstol Pablo dijo lo siguiente a estos “que han sido sellados con el Espíritu Santo”: “Ustedes han sido edificados sobre los fundamentos de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular del fundamento. En unión con él, el edificio entero unido en armonía, va creciendo para ser un templo santo para Jehová. En unión con él, ustedes también, están siendo edificados juntamente para ser lugar donde habite Dios por espíritu” (Efe. 1:13; 2:20-22) Los 144.000 sellados son “piedras vivas que están siendo edificados en casa espiritual para el propósito de un sacerdocio santo”. (1° Pedro 2:5; Rev. 7:4; 14:1).
Dado que estos subsacerdotes son “el edificio de Dios”, él no permite que nada contamine el templo (1° Cor. 3:9,16,17)”No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual  - advirtió Pablo, - porque, ¿Qué consorcio tiene la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?” los cristianos ungidos, que pertenecen a Jehová el Todopoderosos”, tienen que estar libres de idolatría. (2° Cor. 6:14-18) Los de la gran muchedumbre también tienen que evitar toda clase de idolatría.
La idolatría se presenta tanto de modo declarado como de maneras sutiles. No, no se limita a la adoración de diosas y de dioses falsos. Es la adoración de cualquier cosa o persona a parte de Jehová, quién, como Soberano Universal, exige y merece con todo derecho adoración exclusiva. (1° Cor. 10:7). Examinemos ciertas formas de idolatría que deben evitar los siervos de Jehová.

SE PREFIGURA LA IDOLATRÍA DE LA CRISTIANDAD
Cuando estaba en el exilio babilonio en el año 612 a. E.C., el profeta Ezequiel  tuvo una visión de las cosas detestables que practicaban los judíos en el tiempo de Jehová en Jerusalén. Ezequiel vió un “símbolo de celos”. Vió a 70 hombres de edad madura ofreciendo incienso en el templo. Observó a mujeres llorando por un dios falso. Y contempló a 25 hombres adorando al sol. ¿Qué significaban estos actos de idolatría?
Las cosas detestables que Ezequiel vio en visión prefiguraron la idolatría de la cristiandad. Por ejemplo, el dijo: “!Mire!, al norte de la puerta del altar estaba aquél símbolo de celos en el paso de entrada. Y Jehová Dios pasó a decirme: ‘Hijo del hombre, ¿Estás viendo que grandes cosas detestables están haciendo, las cosas que la casa de Israel está haciendo aquí para que yo llegue a estar apartado de mi santuario?’” (Eze. 8:1-6).
Puede que el símbolo de celos idolátrico haya sido un poste sagrado que representaba a la diosa falsa que los cananeos consideraban la esposa de su dios Baal. Prescindiendo que lo que fuera, incita a Dios a los celos porque dividían la devoción exclusiva que le debían a él, lo que constituía una ofensa del mandamiento: “Yo soy Jehová tu Dios... no debes tener otros dioses contra mi rostro. No debes hacerte una imagen tallada ni una cosa con forma alguna de los que está en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en el agua debajo de le tierra no debes inclinarte ante ellas ni debes ser inducido a adorarlos, porque yo soy Jehová tu Dios un Dios que exige devoción exclusiva”. (Exodo 20:2-5).
La adoración del símbolo de celos en el templo de Dios era una de las grandes cosas apóstatas que hacían los israelitas. De igual manera, las iglesias de la cristiandad están contaminadas con símbolos e imágenes que deshonran a Dios y dividen la adoración de aquél a quien profesan adorar. También incita los celos de Dios el que el clero rechace su Reino como única esperanza de la humanidad e idolatran a las Naciones Unidas, ‘La cosa repugnante que está de pie en el lugar santo’, donde no debe estar. (Mateo 24:15,16; Marcos 13:14).
Cuando Ezequiel entró en el templo, informó: “!Mire!, había toda representación de cosa que se arrastra y bestias inmundas, y todos los ídolos estercoleros de la casa de Israel y la entalladura estaba en las paredes todo en derredor. Y setenta hombres de la casa de Israel de edad madura... estaban de pie frente a ellos, cada uno con su incensario en la mano, y el perfume de el humo del incienso ascendía”. ¡Imagínese! Ancianos estaban en la casa de Dios ofreciendo incienso a dioses falsos representados por entalladuras detestables sobre la pared. (Eze. 8:10-12). De igual manera las iglesias de la cristiandad tienen imágenes de pájaros y bestias salvajes, y la gente le da su devoción. Además, muchos miembros del clero son culpables de engañar a las masas al apoyar las falsas teorías de que el hombre evolucionó de otros animales, subhumanas, en vez de defender la verdad del relato de la Biblia que dice que Jehová Dios creó al hombre. (Hechos 17:24-28).
A la entrada de la puerta de la casa de Jehová, Ezequiel vió a mujeres israelitas apóstatas llorando por el dios Tamuz. (Eze. 8:13,14). Para los babilonios y los sirios, Tamuz era el dios de la vegetación que crece en las épocas de lluvia y muere durante las épocas de sequía. La muerte de la vegetación representaba la muerte de Tamuz. La cual lloraban sus adoradores en la época de calores más intensos. Cuando la vegetación crecía de nuevo en las épocas de lluvia, se suponía que Tamuz regresaba del mundo de los muertos. A Tamuz se le representaba con la primera letra de su nombre, una tau antigua, que tenía la forma de una cruz, esto bien puede recordarnos la reverencia idolátrica que la cristiandad da  a la cruz.
Luego Ezequiel vio a 25 hombres israelitas apóstatas adorando al sol en el patio interior del templo, una violación de Jehová sobre el mandato de la idolatría. (Deut. 4:15-9). Aquellos idólatras también extendían hacia la nariz de Dios una ramita obscena que probablemente representaba el miembro viril del hombre. Con razón Dios no contestaba sus oraciones, como no contestará la de la cristiandad cuando busque su ayuda durante “la gran tribulación” (Mateo 24:21). Del mismo modo que aquellos israelitas apóstatas adoraban al sol, que le daba la luz, con sus espaldas al templo de Jehová, la cristiandad también da la espada a la luz de Dios, enseña doctrinas falsas, adora la sabiduría mundana y tolera la inmoralidad. (Eze. 8:15-18).
Los cristianos evitamos las manifestaciones de idolatría de la cristiandad, es decir, la Jerusalén antitipica, que Ezequiel vio en visión. No idolatramos símbolos de deshonra a Dios. Aunque respetamos las “autoridades superiores” gubernamentales, nuestra sujeción a ellas es relativa (Rom. 13:1-7; Marc.12:17; Hechos 5:29). Damos nuestra devoción sincera a Dios y a su Reino. No sustituimos a Dios y a su creación por la evolución, (Rev. 4:11). Nunca adoramos a la cruz ni idolatramos el intelectualismo, ni ninguna otra clase de sabiduría mundana (1° Tim. 6:20,21). También nos guardamos de todas las demás formas de idolatría. ¿Cuáles son algunas de ellas?

OTRAS CLASES DE IDOLATRÍA
Los cristianos no idolatran a la simbólica “bestia salvaje” con el resto de la humanidad. El apóstol Juan dijo: “Vi una bestia que ascendía del mar, y tenía diez cuernos y siete cabezas y sobre sus diez cuernos tenía diademas... todos los que moran en la tierra la adorarán” (Rev. 13:1-8). Las bestias pueden simbolizar “reyes” es decir, potencias políticas (Daniel 7:17; 8:3-8; 20:25*). De modo que las siete cabezas de la simbólica bestia salvaje  son potencias mundiales, a saber, Egipto, Asiria, Babilonia, Medo Persia, Grecia , Roma y la potencia binaria angloamericana de Gran Bretaña y los Estados Unidos de América. El clero dela cristiandad muestra gran falta de respeto a Dios y al Cristo al conducir a idolatra al sistema político de Satanás “el gobernante de este mundo”. (Juan 12:31). No obstante como cristianos que apoyan el Reino, los siervos de Jehová rechazan esta forma de idolatría. (Santiago 1:27).
El pueblo de Dios tampoco idolatra a las estrellas del mundo del entretenimiento y de los deportes. Después de hacerse cristiano, un músico dijo: “La música para divertirse y para bailar... puede despertar deseos incorrectos. El artista canta sobre la felicidad y la ternura, una cualidad que muchos oyentes tal vez piensen que falte en su pareja. Muchas veces el cantante, se identifica con lo que está cantando. Esta es una de la razón por la cual algunos de los cantantes que conozco son los favoritos de la mujeres. Una vez que uno se ha sumergido en este mundo de fantasía, puede terminar idolatrando al artista. Quizás empiece de una manera algo inocente: pidiéndole una autógrafo como recuerdo. Pero algunas personas llegan a idealizarlo, y al ponerlo en un pedestal, lo convierten en un ídolo, quizás cuelguen de la pared una fotografía de   esa estrella y comiencen a vestirse y arreglarse de la misma manera... los cristianos tienen que tener en cuenta que la adoración solo pertenece a Dios”.
Sí, solo Dios merece adoración o culto. Cuando Juan, ‘cayó para adorar delante de los pies del ángel’, que le había mostrado cosas asombrosas, esa criatura espiritual rehusó ser idolatrada de forma alguna, y dijo: “!Ten cuidado! ¡NO hagas eso! Yo simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que son profetas, y de los que están observando las palabras de este rollo. Adora a Dios”. (Rev. 22:8,9). El temor a Jehová, es decir, nuestra profunda reverencia a él, nos impulsa a darle adoración exclusiva (Rev. 14:7). De esta manera, la verdadera devoción piadosa nos libera de la idolatría (1° Tim. 4:8).
La inmoralidad sexual es otra forma de idolatría que los siervos de Jehová rechazan. Saben que: “Ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez – lo que significa ser idólatra – tiene herencia alguna en el reino de Cristo y Dios”. (Efe. 5:5). La idolatría está implicada por el deseo vehemente de placer ilícito se convierte en un deseo de devoción. Los deseo sexuales impropios pueden arruinar las cualidades piadosas de la persona. Al inclinar los ojos y oídos a la pornografía, la persona puede dañar la santa relación que tiene con Jehová, el Dios. (Isaías.6:3). Por eso, para guardarse de esta clase de idolatría, los siervos de Dios tienen que evitar la pornografía y la influencia demoníaca de la música. Necesitan adherirse a los fuertes valores espirituales que se basan en las Escrituras y mantener puesta “la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad”. (efe. 4:22-24).

EVITE LA EVIDEZ Y LA CODICIA
Los cristianos también se guardan de la avidez y la codicia, que son formas de idolatría muy parecidas. La avidez es ansia deseo vehemente, pero cuando el objeto de la avidez pertenece a otra persona, se convierte en codicia. Jesús advirtió sobre la codicia, y habló de un hombre muy rico y codiciosos que al morir no pudo sacar provecho de su riqueza, y que se encontraba en la lamentable situación de no ser “rico para con Dios”. (Luc. 12:15-21). Pablo aconsejó bien a sus compañeros de creencias: “Amortigüen a los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a la codicia, que es idolatría”. (Colo. 3:5).
Las personas obsesionadas con el amor al dinero, la mucha comida y bebida o la ambición de poder convierte esos deseos en sus ídolos. Pablo dijo que la persona ávida es idólatra y ni heredará el reino de Dios (1° Cor. 6:9, 10; Efe. 5:5). Por consiguiente, las personas bautizadas que practican idolatría al demostrar avidez pudieran ser expulsadas de la congregación cristiana. Sin embargo, podemos evitar la avidez si evitamos el consejo de las Escrituras y oramos con fervor. Proverbios 30: 7-9 dice: “Dos cosas te ha pedido Jehová Dios. No las retengas de mi antes que mueras. Aleja de mi la falsedad y la palabra con mentira. No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento preescrito para mi, para que no llegue a estar satisfecho y niegue y diga: “‘¿Quién es Jehová?’ y para que no llegue a parar en la pobreza y realmente hurte y acometa el nombre de mi Dios”. Ese espíritu, o actitud, nos ayudará a guardarnos de al avidez y de la codicia idolátricas.

GUÁRDESE DE IDOLATRARSE A SÍ MISMO
El pueblo de Jehová también se guarda de idolatrarse a si mismo. En este mundo es común que la gente se idolatre a si misma e incluso que idolatren a su propia voluntad. El deseo de conseguir fama y gloria hace que muchos obren con tortuosidad. Quieren hacer su voluntad, no la de Dios. Pero no podemos disfrutar de una buena relación con Dios si nos idolatramos a nosotros mismos procurando de manera sinuosa salirnos con la nuestra y enseñoreándonos de los demás. (porv. 3:32; Mateo 20.20-28; 1° Pedro 5:2,3). Los seguidores de Dios nos hemos separados de las cosas solapadas del mundo (2° Cor. 4:1,2).
En vez de buscar fama el pueblo de Dios obra en exhortación con lo que dijo Pablo: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o cualquier otra cosa hagan todas las cosas por la gloria de Dios”. (1° Cor. 10:31). Como siervos de Jehová, no insistimos idolátricamente en hacer las cosas a nuestra manera, sino que con gozo hacemos la volunta divina, aceptando su guía.

MANTÉNGANSE EN GUARDIA
Como el pueblo de Jehová, no nos inclinamos ante ídolos materiales. No guardamos también las formas sutiles de idolatría. En realidad tenemos que seguir evitando toda forma de idolatría. Por ello, actuamos conforme al consejo de Juan: “Guárdense de los ídolos”. (1° Juan 5.21).
Si usted es siervo de Jehová, use siempre su conciencia moldeado por la Biblia y sus facultades perceptivas. (Heb. 5:14). De ese modo el espíritu idolátrico del mundo no lo contaminará, sino que será como los tres hebreos fieles y los leales cristianos primitivos. Dará devoción exclusiva a Jehová, quién le ayudará a guardarse de todas las formas de idolatría.*

Pero el mundo religioso – o seglar – está podrido en idolatría ¡Vean!
La avidez de dinero por parte de los Testigos de Jehová es tal, que venden la Palabra de Dios por todo el globo terráqueo, y su devoción por los líderes humanos pasó por delante de Dios, como símbolo de celos, un grupo de corruptos e inmorales a los cuales endiosan y dan el título honorífico de: “Cuerpo Gobernante”. (Esto en oposición a: Mat. 10:8, 23:8-12).

Ø  Los evangélicos tienen como símbolo de celos  a la pagana demoníaca trinidad. (Cristo fue creado por Dios Apoc. 3:14).
Ø  Los mormones a José Smith.
Ø  Los adventistas a Elena G. De White.
Ø  Y los patrioteros argentinos tienen para provocar a celos a Jehová, a un militar guerrero: ¡José de San martín!.





Capítulo 7
Los caprichos del agua y los esteros del Iberá – Corrientes es cuna de idolatrías – El señor de la muerte y el señor de la esclavitud – Fiestas patronales en Valle Lindo y culto a San Martín con sabor criollo – Cuanto más te irrites contra este libro... – Por que no escribo para la seccion “cartas de los lectores” – Don José (carta 1) Don José (carta 2) – Lo novelesco de San Martín – Iluminati vive en la oscuridad – Un genio poseía a San Martín -

Y
 seguimos por tierras correntinas, con nuestro Jeep 4X4, repartiendo los fogosos Volantes.-plaga, entre toda esa pintoresca y amable gente.

Anclada en el sector nordeste del país, aproximadamente entre los 27 y 80 grados longitud y los 59 y 60 de latitud oeste, Corrientes se caracteriza, sin duda, por sus extensas fuentes hídricas superficiales, articulada en un dilatado sistema de bañados, lagunas y una apretada red fluvial, cuyas aguas provienen de las abundantes lluvias.
El río Corrientes atraviesa la provincia por el medio y la divide en dos regiones: la zona occidental, con una superficie relativamente plana y algunas ondulaciones, que son, a veces, apenas perceptibles, y la zona oriental que presenta, por el contrario, territorios quebrados que son prolongaciones de la sierras misioneras.
El 65% de los cursos de agua de esta provincia pertenecen a la cuenca del río Paraná, que se extiende sobre más de 650 Km. En su tramo correntino. Sus costas son escarpadas barrancas de tierra roja que se elevan hasta los 30 m. De altura. Sus principales tributarios son los río Santa Lucía, Guayquiraró y Corrientes.
El Uruguay (“río de los caracoles” en idioma guaraní) baña, a su vez, 436 kilómetros de costas correntinas, sus riberas altas y escarpadas, cubiertas de vegetación subtropical, están cortadas, de trecho en trecho por profundas zanjas que sirven de desagüe a los grandes  bañados que se extienden sobre la zona delimitada del río.
Aproximadamente un millar de lagunas cubren el territorio correntino, en especial el oeste, el norte y el  centro de la región, alimentando con sus aguas numerosos arroyos y ríos. El espejo líquido de las  once lagunas principales ocupan una superficie de 300 kilómetro cuadrados.
Si las aguas que ocupan Corrientes asumen formas caprichosas, provocando fenómenos inéditos en la Argentina, no son menos sorprendentes los hechos que generan otras aguas, estancadas estas, como tierras móviles. En efecto, los esteros correntinos (34 en total), con más de 1.500 kilómetros cuadrados de superficie no solo configuran un rasgo geográfico peculiar; dan vida a uno de los más inimaginables misterios de la naturaleza, y, entre ellos, los que se agrupan bajo la denominación de Iberia atraen más que ninguno, porque sus pantanos salvajes desatan un mundo subyugante, olvidado.
En los esteros del Ibera la vida transcurre como hace cientos de años. La tierra desolada, invadida subrepticiamente por las aguas del Paraná, forman los misteriosos embalsados de la laguna, desparramados a lo largo de una extensión irregular, cuyos límites son Ituzaingó ( pueblo ubicado la norte de Corrientes, casi en su límite con misiones) y Mercedes, fuerte localidad ganadera que se laza en el centro de la provincia.
Una fauna primitiva acorralada por los cazadores solitarios, y una vegetación lujuriosa y tremenda que surge del agua y se precipita y envuelve de forma caprichosa a las embarcaciones que se atreven a penetrar en el estero, son todo el paisaje con el que se puede tropezar. Un mundo hostil, agresivo, de donde es fácil encontrar un rumbo pero cesa imposible desandarlo para volver a tierra firme.
La caza del yacaré en las noches sin luna, la pesca de sábalos o dorados a punta de lanza (“fija” como la llaman los habitantes del estero) y la persecución de carpinchos o nutrias son las actividades remuneradas de los pobladores el Iberá, una comunidad cada vez más reducida, temerosa – de “los fantasmas que pueblan las profundidades de la laguna”.
Son hombres de piel renegrida, tímidos fuera del habitad pero “amor” del Iberá, donde fuerza y coraje son las armas imprescindibles para vivir. Tal vez no sumen más de cincuenta familias. Nadie lo ha podido establecer estadísticamente. Viven aislados, inmersos en este mundo primitivo. Y allí se quedan, dominados por un amor a la tierra natal.
Ellos creen fielmente en los misterios del estero. Respetan la leyenda del “monstruo” de la laguna. En efecto, en algunas noches suele oírse en la laguna un ruido ensordecedor. Las intrincadas malezas, los juncos gigantescos, guardan un intrincado misterio sobre esos sonidos guturales. La mitología popular le atribuye poderes maléficos al temido personaje de los esteros. Otros pobladores, menos supersticiosos, y algunos cazadores avezados dan su versión, más cercana a la realidad: los ruidos provendrían de una animal extinguido en otras partes del mundo, casi milenario, totalmente inofensivo: el gigantesco sapo toro.
Las leyendas del Iberá se transmiten oralmente de padres a hijos.
La magia de los esteros da magia para que sus habitantes que moldean las orillas  crean con firmeza en la veracidad de los cuentos. Sin embargo, más allá de estas historias, de belleza incomparable, se esconde otra realidad: la económica. Los esteros del Iberá son un obstáculo insalvable para la comunicación, configuran un desierto verde, impenetrable. Su extensión e inutilidad asfixian la economía de la provincia.
Existen, sin embargo, proyectos magníficos. Dos al menos: desecar los  esteros o convertirlo en un inmenso lago de características únicas en el mundo, propicio para la navegación.
De aplicar uno de ellos, corrientes se transformaría radicalmente. En principio se beneficiaría una zona de 3.000 kilómetro cuadrados que, con sus cien mil habitantes rodean las orillas del estero del norte a sur, y abarcan cinco departamentos que albergan a su vez, a cinco millones de cabezas de ganado y producen 30 toneladas de arroz 2000 de yerbas y 600 de té por año.
Mientras ello no suceda, en el Iberá seguirán creciendo el miedo y la incredulidad de un pueblo que piensa por ejemplo, que las islas cambian de lugar en los esteros y las plantas acuáticas devoran a los hombres, o que la yarará paraliza con su mirada a los intrusos y la piraña despedaza a los nadadores.
Es así como el clima de una región, la naturaleza, determinan las creencia y la cultura de los habitantes. Y por supuesto las condiciones que originan los fenómenos demográficos.*

Pero ¡Miren! A medida que avanzábamos en esta improvisad obra misional por las tierras de San Martín, me quedaba más que estupefacto ante el poderoso espíritu de idolatría de los correntinos.

Los correntinos dicen que su tierra es el paraíso al revés. Afirman que los fuegos llamean en las entrañas de Corrientes y que el diablo sueña en los sueños de los hombres. Pero están seguros, también, de que la naturaleza más huraña y escondida (la Corrientes selvática, de los esteros, la de los pantanos) a veces refleja, como un espejo todo el portentoso poder de la vida. Por eso cuando los correntinos hacen fructificar los cítricos, cuando buscan su rumbo por el camino del tabaco o cuando inflaman de energía los arrozales, sienten al mismo tiempo esas dos energías de su tierra: el fervor, la vida, la creación que significa impulsar el desarrollo económico de la provincia, y la desazón, el temor a los misterios del clima, a los caprichos violentos de la naturaleza.
 No es casual, entonces, que en este “país caliente como un rayo lleno de árboles mojados” (como lo  exalta el poeta Francisco Madariaga) todo el ritmo productivo y la vida  de los hombres que trabajan estén vinculadas directamente con ciertas creencias fantásticas.
No resulta novedosos: en muchos lugares del interior argentino (y, virtualmente, en la mayoría de los países latinoamericanos) se cree que hay seres con poderes sobrenaturales que dominan el destino del hombre. Sin embargo, no siempre esas criaturas son tan escalofriantes como el señor de la muerte.
Su forma es la representación clásica de la muerte: un esqueleto sentado, o de pie, que a menudo lleva una guadaña. Tanto en Corrientes como en muchos poblados del nordeste argentino, millares de seres le rinden un culto semisecreto.
El señor de la muerte – también llamado San Muerte – es amado, temido, premiado, castigado, invocado para bien o para mal. El preside el destino de centenares de personas de los ranchos del interior correntino, combina sus amores, les guarda del peligro, les hace ganadores en el juego o les quema su cosecha. A él se le pide riquezas o salud. El, a veces ordena miserias o enfermedad. O sirve para vencer a un enemigo que, al decir que los lugareños, si es “señalado por el conjuro, se seca y muere”.
Si lo que se quiere es protección para los cultivo, basta con tener una imagen del extraño santo en el altar de la casa, cubierto por un paño negro. Lo importante es que el santo haya sido bendecido por lo menos siete veces por un sacerdote cristiano.
Centenares de milagros se le atribuyen, millares de velas arden a su alrededor. Pero no es la única criatura fantástica que puebla la imaginación de los correntinos. Junto a él conviven  “la mujer crucificada” (una versión femenina de Cristo), San Son (representado por un cazador montado sobre un tigre), Lamodei (un misterioso hombrecito que se talla comúnmente en palo santo y que lleva una tabla en la mano derecha y un puñado de plata en la izquierda, para asegurarles ganancia a los jugadores), Santa Catalina (la que quita caer en prisión) o San Alejo (el señor del amor)
Pero ninguno ha sido tan endiosado como la muerte en la campaña correntina. Es el señor de los malos y los buenos matrimonios, el que obliga al ladrón a devolver su hurto; el que es invocado por los “cuatro vientos del mundo”. Y ninguno como él puede decir entonces, cuando una cosecha será buena o mala, cuando habrá que venderla, cuando el ganado se incrementará: esas preocupaciones vienen a cuenta porque, en Corrientes, agricultura y ganadería, son los pilares de la economía del territorio. Y si bien no es real que una figurita esquelética pueda decir sobre la economía, debe reconocerse que los lugareños, por la inestabilidad a la que se ven obligados a vivir, tienen a veces que recurrir a elementos, para seguir subsistiendo. Es que quizás en ninguna otra parte como en Corrientes resulta tan difícil lograr que la producción agropecuaria progrese  de acuerdo con las necesidades de sus habitantes. Y menos aún en el sector industrial, por cuanto su desarrollo se encuentra virtualmente estancado. Pese a todo, el esfuerzo de la provincia por mantener un ritmo sostenido de evolución económica es intenso y no se resiente ante las dificultades que le plantean sobre todo, su hoy desfavorable ubicación geográfica. Es más: los correntinos han sabido domesticar palmo a palmo sus tierras más rebeldes, convirtiéndolas en praderas propicias para cierto cultivo o para pastoreo del ganado.*

¡Já! Reí de pronto, culto al señor de la muerte y culto al señor de la esclavitud: el culto a San Martín, un héroe asesino, no puede menos que llevar a la muerte, como se lee en Apocalipsis:

Pero en cuanto a los cobardes y a los que no tienen fe, y los que son repugnantes en su suciedad y los asesinos y los fornicadores y los que practican espiritismo y los idólatras y los mentirosos su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Es decir la muerte segunda (Apoc. 21:8).

Y, ¡Vean! Tan pronto como pensé en estas cosas me vino a la memoria el argumento del Volante-plaga N° 132 “Fiestas patronales en Valle Lindo”:

El pueblo de Mburucyá (Valle Lindo) festeja el día de su santo patrono San Antonio de Padua, a cuyo acto acude el señor gobernador de la provincia, su comitiva, invitados y personas de todos los rincones, usando para trasladarse toda clase de vehículos: automóvil, tren, carreta, sulky y en mayor cantidad en caballo.
El día 15 se celebra una solemne misa y a la tarde procesión del santo patrono dentro del pueblo, recorriendo varias calles céntricas. En los actos oficiales para los “caté” hay almuerzos y cena, y el baile en el Club Unión o el Obrero; en cambio el “pueblo” va a las “carpas” levantadas a orillas del poblado que abarca una manzana. La municipalidad autoriza a levantar esos albergues y cantinas hechas de pirí, previo pago de una tasa.
Allí hay “vendaje” es decir, se expenden bebidas y se preparan comidas a la minuta, permitiendo diversión o juegos populares el bobo o el choclón, tabla, naipes, lotería de cartón y también se baila. El visitante antes de llegar allí, a cinco cuadras percibe un murmullo producido por distintas voces, de desafíos, demandas, carcajadas, música de variados sones y hasta gruñidos de perros. Allí, la gente pasea, se saludan, se cruzan, compran que comer y lo hacen caminando y otros beben de pie sus cañitas. (Felix Coluccio)
San Antonio es un ídolo que el populacho (la gente común y la “culta”) usan como excusa para adorarse a si mismas ¿Cómo es esto? A los famosos jinetes de la procesión de San Antonio ni se les pasa por la cabeza adorar al Dios Verdadero en una procesión. Su único y real motivo es exhibirse egolátricamente con sus ropajes gauchesco de gala y el chapeado de los arneses de sus caballos, si en verdad hubiesen, pensado alguna vez en adorar a Dios, hubieran leído en el Éxodo 20:4-5: “No debes hacerte una imagen tallada”.
Y obedeciendo al apóstol Juan, huirían bien lejos de las fiestas patronales de los pueblos católico. (Juan 5:21) pero, ¡Ay, sucede que la gente culta hace lo mismo!
1)                    Los Católicos Romanos tienen como culto al Papa, así es como se adoran a si mismos, imaginándose que son mejores que el resto de los humanos, ¿Adorar a Dios? Si lo hubiesen hecho, habrían sabido que Cristo prohibió las jerarquías cuando dijo Mateo 23:8-12: “No llaméis padre vuestro a nadie que esté sobre la tierra, porque uno es vuestro Padre el que está en los cielos”.
2)                    Los Evangélicos tienen un ídolo: el reformador o el pastor herético, al cual siguen...solo para adorase a si mismos, creer se los únicos salvados los únicos creyentes, los únicos con los dones del Espíritu Santo... si en vez de adorase a si mismos, hubieran pensado solo un minuto en adorar al Creador, sabrían que Cristo es el hijo de Dios, creado por Dios (Apoc. 3:14) y no creerían disparates como la trinidad, el fuego del infierno, etc. (Ecle. 9:5-10; Eze. 18:4-20).
3)                    Los Testigos de Jehová tienen  un ídolo: el Cuerpo Gobernante, que es un grupo de viejitos apóstatas apartados en Nueva York. Usan ese ídolo para adorarse a si mismos, para creerse dueños absolutos de la verdad, limpios, honrados, de apariencia personal impecable... si en algún momento hubieran considerado la idea de adorar a Jehová, no serían mercachifles de la Palabra de Dios, ya que esto está condenado en las Sagradas Escrituras (Mateo 10:8; Hech. 8:18-24; Apoc. 22:17), etc.

Los que no disciernen a Cristo no se contactan con el Creador, se fabrican becerros de oro – caudillos, líderes o imágenes de “Santos patronos” – estos son la excusa para llevar una vida libertina y desordenada, lejos de la obediencia a Cristo (Exo. 32:1-14). No participe de las fiestas de los apóstatas de Valle Lindo. Adore al Creador por medio de Jesucristo. Desasóciese y sálgase de entre los relajados. (2° Cor. 6:14-18).

Pero, ¡oigan! ¿Comparamos a la idolatría de San Martín con la idolatría de los Católicos? Compare usted con esto:

UN HOMENAJE A SAN MARTÍN
Un desfile de gauchos y números escolares pusieron color patriótico junto al nogal histórico. Las actividades típicas terminaron hoy en el predio de San Clemente.
Con jinetes y carros de la época en las calles, además de comidas con sabor criollo y destrezas gauchas, Villa Allende y Saldán comenzaron ayer a vivir su homenaje al Libertador San Martín, de cuya muerte se cumplieron 150 años el jueves último.
Numeroso público se acercó a presenciar una celebración que empezó ayer en Saldán y terminará hoy en Villa Allende.
“El ideal sanmartiniano era hacer de nuestro continente una sola patria”, recordó en un breve discurso un alumno del Instituto Secundario General de San Martín, y de primario “17 de agosto”, ambos de Villa Allende, refiriéndose al proyecto ambicioso del Libertador.
El acto principal se realizó junto al nogal histórico de Saldán, con presencia de autoridades de ese municipio y de Villa Allende, y de representantes del Gobierno provincial.
Al igual que el jueves pasado, en la plaza San Martín de esta capital, ayer hubo discursos oficiales en el aniversario de la muerte del héroe máximo de nuestro país, ocurrida en el 17 de agosto de 1850 en Francia.
Con motivo del feriado largo, los actos más festivos se trasladaron al fin de semana y finalizaron hoy en Villa Allende.
Vestido con trajes de época, los alumnos recitaron poemas, bailaron la huella y el gato, y entonaron la marcha de San Lorenzo.
Una cantidad considerable de público se dio cita en el paraje saldeño, mientras que del otro lado del arroyo montaron guardia los gauchos de la federación provincial.

ASPÍRUTU CRIOLLO
Tras reiterar el juramento al prócer los jinetes, desfilaron por las avenidas de Villa allende en dirección el predio de San Clemente, donde hubo comidas típicas, juegos y carreras criollas.
Todos agradecieron al cielo que hubiera amainado el calor de días anteriores, y que una leve llovizna se depositara sobre la tierra seca. La frescura dispuso para la gran peña y fogón de anoche, en la carpa levantada por la agrupación Posta de Farías.
El número de hombres y mujeres de a caballo, que llegaron hasta Villa Allende, no excedió los 200, aunque se esperaban unos 400.
“Pasa que estas reuniones ahora se hacen en todas partes”, reconoció la representante de la agrupación 20 de junio, de barrio Congreso de esta ciudad. “Yo me vine sola, y los demás partieron par Monte Cristo, que también hacen una fiesta grande”.
Aunque se viene celebrando desde hace dos década, más precisamente desde el último gobierno militar, la conmemoración sanmartiniana ha ido creciendo e imponiéndose con los años.
Ayer, en los tablones de San Clemente reunieron a gente de todas las clases y edades, para saborear el mismo plato descartable de locro y chimichurri.
Así, pudo verse por ejemplo, al abogado Buteler departía ayer con Jacinto Sánchez, “domador de Mendiolaza, y payador profesional”.
En Saldán descansó San Martín en el invierno de 1814, y la leyenda quiere que fuera allí que concibiera el futuro cruce de los Andes. Lo que queda del nogal es un monolito; muy discutido estéticamente.
A esta altura del año, el tema viene a realimentar una cuestión de límites de Villa allende, para los habitantes de ambos lados del departamento Colón, a solo 30 kilómetros al norte de esta capital, la puja es parte de la anécdota. O similar a otras localidades del interior.*

¿Vió? ¿Vió? ¿Vió que no exagero?
Ahora bien, la razón por la que mucha gente se enfureció con la aparición el libro “Don José” (que denuncia a este prócer como un vulgar corrupto, fornicador y traficante de armas) es, precisamente porque, su culto a sí mismos se vio desnudado y expuesto a los ojos de todo el mundo.
Sí, ¿Y qué no harán cuando lean este libro que hoy estoy escribiendo?
No se extravíe usted, lector: cuanto más se enoje y se irrite contra estas escrituras es porque usted es tanto más
Ø  Falso.
Ø  Hipócrita.
Ø  Ególatra.
Ø  Torcido.
Ø  Etc.

¿O.K.?
pero, ¡Já! Los idólatras se indignaron tanto con la publicación del libro “Don José”, que les destruyó el ídolo, (demostrando que, en realidad los Sanmartinianos son:
Ø  Fanáticos.
Ø  Idólatras.
Ø  Sectarios.
Ø  Hipócritas. )

...que llenaron páginas y páginas de los diarios en las secciones “cartas de los lectores” cada cual tratando de volver a edificar el objeto de culto idolátrico que el inesperado Josías seglar destruyó, mandando cartas tras cartas.
¡Vean! Hoy elegí dos cartas publicadas en la sección “La voz de la calle”, del periódico cordobés “ La Voz del Interior”. (Ah, ¿y saben porqué no expongo ni publico mis opiniones en esta sección del popular diario mediterráneo?) pues, ¡Miren! Hace ya muchos años, cuando se debatía la ley del divorcio en la república Argentina, envié una carta a esta sección del periódico...
¡Oh!
Me cortaron la parte que desenmascaraba con textos bíblicos el error del catolicismo.
Después de eso, una media docena de mujeres (¿Cuándo no?) escribieron a esa sección con oscuros argumentos, tratando de desacreditar la Palabra de Dios, lo cual, me recordó aquellas mismísima palabras del Dios de los Ejércitos:

“¿Quién es este que está oscureciendo el consejo con palabras sin conocimiento?” (Job 32:8 – N. M.).

Además un pastor evangélico, que es periodista, afirmó que ese, como todos los periódicos del país, está dirigido por fanáticos de la secta católica “Opus dei” (por la reacción de estos periodistas, creo que lo es en verdad... pero ¡Me fui por las ramas!
Voy a comentar dos de estas cartas. Preste mucha atención:
DON JOSÉ 1
Señor director:
Como modesta contribución a la polémica suscitada con respecto a una publicación de una novela histórica de José de San Martín, máximo prócer argentino con proyección sudamericana, aporto las siguientes consideraciones:
1-                     La novela histórica goza de la “licencia” literaria que se acepta desde siempre en las obras de ciencia ficción.
2-                     La condición de novela histórica, la obliga a no alejarse mucho de la realidad o hechos conjeturales del personaje que trata, en consecuencia ninguno debe sentirse ofendido por alguna aseveración contenida dentro de un género que, como su nombre lo indica, no deja de ser “novelesco”.
3-                     Entre las tradiciones peruanas, conocida y magna obra de Ricardo Palma acerca de los avatares del Virreinato en Lima, se aportan detalladísimos datos  que corroboran los enredos de faldas de San Martín y Bolívar, “el Libertador”  y “el Protector”, respectivamente. Comprensible dado que si ambos, siendo hombres jóvenes, encontrándose a miles de kilómetros de sus hogares. Y el avión aún no se conocía.
4-                     Muy triste sería comprobar que el enojo de muchos a raíz de la publicación de este libro dado que en el mismo se sugiere que San Martín habría sido hijo de una indígena y de un español, y por lo tanto mestizo. Sentirse ofendido por ello, delata el racismo subyacente.
5-                     San Martín debe ser admirado por su razón de miras, su capacidad militar, y sus acciones trascendentes como hombre público, todo lo cual configura su grandeza, y no por los hechos tragicómicos y anecdóticos que toda existencia humana encierra. Alberto E. Moro.

COMENTARIO:
Lo novelesco (y lo digo para todos los que entienden todo al revés, y como dijo Isaías...

¡Hay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen luz por oscuridad y oscuridad por luz, los que ponen los dulce por lo amargo y lo amargo por lo dulce!. ¡Hay de los que son sabios a sus propios ojos, y discretos aún frente de su propio rostro! (Isaías 5:20-21 – N. M.)

 Repito, lo novelesco es pintar a un fornicador común como si fuera un ejemplo de moral, o a un asesino como a un héroe.
¡Vean! El abogado José María Olceste, escribió acerca de Don José:

Sintetizo los principales mensaje del homenajeado, simplemente por sus títulos, 1) el esfuerzo, 2) la generosidad, 3) la modestia, 4) la honestidad,  5) la trascendencia de la educación, 6) la defensa de la libertad y los derechos del hombre, 7) la unidad nacional, 8) la unidad latinoamericana, 9) el renunciamiento, 10) el mensaje a los militares argentinos.*

 ¡Já! ¡Esto si que  es realmente novelesco! una novela es una mentira:  el culto  a San Martín solo lo llevan a cabo los hipócritas y los mentiroso simuladores de rectitud. ¿O.K.?

DON JOSÉ 2
Señor director:
¿A quién puede importarle de quién fue el óvulo que luego diera la existencia de un ser llamado San Martín?
¿Alguien puede considerar como relevante, su fecha y lugar de nacimiento, o como estaban ubicados los astros en ese momento, o si sus padres eran biológicos o si los recogieron en un orfanato?
En estos detalles insustanciales solo se interesan y suelen indagar individuos de vuelo muy bajo, seres despreciables y sarcófagos que, al igual que los buitres, han nacido par hurgar entre la carroña. Son aquellos que nunca podrán diferenciar entre la donaire del águila de la torpeza del sapo.
Viven, porque lamentablemente aquí en la patria de San Martín, tienen mercado y clientela para su venta; clientes que se nutren y se solazan con la miseria humana; hombres pequeños a los cuales es inútil hablarles de lo excelso, lo sublime y lo eterno.
No lo entenderían, los consumidores de esta literatura son en su mayoría personas con una mísera y primitiva formación, mentalidades de poco alcance y alma minusválida. ¿Cómo podrán entonces comprender que San Martín fue grande y único por sí mismo y por mérito propio, por sus obras y trascendencias de ellas, por lo inmenso de su sacrificio y abnegación, por su humilde y patriótico renunciamiento?
Desgraciadamente existe cada vez una más gruesa capa social que parecería que odiara todo lo que significa, excelencia, virtud y superación, menos mal que aún quedamos muchos para quienes la figura del libertador seguirá siendo para siempre como ese fino diamante que, por más que quieran empañarlo, nunca perderá su gran valor.
Después de valorar sus conductas y sus obras, ¿A quién podrá importarle su genealogía, o si nació en cuna de oro o en un canasto?
A menos que sea poca cosa ser uno de los más grandes genios militares de la historia, adalid de la libertad americana, numen de la independencia y el mayor perdurable hombre de la patria. Guillermo Luis Iluminatti.*

¡Já! Para colmo este tío se llama Iluminatti, (Iluminado) no obstante, si justifica los asesinatos en masa de un prócer guerrero, vive en total oscuridad. La Biblia asevera: “El que odia a su hermano está en la oscuridad”, la razón es que el odio es homicida, y el principal homicida e instigador de las guerras, es el gran homicida Satanás el Diablo, ¿O me argumentarán que Cristo asesinó a ejércitos completos por amor?
¡Já! De un enceguecido idólatra fanatizado cabeza hueca, cerebro de mosquito que pretende llenar el vacío de personalidad con la magia de el culto a un ídolo, ¡Se puede esperar cualquier cosa! No obstante,  son los que promueven y toleran la idolatría de un corrupto los verdaderos corruptos carroñeros comedores de basura: la enseñanza patriotera escolar, idolatría, es la basura espiritual y la carroña histórica que le lavó el cerebro a todos los de la secta Sanmartiniana del país. ¿O.K.?
¡Oigan! ¡Excelso y sublime sólo es Jehová! ¡Sólo él es digno de culto y reverencia!
¡Oigan! Solo los que idolatran a San Martín son los que desprecian la excelencia, la virtud y la superación, son los que odian la luz y la medran en las cloacas fétida de la adoración de los demonios. (1° Cor. 10:20).
San Martín no fue un fino diamante, jamás, solo una piedra de tropiezo para los ególatras extraviados, los cuales, ellos mismos empañan al idolatrarlo y glorificarlo anticristianamente.
En una sola cosa don Iluminatti acertó: en que San Martín era un genio, es un genio, estaba poseído por un genio, es decir, por un vil demonio astuto que bien sabe hacerse adorar por los tontos y los ignorantes. (porque, ¡Vean! Genio es un demonio, según el diccionario, Genio = “Deidad de los antiguos gentiles, engendradora de los elementos y fuerzas de la naturaleza” – Sopena, tomo I pag. 1023)
El genio – demonio  - que poseyó a San Martín, desencadenó la idolatría a Satanás, disfrazado de mensajero de luz, por toda la república Argentina. (1° Cor. 10:20; 2° Cor. 11:14).
Ahora bien, como colofón a este capítulo diré que:

“El propósito crítico de una obra alcanza plenamente su objetivo cuando ahonda en lo psicológico y ensancha el margen de reflexión para establecer los conocimientos lo mas cerca posible. De ahí que este escrito no utilice matices y denuncie sin medias tintas unas realidades... cuando se embellecen los comentarios, también se oscurecen las ideas. Podría parecer un análisis despiadado, pero quiere ser un bisturí capaz de limpiar un llaga profunda y purulenta”
 (Los milenarios/ el Vaticano contra Dios/ pag. 7)









Capítulo 8
Corrientes es vincha agreste – Cánticos de los fieles guerreros de Jah – Humor 4X4 – El idólatra de personalidades se irrita contra el satírico irreverente – Los Sanmartinianos son una secta corrupta y destructiva – Borges y la secta Sanmartiniana – Acordarse ahora de cumplir con Dios – Cultivar el carácter no recurrir a la magia del ídolo – La soberbia de los patrioteros enfermizos – San Martín en el pizarrón – El ejemplo destructivo de los héroes inventados –

E
l horizonte áspero huye hacia la lejanía. Un silencio de plomo cae sobre él. Vamos por rutas correntinas. Algunos arbustos achaparrados, algunas ramitas de hierbas aromáticas o paja vizcachera, he ahí lo único que rasga la carretera de ripio.
Avanza el Jeep 4X4 por subidas y empellones  por aquel camino que lleva a los naranjales, el sol abraza la superficie Sanmartiniana, abraza y madura los cítrus un hálito que despide la agosta hierba nos atrae hacia delante...

Corrientes, es sinónimo de entrañable impulso y sentido propio de vivir la vida.
Corrientes, fué vivencias que recogió el mestizo en el pródigo seno de la india sometida y fue el pujar oculto de la nativa lengua, creando una decadencia en la recia de castilla. Corrientes fué el asombro, y después la caricia; después la rebeldía ululada en la guerrilla, y luego, se hizo encuentro en la luz de los milagros.
Entonces fue presencia, instinto de hombre nuevo que busca su destino; y al cabo fue conciencia, empuje de la sangre volcada hacia el futuro. Y entonces fue martirio... y en el tiempo, es Corrientes pregón de libertades y es luz de Pago Largo, votiva como un cirio. Corrientes es viva permanencia de un pasado, y de un aromar patricio latiendo en su presente.
Es fuerza misteriosa y designio de su suelo creando lo inaudito, lo simple, lo imponente.
Es soberbia y es color en el rosa del tajy y es la insolencia del rancho derruido; es mansedumbre lenta que canta en el chingolo y es la mirada triste del niño desnutrido. El pétalo, es la orquídea y el caburé impío: lo leve, lo sangriento; es la quisquillosa altanería del paisano, su ardor su sentimiento y el ancestral recelo donde perdura el Porá. Y es llama y es rigor y es la piedad que erige las cruces del camino por la paz del alma del que manchó un honor; es rito milagrero y creencia en el payé, y es devoción ferviente postrada en el itaí y es fuerza adormecida que hamaca el chamamé. Corrientes es vincha agreste y es capa, poncho de flores sobre la piel del pobrerío, pobreza y canto, desdén, superstición y credo... y es unión del hombre el suelo, el pájaro y el río.*

Los niños en la parte trasera del vehículo, cantaban a voz de cuello:

Se oye un estruendo como de carros
brincando por sobre las montañas
es un gran pueblo que va avanzando
con fogoso batallar

Delante de ellos va un fuego devorando
y una llama va quemando a toda  la humanidad
delante de ellos todo era como un huerto
pero cuan yermo y desierto todo a su paso quedó
¡fieles guerreros de Dios!

Son los cristianos originales luchando
para establecer la verdad
dolor de parto para los pueblos paganos
que no reconocen a Jah

(coro)
Precipitados toman ciudades corriendo
tan fuerte como ladrón
delante de ellos el sol, la luna
se quedan sin resplandor

(coro)
Y Jehová mismo da une grito de guerra
todos tiemblan de pavor
el que se arrepiente y a Dios se vuelve
constante misericordia y perdón*

Y yo sonreía – a medida que manejaba el Jeep por esas rutas del sol –  por lo que en la revista “Radar” se publicó:

YO ME PREGUNTO
¿Porqué las 4X4 no tienen 12 ruedas?

Porque cada 2X3 llueve – la magia del Tino Bahía Blanca.

Yo creo que tiene 4. 16 es la sensación térmica – Mónica la resistente.

Tampoco tenemos 16 volantes o 16 asientos, tonto – La Geo, Traker ofendida.

Porque las inventó un gallego y les puso cuatro mientras termina la multiplicación – Un cuatrero evadido de la secundaria,

Porque los cien pies no son 10X10 – Elisa, de Laguna Grande.

Porque si tuvieran 16 ruedas no serían 4X4 – Dolores del campo.

Porque si tuvieran 16 ruedas sería 16X16, lo que sería igual a 4X4X4X4, lo que sería igual a 256 ruedas y sería un 256X256, lo que sería un quilombo – As del volante lo que quieras.

Por una cuestión de costos tampoco le pusimos los 8 paragolpes ni los cuatro motores que le corresponde – Oscar Toyota, de Tokio.

Porque ojo X ojo diente X diente – La escanógrafa loca. De Belgrano.

Porque hacer las gomas sale caro – el gordo de Michelin.

Después comencé a preguntarme ¿Por qué los argentinos – especialmente los de la maldita secta Sanmartiniana, -  se enfurecen tanto con los que desacralizamos su ídolo homicida?

En todas las sociedades hacen falta las sátiras y el humorismo, sólo las dictaduras desprecian su valor. Un gobierno que no acepta el contraste de pareceres se va transformando poco a poco en una tiranía que no precisa de las sugerencias de los habitantes, cuya libertad se limita a aprobar sin emitir opiniones, lo cual equivale a una estatolatría. El gobierno deseoso de mejorar alienta las críticas y saca provecho de ellas; el gobierno que no permite la circulación del necesario humorismo ahoga al pueblo en el abatimiento.
Allí donde anida la sospecha, el rencor y envidia de los más dotados y preparados, el ambiente, cerrado al aperturismo, se convierte en tiranuelo. La sátira mesurada equivale a democracia. El déspota obsesionado con el respeto por la autoridad, es decir, por el culto a la personalidad, cierra la boca al sátiro irreverente y desacralizador para evitar que lo ridiculice por medio de la revelación de sus defectos.
Semejantes críticas son un cepillo muy grueso cuyas cerdas deshilachan las delicadas prendas de los superiores. Fernando II de Nápoles se encarga el mismo de divulgar divertidos comentarios de su propia persona para calmar las iras de sus súbditos que, burlándose de él, se calmaban.
La curia romana no suele apreciar la libertad de expresión. Y de este modo, por temor al ridículo, renuncian a lo sublime para caer en lo grotesco y, a veces, incluso en lo trágico.
El ridículo pasa por arriba de la ley del silencio cuando se pactan las formulas del poder.
Sin embargo, el poder de la disidencia, aunque la practiquen funcionarios encerrados  en compartimientos estancos, posee un valor y alcanza una notoriedad que no es prudente despreciar.
Los miembros insatisfechos de la curia se refugian instintivamente en la crítica tal vez exagerada e incluso imprudente. Es un gran clamor en susurros, como el rítmico zumbido de un enjambre de avispas.
Sin embargo, se trata de polémicas más formales que esenciales, que no afectan al culto debido a la persona en cuestión, lo cual sigue adelante como si tal cosa. Es en el cerebro donde hay que hacer las cosquillas, no en las axilas, decía el cómico Renato Rascel.*

Por eso insisto en que, los Sanmartinianos son una secta destructiva, peligrosa, y fanática.
Toda idolatría es destructiva, ya que, la Biblia asegura que los idólatras serán destruidos eternamente en el simbólico fuego que arde con azufre (Apoc. 21:8).
Los Sanmartinianos “admiran personalidades para su propio provecho” dan culto idolátrico a Don José de San Martín para cubrir su vacío de personalidad verdaderamente patriótica y encajan con la descripción que  Judas (no Iscariote) hace de los herejes:

¡Hay de ellos, porque han ido en la senda de Caín, y por la paga se han precipitado en el curso erróneo de Balaam y han perecido en el habla rebelde de Coré. Estas son las rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor mientras banquetean con ustedes, pastores que se apacientan a sí mismos sin temor: nubes sin agua llevadas de aquí para allá, por lo vientos; árboles al final del otoño, pero sin frutos, que han muerto dos veces, que han sido arrancadas de raíz; olas bravas del mar que lanzan como espumas sus propias causas de vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las cuales la negrura de la oscuridad queda reservada para siempre.
Sí, también profetizó respecto de ellos Enoc, el séptimo (en línea) desde Adán, cuando dijo: “!Miren! Jehová vino con sus santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de todos los impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas impías que hablaron contra él”.
Estos hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto de la condición que les tocó en esta vida, que proceden según sus propios deseos, y sus bocas hablan cosas hinchadas, a la vez que están admirando personalidades en el interés de su propio provecho. (Judas 11-16 – N. M.).

¡Vean! Hay una famosa poesía de Borges (el más idolatrado de los escritores argentinos) que bien podrían meditar los de la secta Sanmartiniana:

 INSTANTES

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes,
Contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos, iría a más lugares donde nunca he ido,
Comería más helado y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fuí una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada momento de mi vida; claro que tuve momentos felices.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solo momentos de alegría.
Por si no lo saben, solo de eso esté hecha la vida, solo de momentos; no te pierdas ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ningún lado sin el termómetro, una bolsa de agua caliente, y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría hasta fines del otoño.
Daría más vueltas a la calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
Jorge Luis Borges.-

!Oiga! usted todavía no es tan viejo… usted está a tiempo de cambiar... no sea que en el futuro (como el escritor ciego) tenga que lamentar, sí, deje hoy el culto a un prócer asesino anticristo, (¡Don José no libertó a nadie!, Cristo sí).
¡Oye!

Acuérdate ahora, de tu Creador, en tus días de mocedad, antes de que procedan a venir los días de calamidades, o hayan llegado los años en que digas “No tengo en ellos deleite”. Antes que se oscurezcan el sol la luna, las luces y las estrellas, y hayan llegado las nubes, después el aguacero; el día en que tiemblen los guardianes de la casa, y se hayan encorvado los hombres de energía vital, y la mujeres que muelen hayan dejado de trabajar porque son pocas, y las señoras que ven por las ventanas lo han hallado oscuro; y las puertas que dan a la calle hayan sido cerradas cuando el sonido del molino haya sido quedo, y uno se levanta al sonido de un pájaro, todas la hijas del canto suenen bajo.
También se han llenado de temor de los que es alto, y hay terrores en el camino. Y el almendro lleva flores, y el saltamontes se arrastra, y la baya de la alcaparra se revienta, porque el hombre va andando a su casa de larga duración y los plañidores han marchado alrededor por las calles; antes que se renueve la cuerda de plata, y que se quebrante el tazón de oro, y se quiebre el jarro junto al manantial, y haya sido quebrada la rueda del agua para la cisterna.
Entonces el polvo vuelve a la tierra justamente como sucedía que era, y el espíritu mismo vuelve al Creador que la dio.
“!La mayor de la vanidades! – dijo el congregador -, todo es vanidad! (Ecle. 12:1-8. N.M.).

Ahora – hoy – hay que pulir el carácter, pulir y enriquecer la personalidad, y no tratar de recurrir a la magia idolátrica de glorificar a un presunto héroe tratando hipócritamente de llenar vacíos de la psiquis.

Es evidente, después de los que hemos dicho, que es sumamente importante tener para la formación del carácter, un espíritu valeroso y sufrido. No tan solo es una fuente de utilidad en la vida, sino también de felicidad. Mientras que, al contrario, se puede considerarla como una de las mayores desgracias, poseer una naturaleza tímida, y sobre todo cobarde.
Un hombre sensato tenía al costumbre de decir, que uno de los principales objetivos que se proponía en la educación de sus hijos y de sus hijas, era no temer nada tonto como al miedo. Y el hábito de no tener miedo se puede adquirir ciertamente como todos los otros, tales como el hábito de ser atento, diligente, y hasta festivo.
El miedo es frecuentemente un efecto de la imaginación; ella nos hace ver males que pueden venir, pero que rara vez llegan; y por eso muchas personas, capaces de reunir todo su valor  para combatir contra peligros reales y vencerlos, se deja abatir y paralizar por aquellos que son imaginarios. De ahí proviene que, si la imaginación no es contenida por una disciplina severa, nos hallamos expuestos a salir al encuentro de las desdichas, a sufrir por anticipado y a imponernos cargas que nosotros mismos nos creamos.
La educación del valor no es por lo común comprendida en los ramos de enseñanzas de las mujeres y, sin embargo, es mucho más importante que la música, los idiomas y la astronomía. En contra de la forma de ver de Sir Ricardo Steelé, que encuentra que la mujer debe distinguirse por un “leve temor” y una “inferioridad que la hace encantadora”. “Nosotros quisiéramos ver inculcado en la mujer la decisión y el valor, como medio para hacerlas más caritativas, más independientes y mucho más felices y útiles.
No hay realmente nada que atraiga en la timidez, nada encantador en el temor. Toda debilidad, sea de cuerpo, sea de espíritu, equivale a una deformidad, y es todo, menos interesante. El valor es gracioso y digno: en tanto que el miedo, de cualquier modo que se manifieste, es mezquino e impulsivo. La mayor ternura y la dulzura más grande, se puede aunar con el valor. Ary Scheffer, el gran artista, escribía un día a su hija: “Querida hija; trata a todo trance, de tener buen ánimo, y que tu corazón sea tierno: son esas las verdaderas cualidades de la mujer. Cada uno de nosotros debe estar preparado para los disgustos de la vida, y no hay más que un modo de hacer frente al destino, sea que nos traiga beneficios o dolores, es necesario saberlo recibir dignamente; jamás debemos perder el valor, porque eso sería lo peor para nosotros y para aquellos a quienes amamos. Luchar, luchar, ahora y siempre, tal es la herencia de la vida”.
En las enfermedades y las aflicciones, nadie sabe quejarse mejor que las mujeres. Y su valor a lo que respecta al corazón es soberbial.
Oh, femmes, c’esta a tort qu’en vous nomme timidez, a la voix de vos coeurs vous étes intrepidez.
La experiencia ha demostrado que la mujeres pueden soportar tan bien como los hombres las más duras calamidades; pero no se hace los bastante para enseñarles a dominar los temores pueriles y las contrariedades frívolas. Todas esas pequeñas miserias, cuando uno se deja llevar de ellas, truécanse en sensiberias enfermizas, y se convierte en el tormento de la vida, manteniendo a sus víctimas y a todo lo que hay a su alrededor en un estado de mal estar crónico.
El mejor correctivo para esa dispensación de ánimo, es sana disciplina moral e intelectual. La pureza intelectual es tan precisa para el desarrollo del carácter de la mujer como para la del hombre. Le da la capacidad indispensable para tratar los negocios de la vida, y la presencia de espíritus que le permite obrar con vigor y de un modo eficaz en los momentos de grandes dificultades. El carácter en la mujer, como en el hombre, será en todo caso el mejor guardián de la virtud, el más firme apoyo de la religión y el mejor correctivo del tiempo. La belleza física pasa pronto: “pero la belleza del carácter y del alma, adquieren nuevos efectos cuando más envejecen. *

Por otra parte, ¡oigan! ¿Qué carácter adquieren los niños argentinos con un ídolo guerrero, masón, mujeriego, traficante de armas?
¡Já! Algunas viejas desubicadas e idólatras de al ciudad de La Falda, enloquecidas porque mis hijos no corrían bajo el sumidero de la destrucción de los que asisten a las satánicas escuelas públicas se tiraban histéricamente de los cabellos diciendo:
¡Pobres chicos, como los hacen sufrir ¡
¡Já! Pero ¡como hacen de sus hijos objeto de destrucción y befa eterna al colocarlos en  ese camino resbaladizo que lleva al lago que arde con fuego donde todos los idólatras serán destruidos!
Más su soberbia no los deja ver más allá de sus narices.

Por ninguna excusa devuelvas mal a tu prójimo, no marches por el camino de la soberbia; la soberbia es odiosa al Señor y a los hombres; para los dos es delito de opresión; el imperio pasa de nación a nación a causa de la violencia y la soberbia.
¿Por qué se ensoberbece el polvo y la ceniza si aún en vida se pudren sus entrañas? Un achaque ligero, y el médico perplejo: hoy rey mañana cadáver.
Muere el hombre y heredan gusanos, lombrices, orugas, insectos.
Esencia de la soberbia es rebeldía humana que aleja al corazón de su Hacedor; pues el pecador es aljibe de insolencias y fuente de planes perverso: por eso Dios le envía plagas y castigos hasta que acaba con él.
Dios derribó del trono a los soberbios y puso sobre él a los oprimidos; el Señor borró las huellas de los pueblos y los destruyó hasta los cimientos; los borró del suelo y los aniquiló y borró su apellido en la tierra.
No es digno del hombre la insolencia, ni la crueldad del nacido de la mujer.*

Las maestras – sacerdotisas del demonio de la guerra, homicidio en masa – dicen: “Sus libros son excelentes...pero está equivocado”
¡Claro o destruyen la idolatría en su corazón o destruyen al predicador que les advierte del pecado!
-          No es forma de predicar esa, - me suele decir un paria inmoral y pobre como una rata, que solo por sentirse algo en la comunidad corrupta, incursiona en la política y conforma el “consejo de vecinos”, proponiendo de continuo nuevos proyectos tratando de edificar lo que Cristo está destruyendo – con el tiempo te vas a dar cuenta. Por favor mirá el programa ‘Edificar’ de la TV. Y aprendé.
-          ¡Já! – reí - ¿Edificar el mundo del diablo? Al contrario, mi programa es “empujar para que se autodestruya”.
-          ¿Qué?
-          ¡Mira! Allí arriba hay un dios, ese dios es el dios de
Ø  Los comerciantes.
Ø  Los políticos.
Ø  Los religiosos.
Tú sirves a ese dios. Ese dios es Satanás el diablo. Pero ¡Oye! Por encima de este dios podrido, está el trono del Dios verdadero. Los que de verdad aman la justicia y la verdad, lo hallan, y no confunden la verdad con la mentira.

Niños criados en colegios patrioteros son cegados por un ídolo fabricado y falso como San Martín, y, con su mente
Ø  Programada
Ø  Estupidizada
Ø  Empequeñecida,

¡Já! Dan respuestas confusas como estas:
EL PIZARRON
San martín en la imaginación de los escolares.

Alumnos de la Escuela Mariano Moreno de Alberdi:

Ø  Me imagino a San Martín como una gran héroe (Lucía García 6° A).
Ø  Nuestro Libertador (Costanza 6° B).
Ø  Lo veo con mucha fe y muy generoso (Agustín 6° A).
Ø  Un hombre bondadoso (Miguel 6° B).
Ø  Creo que fue un amigo de sus soldados (Guadalupe Ramírez 6° B).
Ø  Martín se convirtió en un “héroe” a través de los años (Agustín Bazán 6° A).
Ø  Me lo imagino que no era un hombre capaz de matar a otro hombre (Nahuel 6° B).
Ø  Creo que fue un hombre fuerte y valiente y con mucha sabiduría (Emiliano Merlo 6° A).
Ø  Fué amable (Noelia 6° A).
Ø  Un hombre que amó a su patria (Fernando).
Ø  Fué un gran patriota y me gustaría que aún estuviera presente (Mayra Romina 6° A).
Ø  Un hombre responsable y respetuoso (Baniria Cataldo 6° A)
Ø  Me lo imagino a un héroe  y a un hombre de bien (Eva Giambiastani).
Ø  Un hombre que amaba a su patria más allá de sus intereses personales (Carlos 6° A).
Ø  Un hombre muy inteligente (Daiana 6° A).

Alumnos del Colegio San Martín de barrio San Martín
Ø  Se casó con Remedios de Escalada (Elisa 5° B).
Ø  El santo de la espada que tiene dignidad (Jacqueline Mayra 5° B).
Ø  Era un hombre que no le importaba el dinero (María 5° B).
Ø  Quería mucho a su hija (Sofía 5° B).
Ø  Me gusta mucho como lucha (Alberto Mansilla 5° B).
Ø  Me gustaba la batalla de San Lorenzo (Christopher 5° B).
Ø  Le gustaba pelear por su patria (Rubén 5° B).
Ø  Rechazaba la plata (Eliza 5° B).
Ø  Era responsable de sus necesidades (maría 5° B).
Ø  Se casó el 11 de septiembre de 1812 (Sofía 5° B).
Ø  Su madre era Gregoria Matorras (María 5° B).
Ø  Su padre se llamaba José de San Martín (Alberto Mensilla 5° B).
Ø  Era un hombre solidario y defendía a los demás (Maximiliano Pomba 5° A).
Ø  Era un hombre muy bondadoso (Rubén Chavez).

Alumnos del Colegio Juan Mantovani de Argüello.

Ø  Era un militar (Joaquín 3° B).
Ø  Cruzó los Andes (Juan 3° B).
Ø  ¿Cómo se murió? ¿Porqué defendió tanto a su patria? (Andrés 3° B).
Ø  San Martín perdió en Cancha Rayada y ganó en San Lorenzo (Luis Santiago de Cara).
Ø  San Martín libertó a Argentina, Perú y Chile (Luciano Piola 3° B).
Ø  San Martín fué una muy buena persona porque salvó a muchas personas (Clara Presman 3° A).
Ø  San Martín fué un gran héroe Azul(...).
Ø  San Martín fué una persona muy valiente (Catalina 3° A).
Ø  ¿Por qué nos libertó de los españoles? (Andrés 3° B).
Ø  La hija se llamaba Mercedes (Nicol 3° A).
Ø  San Martín cruzó los Andes y tardó 22 días en cruzarlos (Andrés Rodrigo Pisciolar 2° B).
Ø  San Martín salvó a la Argentina (Santi 2° A).
Ø  San Martín salvó a Córdoba y lucho en los Andes (...).
Ø  San Martín fue un héroe y libertó a su patria (Sofía Morón 3° B).
Ø  ¿Por qué cruzó los Andes? ¿Quién eligió que sea militar? (...).
Ø  San Martín cruzó los Andes para obtener la libertad (Valentín Rubín 2° B).*

Un hombre bondadoso no usa armas,  ya que está escrito:

“Oyeron ustedes que se dijo “Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo. Sin embargo yo les digo: continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que el hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos. Porque si aman a los que los aman, ¿Qué galardón tienen? ¿No hacen también las mismas cosas los recaudadores de impuestos? Y si saludan a los hermanos solamente, ¿Qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hacen también las mismas cosas las gentes de las naciones? (Mateo 5:43-47).

San Martín no era, por ende, bondadoso, era cruel y asesino, sembrador de violencia, corrupción y mentiras: era capaz de asesinar a miles de hombres. El amor a la patria era solo una excusa para disfrazar su mente sanguinaria y su posesión Satánica ávida de homicidios.

“Ustedes proceden de su padre el diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era asesino cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y padre de la mentira”(Juan 8:44).

No era un santo, un santo jamás podría usar una espada. El honor reverente que se le tributa a San Martín parte de una premisa falsa y mentirosa urdida por Satanás. La regla bíblica es:

Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su lugar. Porque todos los que toman la espada por la espada perecerán” (Mateo 26: 52).

¡Já! ¡Un gran héroe azul! ¡Pobres chicos!
Al menos los “héroes” y superhéroes de ficción: son eso: de ficción; San Martín es un héroe anticristo y corruptor... como Rodrigo, como Maradona, como los Beatles, etc.: su ejemplo es degradación y corrupción.
San Martín no salvó a nadie. San Martín no libertó a nadie:
El mismo lo testificó al huir al exilio, fracasado, desengañado, equivocado, como Judas Iscariote solo le faltaba colgarse de un árbol y reventar.
Luego de que San Martín asesinó a miles de soldados creyendo que eso liberaba el país de corruptos esclavizadores españoles, tuvo que huir avergonzado y fracasado al ver que este puesto, el de esclavizadores corruptos, lo tomaban caudillos argentinos  que, inspirados en la avidez de la sangre derramada que les dejó San Martín, comenzó la guerrilla entre criollos argentinos que, solo por avidez  de poder controlador – lo que criticaron en los españoles – y se asesinaron entre ellos, entre hermanos...
No obstante, lo que se les debe enseñar a los niños en las escuelas es que, todos  los hombres del mundo – sean de la nacionalidad que fueren – son nuestro prójimo, son nuestros hermanos.
 El culto a San Martín es una treta que justifica el asesinato del prójimo sí éste vive del otro lado dela frontera.

¿O.K.?
















Capítulo 9
Madrugada en Yapeyú – Somos los 300 de Gedeón – ¿Se inclina usted ante Baal-San Martín? – Argentino ¿s sinónimo de patriotero idólatra? – Hallé un nuevo libro de ¡La ley de Cristo! – Ignorantes, corruptos e idólatras son los que defienden a San Martín – No chismes de viejas, no intromisión en la vidas privadas – El nombre de San Martín se pudrirá – Teología bíblica no es novela histórica –

E
n la calle de tierra los faroles aún encendidos se confunden con la luz de la mañana. Un gallo quiebra apenas la quietud de casas blancas y arboledas. En este pueblo casi no hay paredes de menos de 100 años, algunas, como burlando un pasado de invasiones y saqueos, fueron levantadas sobre los restos de los muros de las misiones jesuíticas. En Yapeyú las paredes hablan y el pasado se confunde con el presente. Como la tierra roja cuando se recuesta sobre la margen del río Uruguay y recuerda al niño que aquí nació. Que luchó por la libertad y venció. Al hombre que se llamó José y no marchó a la gloria, sino al exilio, y empecinado en un sueño renace y se niega a dar por terminada la historia.
En este pueblo correntino hoy viven poco más de 2.000 personas, el doble que el último censo en el ’90 y un cuarto de los censados en 1775, cuando el teniente José de San Martín fue designado gobernador del lugar por Carlos III, rey de España, que seis años antes había expulsado a los jesuitas, “Somos pocos porque aquí hay pocas fuentes de trabajo, por eso los jóvenes e van, lamentablemente – explica Cesar Burlett, auxiliar de la farmacia del Hospital Daniel Walter Bergara – la agricultura está totalmente parada, esta era una zona netamente arrocera. Había cuatro arroceras que ocupaban a mucha gente. Hoy no quedan ni las familias se fueron en el ’75, lo mismo pasa con los aserraderos; de los tres que había solo queda uno”.
El pueblo, con una gran mayoría de empleados estatales, tienen esperanzas en las perforaciones que se están haciendo para la explotación de aguas termales y la extracción de agua mineral. En la provincia intervenida, el 14% de los correntinos no tienen trabajo y el 45% vive con dos pesos diarios.
Yapeyú, originalmente llamado Reducción de los Santos Reyes Magos de Yapeyú, fue fundada por los Padres de la Compañía de Jesús el 4 de febrero de 1626: de las treinta reducciones que se elevaron en territorio guaraní, era la ubicada más al sur, sobre la ribera oriental del río Uruguay en la confluencia del Guabirí. Comprendía entonces 39 manzanas. Hoy tiene una extensión de 8 cuadras de norte a sur y 7 de este a oeste. La Avenida del Libertador, por la que se ingresa al pueblo, es la única asfaltada. No hay colectivos de línea, aunque si una parada de micros. Por sus calles de tierra se ven además de autos, hombres a caballo. Un animal medianamente bueno cuesta cerca de los $ 400 y no todos lo tienen o lo pueden mantener. Hector Duarte, de 25 años, vive de changas y está preocupado porque “a mi yegua no puedo ponerle herraduras. Me cuestan $ 40 y ahora no los tengo”, dice el muchacho, que se define como gaucho.
En 1778, cuando nació José de San Martín, Yapeyú comprendía 18 estancias que sumaban 8.560 caballos, entre otros animales. Hoy la Sección de Regimiento de Granaderos de Yapeyú tiene solo dos, y tal vez como un reflejo de esta realidad, el Padre de la Patria no tiene en su pueblo un solo monumento ecuestre.
 La fuerza de regimiento está integrado por 22 hombres; 13 son los que custodian la casa del Libertador en dos turnos, todos los días de año, en el Museo del Regimiento, el sargento ayudante José Luis Medina, padre de cuatro hijos, cuenta una de las formas de hacerle frente a la crisis económica “Con 50 pesos y sin exagerar hago el surtido del mes... en Brasil, en los francos me voy 70 kilómetros hasta Paso de los Libres y cruzo a comprar Uruguayana”. Es una de la miles de personas que cruzan todos los días a Brasil  o a Encarnación, en el Paraguay, y hacen en la frontera colas hasta de 3 horas para poder comprar, entre otros productos aceite brasileña a $ 0.80 el litro o – viviendo en una de las zonas más yerbateras del país – yerba paraguaya $ 1 el kilo.
La sigla CCCOR (Certificado de Cancelación de Corrientes) no le gusta a ningún correntino: así se denominan los tristemente conocidos bonos. Con ellos se les paga el treinta por ciento del sueldo a los empleados estatales y el 40 por ciento a los jubilados. En el año 98 y el 99, los aguinaldos de mayo y junio se pagaron íntegramente en bonos.
“En algunos supermercados aceptan solamente el 30 por ciento en bonos, en otros comercios directamente no aceptan o no dan vuelto en pesos”, explica con un bono en la mano, el capitán Orlando Rubén Cordón, a cargo del destacamento de Granaderos de Yapeyú. “A este lugar histórico no se lo conoce lo suficiente, la costa del río Uruguay está muy olvidada. Me parece muy bien que traigan chicos a conocerlo, además crearán fuentes de trabajo”, dice Cordón refiriéndose al proyecto de la Secretaría de Turismo de alojar a 120 chicos por semana en los próximos meses.*

Luego que repartimos los Volantes-plaga por el pequeño pueblo, nos retiramos para almorzar junto al Jeep y a la sombra de unos viejos gualeguay, y los niños cantaban:

¡Somos los 300 de Gedeón!
¡Somos los selectos de Jesús!
no nos inclinamos delante de Baal
¡servimos a Dios de corazón!

Derrotaremos a Madián
gran hueste de Satán,
cristianos falsos a temblar
los esforzados vencerán

Por Jehová y por Gedeón
por Jesucristo y por Jehová
hoy ya triunfa la vedad
del cristianismo original

Con una tea y un jarrón
a los impíos venció Gedeón,
quebrantaremos el corazón
iluminados con la luz de Dios.*

¡Los Baales! ¿Se inclina usted ante San Martín-Baal? Un Baal es un ídolo una oposición a Jehová. Sería dramático y desesperante el que nadie se inclinara ante ese ídolo repugnante.
Pablo nos consuela al citar del Antiguo Testamento:

“Jehová, han matado a tus profetas, han excavado tus altares, y yo solo quedo, y  buscan mi alma”.
Sin embargo, ¿Qué le dice la declaración formal divina? “He dejado que me queden siete mil hombres que no han doblado las rodillas delante de Baal”.
De este modo, por lo tanto, también en la época presente ha quedado un resto que se debe a una selección gracias a la bondad inmerecida, ya no se debe a obras; de lo contrario, la bondad inmerecida ya no resulta ser bondad inmerecida.
“Más que dice la respuesta divina (o el oráculo)”. Es este el único pasaje donde éste sustantivo se halla en el Nuevo Testamento, pero el verbo se halla varias veces (Mat. 2:12-22; Luc. 2:28; Act. 10:22).
1° Reyes 19:18, citado libremente. Baal o Bel era una divinidad a la cual los israelitas idolatras le dieron frecuente culto, particularmente en la época de los últimos reyes. Se encuentra este nombre con artículo ora masculino, como aquí en el original, ora femenino, como en la versión griega que cita el apóstol, porque este ídolo representa al mismo tiempo se cree, el sol y la luna. No adorar a Baal en estos tiempos tenebrosos, era permanecer fiel  a Dios verdadero; y aún en los días de Elías que, en su desaliento se creía solo, había siete mil, de esos fieles de Israel. Prueba de que Dios no ha desechado a su pueblo y esta es la conclusión que saca el apóstol para la época en la que vivía (ver. 5).*

¡Vean esta confesión de culto idolátrico a Baal-San Martín:

VIDAS PARALELAS
Señor director:
San Martín y Favaloro fueron los dos mejores hombres de nuestra historia. Esto sea dicho teniendo en cuenta que para ser el mejor en un país se necesita reunir las siguientes condiciones:
1)      Entregarse a un quehacer el servicio de los demás.
2)      Ser exitoso rebasando las fronteras nacionales.
3)      Carecer de ambiciones personales que apunten a la conquista del poder, del dinero o de la figuración, demostrando poseer un ego pequeño y un corazón grande.
4)      Poseer una capacidad de renuncia que demuestre que el que hacer es más importante que la propia persona.
5)      Contenerse en la nobleza del silencio.

San Martín después del alejamiento de Pueyrredón en 1819, fue abandonado por el gobierno de Buenos Aires, y Guayaquil prefirió la renuncia y el silencio, y su muerte en el exilio. Favaloro, que también fue abandonado, optó por la renuncia. Exiliando su mente y su corazón en el silencio.
Quisiera saber si ha existido otro argentino que haya reunido estas cinco cualidades en similitud de importancia y pureza – Jorge Nihoul.*

Favaloro es un médico que se suicidó.
“El suicidio es el culto al yo llevado al extremo”. Cuando leí esta carta creí que era una sátira. ¡Já! Ser importante o grande por ser exitoso  rebasando las fronteras de las naciones...
¿No importa si el famoso es
Ø  Mujeriego
Ø  Masón
Ø  Bastardo
Ø  Alcohólico
Ø  Opiómano
Ø  Etc.?

Que estas son las cualidades, que según otro vocero de “La voz de la calle”, García Hamilton denunció en Don José, el falso libertador:

DON JOSÉ 1)
Señor director:
No estoy de acuerdo con José Ignacio García Hamilton, y repudio lo expresado en varias afirmaciones que hizo en su conferencia y antes en su libro Don José, la vida de San Martín, después de leer el libro y después de escuchar llegué a la conclusión que no es argentino o seguramente hay otras cosas detrás de él para desprestigiar y pretender manchar la vida de nuestro héroe máximo el General José de San Martín. Hace caso de dimes o diretes  pueblerinos y chismes de conventillo, tal como podemos interpretar y leer las palabras finales de su libro. Una deducción lógica con la cual él reconoce que ha plasmado, en las letras, las patrañas de algunas gentuzas sin haber investigado la veracidad de las mismas.
El General San Martín fue un hombre, un ser humano, que como tal tenía defectos y errores. Esconde su animosidad, sus malas intenciones caratulando a su libro como novela histórica, donde puede dejar correr su imaginación sucia creyendo vilipendiar la memoria de nuestro héroe, Padre de la Patria. La vida privada de una persona, de un muerto que no puede defenderse, debe ser respetada como lo haría toda persona bien nacida. Nadie podrá quitar de nuestra memoria a nuestro héroe, el brillo lo trascendente, y la gloria de su epopeya. A pesar de su enfermedad, hasta cruzó los Andes en camilla, sacrificándose, no por si mismo, sino para cumplir un mandato interior que le imponía el deber primero de luchar contra Chile cruzando los Andes ¡empresa ciclópea! Y luego por la liberación americana.
No puedo dejar de transcribir las palabras de Olegario V. Andrade: “San Martín no morirá tu nombre/ ni dejará de resonar un día/ tu grito de batalla/ mientras haya en los Andes una roca/ y un cóndor do su cúspide bravía”. – Ana Matilde Regazzoli de Ramacciotti.

¡Já! Yo – el que esto escribe soy argentino – o acaso, ¿Argentino es sinónimo de patriotero idólatra?
Al tratar de desprestigiar – no trato, San Martín ya está desprestigiado por lo que hizo, y más desprestigiados los que lo veneran idolátricamente – lo que hay en mí, solo es, celo por la verdad bíblica, y desprecio por los ídolos, tal como lo manifestó Josías.
¡Já! No puedo dejar de recordar al petimetre Elton Deanne, misionero de la Sociedad Watchtower, (Testigos de Jehová) que furioso me decía:
“Usted Filippa no es el rey Josías”.
No ¡Já! – no lo soy – pero como Josías he hallado el libro de la ley de Jehová, o más bien el libro de la ley de Cristo que los apóstatas curas católicos taparon con ritos extraños y cultos satánicos.
El libro de la ley de Cristo dice:

Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, prácticas de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, alteraciones, divisiones sectas, envida, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Gáltas 5: 19-21 – N. M.)

Hijitos guárdense de los ídolos. (1° Juan 5:21).

Pero en cuanto a los cobardes, y a los que no tienen fe, y a los que son repugnantes por su propia inmundicia y asesinos y fornicadores, y los que practican espiritismo, y los idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. esto significa la muerte segunda. (Apoc. 21:8).

Veamos un poco la historia de Josías:

Rey de Judá (ca. 639 – 609 a.C.), coronado por el pueblo a los 80 años de edad, después que  su padre Amón, fue asesinado. Los relatos de los libros de los reyes concuerdan en señalar a Josías como el más recto de los reyes de Judá. Debido sin duda a los graves problemas que tenía Asiria con sus enemigos en el oriente. Josías pudo conquistar rápidamente las antiguas provincias del reino y liberarse en gran parte de su tutelaje de los asirios. Josías extendió las fronteras de su reino hasta alcanzar los límites que el reino unido había tenido en el tiempo del reinado de David, con quién lo compararon los cronistas.
Paralelamente con sus conquistas territoriales, Josías emprendió una reforma religiosa de grandes alcances e implicaciones políticas considerables. Esta reforma tuvo como principal objetivo extirpar del pueblo de Judá las practicas cananeas y la veneración de diversas divinidades extranjeras. El hecho de que abarcara también las provincias del Nilo muestra que ya Josías había conquistado ese territorio.*

Y ¡Oiga! El motivo por el cual escribo esto – que no le confundan los hipócritas, los patrioteros apóstatas y los tontos – es que usted, amable lector, también halle el libro de la ley de Cristo y la cumpla. Ese libro es la Biblia.
No propongo, para destruir ese asqueroso ídolo que es San Martín, dimes y diretes ni chismes de viejas de pueblo, ¡Ojo! Lo que aquí propongo como pruebas, son las verdades bíblicas pisoteadas por los
Ø  Ignorantes
Ø  Los corruptos
Ø  Los idólatras

Que solo estas tres clases de personas están en las sectas y las iglesias organizadas:
1)                     Los ignorantes, que son los que sufren torturas mentales en las organizaciones místicas.
2)                     Los corruptos, que son los que se jactan de ser muy religiosos o muy argentinos por el solo hecho de idolatrar a un asesino.
3)                     Los idólatras, que no han comprendido que Dios es espíritu y los que lo adoran deben hacerlo con espíritu y con verdad (Juan 4:24).

Luego están los idealistas que pecan por falta de guía correcta, a estos Cristo llama y dice:

“Salgan de ella pueblo mío, si no quieren participar de sus pecados, ni recibir parte de sus plagas”. (Apoc. 18:4).

Un ser humano tiene errores y defectos O.K. pero aquí no critico los errores y defectos de la imperfección humana – cosa que todos padecemos a causa del pecado de Adán. – expongo los errores de conducta moral y doctrinal que, de no ser corregidos, llevarán a los practicantes de dichos errores a la ¡Muerte eterna!
No es la intromisión en la vida privada de un muerto que no puede defenderse lo que hago. ¡No! – además aunque San Martín estuviera vivo, tampoco podría defenderse de lo que la palabra de Dios dice de los que matan ferozmente a su prójimo.
Si el nombre de San Martín no muere, será a causa del hedor de sus asesinatos y sus asesinatos será dicho proverbial por todas las generaciones, tal como está escrito: “!El nombre de los impíos se pudrirá!”
Su grito de batalla, solo fue eco de la voz de Satanás, gran opositor de estas Palabras de Jehová:

Y muchos pueblos ciertamente irán, y dirán: “Vengan y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob: y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus caminos”. Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Dios. Y ciertamente dictará el fallo entre las naciones y enderezará los caminos respecto a muchos pueblos. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arados y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. (Isaías 2:3-4- N.M.).

¿O.K.?
Y, ¡Já! He aquí otra carta delirante y desubicada:

DON JOSÉ 2)

Señor director:
Deseo hacer algunas reflexiones sobre la entrevista realizada al señor José Ignacio García Hamilton, autor el libro Don José, la vida de San Martín.
Así como el refrán reza “las buenas noticias no son noticias”, puede decirse que la buena historia no es historia, o en todo caso, que la buena historia no vende. De esta forma, podemos comprender que mucha gente se sienta atraída a un libro que pinte a un San Martín masón, alcohólico, y opiómano que por la imagen aséptica de la realidad. En este sentido, el libro de García Hamilton se publica en la cadena evolutiva, un peldaño más arriba que los folletines amarillistas que airean semanalmente la vida (otrora) íntima de personas presuntamente famosas.
Por otro lado cito un párrafo de la entrevista: “Además, se tomó como modelo a dos militares, San Martín y a Belgrano, pese que en el siglo XIX los dos próceres máximos habían sido Mariano Moreno Y Bernardino Rivadavia, dos civiles”. Tal declaración no merecería comentario alguno de no ser porque su autor es una persona conocida y a quién se le ha concedido la consideración de “inteligente”, ya el hecho de organizar el “ranking de próceres” evidencia escasa de seriedad; y sostener el instaurador de la versión local del terror jacobino y el responsable de la derrota diplomática que anuló los éxitos militares de la guerra con Brasil son figuras más importantes que San Martín y Belgrano, revela un tipo de estupidez y necedad del que no solo son capaces las personas “inteligentes”.
Permítaseme concluir con una definición del género novela histórica, tan caro a ciertas personas: “hijo bastardo de la historia y la literatura (ambas por si mismas fascinantes y que pueden prescindir de este vástago), destinado a ser  consumido por aquellos que no leen a una ni a la otra”. – Mario Díaz Gavier Munich, Alemania.

Pero ¡Ojo! Esto que usted está leyendo no es novela histórica... ¿Qué es? Pues, teología bíblica ¿O.K.?

Y...ya que dicen masón como si fuera una mala palabra ¿No? ¿Qué es peor ser masón o Católico Romano?




Capítulo 10
Proyecto Yapeyú – Museo jesuítico – Fruto maduro – Jehová maldiga a Satanás - ¿Qué es peor ¿ ¿Ser masón o ser idólatra de la Virgen del Carmen? – Credo y masonería - ¿porqué la iglesia Católica odia y resiste a la masonería? – Los masones, las guerras y el Fürer – La inhumana inquisición – Pinzas para sacar uñas y vírgenes con clavos punzones -

E
n la entrada al Pueblo de Yapeyú, un cartel aclara que este fue el solar natural de José de San Martín, donde vivió los tres primeros años de su vida. Sin embargo, sus habitantes defienden la “cuestión sanmartiniana” con una pasión vital. Estuvimos allí para descubrir también otro tesoro escondido: los restos arqueológicos de la que fuera la más importante de las reducciones jesuíticas, fundadas en territorio guaraní.

Resulta complicado determinar si el apasionamiento que manifiestan los habitantes de Yapeyú por la figura de San Martín, es solo una herramienta para posicionar a la localidad como un destino turístico apetecible, o si es realmente porque creen que el nacimiento y los primeros años del prócer ocurridos allí, los convierte en privilegiados de la historia.
Más allá de cualquier especulación, Yapeyú es un pueblo excepcional, catorce cuadras pavimentadas demarcan la entrada, mientras que las demás están cubiertas de ripio. Quién sabe se percibe una gran armonía al llegar; será el colorido intencional de algunas fachadas o el empeño manifiesto de los “yapeyuanos” por mantener la limpieza y la prolijidad del lugar. Los doce mil pesos que la municipalidad local recibe todos los meses, en concepto de coparticipación, no alcanzan y son los vecinos e instituciones que donan lo que falta.
Es sábado en esta localidad y no se ve mucho movimiento en este pueblo que alberga 2.100 almas. Sin embargo, Marta Neumann, directora de turismo “ad honorem”, su esposos Cesar Bartlett, coordinador del complejo turístico “Pl paraíso de Yapeyú” y José Vanini nos reciben entusiasmados. Son tres apasionados de la historia sanmartiniana y están dispuestos a mover cielo y tierra para exponer sus tesoros a todo el país.

“PROYECTO YAPEYÚ”
A fines de 1977, la junta militar presidida por Jorge Rafael Videla puso en marcha el “proyecto Yapeyú” para celebrar el bicentenario del nacimiento del Libertador que significó rápidos y drásticos cambios en el pueblo. Se construyó un complejo turístico (lo terminaron en 45 días, incluyendo la tala de árboles y posterior parquización) , se pavimentaron las catorce cuadras, con ripio se levantó el resto y hasta se levantó un anfiteatro con capacidad para 1.000 personas, ante la atónita mirada de sus habitantes. También se demolió la escuela secundaria para descubrir los restos arqueológicos de la antigua iglesia de la misión y se construyó allí una capilla jesuítica... había que honrar al General y se hizo a lo grande. Tanto, que los espectáculos públicos iluminados con coquetas farolas, que aún hoy se conservan intactas, conservan un testimonio vivo de los que fue aquel 25 de febrero de 1978.
Después del impulso militar, Yapeyú adquirió la infraestructura suficiente para atraer a los turistas al solar natural de San Martín, pero en las décadas siguientes, el movimiento turístico mermó. Sin embargo, los habitantes están decididos a revivirla y lograron que el Secretario de Turismo y Cultura de la Nación  Darío Lopérfido, y  el secretario de Turismo Ernan Lombardi, anunciarán un ambicioso plan de Turismo Cultural que incluye la señalización de lugares históricos. Se inaugurará el 17 de agosto, día en que se cumplan 150 años de la muerte del General.

FRUTO MADURO
Yapeyú (el fruto maduro, en lengua guaraní) está situada sobre el río Uruguay, en el Km. 576 de la ruta nacional 14, a escasos 75 Km. de el Paso de los Libres. Fundada en 1627, bajo el nombre de Nuestra Señora de Los Santos Reyes de Yapeyú, por los padres jesuitas Nicolás Mastrilli Durán, Roque Gonzales, y Pedro Romero, muy pronto se convirtió en una de las reducciones más florecientes. En el año 1767 – cuando fueron expulsados los jesuitas de los territorios españoles por orden de Carlos III – tenía una población de unas 9.000 personas y unas 80.000 cabezas de ganado vacuno. Era en ese tiempo, la segunda ciudad en la gobernación del río de la Plata, luego de Santa María de los Buenos Aires.
A los jesuitas los sucedieron los dominicios y el pueblo era conducido por tenientes gobernadores, encomendados por la corona española. De esta manera, llega a Yapeyú don Juan de San Martín junto a su esposa doña Gregoria Matorras, quién tiene dos hijos en esta tierra, el último José Francisco que nació el 25 de febrero de 1778, tres años después la familia vuelve a España su tierra natal nadie volvió a ver a aquel niño, que hecho hombre, se convirtió en el máximo héroe nacional de nuestro país. Con el correr de los años, Yapeyú siguió el mismo camino decadente que el resto de los pueblos jesuíticos y quedó a merced de los portugueses.
“El 12 de febrero de 1817, cuando San Martín entraba triunfante en Chacabuco, el marques de los Santos de Chagas, invade Yapeyú y lo reduce a cenizas. Luego vino un saqueo total, de modo hasta la fe del bautismo de San Martín se destruyó. Hubo más de 3.000 indios engrillados después, la destrucción fue más al norte: La Cruz, Italpeyú, Santo Tomé, Apóstoles, Mártires, y San Carlos”, relata Marta Neumann.

LOS OTROS TESOROS
La “visita histórica” a Yapeyú puede extenderse lo suficiente como para acceder a la historia no escrita del General, que muchos pobladores prometen revelar. El centro de referencia funciona donde era – en la época de las misiones – en la Casa de los Sacerdotes. Allí se encuentran los restos auténticos a la construcción jesuítica a la que solo se le reemplazaron las ventanas y el techo y en la práctica se le ofrece al turista información sobre el lugar y servicio de guías. A la izquierda se encuentra el templete que guarda los restos de lo que fuera la casa del General José de San Martín. Gran parte fue destruida por los portugueses en el año 1817 y, lo que aún se conserva,  es parte de la construcción original de la casa de los Tenientes Gobernadores, “...típicamente diaguita, construida piedra sobre piedra”. El templete data de 1938 y está declarado monumento nacional. En el también se guarda, desde 1998 (resultado de una gran polémica) una urna funeraria que contiene los restos funerarios de don José de San Martín y de Gregoria Matorras.
Todo el predio pertenece a la Nación, está cercada y custodiada por miembros del Cuerpo de Granaderos. En el patio de armas (donde se realizan los actos escolares importantes) hay una escultura de San Martín. “se la compró como hierro viejo, cuenta Marta, el entonces General Galtieri, la encargó para llevarla a las Islas Malvinas, pero después ni siquiera la pagó al escultor.
A pocos metros del cerco que delimita el predio, el Gobierno de Corrientes levantó, en 1982, el arco trunco, en honor a los caídos en la guerra del Atlántico Sur. El diseño pertenece al arquitecto José Ramírez y se cerrará “el día que las Islas Malvinas sean devueltas”
En la plaza central, que antiguamente formaba parte de los jardines de la residencia de los gobernadores pertenece a un retoño del histórico higuerón debajo del cual jugó de niño José de San Martín. En el centro, una columna emplazada en 1899 inmortaliza el homenaje a los gobiernos  de Bolivia, Chile y Perú a la memoria del Libertador de América.

EL TESTAMENTO DE SAN MARTÍN
En Yapeyú, hace un par de años, se debatió acerca de la propiedad de los restos del General, el 25 de febrero de 1998, en un procedimiento plagado de secretos y ambivalentes, los restos del general fueron trasladados del cementerio de Recoleta al templete de Yapeyú. En esa ocasión, el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, gral. De brigada Diego Alejandro Doria, explicaba que: “Este proyecto de las organizaciones Sanmartinianas de Posadas, Virasosro y Yapetú, tiene como fin la creación de un polo histórico-cultural en Yapeyú, que sirva también para promover el turismo en la región. Este proyecto contempla el traslado de los restos de los padres y, en un segundo paso, los del Libertador”.
Pero este último paso no es fácil de llevarse a cabo porque el testamento del prócer reza claramente:

“Prohíbo que se me haga ningún género de funeral, y desde el lugar que falleciera, se me conducirá directamente al cementerio, pero sí desearía que mi corazón fuera depositado en el de Buenos Aires”.

La cláusula cuarta del testamento que dejara San Martín, es la que alegan los integrantes del grupo “antitraslado”, y la que menciona con vehemencia el autoproclamado Primer cacique Sanmartiniano de Corrientes, don Ricardo Dacunda Díaz.*

Mientras tomaba estos apuntes históricos – que para mí son monótonos y aburridos – oía a los niños cantar:

Maldito seas inmundo Satanás
polvo y derrota desde ahora comerás
del cielo te echaron por tu gran maldad
y al abismo pronto te echarán

Malito seas Satanás, maldito seas Satanás
maldito seas Satanás por la eternidad

¿De qué te jactas inmundo Belcebú
con tu escarnio y con tu falsa luz?
gran mentiroso no enturbies la verdad
que tus calumnias solo contra ti están.

(coro)
¡Cómo caíste espíritu del mal!
¡Qué gran vergüenza tu nombre podrido está!
si nos heriste en el calcañar
tu sucia cabeza hoy podemos pisar

(coro)
Con gran cadena Jesús te atará
y por mil años prisionero serás
y toda tu hueste que lograste extraviar
verá tu caída y te despreciará

(coro)
¡Que Jehová te maldiga Satanás!
¡Que Jehová te maldiga Satanás!*

Ahora bien... ¿Quedó una pregunta pendiente? ¿No? ¿Qué es peor? ¿Ser masón o ser Católico Romano? Bueno, digo esto porque dicen: “!era masón!” como un insulto.
Y otro dice: “!era Católico y devoto de la Virgen del Carmen!”
¡Já! ¿Y qué es mejor? ¿Ser miembro de una oscura sociedad secreta o ser idólatra del demonio “Reina de los cielos” que hasta los israelitas cuando fueron muy idólatra la adoraron)?
La Voz del Interior comenta esto así:

CREDO Y MASONERÍA
Para disgustos de unos y entusiasmo de otros, las corrientes revisionistas han destapado aspectos celosamente ocultos en la historia nacional, y avivado el interés y las discusiones.
Antes, la Logia Lautaro cumplía una misión casi retórica en los libros de texto: los profesores soslayaban el tema, por temor a insinuar que San Martín fuera ateo. Hoy nadie niega que fuera masón, porque la masonería impulsaba a los movimientos libertarios en América, contrarios a la corona española.
“No tiene nada que ver con la creencia religiosa: él era un católico practicante, y un devoto de la Virgen del Carmen”. Mientras habla, Jorge Arrambide muestra el oratorio y la imagen que preserva en su casa de Saldán, donde el entonces coronel rezaba sus oraciones.*

Pero ¡Oigan! Si yo digo que es peor ser católico que masón, ¡Dirán que soy masón! ¡Já! Esa es una sociedad tan, pero tan, secreta que solo algunos, o muy pocos, saben en que creen o practican, exactamente un masón.
Tuve que ir a la biblioteca pública a buscar información sobre los masones o fracmasones.
¡Ni en el diccionario de la Real Academia Española pude encontrar algo!
En mi casa tengo libros sobre el tema, tales como “Prácticas masónicas”, de Alec Mellor... y otros. Uno escrito por un sacerdote Católico... otro llamado “Sectas y sociedades secretas”... pero, uno es muy es muy extenso y no aclara nada... ¡Y los otros no puedo encontrarlos en mi profusa y mezclada biblioteca de más de 7.000 tomos!
Pero seguí buscando en la biblioteca y en la computadora algo hallé, y lo comparto con usted:

MASONERÍA (de masón) sociedad secreta de origen medieval inicialmente de tipo laboral, posteriormente filantrópica y filosófica, y finalmente política. Sus miembros reclutados, tras un período de iniciación, son agrupados en logias y, y organizados en unas estructura jerárquica, se ayudan mutuamente, se reconocen por signos y emblemas secretos y practican un ritual esotérico. Las logias suelen reconocer la autoridad de un organismo superior denominado Gran Logia, o algunas veces, Gran Oriente.-
Los orígenes de la masonería son muy oscuros y han sido desfigurados por una serie de leyendas. Hoy en día, la opinión más generalizada es que hay que buscarlos en los antiguos gremios de albañiles ingleses. A mediados del siglo XVII se permitió la entrada a dichos gremios a personas que no pertenecían a la profesión. Estos nuevos miembros no tardaron en controlar algunas logias y transformaron las asociaciones en sociedades mas o menos especulativas. En 1717 se organizó en Londres la primer Gran Logia y se eligió un Gran Maestre. La nueva sociedad promulgó una orden que obligaba a sus adeptos a reconocer en la presencia de Dios y en el gobierno establecido en el país y a practicar la mutua fraternidad. Desde Inglaterra la masonería se extendió a otros países. Pero lo mismo en Inglaterra que en las demás naciones, surgieron una serie de logias y Grandes Logias respectivamente independientes. Durante el siglo XVIII, la masonería extendió sus ideales de fraternidad entre los ilustrados, y en Francia muchos de sus seguidores defendieron la tolerancia religiosa. En España, la masonería se introdujo en el siglo XVIII entre los elementos ilustrados, y durante el reinado de Fernando VII controló las organizaciones liberales que intentaron imponer la jerarquía constitucional. La iglesia condenó varias veces la masonería, basándose en el carácter anticlerical que siempre tuvo en los países latinos. Durante la segunda mitad del siglo XX sirvió como base a los partidos de izquierda burgueses, y fue atacada tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda.

FRACMASONERÍA
Concepto que agrupa las distintas asociaciones y organizaciones que a lo largo de la historia se han caracterizado por adoptar el principio de fraternidad mutua entre sus miembros, por la profusión de símbolos identificadores de contenido solo reconocible para los iniciados, por principales racionalistas y promotores de la paz, la justicia y la caridad, y por su estructuración en pequeños grupos denominados logias que determinaron su condición de sociedades secretas.
El gremio de masones había estado limitado al principio solo a los albañiles (gremio de la construcción) por Inglaterra, durante la Reforma, empezaron a admitir como miembros a hombres ricos o de cierto nivel social. Estos gremios se convirtieron gradualmente en sociedades fieles a unos ideales generales, tales como al fraternidad, la igualdad y la paz, y sus reuniones e volvieron más acontecimientos sociales que reuniones de negocios. Cuatro o más de estos grupos, llamados logias, se unieron en Londres el 24 de junio de 1717, para formar una logia general para Londres y Westminster, que, en menos de seis años, llegó a ser la Gran Logia de Inglaterra. Este órgano es la logia general ‘madre’ de los masones en el mundo, y de ella han derivado todas las logias importantes y reconocidas. La Gran logia de Inglaterra se formó en York en 1725, la de Irlanda en junio del mismo año, y la de Escocia en 1736. la sección de York se puso bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Londres a finales del siglo XVIII.
Como resultado del mecenazgo de la orden de los miembros de la nobleza, la ascendente clase burguesa británica consideró la masonería como un medio para obtener éxito social, y la orden se hizo popular. Los ideales masónicos de tolerancia religiosa y la igualdad fundamental de todas las personas estaba en armonía con el creciente espíritu de liberalismo durante el siglo XVIII. Uno de  los principios básicos de las ordenes de masones en todo el mundo que ha habido ingleses ha sido que la religión es un asunto exclusivo de la persona. La oposición por parte de la iglesia Católica Romana ha existido básicamente porque la masonería, con sus principios obligatorios y su esencia religiosa, ha usurpado los programas de la iglesia. El número de miembros de seguidores en todo el mundo excede los 6 millones.

FUNCIONES
En la mayoría de los pueblos de habla inglesa el rasgo caritativo y protector ha sido responsable de la fundación de hogares masónicos para atender  a los ancianos a los necesitados y a sus viudas, orfanatos y escuelas para los hijos de los miembros. El masón es consciente de sus obligaciones fraternales de ayudar a los miembros deben ser subordinados a la obligación que debea Dios, a su familia y su país, con pleno reconocimiento de sus deberes para la comunidad.

SISTEMAS PRINCIPALES
Signos de ritos masónicos han aparecido desde el siglo XVII, pero solamente cinco con alguna repercusión importante perduran hoy. Hay dos sistemas masones que se reconocen como el rito de York y el rito Escocés. Ninguno tiene conexión, histórica o de otro tipo, con York, Inglaterra o Escocia. El rito de York fue establecido a finales del siglo XVIII y es llamado Capitular, y los miembros, masones de la Bóveda Real (cuatro grados); el siguiente escalón es secreto y los miembros, masones reales escogidos (tres grados); y el último escalón es Caballería y sus miembros son, caballeros templarios (tres categorías). El rito Escocés, fue establecido en Charleston, Carolina del Sur en 1801 (treinta y tres grados incluidos los tres grados de la Logia Simbólica).
En muchos otros grupos, unidos de alguna manera a los ritos de York, los miembros son por lo general seleccionados pero a veces son escogidos. Están interesados en aspectos especiales de la masonería, incluida la investigación masónica. Se podría decir que son ramificaciones del tronco principal. Entre ellas están la Orden Real de Escocia, Los Grados Masones Aliados, la Cruz Roja de Constantino, la Sociedad Masónica de los Rosacruces, el Rito de la Estricta observancia, el Colegio Principal de Ritos, Caballeros Masones, la Orden de Corcho, la Cruz de Honor de York, los Frailes azules y los Sacerdotes Caballeros Templarios de la Sagrada Bóveda Real. La religión española más antigua de la que se conservan documentos es la de la Matritense, o de las Tres Flores de Lys, fundada el 15 de febrero de 1728. entre los masones más ilustres figuraron el conde de Arades, el conde de Campomanes, Gaspar Melchor de Jovellanos, Muños Torrero, Agustín de Argüelles, Rafael del Riego, Alcalá Galiano, José de Espronceda, Alberto Lista, Quintana y Baldomero Espartero. Otras importantes iglesias y grupos masónicos en la historia de España fueron Gran Oriente de España, Gran Logia Simbólica Española, Gran Logia Independiente, etc. generalmente estos grupos tuvieron sus mejores momentos de auge durante períodos en que los ideales liberales, racionalistas, y normalmente, laicos y anticlericales, fueron predominantes, de un modo especial, durante la revolución de 1868, así como durante las dos etapas republicanas de la historia española. Algo similar sucedió en Latinoamérica, donde las sociedades fracmasónicas estuvieron muy ligadas al proceso de emancipación respecto de España en el siglo XIX. Así, podemos citar  a la Logia Lautaro, creada en Buenos Aires en 1812 como ramificación de la Logia de los Caballeros Racionalistas fundada por Francisco de mIranda en 1798.

OPOSICIÓN
La oposición a las sociedades fracmasónicas tuvo dos direcciones. La primera, religiosa, fue la manifestada por la iglesia Católica, aunque la masonería no excluye a los Católicos y un gran número de estas pertenecen a logias Latinoamericanas y filipinas. La segunda es política. Durante la década siguiente al secuestro de Batavia (Estados Unidos), en 1821, de William Morgan, un masón que había amenazado don publicar los secretos masones y del que se supuso que había sido víctima de los masones, surgió un grupo general de protesta en los Estados Unidos del este y del centro de los Estados Unidos. En los del norte se creó el grupo “Anti-masón”; que fue prácticamente fue durante algunos años la única oposición al partido demócrata. En 1832 el partido anti-masón designó a un abogado, William Wirt, como su candidato a la presidencia, pero fue derrotado por Andrew Jakson, que apoyaba a la masonería. Después de esta época la masonería encontró poca oposición política en los Estados Unidos o en cualquier otra parte, hasta la llegada al poder nacionalista en Alemania en 1933. en aquel año Hitler hizo caer sobre los masones la responsabilidad de diferentes subversiones, incluidos todos los incidentes que llevaron a la primera guerra mundial, y decretó la disolución de todas la organizaciones en Alemania. Entre los miembros notables de la fracmasonería se encuentran  el compositor Wolfgang Amadeus Mozart (cuya ópera La Flauta Mágica gira en torno al ritual masónico) y el escritor León Tolstói, cuya novela Guerra y Paz ensalza sus ideales de fraternidad.
Todavía no concluida la guerra civil española (1936-1939), la Ley de Responsabilidades de 13 de febrero de 1939 (cuyos efectos se extienden con carácter retroactivo  a octubre de 1934) declaró delictiva la afiliación a una orden masónica. Posteriormente se estableció una lista de 80.000  sospechosos de ser masones (pese al hecho que no superaban los diez miliares en 1936). En febrero de 1940 se promulgó la Ley de Represión de Masonería y el Comunismo.
“Fracmasonería, enciclopedia Microsoft corporatión”.

Ahora bien, los curas odian a los masones solo porque los masones son anticlericales y sus organizaciones compiten con la iglesia.
Pero si los masones son malos, corruptos y asesinos, ¿Acaso no  lo son en mayor grado y peor los miembros de la Iglesia Católica? ¿Qué de las atrocidades de la inquisición? ¿Qué de las sangrientas cruzadas?

Tan notable era la corrupción de la iglesia apóstata de la Edad Media, que podemos fácilmente comprender porque en muchos sectores de la tierra los hombres se levantan en protesta. Muchos son los que rechazaron las doctrinas falsas de la iglesia apóstata del Papa, fijándose nada más que en Jesucristo y en la Palabra de Dios para la salvación. A estos se les calificó de “herejes” y fueron perseguidos forzosamente por la Iglesia Católica Romana.
Uno de los documentos en los que se ordenó tal persecución, fue el inhumano Ad Extirpanda, que fue editado por el Papa Inocencio IV. Este documento declaraba que los herejes debían ser aplastados como serpientes venenosas. Sacerdotes, reyes y miembros civiles del sistema romano, fueron llamados a unirse a esta cruzada guerrera. Declaraba el documento que cualquier propiedad que les confiscasen les sería dada como propiedad con título limpio y además les ofrecía remisión de todos sus pecados como premio por matar a un hereje.
Este documento papal también apoyó formalmente el uso de la tortura contra los llamados “herejes”. Algunos hombres se pasaban largos días ideando los métodos más crueles para causar dolor. Uno de los más populares fue el uso del estante. Esta era una larga mesa en la cual el acusado era acostado, era amarrado por las manos y los pies y era estirado por medio de cuerdas y tablones hasta dislocarles las coyunturas y causarles gran dolor.
Para sacarles las uñas utilizaban grandes pinzas y las calentaban al fuego para después aplicarlas en las partes más sensibles del cuerpo.  Se usaban aparatos semejantes a tambores, donde ponían cuchillas y puntas afiladas sobre las cuales los “herejes” eran colocados y rodados de atrás para adelante; tenían un destornillador de dedos, que era un instrumento que servía para dislocar los mismos y también las conocidas “botas españolas”. Que se usaban para aplastar piernas y pies.
Tenían también la horrible “virgen de hierro” que consistía en la figura de hierro con el tamaño y la forma de una mujer, erizada interiormente de cuchillos dispuestos de tal forma, que el acusado era lacerado literalmente cuando lo encerraban dentro de ella. Lo que hace estos hechos más blasfemos, es que cada uno de estos elementos de tortura eran rociados con “agua bendita” y en ellas se inscribían las palabras latinas “Solí Deo Gloria”, que significa “Gloria a Dios Solamente”.

Para hacerles denunciar a otras personas, desnudaban a las víctimas, ya fuesen hombres o mujeres, y las ataban fuertemente de los brazos y los pies. Después las jalaban de una cuerda sosteniéndolos en el aire; más tarde las soltaban para jalarlas aún con más fuerza hasta dislocarles las coyunturas de los brazos y las piernas. La cuerda con la que los amarraban penetraba en la carne hasta los huesos. Mientras contemplaban la ejecución de las torturas, los sacerdotes procuraban que el hereje recapacitara y se doblegara a renunciar a su herejía o denunciar a hermanos de la misma fe.


En la ilustración que se inserta, podemos ver una de las operaciones de inquisición en Holanda. Veintiún protestantes cuelgan de en árbol. El hombre que se halla en la escalera está a punto de ser colgado también. Parado, bajo este, se encuentra el sacerdote portando la cruz.*

Por eso, ¿No sería pero decir que San Martín era católico a decir que era masón?

























Capítulo 11
Huyendo del smog de la ciudad de Córdoba – Los médanos de Sampacho – Aguacero en  la carretera – Don Simón... ¡Tampoco libertó a nadie! – Como el ave de la libertad – Estar dormido o estar despierto – La campana rajada, la antigua costumbre china y otras ilustraciones sobre la libertad – Un cántico misionero desprogramador se oye en la carretera desierta -

Y salimos con el Jeep 4X4 rumbo a Mendoza, era casi verano en Córdoba, el calor sofocaba... y la humedad agotaba, además, en la radio anunciaban que absolutamente no se producirían cambios climáticos por el momento.
El smog de la ciudad de Córdoba invadía el cielo dejando que muy pocos rayos del sol pasasen muy débilmente hasta la tierra, lo cual resultaba muy desagradable.
El motor del Jeep marchaba como forzado. El asfalto emanaba tal temperatura que cualquier cosa parecía calentarse a punto de fusión.
No obstante ello las niñas cantaban así:

En extraña tierra,
pecado infiel,
voz de amor te llama:
¡Ven, hijo ven!

(coro)
Bienvenido, vuelve
vuelve al hogar;
basta, oh pródigo de herrar;
¡Ven, hijo, ven!

De la estéril tierra
llena de pavor,
a mi amor paterno
¡Ven, hijo, ven!

Ve la puerta abierta
eres mi hijo aún,
con amor te miro
¡Ven, hijo, ven!

Has errado lejos.
¡Quieres persistir?
todo te perdono
¡Ven, hijo, ven!*

Llegado el mediodía, cuando el caos parecía superar los límites, comenzó a correr una brisa que luego se transformó en ventarrón.
Íbamos en busca del camino de San Martín, para documentar un poco mejor ese libro que estaba escribiendo: “Don José no Libertó a Nadie”, en Sampacho compramos galletitas en un almacén a la orilla de la carretera, junto a la estación de servicio o gasolinera... y nos deleitamos mirando como los médanos o montañas itinerantes de arena se amontonaban al pie de los gigantes eucaliptos plantados en la lindera de los campos adrede. ¿Qué decir, que con el ventarrón, la arena nos irritó, a todos, los ojos. Y para colmo  - el Jeep era descapotable – unas gotas, de esas que tiene gran diámetro comenzaron a caer sobre nuestras cabezas, pesadas, castigadoras, como si esas gotas tuvieran plomo dentro y no el líquido elemento, y al golpear sobre el capot  del jeep con un ruido que en verdad asustaba...
Mientras los niños no dejaban de reír y cantar alabanzas a Jehová, las gotas aumentaban su frecuencia pero no disminuían su tamaño, lo que provocaba el rápido caudal de las aguas sobre la ruta asfaltada, los desagües no existían y, ¡Já! Como en una película surrealista, el agua salpicaba también de abajo hacia arriba.
¡Esto es Venecia! ¡Já! El agua tenía entonces tal altura que parecía que impedía que el Jeep avanzara...
¡Já! ¡Don José no libertó a nadie!...
Como Bolívar... ¿Qué? (yo meditaba esas cosas mientras manejaba el Jeep entre cortinas acuosas).

Simón Bolívar, posiblemente sea uno de los más grandes hombres de América y uno de los cinco más grandes hombres de la historia humana. Nació en Caracas, Venezuela, el 23 de julio de 1783 y murió en San Pedro Alejandrino Colombia el 17 de diciembre de 1830. muere en la indigencia sin honores y posiblemente abandonado de todos; víctima de una terrible tuberculosis y atendido solo por los doctores Roverend y Nigth. “Nadie quiso vestir el cadáver y tiene que hacerlo el propio Roverend. Al buscar entre las camisas del Libertador, una para ponerle, estaban todas rotas, y tuvo alguien que prestarle una de las suyas para vestir a quién moría dejando una fabulosa herencia de cinco naciones emancipadas”.
“Sus bienes – en su testamento – los reparte así: Sus huesos a su amada ciudad natal: y su libro preferido a la ciudad de Caracas”.
“Varias personas le propusieron que se coronase, pero él se negó en estos términos: ‘Aceptar una corona sería manchar mi gloria; más bien quiero el nombre preciso de primer ciudadano de Colombia’”.
“Simón participó eminentemente en la lucha emancipadora del Perú, la nueva república, agradecida, ofreció hacerle su primer presidente. Pero Bolívar, se negó diciendo que aún tenía mucho que hacer. Entonces el pueblo hizo una colecta de un millón de duros, la que se entregó a Bolívar para sus grandes servicios”.
¡Cuando recibió la ofrenda de amor y gratitud, Bolívar meditó unos momentos, y luego preguntó cuántos esclavos había en el Perú. Le contestaron que como unos 2.500 luego preguntó cuanto valía uno de ellos en el mercado, y le dijeron que un hombre fuerte como esclavo, valía unos 300 duros”.
“Aquí, pues – dijo Bolívar – yo doy este millón de duros para que se compren todos los esclavos del Perú, y se les dé su libertad. Y si no alcanza, daré parte de lo mío, pues no basta que una nación sea libre de los extranjeras, si en ella todavía hombres esclavizados”.*

Sin embargo Simón.. don Simón, no libertó a nadie. Solo el conocimiento de la verdad da la verdadera libertad: (Juan 8:32): los peruanos esclavos del error y el pecado, aún necesitan del verdadero libertador.
Y seguí meditando en estas cosas de la libertad y recordé la siguiente ilustración de un predicador:

En las majestuosas montañas de Guatemala hay una ave portentosa llamada quetzal. Su cuerpo es pequeño, poco más grande que el de una paloma. Su plumaje es precioso: escarlata, verde y dorado, y una cola excepcional de cuando menos de tres pies de largo. Es un ave muy singular y virtuosa. ¿Cuál es la virtud de ese pájaro maravilloso?
¡Ah, es que no puede vivir prisionero; nació para ser libre! Cuando el quetzal es enjaulado, a las dos o tres horas se muere, se muere de tristeza por verse cautivo, pues es privado de su vida que es la libertad. Por eso el quetzal es llamado el ave libre, y se toma como símbolo o emblema de la libertad.
El hombre fue hecho para ser libre, pero la prisión del pecado le quita la vida. Jesucristo es el gran Libertador de todos los cautivos.*

El que tiene a San Martín como ídolo es esclavo de Satanás, el gran asesino y padre de todos los militares del mundo.
¿Captan? ¿Sí?
Si usted no capta el sentido de estas cosas es porque ¡Usted está dormido! ¿Qué?
Sepa si usted está dormido o despierto:

ESTAR DORMIDO O ESTAR DESPIERTO...
¿Sufro? Es que estoy dormido, porque en si, el sufrimiento no existe, es un producto de mi sueño. Es ver a un Jesús dormido, que yo me he imaginado, que nada tiene que ver con el Jesús real.

La vida no es problemática.
Es cuando tengo problemas, porque la vida no es problemática sino que es mi “yo” (la mente humana) la que crea los problemas. Es no sentirme libre y feliz, sin problemas ni preocupaciones.
Es tener mi cuerpo aquí, y mi mente en el pasado o en el futuro. Es luchar contra lo que no existe. Buscar la felicidad en donde no está, tomar la vida por lo que no es.
Es sufrir como el resultado de mi ceguera, y con él, el desasosiego, la congoja, el miedo, la incredulidad. Es el creer que “de haber estado yo allí no hubieran matado a Cristo”. Es pensar “como”... es ser apresado por una idea, es vivir dormido.

¿Tengo miedo al riesgo?
Estar dormido es temer el riesgo de volar por mí mismo. Tener miedo a la libertad, a la soledad, y preferir ser esclavo de los esquemas. Preferir  no descubrir la libertad que supone lo nuevo.
Es enfrentarme con teorías sin cuestionarlas con razón – y sobre todo con la vida – y tragarlas, almacenándolas en la mente. Es no ver que yo soy la felicidad  y el amor.
Es no tener miedo a los sueños, pero si a despertar a la realidad porque supone un cambio.
Es como el pez que tenía sed, es sufrir sin remedio. Es llevar conmigo una imagen propia, un yo-ideal que me he fabricado con pedazos de recuerdos y otras cosas soñadas por mi idealismo.
Es creer que la llave de mi carácter psicológico está fuera de mi y no dentro mío. Es ver a las personas y al mundo igual que me veo yo. Es portarme bien a base de un miedo domesticado, pero sin cambiar el origen de mi problemas.

¿Qué es estar despierto?
Estar despierto y poder entrar en la verdad y descubrir qué lazo me impiden la libertad. Es como la salida del sol sobre la noche, la luz sobre la oscuridad. Es la alegría que se descubre a sí misma, desnuda de toda forma, es cambiar mi corazón de piedra por uno que no se cierre a la verdad.
Es levantarme para no volver a caer. Es comprender y ver otra cosa que la que uno se permite ver. Ver lo que hay detrás de las cosas. Ver como todo cambió, que el pasado está muerto, que solo el presente está vivo. Es convertirme y no perderme la vida. Es vivenciar el presente.

Yo tengo que cambiar.
Es ver que no cambia nada, que todo ocurre igual, pero que yo soy el que ha cambiado para entrar en la realidad. Es ver todo claro.
Es aceptar todo no como la ley, ni como sacrificio, ni como esfuerzo, sino entrando en la verdad. Es aceptarlo todo porque puedo ver claro y ya nada ni nadie me puede engañar.
Es despertar a la luz, es tener el cuerpo y la mente aquí. Buscar la felicidad donde está, tomar la vida por lo que es. No sufrir como resultado de ceguera alguna.
Es ver la realidad tal cual es, y en consecuencia, terminar mi inseguridad y desaparecer los miedos, porque la realidad es y nada lo cambia. Es la única experiencia que vale la pena.
Es abrir bien los ojos para ver que la infelicidad no viene de la realidad, sino de mis deseos y de mis ideas equivocadas. Es haber solucionado los problemas que solo existen en mi imaginación.

¿Estoy despierto?
Estar despierto es comprender que lo que me hace sufrir no es la vida real, sino mis alucinaciones, y el apartar mis sueños me encuentro cara a cara con la realidad y con la verdad gozosa.
Es despertar a la realidad de que yo no soy el que creo ser. Es haber deseado despertarse. Es vivir sin angustias ni preocupaciones.
Es observar claramente que no es una nueva situación lo que me llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que me han contado o que he vivido anteriormente como una angustia que no he sabido resolver.
Es metanoia, despertar a la verdad, no es arrepentirme una y otra vez. Es tomar conciencia de mi suficiencia para liberarme.
Es conocer a Dios por la vida, que es su manifestación. Es despertar a la verdad que está en Él. Es ser libre.
Es descubrir lo que está ocurriendo en mi y en mi alrededor, para saber lo que anda mal y sus causas. Es lo que hace posible cambiar.
Es descubrir para que sirve impresionar a la gente, buscando riqueza, honores, prestigio... es estar en el reino de Dios convertido en un niño, pero sin que le puedan ahora manipular.
Es ser consciente y sensible a todo. Es seguir libremente mi esencia y no podemos menos que amar.

¿Estoy vivo?
Estar despierto es desengancharme de las ilusiones, de la mentiras, de las garras de la sociedad competitiva. Es prepararme cada vez que vaya a decidir una cosa, sopesar la realidad y las consecuencias que puedan sobrevenir de lo que voy a hacer.
Es caer en la realidad de que la religión patriotera no existe – y puede ser muy dañina – si en ella no está la realidad, la vida. Es haberlo logrado por medio de la realidad. Es caerme del caballo del poder y la violencia, para dar al cara al suelo de la realidad y despertarme a la luz de la verdad.
Es amar lo que vivo, es saber lo que debo hacer. Es ser místico. Es ser yo mismo. Es haber sido ayudado por el sufrimiento. Es haber sido ayudado por el encuentro con la realidad.

Tres señales de mi despertar.
Tres señales de estar despierto: perdonar, aceptar y responder ante con amor. Es capaz de ver lo que sucedió como consecuencia de una programación de la que quiero salir.
Es despertar a la realidad es poder observar que estoy programado y quiero salirme. Es saber porque de mi obrar así.
Es vivir vigilante para no perderme nada de el presente, que es la vida, donde sólo está Dios y la eternidad.
Es no agarrarme a ningún concepto, cosa o ideología a fin de descubrir, fácilmente en seguida dónde está la realidad y la verdad que es la volunta de Dios escrita en la vida. Es verme como soy en realidad.

Descubrir la verdad.
Saber que estoy durmiendo y estoy soñando. Capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo, de descubrir lo desconocido, de moverme fuera de los esquemas que tengo, de saltar sobre los esquemas de mirar con ojos nuevos lo que no cambia.
Estar dispuesto a escucharlo todo, cuestionarlo todo, a estar atento a descubrir las verdades que se puedan encerrar, separándolas de las que no lo son.
Ser capaz de darme cuenta de que el sufrimiento y la congoja la provoco yo mismo. Cuestionarme cada creencia mía y todas las que me vengan del exterior.

¿Cómo despertar?
Un buen momento para despertar: cuando uno se harta de sufrir.
El único camino para despertar: la observación de uno mismo, de mis reacciones, de mis hábitos, y la razón de por qué respondo de tal manera. Observarme sin críticas, sin justificaciones, ni esfuerzos por cambiar lo que está sucediendo, ni formular ninguna crítica, ni auto compadecerme.
Los esfuerzos que haga para cambiar me hacen mal, pues lucho contra unas ideas, y lo que hay que hacer es comprenderlas, para que ellas se caigan por sí solas una vez que comprenda su falta de realidad.
Conocer a fondo. Hacer esto de continuo. Esto es lo que me va a cambiar: comprender, entender...

Si usted cree o enseña que San Martín (o Bolívar)es el libertador, no solo está dormido, y vive una irrealidad, sino que yace esclavizado a...
1)      Culto idolátrico a personalidades.
2)      La bestia salvaje política patriotera.
3)      La estupidez de la mentira.

Pero...vamos a unas ilustraciones más acerca de la tan codiciada libertad.

EL PRECIO DE LA LIBERTAD
Un día un viajero se paró cerca de una jaula de hermosos pájaros que estaba luchando para salir de la cautividad. El pasajero se conmovió, y esta vista de los pájaros trajo nuevamente a su memoria algo que pasó en su vida hace muchos años, y las lágrimas brotaron de sus ojos.
Preguntó el precio al dueño de uno, y tan pronto lo supo, abrió la jaula y le dio libertad; y así siguió hasta haber comprado a todos, y los liberó uno por uno y los pájaros volaron felices por el aire.
La multitud quedó pasmada pensando que el hombre estaba loco; y uno de la multitud se le acercó y le preguntó porqué había hecho esto, gastando tanto dinero de balde. El contestó: “Yo fui cautivo, y sé cuan hermosa es la libertad. La cosa más preciosa en todo el mundo es la libertad verdadera”.
Así debe sentirse el hombre liberado de la condenación del pecado; y tiene que sentir tan profunda la gratitud por la libertad que debe luchar y sacrificarse, si es necesario, para librar a otros de la esclavitud del pecado.

LA CAMPANA RAJADA
“Pregonareis libertad en la tierra a todos sus moradores. (Lev. 25:10)
Este versículo está escrito en el bronce de la campana de la Libertad, que simboliza el grito de independencia de los norteamericanos.
La campana en el Parque Histórico Nacional, de Filadelfia, colgada de unos recios maderos, en un lugar preparado expresamente para celebrar el bicentenario de los Estados Unidos. Y la campana está rajada, como usted la ve en las ilustraciones. Y como las vé en todas réplicas que están vendiendo a dólar y medio en todas partes. Le compré una a una griega que las vendía en la calle, junto con otros objetos conmemorativos del Bicentenario.
La campana, hecha en 1752, se rajó en las primeras pruebas, la volvieron a fundir, y el exceso de cobre le afectó el tono. Otra vez la fundieron y ya en 1753 estaba lista para ser colgada en la torre principal de la Casa Estatal de Pensylvania, en junio del año mencionado, dicen que la campana se volvió a rajar al tocarla a la muerte del magistrado John Marshall. Y así está todavía, rajada sin remedio. Pero eso no es todo.
Esta y todas las demás campanas de la libertad, están rajadas sin remedio. Porque la libertad del hombre sigue siendo un sueño,  una obsesión necesaria para empujarnos al progreso, a la humanización todavía distante, de todos los hombres.
Hasta que suenen las últimas campanas, la campana de la libertad cristiana, definitiva, igual y perpetua para todos los hombres. – Juan Pitmayo.-
MURIÓ POR TI
Abraham Lincoln fue el hombre más humano de su siglo. Como presidente de los Estados Unidos fue coloso propulsor del bienestar ciudadano, siendo su obra principal la abolición de la esclavitud. La historia nos dice que fue asesinado por un esclavista fanático. El día de su solemne funeral su ataúd era llevado en hombros de sus amigos. Y en el reverente silencio del cortejo se oyó la voz de una mujer que había sido liberada de la esclavitud, levantando a su pequeño hijo en brazos decía: “!Mira, mira! Ahí va  el que murió por ti”. – Rafael Guillermo Guillén.-

ANTIGUA COSTUMBRE DE CHINA
“En los días cuando China era un imperio, a un condenado a muerte le era permitido comprar un sustituto. Por lo general se compraba un hombre pobre casado.
La sentencia era enviada al emperador para que la firmara, devolviéndola luego al juez que fallaba la causa.
“Después de asegurarse éste de que el que quería ser sustituido era libre ante la ley, ponía su firma también. El día señalado, el verdadero reo era llevado al lugar de la ejecución. El juez leía la sentencia y luego llamaba al verdugo para que cumpliera la condena, en ese momento el sustituto llegaba se arrodillaba y ponía su cabeza sobre el canasto: un golpe de la espada y la ley quedaba satisfecha.
El juez entonces dictaminaba que el verdadero criminal era libre, pero que desde ese día, su existencia anterior era ignorada, era conocido por el nombre del sustituto”.
El ser humano también es culpable, es un reo espiritual: una ley le condena por trasgresor, y esa es la ley Divina, pues “Por cuanto todos pecaron  están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23), y ‘el pecado es infracción de la ley’ (1° juan 3:4). Así todos irremisiblemente teníamos que ser condenados a una muerte eterna y castigo, más Dios en su amor y misericordia incomparable, proveyó un sustituto perfecto, el mismo hijo de su amor, Jesucristo, quién siendo santo, e inmaculado, eterno y divino pudo ofrecer un sacrificio que fiera capaz de expiar el pecado, vindicando la justicia divina y satisfaciendo las demandas de la ley de Dios.- Miguel Bollati.-

COMPLETAMENTE LIBRE
Juan Villa Reyes, hombre de negocios, de Barcelona, España, cayó prisionero, acusado de un gran escándalo financiero “Matesa”. Aliado con otros hombres de negocios hizo perder el gobierno español centenares de miles de dólares.
Fue sentenciado a 200 años de cárcel en la prisión de Carabanchel, Madrid, puesto que cayeron sobre él nada menos que 417 sentencias. Para tal prisionero no había esperanza de libertad: la sentencia es inconmutable y no podía comprar su libertad con dinero, no había esperanzas de cumplir la condena, puesto que era más larga que su vida misma. Pero un día feliz recibió la mejor buena nueva; el rey Juan Carlos había decretado administía la cual concedía al prisionero total libertad. Juan Villa creyó al rey aceptó el perdón ofrecido y salió libre y feliz.
Tú y yo, lector querido, como Juan Villa hemos ofendido al gobierno santo de Dios y hemos quebrantado su ley, la condenación eterna pesa sobre toda alma pecadora. No se puede comprar la libertad “Porque la gracia de Dios no se compra con dinero, ni se puede  cumplir la condena porque es eterna”, sin embargo, todavía hay esperanzas, el rey Jesús, ofrece la “administía” para todo pecador que arrepentido  cree en él y acepta su perdón. El nos ofrece completa libertad. Solo falta que hagamos como Juan: aceptar. – Agustín Ruiz V.-*
Sí, estas cosas iba yo meditando, mientras viajábamos con rumbo a Mendoza – tras la ruta de San Martín, el famoso libertador ¡que no libertó a nadie! Y los chicos cantaban:
Hoy nos vamos a predicar las gloriosas buenas nuevas ¡Es Jesús el que ya reina sobre toda la humanidad!
Vamos a desprogramar a los esclavos de las sectas y a liberar a las almas buenas del control de Satanás
Es bueno
-          ¿Qué es bueno?
-          Predicar los asuntos del reino
-          Es bueno
-          ¿Qué es bueno?
-          Ayudar a los de corazón recto
-          Es bueno
-          ¿Qué es bueno?
-          Que el único pastor está en los cielos.
-          La...lalala
Si amigos vamos ya a gritar verdad sagrada
de todas las sectas salgan, pues Jehová las destruirá  Babilonia caerá e iglesias organizadas
de todas las sectas salgan adoren al gran Jehová*
La carretera estaba desierta... anochecía. Un arco sobre toda la ruta anunciaba: “Bienvenidos a la tierra del sol y del vino”.

Capítulo 12
En Mendoza: escultura en la roca, Reserva Telteca, Caverna de la Brujas – Vamos a desprogramar a los esclavos de la secta Sanmartiniana – La delincuencia juvenil argentina no se cura con amor, sino, eliminando ídolos guerreros como San Martín – El que al homicidio llama liberación, al diablo llama Jesucristo – Juego musical glorifica a Satanás y a la violencia – La liberación con justificativo del culto cruel a la violencia – El que acabará con las guerras y el culto a héroes homicidas –
C

ielo, tierra, aire y agua se conjugan, de repente, en sus más perfectas proporciones. Y pareciera que todo en entorno se hubiera puesto de acuerdo para engalanar un territorio, capaz de llenar las vitrinas con su copiosa belleza.
El recorrido por una de las provincias más atractivas de país puede ser emprendido siguiendo cualquiera de los circuitos turísticos. Por otra alternativa, no menos valedera, es detenerse en las numerosas áreas protegidas naturales, sectores de geografía cuyana, que por sus características del clima y del suelo, albergan una determinada flora y fauna junto a un entorno resguardado.
Para quienes gustan del trekking, la caza fotográfica, el ecoturismo y las cabalgatas, Mendoza, con sus reservas naturales, solo espera ser descubierta.

DIVISADERO LARGO, LISTOS PARA ACAMPAR.
Ubicada al pie de la precordillera, en ella se puede apreciar una importante falla geográfica que ha dejado al descubierto piedras muy antiguas que datan de un período de la historia desde hace más de 100 millones de años. Los vistosos estratos, verdes, rojos y violetas, contiene una flora y fauna antigua, de esta quebrada – que se cruzan varios río secos – se extraían elementos carbonosos, con el fin de extraer energía para el alumbrado público. Su rica biodiversidad se debe a que contiene flora y fauna tanto de la llanura como de la montaña. Es importante la riqueza geológica y paleontológica de la zona, por ser única en el mundo, pues allí afloran sedimentos continentales de un período de 2.400 millones de años.

RESERVA LAGUNA DEL DIAMANTE, CON SU TRANSPARENTE MARCO.
Rodeado de campos de escoria volcánica, el volcán Maipó – 5.323 m. – constituye un marco privilegiado para esta laguna de aguas transparentes, que se alimenta de los deshielos glaciares y a la vez da origen al río Diamante. En esta área es posible encontrar varias especies de la fauna andina: guanacos, cauquens, patos, flamencos. La vegetación es escasa, aunque aumenta notablemente en la época estival, principalmente en las laderas de las corrientes donde se encuentran las vegas. La reserva sólo puede ser visitada en el verano.

RESERVA TELTECA, DE LOS ANTIGUOS BOSQUES.
Es el área más representativa de los bosques que antiguamente cubrían gran parte del noroeste de Mendoza, forma parte de una vasta llanura surcada por cadenas de médanos, y ocupa el área más árida de la provincia, conocida como “travesía de Guanacaché”, constituye un refugio natural para miles de especies animales, catas, tortugas, gallitos del monte, chuñas, zorros, maras, cuices, tonduques, gatos silvestres, zorrinos y piches. En cuanto a la vegetación subsisten, algarrobos, chañares y arbustos como jarillas, champas y llaullines. Sus particulares médanos en movimiento solo son uno de sus atractivos más interesantes de una zona que puede ser visitada durante todo el año.

CAVERNA DE LAS BRUJAS, ESCULTURAS EN LAS ROCAS.
El tiempo ha tenido la paciencia necesaria para construir, a lo largo de millones de años, un verdadero monumento natural. Una serie de galerías y pasadizos, con bóvedas talladas en la roca, se convierte en un espectáculo asombroso. Existe en su interior una fauna propia de las cavernas, adaptadas a vivir sin luz. Las filtraciones de agua han esculpido en paredes y techos un increíble pasaje subterráneo de estalactitas y estalagmitas, que al unirse forman columnas. Su crecimiento es sumamente lento: un centímetro cada 1.500 años.

PARQUE CERRO ACONCAGUA, A LOS PIES DEL GIGANTE.
Cumbres imponentes coronadas de glaciares eternos que alimentan ríos y vegas, constituyen el más importante telón de fondo. La reserva es habitualmente visitada por escaladores de todo el país, que llegan con el deseo de hacer cumbre en el cerro más alto de América. Si bien puede ser visitado durante todo el verano, diciembre el la época ideal para hacer pie en la cumbre, y enero para quienes desean seguir viaje hacia arriba. En otro sector de la reserva, la laguna de los Horcones que luce una vegetación adaptada a suelos que permanecen helados la mayor parte del año. La fauna se compone de chorlitos, patos de los torrentes, cóndores, guanacos y pumas.

RESERVA LAGUANA DE LLANCANELO MIRADA AL ECOSISTEMA.
Es el privilegiado refugio de más de 130 especies de aves, migrantes y residentes. Su nombre, de origen indígena, hace alusión a la forma triangular de la laguna, similar a las puntas de las flechas que los indios usaban para cazar. Alimentada por aguas de deshielos, esta laguna salobre de poca profundidad constituye el lugar ideal para el avistamiento de flora y fauna de la dinámica de los humedales y puede ser visitada durante todo el año. Es uno de los pocos ecosistemas acuáticos de la provincia, cuya riqueza principal radica en la gran cantidad de especies: flamencos, patos blancos, cisnes de cuello negro, garzas moras, garzas blancas, jotes, cigüeñas, gaviotas, gallaretas. También hay numerosos mamíferos como colpos, cuices, zorros grises, zorros colorados, vizcachas entre otras.

RESERVA TOTAL LA PAYUINA, EL CAMINO DE LA LAVA.
Extensas planicies volcánicas dan testimonio de la intensidad volcánica que en otros tiempos caracterizó a esta parte del planeta. La zona presidida por el Payún Matrú de 1360 m. De altura, presenta un suelo por momentos completamente negro, que contrasta con los pastizales y los coirones. Se destacan extensas coladas de basalto y campos de piroclastos de diversos colores, que datan de épocas geológicas muy reciente. De las áreas protegidas de la Argentina, la Payunia que alberga la mayor población de guanacos, encontrándose también otras especies de nuestra fauna como el zorro gris, el chinchillón de la sierra, el ñandú petiso, el mara y el piche. Es posible visitarla fuera del período invernal.

PARQUE VOLCÁN TUPUNGATo, POR EL VOLCÁN MÁS ALTO.
Desde la cumbre del Tupungato se desprenden los hielos que alimentan bastantes ríos. El lugar posee paisajes de excepcional belleza, pero la más llamativa es el volcán – ya extinto – que le da el nombre con 6.820 m. Sobre el mar. Esta reserva es una continuidad del parque nacional Aconcagua, por lo que su ambiente es similar, con una fauna compuesta de coirones y varetas y una fauna que agrupa cóndores, águilas moras, zorros, guanacos y liebres. Se halla emplazado a solo 30 Km. De villa Tupungato, lugar donde es factible encontrar la infraestructura necesaria para el turismo.

RESERVA MANZANO HISTÓRICO, EL DESCANSO DEL GENERAL.
En un paisaje de montaña agreste se erige el monumento conmemorativo , del escultor Luis Perlotti, que evoca el encuentro entre el General San Martín y el coronel Olazábal, en 1823. en este lugar se encontraba el manzano en el que descansó el Libertador en el regreso de Chile. Hoy convertida en un sitio de esparcimiento, la reserva es una invitación a disfrutar. La zona se encuentra actualmente forestada en su totalidad, siendo particularmente atractiva para acampar, pues posee un microclima húmedo. Es posible visitarla durante todo el año y practicar trekking, cabalgatas, caza fotográfica, campamentos y pesca.*

Como ya dije, seguíamos la ruta del libertador que no libertó a nadie...
Y vamos...
Vamos a desprogramar  las mentes estupidizadas  por el culto a un falso héroe.
Vamos a desprogramar a los corazones adormecidos por la veneración de un prócer asesino cuyo resultado se ve en la violencia en las escuelas ... vamos pues, a desprogramar, como dice la “marcha de los desprogramadores”, que cantaban los niños... vamos a libertar a los esclavos de la secta Sanmartiniana...


Vamos a predicar
 las noticias del reino de Jehová
a desprogramar a los cerebros de al secta infernal
presten atención
porque es el Cristo el camino de la salvación
vamos a gritar
son los pastores los hijos de Satanás.

Vamos a denunciar
que las iglesias muy pronto caerán

Vamos a gritar de Babilonia
salgan pronto y sin chistar
vamos a restaurar sanas doctrinas
de la fe original.

Y a desprogramar los cerebros
de la secta infernal.*

Pero ¡Oigan! La delincuencia juvenil – la violencia en las escuelas - ¿No es la cosecha de la siembra de un guerrero falso como lo fue San Martín?
En las aulas, y frisos con batallas sangrientas – sólo faltaría allí (según palabras de Juan Bautista Alberdi en El crimen de la guerra) el sonido en cinta grabada de los chasquidos de los cuellos y miembros de los cuerpos siendo seccionados por la espada y los aullidos de los soldados en agonía mortal, entonces el culto al demonio ¡Sería completo!
¡Vean! Nueva Cristiandad, (una institución social Católica) propone amor como solución a la delincuencia en la Argentina:

LA DELINCUENCIA JUVENIL EN LA ARGENTINA
Los medios de comunicación nos comunican casi todos los días algún caso de delincuencia juvenil en las escuelas. Hay días que son dos ó tres los casos denunciados. Los casos de violencia son entre alumnos, o contra maestros y profesores. Las agresiones pueden ser físicas, o con armas blancas o de fuego. Pero lo más grave es que las chicas están a la misma altura de violencia que los chicos, y se conocen algunos casos en que el “delincuente” es un niño de apenas 6 años.
El problema está generalizado. Se conocen casos en escuelas y colegios del estado y privados. La violencia escolar se ha reproducido en todo el país, tanto en ciudades populosas como en pequeños poblados. Se conoce un caso de un chico de 15 años que estaba involucrado en un secuestro, y otro, parte de una banda de delincuentes constituida por adolescentes de 17 y 18 años de edad.

Causas de la delincuencia juvenil.
Muchas son las causas de la delincuencia juvenil, pero la auténtica causa es la ausencia de un auténtico amor en las relaciones humanos. Todas las causas de la delincuencia juvenil es por falta de afecto, porque “donde falta amor cualquier actividad se corrompe”. La causa inmediata de delincuencia juvenil es la disolución de la familia. Si la familia que debe ser la “escuela del amor” se convierte en la “escuela de egoísmo”¿Qué le espera a sus hijos?.
El término amor ha sido prostituído. En el mejor de los casos, se restringe su alcance cuando se reduce a el amor conyugal. Es verdad que el amor sexual es importante porque de él depende la subsistencia del género humano, pero el amor se manifiesta en todas las relaciones humanas. El amor es único. En el se integran, y de el participan todos los amores: el conyugal, paternal, maternal, filial, fraternal, o de parientes, el compañerismo, la amistad, el amor patrio, a los que sufren, al prójimo o al que nos necesita.
Asimismo se llama “amor” a las mentiras que se dicen y a las injusticias que se cometen para salvar a un hijo o a un amigo de una justa condena. Eso no sería amor, porque no se integra en el amor, que también es verdad y justicia.
La falta de amor en la sociedad se manifiesta en la sociedad por la falta de una escala de valores. De esa carencia nacen las expresiones como: “esto es lo mío y hago lo que quiero” “solo me importa vivir el momento” “todo es igual”. Se rinde culto al dios “dinero” y lo que es más grave se cree que con el se solucionan todos los problemas. Los valores materiales pesan más que los espirituales. Si no se acepta una escala de valores, se cae en una educación permisiva y facilista en un sentido consumista de la vida. Para la TV. El mayor valor es el “rating” y no tiene escrúpulos en pasar cualquier programa si este rinde económicamente. Los medios de información, pasan toda clase de información que convienen a sus intereses y callan aquellas que se oponen a este sentido de la vida.
Hay dos causas sobre las que convienen reflexionar: la económica y la educación. La primera que es real: los salarios bajos, el desempleo tiene su importancia; pero sin no cambiamos la mentalidad de los hombres y la delincuencia juvenil va a continuar, la segunda, la educación, carece de valor si entendemos por educar la sola información, como creen muchos que el problema se cierra en la inteligencia.
El porvenir en la Argentina se presenta muy negro, pero si los que tienen fe en el poder del amor comprenden la seriedad del tema y se dedican a levantar el poder de la moral de la familia y no dejan de predicar y vivir las enseñanzas del amor, tenemos la seguridad de que lentamente vamos a revertir la situación.
Todos en algún sentido y en algún nivel somos responsables de la delincuencia juvenil que vivimos. Ya sea por comisión u omisión: por el mal que cometemos, o por el bien que hemos dejado de cometer.

Pero la delincuencia juvenil no se elimina con amor, sino, con la eliminación total de los ídolos asesinos y sangrientos glorificados como José de San Martín, porque, si el homicidio, se llama liberación, al diablo se lo llama Jesucristo, cuando se glorifica la mentira, se pisotea la verdad:  saquemos la mentira (Satanás) de su trono y el Dios de la verdad ocupará el lugar de la violencia.
¡Pobres niños! – nos dicen algunos – cuando ven que nuestros niños no van a  una escuela patriotera. (reciben educación seglar, moral y bíblica en el hogar misional “Jah Shamah) pero yo digo, (y diga usted también) al ver como tergiversan la verdad glorificando al asesinato en masa:

No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos, porque ¿Qué consorcio tiene la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad’ además ¿Qué consorcio tiene Cristo con Belial? ¿O qué porción tiene un cristiano con una persona incrédula? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de dios con los ídolos? Porque nosotros somos parte del templo de Dios; así como dijo Dios: “Yo residiré entre ellos y andaré entre ellos, y yo seré su dios y ellos serán mi pueblo”.
Por lo tanto “Sálganse de entre ellos, y sepárense - dice Jehová -, y dejen de tocar la cosa inmunda, y yo los recibiré”(2° Cor. 6:14-18).

¡Vean esto!:

De las montañas parecen llegar los ruidos de los valientes granaderos hacen al pararse para libertar a otros países.
Siguen decididos los pasos de su líder, sin importar los riesgos que encontrarán en su camino.

Granaderos, granaderos, en fila marchan, van con paso valiente siguiendo al Gran General.

Mezclado con el agudo sonido del clarín hay una voz, una voz potente, que hace que nunca retrocedan, que siempre triunfen; y aunque el ruido del combate no les deje escuchar su voz, igual parecen oírla dentro, porque el gran general es ¡San Martín!, que con su ejemplo les ha enseñado a defender su bandera.

Granaderos, granaderos, al empuje del clarín, a la lucha van y vencen: los dirige San Martín.

También no solamente tendrán que luchar para lograr la libertad, sino que después, y eso ¡Será aún más difícil!, tendrán que asegurar esa libertad, porque el verdadero soldado no es solamente el que lucha en la batalla, sino que como el Gran general y los granaderos sigue en la paz manteniéndose atento y preparado para que esa paz no termine nunca, para que la libertad obtenida dure para siempre.

Granaderos, granaderos, para el triunfo asegurar, defienden a nuestra Patria en la guerra y en la paz.*

Como ustedes ven – si son inteligentes – la liberación es solo la excusa para justificar el espíritu asesino, la violencia bestial y la crueldad satánica de los militares.
Pero, ¡Oigan! aquél que acabará con las guerras homicidas so pretexto de liberar pueblos o naciones, también acabará con el culto patriótico idolátrico de las escuelas con las escuelas satánicas que lo promueven : porque Jehová

Hace cesar las guerras hasta le extremidad de la tierra. Quiebra el arco y verdaderamente corta en pedazos la lanza quema los carruajes en el fuego – (Salmos 46:9)

Y él ciertamente dictaminará el fallo entre miles de pueblos, y enderezará los asuntos respecto a poderosas naciones lejanas. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arados, y sus lanzas en podaderas. No alzaran espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra – (Miqueas 4:3).

Porque un niño nos ha nacido, y un niño se nos ha dado, y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará maravilloso consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Prícipe de Paz – (Isaías 9:6-7).

Los reyes de la tierra tomarán su posición, y los mismos funcionarios altos se han reunido en masa como uno en contra de Jehová y de su reino y dicen: “!Rompamos sus ataduras y echemos de nosotros sus cuerdas!”
En aquél tiempo les hablará en su cólera, y en su ardiente desagrado los perturbará.
Los quebrará con cetro de hierro como si fueran vasos de alfarero los hará añicos – (Salmo 2:2,3,5,9)

Son, de echo, expresiones inspiradas por el diablo, y ejecutan señales, y salen los reyes de toda la tierra habitada, para reunirlos en la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso – (Apoc. 16:14).

Y vi en el cielo abierto y, ¡Miren! Un caballo blanco, y  el que iba sentado en él se llamaba fiel y verdadero, y juzgaba y se ocupaba en guerra con justicia
Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones, y las pastoreara con vara de hierro, pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso.
Y vi la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunido para hacer la guerra contra el que iba en el caballo blanco y contra sus ejércitos.
Pero los demás fueron muertos por al espada larga del que iba sentado en el caballo blanco, la espada que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de la carne de ellos.– (Apoc. 19:11,15, 19-21).














Capítulo 13
En mula, como San Martín, por los nevados Andes – Manzanas podridas en vez de sal anticorrupción – Los cristianos como la sal de la tierra – Amores ilícitos y misterios de Don José – Los “vicios indecorosos” del Libertador – Don José practicó todas las obras de la carne – Mató a su misma esposa con sus múltiples adulterios – San Martín “el gran esclavizador” – La idolatría de próceres la coima del diablo –

P
rimero es una sombra, después otra, y otra más. Siluetas negras, alargadas por el sol de la tarde. Un sol que tarda en irse detrás de la última montaña nevada, allá lejos. Quince manchas negras recortándose sobre el fondo gris de la piedra. Quince hombres, 23 mulas andando a pie en estas altísimas piedras, casi inaccesibles, mudas. A rienda suelta en esta expedición que en estas alturas, quinto día de la marcha, ya hace daño, lastima, duele tanto como los 4.300 metros de altura.
Estamos cruzando los Andes. Por el mismo camino que utilizara el General en febrero de 1817 al mando del grueso ejército de Los Andes. Esta noche, dentro de cuatro horas, todo habrá terminado para nosotros. Habremos llegado el puesto fronterizo de Álvarez Condarco. El límite de Chile. Pero eso será recién dentro de cuatro horas. Cuando una luz tenue nos marque el fin del camino. Es hora de volver atrás. De recordar cada momento cada kilómetros de estos últimos cuatro días. Ahora es hora de repasar los viejos apuntes de la memoria que hablan de febrero de 1817, de un ejército de 5.200 hombres y más de 5.000 mulas. Es hora de recordar.


LA PARTIDA
Todo empezó la mañana del viernes del 18 de febrero, a las 11:30 al pie del monolito que por la ley 12665 indica que ese es el lugar histórico donde San Martín instalara el cuartel de “El Plumerillo”.
Hace media hora, se dedican a vendar los ojos de las mulas, les preguntamos por qué – “Es para poder ponerles la carga, los víveres y el equipo de montaña. Sino, “bellaquean”, son mañosas. Y cargarlas es un trabajo de cuidado; el peso tiene que ir bien repartido para que no se desbarranquen las pobres...”
Ahora, a las tres de la tarde, cuando estamos por abandonar el pavimento de la ruta 40 para entrar en el valle áspero, desolado, seguimos pensando en lo mismo, desbarrancarse, caerse desde allá arriba... como si nos adivinara el pensamiento, desde delante de la caravana nos llega la voz de un pibe: “Pero casi siempre las que se desbarrancan son las cargueras; otras, si se ven en peligro, intentan corcovear para sacarse la monta de encima”. No es mucho consuelo pero es algo.

EN ESTANCIA CANOTA
La primera etapa está calculada en diez horas. Vamos a acampar en estancia Canota. Si pudiéramos agregar una nueva acepción a la palabra infierno, diríamos “cabalgata en mula durante diez horas”, esta primera jornada termina con la resistencia de cualquiera. De los 40 grados de temperatura durante el día. Hemos pasado abruptamente a los 10 grados de la once de la noche, que apenas nos conseguimos entibiar con el fuego encendido con leña de pino-pino y ramas de lengua de pollo, que estallan como petardos, para que el eco devuelva una y otra ves el estallido. Las carpas verdes se alzan en la noche. Pero el sueño tarda en llegar es imposible olvidarse de las arañas pollito que vimos escurrirse entre las piedras a nuestro paso, esta tarde. Es imposible no  pensar en el frío y en el dolor de todos los huesos, que no consigue calmar la suave bolsa de dormir. Pero estamos en Canota. En este mismo lugar, San Martín dividió su ejército en dos columnas: una que, al mando de Las Heras, iba a cruzar por Uspatalla. La otra a sus órdenes, que enfilaría hacia el paso de Los Patos.*

Todo esto, y mucho más, retratan los redactores de la revista “Gente y la actualidad”, que para conseguir una nota que le haga vender su pasquín corruptor, no vacilan vivir un año con Satanás con tal de hacerle un reportaje con el cual demostraron amar lo podrido, ser manzanas podridas y no sal anticorruptora del cristianismo auténtico.
¡Vean esto!

Aún otro nombre recibieron del Señor los salvos, el cual es: “La sal de la tierra”. El, al terminar su labor de redención, dejó en ese mundo oscuro a los suyos, con dos propósitos bien claros; 1) sazonar el ambiente donde ellos están, 2) preservarlo de la corrupción.
En sus palabras dichas a los redimidos, el Señor señaló la labor que tienen ellos en el mundo y les formuló una solemne advertencia si ellos no serían lo que debía ser, diciéndoles: “Vosotros sois la sal de la tierra y si la sal se desvaneciera ¿Con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada y hollada por los pies de los hombres.
La sal da gusto y sabor, y los cristianos tienen precisamente la labor de demostrarle a todos, que tienen ese gusto y sabor en el Señor y Salvador Jesucristo. Ellos en si mismos no poseen ninguna virtud; toda la virtud de ellos está en tener al Señor Jesucristo. Jesús dio sabor a sus vidas y ellos evidenciaron este gusto en su comportamiento y conducta. La vida del ser humano es insípida sin Dios, sin Cristo y sin esperanza. El pecado, amado por todos, quita este sabor a la vida y solamente el Señor la devuelve a aquellos que se rinden a El.
Cada rendimiento es un poderoso testimonio de el poder del testimonio transformador de Cristo, testimonio de atraer a los demás. Dondequiera que el Señor es visto en la vida de los suyos, El es buscado por otros. Con todo, el mismo Señor señaló que esta búsqueda debe basarse en el sacrificio expiatorio, apropiado por el que le busca, como lo vemos en el caso de ciertos griegos.
El que ha buscado al Señor y ha sido regenerado y transformado por su beneficio, iluminado por el Espíritu Santo y su palabra, se transforma en la sal de la tierra.
Pero tal sal, no solo sazona, sino que preserva de la corrupción. Dondequiera que haya un discípulo de Cristo, este no puede evitar su influencia santificadora, por la presencia del Señor en él. Toda la santidad y pureza del creyente está en su Señor, y cuando este manifiesta mas obediencia a sus mandamientos, su vida es más separada de aquellos a los que Dios desaprueba, y en él brilla más la santidad.
Sin embargo, el Señor advirtió que la sal puede perder  las cualidades que la caracterizan.
“...Y si la sal fuera desvanecida ¿Con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”.
El cristiano que traiciona el Señor, contrista el Espíritu Santo y pierde todo poder en su testimonio, a tal punto que es hollado de los hombres, pues no le reconocen más como la sal, que da sabor y purifica.
La sal desvanecida no  tiene atractivo ni influencia. Los hombres desprecian la sal que pierde su fuerza.
Ante el Tribunal de Cristo, se revelará la eficacia de nuestro testimonio. Allí lo malo será quemado y quedará solamente la sal. Permanecerá lo que benefició a aquellos con los que hemos convivido y entre los cuales hemos trabajado.*

-          La sal es anticurrupción – dije a Maxi - ¿Y qué es pro corrupción?
-          La fruta podrida – dijo con inteligencia – una manzana podrida en un cajón... corrompe a todas las demás.
-          ¡Justo! – dije – San Martín fue, no un libertador, sino, una manzana podrida.
-          ¿Qué?
-          Y todos los que glorifican al corrupto, son corruptores de la humanidad.
-          ¿Por qué dices esto? Roberto.
-          Lee esto, por favor...


AMORES Y MISTERIOS DE DON JOSÉ
San martín se crió en España, en un hogar signado por el abatimiento. De regreso en América tuvo numerosas amantes durante su matrimonio con Remedios de Escalada, cuya madre lo llamaba despectivamente “el soldadote”.
La familia de José de San Martín y Gregoria Matorras ya tenía cuatro hijos (y Gregoria 40 años) cuando llegó el último vástago de la familia,  a quién llamaron Francisco José. Como si estuviera mimetizado con ese ambiente de las misiones, el bebito tenía la tez oscura y la nariz aguileña. Poco después, Juan fue reemplazado como gobernador de Yapeyú y la familia se trasladó a Buenos Aires, donde el capitán no logró tener un puesto similar.
Decepcionado por su fracaso, José retornó a España y se instaló en Málaga, donde el niño José se crió en un lugar signado por el abatimiento. A los 11 años (en violación al estatuto que permite un mínimo de 12) fue admitido como cadete en el regimiento llamado Murcia, donde aprendió a ser obediente, desconfiado y reservado de los demás. Un informe de el general le negó la promoción por “vicios indecorosos”, pero otro jefe le rectificó el dictamen y José pudo ser oficial.
Participó de la derrota en Oran contra los árabes, en Coulliure contra los franceses y se encontraba en la fragata Santa Dorotea cuando fue apresado por los ingleses. En los lugares de forzosa internación, aliviaba la soledad del vencido tocando la guitarra y pintando los crepúsculos marítimos en su caballete. En Bailén integró el ejército vencedor frente a las tropas napoleónicas, pero sus ideales liberales le habían colocado más cerca de los invasores galos que de los retrógrados defensores del príncipe Fernando VII. Cuando uno de sus jefes, el marqués de Solana, fue ahorcado en las turbas acusado de “afrancesado y traidor”, otro, el marqués de Coupigny, fue privado del mandato por haber nacido en Francia, se dio cuenta que no había lugar en España para los que mantenían los ideales de tolerancia, ciencia y filantropía. Miembro de una logia masónica, decidió contribuir a las luchas de independencia de las colonias de América. Con la esperanza que allí pudieran ponerse en vigor los principios del liberalismo que la península rechazaba.
Tenía 34 años cuando llegó a Buenos Aires. Había habido en su vida mujeres de cartera y “manolas” de vida alegre, pero seguía siendo un hombre solitario y de pocos afectos. Se enamoró de Remedios de Escalada, una jovencita de 15, y se casó con ella pese a la oposición de su madre, que lo calificaba de “plebeyo” o que le llamaba despectivamente “el soldadote”.
En la dominante logia del río de la Plata, José rivalizó con Carlos de Alvear, un hombre menor que él y de inferior grado, pero que desarrollaba por su inteligencia, su brillo social y su riqueza. Se comenta que el padre de Carlos, Diego de Alvear, en su juventud había tenido de amante una india de Yapeyú, con la cual había concebido un hijo. Esta criatura, bautizada como Francisco José, - afirmaba la versión -, habría sido entregado al matrimonio de Juan y Gregoria de San Martín para que lo criaran. De este modo, Carlos y José vendrían a ser medio hermanos y, precisamente a San Martín le apodaron el Cholo o el Tapé de las misiones, por su apariencia de mestizo.
Cuando José fue designado gobernador de Mendoza, se insubordinó contra el director supremo, Carlos de Alvear, y contribuyó a facilitar su caída.
Al iniciar su cruce de los Andes, San Martín envió a su hija y a su esposa a Buenos Aires, a casa de sus padres. En Santiago de Chile, tuvo un romance con una dama, y una noche al visitarla en su casa, advirtió que estaba compartiendo sus favores con un oficial bisoño; el hermano menor de Olazábal. Prudentemente, Olazábal dejó campo libre a el General.
Desobedeciendo las órdenes del gobierno de Buenos Aires, que le había ordenado que volviera al Río de la Plata para evitar la invasión de los caudillos federales del Litoral, San Martín inició su expedición al Perú en su grado de brigadier de Chile, bajo la bandera de este país y con su apoyo económico. Desembarcó en Huaura, donde estableció su cuartel general durante varios meses. Por las noche solía visitar a la estancia azucarera de San Nicolás de Supe, donde sostuvo una relación con su propietaria, Fermina Gonzales Lobatón. Una afirmación peruana dice que el hijo que este mujer tuvo nueve meses después fue engendrado por don José.
Al llegar a Lima asumió el protectorado (pese a que el mandato chileno lo había desaconsejado) y allí mantuvo un affaire con Rosa Campuzano, una guayaquileña que había actuado como espía a favor de la bandera patriota. Cubierta su cabeza con un velo y vestida con un manto, Rosa había distribuido más de una vez panfletos subversivos y había ocultado en una casa a varios oficiales españoles que habían desertado para pasarse a las fuerzas revolucionarios.
Don José se instaló en una residencia del pueblo de Magdalena y allí solía atender el despacho diario, que uno de sus ministros le llevaba desde Lima, Rosa, que era soltera, lo acompañaba con frecuencia, y los sábados a la noche partían en lujosa carroza hacia las fiestas de la capital, ella con zapatos y vestido de seda y él con nuevo uniforme de general, con abundantes hilos de oro. Cuando el protector incluyó a Rosa entre las ciento doce mujeres condecoradas de la Orden del Sol, la sociedad tradicional limeña lo consideró una afrenta.
Resistido por los realistas por sus acciones y rechazado por los republicanos por sus planes monárquicos, San Martín no tenía tropas necesarias para vencer a los españoles acantonados en las sierras, viajó entonces a Guayaquil, a solicitar refuerzos de tropas a Simón Bolívar, que vivía momentos de gloria. Bolívar se los prometió, pero en número muy insuficiente, y San Martín se deprimió al comprender que su hora había llegado. Esa noche y la noche siguiente pareció consolarse con la compañía de una joven viuda, Carmen Mirón y Alayón, cuyos descendientes llevan hasta hoy el apellido de San Martín.
Don José renunció al protectorado y viajó hacia su estancia en Mendoza, donde recibió una carta de su esposa, a la cual no veía desde hacía cuatro años. Moribunda de tisis en plena juventud (tenía apenas 25 años) Remedios le pedía que fuera a Buenos Aires a darle su último adiós, San Martín, sin embargo, decidió permanecer en Mendoza y recién partió hacia Buenos Aires varios meses después de su fallecimiento, a buscar a su hija de 7 años, le costó sacar a la pequeñuela de la casa de su abuela y marchó con ella a Europa, donde habría de vivir casi tres décadas. Allí murió viudo y ya abuelo, el 17 de agosto de 1850.*

Ø  “Vicios indecorosos” ¿Qué? ¿Masturbación? ¿Homosexualidad? – fornicación.
Ø  Miembro de la norma logia masónica – sectario.-
Ø  Soldadote plebeyo  - asesino.
Ø  Numerosos affaires sexuales matrimoniales – adulterio.

¡Practicó todas las obras de la carne! ¡Con razón lo idolatran tanto los corruptos resistidores de la restauración de la adoración pura! ¿San Martín libertador de los corruptos? ¿Libertador de qué? No practicó ningún fruto del Espíritu Santo, sí, todas las todas las obras de la carne podrida.
¡Veamos!

Pero digo: ¡Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal! Porque la carne está contra el espíritu en su deseo, y el espíritu contra la carne; porque estos están opuestos uno del otro, de manera que las mismas cosas que ustedes quisieran hacer, no las hacen. Además, si se les conduce por el espíritu, no están bajo la ley.
Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, prácticas de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cóleras, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, le aviso de ante mano, de la misma manera que ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio, ante tales cosas no hay ley. Además los que pertenecen a Cristo Jesús han fijado en un madero junto con sus deseo y sus pasiones.
Si estamos viviendo por el espíritu, también sigamos andando correctamente en el camino del espíritu, no nos hagamos egoístas, promoviendo competencias unos con otros, envidándonos unos a otros. – (Gálatas 5:16-26).

¿Leyó usted, que idolatra a San Martín, y lo hace un feroz anticristo cada vez que los llama el Libertador?
Fue un bastardo en todo el sentido de la palabra: mató de disgusto a su tísica esposa con sus múltiples adulterios y engendró no pocos bastardos como él.
¡Por eso lo idolatran tanto los fornicadores y los adúlteros!
¡Vean! Allá, en la ciudad de San Francisco (Córdoba) donde pasé parte de mi infancia y juventud, está la estatua más grande en el lugar más honorable de la ciudad, es la estatua de su fundador, Bernardo Iturraspe, el que se acostaba con miles de prostitutas y tuvo cientos de hijos adulterinos, de modo que, cuanto más degenerado ha sido un hombre, (en este mundo bajo del gran corruptor Satanás), tanto más se lo glorifica y se lo idolatra ¿O.K.?
¡Por eso usted le llama el “gran Libertador” a don José de San Martín, sin embargo, como hijo primogénito de Satanás, San Martín fue el gran esclavizador.
Pero, ¿Por qué? ¿Porqué? Si, ¿Por qué? – aparte de todo lo que el Espíritu de Jehová aclaró aquí - ¿Por qué ese afán de idolatrar a un corrupto?
Bueno – y oigan bien esto – esa idolatría es la coima, es el soborno que los pecadores dan a Satanás para que este los prospere y los bendiga. ¿Cómo?

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU.
“Vístanse con la nueva personalidad que fue otorgada por Dios en verdadera justicia y lealtad” (Efe. 4:24).

Cuando el imperio romano se encontraba en la cúspide de su poder, era la mayor administración humana que el mundo había visto. La legislación romana era tan eficaz que aún hoy constituye la base de los códigos legales de muchos países. No obstante, pese a los logros de Roma, sus legiones no consiguieron vencer a un enemigo insidioso: la corrupción, finalmente esta aceleró la caída del imperio.
El apóstol Pablo fue uno de los que sufrió a causa de la corrupción romana. Felix, el emperador romano que lo interrogó, al parecer reconoció que el apóstol era inocente. Pero como el era uno de los gobernadores más corruptos de aquellos días, retrasó el juicio con la esperanza de que Pablo le diera dinero para su liberación (Hech. 24:22-26).
Sin embargo Pablo, no sobornó a Felix, sino que le habló con franqueza acerca de “la justicia y el autodominio”. Felix no cambió de costumbres, y Pablo prefirió permanecer en prisión a eludir el proceso legar por medio del soborno. Predicaba un mensaje de honradez y justicia, y vivía en conformidad con él. “Confiamos en que tenemos un conciencia honrada – escribió a los judíos cristianos -, puesto que deseamos comportarnos correctamente en todas las cosas” (Heb. 13:18).
Esa postura contrastaba muchísimo con la moralidad de aquellos tiempos. El hermano de Felix, Palas, uno de los hombres más antiguos del mundo antiguo, acumuló toda su fortuna, calculada en 45.000.000 de dólares, a base de sobornos, sin embargo su capital parece pequeño en comparación con  los miles de millones de dólares que han ocultado en cuentas secretas algunos gobiernos corruptos del siglo XX. Está claro que solo los ingenuos creen que los gobernantes actuales han ganado la guerra contra la corrupción.
Dado que la corrupción ha estado arraigada durante tanto tiempo, ¿Debemos suponer que forma parte de la naturaleza humana? ¿O es posible hacer algo?

¿CÓMO PUEDE FRENARSE LA CORRUPCIÓN?
Obviamente el primer paso para vencer la corrupción, es reconocer que está mal y que es dañina, pues beneficia a quienes no tienen escrúpulos en perjuicio de los demás. Es indudable que se han hecho avances en esta dirección. Jemes Foie, director del Gobierno de Estado, dijo: “Todos reconocemos que el costo del soborno es alto. El soborno debilita el buen gobierno, dañan la buena marcha y el desarrollo de la economía, distorsiona el comercio y perjudica a los ciudadanos de todo el mundo” muchos están de acuerdo con él. El 17 de septiembre de 1997, 34 grandes países firmaron la “convención sobre el soborno”, que está concebida para “tener un gran impacto en la lucha mundial contra la corrupción”. La convención califica de delito “ofrecer, prometer o dar un soborno a un funcionario público o extranjero con el fin de obtener o conservar acuerdos comerciales internacionales”.
No obstante, los contratos para obtener contratos comerciales en otros países es solo la punta del iceberg. Eliminar la corrupción a todos los niveles exige otro paso mucho más difícil: requiere un cambio de corazón o, mejor dicho, un cambio de todos los corazones. En todas partes del mundo la gente debe aprender a odiar la corrupción y el soborno. Solo entonces desaparecerán las prácticas. Con ese fin, la revista “Newsweek” dice que, en opinión de algunas personas, los gobiernos deberían “fomentar un sentimiento general de actitud cívica”. Un grupo de presión anticorrupción llamado “Transparency International” recomienda asimismo que sus seguidores “siembren ‘una semilla de integridad” en el lugar de empleo.
La lucha contra la corrupción es moral, y no puede ganarse solo con leyes ni “con la espada” de sensaciones legales (Rom. 13:4,5). Han de sembrarse en el corazón de la gente las semillas de la virtud y la integridad. La mejor manera de lograrlo es usar lo que el apóstol llama “la espada del espíritu” la Palabra de Dios, la Biblia (Efe. 6:17).

LA BIBLIA CONDENA LA CORRUPCIÓN
¿Porqué se negó Pablo a tolerar la corrupción’ porque trataba de hacer la voluntad de Dios, “que no trata a nadie con parcialidad  ni acepta soborno” (Deut. 10:17). Además, muy probablemente recordaba el mandato de Moisés: “No debes ser parcial ni aceptar soborno, porque el soborno ciega los ojos de los justos y tuerce las palabras de los sabios” (Deut. 16:19). El rey David entendía asimismo que Dios odiaba la corrupción, y  le pidió que no le contara entre los pecadores, “cuya diestra está llena de sobornos” (Salmo 26:10).
Quienes adoran a Dios con sinceridad tienen más razones para evitar la corrupción. “El rey con la justicia afianza la tierra – escribió Salomón -, pero el hombre que acepta soborno la destruye” (Prov. 29:4 la Biblia de las Americas). La justicia afianza el país, en especial cuando la practican desde los funcionarios más altos hasta los funcionarios más bajos, mientras que la corrupción los empobrece. Es digno de señalar que la revista “Newsweek” dijo lo siguiente: “En un sistema  en el que todo el mundo desea un pedazo del pastel de la corrupción y sabe como conseguirlo, la economía de derrumba”.
Aún cuando la economía no se derrumbe por completo, los amantes de la justicia se sienten frustrados cuando la corrupción florece sin trabas (Salmo 73:3,13). También se deshonra al Creador, quién nos dio el deseo inherente de justicia. En el pasado, Jehová intervino para erradicar la corrupción flagrante. Por ejemplo, les explico sin rodeos a los habitantes de Jerusalén por qué los entregaría al enemigo.
Dijo mediante el profeta Miqueas: “Oigan, por favor, ustedes los cabezas de la casa de Jacob y ustedes los comandantes de la casa de Israel, los que detestan la justicia y hacen torcido aún lo que es derecho. Sus propias cabezas juzgan meramente por un soborno, y sus propios sacerdotes instruyen solo por precio, y sus propio profetas profetizan sencillamente por dinero... por lo tanto, a causa de ustedes Sión será arada como campo, y Jerusalén llegará a ser simples montones de ruinas”. La corrupción había arruinado la sociedad israelita, tal como debilitó a Roma siglos más tarde. En conformidad con esta advertencia divina, aproximadamente un siglo después que Miqueas escribió estas palabras; Jerusalén fue destruida y abandonada (Miqueas 3:9,11,12).
No obstante ningún  hombre o nación debe ser corrupto. Dios anima a los malvados a dejar su camino de maldad y cambiar la manera de pensar (Isaías 55:7). Desde que todos y cada uno de nosotros sustituyamos la avaricia por la generosidad y la corrupción por la justicia. “El que defrauda a la condición humilde ha vituperado a su hacedor, pero el que demuestra favor al pobre lo glorifica”, nos recuerda Jehová (Prob. 14:31).*
Capítulo14
Aires de Punilla – Lejos de las ciudades controladas por demonios – Allá sobre los montes – La belleza de las sierras – No soy el rey Josías, pero tampoco un cómplice de los demonios – Los que por ignorancia dieron culto idolátrico a el falso Libertador, ¡tienen una salida! – La ignorancia voluntaria es fruto de la negligencia y la pereza – No se conforme con ser ignorante, acepte la corrección – El reposo de los ignorantes -

AIRES DE PUNILLA
El Valle de Punilla es desde hace años sinónimo de turismo cordobés. En esa porción privilegiada de tierra y ríos al oeste de la provincia, los turistas encuentran una variado oferta de hoteles, Carlos Paz es su puerta de ingreso y un centro de la vida social nocturna de la región, al borde del lago San Roque, y muy cerca están Cosquín, La Falda, Villa Giardino, La Cumbre y Capilla del Monte, ubicados en los faldeos de las Sierras Chicas.
Desde cualquier punto del Valle de Punilla suelen organizarse excursiones hasta el cerro Uritorco, cuya mentada fuerza enérgica atrae a grandes y chicos. Estos paseos pueden complementarse con una visita a San Marcos Sierras, una antigua población construida a partir de la devolución de tierra a una comunidad indígena.
Como si esto fuera poco dentro de tantas opciones, Córdoba cuenta con un alto atractivo histórico: el antiguo Camino Real que conduce hacia el Alto Perú. Pueblos como Villa Tulumba, Ischilín, Villa del Totoral, Deán Funes, y otras fueron las postas en el Camino Real y heredaron variados testimonios  arquitectónicos de la época.
Estos departamentos permiten una parada previa al impactante cerro Colorado, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de América. Sobre la misma altura, pero hacia el oeste, la provincia cuenta con el único mar del interior del país. Se trata del Parque Nacional Laguna de Mar Chiquita, una extensa depresión salina con propiedades terapéuticas y una valiosa fauna protagonizada por flamencos rosados, patos y nutrias. A sus orillas se encuentra Miramar. El principal centro turístico de la región.*

Y aquí – en Valle Hermoso – plugo al Dios verdadero, centralizamos para dirigir y ser precursores de la restauración de la adoración pura.
Sí, aquí estamos, en las afueras de este pequeño pueblo montañés, apartado, donde paso mis gratos momentos escribiendo estos libros de esclarecimiento bíblico, lejos, sí, muy lejos de las ciudades turbulentas, controladas por una densa capa de demonios que, desvían y estupidizan a las masas haciéndoles creer que un adúltero, asesino, bastardo, es el ¡Libertador! (¡Já! Nunca con tanto sarcasmo la carcajada)
Lejos de las esclavizantes ciudades que solo producen sectarios idólatras – lejos del ir y venir y rodeados de contaminantes y de peatones robotizados -, lejos del ensordecedor “maremagno” de las ruidosas bocinas de contaminates automóviles, las voces chillones y roncas de los parias vendedores  del chillido de los neumáticos frenando...
Aquí - ¡Alabado sea Jehová! – en plena comunión con la divina creación incontaminada ¡Cómo se capta el sentido de la verdad y la realidad sin mentirosos artilugios!
¡Vean! Aquí, estoy rodeado de mis libros y cuadernos, con la montaña boscosa a la vista, pero en mi “palacio de vidrio de escritor”, protegido entre cuatro paredes (de la humilde pero acogedora casa misional “Jah Shamah”), algo así como un anticipo, de lo que será, para nosotros (si la gracia de Dios en Cristo así lo dispone) la santa ciudad divina, como le cantan algunos:

Allí sobre los montes, un feliz país,
la ciudad divina reposando está,
nuestros pies aquí cansados, subirán:
la mansión eterna divisamos ya.

                    (coro)
¡Vamos al hogar! ¡Vamos al hogar!
¡Ved sus torres brillan con gran esplendor!
estaremos juntos por la eternidad
con los ángeles, cantando en la ciudad.
¡Vamos al hogar!

Los antiguos profetas nos hablaron ya
de las calles de oro de esa gran ciudad,
por la fe hoy la podemos contemplar,
con sus muros de oro y jaspe, sin igual.

Hermano, hermana, ¿Estarás allá,
en aquella tierra do pesar no habrá?
el mensaje santo hoy acepta el fiel,
y al nivel el Salvador te llamará.*

¡Qué privilegio! Descifrar aquí, los intrincados vericuetos de las sectas, investigar y desbaratar con argumentos del Espíritu Santo, las tramoyas del gran mentiroso, Satanás el diablo. Sí, aunque rustica, bendita morada, protegida por muchos árboles viejos y nuevos, no muy lejos, el místico arroyo Vaquerías, bordeado de vegetación espesa y barrancas pétreas, donde paso buenos momentos, acariciado por la brisa serrana, el suave murmullo de las aguas inquietas que se azotan contra los guijarros  y las mullidas matas de berro y el gorgojeo de calandrias y tordos.
¡Qué bellezas! Las silenciosas horas de la siesta, cuando toda la creación del magnífico Jehová parece dormida, todos los animales caminan aletargados y hasta los pedregosos caminos polvorientos en la quietud del paisaje de piedra y churquis presentan la tranquilidad de las aguas estancadas de un lago.
¡Oigan! (si se pude oír algo) todo es silencio todo es sosiego no vibra ni el más leve rumor y, en el paisaje silencioso, solo los ardientes rayos del sol de Punilla, que pone aquí, y allá, brochazos de vida, espatulazos, - estilo Georg – de color, fecundando las sierras, verificando los valles haciendo mucho más agradables los rincones umbríos de la tupidas arboledas aborígenes.
Y, ¡aquí estamos! Como el rey Josías - ¡Já! – destruyendo todos los ídolos: el peor de todos aquí: Don José de San Martín, el que no libertó a nadie.
Usted no ser el rey Josías – me dijo con sarcasmo Elton Deanne, el hipócrita misionero de la Watchtower Bible an Tract – No, no lo soy... ¡Pero oigan! no seré cómplice de los demonios por callarme estas verdades.
¿O.K.?
Bueno, pues... ¿Quién es el verdadero libertador? ¡Cristo!
¡El que, con la ayuda de este libro y el Espíritu Santo (poderosa fuerza activa invisible de Dios), lo ayude a usted a libertarse de la secta Sanmartiniana,
¡Amén!
Ahora bien, si usted, amable lector, reconoce que, estuvo pecando por llamar libertador a este asesino corrupto, y estuvo dándole culto idolátrico a la estatua de San Martín, si usted reconoce su pecado de ig-no-ran-cia, lea esto:

La ignorancia no es ninguna virtud. Conformarse con la ignorancia es una verdadera desgracia, porque por sus causas se han cometido muchos pecados, privando así a los redimidos de hacer la voluntad de el Señor. El estudio concienzudo de la Escrituras, bajo la guía de el Espíritu Santo guiará a cada hijo de luz en el conocimiento de Dios y sus divinos propósitos.
“...Aquél Espíritu de verdad, el os guiará a toda la verdad...”
Los judíos impulsados por la ignorancia cometieron el más grande de los pecados contra el Señor, cuando reclamaron repetidamente a Pilato que le crucificara, como está escrito:
“Y hablóles otra vez Pilatos, queriendo liberar a Jesús, pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: crucificadle, crucificadle”.
Esta misma ignorancia de los propósitos de Dios, puede impulsar a los renacidos a cometer errores y pecados.
¡Con qué nobleza y calidad cristiana dijo el apóstol Pedro, iluminado por el Señor:
“Mas ahora hermanos, sé que los habéis hecho por ignorancia, también vuestros príncipes”.
Si bien es cierto que el Señor tiene compasión de los que están en la ignorancia, con todo El no la justifica ni la recomienda.
La ignorancia voluntara es fruto de la negligencia y la pereza. La indolencia y la falta de interés en indagar y conocer mejor lo que Dios quiere revelarnos, es pecado. Si bien es cierto que nadie está libre de este pecado, pues en todos nosotros hay cierta tendencia a caer en le negligencia, ninguno debe justificarlas ni acogerse a ellas  como algo inevitable. Las Escrituras dicen:
“Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan”.
Si bien ese pasaje se refiere específicamente a los que todavía no conocen la voluntad de Dios a través de Cristo, con cuanta más razón, con limpia conciencia debemos aplicarlas a los redimidos para que no nos conformemos con un esta  ignorancia o conocimiento elemental, tan perjudicial para nuestra vida espiritual.
El mismo apóstol Pablo reconoció que estando en ignorancia había cometido pecados indignos y reprobados por el Señor, pero al convertirse no se conformó con la ignorancia, sino que avanzó en el conocimiento de su Señor y Salvador. La misericordia de Dios es grande y El está dispuesto a ayudarnos a adquirir el pleno conocimiento de la verdad.
Alabemos a nuestro Redentor que además de nuestro Salvador es nuestro sumo Pontífice e Intercesor. Él es nuestro abogado e intercede continuamente por cada uno de los suyos, pero su incesante intercesión no debe justificar nuestra permanencia en la ignorancia de las Sagradas Escrituras. El Señor intercede y al mismo tiempo corrige y su corrección elimina la ignorancia.
Todo está en aceptar su corrección.
“El que ama la corrección ama la sabiduría: más el que aborrece la reprensión, es ignorante”.
En cuanto a la primera venida del Señor hubo confusión en el pueblo de Israel, y precisamente en consecuencia a este desconocimiento de la Escrituras, Cristo fue rechazado y crucificado, como vemos en las Escrituras:
“Empero hablamos sabiduría... no de este siglo, ni príncipes de este siglo, que se deshacen: Mas hablamos sabiduría de Dios... la cual predestinó entes de los siglos para nuestra gloria:
Lo que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Jesús de la gloria”.
Dos factores interceden invariablemente para que la ignorancia sea aceptada y prospere aún entre los que deberíamos rechazarla de plano: “el reposo de los ignorantes y la prosperidad de los necios” según la escritura de Proverbios 1:32.
Debemos entender por “reposo de los ignorantes”, la despreocupación y la falta de interés por conocer la verdad eterna y guardar en el corazón los dichos del Altísimo
La “prosperidad de los necios”, es aquél conformismo con nuestra propia ignorancia, que nos lleva a buscar solo comodidades temporales en vez de preocuparnos más en  lo espiritual, que es eterno e imperecedero. El reino de Dios y su justicia deberían ocupar el primer lugar y ser el motivo central de nuestras vidas.*

... En tal caso entenderemos que, ni don José ni ningún otro salvó a nadie y sabremos con exactitud que el único Libertador es Cristo. (a él sea la gloria y la honra).










         Valle Hermoso 26 – 02 - 2004

E

ste libro ha sido editado por el Movimiento para Desprogramar a las Víctimas de las Sectas (MPDLVS)  En el verano del 2004.

Es de distribución gratuita en armonía con lo convenido en Mateo 10:8, por lo cual se prohíbe su venta, también se prohíbe su reproducción total o parcial con excepción de citas breves, indicando las fuentes.

Por más información, escriba a M.P.D.L.V.S. Las Heras 250 – C.P. 5168 Valle Hermoso (Córdoba) Cel.  03548 – 15634110.

Ø     La portada fue realizada por:
Ø      Los dibujos interiores son de:
Ø     Diagramación y diseño: Marcelo D. Filippa

E-mail     robertomiguelfilippa@hotmail.com

                         robertomiguelfilippa@yahoo.com.ar

Web:                www.anticristos.galeon.com

                                www.galeon.com/caballitosdefuego



Libros del mismo autor


·                      ¡Socorro! ¡No puedo casar a mis hijas!

·                      Martín Fierro de Fuego.

·                      ¡El Pastor Rebelde!

·                      ¡En Alas del Tornado!

·                      ¡El Predicador Curandero!

·                      El Reverendo Irreverente.

·                      En el 506... ¡Y en el 2000 también!

·                      La Leyenda del Auto Fantástico

·                      Entre Cristo y Perón

·                      El otro yo del Pastor Hipócrita.

·                      El Payador, el Predicador y el Diablo

·                      Cuentos de Pueblo Encanto

·                      Juicio a Gardel.

·                      Los Fantasmas del Hotel Edén.




* Los caudillos argentinos/ Sebastián Alejandro/ pags. 36,38,39.-
* Ritos Sexuales/ Jaques Marcireau/ pags. 205,206,207,208.-
* “Jha-Shammah”, significa: “Jehová mismo también habita aquí.-
* Volante-plaga/ N° 159.-
* 500 Ilustraciones/ Alfredo Lerin/ pag. 117.-
* 500 Ilustraciones/ pag. 233.-
* De la historia a la comidilla/ La Nación/ 14-10-2000/ pag.7.-
* De la historia a la comidilla/ La Nación/ pag. 7.-
* Diccionario de sinónimos/ pag. 21.-
* La voz del interior/ 8-10-200.-
* El hombre mediocre/ José Ingenieros/ Pags. 72,73,64.-
* El verdadero discipulado/ Guillermo McDonald/ pags. 43,44,45,46,47,48.-
* Yapeyú defiende su orgullo/ Raquel San Martín/ La Nación/ 14 de agosto del 2000.-
* La memoria póstuma/ Felix Luna/ La Nación/ 14 de agosto de 2000.-
* Diccionario de sinónimos/ pag. 50.-
* Como llega su mensaje a los chicos/ La Nación/ 14-8-2000.-
* Argentina/9/ pag.162.-
* Expresión lugareña que significa: gente amiga.-
* Diccionario de sinónimos/ Perdor m: Olive/ pag. 111 (hipócrita).-
* Todo es historia/ N° 159/ agosto de 1980/ pags. 30, 31, 32.-
* Todo es historia/ pags. 33,34,35,36.-
* La Voz del Interior/ “En busca de San Martín humano”/ jueves 24 –10 –200.-
* Alfredo Zacarías/ Historia en Yapeyú/ La Nación/ turísmo.-
* Argentina7 tomo 9/”Los adoradores de Tupá”/ pag. 163.-
* La intimidad de los grandes hombres/ Matilde Zabala Gonzales.-
* Como ya expliqué, San Martín fue parte prominente de el estado salvaje que es la Argentina y como bestia feroz actuó asesinando ejércitos tan feroces y salvajes como él mismo.-
* La atalaya/ 15-01-93.-
* Argentina/ tomo )/ pags. 168, 173, 174.-
* Corrientes II/ Argentina/ tomo 10/ pags. 181,182.-
* La Voz del Inteior/ 21 de agosto del 2000/ pag. 12 A.-
* Dos vidas apagadas a 150 años de distancia/ La Voz del Interior.-
·         LA Voz del Interior/ 24 de agosto del 2000.-

* Taraguí/ Argentina/ tomo 9/ Corrientes/ tomo I/ pag. 160.-
* Los fieles de Jah/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* El Vaticano contra Dios/ pags. 21,22.-
* S. Smiles/ El Carácter/ pags. 124, 125, 126.-
* Eclesiástico 10:6-18/ Nueva Biblia Española .-
* La Voz del Interior/ 17 de agosto de 2000.-
* Yapeyú Hoy/ Juan Carlos Diez/ Nueva/ N° 474 .-
* Somos los 300 de Gedeón/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Comentario del Nuevo Testamento/ L. Bonett y A. Scroeder/ pags. 146, 147.-
* La voz de la calle/ La Voz del Interior/ 17 de agosto del 2000.-
* Diccionario ilustrado de la Biblia/ pag. 345.-
* Aquí Vivimos/ Cuna del Libertador.-
* Que Jehová te maldiga Satanás/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Saldán, el aire que respiró el Coronel/ La Voz del Interior/ 17 de agosto del 2000.-
* Babilonia misterio religioso/ Ralph Woodrow/ Pags. 162, 163,164, 165.-
* En extraña tierra/ Himnos de Sión/ pag 79/ Elisa Perez.-
* 501 Ilustraciones/ Simón Bolívar y la libertad/ pags. 138, 139 (Ilus. N° 211).-
* 501 Ilustraciones/ N° 2127 pags. 139, 140.-
* 501 ilustraciones/ pags. 140, 141, 142, 143.-
* Vamos a Desprogramar/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Sobre las fronteras de la creación/ Joyas naturales/ Aquí Vivimos.-
* Marcha de los desprogramadores/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Juego musical/ Vienen los granaderos/ Billiken/ N° 2326.-
* Gente y la actualidad/ N° 656.-
* El tribunal de Cristo/ pags. 145,146,147,148.-
* La Nación / domingo 25 de junio del 2000.-
* La Atalaya/ 1 mayo del 2000.-
* Turismo 12/ 25 de junio de 2000.-
* Himnario/ himno N° 315/ Sobre los montes/ G. Bustamante.-
* El tribunal de Cristo/ pags. 11,12,13,14.-