AMOR ¡TE ALCANCÉ!
INTRODUCCION
Llegamos a la
noche final de su programa "NACIDOS PARA AMAR".
Hagamos un
repaso breve de lo que hasta aquí hemos experimentado
(repasar los principales conceptos de los temas del lunes, martes y jueves - puede hacerse con vistas
y en tres tiempos – ver guion).
He orado al Señor porque esta noche cada uno saiga de este lugar diciendo: "AMOR TE
ALCANCE" ¿Cuantos así lo desean? las manos, por favor... Muy bien.
En la primera Epístola a los Corintios Cap. 1: v. 18, dice el Apóstol Pablo, que mensaje de la
cruz es locura para los que se pierden, mas para los que se salvan, es a saber, para
nosotros, es poder de Dios". Y en la Epístola a los Romanos, Cap. 1 :v. 16, dice:
"No me avergüenzo del Evangelio porque es potencia de Dios para salvación
a todo aquel que cree".
Dice el Apóstol, que para los incrédulos, el Evangelio es una tontería, una cosa de locos; pero para
los que creemos, el Evangelio es poder de Dios. Aquí nos encontramos ante un testimonio
contradictorio. Ahora bien, ¿quién tiene la razón, los que afirman que el Evangelio es una insensatez, que únicamente pueden aceptar los
tontos, o los que decimos que el Evangelio
es potencia de Dios que libra a los hombres del poder del pecado, que
los transforma moralmente, y que los convierte
en ciudadanos aptos para el reino de Dios?
O el Evangelio es potencia de Dios, o no es potencia de Dios. La única manera de resolver
esta cuestión es sometiéndola a la prueba de los hechos. ¿Qué dicen los hechos? Los hechos
demuestran -con ese lenguaje incontrovertible de la realidad- que el Evangelio es potencia de Dios para salvación a todo aquel que cree.
I.
VIDAS CAMBIADAS POR EL
EVANGELIO
Una de las
enfermedades que más estragos ha causado a la humanidad,
en los siglos pasados ha sido la viruela; enfermedad que en el siglo 18 hizo descender a la sepultura a
más de sesenta millones de seres
humanos. Pues bien, en el año de 1796, el médico inglés, Eduardo Jenner anunció al mundo el descubrimiento de una vacuna
preventiva contra la viruela. Cuando Jenner anunció su maravilloso descubrimiento, estaba seguro de sus resultados porque durante
veinte años lo había sometido a experimentos y había comprobado la efectividad de la vacuna; pero la historia nos dice que la opinión pública se dividió ante el anuncio
del descubrimiento de la vacuna
salvadora. Mientras que unos lo recibieron como una bendición del cielo, otros lo atacaron, llegando a
decir horrores, tanto de la vacuna como de su descubridor.
Un tal Eduardo Rowley, publicó un folleto, combatiendo la vacuna, en el que presentaba a un niño,
vacunado, según el decía, con la cara hinchada. Y refiriéndose a la hinchazón, decía
Rowley: En la mejilla
del niño puede notarse una protuberancia que se eleva como un cuerpo que brota; pero aparecerá
otra protuberancia en el otro lado de la cara; porque este muchacho va perdiendo gradualmente sus
rasgos humanos, y su semblante se transforma en una cara de vaca, con sus correspondientes cuernos.
Como quiera que la palabra "vacuna" viene de vaca, el tal
Rowley sostenía, en su opúsculo, que el que se vacunaba se transformaba en
vaca. Y otro enemigo de la vacuna, decía: Yo daría mi voto para que se ahorcase al inventor
y a todos los que cooperaron con él; porque esa invención constituye la maldición más grande que le pudiera haber caído encima a la humanidad. Y no
faltó quien dijese que la vacuna,
lejos de prevenir, lo que hacía era transmitir
al hombre las enfermedades de los animales.
¿Quién tenía
la razón? ¿Los que decían que la vacuna era un descubrimiento infernal que convertía a los hombres en animales, o los que afirmaban que la vacuna era eficaz contra
la viruela?
Los hechos demostraron que los que combatían la vacuna estaban equivocados. La eficacia de
la vacuna quedó demostrada cuando las autoridades de Prusia vacunaron a los 16 millones de
prusianos que albergaban sus
fronteras; con el resultado de que, en los doce meses siguientes, solo se
registraron -entre los 16 millones- cuatro defunciones por efectos de la viruela. La vacunación
dio idénticos resultados en Dinamarca,
Suecia, Noruega, y en cuantos lugares se le
aplicó. Los hechos han demostrado la eficacia preventiva de la vacuna
descubierta por Eduardo Jenner.
El conocido
escritor argentino Juan C. Varetto, ha publicado la biografía de Miguel Vallespy, bajo el título de "Un Condenado a
Muerte". Miguel Vallespy nació en Tarragona - España- en el
año de 1856. Ya hecho un hombre emigró al sur de Francia y fijó su residencia en el Pueblo de Courssan, cerca de la
ciudad de Narbona. En la casa de huéspedes
donde residía, conoció a una viuda de apellido Sarroque, con quien entró en
relaciones extralegales. Al cabo de
un año, Vallespy comenzó a notar que su capataz, un tal Guardiola, sostenía frecuentes conversaciones con
la citada viuda. Sus compañeros de trabajo empezaron a burlarse de él, diciéndole
que la mujer en cuestión le estaba traicionando. Ante aquella situación Vallespy -dominado por los celos- concibió
la idea de dar muerte a su rival y a
la viuda. Un día, al entrar en la casa, Vallespy sorprendió a la mujer en
amable conversación con Guardiola, y sin pronunciar palabra alguna, echó mano de la pistola que portaba y disparó sobre ambos. Al verlos desplomarse
ensangrentados, huyó del lugar, pistola en mano, y burlando la persecución policiaca
logró embarcar rumbo a Argel -en África.
Como al mes y medio de haber llegado a Argel, Vallespy recibió una carta que le escribía
un amigo desde Courssan, en la que le decía que Guardiola y la viuda Sarroque no habían
muerto, y que se paseaban juntos por el
pueblo. De momento, tal noticia le dejó pasmado,
pero al recuperarse del asombro, se embarcó de nuevo para Francia; se
disfrazó lo mejor que pudo para que no le identificasen, y arrastrándose, como
la zorra, entró al pueblo de Courssan, el 3
de julio de 1897; y en las primeras horas de la noche penetró en la casa de huéspedes donde había
residido; sin que nadie tuviese tiempo de identificarlo, cayó como un tigre
sobre la viuda Sarroque, y sin darle
tiempo a lanzar un grito la abatió de tres balazos. Seguidamente le entro a tiros a un tal Le Franc, a quien -en la obscuridad de la noche- confundió con
Guardiola. Seguro de que esta vez había matado a la mujer, huye a las montanas
vecinas, de donde desciende a los
pocos días, y con increíble sangre fría, solicita y obtiene trabajo en
la ciudad de Millau, relativamente cerca del escenario
del crimen. En Millau oye hablar, a sus compañeros de trabajo, del crimen que se había cometido en
Courssan; del entierro de la viuda,
y de la indignación popular en contra del temerario criminal.
Ocultándose
bajo nombres supuestos, Wallespy permaneció durante
cuatro años en la región escenario de su crimen, pero al fin pudo obtener un falso pasaporte con el que logró
embarcar para la Republica Argentina,
fijando su residencia en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, en donde llegó a ser dueño de un horno de cocer
ladrillos, en sociedad con otro compatriota. Una tarde -a los once años de haber llegado a Rosario- se detuvo
frente a la estación del
ferrocarril, atraído por la dulce melodía de un himno evangélico que estaban cantando en una reunión. En el templo
escuchó un sermón acerca de la confesión de pecados; sermón que despertó en
él una profunda convicción que le hizo verse como un terrible pecador destituido de la gloria de Dios. Al
regresar a su casa, aquella noche,
se sintió presa de una agonía espiritual tan grande que no pudo
conciliar el sueño; entonces se levantó y puesto de rodillas derramó lágrimas de arrepentimiento, confesó sus
pecados a Dios, y miró a Cristo con fe viva. Aquella noche paso Vallespy
de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, del camino del infierno al camino de la gloria. Cuando la claridad del alba comenzó
a alumbrar el nuevo día, Miguel
Vallespy era un hombre nuevo, en el sentido moral y espiritual; el
Cristo del Evangelio había transformado su vida,
probando así, una vez más, que el Evangelio es potencia de Dios para salvación
a todo aquel que cree.
Pero la
interesante experiencia de Vallespy no termina aquí. Después de haber experimentado la transformación que el Evangelio obro en su vida, se propuso regresar a Francia, y
presentarse a las autoridades para saldar la deuda que tenía con la justicia francesa,
la que, en su ausencia, le había condenado a muerte. Cuando comunicó
este propósito a su pastor, este trato de disuadirlo, diciéndole que Dios le había perdonado todos sus pecados y que por lo tanto debía olvidarse del pasado y mirar al
futuro. Pero Vallespy insistió en su propósito,
y a tal efecto vendió su negocio de hacer ladrillos y se embarcó para
Francia.
En la revista francesa "Le Huguenot", correspondiente al
primero de junio de 1913, apareció la siguiente crónica, firmada por Ernesto Chante. "El 6 de Mayo -decía
Chante- se presentó en mi casa un hombre de unos 55 años de edad, modestamente vestido,
con una valija en la mano y una manta sobre las espaldas, Después de leer una
carta que me entregó, supe que tenía delante de mí al famoso criminal Miguel Vallespy,
quien en 1897 había sembrado el terror en la aldea de Courssan, y que había sido condenado
a muerte por contumacia, inculpado de
cuatro tentativas de homicidio y un asesinato.
Felizmente este hombre audaz y malhechor, es ahora un hombre manso y bueno, transformado por la gracia
de Dios y la virtud del Evangelio de Cristo".
- El 7 de mayo de 1913, Vallespy se presentó ante el procurador de la República y le dijo:
"Yo soy Miguel Vallespy, que hace 16 años maté a la viuda Sarroque, y vengo desde la República
de Argentina para recibir el castigo
que merezco. Mi presentación voluntaria obedece
a que me he convertido al Evangelio de Cristo y el Señor ha puesto en mi corazón
el deseo de presentarme". Al principio, el funcionario judicial pensó que estaba ante un loco; pero después de someterlo a un interrogatorio, tuvo que admitir
que Vallespy era un hombre normal. El procurador -o fiscal-, que no recordaba
el caso, tuvo que buscar en los
archivos la causa seguida contra Vallespy, y después de leer unos párrafos exclamó: ¡Pero hombre, usted está condenado
a muerte! "No se asuste fiscal, yo sabía que estaba condenado a muerte y por eso he venido a
presentarme".
¿Qué se debía hacer con aquel hombre? ¿Aplicarle la sentencia y mandarlo a la guillotina,
o juzgarlo de nuevo? Mientras se resolvía este dilema judicial, el procurador envió a
Vallespy a la prisión.
La noche de la presentación de Vallespy circuló rápidamente por toda Francia, causando
estupor y asombro. Cuando le hablaron de nombrar un abogado defensor. Vallespy contestó
que no había venido desde la Argentina para defenderse sino para acusarse a sí mismo. Y cuando la Corte de Carcasona nombro al Dr.
Alfonso Riart, abogado de oficio, Vallespy
le advirtió que no permitía que en su defensa
se dijese una sola mentira. La presentación voluntaria de Vallespy despertó una corriente de opinión a su
favor, y el Jurado se reunió el día
22 de mayo en audiencia pública. El juicio comenzó con la lectura del
acta de acusación. Seguidamente los jueces interrogaron
al acusado, y el presidente hizo constar que el criminal no manifestaba el "arrepentimiento del
miedo", sino el verdadero arrepentimiento.
Después declararon los testigos. Cuando le llegó su turno al fiscal, este dijo -entre otras cosas-: "No se comprendería
que un crimen tan horrible como el de Vallespy fuese premiado con una absolución
completa. Reconozco que este hombre es digno de la piedad del Jurado, pero debe ser condenado, aunque no a una pena
mayor de cinco años." El Dr. Riart, abogado defensor, basó su alegato en la transformación moral del
procesado, diciendo: "La experiencia
espiritual que tuvo mi defendido, la profunda crisis de conciencia que le trajo frente a este tribunal,
le ha hecho un hombre nuevo. No debe ser condenado porque este no es el mismo
hombre que cometió el crimen. El
Vallespy que está ante el tribunal es un hombre dominado por espíritu de
justicia y rectitud que el otro Vallespy no conocía.
El criminal ha muerto, y el tribunal tiene ante su presencia a un hombre regenerado. Por tanto pido la absolución
para mi defendido." El Jurado acepto la
tesis del defensor y absolvió a
Vallespy, en medio de los frenéticos aplausos del público que llenaba la
sala. .
Los hechos demuestran que el Evangelio es potencia de Dios para salvación a todo aquel que
cree. Presentamos pruebas concretas e irrefutables que demuestran que el Evangelio es potencia de Dios para salvación. Nosotros presentamos pruebas que
demuestran que el Evangelio regenera
y transforma a los hombres, convirtiendo aun a los criminales en
ciudadanos honestos, justos, y aptos para el reino de Dios.
II.
MAS QUE
CONOCIMIENTO INTELECTUAL ES NECESARIO EL CONOCIMIENTO EXPERIMENTAL
Ilustración. Saulo de Tarso era un acérrimo perseguidor y
cazador de cristianos. Los
encarcelaba y daba su voto para matarlos. Sin embargo, un día mientras lleno de orgullo y
confianza propia iba a la ciudad de Damasco, Jesús se le apareció y lo humilló: Cayó de su caballo y, ciego en el
suelo, conversó con Jesús a quien él, sin saber perseguía.
Se le ordenó
entrar en la ciudad y esperar. Por dos, tres o cuatro días, nada más. Estaba ciego meditando en lo que había visto y oído
y, en su camino equivocado, y en la misericordia del Señor al haberlo
encontrado. Dios envía al profeta Ananías y le dice: "Hermano Saulo, el Señor Jesús que se te ha aparecido en el camino me ha enviado para que recibas la
vista". Toco sus ojos, cayeron como escamas y vio. Estaba sano, comenzó a
vacilar si Dios lo aceptaría, veía
duro el camino por sus amistades y su círculo farisaico, el círculo mas conservador y recto de Israel. Le parecía no
estar preparado.
Entonces Ananías le dijo: Hechos 22:16 [leer con dulzura]. Entonces, después de solo tres o
cuatro días fue bautizado.,." "¡AMOR TE ALCANCE!” Por eso quiero
terminar esta noche diciéndoles. . .(Cortina musical llamado). . .
CONCLUSION
a. El Señor Jesús tiene un plan. Ud. lo ha ido
experimentando estos días. Para conocerlo no hay que estudiarlo intelectualmente sino entregarse a Él por experiencia propia aprender cómo es Él, y beber de su grande
amor.
b.
Veámoslo por "LA VIA DOLOROSA". . . (efecto especial: en este momento comienza el Play Back "La Vía
Dolorosa", se prende la proyectora y se apagan las luces). . . Llevando su
cruz por Ud. y por mí, tanto amor conmueve mi corazón. (canta la solista mientras se proyecta el video).
c.
(Al final, se vuelve con la cortina de llamado y a media luz)... y ahora ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate y lava tus pecados invocando
su nombre. ¿Quiénes toman esta decisión
esta noche? Levanten su mano. Póngase de pie. Por favor, pasen adelante. (Mientras
pasan) venga señor, señorita y
joven.
d.
(Cuente su
testimonio personal del momento mismo de su decisión
y continúe llamando). (El Señor duplicará la respuesta).
e.
Oremos (repitan la oración conmigo).
f.
Por favor, quédense todos Uds. para felicitarlos y conversar con cada uno personalmente.
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