(Contra
la secta Sanmartiniana)
Roberto Miguel Filippa
Serás lo que debas ser de lo contrario serás un esclavo de
una secta
“No prometas libertad si no tienes la llave de la jaula”
Capítulo 1
Fría mañana de agosto en las sierras – Dialogo con
el poeta Sanmartiniano – padre de la patria, vuelo de cóndor, San Martín –
Refutando el antiguo culto al demonio-héroe
- La “devotio” de Decio – Nerón – Usos funerarios africanos en el siglo
XIX – El “marabú” y los poderes
sobrenaturales de un muerto en la
batalla – Gardel, Perón, y don José de San Martín, máximos anticristos
argentinos – No soy Josías, pero... – Ni santo de la espada ni gran libertador
–
E
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l
viento frío de agosto, dormido después de urdir el brillo de los peñones
erosionados del Cerro la
Banderita, bajó con rabia por la Avenida “Edén”, recorrió
toda la ciudad, huyó, elevándose hacia las nubes peladas, y quedó suspendido de
ellas.
Doblaban las campanas de la catedral en su fálica torre, la
mañana todavía sin sol municipal ahogaba vegetales trinos y un disloque
melodioso, anticipo de cercana primavera.
La ciudad de La
Falda empinaba bajo el cielo nublado como de nieve, como si
un monte de granito se demoliera, y me quedé repartiendo Volantes-plaga en la
vereda... a veces, alguien se detenía para hablar y me dejaba bellos y
espontáneos argumentos que luego daban un hálito de frescura a los capítulos de
mi libro.
Esa mañana se acercó un poeta, cabello a lo Giovanni,
Papini, y cara de ruso, me regaló tres libros. Uno sobre caudillos argentinos.
-
¿Sobre
San Martín no tiene nada?
-
Algo
hay.
-
Quiero
escribir una crítica sobre el libertador que no libertó a nadie.
-
¿Qué?
– dijo extrañado el poeta.
-
¿Vió
ese libro titulado “Don José”, que han editado y que cuando lo presentan,
surgen revuelos por parte de un grupo autodenominado ‘Sanmartinianos’?
-
Sí
– dijo el poeta – pero a mí no me importa que San Martín haya tenido una
concubina o haya sido hijo bastado, yo valoro su magnífico ejemplo de caudillo
y libertador, ¿Vió? Como lo manifiesto en estas inspiradas estrofas...:
Y diciendo esto el poeta, me abrió uno de los libros que me
había regalado, y de allí leyó:
General José de San Martín “Padre de la Patria”
Desde un ranchito de pirca de Yapeyú, cruzó el mar
de ida para aprender el arte de la guerra y lo cruzó de vuelta para tomar el
mando de su batallón de Granaderos a caballo, formado por él mismo y que cubrió
la gloria a partir de la batalla de San Lorenzo: soñar y realizar el cruce de
los Andes y libertar a Chile y al Perú.
Su historia, su vida, la conocen todos los
argentinos, pero junto a él se forjaron casi todos los caudillos por eso; la
noche más importante, cuando la última luna de Cosquín, marca el cierre de
Cosquín ’82 del Festival de los Caudillos Argentinos, lo evocamos a él, el
grande de los grandes, porque ya no es un caudillo argentino el que evocamos en
su figura, es un caudillo de América.
Es el Santo de la Espada, es el hombre que se aleja victorioso,
cargado de glorias para no presenciar las luchas internas que desangraron por
largos años esta, su tierra. Por eso, con el mayor de los respetos, agregamos
una piedrita más a su monumento con este homenaje:
Brigadier General de San Martín
Padre de la Patria
Clarín publicó: ¡Presente!
Vuelo de cóndor
San Martín estás pensando
mañana habrá que pelear
hoy más que nunca estás solo
¡Qué cara es la libertad!
Soñás, una patria grande
Donde reine la igualdad
Apoyado en el trabajo
Que tiene un cuanto de pan.
Cruzaste la Cordillera
con tu genial estrategia.
¡Vuelo de cóndor el tuyo!
De genio para la guerra.
Pero qué grande el dolor
Por los hombres que perdiera.
la gloriosa infantería
que sembró valor ¡en mi tierra!
Suenan fuerte las guitarras
mi homenaje es para ella
¡Adelante infantería...
hay que defender mi tierra!
San Martín estás durmiendo
ya no tendrás que pelear
ya nunca estarás tan solo
vivimos en libertad
San Martín
nos diste una patria libre mi General
por ella diste la gloria sin vacilar
y muchos no te entendieron no sé por qué
hoy sos grande entre los grandes lo merecés
Lo merecés mi General porque tu bandera
siempre fue libertad
Desde un rancho de piedra de Yapeyú
remontaste cordilleras piedra y quietud
los cóndores te guiaron sin vacilar
América victoriosa te vió pasar
Gran Capitán
lo merecés mi General
porque tu bandera siempre fue libertad.*
-
Claro dije cuando el peta dejó de leer apasionadamente sus propios versos – pero,
¡oiga! Cuando yo pinto en un libro su parte negativa, oscura, hipócrita y/o
pícara de un líder o caudillo, lo hago con el sólo propósito de destruir la
idolatría, desenmascarar un anticristo, desmitificar a un ídolo y enaltecer a
Cristo, en todo caso, el verdadero libertador es Cristo.
-
O.K.
– dijo el poeta no muy convencido y se fue.
Las aguas escasa y turbias del Río Grande de punilla
corrían ahora despaciosamente en su reducido cauce invernal, y, como
perdonando, lamían los yuyales que crecían cerca del puente de piedra del
Morecabo salpicado por el río y custodiado por viejos y rugosos sauces
llorones. Cuando pasé por ahí esa mañana pensé cuán equivocado estaba el poeta
en exaltar, carnal y apasionadamente a San Martín - el don José que no libertó absolutamente a
nadie - ¡Al contrario! Estaba reflotando el antiguo culto al demonio héroe:
Culto al héroe
El advenimiento del racionalismo, o sea de la
cultura fue resaltado por un cambio de significado de la muerte de Dios.
El Dios antiguo no era bueno, inteligente, hermoso,
no útil. Lo mismo podía ser un esclavo que un paralítico que un animal... el
prestigio se lo concedía el hecho de darle muerte.
En otras áreas culturales, aunque se seguía matando
al Dios, se quiso hacer del él un Dios impulsos, bienhechor, un Dios salvador,
y explicar su muerte, un sacrificio, como un servicio a los hombres.
La búsqueda de una causa y un fin del sacrificio del
dios intrigó a la humanidad con nuevas inquietudes, y cambió la faz del mundo.
La antigua idea del dios que muere y la nueva idea del dios que rinde un
servicio a la tribu se combinaron y trajeron el culto al héroe.
Aparición del héroe
Los “héroes” sin las guías de los pueblos, sus jefes
religioso o militares, desde antiguo, el pueblo estaba acostumbrado a ver morir
a sus reyes, inmolados en ceremonias rituales o suicidio.
Pero lo héroes sucumbían en el campo de batalla para
que triunfara una ideología religiosa (guerra santa) o nacional (patriotismo).
El que muere en el campo de batalla ¿No cumple acaso
las mismas condiciones que la víctima sacrificada sobre un altar y en un ritual
religioso y que, al morir, se convierte en un dios? El héroe, es decir, el
caudillo muerto en batalla – y más tarde cualquier personaje que ha prestado
algún servicio al grupo, o más a menudo todavía, que solo ha ocupado un puesto
importante – sucede a la víctima del ritual en la veneración popular.
Se comprende así que el cadáver del héroe sea
preservado en una cámara funeraria que forma parte de un lugar sagrado y que
sus restos mortales se conviertan en el objeto y parte del culto.
Todavía hoy, el culto que se rinde a los grandes hombres – bienhechores de la
humanidad, al igual que los héroes y los dioses – puede considerarse como una
herencia del antiguo culto a los héroes. Las exequias nacionales y los
importantes catafalcos son la continuación de ceremonias análogas antiquísimas
celebradas con formas más burda.
Durante una batalla entre romanos y latinos, en 340 a. C., el cónsul Decio,
revestido con una gota de color púrpura puso sus pies sobre una lanza y declaró
que consagraba “a las sombras”, no sólo a su adversario sino también a su
persona.
Tras estas palabras, se puso los ornamentos
sacerdotales, montó a caballo y se lanzó contra el enemigo.
Al día siguiente fue encontrado su cadáver.
Este suceso, sacado de la historia romana, nos hace
comprender cómo el sacrificio del héroe sustituyó al antiguo suicidio ritual.
De esta forma, un acto beneficioso constituye una
acción cuyo carácter religioso es su único fin, pero que no es útil a nadie ni
sirve de nada.
Al morir en el campo de batalla, Decio pasa a
representar el papel de los reyes que antaño se hacían quemar en una pira.
El sacrificio que propende asegurar la victoria es
una adaptación. Con miras nacionalistas bastante nuevas, del antiguo suicidio
ritual que colocaba ipso facto a la víctima entre los dioses.
Tradiciones como el harakiri, el comandante que se
hunde con su barco, el jefe que sale a la busca de la muerte el frente de sus
tropas, a la suma, todo lo que convencionalmente llamamos acto de honor tiene
su origen en conceptos religiosos muy remotos.
Nerón, al morir, dijo: “Estas palabras no son la
expresión de un orgullo desmedido, como algunos han supuesto, ya que en aquél
tiempo la palabra dios no tenía el significado trascendente que luego le
agregaron los teólogos. Nerón era un héroe que no quería decir un hombre
valiente, sino simplemente que ocupaba un puesto de mando, y todo héroe se
convertía en dios al morir. La divinidad de los emperadores romanos era un
título que sólo podía ser otorgado a un héroe muerto, sucesor de los dioses
sacrificados.
Más aún que los pueblos civilizados, los primitivos
daban a sus muertos un trato en consonancia con su rango social y prestigio.
A los esclavos no se les tributa ninguna ceremonia
funeraria; los niños no tienen derecho a honores especiales; a los enemigos y a
las personas que han infringido algún tabú se les quema, se los arroja al agua
o se abandona su cadáver como pasto para los animales u hormigas. A los cabezas
de familia y a los jefes de una localidad o tribu se los honra, en cambio, más
en sus funerales que en sus vidas.
Entre los masai, pueblo africano que se distingue
por su elevada estatura, de costumbres pastoriles y guerras, que han
permanecido largo tiempo inaccesibles a árabes y europeos, cuando muere un
niño, un joven soltero, o una mujer, abandonan su cadáver lejos del poblado
para pasto de hienas y otros animales.
Cuando fallece un brujo, un patriarca, un hombre
rico, y sobre todo, un gran guerrero o un jefe, se degüella un buey o un cordero, con la grasa del animal
frotan el cadáver, después lo envuelven en una piel de buey a modo de sudario y
lo entierran al pie de un árbol. Echan piedras sobre su tumba y todo el que
pasa por allí se ve obligado a añadir una.
Se dice que el alma de estos grandes hombres pervive
en algún animal, por ejemplo una serpiente, que pase de vez en cuando por el
poblado. Esa serpiente pasa a ser sagrada y se le ofrece leche.
En el siglo pasado, cuando moría un jefe de un
poblado, en algunas tribus del Congo se le dejaba en su casa hasta que se le
cayera su techumbre. Luego, todos los habitantes abandonaban el lugar...
El marabú
Guerrero o líder religioso que ha muerto durante una
guerra santa, tiene poderes sobrenaturales y es guía de hombres en el camino
hacia dios: sus descendientes heredan su prestigio y su influencia.
Las tumbas de estos personajes, llamados también
marabús, revisten a la vez un carácter militar y monacal, y como tienen gran
influencia espiritual son también objeto de culto. Por eso son lugares de peregrinación
y de festejos populares.
En nuestros días el marabú da una idea exacta del
papel que antaño tenía la cámara funeraria.*
-
Oye,
estoy recogiendo, aquí y allá, un poco de bibliografía para escribir un libro
contra San Martín – le dije a mi hijo Maxi mientras regresábamos en el Jeep de
repartir volantes bíblicos.
-
¡Já!
– rió él – estás destruyendo a todos los ídolos de la Argentina (y él se
refería a los libros “Entre Cristo y Perón”, y “Juicio a Gardel”)
-
Todo
lo que se antepone a Jehová y a Cristo debe ser destruido, en este país los
máximos anticristos son: Perón, Gardel y don José de San Martín, y creo que
como Josías, he hallado el libro de la ley y debo poner en alto la adoración
pura por sobre los cultos satánicos a poetas, cantantes o supuestos héroes
asesinos.
Y mi mente viajó unos 24 años atrás, cuando el misionero
yanqui; Eldon Deanne, enfurecido porque yo no me doblegaba ante él, cuando fui
a la sucursal de la
Sociedad Watchtower a reclamar por cinco testimonios fasos
firmados en mi contra, gritó: “!Usted
Filippa no ser Josías!” ¡Já! Josías halló el libro de Jehová y empezó a limpiar
el templo de cultos idolátricos.
2° Reyes 23.1-5:
Entonces el rey envió, y vinieron a él todos los
ancianos de Judá y de Jerusalén. Después de aquello el rey subió a la casa de
Jehová, y también todos los habitantes de Judá y todos los de Jerusalén con él,
y también los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, desde el pequeño
hasta el grande: y él se puso a leer a
los oídos de todos las palabras del libro del Pacto que se había hallado en la
casa de Jehová. Y el rey se quedó junto a la columna y ahora celebró el Pacto
ante Jehová, de andar detrás de Jehová y de guardar sus mandamientos y sus
testimonios y sus estatutos con todo el corazón y con toda el alma, por medio
de poner en obras las palabras de este pacto que estaban escritas en este
libro. Por consiguiente, todo el pueblo se levantó en apoyo del Pacto.
Y el rey pasó a ordenar a Hiquías sumo sacerdote y a
los sacerdotes del segundo ramo y a los guardias de la puerta que sacaran del
templo de Jehová todos los utensilios hechos para Baal y para el ejército
sagrado de los cielos. Entonces los quemó fuera de Jerusalén, en los
terraplenes de Cederrón, y trajo el polvo de ellos a Betel. Y a la fuerza dejó
sin negocio a los sacerdotes de dioses extranjeros, que los reyes de Judá
hubiese establecido para que hicieran humo de sacrificio en los lugares altos
de las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, y también a los que
hacen humo de sacrificio a Baal, al sol a la luna y a las constelaciones del
Zodíaco y a todo el ejército de los cielos.
Además sacó el poste sagrado desde la casa de Jehová
hasta las afueras de Jerusalén, al valle torrencial de Cederrón, y los quemó en
el valle torrencial de Cederrón y lo molió hasta que quedó hecho polvo, y hechó
su polvo sobre la sepultura de los hijos del pueblo. Además, molió las casas de
los prostitutos del templo que estaban en la casa de Jehová, donde las mujeres
tejían tiendas – capillas para el poste sagrado.
Entonces trajo a todos los sacerdotes de Judá, a fin
de hacer inservibles para la adoración los lugares santos donde los sacerdotes
habían hecho humo de sacrificio desde Gueda hasta Beer-seba; y demolió los
lugares altos de las puertas que estaban a la entrada de la puerta de Josué, el
jefe de la ciudad, que quedaba a la izquierda de una persona que entrara por la
puerta de la ciudad, solo que los sacerdotes de los lugares altos no subían al
altar de Jehová en Jerusalén, sino que comían tortas no fermentadas entre sus
hermanos. E hizo invisible para adoración a Tofet, que está en el valle de los
hijos de Hinon, para que nadie hiciera pasar a su hijo o a su hija por el fuego
a Mólek.
Además hizo que los caballos que los reyes de Judá
habían dado al sol cesaran de entrar en la casa de Jehová por el comedor de
Natén-mólec el oficial de la corte, que estaba en las galerías; y los carros
del sol los quemó en el fuego, y los altares que estaban sobre el techo de la
cámara del techo de Acaz, que los reyes
de Judá habían hecho, y los pilares que Manasés había hecho en dos patios de la
casa de Jehová los cuales trituró allí y hechó el polvo en el valle torrencial
de Cederrón, y los lugares altos que estaban en frente de Jerusalén, que
estaban a la derecha del monte de arruinamiento que Salomón el rey de Israel
había edificado en Astoret, la cosa repugnante de los sidonios, y a Kemós, la
cosa repugnante de Moab, y a Milcom, la cosa detestable de los hijos de Amón,
el rey los hizo inservibles para adoración.
E hizo pedazos las columnas sagradas y pasó a cortar
los postes sagrados y a llenar en sus lugares con huesos humanos. Y también el
altar que estaba en Betel, el lugar alto que había hecho Jeroboán el hijo de
Nebat, que hizo pecar a Israel, aún aquel altar y el lugar alto los demolió.
Entonces quemó el lugar alto; lo molió hasta que quedó hacho polvo, y quemó el
poste sagrado.
Y bueno, amigos, aquí estamos con este sencillo libro,
destruyendo este Baal inmundo, al cual, los idólatras humanos se deleitan en
llamar: “El santo de la espada” o “El gran libertador”.
Capítulo 2
Un contrafuerte al pié de
las escarpadas montañas – “Ayer fue san Rodrigo... ¡Y también San Martín! –
Idolatría es adoración de demonios – Libre de cuatro temores – Crímenes en el
nombre de la libertad – Las cosas que los hombres hacen por miedo – San Martín
dijo... la Biblia
dice... – Don José hijo de una india o ¿Hijo del Diablo? – No humanizar a Don
José, sino, endiablarlo ¿Con qué objeto? -
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esde nuestra humilde casa misional “Jha-Shammah”*, como un contrafuerte encalvado al pie
de los cerros, nos es dado el poder pasear nuestra vista hacia arriba y hacia
abajo, hacia el este y hacia el oeste; aunque, una línea de sierras nos oculta
hacia los cuatro rumbos, la puesta y la salida del sol, e inmensos bosques de
molles que crujen y gimen como pinos
cuando los castiga el fuerte viento norte, también nos ocultan las montañas que
tenemos al este y al sur.
Hacia el sur – desde el camino de cornisa que sale junto a
mi garage – más o menos a 15
Km. Se ve la ciudad de Cosquín, pegado al cerro azul
denominado “Pan de Azúcar”, aunque, a unos 300 metros más abajo,
(sobre el nivel del mar)...
Pero ¡Vean! Desde el escritorio-biblioteca donde escribo
este libro, veo un bello paisaje hacia el este. Allí en la escarpada montaña,
se asientan los, más bellos bosques de molles, (sólo comparables con los de Los
Cocos, La Cumbre,
Cruz Chica, y Cruz Grande)
Con este panorama a la vista, este mediodía escribí un
nuevo Volante-plaga contra la idolatría
de ídolos, en este caso, sobre un cantante que alcoholizado se mató en
un accidente automovilístico:
Ayer fue “San Rodrigo”
Familias enteras, grupos de amigos, jóvenes abuelos
con sus nietos y madres con bebés en brazos. Todos cantan, bailan, rezan,
lloran, piden trabajo y hasta la curación de familiares enfermos. Todos están
movilizados por una pasión: el cuartetero cordobés Rodrigo. Ayer, al cumplirse
un mes de la muerte del cantante en un accidente que investiga la justicia, más
de cinco mil personas pasaron por la improvisada meca bailantera que se levanta
en el kilómetro 25500, de la autopista Buenos Aires- La Plata. La muerte de un
ídolo (Clarín 25/ 7/ 2000).
¿A qué se debe que un cantante que vivía en el
adulterio y alcoholizado, que no sabía cantar y cuyas canciones carecían de
poesía y de melodía y de cuyos músicos eran peor que aficionados sin sentido de
la armonía, sea idolatrado de este modo? Lo peor, ¿Sea tenido por santo?
Emoción de multitudes
Para los psicólogos el fanatismo es una adicción,
con la cual al igual que las drogas, se suplen carencias. La obsesión ciega por
una estrella inalcanzable revela un proceso de identificación que esconde una
potente crisis de identidad. De algún modo seguir al ídolo es tomar el camino
fácil. “”Es buscar satisfacer necesidades personales con una solución mágica.
Es intentar tener una personalidad en segundos, sin pasar por el trabajo de
construirla. Y una identidad se construye buceando en la propia individualidad,
entendiendo los límites de la propia forma de ser. Es un reto que implica
esfuerzo”.
Chicos con ídolos
Si un adolescente “se identifica” (se viste, se
peina, habla) como su ídolo, existe la carencia de identidad propia. Ante esto
no hay soluciones mágicas: habrá que armarse de paciencia, dialogar mucho y
ayudarlo a construir con esfuerzo su individualidad. Un ídolo no debería ser lo
único que nutre de afecto y sentido a la vida. Los especialistas coinciden en
que cuando alguien se fanatiza, existe en ese ser algún vacío. Por eso resulta
positivo revisar la calidad afectiva de vínculos familiares. Lo mejor es
evaluar las fuentes disponibles de afecto y apuntar a mejorarlas. Los que no
conocen a Dios ni a Cristo tratan de llenar ese vacío con ídolos. ¡Vean! El
sabio Salomón dijo: Donde no hay conocimiento de la ley de Dios, el pueblo anda
desenfrenado, pero qué admirable es la nación que conoce a Dios”. (Proverbios
29:18).
La iglesia Católica ignora olímpicamente la orden
divina de no usar imágenes en el culto a Dios (Exo. 20:4-5). Por eso, el clero
indocto de las escrituras es culpable del desenfreno de los adolescentes; que
en vano tratan de llenar el vacío de Dios idolatrando el cadáver corrupto de
Rodrigo tal como cristianos solo de nombre que pretenden mágicamente ser santos
adorando una imagen pintarrajeada de algún santo. Amable lector, ¿Leyó usted la Biblia católica? “Son unos
desgraciados, ponen sus esperanzas en unos seres inertes a los que llaman
dioses, a la obra de manos humanas, de oro y plata labrados con figuras de
animales, o una piedra inservible, obra de mano antigua, ebanista: tala un
árbol terciado, lo descorteza con maña y, hace un objeto útil para los
menesteres de la vida; el deshecho del trabajo lo gasta preparando comida, y
sacia; el deshecho de todo que para nada sirve, un palo retorcido y nudoso, lo
coge y lo talla en sus ratos de ocio y se entretiene dándole forma hábilmente
hasta sacar la imagen de un hombre. (santo o virgen): y le da una mano de
minio, le pinta de rojo todo el cuerpo y repasa todas sus faltas.- le prepara
un nicho digno y lo coloca en la pared, sujetándolo con una abrazadera.
Sabiendo que no puede valerse por si mismo, toma las precauciones para que no
se caiga: es una imagen y necesita ayuda. Luego le ruega por la hacienda, la
boda y los hijos. Sin sonrojarse por pedir a una imagen sin vida; pide por un
ser enfermo, ruega por la vida de un muerto, solicita ayuda al más torpe y un
buen viaje a quién, ni de sus pies puede valerse, para sus negocios y su
trabajo el éxito feliz, pide vigor al que menos vigor tiene en sus manos.
Porque Dios odia igualmente al impío y a su impiedad; también la obra será
castigada con su autor. También se le pedirá cuenta por eso. Porque entre las
criaturas de Dios se han hecho abominables, tropiezo para las almas de los
hombres y trampa para los pies de los necios. (Sabiduría 13:10-19; 14:11 Nueva
Biblia Española)*
Bueno, pues, así como “ayer fue San Rodrigo”, también –
después de leer este libro – será para usted “san” San Martín.
Y, ¡vean! Uno de los títulos que propuse para este libro
fue: “Don José ¿A quién libertaste?” Oigan, Jesús – el verdadero libertador –
dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad os libertará” (Juan 8:32) ¿O.K.? ahora
bien, el conocimiento que el culto a San Martín (o a cualquier otro prócer
patriótico, es tan idolatría y adoración a los demonios como la que practican
los católicos romanos con sus imágenes, porque está escrito en 1° Corintios
10:20:
No; pero digo que las cosas que las naciones
ofrendan, a demonios lo ofrendan, y no a Dios; y no quiero que ustedes se hagan
partícipes con los demonios.
Y en los Salmos, Salmo 106:36-37 (N.M.):
Y siguieron sirviendo a sus ídolos, y estos llegaron
a ser un lazo para ellos. Y sacrificaban sus hijos y a sus hijas a los
demonios.
Veamos que clase de libertad queremos:
Libres de cuatro temores
Amós7:10-17;
Jn. 8:31-36, Hech. 4:13-20; 5:25-32; Gál. 5:1, 13,14; 2:4; 4:31; Rom. 6:18,
8:2; 2° Cor. 3:17.
El 6 de enero de 1914 el presidente Franklin D.
Rosevelt pronunció un discurso frente al congreso de los Estados Unidos de
América del Norte, y entre otras cosas que los Estados Unidos esperaban: un
mundo fundado sobre las cuatro libertades esenciales: I libertad de palabra; II
libertad de cultos; III libertad de trabajo; IV Libertad de eludir el temor. (I
libertad para expresar sus ideas; II libertad para adorar a Dios en la forma
preferida, III libertad para elegir la forma de trabajo a fin de no padecer
necesidad; IV libertad de quitar todo aquello que haga que la gente sufra algún
temor).*
“Dadme la libertad, o dadme la muerte”, dijo Patrick Henry,
pero Romanos 6:18 (N.M.) afirma:
Si, habiendo sido libertados del pecado, vinieron a
ser esclavos de la justicia.
Pero ¿Qué no se ha hecho en el nombre de la libertad?
En el nombre de la libertad (Gál 5:13)
Madame Rowland, que fue guillotinada durante la
revolución francesa, después de que hubo subido al patíbulo y estaba lista para
poner su cabeza debajo de la cuchilla, por casualidad vió una estatua de la
libertad que estaba cerca de allí, y exclamó: “¡Oh libertad! ¡Qué crímenes son
cometidos en tu nombre!” Y es verdad que los crímenes más negros y repugnantes
que manchan las páginas de la historia han sido cometidos en el nombre de lo
más sagrado: en el nombre de la libertad, de la justicia o de la religión.
Hasta el día de hoy la libertad es sólo para el más poderoso, para el que sabe
apoderarse de todo. Pablo tenía libertad para visitar Jerusalén y para
purificar el templo; pero le fue quitada dicha libertad por los poderosos, y
por cosa de cuatro años se le privó de ese tesoro tan preciado, estando unos
dos años en Cesarea y otros dos en Roma.*
Pero el apóstol Pablo dijo: Gálatas 5:13 (N:M.)
Ustedes fueron tomados por supuesto, para libertad,
hermanos; solamente que no usen esta libertad como incentivo para la carne,
antes bien mediante el amor, sírvanse como esclavos los unos a los otros.
Pero ¡Vean esto!
Ø Por miedo a la enfermedad y a la muerte, la gente endiosa e idolatra de
los médicos. Solución: hacer dietas, conocer las elementales normas de la
alimentación y huir de los remedios y las vacunas.
Ø Por miedo al juicio divino, la
gente endiosa e idolatra a un pastor carismático o a un líder de una secta.
Solución: estudiar profundamente las Escrituras y desasociarse de cualquier
secta o iglesia organizada.
Ø Por miedo a las guerras o a las
tiranías gubernamentales, la gente endiosa e idolatra a héroes patrioteros,
cuya historia y biografía se tergiversa a fin de presentar a un asesino como si
fuera un santo. Solución: sujetarse a Cristo y alejarse de los ritos
patrioteros.
¿Ven? Este conocimiento de la verdad ya los libera de un
montón de esclavitudes cotidianas.
Pero ¿Porqué escribo este libro? Bueno ¿No lo dije ya?
Pues, para dejar por sentado que el único libertador es Jesucristo.
Ø San Martín dijo: “Serás lo que
debas ser, si no, no serás nada” – Pero yo digo: “Serás lo que debas ser, de lo
contrario serás un esclavo de una secta”.
Ø San Martín dijo: “Todo buen
ciudadano tiene la obligación de sacrificarse por la libertad de su país” –
Pero la Biblia
dice: “El que dice que permanece en unión con él está obligado él mismo también
a seguir andando así como anduvo aquél” (1° Juan 2:6).
Ø San Martín dijo: “Al americano
libre corresponde transmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron
a la restauración de sus derechos” –
Pero la Biblia
dice: “Y estas palabras que te estoy mandando hoy tiene que resultar estar
sobre tu corazón y debes inculcarla a tus hijos y hablar de ellas cuando te
sientes en tu casa y cuando andes por el camino cuando te acuestes y cuando te
levantes. Y tienes que atarlas como una marca sobre tu mano, y estas tienen que
servirles de venda frontal entre los ojos” (Deut. 6:6-8).
Ø San Martín dijo: “Para los hombres
de coraje se han hecho las empresas” – Pero la Biblia dice. “Sólo sé
animoso y muy valiente... este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y
día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides el hacer
todo conforme a lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu
camino y entonces actuarás sabiamente” (Josué 1:8).
Ø San Martín dijo: “Para defender la
libertad se necesitan ciudadanos, no de café, sino de instrucción y elevación
moral” – Pero la Biblia
dice: “Ustedes fueron llamados, por supuesto, para libertad, hermanos;
solamente que no usen esta libertad como incentivo para la carne; entes bien
mediante el amor, sírvanse los unos a los otros como esclavos” (Gálatas 5.13).
Ø San Martín dijo: “No nos
ensoberbezcamos con las glorias, y aprovechemos la oportunidad de fijar al
suerte del país de un modo sólido y tranquilo” – Pero la Biblia dice: “El orgullo
está entes un ruidoso estrellarse, y un espíritu altivo antes del tropiezo.
Mejor es ser humilde de espíritu con los mansos que dividir el despojo con los
que a si mismos se ensalzan” (Prov. 16:18-19).
Ø San Martín dijo: “Si somos libres
todo nos sobra” – Pero la
Biblia dice: “Sin embargo, cuando Jesús vino como sumo
sacerdote de las cosas buenas que han llegado a realizarse, durante la tienda
más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación. Él
entró no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia
sangre una vez para siempre en el lugar santo, y obtuvo liberación eterna para
nosotros” (Heb. 9:11-12).
Ø San Martín dijo: “La seguridad de
los pueblos a mi mando es el más sagrado de mis deberes” – Pero la Biblia dice: “Pero él les
dijo: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas. Y a los que tienen
autoridad sobre ellas se les llama benefactores. Ustedes, pues, no han de ser
así. Antes, el que es mayor entre ustedes hágase como el más joven, y el que
actúe como principal, como el que ministra” (Lucas 22:25-26).
Este año (2000) se cumplió el 150° aniversario de la muerte
de Don José de San Martín, y, un ignoto escritor, con el desesperado deseo de
auto glorificarse (...y vender libros, por supuesto), editó un libro titulado,
no sin cierto sarcasmo: “Don José”, en el cual afirma que, el prócer argentino
era un........ como dicen los correntinos en el dulce nombre Guaraní, es decir,
hijo de prostituta. Como comentó Juan José Cresto, en un suplemento del
periódico La Nación:
Se ha presentado un debate sobre la filiación del
General San Martín y una vez más resurge la hipótesis de su origen como hijo de
Don Diego de Alvear – el padre del general Carlos de Alvear – y de una india
guaraní, antigua comidilla de tertulia de viejas tías, que corrían en la
familia de Alvear y otras, y que muchos historiadores mas o menos informados
conocíamos desde hace décadas.
Que San Martín fuera Mestizo no le quita nada a su
figura (y tal vez la agrande) y que su padre fuera el ilustre hombre de ciencia
y marino – después de brigadier de la
real armada – de Don Diego de Alvear y Ponce de León tampoco es un deshonor. Sin embargo de acuerdo a la
documentación disponible, y lo que de ella se desprende, ello no es posible.
La noticia, que proviene de un diario íntimo de
Joaquín de Alvear, debió ser conocida también en el siglo XIX por historiadores
como Bartolomé Mitre, Manuel Ricardo Téllez, Vicente Fidel López, Ernesto
Quesada, Estanislao S. Cevallos, Ángel Justiniano Carranza y muchos otros, que
frecuentaban a los Alvear, y que sin dudad, la habrían transferido y
justificado, o no, dentro de la investigación histórica.*
Pero ¡Peor! ¿Por qué? Pues, qué si Don José, el falso
libertador, fuera solo un bastardo, un hijo de la fornicación, producto del
adulterio, o, como dicen los mexicanos, “hijo de la chingada”, sería poco, ¿por
qué? Porque, según la Sagrada Escritura,
un hombre que usa la espada, un guerrero, es un asesino, y todo asesino es un
condenado a la destrucción eterna un perro indigno del reino de Dios, un hijo
del diablo.
En cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y
los que son repugnante en su propia suciedad, y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo
e idolatría y los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y
azufre. Esto significa la muerte segunda. (Apoc. 21:8).
En esto conocemos que nos originamos de la verdad, y
aseguramos nuestro corazón delante de El, respecto a cualquier cosa que nos
condene nuestro corazón, porque Dios es mayor que nuestro corazón y conoce
todas las cosas.
Amados si nuestro corazón nos condena, tenesmos
franqueza de expresión para con Dios: y cualquier cosa que le pidamos la
recibiremos de él, porque estamos observando sus mandamientos y estamos
haciendo las cosas que son gratas a sus ojos. En verdad, este es su
mandamiento: que tengamos fe en el nombre de su hijo Jesucristo y que nos
estemos amando los unos a los otros, así como él les dió mandamiento. Además el
que observa sus mandamientos permanece en unión con él y en unión con el tal; y
de esto adquirimos conocimiento de que él permanece en unión con nosotros,
debido al espíritu que nos dió. (1° Juan 3.19-24).
¡Oiga! ¿Este es el ídolo que tiene usted? ¿Tan hueca y
vacía es su personalidad, que mágicamente, pretende ser alguien, idolatrando a
un esclavo de Satanás muerto hace 150 años ya?
¡Vean! Juan José Cresto, también dice, (en el artículo
citado):
resulta curiosa la idea de que traer al presente un
documento a todas luces fantasioso tiene por objeto “humanizar los próceres”.
Me pregunto ¿Es que no eran humanos acaso? Nadie puede negar la gran obra
Sanmartiniana, su trayectoria, su pensamiento, su estrategia, su visión
militar, su visión de estadista, sus ideales, sus renunciamientos, su humildad.
Tampoco se puede negar su carnadura humana; su
precaria salud, su preocupación de esposo y padre, sus luchas contra la
incomprensión, su ostracismo voluntario. Fue simplemente un hombre normal que
hizo cosas fuera de lo común y de lo normal.
A él le debemos un nombre en el mundo, tengo para mí
que es suficiente motivo de homenaje y gratitud. Por supuesto que no avalamos
ningún hiperbólico elogio si este no está basado en la verdad histórica documentada
y probada.
Buscar en los escondrijos de su vida alguna actitud
para denigrarlo y motejarlo, sin documentación respaldatoria o de dudosa
veracidad ni explicar su conducta pública no es humanizarlo, sino faltar a la
verdad. Porque no hay peor mentira que la verdad a medias.*
Pero en este libro ¡Oigan! No se humaniza a San Martín,
sino que se lo endiabla, que es una forma un tanto indirecta e hiperbólica de
decir: “no idolatrar”, eso va en contra de lo que usted practica y es muy
ofensivo al Dios verdadero.
(Exo. 20:4-5).
Capítulo 3
Escribiendo en la tormenta montañosa – www.idolatría.tonto.ar - Argentinos
bobos, tontos, y necios dan culto a un militar asesino muerto – Las maestras de
las escuelas que enseñan el culto a San Martín producen chicos mentirosos que
confunden la fantasía con la realidad – José Ingenieros y los hipócritas – Por
no participar del culto a homicidas, mis niños no van a las escuelas patrioteras – El celo cristiano
que produce llamas -
N
|
oche de
tormenta... especial par escribir. Rodeado de libros, en mi gran
escritorio-biblioteca, en mi epidermis lo irreal y la
quietud que precede al estruendo de los truenos, el vendaval y la lluvia,
cuando, inopinadamente un rayo desgarró ese zorruno silencio de la montaña en
suspenso. Rayo violento, que fue recto, a herir la encogida soledad de la
sierra desprevenida y, de inmediato, pareció que, por contraste, el silencio
hubiera crecido en amenazas, pero muy pronto, otro rayo equivalente contestó al
primero; y, sin tiempo a apagarse la detonación, otro más tornó pavoroso el cuadro ya
inquietante. Dos minutos escasos y un toldo de nubes se rasgó en el esfuerzo enceguecedor de un cuarto rayo que,
¡Hay! Pareció caer muy cerca de la casa misional “Jha- Shammah”.
Luego de el estruendo, la pulsación del silencio,
percutiendo en mis venas como marcando el transcurso de cada segundo de mi
vida.
Entes de comenzar a escribir este tercer capítulo, dí una
ojeada al periódico que estaba allí sobre el escritorio:
HOMENAJES
Máximas para Merceditas de San Martín.
El Ministerio de
Educación prepara un spot que se emitirá este mes por el canal 7 sobre
los consejos del Libertador a su única hija, sobre cuya vigencia debatirán también
alumnos de distintas escuelas del país.
San Martín en la Web.
Desde el Sitio del Ministerio de Educación (www.me.gov.ar) existen vínculos con diferentes
páginas de la Red
donde puede obtenerse información histórica sobre la figura y la gesta del
Padre de la Patria.
Ensayo.
El libro de la investigadora del Conicet Patricia
Pasquali rescata cartas inéditas entre San Martín y Guido que muestran el
perfil humano de una figura señera de bronce.
¡Já! ¡Cuanta idolatría! En verdad este es un país de
idólatras. Lo no pudrió la iglesia Católica con sus cultos a imágenes, lo
terminó de podrir las escuelas patrioteras haciendo que los niños grabaran en
los círculos de sus mentes inocentes con la idolatría de un militar asesino al
cual glorifican hasta el límite.
¡Já! San Martín Web...
¿No debería ser?... www.idolatría.tontos.ar ¿Tontos? Si, los argentinos – en
muchas cosas me avergüenzo de serlo – son tan, pero tan tontos que, ¡Vean! Este
es el país con más accidentes automovilísticos fatales: el cerebro no les da ni
siquiera para conducir un vehículo veloz sin chocarlo.
Bausan – Bobo – Necio – Tonto -. Llámanse bausanes
aquellos ociosos que a cada paso se detienen en las calles, amontonándose unos
contra otros, solo para ver una cosa porque otros las miran o porque les causa
novedad o admiración. Es defecto de vulgar, y aún en las grandes poblaciones
las personas que se desdeñan pertenecen a él.
El bobo es de un entendimiento tan corto y de un
genio tan dócil y confiado, que no se atreve ni a obrar ni a pensar por si
mismo, cediendo siempre al impulso que le dan los demás, pues todo lo cree, a
todos sigue y a todos obedece.
El bausan se detiene o por curiosidad o por
admiración delante cuanto ve como si nada así hubiera visto en el mundo, como
si fuera para él todo nuevo. Mira fijamente abre la boca fija la vista en el
objeto con estúpida curiosidad. Basta para detenerle admirarle y sorprenderle
los juguetes de un charlatán, las quimeras de una mujer, una caballería, o un
carro que cayó al suelo, un papagayo que charla en un balcón ó un mono que hace
gestos.
Al bobo todo le parece bueno, excelente; cuando se
le dice cree, y cuando se le manda, hace: es una bestia que no puede o no
quiere juzgar por si mismo. Todos tratan de engañar al tonto, y los bausanes se
ríen todos unos de otros, como si cada uno de ellos no lo fuese.
Siendo también el necio incapaz de pensar por si
mismo, busca en el ejemplo de los demás como debe actuar o decir; careciendo de
experiencia e instrucción vive en inquieta incertidumbre, que se manifiesta, en
sus manos, en su rostro, en su tono y en sus palabras: es torpe e
inoportunamente franco, y cree y dice a cada instante cosas diferentes y
opuestas. El necio todo lo hace al revés y cuando menos viene al caso.
El tonto es enteramente negado: todo y nada le
interesa; no se cuida de lo que debe decir o hacer, ni lo que dicen o hacen los
demás, todo le es indiferente, como no sean las baratijas, las fruslerías, las
paparruchas, las necedades, las cosas que únicamente llaman la atención de su
limitada atención.*
Y, por ser tontos, no aman la verdad, y, por no amar la
verdad, ¡Creen la mentira!
2° Tes. 2:9-12:
Pero la presencia del desaforado es según la operación
de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos y
mentirosos, y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como
retribución porque no aceptan el amor de
la verdad para que fueran salvados. Por eso Dios deja que les vaya una
operación de error, para que lleguen a creer la mentira, a fin de que todos
lleguen a ser juzgados por no haber aceptado la verdad, sino haberse complacido
en la injusticia.
Por eso, creen que, un militar guerrero hijo del mismo
diablo (según la propia Biblia) es el libertador, cuando el caso es que,
por culpa de don José, los niños son esclavos de
Ø La mentira.
Ø La idolatría.
Ø La hipocresía.
Ø El patriotismo mortal.
¡Un gran libertador! (sólo se trata de un militar homicida)
mezclan la fantasía con la realidad.
LOS CHICOS MENTIROSOS
A veces de la manera más inocente, y a veces, con verdadera
premeditación, la mentira en el niño es casi una forma común de comunicarse en
el ambiente en el que se desenvuelve.
¿Cuántas veces se debe enfrentar a un niño que miente?
Cuando se le dice: “eso es una mentira”, hay que tener mucho cuidado, mentir es
decir falsedades, es engañar a través de las palabras.
“Un niño que miente no siempre lo hace con la
intención”, afirma la licenciada Pilar Ramírez.
Normalmente, los niños de 7 años o menos de edad
suelen confundir la fantasía con la realidad. De ahí, que sus juegos parezcan
tan vividamente reales. En esta edad, cuando el pequeño se acerca y dice: “Por
favor, límpiame la cara que me quedó sucia por el combate en el que estuve...”
formula una invitación a participar de su juego y no está intencionalmente
engañando. Este tipo de “mentira” es inofensiva, sin premeditación, y sobre
todo sin querer obtener algún beneficio de ella.
A partir de los 7 años aproximadamente, el niño comienza
a tener conciencia de su realidad y que a veces con una falsedad y, no la
verdad, puede obtener ciertos beneficios personales: por ejemplo, el niño que
asegura haber comprado una golosina con una moneda que encontró en la calle,
cuando en realidad la sustrajo de la cartera de su mamá.
Padres, maestros y orientadores se preocupan ante
este segundo tipo de mentira en el chico, ya que, aparejadamente trae problemas
posteriores.
¿PORQUÉ MIENTE?
En los niños pequeños la mentira es como parte de
una juego, como si viviera su fantasía en la realidad. Cuando el chico mayor
miente, puede referirse a diferentes razones:
Ø Como imitación del padre o la madre
que miente. Los niños, suelen decir, son como esponjas que todo lo absorben. Si
ellos observan y viven la mentira de forma diaria, aprenden a hacerlo como algo
normal y cotidiano. Es el caso de su madre al negarse ha llamado telefónico.
Ø Por miedo: suele ser la causa mas
común en la mentira del niño, quienes por el temor a la desaprobación o el
castigo por parte del padre o de la madre, se ven obligados a falsear la
verdad. Si el niño sabe que llevar una mala nota a casa los padres se
enojarán y le darán castigos como
prohibirle mirar la televisión, seguramente dirá que no le entregaron sus notas
todavía.
Ø Ante la exigencia: cuando se le
exige demasiado al niño. Y se espera de él, a veces más de lo que los adultos
esperan de si mismos, el niño suele hacer creer que están a la altura de las
expectativas de los padres y no miente para no defraudar. “sea cual fuera causa
final de la mentira, siempre es porque el niño se encuentra en apuros”, señala
la licenciada Ramírez.
El que miente es porque lo necesita con la mentira,
el niño dice “auxilio”.
MOMENTO DE ALERTA
No siempre la mentira es tan grave como para preocuparse,
cuando la mentira surge de la fantasía, normalmente, con la madurez del niño,
esta desaparece. Cuando se trata de mentira propiamente dicha, tendrán los
adultos que preocuparse si es recurrente o si se presenta como:
Ø Mentira patológica: la famosa “mitomanía”
el niño que intenta persuadir y convencer a los demás de la veracidad de sus
relatos, esta es la mentira que se vuelve frecuente, una forma normal de
reaccionar en el niño.
Ø Mentira neurótica: surge como
producto de un nivel elevado de ansiedad en el niño o al temor en general. Por
ejemplo, el caso del niño que, frecuentemente, miente tratando a sus profesores
de mal trato para esconder su rechazo escolar.
¿QUÉ HACER?
Lo primero que se debe hacer como padres o maestros
es determinar que tipo de mentira es la que se enfrenta y, sobre todo, qué la
motiva. Si no se sabe cual es la razón de ese “auxilio” en el niño desesperado,
se corre el riesgo de equivocarse en la intervención.
La actitud de los adultos es determinante. Será
necesario:
Ø Reaccionar con calma aunque con
severidad.
Ø Felicitar o premiar al niño que
dice la verdad. Si se lo castiga a pesar de que confesó, se le obligará a
mentir y la próxima vez lo hará con más cuidado para que no lo descubran. Sólo
en la última instancia habrá que recurrir al castigo.
Ø Favorecer el ambiente de confianza,
en la que el niño se atreva a confesar sus travesuras y sus errores. Que no
sienta que cada vez que habla, ocurren cambios drásticos.
Ø Estar alertas, por mucho que se ame
a los hijos, los padres tienen que aceptar que a veces fallan, que no son
perfectos e ideales como se los imaginó.
Lo ideal es que estas condiciones se den a fin de
prevenir la mentira en el niño. Si estas condiciones se dan en el hogar,
seguramente, el hábito de la mentira no se dará, o que, si es que ya existe,
desaparecerá poco a poco. Si no llega a desaparecer, lo más lógico es buscar
ayuda psicológica.*
Y son las maestras de las escuelas (sacerdotisas del
demonio de la guerra) las que, producen niños mentirosos al dar culto a un
homicida al cual llaman blasfemamente:
Ø El Santo de la espada.
Ø El gran Libertador.
Ø El Padre de la Patria.
Esto produce una sociedad hipócrita, mentirosa y falsa.
El hipócrita evita toda amistad con sus dobleces:
nadie puede confiar en su ambigüedad recalcitrante. Día tras día afloja su
anastomosis con las personas que le rodean; su sensibilidad escasa impídele
caldearse en la ternura ajena y su afectividad va palideciendo como una planta
que no recibe sol, agotado el corazón en invierno prematuro. Solo piensa en si
mismo y esa es la pobreza suprema. Sus sentimientos se marchitan en los
invernáculos de la mentira y de la verdad. Mientras los caracteres dignos
crecen en el perpetuo olvido de su ayer y piensan en cosas nobles para su
mañana, los hipócritas se repliegan sobre si mismos, sin darse, sin gustarse,
retrayéndose, atrofiándose. Su falta de intimidades les impide toda expansión,
obsesionados por el temor de que su conciencia moral aflore a las superficie.
Saben que bastaría una suave brisa para descorrer su liviano velo de virtud.
No pudiendo confiar en nadie, viven cegando las
fuentes de su propio corazón: no sienten la raza, la patria, la clase, la
familia, ni la amistad, aunque saben mentirlas para explotarlas mejor. Ajenos a
todo y a todos, pierden el sentimiento de la solidaridad social, hasta caer en
sórdida caricaturas de egoísmo. El egoísta mide su generosidad por el beneficio
que de ella obtiene; concibe la beneficencia como una obra lucrativa para su
reputación. Antes de dar, investiga si tendrá notoriedad su donativo; figura en
primera en primera línea en todas las suscripciones públicas, pero no abriría
su mano en la sombra. Invierte su dinero en un bazar de caridad, como si
comprara las acciones de una empresa; eso no le impide ejercer la usura en
privado o sacar provecho del hambre ajeno.
Su indiferencia al mal del prójimo puede arrastrarle
a complicadas indignas. Para satisfacer algunos de sus apetitos no vacilará
ante grises intrigas, sin preocuparse de que ellas tengan consecuencias
imprevistas. Una palabra del hipócrita basta para enemistar a dos amigos o para
distanciar a dos amantes, sus armas son poderosas por lo invisibles; con una
sospecha falsa puede envenenar una felicidad, destruir una armonía, quebrar una
concordancia. Su apego a al mentira se hace acoger benévolamente cualquier
infamia, desenvolviéndola hasta el infinito, subterráneamente, sin medir el
rumbo ni saber cuan profundo, como esas alimañas que cavan al azar sus madrigueras, cortando las
raíces de las flores más delicadas.
Indigno de confianza ajena, el hipócrita vive
desconfiado de todos, hasta caer en supremo infortunio de la susceptibilidad.
Un terror ansioso le acoquina frente a los hombres sinceros, creyendo escuchar
a cada palabra un reproche merecido; no hay en ellos dignidad, sino
remordimiento. En vano pretenden engañarse a si mismos, confundiendo la
susceptibilidad con la delicadeza; aquellas nace del miedo y esta es hija del
orgullo.
Diferente como la cobardía y la prudencia, como el
cinismo y la sinceridad. La desconfianza del orgullo. Este sentimiento puede
tornar susceptible al hombre de méritos excelentes, toda vez que desdeña
dignidades cuyo precio es el servilismo y cuyo camino es la adulación: el
hombre digno exige entonces respeto para ese valor moral que no manifiesta por
los modos vulgares de la protesta estéril, pero ello le aparta para siempre de
los hipócritas. De domesticados. Es raro el caso. Frecuentismo, es un cambio,
la susceptibilidad del hipócrita, que teme verse desenmascarado por los
sinceros.
Sería extraño que conservara esa delicadeza, única sobreviviente al naufragio de los
demás. El hábito de fingir es incompatible con esos matices del orgullo; la
mentira es opaca a cualquier resplandor de dignidad. La conducta de los
tartufos no puede conservarse adamantina; los expedientes inequívocos se
encadenan hasta ahogar los últimos escrúpulos. A fuerza de pedir a los demás
sus prejuicios, endudándose moralmente con la sociedad, pierden el temor de
pedir a otros favores y bienes materiales, olvidando que las deudas
torpemente acumuladas esclavizan al
hombre. Cada préstamo no devuelto es un nuevo eslabón remachado a su cadena; se les hace imposible vivir
dignamente en una ciudad donde hay calles que no pueden cruzar y entre personas
cuya mirada no podrían ser capaz de sostener. La mentira y la hipocresía
convergen a estos renunciamientos, quitándole a los hombres la libertad.
Las deudas contraídas por vanidad o por vicio
obligan a fingir o a engañar; el que las acumula renuncia a toda dignidad.
Hay otras consecuencias del tartufismo, el hombre
dúctil a la intriga se priva del cariño ingenuo. Suele tener cómplices, pero no
tiene amigos; la hipocresía no ata por el corazón, sino por el interés. Los
hipócritas forzosamente, utilitarios y oportunistas, están siempre dispuestos a
traicionar sus principios en homenaje a un beneficio inmediato; esa les venda
de la amistad con los espíritus superiores. El gentilhombre tiene siempre un
enemigo en ellos, pues la reciprocidad en sentimientos solo es posible entre iguales,
no puede entregarse nunca a su amistad, pues acecharán la ocasión para
enfrentarlo con alguna infamia, vengando su propia inferioridad.
La Bruyere escribió una máxima imperecedera: “En la amistad
desinteresada hay placeres que no pueden alcanzar los que nacieron mediocres”,
estos necesitan cómplices, buscándolos entre los que conocen esos secretos
resortes descritos como una simple solidaridad en el mal. Si el hombre sincero
se entrega, ellos esperan la ocasión para traicionarlo, por eso la amistad es
difícil con los grandes espíritus y estos no prodigan su intimidad cuando se
elevan demasiado por encima del nivel
común.
Los hombres eminentes necesitan disponer de
infinitas sensibilidades y tolerancias para entregarse; cuando lo hacen, nada
pone límites a su ternura y devoción. Entre nobles caracteres la amistad crece
despacio y crece mejor cuando arraiga en el reconocimiento de los méritos
recíprocos; entre hombres vulgares crece inmotivadamente, pero permanece raquítica, fundándose a menudo
en la complicidad o la intriga. Por eso la política puede crear cómplices, pero
no amigos; muchas veces cambia aquellos por estos, olvidando que cambiarlos
equivale a no tenerlos. Mientras que en los hipócritas las complicidades se
extinguen con el interés que las determina, en los caracteres la amistad dura
tanto como los méritos que la inspiran.*
¡Já! En un artículo publicado en el periódico La Nación, firmado por la
periodista Susana Reinoso, y titulado “Evocan a San Martín en todo el país”,
dice así:
El presidente de la entidad, Miguel Ángel de Marco,
reflexionó sobre los festejos del Sesquicentenario con las palabras extraídas
de nuestra historia: “En 1877, en oportunidad de lanzar su proclama para
repatriar a los restos de San Martín, Nicolás de Avellaneda señaló que los que
olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos. Y los que se
apoyan sobre las tumbas gloriosas son los que mejor preparan el porvenir”.
¡Já! Pero la realidad es que, los que se apoyan sobre las
tumbas, de los homicidas son cómplices de sus asesinatos. ¿O.K.? por eso mis
niños no fueron a esas escuelas que promueven la idolatría de homicidas, porque
somos hijos de Dios y él no mandó:
2° Cor. 6:14-18
No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los
incrédulos, porque ¿Qué consorcio tiene la justicia con el desafuero?, ¿O qué
participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿Qué armonía hay entre
Jesús y Belial? ¿O qué porción tiene una persona cristiana con un incrédulo? ¿Y
qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos
templo de un Dios vivo; así como dijo Dios: “Yo residiré entre ellos y andaré
entre ellos, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. “por lo tanto,
sálganse de entre ellos, y sepárense . dice Jehová – y dejen de tocar la cosa
inmunda, yo los recibiré”, y yo seré para ustedes padre, y ustedes me serán
hijos e hijas, dice Jehová el Todopoderoso.
¿No capta usted esto? ¿Acaso tiene celo por el templo de
Dios que es usted mismo y lo profana con la idolatría a un prócer anticristo?
¡Oye! Si eres mentiroso e hipócrita por tu culto a San Martín, este libro será
un fuego devorador para ti.
Es perdonable que un discípulo no tenga gran
capacidad mental y no puede exhibir facultades físicas. Pero ningún discípulo
puede ser excusado por su falta de celo. Si su corazón no arde con viva pasión
por el Salvador, la condenación cae sobre él.
Después de todos somos seguidores de aquél que dijo:
“El celo de tu casa me consumió (Juan 2:17). Su Salvador fue consumido por una
ardiente pasión por Dios y sus intereses. No hay lugar en sus senderos para
discípulos tibios e indiferentes.
El Señor Jesús vivía en un estado de tensión
espiritual. Así lo indican sus palabras: “De un bautismo tengo que ser
bautizado, y ¡Como me angustio hasta que se cumpla! (Lucas 12:50). También está
su memorable declaración: “Me es necesario hacer las obras del que me envió,
entretanto que el día dura; viene la noche, cuando nadie puede trabajar” (Juan
9:4).
El celo de Juan el Bautista fue atestiguado por el
Señor cuando dijo: “El era antorcha que ardía y resplandecía” (Juan 5:35).
El apóstol Pablo era un celote. Alguien trató de
captar el fervor de su vida en el siguiente bosquejo:
“Era un hombre que no se preocupaba por pregonar
amigos. Sin interés ni deseo por los bienes materiales, sin temor de pérdidas
materiales, sin preocupación por la vida, sin temor por la muerte. Era un
hombre sin rango, nación ni condición. Era un hombre de un pensamiento: El
Evangelio de Cristo. Hombre de un propósito: la gloria de Dios. Un necio, y un
contento de ser reconocido necio por Cristo. Llámesele entusiasta,
charlatán, fanático, estrambótico o
cualquier otro nombre ridículo que el mundo quiera ponerle, pero que siga
siendo raro. Si se llama comerciante, jefe de casa, ciudadano, rico, mundano,
erudito, o aún hombre de sentido común, todo cuadra con su carácter.
“Si no hablaba tenía que morir, y aunque tuviera que
morir aún hablaba. No descansaba sino que extendía sus actividades por tierra y
por mar, roqueríos y desiertos arenosos. Clamaba en voz alta y no se medía en
esto, y nadie se lo podía impedir. En las prisiones elevaba su voz y en medio
de las tempestades del mar no guardaba silencio. Testificaba la verdad ante de
temibles concilios y delante del templo de reyes. Nada podía apagar su voz,
sino la muerte, y aún frente a la muerte, delante del cuchillo que habría de
separar su cabeza de su cuerpo, él habló, oró, testificó, confesó, clamó a
Dios, guerreó y por último bendijo a la gente cruel”.
Otros hombres de Dios han mostrado el mismo deseo
ardiente por hacer la voluntad de Dios.
C. T. Studd escribió una vez:
“Algunos desean vivir al son de la campana de la
iglesia. Yo deseo rescatar almas aún dentro del mismo Gehena”.
Y justamente fue un artículo escrito por un ateo que
aguijoneó a Studd a consagrarse totalmente al Señor. Este era el artículo:
“Si yo creyera firmemente, como muchos dicen creer,
que el conocimiento y la práctica de la religión en esta vida influye en el
destino de la otra vida, entonces la religión sería para mi el todo. Desecharía
los goces terrenales como locuras, los sentimientos y pensamientos terrenos
como vanidad. La religión sería mi primer pensamiento al despertar y mi última
visión antes de sumirme en la inconsciencia del sueño. Trabajaría solamente en
su causa. Mis pensamientos serían para el mañana celestial solamente. Estimaría
que una alma salvada para el cielo vale toda una vida de sufrimientos. Las
consecuencias terrenales jamás detendrían mi mano, ni sellarían mis labios.
El mundo, sus goces, sus penas, no tendrían lugar en
mis pensamientos. Haría todo lo posible para mirar a la eternidad solamente, y
a las almas como próximas a entrar en la felicidad y la eternidad o a la
miseria de la muerte eterna. Saldría la mundo y predicaría a tiempo y fuera de
tiempo y mi texto sería: “¿Qué sirviera al hombre si granjeara al mundo y
perdiera su alma?”(Mat. 16:26, Mar. 8:36).
Juan Wesley fue un hombre de celo vivo. Dijo: “Dadme
a cien hombres que amen a Dios con todo el corazón, y no teman sino al pecado,
y cambiaré al mundo”.
Muertos por la causa a manos de los indios Aucas
del Ecuador. Jim Elliot, era una
antorcha de fuego por Jesús. Un día mientras meditaba en el texto: “El hace a
sus ministro llamas de fuego”, escribió en su diario:
2¿Soy inflamable? Dios líbrame del asbesto de las
“demás cosas”. Satúrame con el aceite del espíritu, para que yo sea una llama
pasajera, a veces de corta vida. Alma mía, ¿Puedes soportar esto? En mi mora el
espíritu de la Gloria
del Ser que tuvo una vida corta, aquél cuya cuyo celo por la casa de Dios lo
consumió. Hazme tu combustible, llama de Dios”.
Las últimas líneas de su diario anota la nota de un
ferviente poema de Amy Carmichael. No es de maravillarse que Jim Elliot se
inspirara en él.
De la oración que pido protección
de los vientos sobre ti golpearon,
de temer cuando debería aspirar,
de vacilar, cuando debo ascender,
De cómo yo librara ¡Oh capitán!
Al soldado que va de ti en pos.
Del deseo sutil de buscar lo suave,
de las elecciones fáciles, debilitadoras
no es así como el espíritu se fortalece
ni el camino que el Señor anduvo.
De todo lo que haga luminoso el calvario,
¡Oh cordero de Dios, líbrame!
Dame el amor que guía el camino
la fe que nada hace desmayar,
la esperanza que nunca se agota
la pasión que quema con el fuego
no me dejes abatir para ser un idiota,
hazme tu combustible, ¡Oh llama de Dios!*
Capítulo 4
Estamos llegando a Yapeyú –
El crímen de dar culto a San Martín – Fácilmente destruirá Dios a la secta
Sanmartiniana – Como estafan con el culto al San Martín a los niños inocentes –
Según las Escrituras, San Martín es reo de la pena capital – A usted le han
vendido un buzón – Corrientes, el grito salvaje de la naturaleza – Discusión
con Juna Rebolledo - ¿Es usted un
hipócrita dominado por la mujer? – Jezabeles patrioteras - ¿Beato,
hipócrita o santurrón? –
I
|
maginemos
ir al pueblo donde nació San Martín...
El Jeep
4X4, Ika, color blanco y descapotado corcovea en un camino rojizo de tierra y a
su vera, una vegetación lujuriosa que oculta pájaros de muchas especies...
Estamos llegando a Yapeyú. Entramos por su única calle
principal.
En Yapeyú hay una sola calle asfaltada, no es la
principal, sino la que recorre desde la ruta 14 hasta el destacamento local del
Regimiento de Granaderos a Caballo. El resto de las calles son de tierra en
este pueblo de 3000 habitantes, que ostentan con tranquilo orgullo el
patrimonio de habitar en el lugar en que nació el General José de San Martín,
el 25 de febrero de 1778.
Situada a la
costa del río Uruguay, en la provincia de Corrientes, a casi 780 Km. De Buenos
Aires, Yapeyú tiene origen jesuita y una historia de esplendor que se extiende
varios años antes de que el libertador viera la luz en estas tierras.
Fundado en 1626 por la compañía de Jesús este pueblo
llegó a ser una de las reducciones de indígenas guaraníes y charrúas más
prosperas de la zona, con casi 12.000 habitantes en 1753 – más que Corrientes y
Asunción -, un astillero y una famosa escuela de música. Era el centro de las
30 reducciones indígenas, que incluía San Ignacio, La Cruz, Santo Tomé, y San
Carlos, entre otras.
Desde ese pasado queda el nombre – Yapeyú en guarany
significa “fruto maduro” – los cimientos de buena parte de las casas, y no
mucho más: la crisis económica y la inestabilidad política de la provincia,
llevaba ya muchos años golpeando a los Yapeyuanos. En las calles silenciosas –
antes, durante y después de la siesta obligatoria – juegan chicos que se dejan
fotografiar con ganas, circulan casi tantos autos viejos como carros y caballos,
y se alinean humildes casas con pequeños jardines, en las que contrasta la
antena parabólica de la televisión satelital.
A pocas cuadras de la plaza central, se desdibuja el
trazo de las calles. Se suceden allí los ranchos pobres, los huertos de supervivencia,
las gallinas y los perros. Sobre el río ancho que separa la costa Argentina de
Brasil, se levantan unas pocas casas más portentosas, con ladrillo a la vista
son las “casas de fin de semana de las gentes de Paso de los Libres”, cuentan
los Yapeyuanos.
CON ORGULLO Y DE FIESTA
Para muchos, el haber nacido debajo del mismo cielo
que el General de San Martín es un orgullo que una vez al año al menos – el 17
de agosto – les regala alguna visita oficial y un desfile militar y escolar que
viste de fiesta al pueblo.
También es la razón que trae a los turistas, en
general llegados de distintos puntos del país, y alguno que otro europeo, que
desvía un momento su camino a las cataratas del Iguazú para visitar
gratuitamente la casa en la que nació el General, el museo Sanmartiniano y el
jesuita, quedarse en el camping o pasar la noche en el complejo de bungalows
que se levanta al la orilla del río.
En este pueblo en el que los diarios llegan un día
después y las radios se sintonizan emisoras brasileñas, hay dos escuelas – una
primaria una secundaria, - un hotel pequeño, un hospital y una iglesia repleta
de advocaciones a la Virgen, pero dedicada a San Martín de Tours.
También hay un proyecto ambiciosos: lograr que los
restos de San Martín, que hoy están en la Catedral de la ciudad de Buenos
Aires, descansen finalmente aquí.
Frente a la plaza central se levanta el monumento
más importante del pueblo: la casa natal del Libertador.
En rigor, se conservan los cimientos y alguna que
otra pared de piedra, porque la caso original fue quemada por los Bandeirantes
portugueses en 1817, mucho después que los San Martín hubieran vuelto a España.
El resto del deterioro lo hizo el tiempo y algunos visitantes que se llevaron
piedras como souvenir hasta que en 1935 se decidió protegerla. En 1938 se
terminó de levantar una construcción del estilo colonial, llamada templete que
rodea la casa.*
Bueno, aquí nació el objeto de culto más grande de los
Argentinos.
¡Vean dos idólatras exaltados los glorifican así:
San Martín es por antonomasia, el Padre de la
Patria, las encuestas revelan que para el común de los argentinos San Martín es
nuestro héroe máximo; basta asistir a algún festejo escolar para advertir que
lugar ocupa en nuestro imaginario.
No es objeto de discusión como suelen serlo Rosas,
Rivadavia, o Sarmiento. La valoración del personaje es unánime en todos los
sectores
En 1933 Ricardo Rojas Publicó: “El Santo de la
Espada”, una hagiografía que pronto quedó incorporada a nuestro patrimonio
cultural; el feliz título del libro se convirtió en un sinónimo de San Martín
¡Santo de la Espada!*
Decir esto cuando el caso es que Jesús dijo:
Más ustedes no sean llamados rabí, porque hay un
solo maestro mientras que todos ustedes son hermanos. Además no llamen padre a
nadie de ustedes sobre la tierra, porque uno solo es el Padre de todos y está
en los cielos. Tampoco sean llamados “caudillos” porque su caudillo es uno en
Cristo. Porque el mayor entre ustedes tiene que ser el ministro. El que se
ensalce será humillado y el que se humilla será ensalzado.
(Mateo 23:8-12).
Es un delito, un crimen, un pecado. Por lo tanto cuando un
ídolo patriótico paranoico, - sea un
escritor, un periodista o una simple maestra de escuela – promueve el culto a
San Martín comete un crimen.
Crimen – falta – pecado – delito – maldad – ruindad
– fechoría.
Estas palabras designan acciones contrarias a la
buen moral y a las leyes. El nombre genérico de todas ellas, pues a todas
abraza, es la falta, advirtiéndose que por si solo es el más débil de los
significados: más también puede tenerla mayor según el epiteto que se le añada,
pues hay faltas leves y graves, que admiten o no perdón, y las hay horrorosas.
Llamamos falta en sentido recto a toda privación o
defecto de las cosas; así decimos medios, de dinero, de salud, de lluvias, de
privación hablando de un mal que se ha causado o de un bien que se ha dejado de
hacer, se dice: se ha cometido una falta, caer en una falta es no cumplir con
la obligación con la buena correspondencia: sin falta, equivale a de seguro: hacer
faltas o descubrir defectos ajenos sobre todo corporales y poner apodos sobre
ellos, pues se llama falta al que es defectuosos o necesitado y al escaso
apocado o mezquino, por lo que en lo antiguo se le decía faltoso.
El crimen es una falta, por grave; es un delito, una
culpa, que merece castigo, que está sujeta a las leyes y a la opinión ya
privada, ya pública. El crimen perturba siempre el orden social; por lo tanto
no puede ser leve como la falta.
El delito de lo común nace de la desobediencia o de la rebelión contra la autoridad legítima; es una
violación de la ley civil, y se usa esta palabra más comúnmente en los negocios
judiciales.
La maldad fija más la intensidad del crimen y del
delito, pues proviene de una completa corrupción del corazón, y por lo tanto es
contraria a sus buenos sentimientos, a la fe pública, a la que falta, y a la
tranquilidad de la ciudad que conmueve.
Llamamos ruindad a cualquier acción indecorosa,
infame, vil: es pues una maldad, pero baja y rastrera. Fechoría se deriva de
las palabras, facer,fecho, (fazaña). Hizo una fechoría equivale a hacer una
calaverada, una locura, sin reflexión, ni premeditación alguna.
El pecado puede ser leve, grave, muy grave, y a
veces horrendo. Esta palabra tomada en sentido recto pertenece a la religión,
pues que el pecado falta a las leyes de una buena conciencia. Más tiene muchas
acepciones en sentido figurado, pues abraza a cuanto se aparta de lo recto y
justo, ya sea por exceso, ya por defecto. Llamamos pecador a veces en sentido
metafórico al ignorante o poco sabio: decimos pecar para indicar cualquier
fuerte inclinación, aunque sea inocente y buena: pecar de puro bueno es decir,
excederse en bondad; peca de franco el que por su franqueza sufre males y se
daña a si propio: peca de pródigo el derrochador: peca en aficionado el que
tiene manía en comprar libros, etc.
En la medicina se llama pecar de honores cuando uno
de ellos predomina o excede sobre los demás: de cuyo equilibrio depende la
salud, y a este humor le suelen llamar humor pecante.
Bajo el nombre de delito se comprenden todas las
clases de crímenes, ya sean leves, ya sean graves; y aún el daño que uno causa
a otros, ya sea voluntaria, ya involuntariamente o por casualidad, se suele
llamar delito, bien que con impropiedad.
Un ligero arrebato de cólera es una falta: la
calumnia y el asesinato son crímenes: las mentiras y los juicios temerarios,
son pecados: el desafío y los contrabandos y los incendios, atroces maldades.
Se perdonan las faltas, se castiga el crimen, se
escudriña la naturaleza del delito, y se mira con horror a la maldad.
Falta, crimen y maldad expresan una mala acción con
respecto a la intención: la falta no es cosa tan grave como el crimen, ni el
crimen como la maldad. Una falta grave es crimen: y el mayor de estos la
maldad.
Para ciertas faltas no ha podido imponer castigos la
ley; más sí la opinión pública cuando opina de ella o en cosas que entienda.
Pero estas mismas leyes han impuesto castigo a todos los crímenes mayores y
menores, y los hay tan horrorosos que parecería necesario inventar nuevas
formas de castigo para ellos.
El pecado y el delito indican una mala acción
relativamente a las diferentes leyes a que se ha faltado y a la persona
ofendida. Ofende a Dios el pecador, porque falta a la ley divina: a la sociedad
el delincuente, porque falta a las leyes civiles. Dios ha dado a la iglesia el
poder de absolver los pecados, y a las autoridades civiles el derecho de juzgar
y castigar los delitos.
Según el mayor o menor grado de maldad pueden
llamarse el pecado y el delito, falta o crimen, y una misma acción ser pecado
por un lado y falta por el otro.*
“¡Padre de la Patria!” Vean Job, que fue un íntegro
adorador de Dios dijo:
Ni vaya yo, por favor, a mostrar parcialidad, a un
hombre; y a un hombre terrestre otorgare título pues ciertamente no se como
puedo yo otorgar título; fácilmente mi Hacedor me llevaría” (Job
32:21-22)N.M.).
¿Ven? A todos destruirá Jehová a todos los de la secta
Sanmartiniana que cometen el vil delito de dar este título anticristo a un
militar muerto.
¡Vean! Al glorificar así a San Martín, se estafa la
buena voluntad y la inocencia de los niños escolares.
En el colegio de Todos los Santos, de Villa Adelina,
lo llaman salón de usos múltiples (SUM), al igual que las salas de muchos otros
edificios que se construyen en Buenos Aires. Pero a diferencia de estos, no son
espacios para hacer ejercicios, sino para debatir ideas.
En esta aula cuadrada (SUM) del colegio se juntan
cada mañana por lo menos 100 chicos de cuarto a sexto grado para debatir temas
de actualidad.
Se las llama asambleas, se las organiza con
anticipación mensual para cubrir cada día. Y este mes, con el motivo del
sesquicentenario de la muerte del General San Martín, el tema principal es la
vida del Libertador y su influencia en la actualidad.
Es una forma algo particular de enseñar historia.
Primero, por que hay tres grados juntos que interactúan, además la clase – la
primera de la mañana – no es tradicional. No hay una única maestra que enseña y
niños que escuchan.
La directora coordina las reuniones, de las cuales
participan todos los alumnos y sus respectivos docentes, como pudo observar La
Nación. Se despliega un modelo participativo, en lo que los chicos expresan lo
que saben y lo que estudiaron previamente.
Una alumna llegó hace poco de Yapeyú – donde nació
el prócer – y comparte su impresión. Otra, con la ayuda de la maestra del aula,
busca en la Internet información sobre esta ciudad correntina para saber la
fisonomía actual y comentar en la clase. Un alumno ecuatoriano habla de Simón
Bolívar como un gran libertador y destaca su relación con San Martín.
Cada tanto la directora de educación general básica.
Cristina Caunedo, mete un bocadillo. “Existen varios enigmas en la vida de San
Martín”, comenta, “Por ejemplo: ¿Cómo reaccionaba frente a los extranjeros? O
como actuaría San Martín, como escribiría el parte del combate de San
Lorenzo?”.
Y enseguida se alzan muchas manos a la vez, un
alumno expresa: “Nuestro libro de historia dice que cuando San Martín vió a su
regimiento de negros (que eran esclavos) expresó: “Mis negros queridos” con
respecto a como se desenvolvería hoy el Libertador, los chicos se quedan mudos,
entonces interviene la profesora: “Seguramente mandaría el parte de combate por
Fax o por E-mail”.
Y así se sucede la hora de clase, que comienza cada
mañana a las 8:10. para la directora del instituto, María Teresa Mayochi, esta
dinámica forma de enseñar permite a los chicos aprender unos de otros,
ejercitarse en exponer sus opiniones, escuchar las ajenas y manifestar sus
acuerdos y sus desacuerdos.
Según ella, las reuniones sirven como disparador
para resolver algún enigma. “Luego, en clase, cada grupo con sus maestras, los
chicos profundizan el tema, con evidencias y documentos”.
Los chicos suman a esto la experiencia de viajar por
los lugares donde pasó el Libertador. Los alumnos de cuarto grado fueron a San
Lorenzo y visitaron el Campo de la Gloria, donde se libro el combate el 31 de
febrero de 1813, y el convento San Carlos.
“Después del viaje, los chicos recrearon la historia
la hicieron más viva”, señala la directora. Se sorprendió con el comentario de
una alumno que visito el convento San Carlos, y al observar lo bajo que era la
puerta, escribió al final de su informe: “Cuando San Martín iba a visitar a los
enfermos, se tenía que agachar para pasar por la puerta”. La experiencia y la
imaginación también hace el aprendizaje.*
Sí, al tener esta clase de programas donde la matanza en
masa de soldados, con la excusa de haber libertado a la patria, es una
flagrante estafa a los niños ignorantes e inocentes de la ley de Dios que
prohíbe el homicidio. (según la Biblia San Martín es reo de la pena capital)
Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el
hombre, será derramada su propia sangre, porque a la imagen de Dios hizo al
hombre. (Génesis 9:6).
¿Dará usted culto a un condenado a pena de muerte?
¿Glorificará usted a un asesino de humanos? “!El Padre de la Patria!” ¡El gran
Libertador! Amigo, a usted... ¡Le han vendido un buzón!
¡Miren! En un folleto editado por la policía de la
provincia de Córdoba, titulado: “Por la seguridad de todos” se lee con respecto
a los fraudes y estafas:
NO SE DEJE ENGAÑAR POR LA APARIENCIA DE LA REALIDAD.
Existen diversos tipos de delitos. Entre ellos encontramos la estafa en
sus mas variadas formas, algunas de ellas conocidas popularmente como “el
cuento del tío”, “me vendieron un buzón”, y otras...
Este delito nunca se realiza con armas. Se realiza de manera
intencional y mediante engaño para obtener beneficio material.
La estafa no discrimina lugares, tiempos ni circunstancias. Usted puede
ser sorprendido en su buena fe y en diversas oportunidades.
Ø El estafador apela a la imaginación
para crear relatos, basándose en la realidad, para que estos sean creíbles.
Ø Cual será el nuevo método que
utilizaran para el engaño.
Es difícil adivinarlo, pero siendo precavido podrá
evitar que estos “amigos de lo ajeno” logren perjudicarlos.
No toda la gente pretende engañarlo... sólo analice
profundamente las propuestas que le ofrecen.
Al adquirir muebles o inmuebles asesórese
personalmente y recuerde que ante cualquier duda, puede consultar a distintos
organismos que regulan las actividades de empresas y entidades de cada rubro.
¿DÓNDE ACUDIR?
El lugar que usted debe acudir si ha sido víctima de
un delito es el siguiente:
¡Acuda a la sagrada Palabra de Dios! Allí lea:
“Hijitos, guárdense de los ídolos”(1° Juan 5:21).
Y ya que estamos en la bella provincia de Corrientes,
seguimos con el Jeep, andando, deteniéndonos en caseríos y pueblos a la vera de
la ruta, con el solo objeto de distribuir los fogosos Volantes-plaga entre esa
amable gente que habla con una acento tan gracioso y particular, mezclando el
castellano con el dialecto guaraní.
En Corrientes todo es violencia contenida, todo es
furia quieta: Corrientes es el grito salvaje pero inaudible de la naturaleza.
Salvajes son sus ríos, que la desbordan, salvaje por
sus cuatro lados inaudible, misteriosa, es la subyugante vida que transcurre en
los casi siete mil kilómetros cuadrados que ocupan los esteros del Iberá, el
ignorado y traicionero sistema de riachos, embalses, colchones de paja y barro
que se extiende en la zona central de la provincia.
Esos dos importantes accidentes geográficos
determinan, y determinaron durante muchos años, la vida de los correntinos, la
economía de la región, su progreso y su porvenir. Porque, para su subsistencia,
Corrientes siempre dependió de los ríos, cuyos cauces trazan un 97% de las
fronteras del territorio.
Si bien la provincia forma una solo unidad
geográfica con Misiones y Entre Ríos, se halla en una gran medida dividida por
los ríos Paraná y Uruguay. Es así como el Alto Paraná lo separa hacia el norte
de la república del Paraguay, el mismo río la margina hacia el oeste de las
provincias argentinas del Chaco y del Santa Fe, las corrientes de Guayquiraró y
Mocoretá y los arroyos Basualdo y Tunas la separan de Entre Ríos por el sur, y
el río Uruguay en se límite natural, por el este con la república del Brasil.
Pero no basta, obviamente, para definir
geográficamente y económicamente a Corrientes, la presencia de ese
impresionante cinturón de agua que la abraza. En los 88.199 kilómetros
cuadrados sobre los que se extiende la provincia, la lucha del hombre por
dominar la naturaleza ha demostrado que la tierra correntina también ha sido
pilar de su desarrollo. Tres cultivos básicos (tabaco, arroz, cítricos)
fundamentan esta afirmación. A ellos debe sumarse el incremento paulatino pero
constante de la riqueza ganadera provincial, proceso que se genera, por
supuesto, en la fertilidad y capacidad de sus tierras.
Ese es tal vez, el reducido mundo de los
correntinos: los esteros, los ríos milenarios, sus cultivos, el ganado, un
universo que los habitantes de la provincia aman entrañablemente, como lo
demuestran sus fiestas (sobre todo el carnaval), en las que se rinde
estruendoso culto a la naturaleza.*
¡Já! Avanzando por esa bella porción de mi república
Argentina, no puedo menos que recodar, los versos inspirados de su poeta
Osvaldo Sosa Cordero, y, de su romancero
guaraní:
Si señor, doy fe de ello. Corrientes tiene payé.
por más que usted ría y piense: “!Qué sandez!
son simplezas agoreras de quién siempre
quiso bien a su cuna...”
Yo repito Corrientes tiene payé.
Tiene payé talismán de un increíble poder
que fraguó la hechicería de Ima Guaré.
Ese encanto de mi tierra que la hace lucir tan bien
es los que afirma mi acierto: Corrientes tiene payé.
Y sino que nos lo digan las flores de su vergel.
Mburukuyas y e irupés, sus estrellas federales
su jazmín blanco y también aquella magna sultana
que hace, febrero al nacer, exclamar a quién lo
huela:
Corrientes tiene payé.
Que lo digan los milagros de nuestra flor de urundel
y los de aquella señora de Itatí, de oscura tez,
que lo diga su paisaje, su Paraná su Batel,
su Iberá, su hijo Corrientes, su Miriñay, su
aguapié...
sus campiñas encendidas con sus cromos de un edén;
sus palmares dormitando bajo el asayé pité.
(Campos que un día jugando en la historia su papel
vieron luchar a su pueblo con espartana avidez).
Que lo digan sus fantasmas que el paisano llama
infiel:
el mboy tata y el pombero y aquél yasí yateré
cuyo silbo legendario pareciéranos traer
un eco viejo que dice. ¡Corrientes tiene payé!
¡Sí, señor, si que lo tiene, como no lo va a tener!
Lo pregonan los sabores del tibio chipá sheité
los de sus dulces de almibar sus madiocas y su miel
lo repican sus cordionas con alma de chamamé,
nos lo dicen sus guitarras cuando al anochecer
remendan en su coraje, trinos del korochité
nos lo gritan sus varones con su viril yatú peté
en las jornadas fecundas del surco, el potro y la
fes.
Lo rubrican sus mujeres (¡Lindas morenas de ley!)
en el milagro de un beso, de un hondo yatú peté.
Lo esta repitiendo todo, el campo el cielo...y
también vuelve a afirmarlo mi verso.
¡Corrientes tiene payé!
-
Eh
chamigo* - me dijo un viejo ex policía, llamado
Juan – usted critica mucho, pué en sus folletos. Cristo no predicó así pué.
-
Cómo
que no – dije - ¿Y cuando trataba a los hipócritas fariseos? ¿Y cuando sacó a latigazos del
templo a los que mercaban? ¿Qué si usted me viera haciendo un látigo de cuero y
sacando al hipócrita cura de la catedral.
-
Y
pa qué, pué va a sacar a latigazos al pobrecito, ¡pobre!
-
Por
cobrar por las misas, ¿No dijo Cristo “den gratis”?
Y la esposa del ex policía lo apremiaba y le decía:
-
Vamos,
vamos no pierdas el tiempo con este...
-
Vea
chamigo... – siguió diciendo don Juan, - si usted desea llevar la Palabra de
Dios, está bien, llévela, pero eso que usted hace criticar, criticar, criticar
como una vieja... ya, demasiados problemas tiene la gente para tener que
soportar esas críticas agresivas..
-
¿Es
agresiva la Biblia cuando dice que los idólatras serán destruidos en el lago de
fuego?
-
Criticar,
criticar... eso es lo que usted hace, ¿Acaso no sabe que nosotros los humanos
estamos llenos de imperfecciones?
-
Vamos,
vamos, déjalo...- le apremiaba la esposa de don Juan y le tiraba del brazo.
-
Usted,
- le dije – se siente torturado porque no tiene el coraje de dejar de idolatrar
y, además su esposa lo tiene dominado: es usted tan hipócrita que en vez de
reconocer estas verdades, toma por el camino que cree mas fácil. Tilda de
criticón al predicador cuando ¡Já! ¡Vea! Es usted mismo que, sintiéndose
culpable por no dejar sus pecados, critica mi modo de predicar.
-
Si
desea llevar la Palabra de Dios, está bien, pero deje de criticar como una
vieja – repitió don Juan.
-
¿Sabe
que le falta a usted, Juan, para ser un Católico Romano completo?
-
¿Qué,
chamigo?
-
Que
me agarre a mi y me queme en el fuego.
-
¿Por
qué?
-
Porque
eso es lo que siempre hicieron los santurrones de su religión: cada vez que se
les aparecía alguien que les decía los que en verdad decía la Biblia, ¡Lo
arrojaban a la hoguera!
-
¡Usted
es un criticón chamigo, eso no es predicar!
-
Y
usted es un hipócrita y un dominado por su propia mujer ¿No le da vergüenza?
¡Oigan! Todos los que no aceptan que, que el dar culto a
San Martín es idolatría patriótica no solo son hipócritas, sino que
están dominados por las Jezabelinas maestras que, con el espíritu de Satanás,
los instruyeron en la religión patriotera. ¡Porque oigan! Eso es lo que son los
patrioteros: solo corruptos disfrazados de santurrones ¿O.K.?
“No obstante, sí tengo esto contra ti: que toleras
aquella mujer Jezabel, que a si misma se hace llamar profetiza, y enseña y
extravía a mis esclavos para que cometan fornicación y coman cosas sacrificadas
a los ídolos. Y le dí tiempo para que se arrepintiera, pero ella no quiere
volverse de su fornicación.
¡Mira! Estoy a punto de echarla en un lecho de
enfermo, y a los que comenten con ella adulterio, en gran tribulación, a menos
que se arrepientan de los hechos de ella. Y a los hijos de ellos los mataré con
plaga mortífera, de modo que todas las naciones sepan que yo soy el que
escudriñó los riñones y los corazones, y a ustedes les daré individualmente según
sus acciones. (Apoc. 2.20-23).
Sí, las maestras son Jezabeles que conducen a los niños al
culto a San Martín ((fornicación espiritual) haciéndoles cometer idolatría
mortífera (1° Cor. 10:20).
Luego, estos niños de grande, se vuelven hipócritas, fingiendo
patriotismo, cuando lo único que aman es al dinero, al sexo, y a si mismos.
¡Oiga! ¿Glorifica usted al falso libertador José de San
Martín? Entonces, más que un patriota, usted es un hipócrita, santurrón
dominado:
Hipócrita – Santurrón – Beato – Gazmoño – Mojigato:
El carácter del santurrón es observar con beatitud y
escrupulosidad las íntimas prácticas exteriores de la religión, para hacer
creer que está sujeto a los deberes más esenciales que aquella exige.
Viendo al santurrón dar a todas sus conversaciones y
a todas sus acciones exteriores la afectación y la coloración de la devoción se
dirá aún que su corazón está lleno de sentimientos que la religión le inspira.
Examínese su conducta y se hallará que su pretendida devoción no es más que una
quimera, que sus prácticas religiosas son la más completa farsa.
Le parece muy difícil llegar a ser un verdadero
devoto. Y se conforma con parecerlo, lo que es para él mucho más cómodo.
El beato lleva mucha ventaja al santurrón no
solamente quiere presentar sus sentimientos bajo una forma exteriormente
opuesta por medio de las acciones exteriores, sino que exagera en sumo grado su
papel para apartarse más de la virtud y encubrir con más maña su conducta
criminal, a la que en secreto se entrega a banderas desplegadas.
El gazmoño es un maula, por decirlo así, cuyo
designio no es solo el de disfrazar sus sentimientos u ocultar sus vicios, sino
que pretende poniendo todos los medios posibles, para llevarlo a efecto,
hacerle creer a los demás que está lleno de devoción, con el objeto de inspirar
en los demás su mentida confianza y engañarlos con mayor seguridad.
El hipócrita es el conjunto de los vicios de los
demás, y los oculta con más maestría, siguiendo con este objeto un sistema de
conducta constante y profundo, cuya tendencia es siempre ocultarse bajo falsas
apariencias, y engañar desde el momento en que la oportunidad se le presenta.
El mojigato es el hombre disimulado, que afecta
humildad o cobardía, para lograr su intento en la ocasión.
El santurrón quiere parecer devoto; el beato quiere
ocultar su vicios bajo la apariencia de la vocación; el gazmoño quiere captarse
la confianza de los demás por la apariencia de la devoción, el hipócrita lleno
de intenciones horribles aplica continuamente a los medios de lograr ponerlos
en ejecución, o, sobrepujar a los obstáculos que se oponen a sus designios: por
eso se sirve muchas veces de la máscara de la religión, que cuida con sumo
esmero de no quitársela, sino hasta después de llevar a cabo sus pensamientos,
el mojigato se vale de una humildad hipócrita, que degenera en cobardía, este
medio, demasiado ratero, logra su cometido.
El santurrón es ridículo, el beato es despreciable,
el gazmoño es perjudicial, el hipócrita es un monstruo, el mojigato es sutil, y
engaña con facilidad.
Sírvase como referencia lo siguiente, tomado de la
célebre comedia de Moratin, titulada”La mojigata”, en el acto 1, escena 1°:
Ø Luis. ¡Cierto que la tuya es una
niña muy bella! Siempre está metida en casa, ayuna cuando la ve su padre;
cuando se va, se abalanza a la despensa y se desquita...
Ø Mart. No hay tal.
Ø Luis. Si la hay hace sus novenas:
reza la corona: tiene oración mental: se encierra en su cuarto, abre el balcón
y a oscuras porque no la puede ver su padre, se pasa la niña las noches frescas
de verano, patrullando con el cabo de la bandera de ahí al lado.
Ø Mart. No hay tal cosa.
Ø Luis. Si la hay como emplea en el
servicio de Dios las horas de esta manera, no cose jamás, no plancha, no hace
un punto a una calceta, no mueve un trasto y no quiere ocuparse de la faena
diaria de toda mujer, y deja el cargo de ellas a su prima; pues la vida
contemplativa y austera no le permite atender las cosas de la tierra. Cuando su
padre le ve, libro devotos ojea: cuando queda sola, entonces la lectura diversa
es. Copias alegres, historias de amor, obrillas ligeras, novelas entretenidas,
amenas, filosóficas donde aprende siempre virtud, corrupción se enseña. Estas
obras de moral Don Benito se las presta: ese joven andaluz opositor a los
problemas, que vive en el boardillón.
Ø Mart. Pues, yo te doy por respuesta
que no he visto tales libros, ni pienso que ella los lea, no conozco a tal
Benito, ni he sospechado que tenga con nadie conversación.
Ø Luis. Pues todo es verdad.
Ø Mart. ¡Tienes envidia!
Ø Luis. No hay tal envidia.
Ø Mart. Bien está: di lo que quieras;
no me vas a persuadir de que la muchacha no es buena. Y sobre todo, que su
disimulo llega a tanto, que siendo alegre y revoltosa e inquieta, solo por
disimular en un convento se encierra, es un delirio que solo tú deijeras.
Ø Luis. No la he visto profesar.
Ø Mart. Profesará.
Ø Luis. Bien pudiera ser pero...
Ø Mart. Profesará.
Y en el acto 2° pone en boca de Dora Clara (la
mojigata) lo siguiente, que es bastante para caracterizarla.
Siempre retirada en casa sin dar que decir al pueblo,
mis galas son este traje humilde, mis pasatiempos la lectura la devoción los
libros santos y buenos: y aún somos muy malas... mas no todas hacen esto.
Y sobre todo don Claudio: la virtud, recogimiento y
santo temor de Dios es lo principal. Yo veo muchas de mi edad (y acaso tengo
bien cerca el ejemplo) que interpretando a su modo procederes deshonestos,
llaman cultura y lo publico del exceso, escándalos del vicio...
¡Ay! ¡Mi don Claudio! ¡Qué tiempos alcanzamos!... ya
se ve ¡El mundo, el mundo!*
Capítulo 5
Cruzando, con San Martín, la Cordillera de los Andes
– Desde las cuevas hasta Yaguaraz, desde Tigre a Espinacito... ¿Para qué? – El Santo
de la Espada ¿Era solo un diablo? –
Predicador discapacitado se equivoca respecto a la identidad de la Bestia –
Quién se automarca voluntariamente con el 666 – ¿San Martín adúltero, bastardo,
masón, vendepatria y traficante de armas? – Llamar Libertador a San
Martín es declararse esclavo de la idolatría – San Martín y el militarismo
anticristo asesino –
A
|
hora
imaginemos un cruce por la Cordillera de los Andes, junto a José de San
Martín...
Creemos que la ruta original seguida por las
columnas de San Martín fue la proyectada por el conductor. Con excepción del
tramo Yaguaraz-falda del cerro del Tigre-arroyo Uretilla, que se redujo
directamente a uno: Yaguarez-arroyo Uretilla, por las siguientes razones.
La distancia conjunta es de 41 Km. (20 de Yaguaraz a
la falda del cerro del Tigre, y 21 de allí al arroyo Uretilla), es decir, dos
jornadas que podían reducirse a una etapa de 9 Km. Que es la distancia directa
de Yaguaraz a arroyo de Urettilla (hoy Ureta). Expresando en leguas: 11 leguas
(5 de Yaguaraz a la falda del cerro del Tigre, y 6 de allí al arroyo Uretilla)
reducibles a dos y media, ganando un día de marcha.
El pasaje de Yaguaraz al arroyo Uretilla por la
falda del cerro del Tigre implica cruzar la Cordillera homónima a una altura
oscilante de 4.200 y los 4.000 m. Por el portezuelo del Tigre (promedio: 4.250
m. De cota), y exponiendo a la tropa y al ganado a los padecimientos del frío,
el frío apunamiento, el desgaste de energía y las pérdidas consecuentes.
Por el contrario, el pasaje directo de Yaguaraz al
arroyo Uretilla exige salvar alturas comprendidas entre el cerro Cucaracha
(2.728 m.) y la curva de nivel de los 3.000 m. Promedio: 2864 m. Notablemente
inferior a la cota del portezuelo del Tigre.
Las alturas comparadas del la Cordillera del Tigre y
las de Espinacito demuestra mayor altura en aquella, a diferencia de los datos
comúnmente aceptados por en el sentido de que el cruce por el Espinacito fue en
de mayor cota del camino de los Patos.
a)
Tanto Yaguaraz como el arroyo Uretilla son lugares de “mucha” y
“abundante” agua, respectivamente según las observaciones anotadas por San Martín.
b)
Las instalaciones de una estancia en Yaguaraz supone un medio ambiente
fértil.
c)
El día de descanso ordenado por el comandante de la primera división de
vanguardia “a su cabalgadura” en el arroyo Uretilla, indica felicidad de
comportamiento (agua, pasto, leña).
d)
Existe una senda secundaria, visible en la carta topográfica, que une
Yaguaraz y arroyo Uretilla. El paso, es pues, posible.
Ornstein, por su parte propone que el pasaje del río
San Juan o de los Patos se produjo a la altura de sus afluentes La Orqueterías
(5 Km. Al Norte de la desembocadura de las Leñas), y que el ejército bajó por
la margen izquierda del río Los Patos hasta el de Las Leñas, y finalmente
tomado por este último encaró directamente a escalar la Cordillera del
Espinacito. Tal ruta exige una previa escalada por el cordón del Tigre a una
altura aproximada de 5.000 m. De cota, y posteriormente dejar de lado el
campamento de Los Manantiales, donde existían depósitos de víveres y forrajes,
y es zona ideal de descanso.*
Pero ¡Oigan! ¿Para qué cruzó San Martín la Cordillera?
¿Acaso sufrió todas esas peripecias, para predicar, como Juan Wesley, el
fundador de la secta metodista, 3.500 Km. la Palabra de Dios?
No.
Veamos:
“San Martín cruzó la pre-cordillera en una forma
diagonal rumbo al noroeste ¿Cómo se puede demostrar? El primer lugar, forzoso
es cruzarla para avanzar hacia el oeste. En segundo lugar, disponemos del dato
cierto: Las Higueras – de donde partió – y Las Cuevas – donde acampó – designan
respectivamente los lugares por donde se entra y se sale de la pre- cordillera
es decir, los boquetes del paso. La designación del Carrizal, como punto de
referencia para obtener agua indica que formó parte del itinerario: es
precisamente el punto del cruce, a 2.600 m. De altura”.
Los bueyes arriban al término de la dura jornada,
despellejados por los filos de la pierda áspera, y los mulares los reemplazan,
tirando de las zorras donde va una precaria artillería. Los caballos de guerra
– indispensables para la pelea en Chile – se mantienen sin montar llevados de
la brida, a la zaga. El forraje de maíz, cebada y afrecho, y el pasto duro de
la zona aún mantiene a los animales sin penurias aún. Por la noche el frío
arrecia, por los que se debe cruzar la montaña al la luz del día, con los tubos
de los cañones al veces al hombro, o bien en parihuelas colgadas a ganchos
entre dos animales, y ayudando a brazo – milicianos artilleros – a los nobles
mulares. Y desde la máxima altura, al encarar la última loma de tierra
ascendente, aparece en el horizonte, en todo su esplendor, el mar petrificado
de los Andes: un impresionante murallón que tapa casi parcialmente el cielo
hacia Chile, grabado a buril contra la comba del firmamento, en el que reflejan
las centellas del hielo eterno, los glaciares colgantes, los cintajos de palta
del río. El ánimo de los guerreros se encoge de sorpresa y admiración: de otro
lado están los españoles, la lucha, la gloria – acaso el destino - , la hora
final de la epopeya. Es preciso cruzar aquellas moles ajenas y caer del otro
lado peleando.
“Cordones orográficos estrechos, empinados, dan
abruptas faldas, casi verticales. La huella es angosta, es preciso reemplazar
las zorras y los carros por el sufrido mular criollo. Las cargas rozan las
paredes y las bestias tantean con infinitas precauciones, el camino pedregoso.
Los ríos son apenas surcos de guijarros y de cauces secos”.
Y luego, la vastedad, desde las Cuevas a Yaguaraz
(Yalguraz o Yaguaraz, según las distintas cartas) van diez leguas, (47 Km. En
el mapa) sobre el suelo duro de reiteradas lomadas donde se extiende una enorme
planicie de piedra “Sin agua en toda la tirada” – son acotaciones del
Libertador – moteado aquí y allá por ralos pasturajes y montes enchaparrados.
Las armas pesadas se transportan dificultosamente y algunos mulares –
primeramente rezagados, luego abandonados acaso muertos – atestigua el rigor de
la marcha. El sol reverbera en el vidrio molido de los arenales, y en los
descansos las bestias triscan inútilmente en los raquíticos tallos empolvados. En ocasiones se arrastran los
cañones con zorras o alternando los animales uniéndolos de a dos bastos y
albardes, de donde penden los tubos retobados en cuero. Desmontar los silleros
para ahorrar sus reservas físicas equivale a una severa caminata que aniquila
prácticamente al personal, se atraviesan ciénagas y depresiones en la jornada –
las más extensa del camino -, y las débiles sendas que antañosos jinetes
barrieran sobre el papel movible de los guijarrales apuntan hacia las primeras
estribaciones del segundo paredón, infernal ruta: la Cordillera del Tigre. Ya
no integran la columna los bueyes que han quedado del otro lado del paramillo.
Es necesario agregar algunos caballos al esfuerzo común.
Al cabo surge lentamente de la línea divisoria del
desierto y la sierra el anfiteatro frontal de la sierra, hacia la que pugnan
esforzadamente el tranco cadencioso de los cansados mulares y las corvadas
siluetas de la tropa. Bajo pies y vasos a medio herrar pasa el roto pavimento
del legendario Camino del Inca, ahora inútil para estrategias militares;
entrada umbilical del cuzco al sur, desgastado por los siglos y la decadencia,
y más allá el detalle de las vegas verdes que descienden de la cumbre entre las
apretujamientos de las quebradas cortadas o mandobles por la erosión secular del
agua, y un nombre mágico: Yaguaraz, sinónimo de campos amplios, aguadas, pasto,
leña. Es el primer “oasis” de la travesía, donde jefes, tropas, mulares, se
reponen luego de las duras jornadas. Se agrupan los efectivos, se reorganizan
los cuadros, se evacuan los enfermos y heridos, se selecciona o se aparta al
ganado, se reacondiciona el material, se toma razón de los problemas de la
marcha, se ajustan detalles, y una labor especial: el cuidado de los animales,
vale decir, los cargueros para la procesión del cruce a lomo y las cabalgaduras
para los futuros combates.
No es el relajamiento total, es la vigilia en armas.
Los Andes aguardan todavía con el triple obstáculo de las Cordilleras que aún
alzan su temible desafío, Tigre, Espinacito, cordón limítrofe. La columna
tuerce hacia arriba en pos del resbalamiento por el norte de la valla
orográfica, quemando una etapa para arriba de los márgenes húmedos del arroyo
Uretilla, cuyas cimas romas desgastadas, por el poder abrasivo de las nieves y
los hielos eternos semejan a la distancia las cúpulas de una ciudad de
campanarios. Las nervaduras iniciales de del alto Valle de Talingasta tendido
hacia San Juan como una sábana detiene al ejército con sus espejismos
interminables. ¿Intentar el pasaje de las colosales montañas en dos etapas; o
encarar directamente por el guijarral? El reabastecimiento de las sierras
próximas está resuelto en el itinerario del Libertador, pero al realidad del
terreno y las “atribuciones que las indicaciones del conductor determinaban para
los jefes de la columna” – enseña Orstein – señala la licitud de modificar la ruta, acortándola.
Al los 41 Km. De la montaña – frío, apunamiento, fatiga – o los 9 Km. Del
guijarral, con la economía de una jornada de marcha. La decisión es lógica las
tropas enfilan directamente hacia el norte sobre el dibujo de las huellas
imprecisas andando kilómetro tras kilómetro trajinando por el áspero monte sin
leñas ni agua, con una pronunciada pendiente curva que se eleva hasta los 2.800
m. De altitud y desciende hacia mitad del camino hacia el ansiado destino: el
arroyo Uretilla. Algún mular se niega en
el roquedal hiriente de las colinas y se exige tirarlo del diestro de un
sillero o azuzarlo a rigor de lonja. Las bestias resoplan, en los repechos,
bufan, jadean, tocan cuidadosamente es suelo movible con sus gastadas
herraduras, hinchado el poderoso de sus músculos tensos. Los caballeros,
especialmente, menos aptos para el tránsito en la montaña avanzan penosamente,
desmontados, y su número merma. Y cuando el primer escuadrón de la vanguardia
alcanza la meta y la tropa llega a pie y el ganado se muestra rendido por el
abrumador esfuerzo constante, por lo cual el jefe ordena lacónicamente su
decisión de detener un día la columna con Uretilla para descanso y recuperación
de hombres y animales.*
Para qué todo este viaje? ¿Vieron? Para matar, para
asesinar brutalmente.
La liberación de un país de un yugo extranjero no
justifica el asesinato en masa que es la guerra ¿O.K.?
De modo que el Santo de la Espada, solo era un diablo
anticristo que resistió a foull, estas órdenes de Maestro:
“Oyeron ustedes que se dijo: “debes amar a tu
prójimo y odiar a tu enemigo” Sin embargo yo les digo, sigan amando a sus
enemigo y orando por los que los persiguen, para que demuestren ser hijos de su
Padre, que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y
buenos y hace llover sobre justos e inicuos. Porque ¿Si aman a los que los aman
¿Qué galardón tienen? ¿No hacen también las mismas cosas los recaudadores de
impuestos?
Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿Qué cosa
extraordinaria hacen? ¿No hacen las mismas cosas también las gentes de las
naciones? Ustedes, en efecto, tienen que ser perfectos, como su Padre celestial
es perfecto. (Mateo 5:43-48).
Pero ¡Miren! Uno que estaba con Jesús extendió la
mano, sacó su espada, e hiriendo al esclavo del sumo sacerdote, le quitó la
oreja. Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los
que tomen la espada por la espada morirán” ¿Creer que no puedo apelar a mi
Padre para que me envíe en este momento doce legiones de ángeles? (Mateo
26.51-53).
¿Amor cristiano o asesinato bestial? ¿Por cual de los
extremos se inclina usted?
Pero, bien dije: San Martín asesinó bestialmente a miles de
soldados, solo porque eran del otro bando. Ahora bien, sabe usted lo que es la marca
de la bestia salvaje (o el monstruo, según las traducciones), el 666,
sobre la mano o la frente, que hace que los que la reciben, sean finalmente
destruidos en el lago que arde con fuego y azufre, es decir, la muerte segunda?
¡Vean! Loris, el predicador discapacitado, me alcanzó hoy
esta hoja:
Stewart Relfe supuso que si el versículo 17 del
capítulo 13 del Apocalipsis insistía en que “nadie podrá comprar o vender” sin
la marca de Satán, debería orientar sus pesquisas hacia el mundo de la
economía. Y allí se encontró con la clasificación informática que ya está en la
practica totalidad de los productos que adquirimos. Si nos detenemos un
instante a observar uno de los códigos, veremos como al principio de la misma
hay una barra doble, un poquito más larga, que no tiene número debajo como las
demás; justo en el medio hay una igual y otra exactamente idéntica se encuentra
al final de el código.
Pues bien, Mary Stewart, después de localizar a la
empresa que había diseñado este sistema, averiguó que cada una de esas barras
dobles significa 6, la clave exadecimal que descifra toda la información
acumulada en el código. Es decir que, - según esta autora – en cada una de
estas barras dobles del código se oculta un 6, o, dicho de otra manera, una
clave 666 domina ya la economía.
“a este fin hará que todos los hombres, pequeños y
grandes, ricos y pobres, amos y esclavos, tengan una marca en su mano derecha,
o en su frente, y que ninguno pueda comprar o vender, sino aquél que tiene la
marca, o nombre de la bestia, o número de su nombre. Aquí está el saber. Quien
tenga inteligencia, calcule el número de la bestia, que su número es de un
hombre, y el nombre de la bestia seiscientos sesenta y seis”.
En Bélgica ya se ha pensado en contramarcar a los
bebés recién nacidos, para protegerlos de los robos de los niños, y dotarlos de
un DNI epidérmico no extraviable) por medio del código de barras, impreso en
infrarrojo y por eso invisible al ojo humano, en la piel. Se lo puede leer por
medio de un lector láser, como aquel presente en las cajas de los grandes
supermercados (¡como una latita de gaseosa!) también las empresas de tarjetas
de créditos, encabezadas por VISA, son interesadas en reemplazar las tarjetitas
de plástico por el nuevo sistema antirrobo; y que elimina el problema de la
identificación del usuario. Parece en consecuencia, que la supercomputadora “La
Bestia” de Bruselas calcula un exadecimal con grupos de seis dígitos, se
adoptará como numeración tres “trenes”de seis cifras exadecimales, expresadas
en códigos de barras infrarrojo.
Utilizando las primeras tres cifras para codificar
el prefijo 666 que Master Card utiliza desde 1980. el número 666 aparece con
frecuencia, sobre todo en transmisiones de datos o reconocimiento de códigos de
barra por la siguiente razón: la secuencia exadecimal 666... expresado en
binario se torna 011001100110011001100110...que, representada en gráfico, es
una onda cuadrada periódica con frecuencia un cuarto de la transmisión de cifra.
Sirve para sincronizar los aparatos de recepción cuando la velocidad de
transmisión es asíncrona ADSL -, o sea
no es soportada por un “Clock” directo de referencia. A todos los códigos de
barras de productos que tenga en casa los antecede un 3 o 4 o 5 o... 7 y a los
de las revistas y los libros un 8 o 9. ignoro lo que identifiquen las series 0
o 1 o 2 pero creo que la serie 6 está reservada para el hombre (y las mujeres).
¡No se deje marcar!
No obstante, esta interpretación es un descomunal disparate
¿Por qué? Atención: según la mismísima Biblia, la Bestia Salvaje,
siempre es una potencia o un caudillo político-militar.
Veamos por ejemplo:
En cuanto a esta enormes bestias, porque son cuatro,
hay cuatro reyes que se pondrán de pie desde la tierra.(Daniel 7:17).
Ahora bien la gobernación de dichos líderes es bestial –
como la de Don José de San Martín – y totalmente imperfecta (por eso se
necesita de miles de mentiras para endiosarlo) y justamente, el número 666
significa: imperfección enfática.
Se automarca para destrucción quien apoya voluntariamente a
estos líderes anticristos.
Ø Si apoya el culto a San Martín
físicamente, es marcado en la mano.
Ø Si apoya a ese culto mental o
espiritualmente (ideológicamente) es marcado en la frente ¿O.K.?
Ahora bien, si usted captó lo peligroso y mortífero que es
glorificar a un prócer asesino como lo fue Don José de San Martín, - del cual
un autor dijo que era -:
Ø Adúltero.
Ø Bastardo.
Ø Masón.
Ø Vendepatria.
Ø Traficante de armas.
Ahora vea lo que comentó acerca del fenómeno idolátrico a
su personalidad, Enrique Lacolla, (redactor del periódico cordobés La Voz del
Interior):
La sociedad del espectáculo requiere incesantemente
de alimentos. De ahí la multiplicación de escándalos y escandaletes en torno de
las figuras públicas, sean estas políticas, artísticas o faranduleras o
eventualmente las tres cosas juntas. La voracidad del mecanismo fagocita todo y
a una velocidad insensata. Nada es secreto, todo se publica, las tonterías
ocupan el mismo espacio que las cosas serias y el resultado que en el último
caso se está buscando: reducir toda a una indistinta revuelta, y neutra
mezcolanza donde los cachivaches se confunden y “la Biblia, un calefón y un sable sin remache” se codean en la vidriera
de un anticuario.
En la Argentina, la necesidad de aprovisionarse de
material para suscitar una súbita aunque pasajera mejora en las ventas
mediáticas es inexorable, y para mejor venta nada mejor que entrar a saco en la
vida ajena de las figuras espectables, sean estas del presente o del pasado.
Como la consideración que merecen los actuales a
nadie le interesa, como han agotado sus perspectivas y ofrecen un pobre
negocio, nada mejor que meterse con las de los próceres; es decir, con la de
los personajes que, con razón o sin ella, aparecen como inminentes y dignos de
todos los respetos. Esta operación suele cubrirse con un ponderable propósito:
desacralizar la historia.
¿DEL MÁRMOL AL CARTÓN?
Pero si vamos a desacralizar la historia, por favor
hagámoslo en serio. El 150 aniversario de la muerte del General San Martín
sirvió para un sin número de artículos y publicaciones, algunas buenas, otras
no tanto, que tratan de sacar al héroe del mármol, bajarlo del pedestal y
ponerlo al alcance de todos. Esta acción con ser positiva, corre el riesgo de
que individuos pequeños traten de poner al General a su misma altura, lo que
puede redundar en una desfiguración del personaje tan grave como la anterior.
La utilización de San Martín para asuntos
descuyunturales no es tan nueva: arranca de Mitre con la decisión de ofrecerlo
como arquetipo de gran soldado, de una gran hombre de honor y de lo que el
autor califica de un flojo político. La operación tuvo éxito porque la
biografía de Mitre es un gran libro y porque la figura del personaje, en si
misma, tiene no solo la grandeza necesaria para resaltar tal imagen sino
también la oscuridad y el recato que hacen falta para fomentar la intriga
primero y después la leyenda.
Pero la consagración de San Martín como figura
mítica no se debió solamente a la labor de Mitre y de otros exegetas
posteriores, sino también y fundamentalmente a la forma que la inseguridad
argentina lo absorbió como un referente en el cual encarnar una idealidad que
no se poseía y que se sabía que no se podía y sobre todo no se deseaba alcanzar.
Representarse a la historia como un cuento de hadas, es de alguna forma,
renunciar a hacerla, y poner a San Martín en un bronce en la cúspide de una
cordillera física y moral era un estupendo expediente para evitar emularlo.
¿Quién podía medirse con su estatura?
La devolución de San Martín y otros héroes del
pasado de nuestro país a la tierra que pisamos es válido y significativo, pero
solo cobrará sentido en el marco de un estudio integral y desprejuiciado de las
fuerzas políticas, ideológicas y económicas a las que el prócer dedicó su
atención y a las que intentó moldear a su manera. De lo contrario se
transformaría en chismografía, en cotilleo que aburriría después de un tiempo.
Cuando no en una disputa entre negadores y afirmadores de mitos paralelos que
intentan llevar, cada uno, agua para su molino. Progresistas y católicos,
militaristas y civilistas, reivindicarán la pertenencia del prócer a su club
exclusivo y se cerrarán a cualquier consideración que aborde la complejidad de
una realidad que, para incomodidad de los perezosos o los huérfanos de
conocimiento histórico, no se divide en blanco y negro. Sino se combina en una
infinita gama de matices que varía según las circunstancias.
Que haya sido hermanastro de Alvear, como se dice,
que haya tenido amantes, que haya tomado alguna comisión de armas; que haya
sido masón o que parte de su trayectoria se haya cumplido bajo la tutela
británica, no son cosas que debieran escandalizar, que en partes eran conocidas
o que se desprendan por su propio peso. Y que, en cualquier caso, deben ser
comprendidas en el contexto en que pueden haberse dado, y no intercambiadas
como proyectiles entre quienes sostienen una tesis o las contrarias.
Hoy, bajo la globalización el único escape es la
regionalización, y cuando la explosión demográfica y los modernos medios de
comunicación permiten una acercamiento antes imposible, esa imagen de un San
Martín revolucionario, iberoamericano antes que argentino, real antes que
mítico o místico, deberían emerger entre las canonizaciones del pasado y las
banalizaciones del presente.
Ojalá así sea.*
Por eso, tanto más vacía está la vida de un argentino,
tanto más idolatrará a este militar, al cual se encargaron sus
literarios bobos de endiosarlo: glorificar idolátricamente a su San Martín
suple su falta de personalidad patriotera o dignidad humana. Llamarle Libertador
es declararse esclavo de Satanás y de la idolatría, rendirle culto es
declararse idólatra ignorante de las Sagradas Escrituras. Porque ¡Oigan! Esto
sí es sagrado: las palabras de Dios en la Biblia; las historias de los
próceres no son sagradas, sino, mentiras profanas manipuladas para fortalecer
el ego de los que aman la mentira y no conocen a Cristo, y, conste que esto no
se escribe para humanizar a un prócer,
sino para demostrar lo satánico, mortífero y necio de glorificarlo en
contra de Cristo.
¡Pero yo creo en Cristo! – dirá usted, - pues si cree en
Cristo no se deje marcar por la bestia salvaje del militarismo asesino.
Capítulo 6
Historia en Yapeyú – La ruta
de los jesuitas – La secta de los Sanmartinianos adoran a Tupá, demonio de los
infiernos – Los mataCristo de todos los tiempos glorifican a San Martín – La
campaña libertadora de el Diablo – arquetipo de grandeza moral ¿Un
adúltero? – Máximas para la hija de una
asesino - ¿Por qué se profana la integridad de los próceres - ¿Qué acuerdo
tiene el templo de Dios con el culto a los próceres? – Avidez, codicia, y
adulación a los caudillos anticristos – José de San Martín, símbolo de celos de
los patrioteros argentinos –
Y
|
seguimos un poco más en el pueblo natal de Don
José, el Libertador que no libertó a nadie:
Recostado sobre la orilla del río Uruguay, a 396 Km.
De Corrientes capital, Yapeyú es un lugar donde el visitante parece sumergirse en
el pasado. En la profunda calma de los pueblos de la época colonial, con las
calles de tierra que desemboca en el manso río, añosas arboledas y
arquitecturas generosas en edificios centenarios, la historia despierta.
La antigua Yapeyú nació en 1626 de la mano de los
jesuitas que establecieron una misión junto a la desembocadura del río
Guaviraví, en el Uruguay y creció con el sello inconfundible de la orden
religiosa. Allí nació en 1778 el general José de San Martín.
LA RUTA DE LOS JESUITAS
Además de las ruinas de lo que fue la casa del
ilustre general de la independencia, se conservan otras construcciones de la
general aldea Nuestra Señora de los Santos Reyes Magos de Yapeyú, capital de
las misiones jesuitas guaraníes. Una centenaria iglesia encabeza estos restos y
encauza el corredor de pueblos jesuitas de Corrientes, que, camino a San
Ignacio – en Misiones, - completan La Cruz, Santo Tomé y San Carlos.
Un compacto conjunto de ruinas y museos comparte el
paisaje con centenarios árboles y con un arco trunco, en la plaza del templete
que cobija la casa de San Martín. La iglesia del pueblo, el higuerón que se
alza imponente en medio de la plaza central, la casa de San Martín, el museo
Sanmartiniano, las ruinas jesuíticas y los testimonios de aquel tiempo se
muestran entre un conjunto de casas de corredores y techos de teja.
Pero ese pueblo no solo ofrece reliquias. El turismo
de aventura y rural encuentran aquí un terreno casi virgen. Las caminatas o
cabalgatas por las zonas más agrestes ponen al visitante en contacto directo
con la naturaleza. El espectáculo del silenciosos atardecer a orillas del río
Uruguay es un momento imperdible en este lugar.
Porque en Yapeyú el paso del tiempo no es
importante, aunque el testimonio de su paso rodee con sus atmósfera a cada
visitante.*
¡Vean! Los mismos patrioteros de la secta Sanmartiniana
afirman y dan testimonio con su conducta que Tupá el demonio de los
indios guaraníes y guardián del mítico infierno, es su dios:
Indómitos como la mayoría de los indígenas que habitaban
el territorio del Río de la Plata, los guaraníes ocupaban, en gran parte, el
territorio de la actual provincia correntina. Antes de la llegada de los
españoles, sus vidas transcurrían pacíficamente, dueños como eran de esa
inmensa presencia natural entretejidas por innumerables ríos, lagunas y
praderas.
Como pocas tribus sudamericanas, los guaraníes
estaban constituidos en nación, un conglomerado de decenas de diferentes
tribus, aliadas por amistad o parentesco, que, a su vez, se organizaban en
aldeas. Cada una de ellas la componía de cincuenta a cien familias, con
independiente, gobierno propio y economía particular. Las tribus respetaban a
un cacique cuya autoridad era patriarcal. Pero, por sobre todas las cosas, los
nativos se rendían bajo el poder de Tupá, el todopoderoso, señor de las aguas y
de la tierra, padre de los embalsados, hacedor de las cosas terrenas y del
cielo, gobernante supremo del infierno, dios del bien y del mal, de la belleza
y del amor.
A él, Tupá, estaban destinados sus sacrificios, por
él morían en el combate los guerreros, y a él también, se ofrendaban las cosechas.
No era, pese a todo, la única divinidad. El sol
guaraní, y la luna, y así, también ejercían su benéfico poder, claro que como
dioses menores. Incontables leyendas guaraníes les atribuyen dones relativos a
la fertilidad de la tierra.
Sin embargo, los aborígenes de la tierra correntina
tenían también confianza en su poder creador, y más aún, en el poder que genera
una intensa vida social, lo que suponía, para ellos, la justa distribución de
la riqueza. Prueba de ellos es que sus viviendas (“molokas”) eran una especie
de gran casa colectiva, construida frente a un centro o plaza. Todos trabajan
para todos y eran expulsados de la tribu aquellos que pretendían acumular riquezas.
Pese a este acentuado concepto comunitario, no se preocuparon demasiado por la
comodidad; sus mobiliarios eran reducidos: bancos y mesas muy rústicos, de
madera apenas labrada, y hamacas; en grandes vasijas de barro, a su vez,
preparaban y guardaban sus alimentos. Los restantes elementos que más le
preocupaban al guaraní eran los bastones para marcar el ritmo de las danzas
colectivas, y sus armas características: macana, boleadora, arco y flecha,
infinitamente peligrosas en la guerra e increíblemente útiles para la caza y la
pesca.
Ellos hasta que conocieron otras armas, las que
empuñaron los conquistadores españoles cuando se atrevieron a husmear en la
tierra de los esteros, al decidirse, finalmente, a juzgar a sus primitivos
habitantes.*
Sí, como ignorantes aborígenes adoran a Tupá (que no es
otro que Satanás el diablo) el dios asesino, del cual Cristo dijo con
referencia a los matacristos de todos los tiempos:
Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren
hacer conforme a los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y
no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla
mentira, habla según su disposición, porque es mentiroso y padre de la mentira.
Porque yo, por otra parte, digo la verdad, ustedes no me creen. (Juan 8:44-45).
Y no contentos con glorificar a un asesino adúltero,
inculcan a sus hijos la misma mentira satánica como ésta que tomé de la revista
escolar Billiken:
CAMPAÑA LIBERTADORA DE CHILE
A principios de 1817 el Ejército de los Andes, integrado
por 5.423 hombres, 18 piezas de artillería y 1.500 caballos, comenzó el cruce
de la Cordillera. Para obligar a los realistas a dispersar las tropas San
Martín dispuso que el grueso del ejército patriota, bajo su dirección y la de
O’Higgins y Soler, marchasen por la ruta de Los Patos, y las Heras con la
artillería por la ruta Uspallata. Envió además dos destacamentos por el Sur,
mandada por José M. Lemos y Ramón Freyre. San Martín calculó los días que debía
durar la travesía, y todo su cumplió según las predicciones. Los realistas
fueron atacados en Chacabuco el 12 de febrero de 1817, siendo esta la primera
gran victoria de San Martín en su
campaña libertadora de Chile.
La tropas realistas se retiraron al sur de Chile y
prepararon la resistencia, fortificándose en Talcahuano. El Ejército Unido
argentino-chileno las sitió, librándose combates de Curapaligüe y Gavilán.
También se intentó tomar la fortaleza. Cuando San Martín tuvo noticias de que
los realistas habían recibido refuerzos de Perú ordenó retirarse hacia el
Norte. El 19 de marzo 1818, por la noche, los españoles atacaron por sorpresa,
derrotando los patriotas de Cancha Rayada. Sin dejarse abatir, el general San
Martín organizó las fuerzas y preparó un nuevo embate con los realistas. La
acción se desarrolló el 5 de marzo de 1818 en los llanos de Maipú. Esta
batalla, ganada por al pericia estratégica de San Martín, consolidó la
independencia de Chile y quebró el poder realista en América. Aún en el campo
de lucha, el general chileno Bernardo O’Higgins abrazó conmovido a San Martín y
le dijo: “!Gloria al salvador de Chile!” O’Higgins no había tomado parte en la
acción por haber sido herido en Cancha Rayada.
Pero como aquí – en este libro – se busca la glorificación,
no de Satanás, sino de Cristo, no de la mentira, sino de la verdad, no de la
muerte, sino dela vida, desenmascaramos a la secta Sanmartiniana.
¡Vean! El himno de San Martín dice:
San Martín, héroe magno del Ande, arquetipo de
grandeza moral, tú que diste libertad a tres pueblos, renunciaste a todo por
seguir tu ideal. Soportaste mil trabajos y angustias coronando tu sagrada
labor, y en la hora del triunfo fuiste porque solo quisiste ser un libertador.
Letra y música de Pedro Berutti.
Los corruptos glorifican a los pecadores, los justos los
denuncian.
¿Arquetipo de grandeza moral, un adúltero masón,
traficante de armas? ¡Solo un corrupto elige a tal héroe! Pero lo más popular
de don José de San Martín fueron sus máximas para su hija:
MÁXIMAS PARA SU HIJA
Estas son las máximas redactadas por el general San
Martín para su hija Mercedes Tomasa.
Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los
insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana
para que saliese: “Anda, pobre animal, el mundo es demasiado pequeño para los
dos”.
Ø Inspirarle amor a la verdad, y odio
a la mentira.
Ø Inspirarle a una gran confianza y
amistad pero uniendo el respeto.
Ø Estimular en Mercedes el amor por
los pobres.
Ø Respeto sobre la propiedad ajena.
Ø Acostumbrarla a guardar un secreto.
Ø Inspirarle sentimientos de
indulgencia hacia tados las religiones.
Ø Dulzura con los criados, pobres y
viejos.
Ø Que hable poco y lo preciso.
Ø Acostumbrarla a estar formal en la
mesa.
Ø Amor al aseo y desprecio al lujo.
Ø Inspirarle amor por la Paria y por
la libertad.
¡Já! ¡Humanizar el carácter!
...Y estas máximas están encuadradas junto a la foto de un cañón (instrumento de
homicidio) con el marco de una cordillera nevada. ¡Já!. Quién no fue capaz de
matar a una mosca asesinó a miles de hombres, su pretexto: amor a la Patria!
Pero. ¡Vean! La vocal de la cámara Matilde Gonzales,
furiosa contra el escritor que tuvo el coraje de decir que San martín era
masón, bastardo y traficante de armas, escribió un artículo titulado: “Las
intimidades de los grandes hombres”. (A propósito de una biografía novelada
sobre el Libertador) en el periódico La Voz del Interior, dijo:
LA INTIMIDAD DE LOS GRANDES HOMBRES
Nosotros, los argentinos, somos todavía poco
dispuestos a penetrar en la intimidad de los grandes hombres, como si temiésemos,
que al revelarla, pudieran perder algo de la grandeza que revelan desde a
estatua.
Cuando el historiador o el biógrafo miran hacia la
intimidad, generalmente lo hacen disculpándose de algo que parece una
indiscreción, con una mirada como de reojo, para no ver más allá en la
apreciación de algún rasgo o suceso del personaje; o bien para justificarlo o
aún justificarlo de juicios y críticas, como si el reconocimiento de ellas
sirviera para menoscabar la gloria que mereció por sus virtudes. Esta actitud puede
tener una explicación razonable, atendiendo a la natural sicología de un pueblo
joven y orgulloso, como el argentino, que cuenta en su corta vida con pocos
próceres, de suerte que a los pocos que tiene ha de preservarlos de toda
indignación que acaso los disminuyera.
Pero la revelación de imperfecciones y yerros en
nada puede afectar a una hombre inminente por sus virtudes, a menos de imaginar
que él fuera una sustancia diferente a los demás.
Al contrario un gran hombre es solo un hombre
grande, aunque de mayor tamaño. Gohethe decía: “Los grandes hombres no poseen
sino un mayor volumen. Tienen virtudes y vicios, lo mismo que todos, solo que
en mayor cantidad. Pero la proporción puede ser la misma”. De ahí que sea falso
y mutilador exhibir a nuestro próceres solo por sus virtudes, ocultando o
negando enérgicamente sus fallas o sus debilidades: entonces los hombres se
vuelven de madera o de cartón, y pierden su condición de entrañables, esa
condición conmovedora, la que hace casi milagrosa la presencia de aquellas
virtudes.
El grande hombre no es, en definitiva, sino aquél
que posee en si una mayor humanidad.
Es claro, por lo demás, que cuando digo que es
legítimo y necesario el conocimiento de la intimidad de nuestros grandes
hombres, no estoy justificando, ni de propósito ni de hecho, aquella actitud
innoble del que se pone a hurgar en las desdichas o los extravíos ajenos para exhibir,
triunfante, los secretos ajenos. Esta mirada inmisericorde y maliciosa en la
intimidad cualquiera, es una cosa sucia y mezquina, semejante a la del que
espía por el ojo de la cerradura, del que lee furtivamente las cartas y los
diarios de otros, del que fisgonea en los ocultos recintos en el que el dueño
guarda algo que sólo a Dios y a él pertenecen.
La nobleza de un hombre se define cabalmente por su
actitud ante la intimidad de sus semejantes: quién se detiene respetuosamente
ante ella, o cuando debe considerarla, por su función o por sus tareas, lo hace
con la comprensión y la simpatía que suscitan siempre las desdichas de una alma
digna, ése es verdaderamente un hombre; el otro, el que en la vida de los
grandes hombres como en la de los comunes, se deleita con el conocimiento y la
revelación de intimidades dolorosas, por esto sólo denuncia la bajeza de su
alma, la depravación de su inteligencia.*
No obstante, mi motivo es diametralmente opuesto: como
Josías, amo el libro de la ley y debo destruir toda idolatría existente.
¿O acaso no conoce el relato bíblico?:
Y también todas las cosas de los lugares altos que
había en la ciudad de Samaria, que los reyes de Israel había construido para
causar ofensa, les quitó Josías, y pasó a hacer con ellas conforme a todas las
cosas que había hecho en Betel. Por consiguiente, sacrificó sobre los altares a
todos los sacerdotes de los lugares altos que había allí y quemó sobre ellos
huesos humanos. Después de eso regresó a Jerusalén.
Y también a los mediums espiritistas y a los
pronosticadores profesionales de sucesos y los terafín y los ídolos
estercolizos y todas las cosas repugnantes que habían aparecido en la tierra de
Judá y de Jerusalén, Josías los eliminó, a fin de poder realmente poner por
obras las palabras de la ley que estaban escritas en el libro de Hilquías que
el sacerdote había hallado en la casa de Jehová.
Y resultó que no hubo rey como él antes que él que
se volviera a Jehová con todo su corazón con toda su alma y con toda su fuerza
vital, conforme a toda la ley de Moisés: tampoco después de él se ha levantado
un semejante a él. (2° Reyes 23.19-20, 24-25).
Ahora bien cierta publicación religiosa, dijo sobre la idolatría:
GUÁRDENSE DE TODA CLASE DE IDOLATRÍA
“¿Qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?” (2° Corintios
6:16).
Jehová tiene n templo que no alberga ídolos. Fue
tipificado por el Tabernáculo de Israel que construyó Moisés y los templos que
se construyeron después en Jerusalén.
Aquellos templos representaron “la tienda verdadera” el gran templo espiritual
de Jehová. (Hebreos 8:1-5). Este templo es la provisión que nos hace posible
que nos acerquemos a Dios en la adoración sobre la base del sacrificio del
rescate de Cristo (Hebreos 9:2-10, 23).
Todo cristiano ungido llega a ser “columna del
templo de Dios” al recibir un lugar en el cielo. Una gran muchedumbre” de otros
adoradores de Jehová le “están rindiendo servicio sagrado” en lo que representó
el patio de los gentiles del patio que reedificó Herodes. Por su fe en el
sacrificio de Jesús, disfrutan de una condición justa que hace que se conserven
con vida “a través de la gran tribulación” . (Revelación 3:12; 7:915).
A la congregación de cristianos ungidos que están en
la tierra también se la compara en sentido figurado a otro templo libre de idolatría. El apóstol Pablo dijo lo
siguiente a estos “que han sido sellados con el Espíritu Santo”: “Ustedes han sido
edificados sobre los fundamentos de los apóstoles y profetas, siendo Cristo
Jesús mismo la piedra angular del fundamento. En unión con él, el edificio
entero unido en armonía, va creciendo para ser un templo santo para Jehová. En
unión con él, ustedes también, están siendo edificados juntamente para ser
lugar donde habite Dios por espíritu” (Efe. 1:13; 2:20-22) Los 144.000 sellados
son “piedras vivas que están siendo edificados en casa espiritual para el
propósito de un sacerdocio santo”. (1° Pedro 2:5; Rev. 7:4; 14:1).
Dado que estos subsacerdotes son “el edificio de
Dios”, él no permite que nada contamine el templo (1° Cor. 3:9,16,17)”No
lleguen a estar unidos bajo yugo desigual
- advirtió Pablo, - porque, ¿Qué consorcio tiene la justicia y el desafuero?
¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿Qué armonía hay
entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?
¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?” los cristianos ungidos,
que pertenecen a Jehová el Todopoderosos”, tienen que estar libres de
idolatría. (2° Cor. 6:14-18) Los de la gran muchedumbre también tienen que
evitar toda clase de idolatría.
La idolatría se presenta tanto de modo declarado
como de maneras sutiles. No, no se limita a la adoración de diosas y de dioses
falsos. Es la adoración de cualquier cosa o persona a parte de Jehová, quién,
como Soberano Universal, exige y merece con todo derecho adoración exclusiva.
(1° Cor. 10:7). Examinemos ciertas formas de idolatría que deben evitar los
siervos de Jehová.
SE PREFIGURA LA IDOLATRÍA DE LA CRISTIANDAD
Cuando estaba en el exilio babilonio en el año 612
a. E.C., el profeta Ezequiel tuvo una
visión de las cosas detestables que practicaban los judíos en el tiempo de
Jehová en Jerusalén. Ezequiel vió un “símbolo de celos”. Vió a 70 hombres de
edad madura ofreciendo incienso en el templo. Observó a mujeres llorando por un
dios falso. Y contempló a 25 hombres adorando al sol. ¿Qué significaban estos
actos de idolatría?
Las cosas detestables que Ezequiel vio en visión
prefiguraron la idolatría de la cristiandad. Por ejemplo, el dijo: “!Mire!, al
norte de la puerta del altar estaba aquél símbolo de celos en el paso de
entrada. Y Jehová Dios pasó a decirme: ‘Hijo del hombre, ¿Estás viendo que
grandes cosas detestables están haciendo, las cosas que la casa de Israel está
haciendo aquí para que yo llegue a estar apartado de mi santuario?’” (Eze.
8:1-6).
Puede que el símbolo de celos idolátrico haya sido
un poste sagrado que representaba a la diosa falsa que los cananeos
consideraban la esposa de su dios Baal. Prescindiendo que lo que fuera, incita
a Dios a los celos porque dividían la devoción exclusiva que le debían a él, lo
que constituía una ofensa del mandamiento: “Yo soy Jehová tu Dios... no debes
tener otros dioses contra mi rostro. No debes hacerte una imagen tallada ni una
cosa con forma alguna de los que está en los cielos arriba o que esté en la
tierra debajo o que esté en el agua debajo de le tierra no debes inclinarte
ante ellas ni debes ser inducido a adorarlos, porque yo soy Jehová tu Dios un
Dios que exige devoción exclusiva”. (Exodo 20:2-5).
La adoración del símbolo de celos en el templo de
Dios era una de las grandes cosas apóstatas que hacían los israelitas. De igual
manera, las iglesias de la cristiandad están contaminadas con símbolos e
imágenes que deshonran a Dios y dividen la adoración de aquél a quien profesan
adorar. También incita los celos de Dios el que el clero rechace su Reino como
única esperanza de la humanidad e idolatran a las Naciones Unidas, ‘La cosa
repugnante que está de pie en el lugar santo’, donde no debe estar. (Mateo
24:15,16; Marcos 13:14).
Cuando Ezequiel entró en el templo, informó:
“!Mire!, había toda representación de cosa que se arrastra y bestias inmundas,
y todos los ídolos estercoleros de la casa de Israel y la entalladura estaba en
las paredes todo en derredor. Y setenta hombres de la casa de Israel de edad
madura... estaban de pie frente a ellos, cada uno con su incensario en la mano,
y el perfume de el humo del incienso ascendía”. ¡Imagínese! Ancianos estaban en
la casa de Dios ofreciendo incienso a dioses falsos representados por
entalladuras detestables sobre la pared. (Eze. 8:10-12). De igual manera las
iglesias de la cristiandad tienen imágenes de pájaros y bestias salvajes, y la
gente le da su devoción. Además, muchos miembros del clero son culpables de
engañar a las masas al apoyar las falsas teorías de que el hombre evolucionó de
otros animales, subhumanas, en vez de defender la verdad del relato de la
Biblia que dice que Jehová Dios creó al hombre. (Hechos 17:24-28).
A la entrada de la puerta de la casa de Jehová,
Ezequiel vió a mujeres israelitas apóstatas llorando por el dios Tamuz. (Eze.
8:13,14). Para los babilonios y los sirios, Tamuz era el dios de la vegetación
que crece en las épocas de lluvia y muere durante las épocas de sequía. La
muerte de la vegetación representaba la muerte de Tamuz. La cual lloraban sus
adoradores en la época de calores más intensos. Cuando la vegetación crecía de
nuevo en las épocas de lluvia, se suponía que Tamuz regresaba del mundo de los
muertos. A Tamuz se le representaba con la primera letra de su nombre, una tau
antigua, que tenía la forma de una cruz, esto bien puede recordarnos la
reverencia idolátrica que la cristiandad da
a la cruz.
Luego Ezequiel vio a 25 hombres israelitas apóstatas
adorando al sol en el patio interior del templo, una violación de Jehová sobre
el mandato de la idolatría. (Deut. 4:15-9). Aquellos idólatras también
extendían hacia la nariz de Dios una ramita obscena que probablemente
representaba el miembro viril del hombre. Con razón Dios no contestaba sus
oraciones, como no contestará la de la cristiandad cuando busque su ayuda
durante “la gran tribulación” (Mateo 24:21). Del mismo modo que aquellos
israelitas apóstatas adoraban al sol, que le daba la luz, con sus espaldas al
templo de Jehová, la cristiandad también da la espada a la luz de Dios, enseña
doctrinas falsas, adora la sabiduría mundana y tolera la inmoralidad. (Eze.
8:15-18).
Los cristianos evitamos las manifestaciones de
idolatría de la cristiandad, es decir, la Jerusalén antitipica, que Ezequiel
vio en visión. No idolatramos símbolos de deshonra a Dios. Aunque respetamos
las “autoridades superiores” gubernamentales, nuestra sujeción a ellas es
relativa (Rom. 13:1-7; Marc.12:17; Hechos 5:29). Damos nuestra devoción sincera
a Dios y a su Reino. No sustituimos a Dios y a su creación por la evolución,
(Rev. 4:11). Nunca adoramos a la cruz ni idolatramos el intelectualismo, ni ninguna
otra clase de sabiduría mundana (1° Tim. 6:20,21). También nos guardamos de
todas las demás formas de idolatría. ¿Cuáles son algunas de ellas?
OTRAS CLASES DE IDOLATRÍA
Los cristianos no idolatran a la simbólica “bestia
salvaje” con el resto de la humanidad. El apóstol Juan dijo: “Vi una bestia que
ascendía del mar, y tenía diez cuernos y siete cabezas y sobre sus diez cuernos
tenía diademas... todos los que moran en la tierra la adorarán” (Rev. 13:1-8).
Las bestias pueden simbolizar “reyes” es decir, potencias políticas (Daniel
7:17; 8:3-8; 20:25*). De
modo que las siete cabezas de la simbólica bestia salvaje son potencias mundiales, a saber, Egipto,
Asiria, Babilonia, Medo Persia, Grecia , Roma y la potencia binaria
angloamericana de Gran Bretaña y los Estados Unidos de América. El clero dela
cristiandad muestra gran falta de respeto a Dios y al Cristo al conducir a
idolatra al sistema político de Satanás “el gobernante de este mundo”. (Juan
12:31). No obstante como cristianos que apoyan el Reino, los siervos de Jehová
rechazan esta forma de idolatría. (Santiago 1:27).
El pueblo de Dios tampoco idolatra a las estrellas
del mundo del entretenimiento y de los deportes. Después de hacerse cristiano,
un músico dijo: “La música para divertirse y para bailar... puede despertar
deseos incorrectos. El artista canta sobre la felicidad y la ternura, una
cualidad que muchos oyentes tal vez piensen que falte en su pareja. Muchas
veces el cantante, se identifica con lo que está cantando. Esta es una de la
razón por la cual algunos de los cantantes que conozco son los favoritos de la
mujeres. Una vez que uno se ha sumergido en este mundo de fantasía, puede
terminar idolatrando al artista. Quizás empiece de una manera algo inocente:
pidiéndole una autógrafo como recuerdo. Pero algunas personas llegan a
idealizarlo, y al ponerlo en un pedestal, lo convierten en un ídolo, quizás
cuelguen de la pared una fotografía de
esa estrella y comiencen a vestirse y arreglarse de la misma manera...
los cristianos tienen que tener en cuenta que la adoración solo pertenece a
Dios”.
Sí, solo Dios merece adoración o culto. Cuando Juan,
‘cayó para adorar delante de los pies del ángel’, que le había mostrado cosas
asombrosas, esa criatura espiritual rehusó ser idolatrada de forma alguna, y
dijo: “!Ten cuidado! ¡NO hagas eso! Yo simplemente soy coesclavo tuyo y de tus
hermanos que son profetas, y de los que están observando las palabras de este
rollo. Adora a Dios”. (Rev. 22:8,9). El temor a Jehová, es decir, nuestra
profunda reverencia a él, nos impulsa a darle adoración exclusiva (Rev. 14:7).
De esta manera, la verdadera devoción piadosa nos libera de la idolatría (1°
Tim. 4:8).
La inmoralidad sexual es otra forma de idolatría que
los siervos de Jehová rechazan. Saben que: “Ningún fornicador, ni inmundo, ni
persona dominada por la avidez – lo que significa ser idólatra – tiene herencia
alguna en el reino de Cristo y Dios”. (Efe. 5:5). La idolatría está implicada
por el deseo vehemente de placer ilícito se convierte en un deseo de devoción.
Los deseo sexuales impropios pueden arruinar las cualidades piadosas de la
persona. Al inclinar los ojos y oídos a la pornografía, la persona puede dañar
la santa relación que tiene con Jehová, el Dios. (Isaías.6:3). Por eso, para
guardarse de esta clase de idolatría, los siervos de Dios tienen que evitar la
pornografía y la influencia demoníaca de la música. Necesitan adherirse a los
fuertes valores espirituales que se basan en las Escrituras y mantener puesta
“la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en
verdadera justicia y lealtad”. (efe. 4:22-24).
EVITE LA EVIDEZ Y LA CODICIA
Los cristianos también se guardan de la avidez y la
codicia, que son formas de idolatría muy parecidas. La avidez es ansia deseo
vehemente, pero cuando el objeto de la avidez pertenece a otra persona, se
convierte en codicia. Jesús advirtió sobre la codicia, y habló de un hombre muy
rico y codiciosos que al morir no pudo sacar provecho de su riqueza, y que se
encontraba en la lamentable situación de no ser “rico para con Dios”. (Luc.
12:15-21). Pablo aconsejó bien a sus compañeros de creencias: “Amortigüen a los
miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a la codicia, que es
idolatría”. (Colo. 3:5).
Las personas obsesionadas con el amor al dinero, la
mucha comida y bebida o la ambición de poder convierte esos deseos en sus
ídolos. Pablo dijo que la persona ávida es idólatra y ni heredará el reino de
Dios (1° Cor. 6:9, 10; Efe. 5:5). Por consiguiente, las personas bautizadas que
practican idolatría al demostrar avidez pudieran ser expulsadas de la
congregación cristiana. Sin embargo, podemos evitar la avidez si evitamos el
consejo de las Escrituras y oramos con fervor. Proverbios 30: 7-9 dice: “Dos
cosas te ha pedido Jehová Dios. No las retengas de mi antes que mueras. Aleja
de mi la falsedad y la palabra con mentira. No me des ni pobreza ni riqueza.
Déjame devorar el alimento preescrito para mi, para que no llegue a estar
satisfecho y niegue y diga: “‘¿Quién es Jehová?’ y para que no llegue a parar
en la pobreza y realmente hurte y acometa el nombre de mi Dios”. Ese espíritu,
o actitud, nos ayudará a guardarnos de al avidez y de la codicia idolátricas.
GUÁRDESE DE IDOLATRARSE A SÍ MISMO
El pueblo de Jehová también se guarda de idolatrarse
a si mismo. En este mundo es común que la gente se idolatre a si misma e
incluso que idolatren a su propia voluntad. El deseo de conseguir fama y gloria
hace que muchos obren con tortuosidad. Quieren hacer su voluntad, no la de
Dios. Pero no podemos disfrutar de una buena relación con Dios si nos
idolatramos a nosotros mismos procurando de manera sinuosa salirnos con la
nuestra y enseñoreándonos de los demás. (porv. 3:32; Mateo 20.20-28; 1° Pedro
5:2,3). Los seguidores de Dios nos hemos separados de las cosas solapadas del
mundo (2° Cor. 4:1,2).
En vez de buscar fama el pueblo de Dios obra en
exhortación con lo que dijo Pablo: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o
cualquier otra cosa hagan todas las cosas por la gloria de Dios”. (1° Cor.
10:31). Como siervos de Jehová, no insistimos idolátricamente en hacer las
cosas a nuestra manera, sino que con gozo hacemos la volunta divina, aceptando
su guía.
MANTÉNGANSE EN GUARDIA
Como el pueblo de Jehová, no nos inclinamos ante
ídolos materiales. No guardamos también las formas sutiles de idolatría. En
realidad tenemos que seguir evitando toda forma de idolatría. Por ello,
actuamos conforme al consejo de Juan: “Guárdense de los ídolos”. (1° Juan
5.21).
Si usted es siervo de Jehová, use siempre su
conciencia moldeado por la Biblia y sus facultades perceptivas. (Heb. 5:14). De
ese modo el espíritu idolátrico del mundo no lo contaminará, sino que será como
los tres hebreos fieles y los leales cristianos primitivos. Dará devoción
exclusiva a Jehová, quién le ayudará a guardarse de todas las formas de
idolatría.*
Pero el mundo religioso – o seglar – está podrido en
idolatría ¡Vean!
La avidez de dinero por parte de los Testigos de Jehová es
tal, que venden la Palabra de Dios por todo el globo terráqueo, y su
devoción por los líderes humanos pasó por delante de Dios, como símbolo de
celos, un grupo de corruptos e inmorales a los cuales endiosan y dan el título
honorífico de: “Cuerpo Gobernante”. (Esto en oposición a: Mat. 10:8, 23:8-12).
Ø Los evangélicos tienen como símbolo
de celos a la pagana demoníaca trinidad.
(Cristo fue creado por Dios Apoc. 3:14).
Ø Los mormones a José Smith.
Ø Los adventistas a Elena G. De
White.
Ø Y los patrioteros argentinos tienen
para provocar a celos a Jehová, a un militar guerrero: ¡José de San martín!.
Capítulo 7
Los caprichos del agua y los esteros del Iberá –
Corrientes es cuna de idolatrías – El señor de la muerte y el señor de la
esclavitud – Fiestas patronales en Valle Lindo y culto a San Martín con sabor
criollo – Cuanto más te irrites contra este libro... – Por que no escribo para
la seccion “cartas de los lectores” – Don José (carta 1) Don José (carta 2) –
Lo novelesco de San Martín – Iluminati vive en la oscuridad – Un genio poseía a
San Martín -
Y
|
seguimos por tierras correntinas, con nuestro
Jeep 4X4, repartiendo los fogosos Volantes.-plaga, entre toda esa pintoresca y
amable gente.
Anclada en el sector nordeste del país,
aproximadamente entre los 27 y 80 grados longitud y los 59 y 60 de latitud
oeste, Corrientes se caracteriza, sin duda, por sus extensas fuentes hídricas
superficiales, articulada en un dilatado sistema de bañados, lagunas y una
apretada red fluvial, cuyas aguas provienen de las abundantes lluvias.
El río Corrientes atraviesa la provincia por el
medio y la divide en dos regiones: la zona occidental, con una superficie
relativamente plana y algunas ondulaciones, que son, a veces, apenas
perceptibles, y la zona oriental que presenta, por el contrario, territorios
quebrados que son prolongaciones de la sierras misioneras.
El 65% de los cursos de agua de esta provincia
pertenecen a la cuenca del río Paraná, que se extiende sobre más de 650 Km. En
su tramo correntino. Sus costas son escarpadas barrancas de tierra roja que se
elevan hasta los 30 m. De altura. Sus principales tributarios son los río Santa
Lucía, Guayquiraró y Corrientes.
El Uruguay (“río de los caracoles” en idioma
guaraní) baña, a su vez, 436 kilómetros de costas correntinas, sus riberas
altas y escarpadas, cubiertas de vegetación subtropical, están cortadas, de
trecho en trecho por profundas zanjas que sirven de desagüe a los grandes bañados que se extienden sobre la zona
delimitada del río.
Aproximadamente un millar de lagunas cubren el
territorio correntino, en especial el oeste, el norte y el centro de la región, alimentando con sus
aguas numerosos arroyos y ríos. El espejo líquido de las once lagunas principales ocupan una
superficie de 300 kilómetro cuadrados.
Si las aguas que ocupan Corrientes asumen formas
caprichosas, provocando fenómenos inéditos en la Argentina, no son menos
sorprendentes los hechos que generan otras aguas, estancadas estas, como
tierras móviles. En efecto, los esteros correntinos (34 en total), con más de
1.500 kilómetros cuadrados de superficie no solo configuran un rasgo geográfico
peculiar; dan vida a uno de los más inimaginables misterios de la naturaleza,
y, entre ellos, los que se agrupan bajo la denominación de Iberia atraen más
que ninguno, porque sus pantanos salvajes desatan un mundo subyugante,
olvidado.
En los esteros del Ibera la vida transcurre como
hace cientos de años. La tierra desolada, invadida subrepticiamente por las
aguas del Paraná, forman los misteriosos embalsados de la laguna, desparramados
a lo largo de una extensión irregular, cuyos límites son Ituzaingó ( pueblo
ubicado la norte de Corrientes, casi en su límite con misiones) y Mercedes,
fuerte localidad ganadera que se laza en el centro de la provincia.
Una fauna primitiva acorralada por los cazadores
solitarios, y una vegetación lujuriosa y tremenda que surge del agua y se
precipita y envuelve de forma caprichosa a las embarcaciones que se atreven a
penetrar en el estero, son todo el paisaje con el que se puede tropezar. Un
mundo hostil, agresivo, de donde es fácil encontrar un rumbo pero cesa
imposible desandarlo para volver a tierra firme.
La caza del yacaré en las noches sin luna, la pesca
de sábalos o dorados a punta de lanza (“fija” como la llaman los habitantes del
estero) y la persecución de carpinchos o nutrias son las actividades
remuneradas de los pobladores el Iberá, una comunidad cada vez más reducida,
temerosa – de “los fantasmas que pueblan las profundidades de la laguna”.
Son hombres de piel renegrida, tímidos fuera del
habitad pero “amor” del Iberá, donde fuerza y coraje son las armas imprescindibles
para vivir. Tal vez no sumen más de cincuenta familias. Nadie lo ha podido
establecer estadísticamente. Viven aislados, inmersos en este mundo primitivo.
Y allí se quedan, dominados por un amor a la tierra natal.
Ellos creen fielmente en los misterios del estero.
Respetan la leyenda del “monstruo” de la laguna. En efecto, en algunas noches
suele oírse en la laguna un ruido ensordecedor. Las intrincadas malezas, los
juncos gigantescos, guardan un intrincado misterio sobre esos sonidos
guturales. La mitología popular le atribuye poderes maléficos al temido
personaje de los esteros. Otros pobladores, menos supersticiosos, y algunos
cazadores avezados dan su versión, más cercana a la realidad: los ruidos
provendrían de una animal extinguido en otras partes del mundo, casi milenario,
totalmente inofensivo: el gigantesco sapo toro.
Las leyendas del Iberá se transmiten oralmente de
padres a hijos.
La magia de los esteros da magia para que sus
habitantes que moldean las orillas crean
con firmeza en la veracidad de los cuentos. Sin embargo, más allá de estas
historias, de belleza incomparable, se esconde otra realidad: la económica. Los
esteros del Iberá son un obstáculo insalvable para la comunicación, configuran
un desierto verde, impenetrable. Su extensión e inutilidad asfixian la economía
de la provincia.
Existen, sin embargo, proyectos magníficos. Dos al
menos: desecar los esteros o convertirlo
en un inmenso lago de características únicas en el mundo, propicio para la
navegación.
De aplicar uno de ellos, corrientes se transformaría
radicalmente. En principio se beneficiaría una zona de 3.000 kilómetro
cuadrados que, con sus cien mil habitantes rodean las orillas del estero del
norte a sur, y abarcan cinco departamentos que albergan a su vez, a cinco millones
de cabezas de ganado y producen 30 toneladas de arroz 2000 de yerbas y 600 de
té por año.
Mientras ello no suceda, en el Iberá seguirán
creciendo el miedo y la incredulidad de un pueblo que piensa por ejemplo, que
las islas cambian de lugar en los esteros y las plantas acuáticas devoran a los
hombres, o que la yarará paraliza con su mirada a los intrusos y la piraña
despedaza a los nadadores.
Es así como el clima de una región, la naturaleza,
determinan las creencia y la cultura de los habitantes. Y por supuesto las
condiciones que originan los fenómenos demográficos.*
Pero ¡Miren! A medida que avanzábamos en esta improvisad
obra misional por las tierras de San Martín, me quedaba más que estupefacto
ante el poderoso espíritu de idolatría de los correntinos.
Los correntinos dicen que su tierra es el paraíso al
revés. Afirman que los fuegos llamean en las entrañas de Corrientes y que el
diablo sueña en los sueños de los hombres. Pero están seguros, también, de que
la naturaleza más huraña y escondida (la Corrientes selvática, de los esteros,
la de los pantanos) a veces refleja, como un espejo todo el portentoso poder de
la vida. Por eso cuando los correntinos hacen fructificar los cítricos, cuando
buscan su rumbo por el camino del tabaco o cuando inflaman de energía los
arrozales, sienten al mismo tiempo esas dos energías de su tierra: el fervor,
la vida, la creación que significa impulsar el desarrollo económico de la
provincia, y la desazón, el temor a los misterios del clima, a los caprichos
violentos de la naturaleza.
No es casual,
entonces, que en este “país caliente como un rayo lleno de árboles mojados”
(como lo exalta el poeta Francisco
Madariaga) todo el ritmo productivo y la vida
de los hombres que trabajan estén vinculadas directamente con ciertas
creencias fantásticas.
No resulta novedosos: en muchos lugares del interior
argentino (y, virtualmente, en la mayoría de los países latinoamericanos) se
cree que hay seres con poderes sobrenaturales que dominan el destino del
hombre. Sin embargo, no siempre esas criaturas son tan escalofriantes como el
señor de la muerte.
Su forma es la representación clásica de la muerte:
un esqueleto sentado, o de pie, que a menudo lleva una guadaña. Tanto en
Corrientes como en muchos poblados del nordeste argentino, millares de seres le
rinden un culto semisecreto.
El señor de la muerte – también llamado San Muerte –
es amado, temido, premiado, castigado, invocado para bien o para mal. El
preside el destino de centenares de personas de los ranchos del interior
correntino, combina sus amores, les guarda del peligro, les hace ganadores en
el juego o les quema su cosecha. A él se le pide riquezas o salud. El, a veces
ordena miserias o enfermedad. O sirve para vencer a un enemigo que, al decir
que los lugareños, si es “señalado por el conjuro, se seca y muere”.
Si lo que se quiere es protección para los cultivo,
basta con tener una imagen del extraño santo en el altar de la casa, cubierto
por un paño negro. Lo importante es que el santo haya sido bendecido por lo
menos siete veces por un sacerdote cristiano.
Centenares de milagros se le atribuyen, millares de
velas arden a su alrededor. Pero no es la única criatura fantástica que puebla
la imaginación de los correntinos. Junto a él conviven “la mujer crucificada” (una versión femenina
de Cristo), San Son (representado por un cazador montado sobre un tigre),
Lamodei (un misterioso hombrecito que se talla comúnmente en palo santo y que
lleva una tabla en la mano derecha y un puñado de plata en la izquierda, para
asegurarles ganancia a los jugadores), Santa Catalina (la que quita caer en
prisión) o San Alejo (el señor del amor)
Pero ninguno ha sido tan endiosado como la muerte en
la campaña correntina. Es el señor de los malos y los buenos matrimonios, el
que obliga al ladrón a devolver su hurto; el que es invocado por los “cuatro
vientos del mundo”. Y ninguno como él puede decir entonces, cuando una cosecha
será buena o mala, cuando habrá que venderla, cuando el ganado se incrementará:
esas preocupaciones vienen a cuenta porque, en Corrientes, agricultura y
ganadería, son los pilares de la economía del territorio. Y si bien no es real
que una figurita esquelética pueda decir sobre la economía, debe reconocerse
que los lugareños, por la inestabilidad a la que se ven obligados a vivir,
tienen a veces que recurrir a elementos, para seguir subsistiendo. Es que
quizás en ninguna otra parte como en Corrientes resulta tan difícil lograr que
la producción agropecuaria progrese de
acuerdo con las necesidades de sus habitantes. Y menos aún en el sector
industrial, por cuanto su desarrollo se encuentra virtualmente estancado. Pese
a todo, el esfuerzo de la provincia por mantener un ritmo sostenido de
evolución económica es intenso y no se resiente ante las dificultades que le
plantean sobre todo, su hoy desfavorable ubicación geográfica. Es más: los
correntinos han sabido domesticar palmo a palmo sus tierras más rebeldes,
convirtiéndolas en praderas propicias para cierto cultivo o para pastoreo del
ganado.*
¡Já! Reí de pronto, culto al señor de la muerte y culto al
señor de la esclavitud: el culto a San Martín, un héroe asesino, no puede menos
que llevar a la muerte, como se lee en Apocalipsis:
Pero en cuanto a los cobardes y a los que no tienen
fe, y los que son repugnantes en su suciedad y los asesinos y los
fornicadores y los que practican espiritismo y los idólatras y los mentirosos
su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Es decir la muerte
segunda (Apoc. 21:8).
Y, ¡Vean! Tan pronto como pensé en estas cosas me vino a la
memoria el argumento del Volante-plaga N° 132 “Fiestas patronales en Valle
Lindo”:
El pueblo de Mburucyá (Valle Lindo) festeja el día
de su santo patrono San Antonio de Padua, a cuyo acto acude el señor gobernador
de la provincia, su comitiva, invitados y personas de todos los rincones,
usando para trasladarse toda clase de vehículos: automóvil, tren, carreta,
sulky y en mayor cantidad en caballo.
El día 15 se celebra una solemne misa y a la tarde
procesión del santo patrono dentro del pueblo, recorriendo varias calles
céntricas. En los actos oficiales para los “caté” hay almuerzos y cena, y el
baile en el Club Unión o el Obrero; en cambio el “pueblo” va a las “carpas”
levantadas a orillas del poblado que abarca una manzana. La municipalidad
autoriza a levantar esos albergues y cantinas hechas de pirí, previo pago de
una tasa.
Allí hay “vendaje” es decir, se expenden bebidas y
se preparan comidas a la minuta, permitiendo diversión o juegos populares el
bobo o el choclón, tabla, naipes, lotería de cartón y también se baila. El
visitante antes de llegar allí, a cinco cuadras percibe un murmullo producido
por distintas voces, de desafíos, demandas, carcajadas, música de variados
sones y hasta gruñidos de perros. Allí, la gente pasea, se saludan, se cruzan,
compran que comer y lo hacen caminando y otros beben de pie sus cañitas. (Felix
Coluccio)
San Antonio es un ídolo que el populacho (la gente
común y la “culta”) usan como excusa para adorarse a si mismas ¿Cómo es
esto? A los famosos jinetes de la procesión de San Antonio ni se les pasa por
la cabeza adorar al Dios Verdadero en una procesión. Su único y real motivo es
exhibirse egolátricamente con sus ropajes gauchesco de gala y el chapeado de
los arneses de sus caballos, si en verdad hubiesen, pensado alguna vez en
adorar a Dios, hubieran leído en el Éxodo 20:4-5: “No debes hacerte una imagen
tallada”.
Y obedeciendo al apóstol Juan, huirían bien lejos de
las fiestas patronales de los pueblos católico. (Juan 5:21) pero, ¡Ay, sucede
que la gente culta hace lo mismo!
1)
Los Católicos Romanos tienen como culto al Papa, así es como se adoran
a si mismos, imaginándose que son mejores que el resto de los humanos, ¿Adorar
a Dios? Si lo hubiesen hecho, habrían sabido que Cristo prohibió las jerarquías
cuando dijo Mateo 23:8-12: “No llaméis padre vuestro a nadie que esté
sobre la tierra, porque uno es vuestro Padre el que está en los cielos”.
2)
Los Evangélicos tienen un ídolo: el reformador o el pastor herético, al
cual siguen...solo para adorase a si mismos, creer se los únicos salvados los
únicos creyentes, los únicos con los dones del Espíritu Santo... si en vez de
adorase a si mismos, hubieran pensado solo un minuto en adorar al Creador,
sabrían que Cristo es el hijo de Dios, creado por Dios (Apoc. 3:14) y no
creerían disparates como la trinidad, el fuego del infierno, etc. (Ecle.
9:5-10; Eze. 18:4-20).
3)
Los Testigos de Jehová tienen un
ídolo: el Cuerpo Gobernante, que es un grupo de viejitos apóstatas apartados en
Nueva York. Usan ese ídolo para adorarse a si mismos, para creerse dueños
absolutos de la verdad, limpios, honrados, de apariencia personal impecable...
si en algún momento hubieran considerado la idea de adorar a Jehová, no serían
mercachifles de la Palabra de Dios, ya que esto está condenado en las Sagradas
Escrituras (Mateo 10:8; Hech. 8:18-24; Apoc. 22:17), etc.
Los que no disciernen a Cristo no se contactan con
el Creador, se fabrican becerros de oro – caudillos, líderes o imágenes de
“Santos patronos” – estos son la excusa para llevar una vida libertina y
desordenada, lejos de la obediencia a Cristo (Exo. 32:1-14). No participe de
las fiestas de los apóstatas de Valle Lindo. Adore al Creador por medio de
Jesucristo. Desasóciese y sálgase de entre los relajados. (2° Cor. 6:14-18).
Pero, ¡oigan! ¿Comparamos a la idolatría de San Martín con
la idolatría de los Católicos? Compare usted con esto:
UN HOMENAJE A SAN MARTÍN
Un desfile de gauchos y números escolares pusieron color patriótico
junto al nogal histórico. Las actividades típicas terminaron hoy en el predio
de San Clemente.
Con jinetes y carros de la época en las calles,
además de comidas con sabor criollo y destrezas gauchas, Villa Allende y Saldán
comenzaron ayer a vivir su homenaje al Libertador San Martín, de cuya muerte se
cumplieron 150 años el jueves último.
Numeroso público se acercó a presenciar una
celebración que empezó ayer en Saldán y terminará hoy en Villa Allende.
“El ideal sanmartiniano era hacer de nuestro
continente una sola patria”, recordó en un breve discurso un alumno del
Instituto Secundario General de San Martín, y de primario “17 de agosto”, ambos
de Villa Allende, refiriéndose al proyecto ambicioso del Libertador.
El acto principal se realizó junto al nogal
histórico de Saldán, con presencia de autoridades de ese municipio y de Villa
Allende, y de representantes del Gobierno provincial.
Al igual que el jueves pasado, en la plaza San
Martín de esta capital, ayer hubo discursos oficiales en el aniversario de la
muerte del héroe máximo de nuestro país, ocurrida en el 17 de agosto de 1850 en
Francia.
Con motivo del feriado largo, los actos más festivos
se trasladaron al fin de semana y finalizaron hoy en Villa Allende.
Vestido con trajes de época, los alumnos recitaron
poemas, bailaron la huella y el gato, y entonaron la marcha de San Lorenzo.
Una cantidad considerable de público se dio cita en
el paraje saldeño, mientras que del otro lado del arroyo montaron guardia los
gauchos de la federación provincial.
ASPÍRUTU CRIOLLO
Tras reiterar el juramento al prócer los jinetes,
desfilaron por las avenidas de Villa allende en dirección el predio de San
Clemente, donde hubo comidas típicas, juegos y carreras criollas.
Todos agradecieron al cielo que hubiera amainado el
calor de días anteriores, y que una leve llovizna se depositara sobre la tierra
seca. La frescura dispuso para la gran peña y fogón de anoche, en la carpa
levantada por la agrupación Posta de Farías.
El número de hombres y mujeres de a caballo, que
llegaron hasta Villa Allende, no excedió los 200, aunque se esperaban unos 400.
“Pasa que estas reuniones ahora se hacen en todas
partes”, reconoció la representante de la agrupación 20 de junio, de barrio
Congreso de esta ciudad. “Yo me vine sola, y los demás partieron par Monte
Cristo, que también hacen una fiesta grande”.
Aunque se viene celebrando desde hace dos década,
más precisamente desde el último gobierno militar, la conmemoración
sanmartiniana ha ido creciendo e imponiéndose con los años.
Ayer, en los tablones de San Clemente reunieron a
gente de todas las clases y edades, para saborear el mismo plato descartable de
locro y chimichurri.
Así, pudo verse por ejemplo, al abogado Buteler
departía ayer con Jacinto Sánchez, “domador de Mendiolaza, y payador
profesional”.
En Saldán descansó San Martín en el invierno de
1814, y la leyenda quiere que fuera allí que concibiera el futuro cruce de los
Andes. Lo que queda del nogal es un monolito; muy discutido estéticamente.
A esta altura del año, el tema viene a realimentar
una cuestión de límites de Villa allende, para los habitantes de ambos lados
del departamento Colón, a solo 30 kilómetros al norte de esta capital, la puja
es parte de la anécdota. O similar a otras localidades del interior.*
¿Vió? ¿Vió? ¿Vió que no exagero?
Ahora bien, la razón por la que mucha gente se enfureció
con la aparición el libro “Don José” (que denuncia a este prócer como un vulgar
corrupto, fornicador y traficante de armas) es, precisamente porque, su culto a
sí mismos se vio desnudado y expuesto a los ojos de todo el mundo.
Sí, ¿Y qué no harán cuando lean este libro que hoy estoy
escribiendo?
No se extravíe usted, lector: cuanto más se enoje y se
irrite contra estas escrituras es porque usted es tanto más
Ø Falso.
Ø Hipócrita.
Ø Ególatra.
Ø Torcido.
Ø Etc.
¿O.K.?
pero, ¡Já! Los idólatras se indignaron tanto con la
publicación del libro “Don José”, que les destruyó el ídolo, (demostrando que,
en realidad los Sanmartinianos son:
Ø Fanáticos.
Ø Idólatras.
Ø Sectarios.
Ø Hipócritas. )
...que llenaron páginas y páginas de los diarios en las
secciones “cartas de los lectores” cada cual tratando de volver a edificar el
objeto de culto idolátrico que el inesperado Josías seglar destruyó, mandando
cartas tras cartas.
¡Vean! Hoy elegí dos cartas publicadas en la sección “La
voz de la calle”, del periódico cordobés “ La Voz del Interior”. (Ah, ¿y saben
porqué no expongo ni publico mis opiniones en esta sección del popular diario
mediterráneo?) pues, ¡Miren! Hace ya muchos años, cuando se debatía la ley del
divorcio en la república Argentina, envié una carta a esta sección del
periódico...
¡Oh!
Me cortaron la parte que desenmascaraba con textos
bíblicos el error del catolicismo.
Después de eso, una media docena de mujeres (¿Cuándo no?)
escribieron a esa sección con oscuros argumentos, tratando de desacreditar la
Palabra de Dios, lo cual, me recordó aquellas mismísima palabras del Dios de
los Ejércitos:
“¿Quién es este que está oscureciendo el consejo con
palabras sin conocimiento?” (Job 32:8 – N. M.).
Además un pastor evangélico, que es periodista, afirmó que
ese, como todos los periódicos del país, está dirigido por fanáticos de la
secta católica “Opus dei” (por la reacción de estos periodistas, creo que lo es
en verdad... pero ¡Me fui por las ramas!
Voy a comentar dos de estas cartas. Preste mucha atención:
DON JOSÉ 1
Señor director:
Como modesta contribución a la polémica suscitada
con respecto a una publicación de una novela histórica de José de San Martín,
máximo prócer argentino con proyección sudamericana, aporto las siguientes
consideraciones:
1-
La novela histórica goza de la “licencia” literaria que se acepta desde
siempre en las obras de ciencia ficción.
2-
La condición de novela histórica, la obliga a no alejarse mucho de la
realidad o hechos conjeturales del personaje que trata, en consecuencia ninguno
debe sentirse ofendido por alguna aseveración contenida dentro de un género
que, como su nombre lo indica, no deja de ser “novelesco”.
3-
Entre las tradiciones peruanas, conocida y magna obra de Ricardo Palma
acerca de los avatares del Virreinato en Lima, se aportan detalladísimos
datos que corroboran los enredos de
faldas de San Martín y Bolívar, “el Libertador”
y “el Protector”, respectivamente. Comprensible dado que si ambos,
siendo hombres jóvenes, encontrándose a miles de kilómetros de sus hogares. Y el
avión aún no se conocía.
4-
Muy triste sería comprobar que el enojo de muchos a raíz de la
publicación de este libro dado que en el mismo se sugiere que San Martín habría
sido hijo de una indígena y de un español, y por lo tanto mestizo. Sentirse
ofendido por ello, delata el racismo subyacente.
5-
San Martín debe ser admirado por su razón de miras, su capacidad
militar, y sus acciones trascendentes como hombre público, todo lo cual
configura su grandeza, y no por los hechos tragicómicos y anecdóticos que toda
existencia humana encierra. Alberto E. Moro.
COMENTARIO:
Lo novelesco (y lo digo para todos los que entienden
todo al revés, y como dijo Isaías...
¡Hay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo
es bueno, los que ponen luz por oscuridad y oscuridad por luz, los que ponen
los dulce por lo amargo y lo amargo por lo dulce!. ¡Hay de los que son sabios a
sus propios ojos, y discretos aún frente de su propio rostro! (Isaías 5:20-21 –
N. M.)
Repito, lo novelesco es
pintar a un fornicador común como si fuera un ejemplo de moral, o a un
asesino como a un héroe.
¡Vean! El abogado José María Olceste, escribió acerca de Don
José:
Sintetizo los principales mensaje del homenajeado,
simplemente por sus títulos, 1) el esfuerzo, 2) la generosidad, 3) la modestia,
4) la honestidad, 5) la trascendencia de
la educación, 6) la defensa de la libertad y los derechos del hombre, 7) la
unidad nacional, 8) la unidad latinoamericana, 9) el renunciamiento, 10) el
mensaje a los militares argentinos.*
¡Já! ¡Esto si que es realmente novelesco! una novela es
una mentira: el culto a San Martín solo lo llevan a cabo los
hipócritas y los mentiroso simuladores de rectitud. ¿O.K.?
DON JOSÉ 2
Señor director:
¿A quién puede importarle de quién fue el óvulo que
luego diera la existencia de un ser llamado San Martín?
¿Alguien puede considerar como relevante, su fecha y
lugar de nacimiento, o como estaban ubicados los astros en ese momento, o si
sus padres eran biológicos o si los recogieron en un orfanato?
En estos detalles insustanciales solo se interesan y
suelen indagar individuos de vuelo muy bajo, seres despreciables y sarcófagos
que, al igual que los buitres, han nacido par hurgar entre la carroña. Son
aquellos que nunca podrán diferenciar entre la donaire del águila de la torpeza
del sapo.
Viven, porque lamentablemente aquí en la patria de
San Martín, tienen mercado y clientela para su venta; clientes que se nutren y
se solazan con la miseria humana; hombres pequeños a los cuales es inútil
hablarles de lo excelso, lo sublime y lo eterno.
No lo entenderían, los consumidores de esta
literatura son en su mayoría personas con una mísera y primitiva formación,
mentalidades de poco alcance y alma minusválida. ¿Cómo podrán entonces
comprender que San Martín fue grande y único por sí mismo y por mérito propio,
por sus obras y trascendencias de ellas, por lo inmenso de su sacrificio y
abnegación, por su humilde y patriótico renunciamiento?
Desgraciadamente existe cada vez una más gruesa capa
social que parecería que odiara todo lo que significa, excelencia, virtud y
superación, menos mal que aún quedamos muchos para quienes la figura del
libertador seguirá siendo para siempre como ese fino diamante que, por más que
quieran empañarlo, nunca perderá su gran valor.
Después de valorar sus conductas y sus obras, ¿A
quién podrá importarle su genealogía, o si nació en cuna de oro o en un
canasto?
A menos que sea poca cosa ser uno de los más grandes
genios militares de la historia, adalid de la libertad americana, numen de la
independencia y el mayor perdurable hombre de la patria. Guillermo Luis
Iluminatti.*
¡Já! Para colmo este tío se llama Iluminatti,
(Iluminado) no obstante, si justifica los asesinatos en masa de un prócer
guerrero, vive en total oscuridad. La Biblia asevera: “El que odia a su hermano
está en la oscuridad”, la razón es que el odio es homicida, y el
principal homicida e instigador de las guerras, es el gran homicida Satanás el
Diablo, ¿O me argumentarán que Cristo asesinó a ejércitos completos por amor?
¡Já! De un enceguecido idólatra fanatizado cabeza hueca,
cerebro de mosquito que pretende llenar el vacío de personalidad con la magia
de el culto a un ídolo, ¡Se puede esperar cualquier cosa! No obstante, son los que promueven y toleran la idolatría
de un corrupto los verdaderos corruptos carroñeros comedores de basura: la
enseñanza patriotera escolar, idolatría, es la basura espiritual y la carroña
histórica que le lavó el cerebro a todos los de la secta Sanmartiniana del
país. ¿O.K.?
¡Oigan! ¡Excelso y sublime sólo es Jehová! ¡Sólo él es
digno de culto y reverencia!
¡Oigan! Solo los que idolatran a San Martín son los que
desprecian la excelencia, la virtud y la superación, son los que odian la luz y
la medran en las cloacas fétida de la adoración de los demonios. (1° Cor.
10:20).
San Martín no fue un fino diamante, jamás, solo una piedra
de tropiezo para los ególatras extraviados, los cuales, ellos mismos empañan al
idolatrarlo y glorificarlo anticristianamente.
En una sola cosa don Iluminatti acertó: en que San
Martín era un genio, es un genio, estaba poseído por un genio, es decir,
por un vil demonio astuto que bien sabe hacerse adorar por los tontos y los
ignorantes. (porque, ¡Vean! Genio es un demonio, según el diccionario, Genio =
“Deidad de los antiguos gentiles, engendradora de los elementos y fuerzas de la
naturaleza” – Sopena, tomo I pag. 1023)
El genio – demonio
- que poseyó a San Martín, desencadenó la idolatría a Satanás,
disfrazado de mensajero de luz, por toda la república Argentina. (1° Cor.
10:20; 2° Cor. 11:14).
Ahora bien, como colofón a este capítulo diré que:
“El propósito crítico de una obra alcanza plenamente
su objetivo cuando ahonda en lo psicológico y ensancha el margen de reflexión
para establecer los conocimientos lo mas cerca posible. De ahí que este escrito
no utilice matices y denuncie sin medias tintas unas realidades... cuando se
embellecen los comentarios, también se oscurecen las ideas. Podría parecer un
análisis despiadado, pero quiere ser un bisturí capaz de limpiar un llaga
profunda y purulenta”
(Los
milenarios/ el Vaticano contra Dios/ pag. 7)
Capítulo 8
Corrientes es vincha agreste – Cánticos de los
fieles guerreros de Jah – Humor 4X4 – El idólatra de personalidades se irrita
contra el satírico irreverente – Los Sanmartinianos son una secta corrupta y
destructiva – Borges y la secta Sanmartiniana – Acordarse ahora de cumplir con
Dios – Cultivar el carácter no recurrir a la magia del ídolo – La soberbia de
los patrioteros enfermizos – San Martín en el pizarrón – El ejemplo destructivo
de los héroes inventados –
E
|
l
horizonte áspero huye hacia la lejanía. Un silencio de plomo cae sobre él.
Vamos por rutas correntinas. Algunos arbustos achaparrados, algunas ramitas de
hierbas aromáticas o paja vizcachera, he ahí lo único que rasga la carretera de
ripio.
Avanza el Jeep 4X4 por subidas y empellones por aquel camino que lleva a los naranjales,
el sol abraza la superficie Sanmartiniana, abraza y madura los cítrus un hálito
que despide la agosta hierba nos atrae hacia delante...
Corrientes, es sinónimo de entrañable impulso y
sentido propio de vivir la vida.
Corrientes, fué vivencias que recogió el mestizo en
el pródigo seno de la india sometida y fue el pujar oculto de la nativa lengua,
creando una decadencia en la recia de castilla. Corrientes fué el asombro, y
después la caricia; después la rebeldía ululada en la guerrilla, y luego, se
hizo encuentro en la luz de los milagros.
Entonces fue presencia, instinto de hombre nuevo que
busca su destino; y al cabo fue conciencia, empuje de la sangre volcada hacia
el futuro. Y entonces fue martirio... y en el tiempo, es Corrientes pregón de
libertades y es luz de Pago Largo, votiva como un cirio. Corrientes es viva
permanencia de un pasado, y de un aromar patricio latiendo en su presente.
Es fuerza misteriosa y designio de su suelo creando lo
inaudito, lo simple, lo imponente.
Es soberbia y es color en el rosa del tajy y es la
insolencia del rancho derruido; es mansedumbre lenta que canta en el chingolo y
es la mirada triste del niño desnutrido. El pétalo, es la orquídea y el caburé
impío: lo leve, lo sangriento; es la quisquillosa altanería del paisano, su
ardor su sentimiento y el ancestral recelo donde perdura el Porá. Y es llama y
es rigor y es la piedad que erige las cruces del camino por la paz del alma del
que manchó un honor; es rito milagrero y creencia en el payé, y es devoción
ferviente postrada en el itaí y es fuerza adormecida que hamaca el chamamé.
Corrientes es vincha agreste y es capa, poncho de flores sobre la piel del
pobrerío, pobreza y canto, desdén, superstición y credo... y es unión del
hombre el suelo, el pájaro y el río.*
Los niños en la parte trasera del vehículo, cantaban a voz
de cuello:
Se oye un estruendo como de carros
brincando por sobre las montañas
es un gran pueblo que va avanzando
con fogoso batallar
Delante de ellos va un fuego devorando
y una llama va quemando a toda la humanidad
delante de ellos todo era como un huerto
pero cuan yermo y desierto todo a su paso quedó
¡fieles guerreros de Dios!
Son los cristianos originales luchando
para establecer la verdad
dolor de parto para los pueblos paganos
que no reconocen a Jah
(coro)
Precipitados toman ciudades corriendo
tan fuerte como ladrón
delante de ellos el sol, la luna
se quedan sin resplandor
(coro)
Y Jehová mismo da une grito de guerra
todos tiemblan de pavor
el que se arrepiente y a Dios se vuelve
constante misericordia y perdón*
Y yo sonreía – a medida que manejaba el Jeep por esas rutas
del sol – por lo que en la revista
“Radar” se publicó:
YO ME PREGUNTO
¿Porqué las 4X4 no tienen 12 ruedas?
Porque cada 2X3 llueve – la magia del Tino Bahía Blanca.
Yo creo que tiene 4. 16 es la sensación térmica – Mónica la resistente.
Tampoco tenemos 16 volantes o 16 asientos, tonto – La Geo, Traker ofendida.
Porque las inventó un gallego y les puso cuatro mientras termina la
multiplicación –
Un cuatrero evadido de la secundaria,
Porque los cien pies no son 10X10 – Elisa, de Laguna Grande.
Porque si tuvieran 16 ruedas no serían 4X4 – Dolores del campo.
Porque si tuvieran 16 ruedas sería 16X16, lo que sería igual a 4X4X4X4,
lo que sería igual a 256 ruedas y sería un 256X256, lo que sería un quilombo – As del volante lo que quieras.
Por una cuestión de costos tampoco le pusimos los 8 paragolpes ni los
cuatro motores que le corresponde – Oscar Toyota, de Tokio.
Porque ojo X ojo diente X diente – La escanógrafa loca. De Belgrano.
Porque hacer las gomas sale caro – el gordo de Michelin.
Después comencé a preguntarme ¿Por qué los argentinos –
especialmente los de la maldita secta Sanmartiniana, - se enfurecen tanto con los que desacralizamos
su ídolo homicida?
En todas las sociedades hacen falta las sátiras y el
humorismo, sólo las dictaduras desprecian su valor. Un gobierno que no acepta
el contraste de pareceres se va transformando poco a poco en una tiranía que no
precisa de las sugerencias de los habitantes, cuya libertad se limita a aprobar
sin emitir opiniones, lo cual equivale a una estatolatría. El gobierno deseoso
de mejorar alienta las críticas y saca provecho de ellas; el gobierno que no
permite la circulación del necesario humorismo ahoga al pueblo en el
abatimiento.
Allí donde anida la sospecha, el rencor y envidia de
los más dotados y preparados, el ambiente, cerrado al aperturismo, se convierte
en tiranuelo. La sátira mesurada equivale a democracia. El déspota obsesionado
con el respeto por la autoridad, es decir, por el culto a la personalidad,
cierra la boca al sátiro irreverente y desacralizador para evitar que lo
ridiculice por medio de la revelación de sus defectos.
Semejantes críticas son un cepillo muy grueso cuyas
cerdas deshilachan las delicadas prendas de los superiores. Fernando II de
Nápoles se encarga el mismo de divulgar divertidos comentarios de su propia
persona para calmar las iras de sus súbditos que, burlándose de él, se calmaban.
La curia romana no suele apreciar la libertad de
expresión. Y de este modo, por temor al ridículo, renuncian a lo sublime para
caer en lo grotesco y, a veces, incluso en lo trágico.
El ridículo pasa por arriba de la ley del silencio
cuando se pactan las formulas del poder.
Sin embargo, el poder de la disidencia, aunque la
practiquen funcionarios encerrados en
compartimientos estancos, posee un valor y alcanza una notoriedad que no es
prudente despreciar.
Los miembros insatisfechos de la curia se refugian
instintivamente en la crítica tal vez exagerada e incluso imprudente. Es un
gran clamor en susurros, como el rítmico zumbido de un enjambre de avispas.
Sin embargo, se trata de polémicas más formales que
esenciales, que no afectan al culto debido a la persona en cuestión, lo cual
sigue adelante como si tal cosa. Es en el cerebro donde hay que hacer las
cosquillas, no en las axilas, decía el cómico Renato Rascel.*
Por eso insisto en que, los Sanmartinianos son una
secta destructiva, peligrosa, y fanática.
Toda idolatría es destructiva, ya que, la Biblia asegura
que los idólatras serán destruidos eternamente en el simbólico fuego que arde
con azufre (Apoc. 21:8).
Los Sanmartinianos “admiran personalidades para su propio
provecho” dan culto idolátrico a Don José de San Martín para cubrir su vacío de
personalidad verdaderamente patriótica y encajan con la descripción que Judas (no Iscariote) hace de los herejes:
¡Hay de ellos, porque han ido en la senda de Caín, y
por la paga se han precipitado en el curso erróneo de Balaam y han perecido en
el habla rebelde de Coré. Estas son las rocas escondidas bajo agua en sus
fiestas de amor mientras banquetean con ustedes, pastores que se apacientan a
sí mismos sin temor: nubes sin agua llevadas de aquí para allá, por lo vientos;
árboles al final del otoño, pero sin frutos, que han muerto dos veces, que han
sido arrancadas de raíz; olas bravas del mar que lanzan como espumas sus
propias causas de vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las cuales la
negrura de la oscuridad queda reservada para siempre.
Sí, también profetizó respecto de ellos Enoc, el
séptimo (en línea) desde Adán, cuando dijo: “!Miren! Jehová vino con sus santas
miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de
todos los impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas impías
que hablaron contra él”.
Estos hombres son murmuradores, quejumbrosos
respecto de la condición que les tocó en esta vida, que proceden según sus
propios deseos, y sus bocas hablan cosas hinchadas, a la vez que están
admirando personalidades en el interés de su propio provecho. (Judas 11-16
– N. M.).
¡Vean! Hay una famosa poesía de Borges (el más idolatrado
de los escritores argentinos) que bien podrían meditar los de la secta
Sanmartiniana:
INSTANTES
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima
trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría
más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría
muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría
más viajes,
Contemplaría más atardeceres, subiría más montañas,
nadaría más ríos, iría a más lugares donde nunca he ido,
Comería más helado y menos habas, tendría más
problemas reales y menos imaginarios.
Yo fuí una de esas personas que vivió sensata y
prolíficamente cada momento de mi vida; claro que tuve momentos felices.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solo
momentos de alegría.
Por si no lo saben, solo de eso esté hecha la vida,
solo de momentos; no te pierdas ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ningún lado sin
el termómetro, una bolsa de agua caliente, y un paracaídas; si pudiera volver a
vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar
descalzo a principios de la primavera y seguiría hasta fines del otoño.
Daría más vueltas a la calesita, contemplaría más
amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
Jorge Luis Borges.-
!Oiga! usted todavía no es tan viejo… usted está a tiempo
de cambiar... no sea que en el futuro (como el escritor ciego) tenga que
lamentar, sí, deje hoy el culto a un prócer asesino anticristo, (¡Don José no
libertó a nadie!, Cristo sí).
¡Oye!
Acuérdate ahora, de tu Creador, en tus días de
mocedad, antes de que procedan a venir los días de calamidades, o hayan llegado
los años en que digas “No tengo en ellos deleite”. Antes que se oscurezcan el
sol la luna, las luces y las estrellas, y hayan llegado las nubes, después el
aguacero; el día en que tiemblen los guardianes de la casa, y se hayan
encorvado los hombres de energía vital, y la mujeres que muelen hayan dejado de
trabajar porque son pocas, y las señoras que ven por las ventanas lo han
hallado oscuro; y las puertas que dan a la calle hayan sido cerradas cuando el
sonido del molino haya sido quedo, y uno se levanta al sonido de un pájaro,
todas la hijas del canto suenen bajo.
También se han llenado de temor de los que es alto,
y hay terrores en el camino. Y el almendro lleva flores, y el saltamontes se
arrastra, y la baya de la alcaparra se revienta, porque el hombre va andando a
su casa de larga duración y los plañidores han marchado alrededor por las
calles; antes que se renueve la cuerda de plata, y que se quebrante el tazón de
oro, y se quiebre el jarro junto al manantial, y haya sido quebrada la rueda
del agua para la cisterna.
Entonces el polvo vuelve a la tierra justamente como
sucedía que era, y el espíritu mismo vuelve al Creador que la dio.
“!La mayor de la vanidades! – dijo el congregador -,
todo es vanidad! (Ecle. 12:1-8. N.M.).
Ahora – hoy – hay que pulir el carácter, pulir y enriquecer
la personalidad, y no tratar de recurrir a la magia idolátrica de glorificar a
un presunto héroe tratando hipócritamente de llenar vacíos de la psiquis.
Es evidente, después de los que hemos dicho, que es
sumamente importante tener para la formación del carácter, un espíritu valeroso
y sufrido. No tan solo es una fuente de utilidad en la vida, sino también de
felicidad. Mientras que, al contrario, se puede considerarla como una de las
mayores desgracias, poseer una naturaleza tímida, y sobre todo cobarde.
Un hombre sensato tenía al costumbre de decir, que
uno de los principales objetivos que se proponía en la educación de sus hijos y
de sus hijas, era no temer nada tonto como al miedo. Y el hábito de no tener
miedo se puede adquirir ciertamente como todos los otros, tales como el hábito
de ser atento, diligente, y hasta festivo.
El miedo es frecuentemente un efecto de la
imaginación; ella nos hace ver males que pueden venir, pero que rara vez
llegan; y por eso muchas personas, capaces de reunir todo su valor para combatir contra peligros reales y
vencerlos, se deja abatir y paralizar por aquellos que son imaginarios. De ahí
proviene que, si la imaginación no es contenida por una disciplina severa, nos
hallamos expuestos a salir al encuentro de las desdichas, a sufrir por
anticipado y a imponernos cargas que nosotros mismos nos creamos.
La educación del valor no es por lo común
comprendida en los ramos de enseñanzas de las mujeres y, sin embargo, es mucho
más importante que la música, los idiomas y la astronomía. En contra de la
forma de ver de Sir Ricardo Steelé, que encuentra que la mujer debe
distinguirse por un “leve temor” y una “inferioridad que la hace encantadora”.
“Nosotros quisiéramos ver inculcado en la mujer la decisión y el valor, como
medio para hacerlas más caritativas, más independientes y mucho más felices y
útiles.
No hay realmente nada que atraiga en la timidez,
nada encantador en el temor. Toda debilidad, sea de cuerpo, sea de espíritu,
equivale a una deformidad, y es todo, menos interesante. El valor es gracioso y
digno: en tanto que el miedo, de cualquier modo que se manifieste, es mezquino
e impulsivo. La mayor ternura y la dulzura más grande, se puede aunar con el
valor. Ary Scheffer, el gran artista, escribía un día a su hija: “Querida hija;
trata a todo trance, de tener buen ánimo, y que tu corazón sea tierno: son esas
las verdaderas cualidades de la mujer. Cada uno de nosotros debe estar
preparado para los disgustos de la vida, y no hay más que un modo de hacer
frente al destino, sea que nos traiga beneficios o dolores, es necesario
saberlo recibir dignamente; jamás debemos perder el valor, porque eso sería lo
peor para nosotros y para aquellos a quienes amamos. Luchar, luchar, ahora y
siempre, tal es la herencia de la vida”.
En las enfermedades y las aflicciones, nadie sabe
quejarse mejor que las mujeres. Y su valor a lo que respecta al corazón es
soberbial.
Oh, femmes, c’esta a tort qu’en vous nomme timidez,
a la voix de vos coeurs vous étes intrepidez.
La experiencia ha demostrado que la mujeres pueden
soportar tan bien como los hombres las más duras calamidades; pero no se hace
los bastante para enseñarles a dominar los temores pueriles y las
contrariedades frívolas. Todas esas pequeñas miserias, cuando uno se deja
llevar de ellas, truécanse en sensiberias enfermizas, y se convierte en el
tormento de la vida, manteniendo a sus víctimas y a todo lo que hay a su
alrededor en un estado de mal estar crónico.
El mejor correctivo para esa dispensación de ánimo,
es sana disciplina moral e intelectual. La pureza intelectual es tan precisa
para el desarrollo del carácter de la mujer como para la del hombre. Le da la
capacidad indispensable para tratar los negocios de la vida, y la presencia de
espíritus que le permite obrar con vigor y de un modo eficaz en los momentos de
grandes dificultades. El carácter en la mujer, como en el hombre, será en todo
caso el mejor guardián de la virtud, el más firme apoyo de la religión y el
mejor correctivo del tiempo. La belleza física pasa pronto: “pero la belleza
del carácter y del alma, adquieren nuevos efectos cuando más envejecen. *
Por otra parte, ¡oigan! ¿Qué carácter adquieren los niños argentinos
con un ídolo guerrero, masón, mujeriego, traficante de armas?
¡Já! Algunas viejas desubicadas e idólatras de al ciudad de
La Falda, enloquecidas porque mis hijos no corrían bajo el sumidero de la
destrucción de los que asisten a las satánicas escuelas públicas se tiraban
histéricamente de los cabellos diciendo:
¡Pobres chicos, como los hacen sufrir ¡
¡Já! Pero ¡como hacen de sus hijos objeto de destrucción y
befa eterna al colocarlos en ese camino
resbaladizo que lleva al lago que arde con fuego donde todos los idólatras
serán destruidos!
Más su soberbia no los deja ver más allá de sus narices.
Por ninguna excusa devuelvas mal a tu prójimo, no
marches por el camino de la soberbia; la soberbia es odiosa al Señor y a los
hombres; para los dos es delito de opresión; el imperio pasa de nación a nación
a causa de la violencia y la soberbia.
¿Por qué se ensoberbece el polvo y la ceniza si aún
en vida se pudren sus entrañas? Un achaque ligero, y el médico perplejo: hoy
rey mañana cadáver.
Muere el hombre y heredan gusanos, lombrices,
orugas, insectos.
Esencia de la soberbia es rebeldía humana que aleja
al corazón de su Hacedor; pues el pecador es aljibe de insolencias y fuente de
planes perverso: por eso Dios le envía plagas y castigos hasta que acaba con
él.
Dios derribó del trono a los soberbios y puso sobre
él a los oprimidos; el Señor borró las huellas de los pueblos y los destruyó
hasta los cimientos; los borró del suelo y los aniquiló y borró su apellido en
la tierra.
No es digno del hombre la insolencia, ni la crueldad
del nacido de la mujer.*
Las maestras – sacerdotisas del demonio de la guerra,
homicidio en masa – dicen: “Sus libros son excelentes...pero está equivocado”
¡Claro o destruyen la idolatría en su corazón o destruyen
al predicador que les advierte del pecado!
-
No
es forma de predicar esa, - me suele decir un paria inmoral y pobre como una
rata, que solo por sentirse algo en la comunidad corrupta, incursiona en la
política y conforma el “consejo de vecinos”, proponiendo de continuo nuevos
proyectos tratando de edificar lo que Cristo está destruyendo – con el tiempo
te vas a dar cuenta. Por favor mirá el programa ‘Edificar’ de la TV. Y aprendé.
-
¡Já!
– reí - ¿Edificar el mundo del diablo? Al contrario, mi programa es “empujar
para que se autodestruya”.
-
¿Qué?
-
¡Mira!
Allí arriba hay un dios, ese dios es el dios de
Ø Los comerciantes.
Ø Los políticos.
Ø Los religiosos.
Tú sirves a ese dios. Ese dios es Satanás el diablo. Pero
¡Oye! Por encima de este dios podrido, está el trono del Dios verdadero. Los
que de verdad aman la justicia y la verdad, lo hallan, y no confunden la verdad
con la mentira.
Niños criados en colegios patrioteros son cegados por un
ídolo fabricado y falso como San Martín, y, con su mente
Ø Programada
Ø Estupidizada
Ø Empequeñecida,
¡Já! Dan respuestas confusas como estas:
EL PIZARRON
San martín en la imaginación de los escolares.
Alumnos de la Escuela Mariano Moreno de Alberdi:
Ø Me imagino a San Martín como una
gran héroe (Lucía García 6° A).
Ø Nuestro Libertador (Costanza 6° B).
Ø Lo veo con mucha fe y muy generoso
(Agustín 6° A).
Ø Un hombre bondadoso (Miguel 6° B).
Ø Creo que fue un amigo de sus
soldados (Guadalupe Ramírez 6° B).
Ø Martín se convirtió en un “héroe” a
través de los años (Agustín Bazán 6° A).
Ø Me lo imagino que no era un hombre
capaz de matar a otro hombre (Nahuel 6° B).
Ø Creo que fue un hombre fuerte y
valiente y con mucha sabiduría (Emiliano Merlo 6° A).
Ø Fué amable (Noelia 6° A).
Ø Un hombre que amó a su patria
(Fernando).
Ø Fué un gran patriota y me gustaría
que aún estuviera presente (Mayra Romina 6° A).
Ø Un hombre responsable y respetuoso
(Baniria Cataldo 6° A)
Ø Me lo imagino a un héroe y a un hombre de bien (Eva Giambiastani).
Ø Un hombre que amaba a su patria más
allá de sus intereses personales (Carlos 6° A).
Ø Un hombre muy inteligente (Daiana
6° A).
Alumnos del Colegio San Martín de barrio San Martín
Ø Se casó con Remedios de Escalada
(Elisa 5° B).
Ø El santo de la espada que tiene
dignidad (Jacqueline Mayra 5° B).
Ø Era un hombre que no le importaba
el dinero (María 5° B).
Ø Quería mucho a su hija (Sofía 5°
B).
Ø Me gusta mucho como lucha (Alberto
Mansilla 5° B).
Ø Me gustaba la batalla de San
Lorenzo (Christopher 5° B).
Ø Le gustaba pelear por su patria
(Rubén 5° B).
Ø Rechazaba la plata (Eliza 5° B).
Ø Era responsable de sus necesidades
(maría 5° B).
Ø Se casó el 11 de septiembre de 1812
(Sofía 5° B).
Ø Su madre era Gregoria Matorras
(María 5° B).
Ø Su padre se llamaba José de San
Martín (Alberto Mensilla 5° B).
Ø Era un hombre solidario y defendía
a los demás (Maximiliano Pomba 5° A).
Ø Era un hombre muy bondadoso (Rubén
Chavez).
Alumnos del Colegio Juan Mantovani de Argüello.
Ø Era un militar (Joaquín 3° B).
Ø Cruzó los Andes (Juan 3° B).
Ø ¿Cómo se murió? ¿Porqué defendió
tanto a su patria? (Andrés 3° B).
Ø San Martín perdió en Cancha Rayada
y ganó en San Lorenzo (Luis Santiago de Cara).
Ø San Martín libertó a Argentina,
Perú y Chile (Luciano Piola 3° B).
Ø San Martín fué una muy buena
persona porque salvó a muchas personas (Clara Presman 3° A).
Ø San Martín fué un gran héroe
Azul(...).
Ø San Martín fué una persona muy valiente
(Catalina 3° A).
Ø ¿Por qué nos libertó de los
españoles? (Andrés 3° B).
Ø La hija se llamaba Mercedes (Nicol
3° A).
Ø San Martín cruzó los Andes y tardó
22 días en cruzarlos (Andrés Rodrigo Pisciolar 2° B).
Ø San Martín salvó a la Argentina
(Santi 2° A).
Ø San Martín salvó a Córdoba y lucho
en los Andes (...).
Ø San Martín fue un héroe y libertó a
su patria (Sofía Morón 3° B).
Ø ¿Por qué cruzó los Andes? ¿Quién
eligió que sea militar? (...).
Ø San Martín cruzó los Andes para
obtener la libertad (Valentín Rubín 2° B).*
Un hombre bondadoso no usa armas, ya que está escrito:
“Oyeron ustedes que se dijo “Tienes que amar a tu
prójimo y odiar a tu enemigo. Sin embargo yo les digo: continúen amando a sus
enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de
su Padre que está en los cielos, ya que el hace salir su sol sobre inicuos y
buenos y hace llover sobre justos e injustos. Porque si aman a los que los
aman, ¿Qué galardón tienen? ¿No hacen también las mismas cosas los recaudadores
de impuestos? Y si saludan a los hermanos solamente, ¿Qué cosa extraordinaria
hacen? ¿No hacen también las mismas cosas las gentes de las naciones? (Mateo
5:43-47).
San Martín no era, por ende, bondadoso, era cruel y
asesino, sembrador de violencia, corrupción y mentiras: era capaz de asesinar a
miles de hombres. El amor a la patria era solo una excusa para disfrazar su
mente sanguinaria y su posesión Satánica ávida de homicidios.
“Ustedes proceden de su padre el diablo, y quieren
hacer los deseos de su padre. Ese era asesino cuando principió, y no permaneció
firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira,
habla según su propia disposición, porque es mentiroso y padre de la
mentira”(Juan 8:44).
No era un santo, un santo jamás podría usar una espada. El
honor reverente que se le tributa a San Martín parte de una premisa falsa y
mentirosa urdida por Satanás. La regla bíblica es:
Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su
lugar. Porque todos los que toman la espada por la espada perecerán” (Mateo 26:
52).
¡Já! ¡Un gran héroe azul! ¡Pobres chicos!
Al menos los “héroes” y superhéroes de ficción: son eso: de
ficción; San Martín es un héroe anticristo y corruptor... como Rodrigo, como
Maradona, como los Beatles, etc.: su ejemplo es degradación y corrupción.
San Martín no salvó a nadie. San Martín no
libertó a nadie:
El mismo lo testificó al huir al exilio, fracasado,
desengañado, equivocado, como Judas Iscariote solo le faltaba colgarse de un
árbol y reventar.
Luego de que San Martín asesinó a miles de soldados
creyendo que eso liberaba el país de corruptos esclavizadores españoles, tuvo
que huir avergonzado y fracasado al ver que este puesto, el de esclavizadores
corruptos, lo tomaban caudillos argentinos
que, inspirados en la avidez de la sangre derramada que les dejó San
Martín, comenzó la guerrilla entre criollos argentinos que, solo por
avidez de poder controlador – lo que
criticaron en los españoles – y se asesinaron entre ellos, entre hermanos...
No obstante, lo que se les debe enseñar a los niños en las
escuelas es que, todos los
hombres del mundo – sean de la nacionalidad que fueren – son nuestro prójimo,
son nuestros hermanos.
El culto a San
Martín es una treta que justifica el asesinato del prójimo sí éste vive
del otro lado dela frontera.
¿O.K.?
Capítulo 9
Madrugada en Yapeyú – Somos
los 300 de Gedeón – ¿Se inclina usted ante Baal-San Martín? – Argentino ¿s
sinónimo de patriotero idólatra? – Hallé un nuevo libro de ¡La ley de Cristo! –
Ignorantes, corruptos e idólatras son los que defienden a San Martín – No
chismes de viejas, no intromisión en la vidas privadas – El nombre de San
Martín se pudrirá – Teología bíblica no es novela histórica –
E
|
n la
calle de tierra los faroles aún encendidos se confunden con la luz de la
mañana. Un gallo quiebra apenas la quietud de casas blancas y arboledas. En
este pueblo casi no hay paredes de menos de 100 años, algunas, como burlando un
pasado de invasiones y saqueos, fueron levantadas sobre los restos de los muros
de las misiones jesuíticas. En Yapeyú las paredes hablan y el pasado se
confunde con el presente. Como la tierra roja cuando se recuesta sobre la
margen del río Uruguay y recuerda al niño que aquí nació. Que luchó por la
libertad y venció. Al hombre que se llamó José y no marchó a la gloria, sino al
exilio, y empecinado en un sueño renace y se niega a dar por terminada la
historia.
En este pueblo correntino hoy viven poco más de
2.000 personas, el doble que el último censo en el ’90 y un cuarto de los
censados en 1775, cuando el teniente José de San Martín fue designado
gobernador del lugar por Carlos III, rey de España, que seis años antes había
expulsado a los jesuitas, “Somos pocos porque aquí hay pocas fuentes de
trabajo, por eso los jóvenes e van, lamentablemente – explica Cesar Burlett,
auxiliar de la farmacia del Hospital Daniel Walter Bergara – la agricultura
está totalmente parada, esta era una zona netamente arrocera. Había cuatro
arroceras que ocupaban a mucha gente. Hoy no quedan ni las familias se fueron en
el ’75, lo mismo pasa con los aserraderos; de los tres que había solo queda
uno”.
El pueblo, con una gran mayoría de empleados
estatales, tienen esperanzas en las perforaciones que se están haciendo para la
explotación de aguas termales y la extracción de agua mineral. En la provincia
intervenida, el 14% de los correntinos no tienen trabajo y el 45% vive con dos
pesos diarios.
Yapeyú, originalmente llamado Reducción de los
Santos Reyes Magos de Yapeyú, fue fundada por los Padres de la Compañía de
Jesús el 4 de febrero de 1626: de las treinta reducciones que se elevaron en
territorio guaraní, era la ubicada más al sur, sobre la ribera oriental del río
Uruguay en la confluencia del Guabirí. Comprendía entonces 39 manzanas. Hoy
tiene una extensión de 8 cuadras de norte a sur y 7 de este a oeste. La Avenida
del Libertador, por la que se ingresa al pueblo, es la única asfaltada. No hay
colectivos de línea, aunque si una parada de micros. Por sus calles de tierra
se ven además de autos, hombres a caballo. Un animal medianamente bueno cuesta
cerca de los $ 400 y no todos lo tienen o lo pueden mantener. Hector Duarte, de
25 años, vive de changas y está preocupado porque “a mi yegua no puedo ponerle
herraduras. Me cuestan $ 40 y ahora no los tengo”, dice el muchacho, que se
define como gaucho.
En 1778, cuando nació José de San Martín, Yapeyú
comprendía 18 estancias que sumaban 8.560 caballos, entre otros animales. Hoy
la Sección de Regimiento de Granaderos de Yapeyú tiene solo dos, y tal vez como
un reflejo de esta realidad, el Padre de la Patria no tiene en su pueblo un
solo monumento ecuestre.
La fuerza de
regimiento está integrado por 22 hombres; 13 son los que custodian la casa del
Libertador en dos turnos, todos los días de año, en el Museo del Regimiento, el
sargento ayudante José Luis Medina, padre de cuatro hijos, cuenta una de las
formas de hacerle frente a la crisis económica “Con 50 pesos y sin exagerar
hago el surtido del mes... en Brasil, en los francos me voy 70 kilómetros hasta
Paso de los Libres y cruzo a comprar Uruguayana”. Es una de la miles de
personas que cruzan todos los días a Brasil
o a Encarnación, en el Paraguay, y hacen en la frontera colas hasta de 3
horas para poder comprar, entre otros productos aceite brasileña a $ 0.80 el
litro o – viviendo en una de las zonas más yerbateras del país – yerba
paraguaya $ 1 el kilo.
La sigla CCCOR (Certificado de Cancelación de
Corrientes) no le gusta a ningún correntino: así se denominan los tristemente
conocidos bonos. Con ellos se les paga el treinta por ciento del sueldo a los
empleados estatales y el 40 por ciento a los jubilados. En el año 98 y el 99,
los aguinaldos de mayo y junio se pagaron íntegramente en bonos.
“En algunos supermercados aceptan solamente el 30
por ciento en bonos, en otros comercios directamente no aceptan o no dan vuelto
en pesos”, explica con un bono en la mano, el capitán Orlando Rubén Cordón, a
cargo del destacamento de Granaderos de Yapeyú. “A este lugar histórico no se
lo conoce lo suficiente, la costa del río Uruguay está muy olvidada. Me parece
muy bien que traigan chicos a conocerlo, además crearán fuentes de trabajo”,
dice Cordón refiriéndose al proyecto de la Secretaría de Turismo de alojar a
120 chicos por semana en los próximos meses.*
Luego que repartimos los Volantes-plaga por el pequeño
pueblo, nos retiramos para almorzar junto al Jeep y a la sombra de unos viejos
gualeguay, y los niños cantaban:
¡Somos los 300 de Gedeón!
¡Somos los selectos de Jesús!
no nos inclinamos delante de Baal
¡servimos a Dios de corazón!
Derrotaremos a Madián
gran hueste de Satán,
cristianos falsos a temblar
los esforzados vencerán
Por Jehová y por Gedeón
por Jesucristo y por Jehová
hoy ya triunfa la vedad
del cristianismo original
Con una tea y un jarrón
a los impíos venció Gedeón,
quebrantaremos el corazón
iluminados con la luz de Dios.*
¡Los Baales! ¿Se inclina usted ante San Martín-Baal? Un Baal
es un ídolo una oposición a Jehová. Sería dramático y desesperante el que nadie
se inclinara ante ese ídolo repugnante.
Pablo nos consuela al citar del Antiguo Testamento:
“Jehová, han matado a tus profetas, han excavado tus
altares, y yo solo quedo, y buscan mi
alma”.
Sin embargo, ¿Qué le dice la declaración formal
divina? “He dejado que me queden siete mil hombres que no han doblado las rodillas
delante de Baal”.
De este modo, por lo tanto, también en la época
presente ha quedado un resto que se debe a una selección gracias a la bondad
inmerecida, ya no se debe a obras; de lo contrario, la bondad inmerecida ya no
resulta ser bondad inmerecida.
“Más que dice la respuesta divina (o el oráculo)”.
Es este el único pasaje donde éste sustantivo se halla en el Nuevo Testamento,
pero el verbo se halla varias veces (Mat. 2:12-22; Luc. 2:28; Act. 10:22).
1° Reyes 19:18, citado libremente. Baal o Bel era
una divinidad a la cual los israelitas idolatras le dieron frecuente culto,
particularmente en la época de los últimos reyes. Se encuentra este nombre con
artículo ora masculino, como aquí en el original, ora femenino, como en la
versión griega que cita el apóstol, porque este ídolo representa al mismo
tiempo se cree, el sol y la luna. No adorar a Baal en estos tiempos tenebrosos,
era permanecer fiel a Dios verdadero; y
aún en los días de Elías que, en su desaliento se creía solo, había siete mil,
de esos fieles de Israel. Prueba de que Dios no ha desechado a su pueblo y esta
es la conclusión que saca el apóstol para la época en la que vivía (ver. 5).*
¡Vean esta confesión de culto idolátrico a Baal-San Martín:
VIDAS PARALELAS
Señor director:
San Martín y Favaloro fueron los dos mejores hombres
de nuestra historia. Esto sea dicho teniendo en cuenta que para ser el mejor en
un país se necesita reunir las siguientes condiciones:
1) Entregarse a un quehacer el
servicio de los demás.
2) Ser exitoso rebasando las fronteras
nacionales.
3) Carecer de ambiciones personales
que apunten a la conquista del poder, del dinero o de la figuración,
demostrando poseer un ego pequeño y un corazón grande.
4) Poseer una capacidad de renuncia
que demuestre que el que hacer es más importante que la propia persona.
5) Contenerse en la nobleza del
silencio.
San Martín después del alejamiento de Pueyrredón en
1819, fue abandonado por el gobierno de Buenos Aires, y Guayaquil prefirió la
renuncia y el silencio, y su muerte en el exilio. Favaloro, que también fue
abandonado, optó por la renuncia. Exiliando su mente y su corazón en el
silencio.
Quisiera saber si ha existido otro argentino que
haya reunido estas cinco cualidades en similitud de importancia y pureza –
Jorge Nihoul.*
Favaloro es un médico que se suicidó.
“El suicidio es el culto al yo llevado al extremo”.
Cuando leí esta carta creí que era una sátira. ¡Já! Ser importante o grande por
ser exitoso rebasando las fronteras de
las naciones...
¿No importa si el famoso es
Ø Mujeriego
Ø Masón
Ø Bastardo
Ø Alcohólico
Ø Opiómano
Ø Etc.?
Que estas son las cualidades, que según otro vocero de “La
voz de la calle”, García Hamilton denunció en Don José, el falso libertador:
DON JOSÉ 1)
Señor director:
No estoy de acuerdo con José Ignacio García
Hamilton, y repudio lo expresado en varias afirmaciones que hizo en su
conferencia y antes en su libro Don José, la vida de San Martín, después de
leer el libro y después de escuchar llegué a la conclusión que no es argentino
o seguramente hay otras cosas detrás de él para desprestigiar y pretender
manchar la vida de nuestro héroe máximo el General José de San Martín. Hace
caso de dimes o diretes pueblerinos y
chismes de conventillo, tal como podemos interpretar y leer las palabras
finales de su libro. Una deducción lógica con la cual él reconoce que ha
plasmado, en las letras, las patrañas de algunas gentuzas sin haber investigado
la veracidad de las mismas.
El General San Martín fue un hombre, un ser humano,
que como tal tenía defectos y errores. Esconde su animosidad, sus malas
intenciones caratulando a su libro como novela histórica, donde puede dejar
correr su imaginación sucia creyendo vilipendiar la memoria de nuestro héroe,
Padre de la Patria. La vida privada de una persona, de un muerto que no puede
defenderse, debe ser respetada como lo haría toda persona bien nacida. Nadie
podrá quitar de nuestra memoria a nuestro héroe, el brillo lo trascendente, y
la gloria de su epopeya. A pesar de su enfermedad, hasta cruzó los Andes en
camilla, sacrificándose, no por si mismo, sino para cumplir un mandato interior
que le imponía el deber primero de luchar contra Chile cruzando los Andes
¡empresa ciclópea! Y luego por la liberación americana.
No puedo dejar de transcribir las palabras de
Olegario V. Andrade: “San Martín no morirá tu nombre/ ni dejará de resonar un
día/ tu grito de batalla/ mientras haya en los Andes una roca/ y un cóndor do
su cúspide bravía”. – Ana Matilde Regazzoli de Ramacciotti.
¡Já! Yo – el que esto escribe soy argentino – o
acaso, ¿Argentino es sinónimo de patriotero idólatra?
Al tratar de desprestigiar – no trato, San Martín ya está
desprestigiado por lo que hizo, y más desprestigiados los que lo veneran
idolátricamente – lo que hay en mí, solo es, celo por la verdad bíblica, y
desprecio por los ídolos, tal como lo manifestó Josías.
¡Já! No puedo dejar de recordar al petimetre Elton Deanne,
misionero de la Sociedad Watchtower, (Testigos de Jehová) que furioso me decía:
“Usted Filippa no es el rey Josías”.
No ¡Já! – no lo soy – pero como Josías he hallado el
libro de la ley de Jehová, o más bien el libro de la ley de Cristo que los
apóstatas curas católicos taparon con ritos extraños y cultos satánicos.
El libro de la ley de Cristo dice:
Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y
son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, prácticas de
espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, alteraciones,
divisiones sectas, envida, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a
estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como
ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(Gáltas 5: 19-21 – N. M.)
Hijitos guárdense de los ídolos. (1° Juan
5:21).
Pero en cuanto a los cobardes, y a los que no tienen
fe, y a los que son repugnantes por su propia inmundicia y asesinos y
fornicadores, y los que practican espiritismo, y los idólatras y todos
los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. esto
significa la muerte segunda. (Apoc. 21:8).
Veamos un poco la historia de Josías:
Rey de Judá (ca. 639 – 609 a.C.), coronado por el
pueblo a los 80 años de edad, después que
su padre Amón, fue asesinado. Los relatos de los libros de los reyes
concuerdan en señalar a Josías como el más recto de los reyes de Judá. Debido
sin duda a los graves problemas que tenía Asiria con sus enemigos en el
oriente. Josías pudo conquistar rápidamente las antiguas provincias del reino y
liberarse en gran parte de su tutelaje de los asirios. Josías extendió las
fronteras de su reino hasta alcanzar los límites que el reino unido había
tenido en el tiempo del reinado de David, con quién lo compararon los
cronistas.
Paralelamente con sus conquistas territoriales,
Josías emprendió una reforma religiosa de grandes alcances e implicaciones
políticas considerables. Esta reforma tuvo como principal objetivo extirpar del
pueblo de Judá las practicas cananeas y la veneración de diversas
divinidades extranjeras. El hecho de que abarcara también las provincias
del Nilo muestra que ya Josías había conquistado ese territorio.*
Y ¡Oiga! El motivo por el cual escribo esto – que no le
confundan los hipócritas, los patrioteros apóstatas y los tontos – es que
usted, amable lector, también halle el libro de la ley de Cristo y la
cumpla. Ese libro es la Biblia.
No propongo, para destruir ese asqueroso ídolo que es San
Martín, dimes y diretes ni chismes de viejas de pueblo, ¡Ojo! Lo que aquí
propongo como pruebas, son las verdades bíblicas pisoteadas por los
Ø Ignorantes
Ø Los corruptos
Ø Los idólatras
Que solo estas tres clases de personas están en las sectas
y las iglesias organizadas:
1)
Los
ignorantes, que son los que sufren torturas mentales en las organizaciones
místicas.
2)
Los
corruptos, que son los que se jactan de ser muy religiosos o muy argentinos por
el solo hecho de idolatrar a un asesino.
3)
Los
idólatras, que no han comprendido que Dios es espíritu y los que lo adoran
deben hacerlo con espíritu y con verdad (Juan 4:24).
Luego están los idealistas que pecan por falta de guía
correcta, a estos Cristo llama y dice:
“Salgan de ella pueblo mío, si no quieren participar
de sus pecados, ni recibir parte de sus plagas”. (Apoc. 18:4).
Un ser humano tiene errores y defectos O.K.
pero aquí no critico los errores y defectos de la imperfección humana
– cosa que todos padecemos a causa del pecado de Adán. – expongo los errores
de conducta moral y doctrinal que, de no ser corregidos, llevarán a
los practicantes de dichos errores a la ¡Muerte eterna!
No es la intromisión en la vida privada de un muerto que no
puede defenderse lo que hago. ¡No! – además aunque San Martín estuviera vivo, tampoco
podría defenderse de lo que la palabra de Dios dice de los que matan ferozmente
a su prójimo.
Si el nombre de San Martín no muere, será a causa
del hedor de sus asesinatos y sus asesinatos será dicho proverbial por
todas las generaciones, tal como está escrito: “!El nombre de los impíos se
pudrirá!”
Su grito de batalla, solo fue eco de la voz de Satanás,
gran opositor de estas Palabras de Jehová:
Y muchos pueblos ciertamente irán, y dirán: “Vengan
y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob: y él nos
instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus caminos”.
Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Dios. Y ciertamente dictará
el fallo entre las naciones y enderezará los caminos respecto a muchos pueblos.
Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arados y sus lanzas en podaderas. No
alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. (Isaías
2:3-4- N.M.).
¿O.K.?
Y, ¡Já! He aquí otra carta delirante y desubicada:
DON JOSÉ 2)
Señor director:
Deseo hacer algunas reflexiones sobre la entrevista
realizada al señor José Ignacio García Hamilton, autor el libro Don José, la
vida de San Martín.
Así como el refrán reza “las buenas noticias no son
noticias”, puede decirse que la buena historia no es historia, o en todo caso,
que la buena historia no vende. De esta forma, podemos comprender que mucha
gente se sienta atraída a un libro que pinte a un San Martín masón, alcohólico,
y opiómano que por la imagen aséptica de la realidad. En este sentido, el libro
de García Hamilton se publica en la cadena evolutiva, un peldaño más arriba que
los folletines amarillistas que airean semanalmente la vida (otrora) íntima de
personas presuntamente famosas.
Por otro lado cito un párrafo de la entrevista:
“Además, se tomó como modelo a dos militares, San Martín y a Belgrano, pese que
en el siglo XIX los dos próceres máximos habían sido Mariano Moreno Y
Bernardino Rivadavia, dos civiles”. Tal declaración no merecería comentario
alguno de no ser porque su autor es una persona conocida y a quién se le ha
concedido la consideración de “inteligente”, ya el hecho de organizar el
“ranking de próceres” evidencia escasa de seriedad; y sostener el instaurador
de la versión local del terror jacobino y el responsable de la derrota
diplomática que anuló los éxitos militares de la guerra con Brasil son figuras
más importantes que San Martín y Belgrano, revela un tipo de estupidez y
necedad del que no solo son capaces las personas “inteligentes”.
Permítaseme concluir con una definición del género
novela histórica, tan caro a ciertas personas: “hijo bastardo de la historia y
la literatura (ambas por si mismas fascinantes y que pueden prescindir de este
vástago), destinado a ser consumido por
aquellos que no leen a una ni a la otra”. – Mario Díaz Gavier Munich, Alemania.
Pero ¡Ojo! Esto que usted está leyendo no es novela
histórica... ¿Qué es? Pues, teología bíblica ¿O.K.?
Y...ya que dicen masón como si fuera una mala
palabra ¿No? ¿Qué es peor ser masón o Católico Romano?
Capítulo 10
Proyecto Yapeyú – Museo
jesuítico – Fruto maduro – Jehová maldiga a Satanás - ¿Qué es peor ¿ ¿Ser masón
o ser idólatra de la Virgen del Carmen? – Credo y masonería - ¿porqué la
iglesia Católica odia y resiste a la masonería? – Los masones, las guerras y el
Fürer – La inhumana inquisición – Pinzas para sacar uñas y vírgenes con clavos
punzones -
E
|
n la entrada al Pueblo
de Yapeyú, un cartel aclara que este fue el solar natural de José de San
Martín, donde vivió los tres primeros años de su vida. Sin embargo, sus
habitantes defienden la “cuestión sanmartiniana” con una pasión vital.
Estuvimos allí para descubrir también otro tesoro escondido: los restos
arqueológicos de la que fuera la más importante de las reducciones jesuíticas,
fundadas en territorio guaraní.
Resulta complicado determinar si el apasionamiento
que manifiestan los habitantes de Yapeyú por la figura de San Martín, es solo
una herramienta para posicionar a la localidad como un destino turístico
apetecible, o si es realmente porque creen que el nacimiento y los primeros
años del prócer ocurridos allí, los convierte en privilegiados de la historia.
Más allá de cualquier especulación, Yapeyú es un
pueblo excepcional, catorce cuadras pavimentadas demarcan la entrada, mientras
que las demás están cubiertas de ripio. Quién sabe se percibe una gran armonía
al llegar; será el colorido intencional de algunas fachadas o el empeño
manifiesto de los “yapeyuanos” por mantener la limpieza y la prolijidad del
lugar. Los doce mil pesos que la municipalidad local recibe todos los meses, en
concepto de coparticipación, no alcanzan y son los vecinos e instituciones que
donan lo que falta.
Es sábado en esta localidad y no se ve mucho
movimiento en este pueblo que alberga 2.100 almas. Sin embargo, Marta Neumann,
directora de turismo “ad honorem”, su esposos Cesar Bartlett, coordinador del
complejo turístico “Pl paraíso de Yapeyú” y José Vanini nos reciben
entusiasmados. Son tres apasionados de la historia sanmartiniana y están
dispuestos a mover cielo y tierra para exponer sus tesoros a todo el país.
“PROYECTO YAPEYÚ”
A fines de 1977, la junta militar presidida por
Jorge Rafael Videla puso en marcha el “proyecto Yapeyú” para celebrar el
bicentenario del nacimiento del Libertador que significó rápidos y drásticos
cambios en el pueblo. Se construyó un complejo turístico (lo terminaron en 45
días, incluyendo la tala de árboles y posterior parquización) , se pavimentaron
las catorce cuadras, con ripio se levantó el resto y hasta se levantó un
anfiteatro con capacidad para 1.000 personas, ante la atónita mirada de sus
habitantes. También se demolió la escuela secundaria para descubrir los restos
arqueológicos de la antigua iglesia de la misión y se construyó allí una
capilla jesuítica... había que honrar al General y se hizo a lo grande. Tanto,
que los espectáculos públicos iluminados con coquetas farolas, que aún hoy se
conservan intactas, conservan un testimonio vivo de los que fue aquel 25 de
febrero de 1978.
Después del impulso militar, Yapeyú adquirió la
infraestructura suficiente para atraer a los turistas al solar natural de San
Martín, pero en las décadas siguientes, el movimiento turístico mermó. Sin
embargo, los habitantes están decididos a revivirla y lograron que el
Secretario de Turismo y Cultura de la Nación
Darío Lopérfido, y el secretario
de Turismo Ernan Lombardi, anunciarán un ambicioso plan de Turismo Cultural que
incluye la señalización de lugares históricos. Se inaugurará el 17 de agosto,
día en que se cumplan 150 años de la muerte del General.
FRUTO MADURO
Yapeyú (el fruto maduro, en lengua guaraní) está
situada sobre el río Uruguay, en el Km. 576 de la ruta nacional 14, a escasos
75 Km. de el Paso de los Libres. Fundada en 1627, bajo el nombre de Nuestra
Señora de Los Santos Reyes de Yapeyú, por los padres jesuitas Nicolás Mastrilli
Durán, Roque Gonzales, y Pedro Romero, muy pronto se convirtió en una de las
reducciones más florecientes. En el año 1767 – cuando fueron expulsados los
jesuitas de los territorios españoles por orden de Carlos III – tenía una
población de unas 9.000 personas y unas 80.000 cabezas de ganado vacuno. Era en
ese tiempo, la segunda ciudad en la gobernación del río de la Plata, luego de
Santa María de los Buenos Aires.
A los jesuitas los sucedieron los dominicios y el
pueblo era conducido por tenientes gobernadores, encomendados por la corona
española. De esta manera, llega a Yapeyú don Juan de San Martín junto a su
esposa doña Gregoria Matorras, quién tiene dos hijos en esta tierra, el último
José Francisco que nació el 25 de febrero de 1778, tres años después la familia
vuelve a España su tierra natal nadie volvió a ver a aquel niño, que hecho
hombre, se convirtió en el máximo héroe nacional de nuestro país. Con el correr
de los años, Yapeyú siguió el mismo camino decadente que el resto de los
pueblos jesuíticos y quedó a merced de los portugueses.
“El 12 de febrero de 1817, cuando San Martín entraba
triunfante en Chacabuco, el marques de los Santos de Chagas, invade Yapeyú y lo
reduce a cenizas. Luego vino un saqueo total, de modo hasta la fe del bautismo
de San Martín se destruyó. Hubo más de 3.000 indios engrillados después, la
destrucción fue más al norte: La Cruz, Italpeyú, Santo Tomé, Apóstoles,
Mártires, y San Carlos”, relata Marta Neumann.
LOS OTROS TESOROS
La “visita histórica” a Yapeyú puede extenderse lo
suficiente como para acceder a la historia no escrita del General, que muchos
pobladores prometen revelar. El centro de referencia funciona donde era – en la
época de las misiones – en la Casa de los Sacerdotes. Allí se encuentran los
restos auténticos a la construcción jesuítica a la que solo se le reemplazaron
las ventanas y el techo y en la práctica se le ofrece al turista información sobre
el lugar y servicio de guías. A la izquierda se encuentra el templete que
guarda los restos de lo que fuera la casa del General José de San Martín. Gran
parte fue destruida por los portugueses en el año 1817 y, lo que aún se
conserva, es parte de la construcción
original de la casa de los Tenientes Gobernadores, “...típicamente diaguita,
construida piedra sobre piedra”. El templete data de 1938 y está declarado
monumento nacional. En el también se guarda, desde 1998 (resultado de una gran
polémica) una urna funeraria que contiene los restos funerarios de don José de
San Martín y de Gregoria Matorras.
Todo el predio pertenece a la Nación, está cercada y
custodiada por miembros del Cuerpo de Granaderos. En el patio de armas (donde
se realizan los actos escolares importantes) hay una escultura de San Martín.
“se la compró como hierro viejo, cuenta Marta, el entonces General Galtieri, la
encargó para llevarla a las Islas Malvinas, pero después ni siquiera la pagó al
escultor.
A pocos metros del cerco que delimita el predio, el
Gobierno de Corrientes levantó, en 1982, el arco trunco, en honor a los caídos
en la guerra del Atlántico Sur. El diseño pertenece al arquitecto José Ramírez
y se cerrará “el día que las Islas Malvinas sean devueltas”
En la plaza central, que antiguamente formaba parte
de los jardines de la residencia de los gobernadores pertenece a un retoño del
histórico higuerón debajo del cual jugó de niño José de San Martín. En el
centro, una columna emplazada en 1899 inmortaliza el homenaje a los
gobiernos de Bolivia, Chile y Perú a la
memoria del Libertador de América.
EL TESTAMENTO DE SAN MARTÍN
En Yapeyú, hace un par de años, se debatió acerca de
la propiedad de los restos del General, el 25 de febrero de 1998, en un
procedimiento plagado de secretos y ambivalentes, los restos del general fueron
trasladados del cementerio de Recoleta al templete de Yapeyú. En esa ocasión,
el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, gral. De brigada Diego
Alejandro Doria, explicaba que: “Este proyecto de las organizaciones
Sanmartinianas de Posadas, Virasosro y Yapetú, tiene como fin la creación de un
polo histórico-cultural en Yapeyú, que sirva también para promover el turismo
en la región. Este proyecto contempla el traslado de los restos de los padres
y, en un segundo paso, los del Libertador”.
Pero este último paso no es fácil de llevarse a cabo
porque el testamento del prócer reza claramente:
“Prohíbo que se me haga ningún género de funeral, y
desde el lugar que falleciera, se me conducirá directamente al cementerio, pero
sí desearía que mi corazón fuera depositado en el de Buenos Aires”.
La cláusula cuarta del testamento que dejara San
Martín, es la que alegan los integrantes del grupo “antitraslado”, y la que
menciona con vehemencia el autoproclamado Primer cacique Sanmartiniano de
Corrientes, don Ricardo Dacunda Díaz.*
Mientras tomaba estos apuntes históricos – que para mí son
monótonos y aburridos – oía a los niños cantar:
Maldito seas inmundo Satanás
polvo y derrota desde ahora comerás
del cielo te echaron por tu gran maldad
y al abismo pronto te echarán
Malito seas Satanás, maldito seas Satanás
maldito seas Satanás por la eternidad
¿De qué te jactas inmundo Belcebú
con tu escarnio y con tu falsa luz?
gran mentiroso no enturbies la verdad
que tus calumnias solo contra ti están.
(coro)
¡Cómo caíste espíritu del mal!
¡Qué gran vergüenza tu nombre podrido está!
si nos heriste en el calcañar
tu sucia cabeza hoy podemos pisar
(coro)
Con gran cadena Jesús te atará
y por mil años prisionero serás
y toda tu hueste que lograste extraviar
verá tu caída y te despreciará
(coro)
¡Que Jehová te maldiga Satanás!
¡Que Jehová te maldiga Satanás!*
Ahora bien... ¿Quedó una pregunta
pendiente? ¿No? ¿Qué es peor? ¿Ser masón o ser Católico Romano? Bueno, digo esto
porque dicen: “!era masón!” como un insulto.
Y otro dice: “!era Católico y
devoto de la Virgen del Carmen!”
¡Já! ¿Y qué es mejor? ¿Ser miembro
de una oscura sociedad secreta o ser idólatra del demonio “Reina de los cielos”
que hasta los israelitas cuando fueron muy idólatra la adoraron)?
La Voz del Interior comenta esto
así:
CREDO Y MASONERÍA
Para disgustos de unos y entusiasmo
de otros, las corrientes revisionistas han destapado aspectos celosamente
ocultos en la historia nacional, y avivado el interés y las discusiones.
Antes, la Logia Lautaro cumplía una
misión casi retórica en los libros de texto: los profesores soslayaban el tema,
por temor a insinuar que San Martín fuera ateo. Hoy nadie niega que fuera
masón, porque la masonería impulsaba a los movimientos libertarios en América,
contrarios a la corona española.
“No tiene nada que ver con la
creencia religiosa: él era un católico practicante, y un devoto de la Virgen
del Carmen”. Mientras habla, Jorge Arrambide muestra el oratorio y la imagen
que preserva en su casa de Saldán, donde el entonces coronel rezaba sus
oraciones.*
Pero ¡Oigan! Si yo digo que es peor
ser católico que masón, ¡Dirán que soy masón! ¡Já! Esa es una sociedad
tan, pero tan, secreta que solo algunos, o muy pocos, saben en que creen o
practican, exactamente un masón.
Tuve que ir a la biblioteca pública
a buscar información sobre los masones o fracmasones.
¡Ni en el diccionario de la Real
Academia Española pude encontrar algo!
En mi casa tengo libros sobre el
tema, tales como “Prácticas masónicas”, de Alec Mellor... y otros. Uno escrito
por un sacerdote Católico... otro llamado “Sectas y sociedades secretas”...
pero, uno es muy es muy extenso y no aclara nada... ¡Y los otros no puedo
encontrarlos en mi profusa y mezclada biblioteca de más de 7.000 tomos!
Pero seguí buscando en la
biblioteca y en la computadora algo hallé, y lo comparto con usted:
MASONERÍA (de masón) sociedad
secreta de origen medieval inicialmente de tipo laboral, posteriormente
filantrópica y filosófica, y finalmente política. Sus miembros reclutados, tras
un período de iniciación, son agrupados en logias y, y organizados en unas
estructura jerárquica, se ayudan mutuamente, se reconocen por signos y emblemas
secretos y practican un ritual esotérico. Las logias suelen reconocer la
autoridad de un organismo superior denominado Gran Logia, o algunas veces, Gran
Oriente.-
Los orígenes de la masonería son
muy oscuros y han sido desfigurados por una serie de leyendas. Hoy en día, la
opinión más generalizada es que hay que buscarlos en los antiguos gremios de
albañiles ingleses. A mediados del siglo XVII se permitió la entrada a dichos
gremios a personas que no pertenecían a la profesión. Estos nuevos miembros no
tardaron en controlar algunas logias y transformaron las asociaciones en
sociedades mas o menos especulativas. En 1717 se organizó en Londres la primer
Gran Logia y se eligió un Gran Maestre. La nueva sociedad promulgó una orden
que obligaba a sus adeptos a reconocer en la presencia de Dios y en el gobierno
establecido en el país y a practicar la mutua fraternidad. Desde Inglaterra la
masonería se extendió a otros países. Pero lo mismo en Inglaterra que en las
demás naciones, surgieron una serie de logias y Grandes Logias respectivamente
independientes. Durante el siglo XVIII, la masonería extendió sus ideales de
fraternidad entre los ilustrados, y en Francia muchos de sus seguidores
defendieron la tolerancia religiosa. En España, la masonería se introdujo en el
siglo XVIII entre los elementos ilustrados, y durante el reinado de Fernando
VII controló las organizaciones liberales que intentaron imponer la jerarquía
constitucional. La iglesia condenó varias veces la masonería, basándose en el
carácter anticlerical que siempre tuvo en los países latinos. Durante la segunda
mitad del siglo XX sirvió como base a los partidos de izquierda burgueses, y
fue atacada tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda.
FRACMASONERÍA
Concepto que agrupa las distintas
asociaciones y organizaciones que a lo largo de la historia se han
caracterizado por adoptar el principio de fraternidad mutua entre sus miembros,
por la profusión de símbolos identificadores de contenido solo reconocible para
los iniciados, por principales racionalistas y promotores de la paz, la
justicia y la caridad, y por su estructuración en pequeños grupos denominados
logias que determinaron su condición de sociedades secretas.
El gremio de masones había estado
limitado al principio solo a los albañiles (gremio de la construcción) por
Inglaterra, durante la Reforma, empezaron a admitir como miembros a hombres
ricos o de cierto nivel social. Estos gremios se convirtieron gradualmente en
sociedades fieles a unos ideales generales, tales como al fraternidad, la
igualdad y la paz, y sus reuniones e volvieron más acontecimientos sociales que
reuniones de negocios. Cuatro o más de estos grupos, llamados logias, se
unieron en Londres el 24 de junio de 1717, para formar una logia general para
Londres y Westminster, que, en menos de seis años, llegó a ser la Gran Logia de
Inglaterra. Este órgano es la logia general ‘madre’ de los masones en el mundo,
y de ella han derivado todas las logias importantes y reconocidas. La Gran
logia de Inglaterra se formó en York en 1725, la de Irlanda en junio del mismo
año, y la de Escocia en 1736. la sección de York se puso bajo la jurisdicción
de la Gran Logia de Londres a finales del siglo XVIII.
Como resultado del mecenazgo de la
orden de los miembros de la nobleza, la ascendente clase burguesa británica
consideró la masonería como un medio para obtener éxito social, y la orden se
hizo popular. Los ideales masónicos de tolerancia religiosa y la igualdad
fundamental de todas las personas estaba en armonía con el creciente espíritu
de liberalismo durante el siglo XVIII. Uno de
los principios básicos de las ordenes de masones en todo el mundo que ha
habido ingleses ha sido que la religión es un asunto exclusivo de la persona.
La oposición por parte de la iglesia Católica Romana ha existido básicamente
porque la masonería, con sus principios obligatorios y su esencia religiosa, ha
usurpado los programas de la iglesia. El número de miembros de seguidores en
todo el mundo excede los 6 millones.
FUNCIONES
En la mayoría de los pueblos de
habla inglesa el rasgo caritativo y protector ha sido responsable de la
fundación de hogares masónicos para atender
a los ancianos a los necesitados y a sus viudas, orfanatos y escuelas
para los hijos de los miembros. El masón es consciente de sus obligaciones
fraternales de ayudar a los miembros deben ser subordinados a la obligación que
debea Dios, a su familia y su país, con pleno reconocimiento de sus deberes
para la comunidad.
SISTEMAS PRINCIPALES
Signos de ritos masónicos han
aparecido desde el siglo XVII, pero solamente cinco con alguna repercusión importante
perduran hoy. Hay dos sistemas masones que se reconocen como el rito de York y
el rito Escocés. Ninguno tiene conexión, histórica o de otro tipo, con York,
Inglaterra o Escocia. El rito de York fue establecido a finales del siglo XVIII
y es llamado Capitular, y los miembros, masones de la Bóveda Real (cuatro
grados); el siguiente escalón es secreto y los miembros, masones reales
escogidos (tres grados); y el último escalón es Caballería y sus miembros son,
caballeros templarios (tres categorías). El rito Escocés, fue establecido en
Charleston, Carolina del Sur en 1801 (treinta y tres grados incluidos los tres
grados de la Logia Simbólica).
En muchos otros grupos, unidos de
alguna manera a los ritos de York, los miembros son por lo general seleccionados
pero a veces son escogidos. Están interesados en aspectos especiales de la
masonería, incluida la investigación masónica. Se podría decir que son
ramificaciones del tronco principal. Entre ellas están la Orden Real de
Escocia, Los Grados Masones Aliados, la Cruz Roja de Constantino, la Sociedad
Masónica de los Rosacruces, el Rito de la Estricta observancia, el Colegio
Principal de Ritos, Caballeros Masones, la Orden de Corcho, la Cruz de Honor de
York, los Frailes azules y los Sacerdotes Caballeros Templarios de la Sagrada
Bóveda Real. La religión española más antigua de la que se conservan documentos
es la de la Matritense, o de las Tres Flores de Lys, fundada el 15 de febrero
de 1728. entre los masones más ilustres figuraron el conde de Arades, el conde
de Campomanes, Gaspar Melchor de Jovellanos, Muños Torrero, Agustín de
Argüelles, Rafael del Riego, Alcalá Galiano, José de Espronceda, Alberto Lista,
Quintana y Baldomero Espartero. Otras importantes iglesias y grupos masónicos
en la historia de España fueron Gran Oriente de España, Gran Logia Simbólica
Española, Gran Logia Independiente, etc. generalmente estos grupos tuvieron sus
mejores momentos de auge durante períodos en que los ideales liberales,
racionalistas, y normalmente, laicos y anticlericales, fueron predominantes, de
un modo especial, durante la revolución de 1868, así como durante las dos
etapas republicanas de la historia española. Algo similar sucedió en
Latinoamérica, donde las sociedades fracmasónicas estuvieron muy ligadas al
proceso de emancipación respecto de España en el siglo XIX. Así, podemos
citar a la Logia Lautaro, creada en
Buenos Aires en 1812 como ramificación de la Logia de los Caballeros
Racionalistas fundada por Francisco de mIranda en 1798.
OPOSICIÓN
La oposición a las sociedades
fracmasónicas tuvo dos direcciones. La primera, religiosa, fue la manifestada
por la iglesia Católica, aunque la masonería no excluye a los Católicos y un
gran número de estas pertenecen a logias Latinoamericanas y filipinas. La
segunda es política. Durante la década siguiente al secuestro de Batavia
(Estados Unidos), en 1821, de William Morgan, un masón que había amenazado don
publicar los secretos masones y del que se supuso que había sido víctima de los
masones, surgió un grupo general de protesta en los Estados Unidos del este y
del centro de los Estados Unidos. En los del norte se creó el grupo
“Anti-masón”; que fue prácticamente fue durante algunos años la única oposición
al partido demócrata. En 1832 el partido anti-masón designó a un abogado,
William Wirt, como su candidato a la presidencia, pero fue derrotado por Andrew
Jakson, que apoyaba a la masonería. Después de esta época la masonería encontró
poca oposición política en los Estados Unidos o en cualquier otra parte, hasta
la llegada al poder nacionalista en Alemania en 1933. en aquel año Hitler hizo
caer sobre los masones la responsabilidad de diferentes subversiones, incluidos
todos los incidentes que llevaron a la primera guerra mundial, y decretó la
disolución de todas la organizaciones en Alemania. Entre los miembros notables
de la fracmasonería se encuentran el
compositor Wolfgang Amadeus Mozart (cuya ópera La Flauta Mágica gira en torno
al ritual masónico) y el escritor León Tolstói, cuya novela Guerra y Paz
ensalza sus ideales de fraternidad.
Todavía no concluida la guerra
civil española (1936-1939), la Ley de Responsabilidades de 13 de febrero de
1939 (cuyos efectos se extienden con carácter retroactivo a octubre de 1934) declaró delictiva la
afiliación a una orden masónica. Posteriormente se estableció una lista de
80.000 sospechosos de ser masones (pese
al hecho que no superaban los diez miliares en 1936). En febrero de 1940 se
promulgó la Ley de Represión de Masonería y el Comunismo.
“Fracmasonería, enciclopedia Microsoft corporatión”.
Ahora bien, los curas odian a los
masones solo porque los masones son anticlericales y sus organizaciones
compiten con la iglesia.
Pero si los masones son malos,
corruptos y asesinos, ¿Acaso no lo son
en mayor grado y peor los miembros de la Iglesia Católica? ¿Qué de las
atrocidades de la inquisición? ¿Qué de las sangrientas cruzadas?
Tan notable era la corrupción de la
iglesia apóstata de la Edad Media, que podemos fácilmente comprender porque en
muchos sectores de la tierra los hombres se levantan en protesta. Muchos son
los que rechazaron las doctrinas falsas de la iglesia apóstata del Papa,
fijándose nada más que en Jesucristo y en la Palabra de Dios para la salvación.
A estos se les calificó de “herejes” y fueron perseguidos forzosamente por la
Iglesia Católica Romana.
Uno de los documentos en los que se
ordenó tal persecución, fue el inhumano Ad Extirpanda, que fue editado por el
Papa Inocencio IV. Este documento declaraba que los herejes debían ser
aplastados como serpientes venenosas. Sacerdotes, reyes y miembros civiles del
sistema romano, fueron llamados a unirse a esta cruzada guerrera. Declaraba el
documento que cualquier propiedad que les confiscasen les sería dada como
propiedad con título limpio y además les ofrecía remisión de todos sus pecados
como premio por matar a un hereje.
Este documento papal también apoyó
formalmente el uso de la tortura contra los llamados “herejes”. Algunos hombres
se pasaban largos días ideando los métodos más crueles para causar dolor. Uno
de los más populares fue el uso del estante. Esta era una larga mesa en la cual
el acusado era acostado, era amarrado por las manos y los pies y era estirado
por medio de cuerdas y tablones hasta dislocarles las coyunturas y causarles
gran dolor.
Para sacarles las uñas utilizaban
grandes pinzas y las calentaban al fuego para después aplicarlas en las partes
más sensibles del cuerpo. Se usaban
aparatos semejantes a tambores, donde ponían cuchillas y puntas afiladas sobre
las cuales los “herejes” eran colocados y rodados de atrás para adelante;
tenían un destornillador de dedos, que era un instrumento que servía para
dislocar los mismos y también las conocidas “botas españolas”. Que se usaban
para aplastar piernas y pies.
Tenían también la horrible “virgen
de hierro” que consistía en la figura de hierro con el tamaño y la forma de una
mujer, erizada interiormente de cuchillos dispuestos de tal forma, que el
acusado era lacerado literalmente cuando lo encerraban dentro de ella. Lo que
hace estos hechos más blasfemos, es que cada uno de estos elementos de tortura
eran rociados con “agua bendita” y en ellas se inscribían las palabras latinas
“Solí Deo Gloria”, que significa “Gloria a Dios Solamente”.
Para hacerles denunciar a otras
personas, desnudaban a las víctimas, ya fuesen hombres o mujeres, y las ataban
fuertemente de los brazos y los pies. Después las jalaban de una cuerda
sosteniéndolos en el aire; más tarde las soltaban para jalarlas aún con más
fuerza hasta dislocarles las coyunturas de los brazos y las piernas. La cuerda
con la que los amarraban penetraba en la carne hasta los huesos. Mientras
contemplaban la ejecución de las torturas, los sacerdotes procuraban que el
hereje recapacitara y se doblegara a renunciar a su herejía o denunciar a
hermanos de la misma fe.
En la ilustración que se inserta,
podemos ver una de las operaciones de inquisición en Holanda. Veintiún
protestantes cuelgan de en árbol. El hombre que se halla en la escalera está a
punto de ser colgado también. Parado, bajo este, se encuentra el sacerdote
portando la cruz.*
Por eso, ¿No sería pero decir que
San Martín era católico a decir que era masón?
Capítulo 11
Huyendo del smog de la
ciudad de Córdoba – Los médanos de Sampacho – Aguacero en la carretera – Don Simón... ¡Tampoco libertó
a nadie! – Como el ave de la libertad – Estar dormido o estar despierto – La
campana rajada, la antigua costumbre china y otras ilustraciones sobre la
libertad – Un cántico misionero desprogramador se oye en la carretera desierta
-
Y salimos con el Jeep 4X4 rumbo a Mendoza, era casi verano
en Córdoba, el calor sofocaba... y la humedad agotaba, además, en la radio
anunciaban que absolutamente no se producirían cambios climáticos por el
momento.
El smog de la ciudad de Córdoba invadía el cielo dejando
que muy pocos rayos del sol pasasen muy débilmente hasta la tierra, lo cual
resultaba muy desagradable.
El motor del Jeep marchaba como forzado. El asfalto emanaba
tal temperatura que cualquier cosa parecía calentarse a punto de fusión.
No obstante ello las niñas cantaban así:
En extraña tierra,
pecado infiel,
voz de amor te llama:
¡Ven, hijo ven!
(coro)
Bienvenido, vuelve
vuelve al hogar;
basta, oh pródigo de herrar;
¡Ven, hijo, ven!
De la estéril tierra
llena de pavor,
a mi amor paterno
¡Ven, hijo, ven!
Ve la puerta abierta
eres mi hijo aún,
con amor te miro
¡Ven, hijo, ven!
Has errado lejos.
¡Quieres persistir?
todo te perdono
¡Ven, hijo, ven!*
Llegado el mediodía, cuando el caos parecía superar los
límites, comenzó a correr una brisa que luego se transformó en ventarrón.
Íbamos en busca del camino de San Martín, para documentar
un poco mejor ese libro que estaba escribiendo: “Don José no Libertó a Nadie”,
en Sampacho compramos galletitas en un almacén a la orilla de la carretera,
junto a la estación de servicio o gasolinera... y nos deleitamos mirando como
los médanos o montañas itinerantes de arena se amontonaban al pie de los
gigantes eucaliptos plantados en la lindera de los campos adrede. ¿Qué decir,
que con el ventarrón, la arena nos irritó, a todos, los ojos. Y para colmo - el Jeep era descapotable – unas gotas, de
esas que tiene gran diámetro comenzaron a caer sobre nuestras cabezas, pesadas,
castigadoras, como si esas gotas tuvieran plomo dentro y no el líquido
elemento, y al golpear sobre el capot
del jeep con un ruido que en verdad asustaba...
Mientras los niños no dejaban de reír y cantar alabanzas a
Jehová, las gotas aumentaban su frecuencia pero no disminuían su tamaño, lo que
provocaba el rápido caudal de las aguas sobre la ruta asfaltada, los desagües
no existían y, ¡Já! Como en una película surrealista, el agua salpicaba también
de abajo hacia arriba.
¡Esto es Venecia! ¡Já! El agua tenía entonces tal altura
que parecía que impedía que el Jeep avanzara...
¡Já! ¡Don José no libertó a nadie!...
Como Bolívar... ¿Qué? (yo meditaba esas cosas mientras
manejaba el Jeep entre cortinas acuosas).
Simón Bolívar, posiblemente sea uno de los más
grandes hombres de América y uno de los cinco más grandes hombres de la
historia humana. Nació en Caracas, Venezuela, el 23 de julio de 1783 y murió en
San Pedro Alejandrino Colombia el 17 de diciembre de 1830. muere en la
indigencia sin honores y posiblemente abandonado de todos; víctima de una
terrible tuberculosis y atendido solo por los doctores Roverend y Nigth. “Nadie
quiso vestir el cadáver y tiene que hacerlo el propio Roverend. Al buscar entre
las camisas del Libertador, una para ponerle, estaban todas rotas, y tuvo
alguien que prestarle una de las suyas para vestir a quién moría dejando una
fabulosa herencia de cinco naciones emancipadas”.
“Sus bienes – en su testamento – los reparte así:
Sus huesos a su amada ciudad natal: y su libro preferido a la ciudad de
Caracas”.
“Varias personas le propusieron que se coronase,
pero él se negó en estos términos: ‘Aceptar una corona sería manchar mi gloria;
más bien quiero el nombre preciso de primer ciudadano de Colombia’”.
“Simón participó eminentemente en la lucha
emancipadora del Perú, la nueva república, agradecida, ofreció hacerle su
primer presidente. Pero Bolívar, se negó diciendo que aún tenía mucho que
hacer. Entonces el pueblo hizo una colecta de un millón de duros, la que se
entregó a Bolívar para sus grandes servicios”.
¡Cuando recibió la ofrenda de amor y gratitud,
Bolívar meditó unos momentos, y luego preguntó cuántos esclavos había en el
Perú. Le contestaron que como unos 2.500 luego preguntó cuanto valía uno de
ellos en el mercado, y le dijeron que un hombre fuerte como esclavo, valía unos
300 duros”.
“Aquí, pues – dijo Bolívar – yo doy este millón de
duros para que se compren todos los esclavos del Perú, y se les dé su libertad.
Y si no alcanza, daré parte de lo mío, pues no basta que una nación sea libre
de los extranjeras, si en ella todavía hombres esclavizados”.*
Sin embargo Simón.. don Simón, no libertó a nadie. Solo el
conocimiento de la verdad da la verdadera libertad: (Juan 8:32): los peruanos
esclavos del error y el pecado, aún necesitan del verdadero libertador.
Y seguí meditando en estas cosas de la libertad y recordé
la siguiente ilustración de un predicador:
En las majestuosas montañas de Guatemala hay una ave
portentosa llamada quetzal. Su cuerpo es pequeño, poco más grande que el de una
paloma. Su plumaje es precioso: escarlata, verde y dorado, y una cola
excepcional de cuando menos de tres pies de largo. Es un ave muy singular y
virtuosa. ¿Cuál es la virtud de ese pájaro maravilloso?
¡Ah, es que no puede vivir prisionero; nació para
ser libre! Cuando el quetzal es enjaulado, a las dos o tres horas se muere, se
muere de tristeza por verse cautivo, pues es privado de su vida que es la
libertad. Por eso el quetzal es llamado el ave libre, y se toma como símbolo o
emblema de la libertad.
El hombre fue hecho para ser libre, pero la prisión
del pecado le quita la vida. Jesucristo es el gran Libertador de todos los
cautivos.*
El que tiene a San Martín como ídolo es esclavo de Satanás,
el gran asesino y padre de todos los militares del mundo.
¿Captan? ¿Sí?
Si usted no capta el sentido de estas cosas es porque
¡Usted está dormido! ¿Qué?
Sepa si usted está dormido o despierto:
ESTAR DORMIDO O ESTAR DESPIERTO...
¿Sufro? Es que estoy dormido, porque en si, el
sufrimiento no existe, es un producto de mi sueño. Es ver a un Jesús dormido,
que yo me he imaginado, que nada tiene que ver con el Jesús real.
La vida no es problemática.
Es cuando tengo problemas, porque la vida no es
problemática sino que es mi “yo” (la mente humana) la que crea los problemas.
Es no sentirme libre y feliz, sin problemas ni preocupaciones.
Es tener mi cuerpo aquí, y mi mente en el pasado o
en el futuro. Es luchar contra lo que no existe. Buscar la felicidad en donde
no está, tomar la vida por lo que no es.
Es sufrir como el resultado de mi ceguera, y con él,
el desasosiego, la congoja, el miedo, la incredulidad. Es el creer que “de
haber estado yo allí no hubieran matado a Cristo”. Es pensar “como”... es ser
apresado por una idea, es vivir dormido.
¿Tengo miedo al riesgo?
Estar dormido es temer el riesgo de volar por mí
mismo. Tener miedo a la libertad, a la soledad, y preferir ser esclavo de los
esquemas. Preferir no descubrir la
libertad que supone lo nuevo.
Es enfrentarme con teorías sin cuestionarlas con
razón – y sobre todo con la vida – y tragarlas, almacenándolas en la mente. Es
no ver que yo soy la felicidad y el
amor.
Es no tener miedo a los sueños, pero si a despertar
a la realidad porque supone un cambio.
Es como el pez que tenía sed, es sufrir sin remedio.
Es llevar conmigo una imagen propia, un yo-ideal que me he fabricado con
pedazos de recuerdos y otras cosas soñadas por mi idealismo.
Es creer que la llave de mi carácter psicológico
está fuera de mi y no dentro mío. Es ver a las personas y al mundo igual que me
veo yo. Es portarme bien a base de un miedo domesticado, pero sin cambiar el
origen de mi problemas.
¿Qué es estar despierto?
Estar despierto y poder entrar en la verdad y
descubrir qué lazo me impiden la libertad. Es como la salida del sol sobre la
noche, la luz sobre la oscuridad. Es la alegría que se descubre a sí misma,
desnuda de toda forma, es cambiar mi corazón de piedra por uno que no se cierre
a la verdad.
Es levantarme para no volver a caer. Es comprender y
ver otra cosa que la que uno se permite ver. Ver lo que hay detrás de las
cosas. Ver como todo cambió, que el pasado está muerto, que solo el presente
está vivo. Es convertirme y no perderme la vida. Es vivenciar el presente.
Yo tengo que cambiar.
Es ver que no cambia nada, que todo ocurre igual,
pero que yo soy el que ha cambiado para entrar en la realidad. Es ver todo
claro.
Es aceptar todo no como la ley, ni como sacrificio,
ni como esfuerzo, sino entrando en la verdad. Es aceptarlo todo porque puedo
ver claro y ya nada ni nadie me puede engañar.
Es despertar a la luz, es tener el cuerpo y la mente
aquí. Buscar la felicidad donde está, tomar la vida por lo que es. No sufrir
como resultado de ceguera alguna.
Es ver la realidad tal cual es, y en consecuencia,
terminar mi inseguridad y desaparecer los miedos, porque la realidad es y nada
lo cambia. Es la única experiencia que vale la pena.
Es abrir bien los ojos para ver que la infelicidad
no viene de la realidad, sino de mis deseos y de mis ideas equivocadas. Es
haber solucionado los problemas que solo existen en mi imaginación.
¿Estoy despierto?
Estar despierto es comprender que lo que me hace
sufrir no es la vida real, sino mis alucinaciones, y el apartar mis sueños me
encuentro cara a cara con la realidad y con la verdad gozosa.
Es despertar a la realidad de que yo no soy el que
creo ser. Es haber deseado despertarse. Es vivir sin angustias ni
preocupaciones.
Es observar claramente que no es una nueva situación
lo que me llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que me
han contado o que he vivido anteriormente como una angustia que no he sabido
resolver.
Es metanoia, despertar a la verdad, no es
arrepentirme una y otra vez. Es tomar conciencia de mi suficiencia para
liberarme.
Es conocer a Dios por la vida, que es su
manifestación. Es despertar a la verdad que está en Él. Es ser libre.
Es descubrir lo que está ocurriendo en mi y en mi
alrededor, para saber lo que anda mal y sus causas. Es lo que hace posible
cambiar.
Es descubrir para que sirve impresionar a la gente,
buscando riqueza, honores, prestigio... es estar en el reino de Dios convertido
en un niño, pero sin que le puedan ahora manipular.
Es ser consciente y sensible a todo. Es seguir
libremente mi esencia y no podemos menos que amar.
¿Estoy vivo?
Estar despierto es desengancharme de las ilusiones,
de la mentiras, de las garras de la sociedad competitiva. Es prepararme cada
vez que vaya a decidir una cosa, sopesar la realidad y las consecuencias que
puedan sobrevenir de lo que voy a hacer.
Es caer en la realidad de que la religión patriotera
no existe – y puede ser muy dañina – si en ella no está la realidad, la vida.
Es haberlo logrado por medio de la realidad. Es caerme del caballo del poder y
la violencia, para dar al cara al suelo de la realidad y despertarme a la luz
de la verdad.
Es amar lo que vivo, es saber lo que debo hacer. Es
ser místico. Es ser yo mismo. Es haber sido ayudado por el sufrimiento. Es
haber sido ayudado por el encuentro con la realidad.
Tres señales de mi despertar.
Tres señales de estar despierto: perdonar, aceptar y
responder ante con amor. Es capaz de ver lo que sucedió como consecuencia de
una programación de la que quiero salir.
Es despertar a la realidad es poder observar que
estoy programado y quiero salirme. Es saber porque de mi obrar así.
Es vivir vigilante para no perderme nada de el
presente, que es la vida, donde sólo está Dios y la eternidad.
Es no agarrarme a ningún concepto, cosa o ideología
a fin de descubrir, fácilmente en seguida dónde está la realidad y la verdad
que es la volunta de Dios escrita en la vida. Es verme como soy en realidad.
Descubrir la verdad.
Saber que estoy durmiendo y estoy soñando. Capacidad
de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo, de descubrir lo desconocido, de
moverme fuera de los esquemas que tengo, de saltar sobre los esquemas de mirar
con ojos nuevos lo que no cambia.
Estar dispuesto a escucharlo todo, cuestionarlo
todo, a estar atento a descubrir las verdades que se puedan encerrar,
separándolas de las que no lo son.
Ser capaz de darme cuenta de que el sufrimiento y la
congoja la provoco yo mismo. Cuestionarme cada creencia mía y todas las que me
vengan del exterior.
¿Cómo despertar?
Un buen momento para despertar: cuando uno se harta
de sufrir.
El único camino para despertar: la observación de
uno mismo, de mis reacciones, de mis hábitos, y la razón de por qué respondo de
tal manera. Observarme sin críticas, sin justificaciones, ni esfuerzos por
cambiar lo que está sucediendo, ni formular ninguna crítica, ni auto
compadecerme.
Los esfuerzos que haga para cambiar me hacen mal,
pues lucho contra unas ideas, y lo que hay que hacer es comprenderlas, para que
ellas se caigan por sí solas una vez que comprenda su falta de realidad.
Conocer a fondo. Hacer esto de continuo. Esto es lo
que me va a cambiar: comprender, entender...
Si usted cree o enseña que San Martín (o Bolívar)es el
libertador, no solo está dormido, y vive una irrealidad, sino que yace
esclavizado a...
1) Culto idolátrico a personalidades.
2) La bestia salvaje política
patriotera.
3) La estupidez de la mentira.
Pero...vamos a unas ilustraciones más acerca de la tan
codiciada libertad.
EL PRECIO DE LA LIBERTAD
Un día un viajero se paró cerca de una jaula de
hermosos pájaros que estaba luchando para salir de la cautividad. El pasajero
se conmovió, y esta vista de los pájaros trajo nuevamente a su memoria algo que
pasó en su vida hace muchos años, y las lágrimas brotaron de sus ojos.
Preguntó el precio al dueño de uno, y tan pronto lo
supo, abrió la jaula y le dio libertad; y así siguió hasta haber comprado a
todos, y los liberó uno por uno y los pájaros volaron felices por el aire.
La multitud quedó pasmada pensando que el hombre
estaba loco; y uno de la multitud se le acercó y le preguntó porqué había hecho
esto, gastando tanto dinero de balde. El contestó: “Yo fui cautivo, y sé cuan
hermosa es la libertad. La cosa más preciosa en todo el mundo es la libertad
verdadera”.
Así debe sentirse el hombre liberado de la
condenación del pecado; y tiene que sentir tan profunda la gratitud por la
libertad que debe luchar y sacrificarse, si es necesario, para librar a otros
de la esclavitud del pecado.
LA CAMPANA RAJADA
“Pregonareis libertad en la tierra a todos sus
moradores. (Lev. 25:10)
Este versículo está escrito en el bronce de la
campana de la Libertad, que simboliza el grito de independencia de los
norteamericanos.
La campana en el Parque Histórico Nacional, de
Filadelfia, colgada de unos recios maderos, en un lugar preparado expresamente
para celebrar el bicentenario de los Estados Unidos. Y la campana está rajada,
como usted la ve en las ilustraciones. Y como las vé en todas réplicas que
están vendiendo a dólar y medio en todas partes. Le compré una a una griega que
las vendía en la calle, junto con otros objetos conmemorativos del
Bicentenario.
La campana, hecha en 1752, se rajó en las primeras
pruebas, la volvieron a fundir, y el exceso de cobre le afectó el tono. Otra
vez la fundieron y ya en 1753 estaba lista para ser colgada en la torre
principal de la Casa Estatal de Pensylvania, en junio del año mencionado, dicen
que la campana se volvió a rajar al tocarla a la muerte del magistrado John Marshall.
Y así está todavía, rajada sin remedio. Pero eso no es todo.
Esta y todas las demás campanas de la libertad,
están rajadas sin remedio. Porque la libertad del hombre sigue siendo un
sueño, una obsesión necesaria para
empujarnos al progreso, a la humanización todavía distante, de todos los
hombres.
Hasta que suenen las últimas campanas, la campana de
la libertad cristiana, definitiva, igual y perpetua para todos los hombres. –
Juan Pitmayo.-
MURIÓ POR TI
Abraham Lincoln fue el hombre más humano de su siglo.
Como presidente de los Estados Unidos fue coloso propulsor del bienestar
ciudadano, siendo su obra principal la abolición de la esclavitud. La historia
nos dice que fue asesinado por un esclavista fanático. El día de su solemne
funeral su ataúd era llevado en hombros de sus amigos. Y en el reverente
silencio del cortejo se oyó la voz de una mujer que había sido liberada de la
esclavitud, levantando a su pequeño hijo en brazos decía: “!Mira, mira! Ahí
va el que murió por ti”. – Rafael
Guillermo Guillén.-
ANTIGUA COSTUMBRE DE CHINA
“En los días cuando China era un imperio, a un
condenado a muerte le era permitido comprar un sustituto. Por lo general se
compraba un hombre pobre casado.
La sentencia era enviada al emperador para que la
firmara, devolviéndola luego al juez que fallaba la causa.
“Después de asegurarse éste de que el que quería ser
sustituido era libre ante la ley, ponía su firma también. El día señalado, el
verdadero reo era llevado al lugar de la ejecución. El juez leía la sentencia y
luego llamaba al verdugo para que cumpliera la condena, en ese momento el
sustituto llegaba se arrodillaba y ponía su cabeza sobre el canasto: un golpe
de la espada y la ley quedaba satisfecha.
El juez entonces dictaminaba que el verdadero
criminal era libre, pero que desde ese día, su existencia anterior era
ignorada, era conocido por el nombre del sustituto”.
El ser humano también es culpable, es un reo
espiritual: una ley le condena por trasgresor, y esa es la ley Divina, pues
“Por cuanto todos pecaron están
destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23), y ‘el pecado es infracción de la
ley’ (1° juan 3:4). Así todos irremisiblemente teníamos que ser condenados a
una muerte eterna y castigo, más Dios en su amor y misericordia incomparable,
proveyó un sustituto perfecto, el mismo hijo de su amor, Jesucristo, quién
siendo santo, e inmaculado, eterno y divino pudo ofrecer un sacrificio que
fiera capaz de expiar el pecado, vindicando la justicia divina y satisfaciendo
las demandas de la ley de Dios.- Miguel Bollati.-
COMPLETAMENTE LIBRE
Juan Villa Reyes, hombre de negocios, de Barcelona,
España, cayó prisionero, acusado de un gran escándalo financiero “Matesa”.
Aliado con otros hombres de negocios hizo perder el gobierno español centenares
de miles de dólares.
Fue sentenciado a 200 años de cárcel en la prisión
de Carabanchel, Madrid, puesto que cayeron sobre él nada menos que 417
sentencias. Para tal prisionero no había esperanza de libertad: la sentencia es
inconmutable y no podía comprar su libertad con dinero, no había esperanzas de
cumplir la condena, puesto que era más larga que su vida misma. Pero un día
feliz recibió la mejor buena nueva; el rey Juan Carlos había decretado
administía la cual concedía al prisionero total libertad. Juan Villa creyó al
rey aceptó el perdón ofrecido y salió libre y feliz.
Tú y yo, lector querido, como Juan Villa hemos
ofendido al gobierno santo de Dios y hemos quebrantado su ley, la condenación
eterna pesa sobre toda alma pecadora. No se puede comprar la libertad “Porque
la gracia de Dios no se compra con dinero, ni se puede cumplir la condena porque es eterna”, sin
embargo, todavía hay esperanzas, el rey Jesús, ofrece la “administía” para todo
pecador que arrepentido cree en él y
acepta su perdón. El nos ofrece completa libertad. Solo falta que hagamos como
Juan: aceptar. – Agustín Ruiz V.-*
Sí, estas cosas iba yo meditando, mientras viajábamos con
rumbo a Mendoza – tras la ruta de San Martín, el famoso libertador ¡que no
libertó a nadie! Y los chicos cantaban:
Hoy nos vamos a predicar las gloriosas buenas nuevas ¡Es
Jesús el que ya reina sobre toda la humanidad!
Vamos a desprogramar a los esclavos de las sectas y a
liberar a las almas buenas del control de Satanás
Es bueno
-
¿Qué
es bueno?
-
Predicar
los asuntos del reino
-
Es
bueno
-
¿Qué
es bueno?
-
Ayudar
a los de corazón recto
-
Es
bueno
-
¿Qué
es bueno?
-
Que
el único pastor está en los cielos.
-
La...lalala
Si amigos vamos ya a gritar verdad
sagrada
de todas las sectas salgan, pues
Jehová las destruirá Babilonia caerá e
iglesias organizadas
de todas las sectas salgan adoren
al gran Jehová*
La carretera estaba desierta... anochecía. Un arco sobre
toda la ruta anunciaba: “Bienvenidos a la tierra del sol y del vino”.
Capítulo 12
En Mendoza: escultura en la
roca, Reserva Telteca, Caverna de la Brujas – Vamos a desprogramar a los
esclavos de la secta Sanmartiniana – La delincuencia juvenil argentina no se
cura con amor, sino, eliminando ídolos guerreros como San Martín – El que al
homicidio llama liberación, al diablo llama Jesucristo – Juego musical
glorifica a Satanás y a la violencia – La liberación con justificativo del
culto cruel a la violencia – El que acabará con las guerras y el culto a héroes
homicidas –
C
|
ielo,
tierra, aire y agua se conjugan, de repente, en sus más perfectas proporciones.
Y pareciera que todo en entorno se hubiera puesto de acuerdo para engalanar un
territorio, capaz de llenar las vitrinas con su copiosa belleza.
El
recorrido por una de las provincias más atractivas de país puede ser emprendido
siguiendo cualquiera de los circuitos turísticos. Por otra alternativa, no
menos valedera, es detenerse en las numerosas áreas protegidas naturales,
sectores de geografía cuyana, que por sus características del clima y del
suelo, albergan una determinada flora y fauna junto a un entorno resguardado.
Para
quienes gustan del trekking, la caza fotográfica, el ecoturismo y las
cabalgatas, Mendoza, con sus reservas naturales, solo espera ser descubierta.
DIVISADERO
LARGO, LISTOS PARA ACAMPAR.
Ubicada
al pie de la precordillera, en ella se puede apreciar una importante falla
geográfica que ha dejado al descubierto piedras muy antiguas que datan de un
período de la historia desde hace más de 100 millones de años. Los vistosos
estratos, verdes, rojos y violetas, contiene una flora y fauna antigua, de esta
quebrada – que se cruzan varios río secos – se extraían elementos carbonosos,
con el fin de extraer energía para el alumbrado público. Su rica biodiversidad
se debe a que contiene flora y fauna tanto de la llanura como de la montaña. Es
importante la riqueza geológica y paleontológica de la zona, por ser única en
el mundo, pues allí afloran sedimentos continentales de un período de 2.400
millones de años.
RESERVA
LAGUNA DEL DIAMANTE, CON SU TRANSPARENTE MARCO.
Rodeado
de campos de escoria volcánica, el volcán Maipó – 5.323 m. – constituye un
marco privilegiado para esta laguna de aguas transparentes, que se alimenta de
los deshielos glaciares y a la vez da origen al río Diamante. En esta área es
posible encontrar varias especies de la fauna andina: guanacos, cauquens,
patos, flamencos. La vegetación es escasa, aunque aumenta notablemente en la
época estival, principalmente en las laderas de las corrientes donde se
encuentran las vegas. La reserva sólo puede ser visitada en el verano.
RESERVA
TELTECA, DE LOS ANTIGUOS BOSQUES.
Es
el área más representativa de los bosques que antiguamente cubrían gran parte
del noroeste de Mendoza, forma parte de una vasta llanura surcada por cadenas
de médanos, y ocupa el área más árida de la provincia, conocida como “travesía
de Guanacaché”, constituye un refugio natural para miles de especies animales,
catas, tortugas, gallitos del monte, chuñas, zorros, maras, cuices, tonduques,
gatos silvestres, zorrinos y piches. En cuanto a la vegetación subsisten, algarrobos,
chañares y arbustos como jarillas, champas y llaullines. Sus particulares
médanos en movimiento solo son uno de sus atractivos más interesantes de una
zona que puede ser visitada durante todo el año.
CAVERNA
DE LAS BRUJAS, ESCULTURAS EN LAS ROCAS.
El
tiempo ha tenido la paciencia necesaria para construir, a lo largo de millones
de años, un verdadero monumento natural. Una serie de galerías y pasadizos, con
bóvedas talladas en la roca, se convierte en un espectáculo asombroso. Existe
en su interior una fauna propia de las cavernas, adaptadas a vivir sin luz. Las
filtraciones de agua han esculpido en paredes y techos un increíble pasaje
subterráneo de estalactitas y estalagmitas, que al unirse forman columnas. Su
crecimiento es sumamente lento: un centímetro cada 1.500 años.
PARQUE
CERRO ACONCAGUA, A LOS PIES DEL GIGANTE.
Cumbres
imponentes coronadas de glaciares eternos que alimentan ríos y vegas,
constituyen el más importante telón de fondo. La reserva es habitualmente
visitada por escaladores de todo el país, que llegan con el deseo de hacer
cumbre en el cerro más alto de América. Si bien puede ser visitado durante todo
el verano, diciembre el la época ideal para hacer pie en la cumbre, y enero
para quienes desean seguir viaje hacia arriba. En otro sector de la reserva, la
laguna de los Horcones que luce una vegetación adaptada a suelos que permanecen
helados la mayor parte del año. La fauna se compone de chorlitos, patos de los
torrentes, cóndores, guanacos y pumas.
RESERVA
LAGUANA DE LLANCANELO MIRADA AL ECOSISTEMA.
Es
el privilegiado refugio de más de 130 especies de aves, migrantes y residentes.
Su nombre, de origen indígena, hace alusión a la forma triangular de la laguna,
similar a las puntas de las flechas que los indios usaban para cazar. Alimentada
por aguas de deshielos, esta laguna salobre de poca profundidad constituye el
lugar ideal para el avistamiento de flora y fauna de la dinámica de los
humedales y puede ser visitada durante todo el año. Es uno de los pocos
ecosistemas acuáticos de la provincia, cuya riqueza principal radica en la gran
cantidad de especies: flamencos, patos blancos, cisnes de cuello negro, garzas
moras, garzas blancas, jotes, cigüeñas, gaviotas, gallaretas. También hay
numerosos mamíferos como colpos, cuices, zorros grises, zorros colorados,
vizcachas entre otras.
RESERVA
TOTAL LA PAYUINA, EL CAMINO DE LA LAVA.
Extensas
planicies volcánicas dan testimonio de la intensidad volcánica que en otros
tiempos caracterizó a esta parte del planeta. La zona presidida por el Payún
Matrú de 1360 m. De altura, presenta un suelo por momentos completamente negro,
que contrasta con los pastizales y los coirones. Se destacan extensas coladas
de basalto y campos de piroclastos de diversos colores, que datan de épocas
geológicas muy reciente. De las áreas protegidas de la Argentina, la Payunia
que alberga la mayor población de guanacos, encontrándose también otras
especies de nuestra fauna como el zorro gris, el chinchillón de la sierra, el
ñandú petiso, el mara y el piche. Es posible visitarla fuera del período
invernal.
PARQUE
VOLCÁN TUPUNGATo, POR EL VOLCÁN MÁS ALTO.
Desde
la cumbre del Tupungato se desprenden los hielos que alimentan bastantes ríos.
El lugar posee paisajes de excepcional belleza, pero la más llamativa es el
volcán – ya extinto – que le da el nombre con 6.820 m. Sobre el mar. Esta
reserva es una continuidad del parque nacional Aconcagua, por lo que su
ambiente es similar, con una fauna compuesta de coirones y varetas y una fauna
que agrupa cóndores, águilas moras, zorros, guanacos y liebres. Se halla
emplazado a solo 30 Km. De villa Tupungato, lugar donde es factible encontrar
la infraestructura necesaria para el turismo.
RESERVA MANZANO HISTÓRICO, EL DESCANSO DEL GENERAL.
En un paisaje de montaña agreste se erige el monumento
conmemorativo , del escultor Luis Perlotti, que evoca el encuentro entre el
General San Martín y el coronel Olazábal, en 1823. en este lugar se encontraba
el manzano en el que descansó el Libertador en el regreso de Chile. Hoy
convertida en un sitio de esparcimiento, la reserva es una invitación a
disfrutar. La zona se encuentra actualmente forestada en su totalidad, siendo
particularmente atractiva para acampar, pues posee un microclima húmedo. Es
posible visitarla durante todo el año y practicar trekking, cabalgatas, caza
fotográfica, campamentos y pesca.*
Como ya dije, seguíamos la ruta del libertador que no
libertó a nadie...
Y vamos...
Vamos a desprogramar
las mentes estupidizadas por el
culto a un falso héroe.
Vamos a desprogramar a los corazones adormecidos por la
veneración de un prócer asesino cuyo resultado se ve en la violencia en las
escuelas ... vamos pues, a desprogramar, como dice la “marcha de los
desprogramadores”, que cantaban los niños... vamos a libertar a los esclavos de
la secta Sanmartiniana...
Vamos a predicar
las noticias del
reino de Jehová
a desprogramar a los cerebros de al secta infernal
presten atención
porque es el Cristo el camino de la salvación
vamos a gritar
son los pastores los hijos de Satanás.
Vamos a denunciar
que las iglesias muy pronto caerán
Vamos a gritar de Babilonia
salgan pronto y sin chistar
vamos a restaurar sanas doctrinas
de la fe original.
Y a desprogramar los cerebros
de la secta infernal.*
Pero ¡Oigan! La delincuencia juvenil – la violencia en las
escuelas - ¿No es la cosecha de la siembra de un guerrero falso como lo fue San
Martín?
En las aulas, y frisos con batallas sangrientas – sólo
faltaría allí (según palabras de Juan Bautista Alberdi en El crimen de la
guerra) el sonido en cinta grabada de los chasquidos de los cuellos y miembros
de los cuerpos siendo seccionados por la espada y los aullidos de los soldados
en agonía mortal, entonces el culto al demonio ¡Sería completo!
¡Vean! Nueva Cristiandad, (una institución social
Católica) propone amor como solución a la delincuencia en la Argentina:
LA DELINCUENCIA JUVENIL EN LA ARGENTINA
Los medios de comunicación nos comunican casi todos
los días algún caso de delincuencia juvenil en las escuelas. Hay días que son
dos ó tres los casos denunciados. Los casos de violencia son entre alumnos, o
contra maestros y profesores. Las agresiones pueden ser físicas, o con armas
blancas o de fuego. Pero lo más grave es que las chicas están a la misma altura
de violencia que los chicos, y se conocen algunos casos en que el “delincuente”
es un niño de apenas 6 años.
El problema está generalizado. Se conocen casos en
escuelas y colegios del estado y privados. La violencia escolar se ha
reproducido en todo el país, tanto en ciudades populosas como en pequeños poblados.
Se conoce un caso de un chico de 15 años que estaba involucrado en un
secuestro, y otro, parte de una banda de delincuentes constituida por
adolescentes de 17 y 18 años de edad.
Causas de la delincuencia juvenil.
Muchas son las causas de la delincuencia juvenil,
pero la auténtica causa es la ausencia de un auténtico amor en las relaciones
humanos. Todas las causas de la delincuencia juvenil es por falta de afecto,
porque “donde falta amor cualquier actividad se corrompe”. La causa inmediata
de delincuencia juvenil es la disolución de la familia. Si la familia que debe
ser la “escuela del amor” se convierte en la “escuela de egoísmo”¿Qué le espera
a sus hijos?.
El término amor ha sido prostituído. En el mejor de
los casos, se restringe su alcance cuando se reduce a el amor conyugal. Es
verdad que el amor sexual es importante porque de él depende la subsistencia
del género humano, pero el amor se manifiesta en todas las relaciones humanas.
El amor es único. En el se integran, y de el participan todos los amores: el
conyugal, paternal, maternal, filial, fraternal, o de parientes, el
compañerismo, la amistad, el amor patrio, a los que sufren, al prójimo o al que
nos necesita.
Asimismo se llama “amor” a las mentiras que se dicen
y a las injusticias que se cometen para salvar a un hijo o a un amigo de una
justa condena. Eso no sería amor, porque no se integra en el amor, que también
es verdad y justicia.
La falta de amor en la sociedad se manifiesta en la
sociedad por la falta de una escala de valores. De esa carencia nacen las
expresiones como: “esto es lo mío y hago lo que quiero” “solo me importa vivir
el momento” “todo es igual”. Se rinde culto al dios “dinero” y lo que es más
grave se cree que con el se solucionan todos los problemas. Los valores materiales
pesan más que los espirituales. Si no se acepta una escala de valores, se cae
en una educación permisiva y facilista en un sentido consumista de la vida.
Para la TV. El mayor valor es el “rating” y no tiene escrúpulos en pasar
cualquier programa si este rinde económicamente. Los medios de información,
pasan toda clase de información que convienen a sus intereses y callan aquellas
que se oponen a este sentido de la vida.
Hay dos causas sobre las que convienen reflexionar:
la económica y la educación. La primera que es real: los salarios bajos, el
desempleo tiene su importancia; pero sin no cambiamos la mentalidad de los
hombres y la delincuencia juvenil va a continuar, la segunda, la educación,
carece de valor si entendemos por educar la sola información, como creen muchos
que el problema se cierra en la inteligencia.
El porvenir en la Argentina se presenta muy negro,
pero si los que tienen fe en el poder del amor comprenden la seriedad del tema
y se dedican a levantar el poder de la moral de la familia y no dejan de
predicar y vivir las enseñanzas del amor, tenemos la seguridad de que
lentamente vamos a revertir la situación.
Todos en algún sentido y en algún nivel somos
responsables de la delincuencia juvenil que vivimos. Ya sea por comisión u
omisión: por el mal que cometemos, o por el bien que hemos dejado de cometer.
Pero la delincuencia juvenil no se elimina con amor, sino,
con la eliminación total de los ídolos asesinos y sangrientos glorificados como
José de San Martín, porque, si el homicidio, se llama liberación,
al diablo se lo llama Jesucristo, cuando se glorifica la mentira, se pisotea la
verdad: saquemos la mentira (Satanás) de
su trono y el Dios de la verdad ocupará el lugar de la violencia.
¡Pobres niños! – nos dicen algunos – cuando ven que
nuestros niños no van a una escuela
patriotera. (reciben educación seglar, moral y bíblica en el hogar misional
“Jah Shamah) pero yo digo, (y diga usted también) al ver como tergiversan la
verdad glorificando al asesinato en masa:
No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los
incrédulos, porque ¿Qué consorcio tiene la justicia y el desafuero? ¿O qué
participación tiene la luz con la oscuridad’ además ¿Qué consorcio tiene Cristo
con Belial? ¿O qué porción tiene un cristiano con una persona incrédula? ¿Y qué
acuerdo tiene el templo de dios con los ídolos? Porque nosotros somos parte del
templo de Dios; así como dijo Dios: “Yo residiré entre ellos y andaré entre
ellos, y yo seré su dios y ellos serán mi pueblo”.
Por lo tanto “Sálganse de entre ellos, y sepárense -
dice Jehová -, y dejen de tocar la cosa inmunda, y yo los recibiré”(2° Cor.
6:14-18).
¡Vean esto!:
De las montañas parecen llegar los ruidos de los
valientes granaderos hacen al pararse para libertar a otros países.
Siguen decididos los pasos de su líder, sin importar
los riesgos que encontrarán en su camino.
Granaderos, granaderos, en fila marchan, van con
paso valiente siguiendo al Gran General.
Mezclado con el agudo sonido del clarín hay una voz,
una voz potente, que hace que nunca retrocedan, que siempre triunfen; y aunque
el ruido del combate no les deje escuchar su voz, igual parecen oírla dentro,
porque el gran general es ¡San Martín!, que con su ejemplo les ha enseñado a
defender su bandera.
Granaderos, granaderos, al empuje del clarín, a la
lucha van y vencen: los dirige San Martín.
También no solamente tendrán que luchar para lograr
la libertad, sino que después, y eso ¡Será aún más difícil!, tendrán que
asegurar esa libertad, porque el verdadero soldado no es solamente el que lucha
en la batalla, sino que como el Gran general y los granaderos sigue en la paz
manteniéndose atento y preparado para que esa paz no termine nunca, para que la
libertad obtenida dure para siempre.
Granaderos, granaderos, para el triunfo asegurar,
defienden a nuestra Patria en la guerra y en la paz.*
Como ustedes ven – si son inteligentes – la liberación es
solo la excusa para justificar el espíritu asesino, la violencia bestial y la
crueldad satánica de los militares.
Pero, ¡Oigan! aquél que acabará con las guerras homicidas
so pretexto de liberar pueblos o naciones, también acabará con el culto
patriótico idolátrico de las escuelas con las escuelas satánicas que lo
promueven : porque Jehová
Hace cesar las guerras hasta le extremidad de la
tierra. Quiebra el arco y verdaderamente corta en pedazos la lanza quema los
carruajes en el fuego – (Salmos 46:9)
Y él ciertamente dictaminará el fallo entre miles de
pueblos, y enderezará los asuntos respecto a poderosas naciones lejanas. Y
tendrán que batir sus espadas en rejas de arados, y sus lanzas en podaderas. No
alzaran espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra – (Miqueas
4:3).
Porque un niño nos ha nacido, y un niño se nos ha
dado, y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le
llamará maravilloso consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Prícipe de Paz –
(Isaías 9:6-7).
Los reyes de la tierra tomarán su posición, y los
mismos funcionarios altos se han reunido en masa como uno en contra de Jehová y
de su reino y dicen: “!Rompamos sus ataduras y echemos de nosotros sus
cuerdas!”
En aquél tiempo les hablará en su cólera, y en su
ardiente desagrado los perturbará.
Los quebrará con cetro de hierro como si fueran
vasos de alfarero los hará añicos – (Salmo 2:2,3,5,9)
Son, de echo, expresiones inspiradas por el diablo,
y ejecutan señales, y salen los reyes de toda la tierra habitada, para
reunirlos en la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso – (Apoc. 16:14).
Y vi en el cielo abierto y, ¡Miren! Un caballo
blanco, y el que iba sentado en él se
llamaba fiel y verdadero, y juzgaba y se ocupaba en guerra con justicia
Y de su boca sale una aguda espada larga, para que
hiera con ella a las naciones, y las pastoreara con vara de hierro, pisa
también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso.
Y vi la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y
a sus ejércitos reunido para hacer la guerra contra el que iba en el caballo
blanco y contra sus ejércitos.
Pero los demás fueron muertos por al espada larga
del que iba sentado en el caballo blanco, la espada que salía de su boca. Y
todas las aves se saciaron de la carne de ellos.– (Apoc. 19:11,15, 19-21).
Capítulo 13
En mula, como San Martín,
por los nevados Andes – Manzanas podridas en vez de sal anticorrupción – Los
cristianos como la sal de la tierra – Amores ilícitos y misterios de Don José –
Los “vicios indecorosos” del Libertador – Don José practicó todas las obras de
la carne – Mató a su misma esposa con sus múltiples adulterios – San Martín “el
gran esclavizador” – La idolatría de próceres la coima del diablo –
P
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rimero es una sombra, después otra, y otra más.
Siluetas negras, alargadas por el sol de la tarde. Un sol que tarda en irse
detrás de la última montaña nevada, allá lejos. Quince manchas negras
recortándose sobre el fondo gris de la piedra. Quince hombres, 23 mulas andando
a pie en estas altísimas piedras, casi inaccesibles, mudas. A rienda suelta en
esta expedición que en estas alturas, quinto día de la marcha, ya hace daño,
lastima, duele tanto como los 4.300 metros de altura.
Estamos cruzando los Andes. Por el mismo camino que
utilizara el General en febrero de 1817 al mando del grueso ejército de Los
Andes. Esta noche, dentro de cuatro horas, todo habrá terminado para nosotros.
Habremos llegado el puesto fronterizo de Álvarez Condarco. El límite de Chile.
Pero eso será recién dentro de cuatro horas. Cuando una luz tenue nos marque el
fin del camino. Es hora de volver atrás. De recordar cada momento cada
kilómetros de estos últimos cuatro días. Ahora es hora de repasar los viejos
apuntes de la memoria que hablan de febrero de 1817, de un ejército de 5.200
hombres y más de 5.000 mulas. Es hora de recordar.
LA PARTIDA
Todo empezó la mañana del viernes del 18 de febrero,
a las 11:30 al pie del monolito que por la ley 12665 indica que ese es el lugar
histórico donde San Martín instalara el cuartel de “El Plumerillo”.
Hace media hora, se dedican a vendar los ojos de las
mulas, les preguntamos por qué – “Es para poder ponerles la carga, los víveres
y el equipo de montaña. Sino, “bellaquean”, son mañosas. Y cargarlas es un
trabajo de cuidado; el peso tiene que ir bien repartido para que no se
desbarranquen las pobres...”
Ahora, a las tres de la tarde, cuando estamos por
abandonar el pavimento de la ruta 40 para entrar en el valle áspero, desolado,
seguimos pensando en lo mismo, desbarrancarse, caerse desde allá arriba... como
si nos adivinara el pensamiento, desde delante de la caravana nos llega la voz
de un pibe: “Pero casi siempre las que se desbarrancan son las cargueras;
otras, si se ven en peligro, intentan corcovear para sacarse la monta de
encima”. No es mucho consuelo pero es algo.
EN ESTANCIA CANOTA
La primera etapa está calculada en diez horas. Vamos
a acampar en estancia Canota. Si pudiéramos agregar una nueva acepción a la
palabra infierno, diríamos “cabalgata en mula durante diez horas”, esta primera
jornada termina con la resistencia de cualquiera. De los 40 grados de
temperatura durante el día. Hemos pasado abruptamente a los 10 grados de la
once de la noche, que apenas nos conseguimos entibiar con el fuego encendido
con leña de pino-pino y ramas de lengua de pollo, que estallan como petardos,
para que el eco devuelva una y otra ves el estallido. Las carpas verdes se
alzan en la noche. Pero el sueño tarda en llegar es imposible olvidarse de las
arañas pollito que vimos escurrirse entre las piedras a nuestro paso, esta
tarde. Es imposible no pensar en el frío
y en el dolor de todos los huesos, que no consigue calmar la suave bolsa de
dormir. Pero estamos en Canota. En este mismo lugar, San Martín dividió su
ejército en dos columnas: una que, al mando de Las Heras, iba a cruzar por
Uspatalla. La otra a sus órdenes, que enfilaría hacia el paso de Los Patos.*
Todo esto, y mucho más, retratan los redactores de la
revista “Gente y la actualidad”, que para conseguir una nota que le haga vender
su pasquín corruptor, no vacilan vivir un año con Satanás con tal de hacerle un
reportaje con el cual demostraron amar lo podrido, ser manzanas podridas
y no sal anticorruptora del cristianismo auténtico.
¡Vean esto!
Aún otro nombre recibieron del Señor los salvos, el
cual es: “La sal de la tierra”. El, al terminar su labor de redención, dejó en
ese mundo oscuro a los suyos, con dos propósitos bien claros; 1) sazonar el
ambiente donde ellos están, 2) preservarlo de la corrupción.
En sus palabras dichas a los redimidos, el Señor
señaló la labor que tienen ellos en el mundo y les formuló una solemne
advertencia si ellos no serían lo que debía ser, diciéndoles: “Vosotros sois la
sal de la tierra y si la sal se desvaneciera ¿Con qué será salada? No sirve más
para nada, sino para ser echada y hollada por los pies de los hombres.
La sal da gusto y sabor, y los cristianos tienen
precisamente la labor de demostrarle a todos, que tienen ese gusto y sabor en
el Señor y Salvador Jesucristo. Ellos en si mismos no poseen ninguna virtud;
toda la virtud de ellos está en tener al Señor Jesucristo. Jesús dio sabor a
sus vidas y ellos evidenciaron este gusto en su comportamiento y conducta. La
vida del ser humano es insípida sin Dios, sin Cristo y sin esperanza. El
pecado, amado por todos, quita este sabor a la vida y solamente el Señor la
devuelve a aquellos que se rinden a El.
Cada rendimiento es un poderoso testimonio de el
poder del testimonio transformador de Cristo, testimonio de atraer a los demás.
Dondequiera que el Señor es visto en la vida de los suyos, El es buscado por
otros. Con todo, el mismo Señor señaló que esta búsqueda debe basarse en el
sacrificio expiatorio, apropiado por el que le busca, como lo vemos en el caso
de ciertos griegos.
El que ha buscado al Señor y ha sido regenerado y
transformado por su beneficio, iluminado por el Espíritu Santo y su palabra, se
transforma en la sal de la tierra.
Pero tal sal, no solo sazona, sino que preserva de
la corrupción. Dondequiera que haya un discípulo de Cristo, este no puede
evitar su influencia santificadora, por la presencia del Señor en él. Toda la
santidad y pureza del creyente está en su Señor, y cuando este manifiesta mas
obediencia a sus mandamientos, su vida es más separada de aquellos a los que
Dios desaprueba, y en él brilla más la santidad.
Sin embargo, el Señor advirtió que la sal puede
perder las cualidades que la
caracterizan.
“...Y si la sal fuera desvanecida ¿Con qué será
salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los
hombres”.
El cristiano que traiciona el Señor, contrista el
Espíritu Santo y pierde todo poder en su testimonio, a tal punto que es hollado
de los hombres, pues no le reconocen más como la sal, que da sabor y purifica.
La sal desvanecida no tiene atractivo ni influencia. Los hombres
desprecian la sal que pierde su fuerza.
Ante el Tribunal de Cristo, se revelará la eficacia
de nuestro testimonio. Allí lo malo será quemado y quedará solamente la sal.
Permanecerá lo que benefició a aquellos con los que hemos convivido y entre los
cuales hemos trabajado.*
-
La
sal es anticurrupción – dije a Maxi - ¿Y qué es pro corrupción?
-
La
fruta podrida – dijo con inteligencia – una manzana podrida en un cajón...
corrompe a todas las demás.
-
¡Justo!
– dije – San Martín fue, no un libertador, sino, una manzana podrida.
-
¿Qué?
-
Y
todos los que glorifican al corrupto, son corruptores de la humanidad.
-
¿Por
qué dices esto? Roberto.
-
Lee
esto, por favor...
AMORES Y MISTERIOS DE DON JOSÉ
San martín se crió en España, en un hogar signado por el abatimiento.
De regreso en América tuvo numerosas amantes durante su matrimonio con Remedios
de Escalada, cuya madre lo llamaba despectivamente “el soldadote”.
La familia de José de San Martín y Gregoria Matorras
ya tenía cuatro hijos (y Gregoria 40 años) cuando llegó el último vástago de la
familia, a quién llamaron Francisco
José. Como si estuviera mimetizado con ese ambiente de las misiones, el bebito
tenía la tez oscura y la nariz aguileña. Poco después, Juan fue reemplazado
como gobernador de Yapeyú y la familia se trasladó a Buenos Aires, donde el
capitán no logró tener un puesto similar.
Decepcionado por su fracaso, José retornó a España y
se instaló en Málaga, donde el niño José se crió en un lugar signado por el
abatimiento. A los 11 años (en violación al estatuto que permite un mínimo de
12) fue admitido como cadete en el regimiento llamado Murcia, donde aprendió a
ser obediente, desconfiado y reservado de los demás. Un informe de el general
le negó la promoción por “vicios indecorosos”, pero otro jefe le rectificó el
dictamen y José pudo ser oficial.
Participó de la derrota en Oran contra los árabes,
en Coulliure contra los franceses y se encontraba en la fragata Santa Dorotea
cuando fue apresado por los ingleses. En los lugares de forzosa internación,
aliviaba la soledad del vencido tocando la guitarra y pintando los crepúsculos
marítimos en su caballete. En Bailén integró el ejército vencedor frente a las
tropas napoleónicas, pero sus ideales liberales le habían colocado más cerca de
los invasores galos que de los retrógrados defensores del príncipe Fernando
VII. Cuando uno de sus jefes, el marqués de Solana, fue ahorcado en las turbas acusado
de “afrancesado y traidor”, otro, el marqués de Coupigny, fue privado del
mandato por haber nacido en Francia, se dio cuenta que no había lugar en España
para los que mantenían los ideales de tolerancia, ciencia y filantropía.
Miembro de una logia masónica, decidió contribuir a las luchas de independencia
de las colonias de América. Con la esperanza que allí pudieran ponerse en vigor
los principios del liberalismo que la península rechazaba.
Tenía 34 años cuando llegó a Buenos Aires. Había
habido en su vida mujeres de cartera y “manolas” de vida alegre, pero seguía
siendo un hombre solitario y de pocos afectos. Se enamoró de Remedios de
Escalada, una jovencita de 15, y se casó con ella pese a la oposición de su
madre, que lo calificaba de “plebeyo” o que le llamaba despectivamente “el
soldadote”.
En la dominante logia del río de la Plata, José
rivalizó con Carlos de Alvear, un hombre menor que él y de inferior grado, pero
que desarrollaba por su inteligencia, su brillo social y su riqueza. Se comenta
que el padre de Carlos, Diego de Alvear, en su juventud había tenido de amante
una india de Yapeyú, con la cual había concebido un hijo. Esta criatura,
bautizada como Francisco José, - afirmaba la versión -, habría sido entregado
al matrimonio de Juan y Gregoria de San Martín para que lo criaran. De este
modo, Carlos y José vendrían a ser medio hermanos y, precisamente a San Martín
le apodaron el Cholo o el Tapé de las misiones, por su apariencia de mestizo.
Cuando José fue designado gobernador de Mendoza, se
insubordinó contra el director supremo, Carlos de Alvear, y contribuyó a
facilitar su caída.
Al iniciar su cruce de los Andes, San Martín envió a
su hija y a su esposa a Buenos Aires, a casa de sus padres. En Santiago de
Chile, tuvo un romance con una dama, y una noche al visitarla en su casa,
advirtió que estaba compartiendo sus favores con un oficial bisoño; el hermano
menor de Olazábal. Prudentemente, Olazábal dejó campo libre a el General.
Desobedeciendo las órdenes del gobierno de Buenos
Aires, que le había ordenado que volviera al Río de la Plata para evitar la
invasión de los caudillos federales del Litoral, San Martín inició su
expedición al Perú en su grado de brigadier de Chile, bajo la bandera de este
país y con su apoyo económico. Desembarcó en Huaura, donde estableció su
cuartel general durante varios meses. Por las noche solía visitar a la estancia
azucarera de San Nicolás de Supe, donde sostuvo una relación con su
propietaria, Fermina Gonzales Lobatón. Una afirmación peruana dice que el hijo
que este mujer tuvo nueve meses después fue engendrado por don José.
Al llegar a Lima asumió el protectorado (pese a que
el mandato chileno lo había desaconsejado) y allí mantuvo un affaire con Rosa
Campuzano, una guayaquileña que había actuado como espía a favor de la bandera
patriota. Cubierta su cabeza con un velo y vestida con un manto, Rosa había
distribuido más de una vez panfletos subversivos y había ocultado en una casa a
varios oficiales españoles que habían desertado para pasarse a las fuerzas revolucionarios.
Don José se instaló en una residencia del pueblo de
Magdalena y allí solía atender el despacho diario, que uno de sus ministros le
llevaba desde Lima, Rosa, que era soltera, lo acompañaba con frecuencia, y los
sábados a la noche partían en lujosa carroza hacia las fiestas de la capital,
ella con zapatos y vestido de seda y él con nuevo uniforme de general, con
abundantes hilos de oro. Cuando el protector incluyó a Rosa entre las ciento
doce mujeres condecoradas de la Orden del Sol, la sociedad tradicional limeña
lo consideró una afrenta.
Resistido por los realistas por sus acciones y
rechazado por los republicanos por sus planes monárquicos, San Martín no tenía
tropas necesarias para vencer a los españoles acantonados en las sierras, viajó
entonces a Guayaquil, a solicitar refuerzos de tropas a Simón Bolívar, que
vivía momentos de gloria. Bolívar se los prometió, pero en número muy
insuficiente, y San Martín se deprimió al comprender que su hora había llegado.
Esa noche y la noche siguiente pareció consolarse con la compañía de una joven
viuda, Carmen Mirón y Alayón, cuyos descendientes llevan hasta hoy el apellido
de San Martín.
Don José renunció al protectorado y viajó hacia su
estancia en Mendoza, donde recibió una carta de su esposa, a la cual no veía
desde hacía cuatro años. Moribunda de tisis en plena juventud (tenía apenas 25
años) Remedios le pedía que fuera a Buenos Aires a darle su último adiós, San
Martín, sin embargo, decidió permanecer en Mendoza y recién partió hacia Buenos
Aires varios meses después de su fallecimiento, a buscar a su hija de 7 años,
le costó sacar a la pequeñuela de la casa de su abuela y marchó con ella a
Europa, donde habría de vivir casi tres décadas. Allí murió viudo y ya abuelo,
el 17 de agosto de 1850.*
Ø “Vicios indecorosos” ¿Qué?
¿Masturbación? ¿Homosexualidad? – fornicación.
Ø Miembro de la norma logia masónica –
sectario.-
Ø Soldadote plebeyo - asesino.
Ø Numerosos affaires sexuales
matrimoniales – adulterio.
¡Practicó todas las obras de la carne! ¡Con razón lo idolatran
tanto los corruptos resistidores de la restauración de la adoración pura! ¿San
Martín libertador de los corruptos? ¿Libertador de qué? No practicó ningún
fruto del Espíritu Santo, sí, todas las todas las obras de la carne podrida.
¡Veamos!
Pero digo: ¡Sigan andando por espíritu y no llevarán
a cabo ningún deseo carnal! Porque la carne está contra el espíritu en su
deseo, y el espíritu contra la carne; porque estos están opuestos uno del otro,
de manera que las mismas cosas que ustedes quisieran hacer, no las hacen.
Además, si se les conduce por el espíritu, no están bajo la ley.
Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y
son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, prácticas de espiritismo,
enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cóleras, divisiones, sectas,
envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En
cuanto a estas cosas, le aviso de ante mano, de la misma manera que ya les
avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor,
gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio,
ante tales cosas no hay ley. Además los que pertenecen a Cristo Jesús han
fijado en un madero junto con sus deseo y sus pasiones.
Si estamos viviendo por el espíritu, también sigamos
andando correctamente en el camino del espíritu, no nos hagamos egoístas,
promoviendo competencias unos con otros, envidándonos unos a otros. – (Gálatas
5:16-26).
¿Leyó usted, que idolatra a San Martín, y lo hace un feroz
anticristo cada vez que los llama el Libertador?
Fue un bastardo en todo el sentido de la palabra: mató de
disgusto a su tísica esposa con sus múltiples adulterios y engendró no pocos
bastardos como él.
¡Por eso lo idolatran tanto los fornicadores y los
adúlteros!
¡Vean! Allá, en la ciudad de San Francisco (Córdoba) donde
pasé parte de mi infancia y juventud, está la estatua más grande en el lugar
más honorable de la ciudad, es la estatua de su fundador, Bernardo Iturraspe,
el que se acostaba con miles de prostitutas y tuvo cientos de hijos
adulterinos, de modo que, cuanto más degenerado ha sido un hombre, (en este
mundo bajo del gran corruptor Satanás), tanto más se lo glorifica y se lo
idolatra ¿O.K.?
¡Por eso usted le llama el “gran Libertador” a don José de
San Martín, sin embargo, como hijo primogénito de Satanás, San Martín fue el gran
esclavizador.
Pero, ¿Por qué? ¿Porqué? Si, ¿Por qué? – aparte de todo lo
que el Espíritu de Jehová aclaró aquí - ¿Por qué ese afán de idolatrar a un corrupto?
Bueno – y oigan bien esto – esa idolatría es la coima,
es el soborno que los pecadores dan a Satanás para que este los prospere
y los bendiga. ¿Cómo?
LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN CON LA ESPADA DEL
ESPÍRITU.
“Vístanse con la nueva personalidad que fue otorgada
por Dios en verdadera justicia y lealtad” (Efe. 4:24).
Cuando el imperio romano se encontraba en la cúspide
de su poder, era la mayor administración humana que el mundo había visto. La
legislación romana era tan eficaz que aún hoy constituye la base de los códigos
legales de muchos países. No obstante, pese a los logros de Roma, sus legiones
no consiguieron vencer a un enemigo insidioso: la corrupción, finalmente esta
aceleró la caída del imperio.
El apóstol Pablo fue uno de los que sufrió a causa
de la corrupción romana. Felix, el emperador romano que lo interrogó, al
parecer reconoció que el apóstol era inocente. Pero como el era uno de los
gobernadores más corruptos de aquellos días, retrasó el juicio con la esperanza
de que Pablo le diera dinero para su liberación (Hech. 24:22-26).
Sin embargo Pablo, no sobornó a Felix, sino que le
habló con franqueza acerca de “la justicia y el autodominio”. Felix no cambió
de costumbres, y Pablo prefirió permanecer en prisión a eludir el proceso legar
por medio del soborno. Predicaba un mensaje de honradez y justicia, y vivía en
conformidad con él. “Confiamos en que tenemos un conciencia honrada – escribió
a los judíos cristianos -, puesto que deseamos comportarnos correctamente en
todas las cosas” (Heb. 13:18).
Esa postura contrastaba muchísimo con la moralidad
de aquellos tiempos. El hermano de Felix, Palas, uno de los hombres más
antiguos del mundo antiguo, acumuló toda su fortuna, calculada en 45.000.000 de
dólares, a base de sobornos, sin embargo su capital parece pequeño en
comparación con los miles de millones de
dólares que han ocultado en cuentas secretas algunos gobiernos corruptos del
siglo XX. Está claro que solo los ingenuos creen que los gobernantes actuales
han ganado la guerra contra la corrupción.
Dado que la corrupción ha estado arraigada durante
tanto tiempo, ¿Debemos suponer que forma parte de la naturaleza humana? ¿O es
posible hacer algo?
¿CÓMO PUEDE FRENARSE LA CORRUPCIÓN?
Obviamente el primer paso para vencer la corrupción,
es reconocer que está mal y que es dañina, pues beneficia a quienes no tienen
escrúpulos en perjuicio de los demás. Es indudable que se han hecho avances en
esta dirección. Jemes Foie, director del Gobierno de Estado, dijo: “Todos
reconocemos que el costo del soborno es alto. El soborno debilita el buen
gobierno, dañan la buena marcha y el desarrollo de la economía, distorsiona el
comercio y perjudica a los ciudadanos de todo el mundo” muchos están de acuerdo
con él. El 17 de septiembre de 1997, 34 grandes países firmaron la “convención
sobre el soborno”, que está concebida para “tener un gran impacto en la lucha
mundial contra la corrupción”. La convención califica de delito “ofrecer,
prometer o dar un soborno a un funcionario público o extranjero con el fin de obtener
o conservar acuerdos comerciales internacionales”.
No obstante, los contratos para obtener contratos
comerciales en otros países es solo la punta del iceberg. Eliminar la
corrupción a todos los niveles exige otro paso mucho más difícil: requiere un
cambio de corazón o, mejor dicho, un cambio de todos los corazones. En todas
partes del mundo la gente debe aprender a odiar la corrupción y el soborno.
Solo entonces desaparecerán las prácticas. Con ese fin, la revista “Newsweek”
dice que, en opinión de algunas personas, los gobiernos deberían “fomentar un
sentimiento general de actitud cívica”. Un grupo de presión anticorrupción
llamado “Transparency International” recomienda asimismo que sus seguidores
“siembren ‘una semilla de integridad” en el lugar de empleo.
La lucha contra la corrupción es moral, y no puede
ganarse solo con leyes ni “con la espada” de sensaciones legales (Rom. 13:4,5).
Han de sembrarse en el corazón de la gente las semillas de la virtud y la
integridad. La mejor manera de lograrlo es usar lo que el apóstol llama “la
espada del espíritu” la Palabra de Dios, la Biblia (Efe. 6:17).
LA BIBLIA CONDENA LA CORRUPCIÓN
¿Porqué se negó Pablo a tolerar la corrupción’
porque trataba de hacer la voluntad de Dios, “que no trata a nadie con
parcialidad ni acepta soborno” (Deut.
10:17). Además, muy probablemente recordaba el mandato de Moisés: “No debes ser
parcial ni aceptar soborno, porque el soborno ciega los ojos de los justos y
tuerce las palabras de los sabios” (Deut. 16:19). El rey David entendía
asimismo que Dios odiaba la corrupción, y
le pidió que no le contara entre los pecadores, “cuya diestra está llena
de sobornos” (Salmo 26:10).
Quienes adoran a Dios con sinceridad tienen más
razones para evitar la corrupción. “El rey con la justicia afianza la tierra –
escribió Salomón -, pero el hombre que acepta soborno la destruye” (Prov. 29:4
la Biblia de las Americas). La justicia afianza el país, en especial cuando la
practican desde los funcionarios más altos hasta los funcionarios más bajos, mientras
que la corrupción los empobrece. Es digno de señalar que la revista “Newsweek”
dijo lo siguiente: “En un sistema en el
que todo el mundo desea un pedazo del pastel de la corrupción y sabe como
conseguirlo, la economía de derrumba”.
Aún cuando la economía no se derrumbe por completo,
los amantes de la justicia se sienten frustrados cuando la corrupción florece
sin trabas (Salmo 73:3,13). También se deshonra al Creador, quién nos dio el
deseo inherente de justicia. En el pasado, Jehová intervino para erradicar la
corrupción flagrante. Por ejemplo, les explico sin rodeos a los habitantes de
Jerusalén por qué los entregaría al enemigo.
Dijo mediante el profeta Miqueas: “Oigan, por favor,
ustedes los cabezas de la casa de Jacob y ustedes los comandantes de la casa de
Israel, los que detestan la justicia y hacen torcido aún lo que es derecho. Sus
propias cabezas juzgan meramente por un soborno, y sus propios sacerdotes
instruyen solo por precio, y sus propio profetas profetizan sencillamente por
dinero... por lo tanto, a causa de ustedes Sión será arada como campo, y
Jerusalén llegará a ser simples montones de ruinas”. La corrupción había
arruinado la sociedad israelita, tal como debilitó a Roma siglos más tarde. En
conformidad con esta advertencia divina, aproximadamente un siglo después que
Miqueas escribió estas palabras; Jerusalén fue destruida y abandonada (Miqueas
3:9,11,12).
No obstante ningún
hombre o nación debe ser corrupto. Dios anima a los malvados a dejar su
camino de maldad y cambiar la manera de pensar (Isaías 55:7). Desde que todos y
cada uno de nosotros sustituyamos la avaricia por la generosidad y la
corrupción por la justicia. “El que defrauda a la condición humilde ha
vituperado a su hacedor, pero el que demuestra favor al pobre lo glorifica”,
nos recuerda Jehová (Prob. 14:31).*
Capítulo14
Aires de Punilla – Lejos de
las ciudades controladas por demonios – Allá sobre los montes – La belleza de
las sierras – No soy el rey Josías, pero tampoco un cómplice de los demonios –
Los que por ignorancia dieron culto idolátrico a el falso Libertador, ¡tienen
una salida! – La ignorancia voluntaria es fruto de la negligencia y la pereza –
No se conforme con ser ignorante, acepte la corrección – El reposo de los
ignorantes -
AIRES DE PUNILLA
El Valle de Punilla es desde hace años sinónimo de
turismo cordobés. En esa porción privilegiada de tierra y ríos al oeste de la
provincia, los turistas encuentran una variado oferta de hoteles, Carlos Paz es
su puerta de ingreso y un centro de la vida social nocturna de la región, al
borde del lago San Roque, y muy cerca están Cosquín, La Falda, Villa Giardino,
La Cumbre y Capilla del Monte, ubicados en los faldeos de las Sierras Chicas.
Desde cualquier punto del Valle de Punilla suelen
organizarse excursiones hasta el cerro Uritorco, cuya mentada fuerza enérgica
atrae a grandes y chicos. Estos paseos pueden complementarse con una visita a
San Marcos Sierras, una antigua población construida a partir de la devolución
de tierra a una comunidad indígena.
Como si esto fuera poco dentro de tantas opciones,
Córdoba cuenta con un alto atractivo histórico: el antiguo Camino Real que
conduce hacia el Alto Perú. Pueblos como Villa Tulumba, Ischilín, Villa del
Totoral, Deán Funes, y otras fueron las postas en el Camino Real y heredaron
variados testimonios arquitectónicos de
la época.
Estos departamentos permiten una parada previa al
impactante cerro Colorado, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes
de América. Sobre la misma altura, pero hacia el oeste, la provincia cuenta con
el único mar del interior del país. Se trata del Parque Nacional Laguna de Mar
Chiquita, una extensa depresión salina con propiedades terapéuticas y una
valiosa fauna protagonizada por flamencos rosados, patos y nutrias. A sus
orillas se encuentra Miramar. El principal centro turístico de la región.*
Y aquí – en Valle Hermoso – plugo al Dios verdadero, centralizamos
para dirigir y ser precursores de la restauración de la adoración pura.
Sí, aquí estamos, en las afueras de este pequeño pueblo montañés,
apartado, donde paso mis gratos momentos escribiendo estos libros de
esclarecimiento bíblico, lejos, sí, muy lejos de las ciudades turbulentas,
controladas por una densa capa de demonios que, desvían y estupidizan a las
masas haciéndoles creer que un adúltero, asesino, bastardo, es el ¡Libertador!
(¡Já! Nunca con tanto sarcasmo la carcajada)
Lejos de las esclavizantes ciudades que solo producen
sectarios idólatras – lejos del ir y venir y rodeados de contaminantes y de
peatones robotizados -, lejos del ensordecedor “maremagno” de las ruidosas
bocinas de contaminates automóviles, las voces chillones y roncas de los parias
vendedores del chillido de los
neumáticos frenando...
Aquí - ¡Alabado sea Jehová! – en plena comunión con la
divina creación incontaminada ¡Cómo se capta el sentido de la verdad y la
realidad sin mentirosos artilugios!
¡Vean! Aquí, estoy rodeado de mis libros y cuadernos, con
la montaña boscosa a la vista, pero en mi “palacio de vidrio de escritor”,
protegido entre cuatro paredes (de la humilde pero acogedora casa misional “Jah
Shamah”), algo así como un anticipo, de lo que será, para nosotros (si la
gracia de Dios en Cristo así lo dispone) la santa ciudad divina, como le cantan
algunos:
Allí sobre los montes, un feliz país,
la ciudad divina reposando está,
nuestros pies aquí cansados, subirán:
la mansión eterna divisamos ya.
(coro)
¡Vamos al hogar! ¡Vamos al hogar!
¡Ved sus torres brillan con gran esplendor!
estaremos juntos por la eternidad
con los ángeles, cantando en la ciudad.
¡Vamos al hogar!
Los antiguos profetas nos hablaron ya
de las calles de oro de esa gran ciudad,
por la fe hoy la podemos contemplar,
con sus muros de oro y jaspe, sin igual.
Hermano, hermana, ¿Estarás allá,
en aquella tierra do pesar no habrá?
el mensaje santo hoy acepta el fiel,
y al nivel el Salvador te llamará.*
¡Qué privilegio! Descifrar aquí, los intrincados vericuetos
de las sectas, investigar y desbaratar con argumentos del Espíritu Santo, las
tramoyas del gran mentiroso, Satanás el diablo. Sí, aunque rustica, bendita
morada, protegida por muchos árboles viejos y nuevos, no muy lejos, el místico
arroyo Vaquerías, bordeado de vegetación espesa y barrancas pétreas, donde paso
buenos momentos, acariciado por la brisa serrana, el suave murmullo de las
aguas inquietas que se azotan contra los guijarros y las mullidas matas de berro y el gorgojeo
de calandrias y tordos.
¡Qué bellezas! Las silenciosas horas de la siesta, cuando
toda la creación del magnífico Jehová parece dormida, todos los animales
caminan aletargados y hasta los pedregosos caminos polvorientos en la quietud
del paisaje de piedra y churquis presentan la tranquilidad de las aguas
estancadas de un lago.
¡Oigan! (si se pude oír algo) todo es silencio todo es
sosiego no vibra ni el más leve rumor y, en el paisaje silencioso, solo los
ardientes rayos del sol de Punilla, que pone aquí, y allá, brochazos de vida,
espatulazos, - estilo Georg – de color, fecundando las sierras, verificando los
valles haciendo mucho más agradables los rincones umbríos de la tupidas
arboledas aborígenes.
Y, ¡aquí estamos! Como el rey Josías - ¡Já! – destruyendo
todos los ídolos: el peor de todos aquí: Don José de San Martín, el que no
libertó a nadie.
Usted no ser el rey Josías – me dijo con sarcasmo Elton
Deanne, el hipócrita misionero de la Watchtower Bible an Tract – No, no lo
soy... ¡Pero oigan! no seré cómplice de los demonios por callarme estas
verdades.
¿O.K.?
Bueno, pues... ¿Quién es el verdadero libertador? ¡Cristo!
¡El que, con la ayuda de este libro y el Espíritu Santo
(poderosa fuerza activa invisible de Dios), lo ayude a usted a libertarse de la
secta Sanmartiniana,
¡Amén!
Ahora bien, si usted, amable lector, reconoce que, estuvo
pecando por llamar libertador a este asesino corrupto, y estuvo dándole
culto idolátrico a la estatua de San Martín, si usted reconoce su pecado de ig-no-ran-cia,
lea esto:
La ignorancia no es ninguna virtud. Conformarse con
la ignorancia es una verdadera desgracia, porque por sus causas se han cometido
muchos pecados, privando así a los redimidos de hacer la voluntad de el Señor.
El estudio concienzudo de la Escrituras, bajo la guía de el Espíritu Santo
guiará a cada hijo de luz en el conocimiento de Dios y sus divinos propósitos.
“...Aquél Espíritu de verdad, el os guiará a toda la
verdad...”
Los judíos impulsados por la ignorancia cometieron
el más grande de los pecados contra el Señor, cuando reclamaron repetidamente a
Pilato que le crucificara, como está escrito:
“Y hablóles otra vez Pilatos, queriendo liberar a
Jesús, pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: crucificadle, crucificadle”.
Esta misma ignorancia de los propósitos de Dios,
puede impulsar a los renacidos a cometer errores y pecados.
¡Con qué nobleza y calidad cristiana dijo el apóstol
Pedro, iluminado por el Señor:
“Mas ahora hermanos, sé que los habéis hecho por
ignorancia, también vuestros príncipes”.
Si bien es cierto que el Señor tiene compasión de
los que están en la ignorancia, con todo El no la justifica ni la recomienda.
La ignorancia voluntara es fruto de la negligencia y
la pereza. La indolencia y la falta de interés en indagar y conocer mejor lo
que Dios quiere revelarnos, es pecado. Si bien es cierto que nadie está libre
de este pecado, pues en todos nosotros hay cierta tendencia a caer en le
negligencia, ninguno debe justificarlas ni acogerse a ellas como algo inevitable. Las Escrituras dicen:
“Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de
esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se
arrepientan”.
Si bien ese pasaje se refiere específicamente a los
que todavía no conocen la voluntad de Dios a través de Cristo, con cuanta más
razón, con limpia conciencia debemos aplicarlas a los redimidos para que no nos
conformemos con un esta ignorancia o
conocimiento elemental, tan perjudicial para nuestra vida espiritual.
El mismo apóstol Pablo reconoció que estando en
ignorancia había cometido pecados indignos y reprobados por el Señor, pero al
convertirse no se conformó con la ignorancia, sino que avanzó en el
conocimiento de su Señor y Salvador. La misericordia de Dios es grande y El
está dispuesto a ayudarnos a adquirir el pleno conocimiento de la verdad.
Alabemos a nuestro Redentor que además de nuestro
Salvador es nuestro sumo Pontífice e Intercesor. Él es nuestro abogado e
intercede continuamente por cada uno de los suyos, pero su incesante
intercesión no debe justificar nuestra permanencia en la ignorancia de las
Sagradas Escrituras. El Señor intercede y al mismo tiempo corrige y su
corrección elimina la ignorancia.
Todo está en aceptar su corrección.
“El que ama la corrección ama la sabiduría: más el
que aborrece la reprensión, es ignorante”.
En cuanto a la primera venida del Señor hubo
confusión en el pueblo de Israel, y precisamente en consecuencia a este
desconocimiento de la Escrituras, Cristo fue rechazado y crucificado, como
vemos en las Escrituras:
“Empero hablamos sabiduría... no de este siglo, ni
príncipes de este siglo, que se deshacen: Mas hablamos sabiduría de Dios... la
cual predestinó entes de los siglos para nuestra gloria:
Lo que ninguno de los príncipes de este siglo
conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Jesús de
la gloria”.
Dos factores interceden invariablemente para que la
ignorancia sea aceptada y prospere aún entre los que deberíamos rechazarla de
plano: “el reposo de los ignorantes y la prosperidad de los necios” según la
escritura de Proverbios 1:32.
Debemos entender por “reposo de los ignorantes”, la
despreocupación y la falta de interés por conocer la verdad eterna y guardar en
el corazón los dichos del Altísimo
La “prosperidad de los necios”, es aquél conformismo
con nuestra propia ignorancia, que nos lleva a buscar solo comodidades
temporales en vez de preocuparnos más en
lo espiritual, que es eterno e imperecedero. El reino de Dios y su
justicia deberían ocupar el primer lugar y ser el motivo central de nuestras
vidas.*
... En tal caso entenderemos que, ni don José ni ningún
otro salvó a nadie y sabremos con exactitud que el único Libertador es Cristo.
(a él sea la gloria y la honra).
Valle Hermoso 26 – 02 - 2004
E
|
ste libro ha sido editado por el Movimiento para Desprogramar a las
Víctimas de las Sectas (MPDLVS) En el
verano del 2004.
Es de distribución gratuita en armonía con lo convenido en Mateo 10:8,
por lo cual se prohíbe su venta, también se prohíbe su reproducción total o
parcial con excepción de citas breves, indicando las fuentes.
Por más información, escriba a M.P.D.L.V.S. Las Heras 250 – C.P. 5168
Valle Hermoso (Córdoba) Cel. 03548 –
15634110.
Ø La portada fue realizada por:
Ø Los dibujos interiores son de:
Ø Diagramación y diseño: Marcelo D.
Filippa
E-mail robertomiguelfilippa@hotmail.com
robertomiguelfilippa@yahoo.com.ar
Web: www.anticristos.galeon.com
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* De la
historia a la comidilla/ La Nación/ 14-10-2000/ pag.7.-
* De la
historia a la comidilla/ La Nación/ pag. 7.-
* Diccionario
de sinónimos/ pag. 21.-
* La voz del
interior/ 8-10-200.-
* El hombre
mediocre/ José Ingenieros/ Pags. 72,73,64.-
* El verdadero
discipulado/ Guillermo McDonald/ pags. 43,44,45,46,47,48.-
* Yapeyú
defiende su orgullo/ Raquel San Martín/ La Nación/ 14 de agosto del 2000.-
* La memoria
póstuma/ Felix Luna/ La Nación/ 14 de agosto de 2000.-
*
Diccionario de sinónimos/ pag. 50.-
* Como llega
su mensaje a los chicos/ La Nación/ 14-8-2000.-
*
Argentina/9/ pag.162.-
* Expresión
lugareña que significa: gente amiga.-
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Diccionario de sinónimos/ Perdor m: Olive/ pag. 111 (hipócrita).-
* Todo es
historia/ N° 159/ agosto de 1980/ pags. 30, 31, 32.-
* Todo es
historia/ pags. 33,34,35,36.-
* La Voz del
Interior/ “En busca de San Martín humano”/ jueves 24 –10 –200.-
* Alfredo
Zacarías/ Historia en Yapeyú/ La Nación/ turísmo.-
* Argentina7
tomo 9/”Los adoradores de Tupá”/ pag. 163.-
* La
intimidad de los grandes hombres/ Matilde Zabala Gonzales.-
* Como ya
expliqué, San Martín fue parte prominente de el estado salvaje que es la
Argentina y como bestia feroz actuó asesinando ejércitos tan feroces y salvajes
como él mismo.-
* La
atalaya/ 15-01-93.-
* Argentina/
tomo )/ pags. 168, 173, 174.-
* Corrientes
II/ Argentina/ tomo 10/ pags. 181,182.-
* La Voz del
Inteior/ 21 de agosto del 2000/ pag. 12 A.-
* Dos vidas
apagadas a 150 años de distancia/ La Voz del Interior.-
·
LA Voz del Interior/ 24 de agosto del
2000.-
* Taraguí/
Argentina/ tomo 9/ Corrientes/ tomo I/ pag. 160.-
* Los fieles
de Jah/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* El
Vaticano contra Dios/ pags. 21,22.-
* S. Smiles/
El Carácter/ pags. 124, 125, 126.-
*
Eclesiástico 10:6-18/ Nueva Biblia Española .-
* La Voz del
Interior/ 17 de agosto de 2000.-
* Yapeyú
Hoy/ Juan Carlos Diez/ Nueva/ N° 474 .-
* Somos los
300 de Gedeón/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Comentario
del Nuevo Testamento/ L. Bonett y A. Scroeder/ pags. 146, 147.-
* La voz de
la calle/ La Voz del Interior/ 17 de agosto del 2000.-
*
Diccionario ilustrado de la Biblia/ pag. 345.-
* Aquí
Vivimos/ Cuna del Libertador.-
* Que Jehová
te maldiga Satanás/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Saldán, el
aire que respiró el Coronel/ La Voz del Interior/ 17 de agosto del 2000.-
* Babilonia
misterio religioso/ Ralph Woodrow/ Pags. 162, 163,164, 165.-
* En extraña
tierra/ Himnos de Sión/ pag 79/ Elisa Perez.-
* 501
Ilustraciones/ Simón Bolívar y la libertad/ pags. 138, 139 (Ilus. N° 211).-
* 501
Ilustraciones/ N° 2127 pags. 139, 140.-
* 501
ilustraciones/ pags. 140, 141, 142, 143.-
* Vamos a
Desprogramar/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Sobre las
fronteras de la creación/ Joyas naturales/ Aquí Vivimos.-
* Marcha de
los desprogramadores/ cántico del M.P.D.L.V.S.-
* Juego musical/
Vienen los granaderos/ Billiken/ N° 2326.-
* Gente y la
actualidad/ N° 656.-
* El
tribunal de Cristo/ pags. 145,146,147,148.-
* La Nación
/ domingo 25 de junio del 2000.-
* La
Atalaya/ 1 mayo del 2000.-
* Turismo
12/ 25 de junio de 2000.-
* Himnario/
himno N° 315/ Sobre los montes/ G. Bustamante.-
* El
tribunal de Cristo/ pags. 11,12,13,14.-
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